Introducción
En 2021 se produjo el mayor número de elecciones estatales en la historia contemporánea de México: 15 entidades federativas tuvieron elecciones para renovar al poder Ejecutivo regional. Esto fue posible por las sucesivas reformas constitucionales que se hicieron para que cerca de la mitad de las entidades federativas coincidieran con las elecciones legislativas nacionales.1 Sin embargo, Nuevo León no alteró en lo más mínimo su calendario electoral, debido a que, desde el sexenio de Manuel Ávila Camacho, la gubernatura del estado se renueva a mediados del mandato del presidente en turno.
En el presente artículo se exponen algunas de las condiciones que han hecho que la elección de Nuevo León sea un caso atípico dentro de los procesos electorales celebrados en México, pero también una representación clara de que el sistema electoral se ha consolidado de tal manera que la alternancia en el poder es una constante dentro de los poderes públicos.2 Por lo tanto, se ofrece una narrativa de un proceso electoral que tuvo un desenlace en el que se demostró que las campañas tuvieron un peso sustantivo en el resultado.
Características electorales del estado de Nuevo León
El proceso electoral de 2021 en Nuevo León fue distinto a los que se celebraron en otras entidades, entre otras razones, porque la candidata del partido que detenta el poder federal quedó en cuarta posición, el lugar más lejano que obtuvo cualquiera de los candidatos del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en cualquiera de las otras gubernaturas en disputa ese día. El siguiente resultado más adverso para el partido gobernante fue en el estado de San Luis Potosí, donde obtuvo el tercer lugar. No obstante, este resultado no fue considerado necesariamente una derrota, debido a que quien resultó ganador fue el Partido Verde que formaba parte de la coalición oficialista (a excepción de la gubernatura en esa entidad).3 En once comicios Morena obtuvo la victoria, mientras que en dos (Chihuahua y Querétaro) obtuvo el segundo lugar en número de votos.4
Es importante destacar que el electorado del estado se ha manejado con una lógica distinta a la de otras entidades del país. Desde 1997, los electores neoleonenses han optado por un candidato de un partido distinto al del presidente en turno: en 1997, durante la presidencia de Ernesto Zedillo (1994-2000) que emanaba del PRI, resultó triunfador Fernando Canales Clariond del PAN;5 en 2003 y en 2009 fueron electos los priistas José Natividad González Parás y Rodrigo Medina durante los mandatos de los panistas Vicente Fox Quesada (2000-2006) y Felipe Calderón (2006-2012), respectivamente.
Durante el mandato de Enrique Peña Nieto (2012-2018), también del PRI, ganó por primera vez en la historia un candidato que no contaba con el aval de un partido, Jaime Rodríguez Calderón. Finalmente, el triunfo de Samuel García en 2021, durante la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, confirmó por quinta ocasión la predilección de los electores regiomontanos por una alternativa distinta a la que gobierna desde la capital del país. De esta manera, sólo durante seis de los últimos veinticuatro años, ha existido una coincidencia en cuanto a filiación partidista de quien gobierna Nuevo León y el país: el panista Fernando Canales Clariond (y después, el sustituto Fernando Elizondo) coincidió con el panista Vicente Fox durante el trienio 2000-2003,6 mientras que el priista Rodrigo Medina de la Cruz gobernó durante los primeros tres años de gobierno de Peña Nieto (2012-2015).
