INTRODUCCIÓN
Cavia porcellus es un mamífero roedor, herbívoro de hábitos crepusculares originario de la zona andina conformada por Bolivia, Ecuador, Colombia y Perú donde forma parte de la gastronomía local (Sánchez et al., 2012). En México adopta el nombre común de Cuye o Cuyo, se reproduce para comercializarlo como animal de compañía debido a que se adapta fácilmente a espacios reducidos pero sus requerimientos alimenticios son complejos (Guevara et al., 2014). Los cuyes tienen estómago glandular degradador de carbohidratos simples por acción enzimática, pero es fermentador post gástrico debido al su ciego degradador de carbohidratos complejos a través de la fermentación bacteriana (Meza et al., 2014). Por lo tanto, su dieta debe contener cantidad adecuada de fibra, además de vitamina C que su organismo no puede sintetizar debido a la falta de L- gulonolactona oxidasa (Quintana et al, 2013).
Los cuyes generalmente son alimentados con vegetales frescos como es la col, el chile pimiento, la lechuga o las zanahorias; en ocasiones se alimentan con henos, pastos, alfalfa fresca o deshidratada (Reséndiz y Hernández, 2008). En ocasiones, lo alimentan con dietas elaboradas para conejos, cerdos o con dietas mixtas (Reyes et al., 2018). Pero su alimentación deficiente puede causarles problemas hepáticos, nefríticos o padecimientos asociados a deficiencias nutricionales crónicas. Por ello, los alimentos balanceados para su especie cumplen con los requerimientos nutricionales específicos capaces de mejorar su vida y la condición general de su especie (León et al., 2016).
El organismo al recibir los nutrientes adecuados puede realizar los procesos metabólicos de mantenimiento eficientes, pero si tiene carencias nutricionales se pueden manifestar en diferentes formas. En cuyes las deficiencias nutricionales pueden identificarse en su pelo midiendo la etapa de crecimiento activo conocida como anagén debido a la independencia del ciclo del folículo activo y su tiempo de duración (Jackson y Ebling, 1971). Su organismo disminuye la producción de colágeno si la ingesta de ácido ascórbico baja durante dos o tres semanas debido a que sintetiza la coenzima para el precursor colágeno sub hidroxilado (Harwood et al., 1973; Grosso et al., 2013). Al recibir una dieta deficiente en vitaminas causada por ingredientes en la dieta su pelo puede modificar su crecimiento activo indicando su estado de salud.
Al balancear el alimento se mezcla proteína, energía, minerales y vitaminas de forma equilibrada (Marsanasco et al., 2011). Pero la variedad de alimentos balanceados para cuyes en México es limitada tanto en presentaciones como posiblemente en sus requerimientos nutricionales. Desarrollar un alimento de mantenimiento es adecuado para la especie, si es pelletizado se desperdicia menos, es de alta densidad, no permite la selectividad de los ingredientes por los gustos de los animales (Reséndiz y Hernández, 2008; Tarrillo et al., 2020).
Adicionar melaza como ingrediente energético en alimentos comerciales para cuyes es común debido a su bajo costo, además, es un energético que aporta un olor dulce característico para mejorar su palatabilidad. Sin embargo, sus características pueden tener interacción con la Vitamina C adicionada, se dificulta su mezclado y la distribución de micro ingredientes en el producto final (Bonilla y Usca, 2015). Una alternativa como fuente energética puede ser el aceite de soya crudo que además de aportar energía a la dieta, contiene ácido linoleico y facilita la elaboración del alimento, pero a mayores costos comparados con la melaza. Por lo tanto, el objetivo de la investigación fue conocer el efecto de la melaza o el aceite de soya como fuentes energéticas combinadas con dos niveles de vitamina C 100 mg/Kg y 300 mg/Kg de alimento en dietas para mantenimiento de Cavia porcellus.
MATERIAL Y MÉTODOS
Ubicación del experimento
La investigación se realizó en la posta zootécnica de la Universidad de Guanajuato, Campus Irapuato - Salamanca, ubicada a 1,730 msnm, en clima templado con temperatura promedio de 32 °C y precipitación pluvial anual de 692 mm. Los animales se cuidaron siguiendo las recomendaciones de la NOM-062-ZOO-1999 y el experimento se autorizó por el Comité de Investigación Agrícola-Ganadero del Laboratorio AG S.A. de C.V. (OFAG01-2019).
