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Cirugía y cirujanos

versión On-line ISSN 2444-054Xversión impresa ISSN 0009-7411

Cir. cir. vol.89  supl.1 Ciudad de México nov. 2021  Epub 08-Feb-2022

https://doi.org/10.24875/ciru.20001375 

Casos clínicos

Herida penetrante occipitocervical por pez aguja

Penetrating occipitocervical injury caused by a needlefish

Gerardo F. Zambito-Brondo1  * 

Jorge F. Sánchez-Santa Ana2 

Jesús C. Bustamante-Vidales1 

Christian A. Chalita Pérez-Tagle1 

Enrique Kleriga-Grossgerge1 

1Departamento de Cirugía Neurológica

2Departamento de Medicina Interna. Hospital Ángeles Lomas, Huixquilucan, Estado de México, México


Resumen

Las heridas penetrantes por pez aguja son poco comunes. La mayor parte de los reportes han sido en la región Indo-Pacífico. Reportamos un caso de herida penetrante occipitocervical ocurrida en el Pacífico tropical mexicano y se describe el tratamiento de esta lesión.

Palabras clave Pez aguja; Lesión penetrante; Lesión marina; Pacífico tropical mexicano

Abstract

Penetrating injuries caused by needlefish are very uncommon. Most of them have been reported in the Indo-Pacific region. We report a case of an occipito-cervical penetrating injury that occurred in the Mexican Tropical Pacific, and we describe the treatment of this injury.

Key words Needlefish; Penetrating injury; Marine injury; Mexican Tropical Pacific

Introducción

Las heridas penetrantes por pez aguja son poco comunes, aunque se han reportado lesiones serias e incluso fatales1. Asimismo, los fragmentos retenidos de la mandíbula de estos peces pueden ser causa de dolor crónico e incluso de infección2,3. La mayoría de los casos han sido reportados en Oceanía, y un número menor en otras regiones4.

Caso clínico

Una semana antes de ser visto en el servicio de urgencias, un hombre de 49 años, por la noche, al encender la luz del barco en que se encontraba en la bahía de Acapulco, provocó que saltaran sobre la cubierta de este un cardumen de peces aguja, uno de los cuales le causó un traumatismo directo en la región occipital. Posterior a ello presentó dolor cervical importante, exacerbado por el movimiento, sin déficit neurológico asociado. Asimismo, con el movimiento del cuello tenía la sensación de cuerpo extraño. Acudió a su médico, quien le pidió una tomografía computada (TC) de columna cervical.

En la exploración física tenía una pequeña herida contusa occipital izquierda de aproximadamente 6 mm, atrás del pabellón auricular (Fig. 1), y dolor moderado a la palpación de la región occipital y de la cervical del lado izquierdo que aumentaba con la rotación del cuello.

Figura 1 Herida contusa occipital (flecha). 

La TC mostró la presencia de un objeto de densidad ósea de aproximadamente 7 cm que iba de la región occipital al foramen transverso de C2, sin evidencia de hematomas ni colecciones (Fig. 2).

Figura 2 Reconstrucción tridimensional de tomografía computada que muestra la mandíbula del pez aguja. 

Fue llevado a quirófano, donde bajo anestesia general se localizó la posición del cuerpo extraño con fluoroscopio, y se le hizo una incisión 3 cm por abajo y anterior a la herida contusa ocasionada por el mismo, debido a que el control de fluoroscopía mostraba que la mandíbula del pez aguja estaba inferior al sitio de entrada. Se planeó una incisión de tamaño suficiente para poder disecar los dientes de la mandíbula y no dejar ninguno retenido. Se abrió la aponeurosis cervical, identificando la mandíbula alargada de un pez aguja. Se separó esta de los planos musculares con una sonda acanalada y se extrajo con una pinza de Kelly (Figs. 3-4). Se lavó con solución salina la herida y se cerró por planos.

Figura 3 Mandíbula del pez aguja, con múltiples dientes irregulares. 

Figura 4 Mandíbula del pez aguja extraída. 

Se iniciaron antibióticos (doxiciclina y claritromicina) dirigidos a microorganismos gramnegativos, especialmente Vibrio sp. Su evolución posoperatoria fue satisfactoria, con resolución del dolor. Se egresó del hospital ese mismo día y posteriormente no presentó datos de infección en el control en la consulta externa a las 2 semanas. Se valoró nuevamente en consulta a los 2 meses de la intervención quirúrgica, encontrándolo asintomático y sin datos de infección.

Discusión

Los peces aguja son miembros de la familia Belonidae y se encuentran en los mares subtropicales alrededor del mundo. Llegan a medir hasta 2 metros5. En la bahía de Acapulco se han reportado cuatro variedades de estos peces: Ablennes hians (pez agujón sable), Platybelone argalus (pez agujón de quilla), Strongylura exilis (pez agujón de California) y Tylosurus fodiator (pez aguja mexicano)6.

Estos peces generalmente nadan cerca de la superficie del agua, y suelen encontrarse en bahías y aguas costeras7. Tienen la peculiaridad de ser atraídos por la luz. Pueden saltar fuera del agua a velocidades de hasta 64 km/h. En la noche llegan a saltar a las embarcaciones al ser excitados por la luz, ocasionando lesiones con sus mandíbulas alargadas y afiladas a quien se encuentren en su camino7,8. Se han reportado lesiones en diversas partes del cuerpo, siendo las más comunes en las extremidades4,9; también se han reportado lesiones intraabdominales con perforación de vísceras, como el colon1 y el intestino delgado10, en la médula espinal a nivel cervical11 y en las órbitas12, y en la década de 1970 hubo un caso fatal de un niño de 10 años con una lesión cerebral y de la arteria carótida7.

En ocasiones, durante la cirugía no se detectan todos los fragmentos de la mandíbula, los cuales quedan retenidos, siendo causa de dolor crónico e incluso de infección2,3, por lo que se recomienda, en caso de sospecha, realizar estudios de imagen2,3,8,13.

Las lesiones marinas en general son propensas a la infección, siendo los microorganismos más característicos los gramnegativos, entre ellos Vibrio sp., por lo que deben utilizarse antibióticos que cubran estos patógenos14.

Con la sospecha clínica de este tipo de lesiones, con estudios de imagen apropiados, esta patología puede ser tratada quirúrgicamente con un alto índice de éxito.

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Responsabilidades éticas

Protección de personas y animales. Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.

Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.

Derecho a la privacidad y consentimiento informado.Los autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.

FinanciamientoLos autores no recibieron financiamiento para la realización de esta publicación.

Recibido: 12 de Diciembre de 2020; Aprobado: 19 de Enero de 2021

* Correspondencia: Gerardo F. Zambito-Brondo Vialidad de la Barranca s/n Col. Valle de las Palmas C.P.: 52763, Huixquilucan, Edo. Méx., México E-mail: zambito@neurocienciasmexico.org

Conflicto de intereses

Los autores no tienen ningún conflicto de intereses.

Creative Commons License Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Published by Permanyer. This is an open access article under the CC BY-NC-ND license