Una de las características que hicieron peculiar el proceso electoral de 2021 fue el hecho de que existieron cuatro candidaturas relativamente competitivas: Samuel García, de Movimiento Ciudadano (MC), Adrián de la Garza, de la alianza PRI-PRD, Fernando Larrazábal, por el PAN y Clara Luz Flores Carrales, de Morena. En la mayoría de los estados en los que se celebraron elecciones (con excepción de Campeche y San Luis Potosí, en los que tres candidaturas tuvieron un fuerte apoyo electoral), la contienda se polarizó entre Morena y la alianza PRI-PAN-PRD (Nayarit, Colima, Sonora, Baja California, Baja California Sur, Sinaloa, Tlaxcala y Zacatecas) o entre el partido oficialista y las alianzas encabezadas por el PRI o PAN, dependiendo del caso (Chihuahua, Guerrero, Querétaro y Michoacán).7
Con el fin de poner en su justa dimensión el contexto electoral de Nuevo León, es importante tomar en cuenta cómo éste fue pionero del bipartidismo en una época en la que el PRI era hegemónico en el país; y que también fue precursor en cuanto a la ruptura con el sistema de partidos tradicionales. Lo anterior se debe destacar, porque existen otras entidades del país en las que prevaleció una hegemonía del PRI mucho tiempo después de que existiese alternancia a nivel federal.
Un ejemplo de lo anterior es que cuando López Obrador obtuvo una victoria arrolladora en las elecciones de 2018, cinco entidades jamás habían tenido alternancia (Colima, Hidalgo, Estado de México, Coahuila y Campeche).8 En 2021, tanto Colima como Campeche experimentaron por vez primera la alternancia con el triunfo de Morena. En el caso de Nuevo León, la primera alternancia en el ejercicio del poder se había producido casi un cuarto de siglo antes, sin embargo, el reto a la hegemonía del PRI había comenzado en los años 80.
Esto lo podemos identificar desde el proceso electoral de 1985, en el que un PAN apoyado por la iniciativa privada y la sociedad civil, representó una fuerte oposición al PRI.9 El candidato del blanquiazul, Fernando Canales Clariond, denunció fraude electoral y movilizó a sus seguidores después del proceso electoral. En esa elección se realizó el primer sondeo para una elección en México, que estuvo a cargo del periódico El Norte.
En 1991, los resultados oficiales le reconocieron al partido blanquiazul más del 30% del electorado, algo que terminó por posibilitar su primer (y única hasta el momento) victoria estatal en las próximas elecciones. En 1994, Acción Nacional ganó la capital de Nuevo León en un proceso controvertido. Pero este precedente contribuyó a que, tres años más tarde, Fernando Canales Clariond fuera electo gobernador del estado, en un proceso histórico que puso fin a la hegemonía del PRI en el estado.10
Después de un periodo donde gobernó el PAN, los electores regiomontanos decidieron por el regreso del PRI al Palacio de Cantera en 2003, al optar por José Natividad González Parás (quien había perdido seis años atrás frente a Fernando Canales) ante a la candidatura de Mauricio Fernández (conocido y controvertido político local que ha fungido por tres ocasiones como alcalde del afluente municipio de San Pedro). En 2009, el tricolor revalidó su victoria ante una disputada elección con los candidatos del PAN. Pero, a partir de entonces, se fragmentó el bipartidismo que había predominado en los últimos treinta años.11
La elección estatal del 2015 tuvo un carácter disruptivo como consecuencia del triunfo de un candidato independiente con 48.82% de la votación (frente a un PRI y PAN que sumados obtuvieron 46.17%).12 Los dos principales partidos de la entidad se mantuvieron por debajo del 50% también en el proceso electoral de 2018. Si bien en ese año no se renovó la gubernatura del estado, se puede tomar como referencia la elección al Senado. Sumadas, las fórmulas al Senado del PRI y el PAN obtuvieron 38.75%. Frente a aquellas, las candidaturas de Morena y Movimiento Ciudadano obtuvieron 45.9% de manera conjunta. Esto confirmaba el alejamiento de los electores regiomontanos frente al PRI y al PAN.
