Introducción
El emprendedurismo comprende diversos elementos relacionados con la ruptura de paradigmas empresariales, pues cada vez se requiere de una mayor creación de empresas, pero, sobre todo, que estas subsistan y contribuyan al desarrollo económico de las comunidades. El impacto generado por la creación de empresas despierta expectativas positivas en aspectos importantes para la sociedad, como la diversidad de la oferta de productos en el mercado y la generación de empleo e incremento de la riqueza (Angelelli y Prats, 2005, Hernández y Arano, 2015). Por lo anterior, no solo es importante la creación de nuevas entidades productivas, sino que son generalmente esperadas y requeridas por la sociedad.
La Secretaría de Desarrollo Económico del Estado de México, a través del Instituto Mexiquense del Emprendedor (IME), define al emprendedor como la persona que toma decisiones innovadoras para crear, desarrollar, consolidar y expandir empresas, tomando los riesgos y acciones necesarias. Por lo tanto, el emprendedurismo busca oportunidades poniendo en riesgo los recursos que se invierten (Gajón, Reyna, Armenteros y Mijares, 2014). Para efectos de esta investigación, se asume que, quien inicia una actividad productiva es un emprendedor, independientemente de que sea empresario, quien es, generalmente, el propietario de la empresa, definido por Briones (1963) en el informe de la CEPAL de ese año, o tal cual lo retoma Marín (2014), como “la persona física o jurídica, ya sea privada o pública, que actúe directamente o a través de otra persona en su nombre o siguiendo sus instrucciones, con un propósito relacionado con su actividad comercial, empresarial, oficio o profesión”. Por lo anterior, el emprendedor no siempre es el dueño del negocio, pero si quien lo hace diferenciarse de entre los demás.
En consecuencia, el perfil emprendedor, comprende el conjunto de actitudes, aptitudes y habilidades, que un individuo adquiere a través de las experiencias familiares, sociales y educativas, para la generación de nuevas ideas o innovaciones a lo existente, en la búsqueda de algún beneficio, ya sea este económico, social o empresarial y por supuesto con un carácter innovador (Trias, 2007; Guerrero y Urbano, 2012; Alemany y Álvarez, Planellas y Urbano, 2011). No siempre se puede contar con la mayoría de estas habilidades, dado que algunas son innatas y se adquieren con la experiencia y el desarrollo de una actitud positiva, especialmente si la persona emprendedora se plantea metas y se esfuerza por conseguirlas. Por ello, el propósito de este estudio comprende el análisis de las percepciones de los emprendedores en torno a las habilidades, dicho sea de paso, con mayor incidencia dentro del estado del arte descrito en el presente, para alcanzar el éxito en su actividad.
El emprendimiento en la actualidad ha contribuido al crecimiento económico, a la generación de empleos y a la creación de avances tecnológicos en diferentes ramas del quehacer económico. Se ha logrado posicionar dentro de la política económica como una herramienta para impulsora del empleo (Neneh, 2019).
Para entender al emprendedurismo, es necesario analizar los conceptos de conocimiento y experiencia. Como explica Rodríguez (2009), en la sociedad actual, el conocimiento se encuentra disperso, de modo que personas en diferentes contextos poseen conocimientos específicos que les permiten tomar decisiones. Además, la experiencia personal en un sector es una ventaja para que el individuo identifique una oportunidad con potencial de generar ganancias. De esta manera, al tener características basadas en factores como el conocimiento y la experiencia, el emprendedor puede aprovechar una oportunidad que percibe en el entorno y comenzar un nuevo negocio.
