Introducción
El nogal pecanero Carya illinoinensis (Wang) K. Koch es uno de los cultivos frutales más importantes del norte de México, en el estado de Chihuahua hay plantadas 135 300 ha (SIAP 2018). Los principales municipios productores de nuez son Jiménez con 19 038 t, Camargo con 12 000 t y Aldama con 8 000 t (SIAP 2022). Dentro de los problemas fitosanitarios que tiene el cultivo de nogal en el Estado de Chihuahua, México; es el manejo de plagas (Tarango 2014, Estrada et al. 2020, Partida et al. 2020). En los últimos años en esta región productora del país ha aumentado la presencia de plagas que no se consideraban de importancia económica debido a su baja presencia (García 2014). El Salivazo (Clastoptera achatina Germar (Hemíptera: Clastopteridae)), que se reportó inicialmente en los estados de Coahuila y Durango, se ha diseminando al Estado de Chihuahua donde se presenta en los municipios de Valle de Allende, Valle de Zaragoza, Coronado, López, Parral, Jiménez, Camargo, San Francisco de Conchos, La Cruz, Saucillo y Satevo. Su infestación es cíclica y cada vez se presenta de manera más persistente, con el riesgo latente que avance hacia las regiones centro, y noroeste del Estado. En regiones como el norte de Coahuila, donde C. achatina se ha establecido de forma permanente se reportan daños considerables en la producción, teniendo perdidas hasta del 43% si no se controla de manera adecuada (Aguilar 2014). Debido a que afecta el amarre de frutos cuando las excreciones que genera son demasiado grandes como para cubrir el estigma en la época de polinización, también provoca muerte regresiva de los brotes encargados de producir yemas fruteras el próximo año, ocasiona aborto de nuececillas y afecta el tamaño y la calidad de los frutos (Ree y Knutson 1997, Thompson et al. 2020).
En lo que se refiere al control de salivazo en México no existe un umbral de acción establecido que indique el momento en que se deben tomar acciones para controlar este insecto (Hall 2009), a pesar de lo anterior en los últimos años se ha tenido la necesidad de realizar aplicaciones de insecticidas para su control con moléculas químicas de amplio espectro como insecticidas fosforados, carbamatos, organoclorados, piretroides y neonicotinoides (Hudson 2014, Morales-Olais et al. 2021). El uso de esta clase de insecticidas afecta seriamente a la salud humana (Hassaan y El Nemr 2020, Chen et al. 2020); a los ecosistemas agrícolas, particularmente a los insectos benéficos y en sentido más amplio a organismos que no son la especie objetivo (Devine et al. 2008, Teder y Knapp 2019). Con base a lo anterior, y a la carencia de información bioecológica de C. achatina en el cultivo de nogal pecanero, el objetivo de la presente investigación fue determinar la fluctuación poblacional, distribución en la copa del árbol y el efecto de cinco insecticidas sobre salivazo.
Materiales y métodos
Sitios de estudio
La presente investigación se realizó en los municipios de Allende, Camargo y La Cruz, Chihuahua en el año 2017. El municipio de Allende está ubicado en 26° 38’ y 27° 27’ LN y 105° 01’ y 105° 53’ LO, a una altitud de 1 300 msnm, temperatura media anual de 18°C, precipitación entre 300 y 500 mm, y clima seco semiárido (INEGI 2020a). El municipio de Camargo se ubica entre los paralelos 27° 41’ LN y 105° 10’ LO; a una altitud de 1 220 msnm, con clima BSohw(w), que representa un clima seco semicálido con invierno fresco, la temperatura media oscila entre los 17 y 20 °C y precipitación entre 250 y 300 mm (INEGI 2020b). El municipio de La Cruz se encuentra entre los paralelos 27° 45’ y 28° 03’ LN; los meridianos 104° 45’ y 105° 19’ LO; a una altitud entre 1 100 y 1 900 msnm; la temperatura media oscila entre los 18 y 20 °C y rango de precipitación entre 200 y 400 mm (INEGI 2020c).
Sitios preferenciales de alimentación
Se seleccionó una huerta en el municipio de Allende, Chihuahua, con presencia de C. achatina, en la cual no se realizan medidas de control. Posteriormente se determinó la altura y el cuadrante cardinal en el cual C. achatina prefiere alimentarse, para lo cual se realizaron muestreos cada 15 días en 10 árboles elegidos al azar; en cada árbol se hicieron observaciones a los 2, 4, 6 y 8 m de altura en los cuatro puntos cardinales; se observaron un total de 10 brotes para el registro de daño ocasionado por la plaga. Los tratamientos fueron las cuatro alturas observadas y los cuatro cuadrantes cardinales de la copa del árbol y 10 repeticiones (árboles).
Fluctuación poblacional
Para determinar la dinámica poblacional de C. achatina se hicieron muestreos semanales en una huerta de cada uno de los municipios antes mencionados. Se eligieron 10 árboles por huerta y 10 brotes por árbol al azar para el registro de daño en las diferentes fechas de muestreo. El periodo de muestreo comprendió desde inicio de brotación en primavera hasta la caída de hojas en otoño.