Animales e instalaciones
Se utilizaron 24 hembras alojados en cubículos individuales de 34 x 54 cm con bebederos automáticos de niple, comederos sujetos a la base para 60 g de alimento, camas de aserrín de 5 cm de grosor y un tubo PVC de 12 cm de ancho por 30 cm de largo para evitar su estrés. Los cuyes se distribuyeron aleatoriamente en cuatro tratamientos, cada animal se identificó, se pesó y se determinó su consumo de alimento semanalmente por cuatro ocasiones. Todos los días se monitoreo el estado de salud de los animales buscando signos referentes a deficiencia de vitamina C. Las condiciones térmicas del local se controlaron a 25 ± 2º C con calentadores eléctricos (Dayton®).
Elaboración de la dieta y pellet
La dieta se elaboró a base de maíz y pasta de soya, la energía se fijó a 3.00 Mcal con melaza o aceite de soya crudo y vitamina C a 100 y 300 mg/Kg de alimento sugerido por la NRC de1995 (Tabla 1). Para fabricar el pellet uso una máquina peletizadora con barreno de 8.4 mm de entrada y 8.0 mm de salida, disco de 120 mm de longitud y 24 mm de grosor. El dado de la máquina era de compresión mecánica con ranura de 3.5 mm de ancho y 3.0 mm de profundidad, motor eléctrico de 3 Hp a 127 volts y trasmisión de 100 kg por hora (Modelo: PLM0021, NS: PLED22062016).
Ingredientes | T1 | T2 | T3 | T4 |
---|---|---|---|---|
Maíz | 51.55 | 51.55 | 51.55 | 51.55 |
Alfalfa | 5.00 | 5.00 | 5.00 | 5.00 |
Pasta de soya | 21.01 | 21.01 | 21.01 | 21.01 |
Melaza | 0.00 | 3.00 | 0.00 | 3.00 |
Aceite de soya | 2.25 | 0.00 | 2.25 | 0.00 |
Pulido de arroz | 13.90 | 13.90 | 13.90 | 13.90 |
CaCO3 | 2.00 | 2.00 | 2.00 | 2.00 |
Ortofosfato | 2.59 | 2.59 | 2.57 | 2.57 |
Sal | 0.30 | 0.30 | 0.30 | 0.30 |
Premezcla vitamínica1 | 0.10 | 0.10 | 0.10 | 0.10 |
Premezcla mineral2 | 0.10 | 0.10 | 0.10 | 0.10 |
Vitamina C | 0.10 | 0.10 | 0.30 | 0.30 |
L-lisina HCL | 0.06 | 0.06 | 0.06 | 0.06 |
DL-Metionina | 0.36 | 0.36 | 0.36 | 0.36 |
Material inerte | 0.67 | 0.00 | 0.33 | 0.00 |
Ácido ascórbico | 0.01 | 0.01 | 0.03 | 0.03 |
Análisis calculado | ||||
Energía digestible (Mcal Kg-1) | 3.00 | 3.00 | 3.00 | 3.00 |
Proteína cruda | 17.12 | 17.12 | 17.12 | 17.12 |
Calcio | 1.28 | 1.28 | 1.28 | 1.28 |
Fósforo disponible | 0.62 | 0.62 | 0.62 | 0.62 |
Fibra | 3.00 | 3.00 | 3.00 | 3.00 |
1Cantidad en mg por kg de alimento: vitamina A, 10,000 IU; vitamina D3, 2,500 IU; vitamina K3, 2 mg; tiamina, 2 mg; riboflavina, 7 mg; ácido pantoténico, 10 mg; piridoxina, 4 mg; ácido fólico, 1 mg; Vitamina B12, 0.015 mg; y biotina 0.010 mg (Vipresa), Tepatitlán de Morelos, México.
2Cantidad en mg por kg de alimento: Se, 0.20; I, 0.30; Cu, 7; Fe, 65; Zn, 75; Mn, 65; y Co, 0.4 (Vipresa), Tepatitlán de Morelos, México.
T1= Aceite de soya con 100 mg/kg de Vitamina C por kg de alimento.
T2= Melaza con 100 mg/kg de Vitamina C por kg de alimento.
T3= Aceite de soya con 300 mg/kg de Vitamina C por kg de alimento.
T4= Melaza con 300 mg/kg de Vitamina C por kg de alimento.
Permanencia capilar
Para conocer los cambios en el estado de salud de los cuyes se tomó una muestra de 100 pelos al iniciar y terminar el experimento. La sexta y octava vértebra dorsal se utilizaron como zonas se muestreo, un popote y una pinza hemostática se utilizaron para ejercer presión en la base del pelo y extraerlo integro. Las muestras se colocaron sobre un portaobjetos, se hidrataron, sobre ellos se colocó un cubreobjetos para conocer su estado de crecimiento en anagén (Figura 1).
