Introducción
Los estilos de vida son patrones de conductas individuales basados en la interacción de las condiciones de vida y factores socioculturales. Dependiendo de los estilos de vida que se adopten en la adolescencia y mantengan cierta consistencia en el tiempo, pueden constituirse en factores de riesgo o protección y generar consecuentemente significativos efectos sobre la salud 1,2). La adolescencia es el periodo de crecimiento y desarrollo humano que se produce entre los 10 y 19 años. Es una de las etapas más importantes en la vida de una persona y, según el modelo ecológico social 3, el desarrollo, así como la adopción de comportamientos saludables o de riesgos estarían condicionados por la influencia y percepción de los diferentes contextos de desarrollo los cuales se desenvuelve el/la adolescente, como la familia, los amigos, la comunidad educativa, así también, por factores biológicos y psicológicos de éste. En cuanto a los factores biológicos, éstos son universales, aunque puede existir cierta variabilidad dependiendo de la cultura y del contexto socioeconómico 2).
Diversos informes revelan que los estilos de vida poco saludables son iniciados durante la adolescencia y a pesar de los esfuerzos de promoción de la salud de las diferentes instancias éstos se mantienen 4-6, conllevando diferentes riesgos para la salud, como altas prevalencias de problemas cardiovasculares, hipertensión arterial, diabetes, cáncer, así también, trastornos de salud mental y enfermedades de transmisión sexual 2. Si bien se dispone de estudios sobre los estilos de vida de los y las adolescentes en Chile que reflejan por ejemplo que un 22% de adolescentes fuma cigarrillos, que el 12% está en riesgo por el consumo de alcohol, el 73% manifiesta comportamientos sedentarios entre otros. Estas cifras son muy generales (5,6 y centralizadas; por lo tanto, podrían no reflejar la realidad inmediata y local (7. Por lo anterior, se observa la necesidad de realizar diagnósticos más específicos por parte de los propios establecimientos educacionales por medio de instrumentos sencillos, de fácil aplicación y autogestionados. Esto permitiría obtener información actualizada e individualizada sobre los y las adolescentes que conlleven posteriormente acciones centradas en las necesidades locales, considerando además la percepción de los contextos propios donde se desarrollan los y las adolescentes y que estarían determinando los estilos de vida de estos. De los fundamentos mencionados, esta investigación tiene como objetivo: Identificar los estilos de vida de adolescentes y su relación con la percepción de sus contextos de desarrollo.
Metodología
Estudio observacional de corte transversal, de alcance descriptivo-correlacional. La población estuvo conformada por estudiantes de 5° de enseñanza básica a 4°medio, pertenecientes a 7 establecimientos municipales y subvencionados de la región del Biobío, Chile, durante el año 2019. De esta, se obtuvo una muestra no probabilística por conveniencia de 489 adolescentes. El criterio de inclusión consideró a adolescentes de 10 a 19 años de establecimientos educacionales del Biobío, Chile y el criterio de exclusión, adolescentes con déficit cognitivo y/o con alteraciones no corregidas de los órganos de los sentidos, que impidan el diligenciamiento del instrumento, que sean informados por el docente coordinador del establecimiento.
Para medir estilos de vida, se utilizó el instrumento FANTÁSICO 8 traducido y validado en Chile 9 y posteriormente adaptado a población adolescente. El instrumento se compone de 34 ítems divididos en 8 dimensiones. Las primeras 5 dimensiones se refieren a comportamientos de estilos de vidas como: Actividad física ( ítems 5, 6, 7), Alimentación (ítems 8, 9, 10, 11, 12), Sexualidad (ítems 29, 30, 31, 32), Consumo de alcohol y drogas (ítems 13,14,15,16), Acciones de seguridad (ítems 33, 34), y las últimas 3 dimensiones se refieren a las percepciones que tienen sobre sus relaciones en los contextos de desarrollo más próximos, como: Relaciones afectivas con la familia y amigos/as (ítems 1, 2, 3, 4, 17, 18,19), Bienestar mental (ítems 20, 22, 23, 24, 26, 27, 28), y Satisfacción escolar (ítems 24, 25). Las opciones de respuesta son de tipo Likert, donde 0 es menos saludable, 1 medianamente saludable, y 2 lo más saludable. El puntaje de cada dimensión se obtiene sumando las respuestas dividido por el número de ítems. El puntaje total es de 68 y se obtiene al sumar todos los ítems. La categorización de la escala propuesta por los autores es: Excelente=68, Muy bueno= 60-67, Bueno= 52-59, Regular= 44-51, y Necesita Mejorar < 44 puntos. Las pruebas psicométricas en este estudio resultaron con una confiabilidad Alfa de Cronbach de 0.86 y validez de criterio Rho de Spearman de 0.65 con escala de Promoción de Salud 10) y 0.73 con la escala Kidscreen 11.
