Introducción
Desde la antigüedad el uso de plantas medicinales ha estado presente en las civilizaciones de todo el mundo, con el fin de encontrar estrategias para curar y controlar diferentes enfermedades y padecimientos (Velázquez-Vázquez et al. 2019, Saldaña-Bobadilla et al. 2020). La preservación y el aprovechamiento tradicional de las plantas con uso medicinal se mantienen, tanto en comunidades rurales, como en áreas urbanas. La transmisión de este conocimiento de generación en generación, la exposición continua al medio natural y las prácticas de subsistencia como la agricultura y la silvicultura, han contribuido a la permanencia de estas costumbres (Castellanos-Camacho 2011, García de Alba et al. 2013, Velázquez-Vázquez et al. 2019). Mundialmente han sido catalogadas con uso medicinal aproximadamente 35 000 especies de plantas, y son utilizados los remedios herbolarios por alrededor del 80% de la población mundial (García de Alba et al. 2013).
El conocimiento y uso de las plantas medicinales fue desarrollado en México por culturas prehispánicas que, al poseer gran diversidad cultural y vegetal, fue aprovechada para la atención a enfermedades, y debido al amplio grupo de culturas indígenas, se conservan sus propias tradiciones (Castro-Juárez et al. 2014). La gran diversidad vegetal existente en México, lo posiciona dentro de los países de América con mayor tradición ancestral y conocimiento en el uso de la herbolaria (Gómez-Álvarez 2012). Se estima aproximadamente 7 000 taxa de flora con alguna utilidad para el ser humano, en los que se incluye más de 3 000 especies con uso medicinal (Barragán-Solís 2006, Gómez-Álvarez 2012, Mares-Guerrero y Ocampo 2020), las cuales son comúnmente utilizadas por más de 60 grupos étnicos (Juárez-Rosete et al. 2013).
La coevolución de los seres humanos con su entorno natural es muy estrecha, debido a la dinámica socio-ecológica a través de prácticas y creencias, del que se deriva conocimiento ecológico obtenido de como la humanidad percibe su entorno y hace uso de sus recursos naturales basados en la solventación de necesidades y en experiencias (Von-Glasenapp y Thornton 2011). Por ello es importante conocer y comprender los cambios particulares en el conocimiento tradicional en respuesta adaptativa a las nuevas condiciones ambientales, sociales, y económicas, de donde se deriva conocimiento nuevo e híbrido en la práctica diaria e interacciones con el medio ambiente (Gómez-Baggethun y Reyes-García 2013).
Los factores que interfieren en la generación, regeneración, transmisión, y práctica del conocimiento ecológico tradicional, son el conjunto de procesos de globalización con la estandarización de los sistemas educativos, han homogeneizado muchas de las costumbres de los pueblos rurales, lo que lleva a un cambio, pérdida y empobrecimiento del conocimiento tradicional acumulativo intergeneracional a un ritmo acelerado (Gómez-Baggethun y Reyes-García 2013, Aswani et al. 2018, Mares-Guerrero y Ocampo 2020). Es de suma importancia el rescate de esta información y conocimiento ancestral con un valor cultural e importante para el uso en la salud humana, debido a que en las comunidades en las que no se cuentan con servicios médicos, los yerbateros, parteras, y curanderos son los responsables de la salud de los pobladores (Gómez-Álvarez 2012, Velázquez-Vázquez et al. 2019). Por lo anterior, es importante recabar y actualizar la información en las diversas regiones del país para el rescate de la sabiduría etnoflorística ancestral debido a su gran relevancia etnobotánica, con el propósito de definir y mejorar las estrategias de uso y manejo de la flora medicinal (Gómez-Álvarez 2012), así como mantener vigente el conocimiento tradicional (Mares-Guerrero y Ocampo 2020). La información etnobotánica que se consiga recolectar de las diversas regiones del país podría ayudar a definir estrategias que mejoren el aprovechamiento y manejo de la flora medicinal (Gómez-Álvarez 2012).