Las candidaturas del proceso electoral del 2021
Movimiento Ciudadano: Samuel Alejandro García Sepúlveda
Samuel Alejandro García Sepúlveda irrumpió en la vida pública de Nuevo León en el proceso electoral de 2015. Se presentó como candidato por Movimiento Ciudadano para el distrito 18 local y perdió, pero obtuvo una curul por vía de representación proporcional. El candidato a la gubernatura por ese partido, Fernando Elizondo (que en el proceso electoral previo había sido candidato del PAN), declinó su aspiración a favor de Jaime Rodríguez Calderón, y de esa manera, MC se convirtió en un aliado electoral de facto. Esto contribuyó a que este partido (que había tenido un rol irrelevante hasta entonces) se convirtiera en la tercera fuerza electoral del estado.13
Poco después de iniciar el nuevo gobierno, el diputado García Sepúlveda comenzó a tomar distancia de la nueva administración encabezada por Rodríguez Calderón. Su hábil manejo de las redes sociales y su capacidad de fijar la agenda pública en diversas ocasiones, terminaron por posicionarlo como un actor político importante.14 El manejo de las redes sociales merece una especial atención. A través de sus plataformas digitales como Facebook, Instagram y Twitter, García Sepúlveda tuvo la capacidad de posicionarse como una figura pública que trascendió las fronteras del estado. Compartía videos, posicionamientos, no solo como parte de sus actividades legislativas; en varias ocasiones se posicionaba sobre asuntos de la vida política estatal y nacional.15
En 2018 se presentó como candidato al Senado con la activista social Indira Kempis como compañera de fórmula. En una elección en la que Morena arrasó en casi todas las entidades del país, García Sepúlveda ganó la contienda como primera mayoría con un estrecho margen frente a la propuesta del PAN, Víctor Fuentes.16 Es pertinente mencionar que la fórmula encabezada por Movimiento Ciudadano sería la única que ganaría este partido a nivel nacional.
Como senador de la República, Samuel García reeditó su estrategia como diputado local. Pero en este caso, en lugar de antagonizar con el gobernador del estado, comenzó a ser crítico de la administración del presidente López Obrador. Durante su primer año como senador se posicionó como el aspirante con mayor intención de voto frente a los comicios del 2021.17 Sin embargo, diversos escándalos durante el 2020 representaron una fuerte caída en la intención de voto a su favor.18 Declaraciones desafortunadas que tuvieron una enorme repercusión en las redes sociales contribuyeron a que transitara de ser un precandidato con enormes posibilidades de alcanzar el poder, a un improbable ganador. En 2021, cuando comenzó el proceso electoral, Samuel García arrancó en la cuarta posición.19
Morena: Clara Luz Flores
La candidata del partido gobernante, Clara Luz Flores, fue relacionada desde el inicio de su carrera política con la trayectoria de su esposo, Abel Guerra, quien también había fungido como alcalde del mismo municipio de manera previa.20 Algunos años atrás, Guerra había sido aspirante al gobierno del estado de Nuevo León, pero esta pretensión parecía haber sido frustrada después de perder dos veces de manera consecutiva la alcaldía de Monterrey, tanto en 2006 como en 2009.21
La candidatura de Clara Luz no fue tersa ni estuvo exenta de controversias. Esto se debía tanto a su imagen pública, pero también a la situación del partido en la entidad. En su debut como partido político en 2015, Morena obtuvo menos de 1% de la votación para su candidato a la gubernatura.22 En el caso de la elección de 2018, el resultado para ese partido fue muy distinto. Ganaron diez distritos locales y seis federales.23 Su candidato al Senado obtuvo el tercer lugar, pero a una distancia de 2.5% con respecto al primer lugar.24 Este ascenso tan importante, además de considerar que Morena era el partido gobernante, generó expectativas para 2021.
En principio, existía la expectativa de que la diputada Tatiana Clouthier fuese la abanderada de Morena para competir por la gubernatura de Nuevo León. Los sondeos de opinión preelectorales que se publicaron la incluían como una probable aspirante, pero, de acuerdo con esos mismos sondeos, Clouthier jamás logró estar en la primera posición. Finalmente, en octubre de 2020, la propia diputada Clouthier se descartó como aspirante.
