1. Introducción
El desarrollo industrial, comprendido como la expansión y el avance tecnológico del sector manufacturero y actividades afines, ha sido un pilar fundamental en el progreso de economías desarrolladas. Desde sus inicios en Inglaterra y Estados Unidos, posteriormente en países como Alemania, Japón, Corea del Sur y, más recientemente, la República Popular de China (ONUDI, 2019a), la industrialización ha desempeñado un papel crucial en su desarrollo económico.
Los beneficios de la industrialización no se limitan a impulsar la productividad, la generación de empleo y el crecimiento económico. La manufactura y los servicios intensivos en conocimiento también son los principales motores de la innovación y el desarrollo tecnológico, y la piedra angular de la resiliencia socioeconómica de las naciones, tal como la pandemia del coronavirus atestiguó recientemente (ONUDI, 2021; ONUDI, 2020).
En el contexto latinoamericano, caracterizado por una marcada heterogeneidad económica y social, coexisten tanto actividades tecnológicas de vanguardia como aquellas más arraigadas en medios de vida tradicionales. En este escenario, el desarrollo industrial adquiere un significado singular, amalgamando una diversidad de actividades y contextos productivos (CEPAL, 2012).
Esta edición especial sobre Género y Desarrollo Industrial de la Revista de Economía, Facultad de Economía, Universidad Autónoma de Yucatán, presenta cinco colaboraciones donde las autoras y autores abordan diferentes manifestaciones del desarrollo industrial en distintos contextos socioeconómicos. Desde actividades productivas organizadas en cooperativas y emprendimientos en empresas micro, pequeñas y medianas, hasta la industria de semiconductores en México y empresas cotizadas en la bolsa de valores de Estados Unidos.
Estos cinco artículos ilustran cómo no todos los miembros de la sociedad participan de manera equitativa en las oportunidades laborales y los beneficios creados por el desarrollo industrial. Las normas y estereotipos de género actúan como barreras de exclusión que impiden la participación de las mujeres en espacios considerados masculinos, asignándoles predominantemente el rol de proveedoras de cuidado (Seguino y Braunstein, 2019; ONUDI, 2019b). Esto se traduce en una subrepresentación de las mujeres en trabajos a tiempo completo y en puestos de liderazgo en el sector industrial (ONUDI, 2019b).
En contraste, en el sector manufacturero, las mujeres están sobrerrepresentadas en industrias intensivas en mano de obra, como textil y confección, calzado y procesamiento de alimentos (ONUDI, 2019b). Sin embargo, su participación disminuye a medida que el país se embarca en la producción de bienes más intensivos en capital, como los semiconductores (Tejani y Milberg, 2016).
Además, las mujeres tienen menos probabilidades que los hombres de participar en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (ONUDI, 2023) y esta subrepresentación en el desarrollo y diseño de tecnología contribuye a reforzar el sesgo y la discriminación de género en estos campos (Criado Perez, 2019; Noble, 2018; ONUDI, 2023).
Las contribuciones que se presentan en este número ofrecen una visión de los diversos desafíos que las mujeres enfrentan para participar en actividades productivas. Además, destacan las estrategias y factores que promueven su empoderamiento y liderazgo. Estos artículos también revelan cómo las barreras relacionadas con la identidad de género interactúan y refuerzan obstáculos asociados con el territorio, las condiciones socioeconómicas y la adscripción étnica.
2. Los temas abordados por los artículos publicados en el número especial
En el artículo “Escenarios educativos y laborales para la relocalización de la industria de semiconductores en México, un análisis regional desde la perspectiva de género”, de María Isabel Garrido Lastra y Stefanía Tapia Marchina, se examinan los posibles impactos en el mercado laboral mexicano de la relocalización (nearshoring) de la industria de semiconductores impulsada por el gobierno de Estados Unidos. Las autoras adoptan una perspectiva de género y regional, destacando el potencial que tiene esta relocalización de inversiones de reforzar las disparidades de género y entre regiones, así como la necesidad de una política industrial que atienda estas disparidades.
Las contribuciones de Adela Luna Ríos, María Eufemia Pérez Flores y Mauricio Arellano Nucamendi, con el artículo “Autopercepción femenina y percepción masculina sobre el empoderamiento y el trabajo de mujeres productoras de mezcal y mezcales de sabores en Santiago Zoochila, Oaxaca, México”, y de Adriana Gómez Chico Spamer, Luz María Marín Aboytes y Armida Guerra Sánchez con el artículo “Empoderamiento y liderazgo en una cooperativa de mujeres indígenas en Chiapas”, nos transportan al sur de México, ilustrando las diversas formas en las que se expresan las actividades productivas y su interrelación con las actividades reproductivas.