Se estima que en Aguascalientes existen aproximadamente 400 especies de plantas útiles (Mares-Guerrero y Ocampo 2020), de las cuales cerca de 200 especies son de uso medicinal (García-Regalado 2015). Las zonas áridas del estado albergan gran diversidad de flora silvestre, en las que se incluyen especies medicinales de importancia cultural para los pobladores de la zona, debido que, a lo largo del tiempo, han empleado este recurso vegetal como auxiliar medicinal para tratar enfermedades o afectaciones cotidianas (Cervantes-Ramírez 2002, Ríos-Reyes et al. 2017). Dicho conocimiento etnoflorístico además de ser sumamente valioso por su valor cultural, puede contribuir a la preservación y rescate de la diversidad vegetal que peligra en la zona por el cambio de uso de suelo (Ríos-Reyes et al. 2017), y por el desconocimiento de la utilidad de la flora a la que le llaman “maleza” en los campos de cultivo, cuando mucha de esa vegetación tiene un valor medicinal para la salud humana.
En el estado, existen algunas publicaciones que rescatan el conocimiento en uso tradicional de las plantas silvestres de las zonas áridas, que comprende el oriente del Estado en los municipios de El Llano, Asientos y Tepezalá (Barba et al. 2003, García-Regalado 2015, Sandoval-Ortega et al. 2023). Esta zona presenta un alto índice de migración y educación básica inconclusa, lo que aunado a la falta de interés de la población joven por los recursos naturales y otros factores socio-ecológicos (Mares-Guerrero y Ocampo 2020), ponen en riesgo el conocimiento botánico tradicional de la zona en particular, siendo que muchas de las especies documentadas por Barba et al. (2003) y García-Regalado (2015) se encuentran ubicadas en esta zona. Es preciso hacer esfuerzos para no perder de manera definitiva el conocimiento tradicional sobre las plantas medicinales de la zona. Es por ello, que el objetivo de la investigación fue evaluar y actualizar el conocimiento etnoflorístico medicinal en la zona oriente de Aguascalientes, por medio de un estudio etnobotánico descriptivo y un análisis de índice de riqueza de conocimiento.
Materiales y métodos
Área de estudio
La zona oriente del estado de Aguascalientes contempla los municipios El Llano, Asientos y Tepezalá (Figura 1) y cuenta con una superficie de 128 590.60 ha. Se considera una región de clima semiárido templado con lluvias en verano, donde la precipitación fluctúa entre los 450 y 500 mm anuales, y se concentra principalmente en los meses de junio a septiembre, temperatura media anual de 18° - 22 °C (Meraz-Jiménez et al. 2007).
La estructura geográfica presenta condiciones muy irregulares, sobre todo en la parte norte donde se localizan formaciones montañosas. Presenta una altitud de 1 905 a 2 452 msnm, las partes más altas están representadas por las serranías Juan Grande en el municipio de El Llano y Cerro de Altamira en Asientos. La cubierta vegetal comprende matorral xerófilo conformado por mezquital, matorral espinoso crasicaule, matorral desértico rosetófilo y matorral desértico micrófilo (Meraz-Jiménez et al. 2007, Siqueiros-Delgado et al. 2016); sin embargo, gran parte del suelo de la zona oriente, es de uso agrícola (Figura 1) (SEMARNAT 2014).
La población de El Llano es de 20 853 habitantes, Asientos 51 536, y Tepezalá 22 485 con una densidad de población de 41, 93.9, y 96.9 habitantes km2 respectivamente. Se presenta una escolaridad básica en los tres municipios en el 68.6, 67.6, y 65.2%, y una población económicamente activa del 54.7, 55.8, y 54.4%, respectivamente (INEGI 2020). El Llano, Asientos, y Tepezalá son considerados entre los municipios con menor población y con mayor porcentaje de pobreza, presentando un porcentaje de pobreza del 55.1, 54, y 50.7%, respectivamente (CONEVAL 2020).