Por su parte, en febrero de ese mismo año, la alcaldesa de Escobedo había renunciado al PRI, partido en el que militó durante 22 años. Durante algunos meses, las encuestas la valoraban como una posible candidata independiente, o como aspirante de Morena. Finalmente, se anunció que participaría en el proceso interno de este último, para elegir la candidatura de ese partido en Nuevo León. Finalmente, el presidente de esa organización política, Mario Delgado, anunció su postulación, algo que ocasionó inconformidad de una parte de la militancia.25
Partido Revolucionario Institucional (PRI): Adrián de la Garza
En el contexto de las primeras alternancias en los estados y a nivel federal en la década de los 90 y en el 2000, existía la percepción de que Nuevo León era un estado mayoritariamente panista. Es cierto que, para el PAN, Nuevo León representaba una plaza estratégica. También es verdad que, en más de una legislatura local, este partido logró la mayoría en solitario, y cuando no lo ha logrado, acostumbra a ser la fuerza con más curules en el Congreso Estatal. Pero también es importante destacar que ese instituto político, como se mencionó antes, obtuvo la victoria en una sola elección; pues perdió las siguientes cuatro elecciones estatales (2003, 2009, 2015 y 2021).
Pero el caso de la alcaldía de Monterrey fue distinto hasta 2015. Desde 1994, sólo existió un trienio (2003 a 2006) en el que el PAN no obtuvo el triunfo; es decir que tuvo seis alcaldes desde el 94 hasta 2015. El candidato que terminó por revertir esa tendencia, una vez más, fue Adrián de la Garza, en 2015. El triunfo del priista en la capital se produjo en un momento en el que su partido sufrió una dura derrota en la gubernatura. De la Garza fue procurador durante el gobierno de Rodrigo Medina (en el que coincidió con los últimos tres años de gobierno de Felipe Calderón), en una de las crisis más graves en materia de seguridad pública que había afrontado el estado. La espiral de violencia que azotó durante esos años alteró la convivencia social de los regiomontanos.
En 2018, de la Garza se reeligió y la elección terminó en una controversia legal que llevó a la anulación de los comicios. Finalmente, cuando se repitió el proceso electoral resultó ganador, algo que representó uno de los escasos triunfos importantes de su partido en un año en el que perdió la Presidencia, todas las gubernaturas que se disputaron ese año y, además, tuvo un serio revés tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado.
Dentro del PRI existían otras figuras que buscaban la candidatura, como el exsecretario de Economía, Idelfonso Guajardo y la alcaldesa de Guadalupe, Cristina Díaz. Fue uno de los estados en los que se dificultó una alianza con el PAN, por lo que al final, mediante un acuerdo de unidad al interior del tricolor, De la Garza fue postulado como candidato de ese partido, en alianza con el PRD.26 Cabe mencionar que este último partido jamás tuvo una presencia relevante en la entidad, por lo que en realidad la candidatura de Adrián de la Garza era predominantemente priista.
Partido Acción Nacional (PAN): Fernando Larrazábal
Como se ha comentado con anterioridad, el panismo tuvo una presencia histórica en el estado,27 pero, tras su derrota en 2003, su fuerza se vería refrendada tanto en la legislatura local, como en ciertas alcaldías importantes: Monterrey, San Pedro, San Nicolás de los Garza y Santa Catarina. En el caso de San Pedro Garza García, el panismo gobernó durante décadas de manera ininterrumpida, hasta el triunfo de un candidato independiente en 2018.
También es importante destacar que, en las elecciones de 2000, 2006 y 2012, los regiomontanos dieron su apoyo al candidato presidencial del PAN. Esto último es notable, si se toma en cuenta que la candidata a la Presidencia por Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota, obtuvo el tercer lugar a nivel nacional en el proceso electoral de 2012. En las elecciones presidenciales de 2018, la diferencia entre el ganador y el segundo lugar fue la más estrecha en las entidades que ganó Andrés Manuel López Obrador (en un proceso en el que ganó todas las entidades, con excepción de Guanajuato).