Los datos fueron recolectados de acuerdo con el marco normativo de la Ley 20120 de Chile. Se solicitó la aprobación del Comité Ético Científico del Servicio de Salud Concepción (Código 18-11-99). Posteriormente se gestionó la autorización a los establecimientos educacionales respectivos. Luego, en reunión de padres y apoderados se les explicó la finalidad del estudio para que estos, decidieran mediante un consentimiento escrito, la participación de su pupilo en la investigación. A los/las adolescentes, se les invitó informándoles antes de una clase, y posteriormente éstos decidieron libre y voluntariamente su participación por medio del asentimiento escrito. El instrumento fue auto aplicado y supervisado por las investigadoras, resguardando en todo momento la privacidad y confidencialidad.
El procesamiento de los datos se hizo a través del programa Statistical Package for the Social Sciences15.0 (SPSS). El análisis utilizó estadística descriptiva e inferencial de tipo correlacional (r de Spearman), para establecer la relación entre las subdimensiones de la variable estilo de vida. Se consideró correlaciones adecuadas sobre 0.3 12 entre las dimensiones. Para el análisis de las variables sociodemográficas se aplicó t de Student. Para los contrastes e intervalos de confianza se utilizó significación del 5%.
Resultados
La muestra estuvo compuesta por adolescentes de edades promedio de 14 años (DE= 2.1) entre 10 y 19 años y con un 52.4 % de mujeres. El puntaje promedio y la media global de estilo de vida fue 51.0 puntos (DE=7.6). El 50.3% presentó estilo de vida entre regular y necesita mejorar, y el 13.3% muy bueno, (Tabla 1).
Categoría de Estilo de vida | n | % |
Necesita mejorar | 75 | 15.3 |
Regular | 171 | 35.0 |
Bueno | 178 | 36.4 |
Muy bueno | 64 | 13.1 |
Excelente | 1 | 0.2 |
Total | 489 | 100.0 |
Fuente: Elaboración propia
De acuerdo con la tabla 2, se observan diferencias sociodemográficas según sexo; los hombres presentaron un promedio que resultó con una diferencia estadística significativa de 3.6 puntos. IC (2.3 a 4.9) mayor en el estilo de vida global que las mujeres (t=5.34; gl=487 p<0.0001). Los puntajes fueron mejores en la actividad física, alimentación, relaciones afectivas y bienestar mental.