Estudio etnobotánico
Se realizó una revisión de literatura etnoflorística del área de estudio (Barba-Ávila 2003, García-Regalado 2015) y verificó la existencia actual de las especies en la zona a través de recorridos en campo. La aplicación de entrevistas fue dirigida a personas con conocimiento del tema, usando el método bola de nieve, que es un procedimiento no probabilístico de muestreo que se utiliza cuando no es posible identificar a todos los miembros de una población o si la muestra está limitada a un subgrupo muy pequeño de la población (Jiménez-González et al. 2021), en este caso, a personas que utilizan las plantas medicinales. Los primeros participantes fueron identificados por contactos personales del investigador. El número de entrevistados y localidades fue dado por el efecto de bola de nieve, donde un informante inicial menciona a alguien más de su localidad, y así sucesivamente hasta terminar con los informantes conocidos por los entrevistados, dando un total de 36 personas entrevistadas. Antes de iniciar la entrevista, se pidió permiso y consentimiento a las personas (García-Flores et al. 2019). Se aplicaron entrevistas semiestructuradas con preguntas dirigidas al conocimiento y uso de plantas medicinales de la región (García-Flores et al. 2019, Mares-Guerrero y Ocampo 2020). Para asegurar que la información recibida fuera correcta, se usó literatura etnoflorística con fotografías y se hicieron recorridos de campo en los que fueron señaladas las especies mencionadas por los entrevistados (García-Flores et al. 2019) y colectadas, posterior a ello, fueron identificadas en el herbario y laboratorio de Taxonomía botánica del Centro de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Se entrevistaron habitantes de las comunidades rurales Lomas del Refugio, La Luz, y El Novillo pertenecientes al municipio de El Llano; Viudas de Poniente, Real de Asientos, San Rafael de Ocampo, y Pilotos del municipio de Asientos; y El Tepozán, Puerto de la Concepción, San Rafael de Ocampo, y Ojo de Agua de los Montes del municipio de Tepezalá (Figura 1). Los entrevistados fueron personas con ocupaciones agrícolas y domésticas, que han pasado la mayor parte de su vida en el campo.
Procesamiento y análisis de datos recabados
Con la información obtenida de las entrevistas y las salidas a campo, se hizo un listado de las especies silvestres medicinales con sus respectivos usos. Se agruparon las plantas medicinales por categoría de enfermedad que curan en el sistema del cuerpo humano (Ávila-Uribe et al. 2016). Se cotejaron las especies y sus usos con las especies reportadas en las publicaciones de Barba-Ávila et al. (2003) y García-Regalado (2015), para actualizar el conocimiento etnoflorístico de la zona. Se usó la página de tropicos.org para verificar el nombre científico actual de las especies mencionadas por los entrevistados (Mares-Guerrero y Ocampo 2020).
Para determinar el conocimiento etnoflorístico que presentaron los pobladores en la zona de estudio se calculó el índice de riqueza de conocimiento (IRC) (Toscano 2006, Medellín-Morales et al. 2017, García-Flores et al. 2019). El IRC es una medida que se utiliza para evaluar la diversidad del conocimiento etnobotánico. Este índice se calcula dividiendo el número total de plantas medicinales conocidas por un grupo de personas por el número de personas en ese grupo.
En este caso, se calculó por sexo y edad de acuerdo con la fórmula:
Donde: IRC es el Índice de riqueza de conocimiento, que tiene una persona de las especies útiles en relación con todas las especies útiles encontradas en la región. [SU]i es el número de especies medicinales silvestres mencionadas por entrevistado. [SU] total, es el número total de especies silvestres medicinales reportados por las personas entrevistadas. Los valores de este índice son de 0 a 1, siendo 1 valor máximo de conocimiento etnoflorístico (García-Flores et al. 2019)
Se hicieron análisis de varianza (ANOVA) (p ≤ 0.05) para determinar diferencias significativas en las variables edad y sexo de las personas entrevistadas del área de estudio en cuanto al IRC. Los análisis estadísticos de ANOVA se hicieron con el software InfoStat (Di Rienzo et al. 2020).
Resultados y discusión
Se mencionaron 54 especies con uso medicinal en el área de estudio, de las cuales 52 fueron identificadas, distribuidas en 27 familias y 50 géneros. Las familias Asteraceae, Fabaceae, y Solanaceae fueron las más sobresalientes por integrar el mayor número especies de la región con uso medicinal; entre las especies más destacadas de estas familias son Gnaphalium sp. (Gordolobo), Zornia thymifolia (Hierba víbora), Solanum rostratum (Mancamula) respectivamente, asimismo, se añadieron por los entrevistados más usos a las especies medicinales de los reportados (Tabla 1). Las especies medicinales más conocidas y usadas en la región de estudio, son el Gordolobo (Gnaphalium sp.), Árnica morada (Aster gymnocephalus), Sangre de grado (Jatropha dioica), Escobilla (Buddleja scordioides), Árnica amarilla (Heterotheca inuloides), Hierba del sapo (Eryngium heterophyllum) y Varaduz (Eysenhardtia polystachya).