Eficacia de insecticidas sobre Clastoptera achatina
El análisis de la eficacia constó en 9 tratamientos y 10 repeticiones las cuales consistieron en un brote con presencia de C. achatina en un total de 10 árboles seleccionados de una huerta donde no se aplicaron medidas de control en el municipio de Allende, Chihuahua. Los brotes se marcaron para su identificación y se aplicó cada uno de los tratamientos (clorpirifos, sulfoxaflor, clorantraniliprol, spinetoram y novaluron) con su respectiva dosis utilizando un atomizador con capacidad de 1 L (Tabla 1). La variable evaluada fue mortalidad del insecto, lo cual fue corroborado al observar al insecto muerto dentro de la masa de saliva deshidratada. Una vez obtenidos los datos se les aplicó la fórmula de Abbot (1925) para la corrección de la mortandad natural.
Resultados y discusión
Fluctuación poblacional
Las primeras observaciones del estado inmaduro de C. achatina fueron a inicios del mes de abril coincidiendo con la brotación del árbol, lo que sugiere que esta primera generación proviene de huevos hibernantes; los picos máximos de población presentaron 8.5, 2.8 y 2.0% de brotes infestados en Allende, La Cruz y Camargo, respectivamente. La presencia de esta primera generación coincide con el inicio de la brotación para la variedad Western, lo cual puede relacionarse a un ajuste fenológico entre el insecto y su huésped asociado a la aparición de los brotes y que los mismos pueden diferir substancialmente en la calidad y cantidad de nutrientes, turgencia, contenido de agua y de metabolitos disuasorios o estimulantes en comparación con los brotes maduros, siendo los más jóvenes de mayor provecho para fitófagos (Lambdon y Hassall 2005, Blüthgen y Metzner 2007). En la época de crecimiento del fruto y estado acuoso de principios de junio a finales de julio se presenta una segunda generación de C. achatina en menor grado, donde se registró un 1.69% de brotes infestados en Allende, seguido de La Cruz con 3.2% y Camargo con un 2.3%, el municipio de Allende en contraste con Camargo y La Cruz inició con un alto porcentaje de individuos en su primer generación para después disminuir en la segunda (Figura 1); la variación en la respuesta de las dinámicas poblacionales puede asociarse a factores bióticos y abióticos como las características climáticas de las zonas geográficas, la biodiversidad de parasitoides y depredadores (Logarzo et al. 2005, Canto et al. 2009) los cuales modifican las tasas reproductivas, sobrevivencia y prolongan o reducen las etapas fisiológicas de los insectos incluso tratándose de la misma especie (Khaliq et al. 2014, Dostálek et al. 2018). Posteriormente, en los tres sitios de estudio la presencia del insecto se incrementó a principios de septiembre alcanzando su pico máximo a mediados y finales del mes indicando una tercera generación del insecto donde los valores de brotes infestados fueron de 7.0, 10.0 y 56% en Allende, Camargo y La Cruz, respectivamente. Estos aumentos coinciden con el fin de llenado de almendra e inicio de apertura del ruezno, los cuales son periodos altos de demanda de nutrientes por parte de los árboles (Wood 2013); pero el aumento en las aportaciones de fertilizantes durante estas épocas pueden beneficiar a insectos fitófagos al incrementar el valor nutricional de las plantas de las que se alimentan, lo que da lugar a cambios en la preferencia, oviposición y dinámicas poblacionales (Jauset et al. 2000, Prudic et al. 2005). Finalmente, la población de C. achatina desciende de finales de octubre a mediados de noviembre hasta desaparecer, coincidiendo con lo observado por Tedders (1995) quien señala una última generación pequeña y cuestionable. Lo que concuerda con Loxdale y Lushai 1999, Pureswaran et al. (2015), Fang-Hao y Nian-Wan 2016, Halsch et al. 2021) quienes señalan las variaciones ambientales como los principales factores que alteran las dinámicas poblacionales y sus interacciones con los árboles, lo que posteriormente podría llevar a una mayor distribución y al resurgimiento de plagas secundarias como de importancia económica.
Sitios preferenciales de alimentación
En los cuadrantes Este y Norte de la copa del árbol se registraron 4.7 y 4.1% de brotes con saliva fresca, respectivamente, seguido del Oeste con 0.5% y del Sur sin presencia (Pr > F = 0.0175) (Tabla 2). En cuanto a la altura del árbol, C. achatina tiene tendencias fuertes de alimentación en las ramas inferiores, ya que entre 2 y 4 m de altura se encontró más del 90% de la población de salivazo de toda la copa del nogal donde se registraron 76.0 y 16.5% de brotes infestados con C. achatina, respectivamente (Pr > F = 0.0001) (Tabla 2). Surge la hipótesis de que el insecto prefiere los lados más frescos y sombríos de la copa del nogal, así como lo hacen otras plagas del nogal como el barrenador de la nuez (Tarango et al. 2014). Este comportamiento sugiere como estrategia de muestreo iniciar las observaciones de estados inmaduros en los cuadrantes Este y Norte de las ramas inferiores del nogal y establecer estrategias de manejo como la aplicación de insecticidas preferentemente en la parte inferior de la copa del árbol.