Pero en las elecciones estatales la historia fue distinta. En 2003, el candidato del PRI ganó con amplio margen (más de 20% sobre el candidato de Acción Nacional). En las elecciones de 2009, la diferencia fue más estrecha (6%), no obstante, en 2015 el candidato del PAN obtuvo el tercer lugar, en una contienda en la que apenas logró atraer la atención del electorado.
El PAN fue el único partido que, en 2021, decidió su candidatura mediante un proceso interno, en el que participó el senador Víctor Fuentes, y el exalcalde de Monterrey (2009-2012), Fernando Larrazábal. Los resultados del proceso le dieron la victoria a Larrazábal, esta no fue aceptada por su contendiente, quien optó por aceptar la candidatura de Morena a la alcaldía de Monterrey (a la que terminaría por renunciar un mes antes de que se celebrara el proceso electoral).28
Fernando Larrazábal estuvo alejado de los reflectores de la política por lo menos durante una década. Fue diputado federal de 2012 a 2015, pero tuvo un bajo perfil. Su paso por la alcaldía de Monterrey en el trienio 2009-2012 estuvo marcado por la controversia. Esto se debía a que el 26 de agosto de 2011 aconteció una tragedia en Monterrey que sacudió al país entero. Presuntos miembros del crimen organizado incendiaron un casino, provocando la muerte de 52 personas. La indignación de los ciudadanos se dirigió tanto al gobierno estatal como al municipal, debido a que no se habían tomado las medidas de seguridad que habrían podido salvar vidas.
Pocos días después de la tragedia se filtrarían videos del hermano del alcalde, en el que se le veía recibir cuantiosas cantidades de dinero en efectivo en al menos tres diferentes casinos. Este caso fue conocido por la opinión pública como el QuesoGate, y contribuyó a generar una percepción negativa sobre el alcalde; incluso algunos actores sociales solicitaron su renuncia. La postulación de Larrazábal a una curul en San Lázaro generó una ola de indignación tanto dentro como fuera de su partido (contribuyó a generar la renuncia del partido del excandidato a la gubernatura en 1991, Rogelio Sada), pero, finalmente, fue avalado por una mayoría (exigua) de electores del Distrito 10.29
Las encuestas de El Norte en marzo, inicio de campaña
La encuesta de El Norte mostraba, en un principio, que la contienda estaba encabezaba por la candidata de la coalición liderada por Morena, Clara Luz, con 33%. De hecho, se argumentaba que su posicionamiento como candidata había sido uno de los principales motivos por los que había sido seleccionada como externa para representar la contienda. En segundo lugar, aparecía Adrián de la Garza por la coalición PRI-PRD con 30%. Fernando Larrazábal ocupaba el tercer lugar, con un 18%. Y en cuarto lugar, con tan sólo 8%, aparecía Samuel García, de Movimiento Ciudadano, quien había encabezado el año anterior la intención de voto.30
Algunos sitios dedicados a la política especulaban que los equipos de campaña de la candidata de Morena y del candidato del PRI anticipaban una contienda cerrada, y descartaban a los otros dos contendientes. En términos de comunicación política, la candidata de Morena optó por un mensaje de trabajar en equipo, el cual contrastaba con la polarización social y política que utilizaba su partido como retórica en otras contiendas.
Por su parte, de la Garza comenzó su campaña centrada en mostrar sus antecedentes como procurador, proyectar una imagen de fortaleza y marcar una distancia con el centro político del país. Mientras que el candidato de Movimiento Ciudadano hizo una distinción entre su propuesta y el resto de sus competidores, a quienes llamó la vieja política. Finalmente, Larrazábal llamaba a que se le tuviera respeto a Nuevo León. En síntesis, las tres alternativas que eran antagónicas al partido que detenta el gobierno federal mantuvieron un mensaje de distancia con la capital.