Clase | Familia | Género y especie | Nombre común | (1) Padecimiento, síntoma u órgano afectado | F |
---|---|---|---|---|---|
Dicotyledoneae | Amaranthaceae | Dysphania ambrosioides (L.) Mosyakin & Clemants | ***Epazote | Tos y dolor de garganta. | 5 |
Dysphania graveolens (Willd.) Mosyakin & Clemants | ***Epazote de zorrillo | Tos, dolor en garganta y pecho | 3 | ||
Anacardiaceae | Schinus molle L. | *Pirul | Enfermedades sexuales (gonorrea) | 1 | |
Apocynaceae | Metastelma angustifolium Turcz. | ***Hierba de la hormiga | Mal de orín | 1 | |
Aristolochiaceae | Aristolochia sp. | *Juan mecate | Dolor por golpes. | 1 | |
Asteraceae | Gnaphalium sp. | ***Gordolobo | Dolor de estómago, tos (bronquitis) | 15 | |
Bidens odorata Cav. | ***Aceitilla | dolor de estómago y para calmar los nervios | 6 | ||
Heterotheca inuloides Cass. | ***Árnica amarilla | Curar heridas y golpes, y aliviar la bronquitis | 10 | ||
Brickellia veronicifolia (Kunth) A. Gray | ***Peistón | Dolor de estomago | 2 | ||
Senecio salignus DC. | *Jaral | Aliviar la gripa y para quitar el malestar del “aire” | 2 | ||
Aster gymnocephalus (DC.) A. Gray | ***Árnica morada | Aliviar infecciones, heridas, dolor muscular por golpes y úlceras. | 14 | ||
Piqueria trinervia Cav. | ***Hierba de San Nicolás o Tabardillo | Para los quistes en ovarios o esterilidad | 2 | ||
Taraxacum officinale F.H. Wigg. | ***Diente de león | Hígado y riñones. | 1 | ||
Flaveria trinervia (Spreng.) C. Mohr | ***Retama | Para limpiar los riñones | 1 | ||
Dyssodia setifolia (Lag.) B.L. Rob. | ***Parraleña | Dolor de estómago y colesterol. | 3 | ||
Flourensia cernua L. | ***Hojasén | Problemas estomacales | 2 | ||
Tagetes lucida Cav. | ***Hierbanís | Tos | 1 | ||
Artemisia ludoviciana Nutt. | ***Istafiate | Dolor de estomago | 4 | ||
Bignonicaceae | Tecoma stans (L.) Juss. ex Kunth | ***Tronadora | Diabetes | 1 | |
Brassicaceae | Rorippa nasturtium-aquaticum (L.) Hayek | ***Berro | Para desinflamar | 1 | |
Cactaceae | Opuntia spp | ***Nopal | Diabetes | 1 | |
Convolvulaceae | Dichondra argentea Humb. & Bonpl. ex Willd. | ***Orejuela | Dolor de estómago y para la bilis | 4 | |
Brassicaceae | Lepidium virginicum L. | ***Chile de pájaro | presión alta y tos | 3 | |
Equisetaceae | Equisetum hyemale L. | **Cola de caballo | Cólicos y el mal de orín. | 3 | |
Euphorbiaceae | Jatropha dioica Sessé ex Cerv. | ***Sangre de grado | para apretar los dientes y dolor de dientes, caída del cabello, hemorroides, presión alta | 13 | |
Croton pottsii (Klotzsch) Müll. Arg. | ***Hierba del gato | Dolores por "aire" | 1 | ||
Fabaceae | Zornia thymifolia Kunth | ***Hierba víbora | Dolor del cuerpo y limpiar el estomago | 7 | |
Acacia farnesiana (L.) Willd. | ***Huizache | Dolor de estomago | 2 | ||
Dalea bicolor Humb. & Bonpl. ex Willd. | ***Engordacabra | Dolor de estomago | 4 | ||
Eysenhardtia polystachya (Ortega) Sarg. | ***Varaduz | Problemas del Riñón | 8 | ||
Mimosa monancistra Benth. | ***Uña de gato | Dolor de estomago | 1 | ||
Prosopis laevigata (Humb. & Bonpl. ex Willd.) M.C. Johnst. | ***Mezquite | Tos | 1 | ||
Lamiaceae | Marrubium vulgare L. | ***Marrubio | Para la bilis | 2 | |
Hedeoma plicatum Torr. | **Orégano de campo | Tos y para el "empacho" | 4 | ||