Análisis estadístico
Los datos de ganancia de peso y consumo de alimento se analizaron usando un diseño experimental completamente al azar con arreglo factorial 2 x 2; donde el factor A fue melaza o aceite de soya y el factor B = 100 o 300 mg de ácido ascórbico por kg de alimento. La permanencia capilar se evaluó en anagén comparada con la Prueba de Wilcoxon para muestras pareadas usando el procedimiento PROC UNIVARIATE. Los datos se corrieron con el programa estadístico SAS (SAS, 2010), el modelo utilizado fue:
Yijk= µ + Ai + Bj + ABij + eijk
Donde:
Yijk = Ganancia de peso, consumo de alimento.
µ = Media general
Ai = Melaza o Aceite de soya
Bj = Nivel de ácido ascórbico
ABij = Interacción entre melaza, aceite de soya y nivel de ácido ascórbico.
eijk = Error experimental.
RESULTADOS
No hubo efecto de la fuente concentrada de energía y nivel de vitamina C sobre el peso corporal de los animales durante las cuatro semanas (Tabla 2). La adición de melaza con 100 mg de vitamina C aumentó (P≤0.05) el consumo de alimento la primera semana (Tabla 3), pero en la tercera semana aumentó el consumo de alimento con aceite de soya y 100 mg de vitamina C (P≤0.05). En la primera y segunda semana los cuyes consumieron menos alimento (P≤0.05), durante el experimento no hubo mortalidad y la permanencia capilar en su estado de anagén no presentó diferencias al finalizar los tratamientos (datos no mostrados).
Vitamina C (mg/kg) | Semana | ||||
---|---|---|---|---|---|
Fuente de energía | 1 | 2 | 3 | 4 | |
Aceite de soya | 100 | 703±152 | 714±13 | 737±16 | 768±155 |
300 | 603±142 | 622±19 | 648±118 | 665±102 | |
Melaza | 100 | 591±130 | 621±123 | 649±124 | 697±90 |
300 | 589±143 | 611±134 | 632±135 | ||
Pr > F | |||||
A | 0.2941 | 0.3558 | 0.3572 | 0.4856 | |
B | 0.3908 | 0.3664 | 0.3496 | 0.2168 | |
A*B | 0.4093 | 0.4661 | 0.5224 | cv |
Fuente de energía | Vitamina | Semana | |||
---|---|---|---|---|---|
(mg/kg) | 1 | 2 | 3 | 4 | |
Aceite de soya | 100 | 25 ±2.4by | 30±5.4y | 34±7.0w | 32±3.2wx |
300 | 23±3.2b | 29±8.2 | 33±6.5 | 32±4.7 | |
Melaza | 100 | 29±4.2a | 30±8.2 | 33±6.4 | 32±2.0 |
300 | 20±34b | 27.7±4.7 | 28±9.5 | 28±6.5 | |
Pr > F | |||||
A | 0.6848 | 0.7999 | 0.3348 | 0.6812 | |
B | 0.0020 | 0.5107 | 0.3731 | 0.1217 | |
A*B | 0.1018 | 0.6994 | 0.6756 | 0.8999 |
a-b Diferentes letras en las columnas indican diferencia estadística (P≤0.05).
w, x, y Diferentes letras en las filas Indican diferencia estadística (P≤0.05).
DISCUSIÓN
El peso corporal de los cuyes se encuentra relacionado con su raza, sexo, finalidad zootécnica y tipo de alimentación recibida. La NRC (1995) y Morales et al. (2011) evaluaron dos niveles de energía: 2.8 y 3.0 Mcal por kg de alimento en dietas isoproteicas obteniendo mayor peso en animales al ingerir más energía. Los cuyes al no recibir una dieta adecuada para su estado fisiológico tienen menor peso, por lo tanto, al ingerir un alimento adecuado para su masa corporal aumentará como sucedió en el estudio debido al efecto de su alimentación anterior. Por lo tanto, los cuyes no aumentaron peso sólo se adaptaron a una alimentación equilibrada, su aumento de peso por día fue de 2.5 g, ganancia adecuada para una dieta de mantenimiento comparada con animales para engorda que ganan 30 g de peso por día con alimentos adecuados.
Airahuacho y Vergara (2017) reportan que los cuyes usados como mascotas deben ingerir menos de 2.9 Mcal de ED para limitar su aumento de peso. Camino y Hidalgo (2014) evaluaron cuyes en engorda con distintos genotipos mostrando su eficiencia aumentando 15 g al día. En el presente estudio la dieta se balanceo para cumplir sólo el mantenimiento de los animales, por ello sólo hubo aumentos de peso mínimos, lo que se perfila como un alimento adecuado para mantenimiento en cuyes tipos B; animales con escaso desarrollo muscular, cabeza triangular, alargada, poca profundidad corporal, orejas con diferencia de tamaño y animales nerviosos (Chauca, 1997).