Leiva (2013) hace referencia a factores socio-demográficos, que son aquellos ajenos al emprendedor, sobre los cuales no puede decidir. Algunos de estos factores son: sexo, edad y contexto (cultura, valores, normas formales e informales, instituciones y otros). Por su parte García, Martínez y Fernández (2010), se refieren a la importancia de los recursos intangibles para el crecimiento empresarial. Por su parte, Capelleras y Kantis (2009), indican que, en general, el crecimiento y desarrollo de las nuevas empresas depende de varios factores que están vinculados con las características del emprendedor, las dimensiones del capital relacional y las características del mercado, junto con algunos elementos de tipo estratégico. Por otra parte, Messina y Hochsztain (2015), realizaron un trabajo de investigación con el objetivo de identificar los principales factores asociados al éxito de un emprendimiento y cómo se vinculan para anticipar el futuro del emprendimiento, donde los hallazgos muestran que los dos elementos más relevantes para anticipar el éxito de un emprendimiento son contar con financiamiento y que, anteriormente, la situación laboral del emprendedor sea trabajador independiente.
De acuerdo con Gonzalo, Federico y Kantis (2013), los factores de éxito del emprendedurismo se encuentran en el conjunto de características relevantes tales como: el perfil, background y las redes de los emprendedores; su acceso a recursos claves (financieros, humanos, información, etc.); el desarrollo de rutinas organizacionales; y, finalmente, el proceso de toma de decisiones. Otros autores hacen referencia al acceso a recursos y al tipo de proyecto dentro de los principales determinantes del crecimiento inicial de las empresas como factores de éxito del emprendedor (Davidsson, Delmar y Wiklund, 2006).
Diversos estudios empíricos demuestran el impacto positivo del perfil y del nivel de capital humano del fundador (o fundadores) sobre el crecimiento empresarial (Colombo y Grilli, 2005). Además, el capital humano comprende el conocimiento, las habilidades y las capacidades del emprendedor o equipo emprendedor, las cuales son consecuencia del nivel educativo y de la experiencia previa (Honig, 2001). Según lo comprobado por diferentes estudios, dentro de los factores de éxito se encuentra el perfil, donde se destaca que la edad del empresario en el momento de la creación de la empresa tiene un efecto negativo sobre el desarrollo temprano del nuevo negocio. La evidencia empírica ha demostrado que los empresarios más jóvenes son más ambiciosos, creativos y tienen más energía, lo que les permite superar su falta de credibilidad, de experiencia y la dificultad para conseguir financiamiento (Brüderl y Preisendörfer, 2000; Alemany et al., 2011). Los empresarios más viejos son generalmente más cautelosos y conservadores (Lafuente, Vaillant y Gómez, 2011).
Desde la perspectiva de la formación académica, se ha reconocido que un nivel educativo alto incrementa las oportunidades de crecimiento empresarial. Los empresarios más educados poseen habilidades que les permite identificar y explotar las nuevas oportunidades de negocio (Alemany et al., 2011). Según García y Jiménez (2012), la experiencia laboral previa como directivo y como emprendedor afecta el crecimiento empresarial.
Por otro lado, en relación con las fuentes de financiación para el emprendimiento, Otero (2011), concluye que aquellas empresas que se financiaron únicamente con fondos propios lograron menores niveles de crecimiento. Muchas de estas iniciativas emergen en condiciones marginales y le corresponde al emprendedor hacer uso de sus competencias, redes y actitudes para hacerlas progresar y posicionarlas dentro del mercado de trabajo competitivo determinando de esta manera su éxito o fracaso (Morales, Bustamante, Vargas, Pérez y Sereno, 2015). Según Rusque (2005), los emprendedores están comprometidos no solo con la satisfacción propia, sino, además, tienen una responsabilidad social para la mejora de su entorno y de la calidad de vida por medio de la generación de empleo. Por lo tanto, el emprendedor no solo está al pendiente de lo que pasa dentro de la empresa, sino que además valora y atiende las variables del contexto o ambiente externo, (Chiavenato, 2009), de tal manera que ello le permite anticiparse estratégicamente a los problemas y oportunidades que inciden directamente en su negocio.