Lauraceae | Litsea glaucescens Kunth | ***Laurel | Dolor de estómago y dolor por "Aire". | 3 | |
Scrophulariaceae | Buddleja scordioides Kunth | ***Escobilla | Dolor de estómago, diarrea y cólicos en bebes | 12 | |
Malvaceae | Malva parviflora L. | ***Malva de campo | Dolor de estómago, aliviar la tos y dolor de golpes | 2 | |
Sphaeralcea angustifolia (Cav.) G. Don | ***Hierba del negro | Evitar la caída de cabello | 1 | ||
Onagraceae | Gaura hexandra Ortega | ***Hierba del golpe | Dolores del cuerpo | 2 | |
Papaveraceae | Argemone ochroleuca Sweet | ***Chicalote | Para las hemorroides y los diabéticos | 2 | |
Polemoniaceae | Loeselia mexicana (Lam.) Brand | ***Huachichile | Fiebre | 1 | |
Rubiaceae | Galium mexicanum Kunth | ***Esculcona | Dolor de estómago, diarrea y empacho | 6 | |
Selaginellaceae | Selaginella lepidophylla (Hook. & Grev.) Spring | ***Flor de peña | Riñón, vejiga | 3 | |
Solanaceae | Datura spp. | **Toloache | Piquetes de insecto | 1 | |
Solanum rostratum Dunal | ***Mancamula | Tos y dolor de garganta. | 2 | ||
Solanum elaeagnifolium Cav. | ***Trompillo | Dolor de muela | 1 | ||
Nicotiana glauca Graham | ***Gigante | Dolor de cabeza | 4 | ||
Apiaceae | Eryngium heterophyllum Engelm. | ***Hierba del sapo | Tos y dolores de estómago, mal de orín y otros problemas renales. | 8 | |
Verbenaceae | Lantana camara L. | ***Pedro Antonio | Para quitar el "aire" | 1 | |
Zygophyllaceae | Larrea tridentata (DC.) Coville | ***Gobernadora | Problemas de riñón y para aliviar el dolor de golpes internos | 5 | |
Monocotyledoneae | Asparagaceae | Agave salmiana Otto ex Salm-Dyck | ***Maguey | Piquetes de insectos, nutrición | 2 |
Yucca filifera Chabaud | ***Yucca | Tos | 1 | ||
NC | NC | NC | Hierba del viejito | Problemas renales y del corazón. | 3 |
NC | NC | NC | Manto de la virgen | Riñones | 2 |
*Reportadas en la publicación de Barba-Ávila (2003); **Reportadas en la publicación de García-Regalado (2015); ***Reportadas en ambos libros. NC = No colectada en campo (no fue encontrada). (1) Los usos presentados en la tabla fueron mencionados específicamente por los pobladores del área de estudio. F = frecuencia de menciones.
Entre las enfermedades que son tratadas con las especies medicinales del área de estudio, destacaron las relacionadas con el sistema digestivo, respiratorio, renal, y los traumatismos (Figura 2). Cabe mencionar que el número de especies asociadas a la curación de enfermedades de estos sistemas es diverso, de manera que existe variedad y multipropósito en las especies silvestres medicinales.
La media de las plantas medicinales mencionadas por los entrevistados fue de 6.94 ± 3.21, y presentaron una media del IRC calculado de 0.13 ± 0.06 (Tabla 2). Al realizar una comparación del IRC entre mujeres y hombres según el análisis de varianza, se determinó que no existe diferencia significativa entre ambos sexos (Tabla 3), mencionando una media de plantas similar y un IRC de 0.12 ± 0.05 y 0.14 ± 0.08 respectivamente. Los valores de IRC por edad variaron de 0.10 ± 0.10 a 0.15 ± 0.07, y se presentó una media de especies mencionadas de 5.18 ± 3.33 a 8 ± 3.67 (Tabla 4). La media del IRC por edad según el análisis de varianza no mostró tener diferencias significativas (Tabla 5).