El consumo de alimento es una medida base para evaluar una dieta y tiene como evidencias las preferencias de los animales. Guevara et al. (2013) usaron aceite de pescado y sus cuyes comieron de 41.85 a 43.71 g de alimento por día. En esta investigación el consumo de alimento diario fue de 28.37 y 29.75 g con la melaza y aceite de soya, datos que superan a los reportados por Quintana et al. (2013) y similares a los de Guevara et al. (2013) quienes investigaron que usando plantas arbustivas en la dieta obtuvieron consumos de 24.22 a 29.50 g/día. Los cuyes pueden consumir hasta 56.96 g de alimento al día según lo reportado por Morales et al. (2011), pero deben usarse ingredientes adecuados para los cuyes durante la elaboración de la dieta.
La diferencia en el consumo de alimento puede variar debido a la fuente concentrada de energía usada en el experimento, su efecto extra calórico producido por el aceite de soya o la melaza pueden disminuir el consumo de alimento, incrementar el tiempo de la ingesta en el tracto digestivo mejorando su digestión. Una desventaja del aceite de soya para elaborar alimento de cuyes es su precio comparado con la melaza. Usar melaza al 3 o 4% en alimentos para cuyes es común, es un aporte calórico adecuado y dosis mayores pueden ocasionar el rechazo del alimento. Además, es posible que el aroma de la melaza les pueda gustar a los cuyes.
Los cuyes necesitan vitamina C para cubrir sus necesidades de mantenimiento y mantener equilibrada su salud. León et al. (2016) evaluaron 450, 550 y 660 mg/kg de alimento y concluyen que 450 mg/Kg cubren los requerimientos en cuyes. Esa cantidad es una dosis alta comparada con la usada en el presente estudio de 100 y 300 mg/kg de alimento sin presentar signos negativos en los animales. Es posible que las dosis de vitamina C no sean las adecuadas y los animales tengan menores requerimientos. Silva y León (2015) compararon de 500 a 1100 mg de vitamina C en Kg de alimento balanceado dosis diez veces mayor a la usada y encontraron mayor consumo de alimento y ganancia de peso a los 900 mg por Kg de alimento. En el presente experimento se presentó un efecto similar al incrementar de 100 a 300 mg de vitamina C, pero solo la primera semana.
Existen diferentes aproximaciones sobre los niveles de vitamina C que debe contener el alimento para cuyes. La NRC (1995) sugiere 200 mg/Kg de alimento en dietas balanceadas, dosis aproximadas a las usadas en este estudio. Las dosis usada de vitamina C en este experimento posiblemente no causaron lesiones aparentes o deficiencias en los cuatro tratamientos debido al tiempo de exposición de los cuyes y manejo adecuado de los animales. Mattos et al. (2003) mencionan que los niveles de vitamina C deben aumentar de acuerdo con el estrés que tienen el individuo, principalmente cuando hay cambios súbitos de temperatura o manejo intenso. Guevara et al. (2014) usaron 50 y 100 mg/Kg de alimento sin tener efecto sobre el peso de los animales, resultados similares a los reportados en el presente experimento a dosis de 100 y 200 mg/Kg. Sin embargo, León et al. (2016) evaluaron 0, 450, 550 y 660 mg/kg de vitamina C con mayor consumo de alimento y peso a la dosis de 450 mg/kg. La NRC (1995) sugiere 200 mg por kg pero han incrementado la dosis a 800 mg reportando aumento de peso a los 200 y 350 mg. Los resultados obtenidos en las investigaciones varían debido a los ingredientes usados para elaborar los alimentos que pueden afectar el consumo de los cuyes y sus rendimientos.
El pelo en los cuyes tiene importancia estética debido a que indica su estado de nutrición y salud general. Vivas y Carballo (2013) recomiendan vitamina C administrada a través del alimento todos los días con dosis de acuerdo con su etapa productiva para evitar la caída de su pelo. En el presente estudio no se observaron deficiencias nutricionales en permanencia capilar en sus diferentes estados de crecimiento al final del experimento. Esto puede ser explicado por una correcta nutrición y mantención del organismo que alimenta el ciclo del colágeno para mantener el folículo piloso adecuado que proyecta una expresión fenotípica y genotípica capilar adecuada a la especie estudiada en anagén (Grosso et al., 2013).
CONCLUSIÓN
La adición de aceite de soya o melaza como fuente concentrada de energía combinada con 100 o 300 mg de vitamina C por kg de alimento en pellet no afecta el peso corporal, consumo de alimento o permanencia capilar en cuyes. Sin embargo, es necesario continuar investigando la cantidad y clase de energía usada en alimentos especializados para la especie con distintas dosis de vitamina C.