Al crear más empresas se espera que contribuyan al desarrollo de la región, impulsando la innovación y la competitividad (García et al., 2010), y se han reconocido como motor del desarrollo económico y como generadores de innovaciones para incrementar la productividad (Toca, 2010). Diversos estudios y análisis estadísticos revelan que las nuevas empresas enfrentan verdaderas dificultades para sobrevivir, pues existe una “alta tasa de mortandad” que se presenta en los primeros cuatro o cinco años de vida (De Castro, Pistrui, Coduras, Cohen y Justo, 2002; Talín y Cuesta, 2013). Borjas (2003) hace referencia al espíritu empresarial y lo define como un conjunto de actitudes y competencias que le permitan a un profesional desempeñarse eficientemente en las organizaciones ya sean públicas o privadas para contribuir a su desempeño organizacional. Además, señala que a este espíritu se le ha visto como una estrategia que permite el despegue del desarrollo económico y del capital social y que las universidades deben inculcar en sus alumnos. De acuerdo con el vaivén del concepto de emprendedurismo y su gama de elementos afines, se hace necesario para las personas emprendedoras, contar con un perfil de habilidades que contribuya al desempeño efectivo en la gestión de las empresas y negocios emprendidos.
Por lo tanto, se requiere definir el grado en que los emprendedores poseen y valoran las habilidades emprendedoras, como herramientas para alcanzar el éxito a través de su gestión, así como medir el grado de asociación que existe entre dichas habilidades. Con este análisis pudieran evidenciarse aquellas habilidades que no tienen relación entre sí y que no son tan valoradas por los emprendedores, lo cual se convertiría en un reto o área de oportunidad en la búsqueda de la consolidación del perfil emprendedor ya comentado anteriormente.
El objetivo de esta investigación es identificar las principales habilidades del emprendedurismo y determinar su valoración para el éxito, a través de la percepción de los emprendedores de Hermosillo, Sonora, México.
Para cumplir con este objetivo planteado será necesario responder las siguientes preguntas de investigación: ¿Cuáles son las principales habilidades del emprendedurismo para lograr el éxito? y ¿Cómo se interrelacionan entre sí?
Marco referencial
El emprendimiento de acuerdo con Yamada (2004), es definido desde dos perspectivas: la primera se orienta al interior de las organizaciones, en este sentido se resaltan las perspectivas de Mintzberg (1978), Stevenson y Jarillo (1990), Walcott y Lippitz (2007), quienes conciben al emprendimiento como una característica organizacional; mientras que la segunda se refiere a la capacidad de iniciar un nuevo negocio (Blanchflower y Oswald, 1998; Shane y Venkatrama, 2000). De tal modo es posible distinguir entre intrapreneur y entrepreneur; el primero aplica su talento dentro de la organización; mientras que el segundo, es quien crea su propia empresa (Narváez, 2012). El emprendedurismo o actividad emprendedora es un concepto que se relaciona con los procesos de transformación de las estructuras empresariales y por ende tiene impacto en el desarrollo económico y social de las economías nacionales y/o locales. Se mencionan diversos efectos positivos como la diversidad de oferta de productos en el mercado, generación de empleo e incremento de la riqueza (Angelelli y Prats, 2005, Hernández y Arano, 2015).
Las habilidades que conforman el perfil emprendedor son la capacidad de crear una nueva organización; la búsqueda de beneficios económicos o sociales, el trabajo individual o colectivo, la innovación, la identificación y creación de oportunidades de negocios, la coordinación de nuevas combinaciones de recursos y la combinación de talentos (Lazear, 2005); la necesidad de logro, disciplina, dinamismo, creatividad, flexibilidad y riesgo (Duarte y Ruiz, 2009). Dichas habilidades pueden englobarse en el conocimiento de sí mismo, como la visión de futuro, motivación de logro, planificación y persuasión (Tinoco, 2008).