Sexo | Entrevistados | S Media | IRC Media | S min | IRC min | S max | IRC max |
F | 24 | 6.7 ± 2.76 | 0.12 ± 0.05 | 2 | 0.04 | 11 | 0.20 |
M | 12 | 7.42 ± 4.06 | 0.14 ± 0.08 | 3 | 0.06 | 15 | 0.28 |
Zona Oriente | 36 | 6.94 ± 3.21 | 0.13 ± 0.06 | 2 | 0.04 | 15 | 0.28 |
S = Especies mencionadas.
F.V | SC | gl | CM | F | p-valor |
---|---|---|---|---|---|
modelo | 0.0016 | 1 | 0.0016 | 0.23 | 0.6334 |
sexo | 0.0016 | 1 | 0.0016 | 0.23 | 0.6334 |
Error | 0.23 | 34 | 0.01 | ||
Total | 0.23 | 35 |
Edad (años) | Entrevistados | S Media | IRC Media | S min | IRC min | S max | IRC max |
---|---|---|---|---|---|---|---|
20-30 | 3 | 8.3 ± 2.31 | 0.15 ± 0.04 | 7 | 0.13 | 11 | 0.20 |
31-45 | 13 | 7.38 ± 3.33 | 0.14 ± 0.06 | 3 | 0.06 | 14 | 0.26 |
46-60 | 11 | 5.18 ± 3.33 | 0.10 ± 0.10 | 2 | 0.04 | 9 | 0.17 |
60+ | 9 | 8 ± 3.67 | 0.15 ± 0.07 | 3 | 0.06 | 15 | 0.28 |
S = Especies mencionadas.
F.V | SC | gl | CM | F | p-valor |
---|---|---|---|---|---|
modelo | 0.04 | 3 | 0.01 | 1.95 | 0.1409 |
Edad | 0.04 | 3 | 0.01 | 1.95 | 0.1409 |
Error | 0.20 | 32 | 0.01 | ||
Total | 0.23 | 35 |
En el estado de Aguascalientes se reportaron 196 especies de plantas con uso medicinal (García-Regalado 2015). En el área de estudio fueron mencionadas por los entrevistados 54 especies medicinales, lo que representa el 28% de la etnoflora medicinal estatal.
Cabe precisar que el 88% de las especies medicinales encontradas en la zona oriente fueron reportadas con anterioridad por García-Regalado (2015), en tanto el 12% restante son la Hierba del viejito (no encontrada en campo), Manto de la virgen (no encontrada en campo), maguey (Agave salmiana), jaral (Senecio salignus), diente de león (Taraxacum officinale), pirul (Schinus molle), Juan mecate (Aristolochia sp.) y el Berro (Rorippa nasturtium-aquaticum); estas dos últimas especies fueron reportadas para las zonas áridas por Barba-Ávila et al. (2003). Con respecto a otras regiones de Aguascalientes, el número de especies mencionadas es mayor al reportado en Sierra de Laurel, donde mencionan 33 especies de plantas medicinales (Mares-Guerrero y Ocampo 2020), siendo este sitio parte de los bosques de Sierra Madre Occidental y que presenta una vegetación contrastante a las zonas áridas de la zona oriente de Aguascalientes.
En el ejido Las Margaritas, en el municipio de Catorce, San Luis Potosí, fueron reportadas 32 especies con uso medicinal (Solano-Picazo y Blancas 2018), siendo este un número inferior a lo encontrado en la zona oriente de Aguascalientes, cabe resaltar que la región estudiada en la presente investigación es más amplia. En ambas regiones existen similitudes al presentar elementos típicos del desierto chihuahuense (Siqueiros-Delgado et al. 2016) y similitudes en cuestiones de la historia social, al ser también parte de regiones mineras. Asimismo, el conocimiento sobre la flora medicinal en ejido Margaritas, está en desuso al igual que en la zona oriente de Aguascalientes, dado a que las personas prefieren el uso de medicina moderna que consideran más confiable en el alivio de sus problemas de salud cotidianos. Esta situación también se da con el uso de plantas comestibles, ya que las personas tienden a dejar de consumirlas porque las consideran alimentos enlazados a la pobreza o alimento de animales domésticos (Martínez-Pardo Salas et al. 2021, Sandoval-Ortega et al. 2023).