Eficacia de insecticidas biorracionales sobre Clastoptera achatina
Clorpirifos fue el tratamiento con mejor control a las 24, 72 h y 7 días después de la aplicación (72 g de i.a. 100 L-1 de agua) con una efectividad biológica del 100% en contraste con los otros tratamientos que no mostraron ningún efecto durante las primeras 24 h (Tabla 3). Al respecto, Quiñones et al. (2009) reportan a clorpirifos como un insecticida con alto efecto sobre la mortalidad de coccinélidos depredadores cuando se aplica en nogaleras, sobre lo mismo Mora et al. (2018) y Milonas et al. (2021) reportan una alta toxicidad para parasitoides del género Trichogramma. El insecticida sulfoxaflor a dosis de 3.6 y 7.2 g de i. a. 100L-1 deaguafue efectivo controlando a la plaga a las 72 h después de su aplicación con una efectividad biológica del 100%, disminuyendo a un 70% con dosis de 1.8 g de i. a. 100 L-1 de agua; este ingrediente activo también es efectivo para el control de otros insectos chupadores y posee un bajo efecto sobre insectos no objetivo (Bacci et al. 2018) como Hippodamia convergens, Orius insidiosus, Chrysoperla rufilabris, Chrysoperla carnea, Geocoris punctipes y arañas, los cuales son importantes depredadores (Barbosa et al. 2017, Fernández et al. 2017, Prabhaker et al. 2017). Mientras que Clorantraniliprol a dosis de 2 g de i. a. 100 L -1 de agua tuvo una efectividad biológica del 90% a las 72 h y 7 días después de la aplicación, este insecticida se ha reportado como de bajo impacto sobre depredadores y parasitoides, lo que lo convierte en una buena opción para los programas de manejo integrado de plagas y manejo de poblaciones resistentes (Pazini et al. 2016, Stecca et al. 2017, Mora et al. 2018). En tanto que Spinetoram presentó efectividad constante del 100% para el control de C. achatina a las 72 h y 7 días después de su aplicación, pero sus efectos sobre insectos no objetivo parasitoides y depredadores puede variar según la especie, ya que algunos autores reportan mortalidades de moderadas a altas en parasitoides (García y Tarango 2011, Sheikh et al. 2018), mientras que en depredadores puede ser baja o nula como en Chrysopa sp. y coccinélidos, los cuales son importantes para el control de C. achatina y otras plagas del nogal (Aguilar 2014, Visnupriya y Muthukrishnan 2017, Slusher et al. 2021). Por último, el menor efecto de control se observó con novaluron en ambas dosis (5 y 10 g de i. a. 100L-1 de agua) con un 10% de efectividad (Tabla 3). Para el año de 1985 se habían realizado pruebas de diferentes ingredientes activos en laboratorio y en campo específicamente para el control C. achatina y C. obtusa especies de salivazo que se presentan en nogal, entre los que destacaban con excelente control el aldicarb, cabaryl, dialifor, fosalon, lindano y toxafeno los cuales pertenecen al grupo toxicológico de los carbamatos, organfosforados y organoclorados, sin embargo, estos ingredientes activos han sido eliminados del registro de plaguicidas en varios países del continente americano y europeo debido a su alta toxicidad y persistencia en el medio ambiente (Gray et al. 2000, King y Aaron 2015), por lo tanto, los insecticidas biorracionales son una buena opción para disminuir el daño a organismos no objetivo y mantener altos porcentajes de control sobre los insecto plaga.
Tratamiento (insecticida) | Dosis (g de i. a. 100 L-1 agua) | Mortalidad (%) | ||
---|---|---|---|---|
24 horas DDA | 72 horas DDA | 7 días DDA | ||
Testigo | - | 0 b | 0 b | 0 b |
Sulfoxaflor | 1.8 | 0 b | 70 a | 70 a |
Sulfoxaflor | 3.6 | 0 b | 100 a | 100 a |
Sulfoxaflor | 7.2 | 0 b | 100 a | 100 a |
Novaluron | 5 | 0 b | 10 b | 10 b |
Novaluron | 10 | 0 b | 10 b | 10 b |
Spinetoram | 2.4 | 0 b | 100 a | 100 a |
Clorantraniliprol | 2 | 0 b | 90 a | 90 a |
Clorpirifos | 72 | 100 a | 100 a | 100 a |
Pr > f | 0.001 | 0.0001 | 0.0001 |
Medias con misma letra son iguales al 0.05 (Tukey), g de i. a.: gramos de ingrediente activo, DDA: Después de la aplicación