La actual dinámica de los mercados exige un desarrollo de los sectores productivos, donde las habilidades gerenciales se convierten en fuente de estrategia competitiva, impulsando la toma de decisiones y potenciando la diferenciación en el mercado (De Meuse, Dai y Wu, 2011). Las habilidades gerenciales son un factor interno de las Pymes que influyen considerablemente en su competitividad empresarial (Leyva, Espejel y Cavazos, 2017). Desde el punto de vista gerencial, según Longenecker, Moore, Petty y Palich (2009), el perfil emprendedor es el conjunto de conocimientos, habilidades, destrezas, comportamientos y aptitudes que necesita una persona para ser eficiente en una amplia gama de labores gerenciales y en diversas organizaciones. Por su parte Goyal (2013), afirma que las personas con excelentes habilidades personales llegan a la cima de su eficacia personal y de su organización, puesto que las habilidades interpersonales permiten a los trabajadores interactuar con éxito en un ambiente cada vez más desafiante sometido a un entorno cambiante. Para acotar las habilidades del emprendedor definidas en la parte anterior, se han planteado ocho, que engloban y comprenden implícitamente otras. Estas habilidades son la creatividad, iniciativa y responsabilidad, la planificación, la gestión y compromiso, la responsabilidad social y trabajo en equipo, la actitud para enfrentar el cambio, la Autoconfianza y por último la Comunicación, las cuales, deberían presentarse dentro del perfil de emprendedor.
Metodología
Diseño de la investigación
El presente estudio fue de tipo descriptivo y correlacional bajo un criterio de percepción de variables y enfoque de investigación mixta, con una estructura metodológica de corte transversal, para evaluar las percepciones de los emprendedores Pymes del sector industrial de la ciudad de Hermosillo, Sonora, México, en torno a sus habilidades de emprendedor. Primordialmente, se buscó medir el grado de valoración que cada uno de los sujetos analizados brinda a las distintas habilidades emprendedoras, para determinar los retos o las necesidades de su fortalecimiento, todo ello para contribuir al éxito o fracaso de su empresa. Para llevar a cabo el estudio se realizó una investigación de campo directamente con los emprendedores de la zona geográfica y sector económico planteados.
Elección y tipo de muestra
Para determinar la población en esta investigación, se clasificaron las empresas de acuerdo con las categorías del Instituto Nacional de Estadística y Geografía Informática (INEGI), concretamente las empleadas en los censos económicos. De esta estratificación se eligieron las empresas industriales de Hermosillo, Sonora, a las cuales se le agregaron otros criterios de discriminación tales como: emprendedores Pymes del sector industrial afiliados a la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) de Hermosillo Sonora, así como el requisito de contar con una fuerza laboral entre 10 y 250 trabajadores y tener una antigüedad mínima de cinco años en la actividad. Una vez aplicados los criterios para la determinación de la población, de las 578 empresas del sector en el área de estudio, un total de cuales 232 cumplieron con los criterios de estratificación planteada, cantidad a la cual se aplicó una fórmula para la obtención de la muestra, dando como resultado un total de 52 empresas tal y como a continuación se describe.
Instrumento para la recolección de los datos
El tipo de instrumento para la categorización y análisis de las respuestas fue la entrevista mediante un guión estructurado, donde se analizaron las habilidades de emprendedor de las personas analizadas, vistas como variables interdependientes para explicar la manera en que se lleva a cabo el ejercicio de los encargados de las empresas. Estas habilidades fueron: 1) Creatividad, 2) Iniciativa y responsabilidad, 3) Planificación, 4) Gestión y compromiso, 5) Responsabilidad social y trabajo en equipo 6) Actitud para enfrentar el cambio, 7) Autoconfianza y 8) Comunicación. Con el fin de probar la confiabilidad y funcionalidad del instrumento, se llevó a cabo una prueba piloto con un mínimo de emprendedores con las características de la muestra elegida, para realizarle ajustes necesarios que facilitaron su manejo y análisis. Una vez probado el instrumento, las entrevistas fueron aplicadas directamente a los responsables de las empresas seleccionadas, para que la información que se obtuviera fuera válida y confiable.