El estudio de Adela Luna Ríos y coautores adopta una perspectiva feminista e interseccional para analizar el empoderamiento de mujeres productoras de mezcal y licores de sabores en la comunidad de Santiago Zoochila, Oaxaca. En este análisis encuentran que las mujeres participan ampliamente en actividades desde el abasto alimentario, producción y comercialización del mezcal y licores, y que ello contribuye a su empoderamiento. Sin embargo, también identifican una sobrecarga del trabajo de cuidados.
Por su parte, la investigación de Adriana Gómez Chico Spamer y coautoras se centra en el proceso de empoderamiento de mujeres indígenas de la cooperativa Junpajal O’tanil. Las autoras identifican que este emprendimiento solidario se ha constituido como un espacio donde las productoras pueden hacer escuchar su voz y participar activamente en la toma de decisiones. La autogestión por parte de las mujeres también ha facilitado el compaginar las actividades de la cooperativa y los trabajos de cuidado. De forma similar al estudio de Luna et al. (2024), las autoras encuentran que el empoderamiento de las mujeres de la cooperativa Junpajal O’tanil no se ha reflejado en una reducción en las brechas de género en la distribución de los trabajos de cuidado.
En el artículo de Gema Jazmín Rubio Ugalde, titulado “Divergencias en las dimensiones económicas y sociales de dieciséis empresarios y empresarias desde el Género en el Desarrollo”, se analiza el proceso del empoderamiento de mujeres y hombres propietarios de un negocio en México desde el enfoque del Género en el Desarrollo. La autora muestra que los empresarios y empresarias valoran la autonomía económica y el manejo del tiempo propio como elementos importantes, así como también, el apoyo de la familia. Sin embargo, la autora muestra que las disparidades de género en las tareas de cuidados y las labores domésticas no remuneradas dificultan el desarrollo empresarial de aquéllas y, por lo tanto, en el acceso a las oportunidades económicas.
En el artículo de Diana Estefanía Castillo Loeza y Francisco Iván Hernández Cuevas, titulado “¿Son las mujeres en puestos de liderazgo mejores impulsoras de los indicadores de finanzas corporativas sostenibles en empresas de alta capitalización?”, el objetivo es analizar el impacto de la participación de las mujeres en los consejos de administración sobre los indicadores corporativos ambientales, sociales y de gobierno, en empresas de alta capitalización en Estados Unidos.
Los resultados de la investigación muestran una baja representación de las mujeres en los puestos de alta dirección en el periodo de análisis. Solo muy recientemente se presenta un incremento marginal en la participación de las mujeres en altos mandos de dirección corporativos. De acuerdo con la evidencia estadística, los autores encuentran una relación estadísticamente positiva entre la participación de una mujer en puestos de alta dirección y un mejor desempeño en los tres indicadores de finanzas corporativas, siendo el criterio ambiental el que presenta el mayor impacto.
3. Conclusiones
Si bien, el desarrollo industrial inclusivo abre oportunidades para la participación de las mujeres en los beneficios de las actividades productivas y reproductivas, el progreso en la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer también puede contribuir al desarrollo industrial, como lo ilustra el artículo de Castillo y Hernández (2024). Reducir las brechas de género no solo es una cuestión de derechos humanos y justicia social, sino que también impacta positivamente en la productividad, la innovación, y la sostenibilidad ambiental de las empresas (OIT, 2019; ONUDI, 2023). Como señala la ONU (2022), la igualdad de género es un derecho humano fundamental y forma la base para la construcción de sociedades prósperas y sostenibles.
A pesar de su innegable importancia, las economías feministas y de género han sido marginadas y consideradas áreas de menor relevancia en la economía ortodoxa. No obstante, esta situación empieza a cambiar, como evidencia el reciente reconocimiento por parte de la Real Academia de las Ciencias de Suecia, al otorgar el Premio Nóbel de Economía a Claudia Goldin por sus aportes en la comprensión de las brechas entre hombres y mujeres a lo largo del tiempo. Esta edición especial contribuye a este debate, al aportar elementos para la discusión más amplia sobre los avances en la comprensión de las disparidades de género en distintos contextos productivos vinculados a la actividad industrial.