Esto es importante, debido a que, de manera consciente o inconsciente, los candidatos de los partidos de oposición utilizaban el sentimiento regionalista de los electores neolenses como estrategia electoral. No obstante, lo anterior, quien utilizó de manera más recurrente este recurso fue el candidato de Movimiento Ciudadano.
Primer escándalo de campaña: La demanda a un youtuber
Desde mediados del 2020, un comediante local conocido como Lord Marco Polo subió a redes sociales una imitación del senador Samuel García, un personaje al que denominó Senathor. Esto, en referencia al apodo que el García se había autoimpuesto desde que llegó al Senado: Senatore.31 La sátira consistía en cápsulas que subía a la red social Youtube, las cuales fueron apareciendo con mayor regularidad con el paso de las semanas, donde el cómico hacía referencia a declaraciones polémicas del aspirante a la gubernatura del estado.
En la medida en que existieron aspirantes definidos y los videos tenían un número ascendente de reproducciones, el actor invitó a otros intérpretes a caracterizar personajes reales. En una de las cápsulas apareció la actriz Judith González interpretando a Carla Lucía, en una obvia alusión a la candidata Clara Luz Flores, de Morena. En los videos se satirizaba la relación entre Clara Luz y su esposo Abel Guerra, así como algunas intervenciones o expresiones que habían resultado desafortunadas por parte de la candidata. El 9 de marzo de 2021, el actor Marco Polo anunció a la comunidad virtual que había sido demandado y ofreció una conferencia de prensa junto a Judith González.32
En la conferencia que se transmitió en redes sociales, el actor especificó que la demanda se había realizado ante la Fiscalía de Delitos Electorales del estado, y que quien demandaba era la candidata Clara Luz Flores. El actor ofreció disculpas de manera pública, pues era una de las alternativas que le sugirió la autoridad. Sin embargo, el 14 de marzo, subió otro video con los actores que lo acompañaban en el que denunció que había sido objeto de censura.33
Por su parte, la candidata Luz Flores defendió públicamente la demanda que realizó contra el comediante, en más de una entrevista concedida a los medios locales y nacionales. Un ejemplo de lo anterior es la entrevista con el periodista Julio Astillero.34 De igual manera, simpatizantes y militantes de Morena acusaron al comediante de violencia de género.35 Pero también, la demanda generó una condena por parte de algunos actores políticos como los candidatos Fernando Larrazábal y Samuel García. El primero denunció lo que consideró un acto de represión, mientras que García publicó en sus redes un mensaje de apoyo al comediante que lo satirizaba.36 Por su parte, miles de usuarios utilizaron el hashtag #YosoyMarcoPolo para denunciar lo que consideraban era un acto de censura.
Segundo escándalo de campaña: video de NXIVM
Alrededor de 15 días después de que el comediante Marco Polo hiciera pública la denuncia de la candidata Clara Luz, el candidato de la coalición Va Fuerte por Nuevo León, Adrián de la Garza, mostró un video que causó revuelo inmediato en la opinión pública, y tuvo una enorme difusión en las redes sociales. Desde algunas semanas atrás, había trascendido que la candidata de Morena tenía vínculos con la secta NXIVM, cuyo líder Keith Raniere había sido condenado a prisión desde octubre de 2020. La candidata negó de manera categórica cualquier relación en una entrevista virtual con Julio Hernández López (en el mismo espacio donde había defendido la demanda al comediante).
El candidato Adrián de la Garza reveló un video el 24 de marzo en el que aparecía Clara Luz Flores dialogando con Raniere.37 Esto constituyó un duro golpe a la credibilidad de la candidata, debido a que, junto al video en el que interactuaba con el líder de la secta, se difundía la entrevista en la que había negado tener relación alguna con la organización.