En un estudio realizado en Tabasco en el municipio de Nacajuca (Magaña et al. 2010), fueron entrevistadas 26 personas en las que incluyeron curanderos, yerbateros, parteras, médicos tradicionales, y amas de casa. De modo que fueron identificadas 232 especies distribuidas en 86 familias, de las cuales el 74.6% eran especies nativas y el 25.4% especies introducidas; cabe destacar, que principalmente el conocimiento de las plantas medicinales fue en las personas mayores de 60 años, de manera que se enfatiza el conocimiento empírico, además, en el área de estudio, fueron identificadas cinco comunidades maya-chontales, y que la mayoría de las personas entrevistadas se dedicaban a la medicina tradicional, pues es de saberse que las comunidades indígenas llegan a tener un profundo conocimiento de su ambiente, y por lo tanto saben cómo darle uso a la flora silvestre (Canales et al. 2006), además, la región del estudio mencionado es de tipo Tropical y por lo tanto con gran diversidad, a diferencia del área de estudio en cuestión, que es semiárida y por lo tanto menor diversidad vegetal. En el área de estudio de la presente investigación, no se encuentran grupos étnicos y las personas entrevistadas no se dedican exclusivamente a la medicina tradicional, sino que reciben sus ingresos de las remesas de familiares en el extranjero, agricultura de temporal, comercio local, y empleos en la industria. El conocimiento etnoflorístico actual y sus usos en la zona oriente de Aguascalientes, depende de las actividades cotidianas, forma de vida, y ocupaciones llevadas a cabo, así como de sus tradiciones culturales (Cano-Ramírez et al. 2012, Saynes-Vásquez et al. 2013).
Las enfermedades o padecimientos que son tratados con las especies medicinales están relacionadas con el alivio de enfermedades del sistema digestivo, respiratorio, traumatismos, y renal. De manera que se coincide con otros estudios, que indican que estas enfermedades son atendidas con especies medicinales con más frecuencia (Magaña-Alejandro et al. 2010, Gómez-Álvarez 2012, Ávila-Uribe et al. 2016, García-Flores 2019). Al respecto, en la zona oriente fueron reconocidas como útiles, múltiples especies medicinales que ayudan a contrarrestar estas enfermedades; cuanto mayor es el número de usos de una especie de planta, mayor es la probabilidad de tener mayor valor cultural para una comunidad (Turner 1988). Por ejemplo, para las enfermedades del sistema digestivo se mencionaron 25 especies medicinales que ayudan a contrarrestar el problema, del sistema respiratorio son 17 especies, y para las enfermedades asociadas al sistema renal son 11, de tal manera que le dan más de un uso a las plantas silvestres, y por lo tanto presentan un valor útil en la zona que es una de las más vulnerables del estado. Con respecto a esto, el 21.9% de la población de El Llano no tiene derechohabiencia a los servicios de salud, Tepezalá el 15.2% y Asientos el 14.8%, situándolos junto con el municipio de Calvillo, como los municipios con mayor rezago social (INEGI 2020, CONEVAL 2020), por lo que se destaca la importancia que pudiera llegar a ser el recurso etnoflorístico para subsanar esta carencia.
Para determinar con certeza el valor y conocimiento que las poblaciones tienen hacia la flora presente en cada región, es necesario hacer una evaluación etnobotánica cuantitativa para comprender los recursos más significativos en un contexto cultural humano (Turner 1988, De Almeida et al. 2005, Silva et al. 2006), por lo que en la presente investigación se calculó el IRC. Se determinó que en la región estudiada este índice de conocimiento es menor que en otros estados del país, como lo son Tabasco y Tamaulipas (García-Flores et. al 2019, Medellín-Morales et al. 2017), cabe resaltar que en estos, estudiaron todas las plantas útiles que incluyeron las medicinales, ornamentales, artesanales, y comestibles, por lo que su IRC difiere. Mientras que en un estudio realizado para plantas comestibles, se mencionaron valores de IRC similares a los encontrados (Martínez-Pardo Salas et al. 2021), además las condiciones climáticas (semiárido templado) y sociales son similares a las de la presente investigación.