Variables Sociodemográficas | Promedios de las dimensiones Estilo de Vida (EV)* | ||||||||||
AF | A | SX | OH Dg | RA | SG | BM | SE | Total EV | T Student | ||
Sexo | Hombre (233) | 1.5 | 1.3 | 1.6 | 1.9 | 1.7 | 1.6 | 1.5 | 1.4 | 52.9 | p<0.00 |
Mujer (256) | 1.3 | 1.2 | 1.5 | 1.9 | 1.6 | 1.6 | 1.2 | 1.4 | 49.3 | ||
Edad | 10 a 14 (278) | 1.4 | 1.3 | 1.5 | 1.9 | 1.7 | 1.7 | 1.4 | 1.5 | 51.7 | - |
15 a 19 (211) | 1.3 | 1.2 | 1.6 | 1.8 | 1.7 | 1.6 | 1.3 | 1.4 | 50.2 | ||
Zona | Urbana (416) | 1.3 | 1.2 | 1.5 | 1.9 | 1.7 | 1.6 | 1.3 | 1.4 | 50.8 | P<0.04 |
Rural (50) | 1.5 | 1.3 | 1.7 | 1.9 | 1.7 | 1.7 | 1.4 | 1.5 | 52.6 | ||
E. Escolar | Municipal (389) | 1.4 | 1.2 | 1.5 | 1.9 | 1.6 | 1.6 | 1.3 | 1.4 | 50.8 | - |
Subvencionado (77) | 1.4 | 1.2 | 1.6 | 1.9 | 1.7 | 1.7 | 1.4 | 1.4 | 52.0 | ||
Total promedio | 1.4 | 1.2 | 1.6 | 1.9 | 1.7 | 1.6 | 1.3 | 1.4 | 51.0 |
Establecimiento, AF: Actividad física, A: Alimentación, SX: Sexualidad, OH, Dg: Alcohol y drogas, RA: Relaciones afectivas, SG: Seguridad, BM: Bienestar mental, SE: Satisfacción escolar. Fuente: Elaboración propia
Asimismo, los/las adolescentes pertenecientes a la zona rural presentaron mejores puntajes de estilos de vida que los que viven en zona urbana (t=2.007; gl 70.91 p < 0.04). Los y las adolescentes de edades entre 10 a 14 años presentaron mejores puntajes promedios en las dimensiones de actividad física, alimentación, sexualidad y consumo de alcohol y drogas, así también, en el puntaje global de estilo de vida. Sin embargo, las diferencias no fueron estadísticamente significativas. Además, los puntajes promedio de estilo de vida se evidenciaron más altos en los y las adolescentes de colegios subvencionados.
La tabla 3, muestra la relevancia de las asociaciones de las dimensiones de comportamientos de estilos de vida con las percepciones relacionadas con sus contextos de desarrollo. Los resultados muestran la asociación estadística positiva y significativa con Spearman > 0.3 de las conductas de alimentación, actividad física, con las percepciones de bienestar mental. Esta última, a su vez, se correlacionó significativamente con la percepción que tiene el/la adolescente de sus relaciones afectivas con familia y amigos/as. Las dimensiones satisfacción escolar también resultaron asociadas con Spearman significativamente con las relaciones afectivas y el bienestar mental.
Dimensiones Estilo de vida | Alimentación | Sexualidad | Consumo alcohol y drogas | Relaciones afectivas | Acciones seguridad | Bienestar mental | Satisfacción escolar |
Actividad Física | ,450** | 0,071 | 0,051 | ,236** | ,167** | ,437** | ,175** |
Alimentación | ,187** | 0,074 | ,287** | ,202** | ,465** | ,251** | |
Sexualidad | -0,028 | ,344** | ,094* | ,214** | ,213** | ||
Consumo alcohol y drogas | ,099* | ,238** | ,107* | ,156** | |||
Relaciones afectivas | ,172** | ,526** | ,378** | ||||
Acciones seguridad | ,220** | ,189** | |||||
Bienestar Mental | ,447** |
*La correlación es significativa en el nivel 0.05 (bilateral). **La correlación es significativa al nivel 0.01 (bilateral). Fuente: Elaboración propia
Discusión
Este estudio indagó los estilos de vida de adolescentes en comportamientos como actividad física, alimentación, consumo de alcohol y drogas entre otros y junto con ello, las percepciones del bienestar mental y de sus relaciones que éstos tienen con los contextos de desarrollo más cercanos como la familia, ambiente escolar y amigos. La mitad de la muestra estudiada manifestaron estilos de vida que requiere modificaciones y/o intervenciones. Aunque estos resultados son sólo una aproximación general, constituye una gran vulnerabilidad para un grupo importante de adolescentes que contestaron la encuesta. Estudios similares realizados en Brasil 13 en establecimientos públicos se observó que sólo el 10.6% presentó puntajes altos. Otro estudio colombiano 14, mostró un porcentaje de 22.5% de mejores comportamientos en estilos de vida. Los resultados de este estudio confirman diferencias de estilos de vida de acuerdo con las características sociodemográficas como tipo de establecimiento educacional, ruralidad, edad y sexo. Estos hallazgos son coincidentes con varios estudios que los consideran factores predictores 3, es decir los contextos donde se desarrollan los/las adolescentes, son los que influencian favorable o negativamente los comportamientos de ellos (3.