El mes de abril, la encuesta del diario El Norte evidenció que las tendencias habían cambiado de manera significativa: la candidata Clara Luz pasó del primer lugar al tercero (del 33% al 19%). Su caída no fue capitalizada por Adrián de la Garza, que, de acuerdo con esta medición, pasó del 30% a 29%. Quien experimentó un fuerte crecimiento fue el candidato Samuel García, pues pasó de la cuarta posición a la segunda: de 8% que tenía registrado en marzo subió a 23%.38 Otras encuestas como la del Financiero confirmaban el desplome de la candidata de Morena hasta el tercer lugar.39
Redes sociales
A raíz de la pandemia por Covid-19, el uso de las redes sociales se convirtió en una herramienta fundamental para hacer campaña. Desde 2015, el estado de Nuevo León había sido pionero en cuanto al uso político de los medios con la candidatura de Jaime Rodríguez Calderón. Por ser candidato independiente, Rodríguez Calderón tenía un acceso limitado a los medios de comunicación masiva. Por esa razón, centró su estrategia de campaña en las entonces emergentes redes sociales. La estrategia resultó exitosa, pues las plataformas digitales le permitieron posicionar su mensaje y motivar al electorado a participar en la contienda.40
En el caso de la campaña de 2021, era evidente que la gestión de las redes sociales sería fundamental para posicionar cualquier tipo de mensaje en las redes. Además de la experiencia que había acumulado Samuel García desde el inicio de su carrera política, contaba con el apoyo de su esposa, la influencer Mariana Rodríguez. El éxito en redes de su cónyuge se convirtió en uno de los aspectos clave de su campaña.41 Incluso un video anecdótico de la pareja que circuló en redes sociales se convirtió en un eslogan de campaña. En una transmisión que hacía el aspirante se dirigió a su esposa, quien mostró sus tenis de color, los cuales comentó que eran de color “fosfo fosfo”.42 Esta frase se presentaría en algunos espectaculares.
Día de la votación
El día de la votación transcurrió sin incidentes, pero es importante establecer que existió un descenso en la participación electoral con respecto al proceso electoral de 2015. En aquel entonces, la participación ciudadana que reportó la autoridad electoral fue de 58.53%. Seis años después, en 2021, los resultados oficiales arrojaron que la participación total fue de 51.15% (un resultado que estuvo por debajo de la participación a nivel nacional, que fue de 52.66%).
Es necesario recordar que el proceso electoral se llevó a cabo en el contexto de la pandemia por la Covid-19, algo que podría haber afectado la participación de los electores. Sin embargo, también es importante resaltar que la participación a nivel federal fue la más alta en un proceso electoral intermedio desde 1997.43
Tanto el PREP como el Cómputo Final confirmarían que Samuel Alejandro García Sepúlveda obtuvo un 36.71% de votación, una diferencia de 8.19% con respecto al 27.91% del segundo lugar, Adrián Emilio de la Garza Santos.44 El candidato del PAN obtuvo el tercer lugar con 18.33%, mientras que la candidata de Morena quedó en cuarta posición, con 14.03% de los votos emitidos. Finalmente, García Sepúlveda recibió su constancia como Gobernador Electo el 12 de junio.45
Implicaciones de los resultados
A nivel nacional, el triunfo de Samuel García significó la segunda gubernatura para Movimiento Ciudadano, después de Jalisco. También es importante destacar que el triunfo del candidato no estuvo acompañado de un gran avance de su partido en el Congreso Local, en donde obtuvo una votación de 19%, sin logar obtener alguna diputación por mayoría.46 La victoria más importante de este partido en la entidad, además del gobierno estatal, fue la del candidato Luis Donaldo Colosio,47 quien se convirtió en el alcalde electo de Monterrey: el primero en surgir de un partido distinto al PRI o el PAN desde el sistema político que surgió con la creación del PNR.
Por otro lado, para el PAN representaba la segunda vez que obtenía el tercer lugar en un estado que alguna vez gobernó y donde ha mantenido una presencia importante (obtuvo más votos que cualquier otro partido en el Congreso local, pero ganó dos distritos menos de mayoría relativa que la alianza del PRI).48 En el caso del PRI, mejoró sus resultados con respecto a 2015 y obtuvo un porcentaje de votos que estuvo por encima del porcentaje que obtuvo a nivel nacional, pero a su vez obtuvo una segunda derrota en un estado en el que tenía posibilidades de ganar, a diferencia de la mayoría de las gubernaturas que estuvieron en juego ese día.