Análisis de los datos
Para el análisis de los datos, se validaron los instrumentos físicamente, luego se procedió a capturarlos en Hoja de cálculo (MS Excel), para finalmente exportarlos al programa estadístico SPSS (Statistical Package for the Social Sciences), para su trabajo e interpretación. El proceso de análisis comprendió un ejercicio de limpieza y validación de los datos, para lo cual se realizó una prueba de datos inválidos concluyéndola de manera satisfactoria con un n= 52, que representó el 100 % de los instrumentos aplicados. Enseguida se aplicó una prueba de fiabilidad obteniendo el Alfa de Cronbach, arrojando un valor general de 0.758, lo cual brinda validez a los datos obtenidos en los ítems presentados.
Para proceder al análisis estadístico se totalizaron los datos de las variables, y se realizó la prueba de Kolmogorov para contrastar la hipótesis de normalidad en la población, la prueba obtuvo significancia estadística con un valor-p =.01 menor a un nivel de significancia alfa de .05. Por lo anterior, dado que los datos no manifestaron un comportamiento normal, se decidió utilizar el Modelo de Análisis de Correlaciones de Spearman. Por último, se generaron los resultados, en tablas que mostraron la correlación y la valoración de las variables con base a las percepciones de los sujetos analizados, así como una gráfica que reveló el comportamiento de dicha valoración, que emana de un análisis de medias ponderadas correspondientes a las respuestas en cada ítem y en cada variable.
Resultados y discusión
Una vez analizados los datos, se encontraron hallazgos de interés en relación con el objetivo de la investigación. El análisis de Correlación de Spearman empleado reveló que, de las ocho variables analizadas, dos de ellas de correlación negativa con las demás, concretamente las de Creatividad y Gestión. Por lo anterior, existen habilidades que son potenciadas al asociarse a otras, tal y fue el caso de los resultados de la muestra, entre las cuales, la gestión y creatividad, se desarrollan generalmente de sin potenciar otras habilidades.
El resto de las habilidades si mostraron correlación con al menos una variable analizada, sobresaliendo las variables Responsabilidad Social, Actitud para enfrentar el cambio, Autoconfianza y Comunicación, las cuales se correlacionaron entre sí, tal y como se percibe en la Tabla 1.
Rho de Spearman n=52 | TotCrea | TotIni | TotP | TotG | TotRS | TotACT | TotAutConf | TotCom | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
TotCrea | Coeficiente de correlación | 1.000 | -.208 | -.064 | .140 | -.310* | -.382** | -.382** | -.395** |
Sig. (bilateral) | . | .138 | .652 | .321 | .025 | .005 | .005 | .004 | |
TotIni | Coeficiente de correlación | -.208 | 1.000 | .791** | -.356** | -.171 | -.074 | .095 | -.118 |
Sig. (bilateral) | .138 | . | .000 | .010 | .225 | .603 | .504 | .403 | |
TotP | Coeficiente de correlación | -.064 | .791** | 1.000 | -.493** | -.135 | -.061 | .205 | -.087 |
Sig. (bilateral) | .652 | .000 | . | .000 | .339 | .669 | .145 | .539 | |
TotG | Coeficiente de correlación | .140 | -.356** | -.493** | 1.000 | -.177 | -.623** | -.362** | -.259 |
Sig. (bilateral) | .321 | .010 | .000 | . | .210 | .000 | .008 | .064 | |
TotRS | Coeficiente de correlación | -.310* | -.171 | -.135 | -.177 | 1.000 | .734** | .881** | .965** |
Sig. (bilateral) | .025 | .225 | .339 | .210 | . | .000 | .000 | .000 | |
TotACT | Coeficiente de correlación | -.382** | -.074 | -.061 | -.623** | .734** | 1.000 | .752** | .829** |
Sig. (bilateral) | .005 | .603 | .669 | .000 | .000 | . | .000 | .000 | |
TotAutConf | Coeficiente de correlación | -.382** | .095 | .205 | -.362** | .881** | .752** | 1.000 | .924** |
Sig. (bilateral) | .005 | .504 | .145 | .008 | .000 | .000 | . | .000 | |
TotCom | Coeficiente de correlación | -.395** | -.118 | -.087 | -.259 | .965** | .829** | .924** | 1.000 |
Sig. (bilateral) | .004 | .403 | .539 | .064 | .000 | .000 | .000 | . |
*. La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral). **. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral). Fuente: elaboración propia de acuerdo con los resultados del estudio.