De acuerdo con Stagegaard et al. (2002), el conocimiento de la flora medicinal puede ser diferente entre hombres y mujeres, señalando que las mujeres tienen un conocimiento más profundo de las propiedades medicinales de las plantas herbáceas, mientras que los hombres reconocen algunos atributos medicinales de los árboles, aunque en los resultados obtenidos en la presente investigación, el conocimiento fue estadísticamente similar entre hombres y mujeres. Sin embargo, los valores más altos de IRC los presentaron hombres, esto puede ser debido a que los hombres de la zona de estudio pasan más tiempo en el campo y están más familiarizados con la flora silvestre que las mujeres, ya que principalmente en lo que respecta a ellas, el uso de especies medicinales es más popular en especies domesticadas que tienen en sus jardines para uso cotidiano.
En la zona de estudio el conocimiento etnobotánico podría haber sido mayor en el pasado como se ha mencionado en otros trabajos en zonas áridas, dado a que las poblaciones dependían en mayor medida de los recursos naturales (Solano-Picazo y Blancas 2018). En la zona de estudio, como en gran parte del estado de Aguascalientes, se tiende a futuro un uso del suelo y actividades económicas más ligadas al sector industrial, dejando de lado el campo, además de que en la zona oriente suele haber una migración constante de los jóvenes a EUA, lo que ocasiona que el conocimiento no sea transmitido a las nuevas generaciones. La región tiende a la modernización, lo que va causando una pérdida de conocimiento del manejo de los recursos naturales de la región y provocando una transformación cultural (Cano-Ramírez et al. 2012, Saynes-Vásquez et al. 2013, Solano-Picazo y Blancas 2018).
Los grupos culturales de las zonas áridas han desarrollado habilidades que implican un aprovechamiento diversificado y autosuficiente de su entorno, que en gran medida, determinan los patrones de uso de suelo (Luque et al. 2016, Solano-Picazo y Blancas 2018). Sin embargo, en la zona oriente de Aguascalientes, el uso del suelo es en su mayoría agricultura, y se ha ido perdiendo la diversidad florística; además, actualmente enfrentan una incertidumbre climática (Solano-Picazo y Blancas 2018), lo que está generando la pérdida de los recursos vegetales nativos de la región.
Asimismo, los pobladores de las zonas áridas han abandonado algunas prácticas tradicionales y adoptan otras que no siempre resultan favorables para la cultura y la biodiversidad (González-Medrano 2012). Aunado a esto, las escasas oportunidades laborales y los altos niveles de dependencia del gobierno (Radding 2012, Solano-Picazo y Blancas 2018) han ocasionado la pérdida de interés por preservar y cuidar las áreas naturales que están en peligro de desaparecer.
Es importante retomar la experiencia de la población local para diseñar estrategias que permitan preservar el conocimiento tradicional. Esta tarea es indispensable en áreas vulnerables como lo es la zona oriente de Aguascalientes, donde no se tiene acceso inmediato a los servicios de salud, por lo que aprovechan los recursos propios de su entorno, que es parte de su identidad cultural. Cabe destacar, que muchas veces la cultura y tradiciones por desconocimiento, falta de interés y apego a las tradiciones, se ha venido perdiendo al igual que la biodiversidad vegetal.
En el estudio etnobotánico realizado en la zona oriente del estado de Aguascalientes, fueron identificadas 52 especies de plantas silvestres con uso medicinal, también se definieron y agregaron nuevos usos de algunas de ellas con respecto a las anteriormente reportadas; además, se actualizó el listado florístico de plantas silvestres con uso medicinal de la zona. Con el IRC, se determinó que el conocimiento tradicional etnobotánico de la región es bajo (0.13 ± 0.06), siendo la media de 6.94 especies de plantas silvestres medicinales que son reconocidas por habitante entrevistado. La información obtenida proporcionó evidencia de que en la actualidad se utilizan plantas medicinales, pero su empleo está disminuyendo debido a que son personas de edad avanzada quienes lo hacen con mayor frecuencia. Los hallazgos resaltan la importancia de documentar y preservar el conocimiento tradicional sobre las plantas medicinales de la región.