Los y las adolescentes de mayor edad presentaron comportamientos menos saludables en varias dimensiones 2-3. Estos resultados son concordantes con los informes nacionales chilenos 15, que revelan que los/las adolescentes año a año van empeorando su rendimiento físico en las diferentes pruebas de resistencia y fuerza muscular. Lo mismo ocurre con el consumo de alcohol y drogas, que aumenta en la adolescencia media en menos de una cuarta parte y es máxima al llegar a la adolescencia tardía en casi la mitad de la población. Estudios internacionales, señalan igualmente que el consumo de alcohol aumenta con la edad 16,17.
En cuanto al análisis por sexo, se observó en este estudio una diferencia de media significativa de los estilos de vida entre las y los adolescentes. Varios estudios muestran mejores estilos de vida de actividad física en los adolescentes en comparación con las mujeres 14,18, y a nivel nacional chileno las pruebas estandarizadas de educación física 23, describen en este mismo sentido que los hombres practican más tiempo y en mayor intensidad la actividad física que las mujeres. Asimismo, indicadores latinoamericanos de factores de riesgos en adolescentes 17, reflejan igualmente que los hombres adolescentes realizan significativamente mayor actividad física que las mujeres. Estas diferencias por sexo pueden ser explicadas por las diferencias ecológicas que rodean a las y los adolescentes que tienen relación con las características ambientales y comportamientos familiares de sus progenitores 19-20.
Los adolescentes hombres, también obtuvieron mejores resultados en la dimensión de alimentación, esto es coincidente con estudios internacionales 17,21 e informes nacionales, aunque no son óptimos, se describe, que los hombres comen un 28.6% las frutas y verduras recomendadas y las mujeres alcanzan un 23.7% 16.
La percepción de los contextos en los cuales se desarrollan los/las adolescentes que se evaluaron por medio de la escala estilo de vida, se relacionaron estadística y positivamente con comportamientos de alimentación y actividad física; se confirma, con ello, que los estilos de vida que adoptan los y las adolescentes podrían estar influenciados por sus relaciones contextuales favorables o desfavorables de vida. Estudios evidencian 22,23 que los recursos de apoyo externos e internos como amigos y bienestar personal respectivamente se asocian positivamente con prácticas de crianza parental efectivas. Al respecto estudios 22,23,24 concluyen que el vínculo cercano proporcionado por la familia, además de generar un mejor manejo del estrés, potencia comportamientos saludables de práctica de actividad física, bienestar mental, la autoestima y la satisfacción con la vida (25, 26), actuando además como protectoras frente al consumo de alcohol y drogas 27. Lo anteriormente descrito, sugiere que el bienestar mental del/la adolescente, depende de las relaciones con la familia y en especial con sus padres o madres. Esto ocurre, aunque exista un normal distanciamiento parental propio del desarrollo psicosocial del/la adolescente 27.
La escala utilizada para medir estilos de vida en adolescentes resultó sencilla, rápida de usar y permitió realizar diagnóstico local de los comportamientos en salud y percepciones que inciden en estos. Finalmente, se considera que las limitaciones del estudio corresponden al tipo de muestra no probabilística y por conveniencia, que expone el estudio a la no representatividad de la población adolescente y a la restricción de generalización de los resultados. El tipo de instrumento utilizado puede conllevar sesgos relacionados con la deseabilidad social.
Conclusiones
A partir de la muestra estudiada se concluye que un bajo porcentaje de adolescentes presentó estilos de vida saludables. Las percepciones de sus contextos de desarrollo más próximos como la familia, los establecimientos educaciones y el barrio donde se desenvuelven, se relacionaron con los estilos de vida especialmente en alimentación y actividad física. La evidencia de este tipo de estudio no puede establecer inferencias causales, pero sí relaciones estadísticas de gran importancia para la investigación en salud pública. Lo anterior, permite sustentar futuros estudios de intervención, donde el profesional de enfermería tiene un rol preponderante para llevar a cabo programas de promoción y prevención en adolescentes que contribuyan a mejorar sus estilos de vida.