Por otra parte, las habilidades fueron valoradas de acuerdo con la percepción de los emprendedores entrevistados, de estas apreciaciones surgieron los resultados señalados es la Tabla 2. En esta información se denota claramente que existe una clara correspondencia de la variable Gestión y compromiso, ya que fue la de menor correlación y a su vez, fue la menos valorada por los emprendedores entrevistados. Sin embargo, aunque la variable Creatividad tampoco presentó correlación con las demás, esta no fue de las menos valoradas. En contraste, la variable de mayor valoración fue la de Iniciativa y responsabilidad, la cual a su vez fue de las de mayor ponderación. Por lo anterior, puede señalarse que una habilidad de emprendedor valorada tiende a interrelacionarse con otras dentro de la acción de los emprendedores.
Variable | Valor otorgado | |
---|---|---|
Número | % | |
Creatividad | 938 | 90.19% |
Iniciativa y Responsabilidad | 969 | 93.17% |
Planificación | 864 | 83.08% |
Gestión y compromiso | 828 | 79.62% |
Responsabilidad Social y trabajo en equipo | 927 | 89.13% |
Actitud para enfrentar el cambio | 938 | 90.19% |
Autoconfianza | 918 | 88.27% |
Comunicación | 933 | 89.71% |
Fuente: elaboración propia de acuerdo con los resultados del estudio
A continuación, en la Gráfica 1 se presenta la valoración de las habilidades a partir de las percepciones de los emprendedores entrevistados. La percepción de los emprendedores en torno a las habilidades que los hacen exitosos mostró un comportamiento equilibrado en su mayoría, a excepción de la Gestión y compromiso, lo que la convierte en la variable menos valorada y de menor correlación con las demás.
Esto puede convertir a la habilidad de gestión y compromiso en el principal reto o área de oportunidad que tienen los emprendedores de la muestra analizada, para fortalecer su perfil emprendedor, en la búsqueda de su eficacia personal y dentro de la organización, tal y como lo señala Goyal (2013). De esta manera se confirma que, hasta cierto punto, las habilidades menos valoradas por los emprendedores, pueden convertirse en las de menor vinculación con las demás, lo cual influye negativamente a la consolidación del perfil emprendedor.
Conclusiones
Se ha visto la importancia que representan los emprendedores como agentes promotores de la actividad económica, quienes favorecen la competencia de mercado a través de la creación de empresas o negocios. Por lo tanto, es necesario para el emprendedor conocer y hacer uso de sus habilidades para mejorar en su trabajo y en su persona, lo cual, sin duda forma parte de su éxito. El estudio reveló concretamente que los emprendedores sienten mayor valoración por ciertas habilidades que por otras, de la misma manera que existe mayor interrelación de unas en relación con otras. Sin embargo, la literatura y estado del arte del tema de emprendedurismo cobija, dentro de las habilidades emprendedoras principales, a la de la Gestión, esto debido a que debiera estar estrechamente vinculada con el logro o alcance de los objetivos. Esta variable no es valorada ni correlacionada con otras, por parte de los emprendedores estudiados, lo que definitivamente la convierten en una necesidad para la consolidación de su perfil.
Por otra parte, no existen contrastes o brechas en la valoración de la mayoría de las habilidades, por lo que reflejan de manera consciente la importancia de contar con este cúmulo de herramientas que definen su perfil y les permite mejorar su actividad en el día a día. Es importante saber qué habilidades se requieren para hacer frente a las exigencias del mundo empresarial actual, para el emprendedor es esencial conocer que habilidades posee, cuales no y cuales requiere fortalecer. En otras palabras, el emprendedor debe conocerse y saber sus áreas de oportunidad.