En el caso de Morena, se puede argumentar que este partido mejoró sus resultados con respecto a la elección de 2015, pero fueron considerablemente inferiores a los que obtuvo en 2018. El actual presidente había obtenido una votación de 34.22% en la entidad, mientras que la fórmula para el Senado, encabezada por Álvaro Suárez había obtenido 21.7%.49 Considerando que las encuestas situaban a la candidata de Morena en primer lugar al inicio de la contienda, el resultado final se percibió como un fracaso. Como se mencionó con anterioridad, fue el peor resultado que tendría esa fuerza política en las quince entidades en las que hubo elecciones.
Esta debacle se confirmó también en las elecciones legislativas: tanto en el congreso local como en su representación federal, la coalición encabezada por el partido gobernante tuvo un importante revés. En 2018, la coalición “Juntos Haremos Historia” ganó seis de doce distritos federales, mientras que en 2021 obtuvo el triunfo en solo una.50 En el congreso local, la coalición lidereada por Morena obtuvo la mayoría en diez distritos locales, mientras que en el 2021 triunfó únicamente en cuatro.
En términos generales, Nuevo León representó una de las cuatro entidades que no fueron ganados por el partido gobernante, de los 15 que vivieron un proceso electoral en 2021. Por lo que Morena fue partido que tuvo un avance territorial importante en los estados, pero un revés en la Cámara de Diputados y en su bastión histórico, la Ciudad de México. El PAN ganó en Querétaro y Chihuahua, mientras que el Partido Verde, obtuvo la mayoría en San Luis Potosí (a nivel federal este partido hizo alianza con Morena).51
Conclusiones preliminares
Las elecciones para renovar el Ejecutivo Estatal en Nuevo León derivaron en la cuarta alternancia de la entidad desde el periodo de la transición democrática. Es interesante señalar que los electores del estado han optado por la alternancia en cuatro de cinco procesos electorales que se han celebrado desde 1997. Aunque también resulta indispensable establecer que la alternancia en 2021 estaba prácticamente garantizada, debido a que no existía una alternativa independiente que diera continuidad al gobierno de Jaime Rodríguez Calderón.
También es importante establecer que, al igual que en el proceso que se celebró a nivel nacional, ninguna fuerza tuvo una ganancia absoluta: Movimiento Ciudadano obtuvo la gubernatura y la capital del estado, mientras que tanto el PRI como el PAN obtuvieron una importante presencia en el Congreso Estatal, así como destacadas posiciones en los municipios. Por su parte, Morena obtuvo una representación que si bien estuvo por debajo de las expectativas, fue mayor a la que había obtenido históricamente la izquierda en la entidad.
El caso de Nuevo León resulta relevante debido a que ha sido pionero en términos electorales desde los años ochenta y noventa. Como se apuntó antes, fue uno de los primeros estados en tener una alternancia en un país en donde el PRI tenía una hegemonía total. También es la única entidad en la que ha resultado electo un gobernador que no fue postulado por un partido político. Por último, es uno de los pocos que ha elegido un mandatario estatal que proviene de un partido mediano en el contexto nacional.
Pero también es importante destacar que los ciudadanos neolenses han marcado históricamente distancia del centro del país. Sucedió con movimientos separatistas en los primeros años del México independiente (con el experimento de la República del Río Bravo), como también en el rol que desempeñó la iniciativa privada como contrapeso en tiempos del predominio absoluto del PRI. Por lo tanto, las claves del triunfo de Samuel Alejandro García Sepúlveda se inscriben tanto en los elementos innovadores de la política contemporánea, como en el añejo rechazo que se ha cultivado durante años frente al centralismo.