Introducción*
Este trabajo es una entrega más de la labor de recuperación y edición llevada a cabo en el proyecto “Antología de Textos Fonéticos Hispano-Americanos” (en adelante, ATeFonHA). En publicaciones anteriores se han presentado los objetivos y metodología generales del trabajo, la selección de materiales de una decena de países y un estudio particular de los textos de Puerto Rico y República Dominicana (cf. Fernández de Castro 2007, 2010 y 2011, respectivamente). Ocuparse ahora de Cuba es continuación natural del último título, y cierra la presentación de los textos antillanos.
El español en Cuba: algunos logros recientes
El interés de Cuba, sin embargo, va mucho más allá de completar una región. Nuestro conocimiento del español cubano se ha incrementado de forma notable en las últimas décadas, y la finalización en la isla de algunos grandes proyectos de investigación ha permitido que se beneficien de los avances tecnológicos que no estaban al alcance de otras regiones americanas cuando afrontaron esas mismas empresas. Es el caso del Atlas lingüístico de Cuba (García Riverón et al. 2013), probablemente el más completo que existe hasta ahora en todo el mundo hispánico, gracias a la riqueza de la información sociolingüística con que acompaña la variación diatópica. Poco antes se habían publicado las Muestras del habla culta de La Habana (González Mafud et al. 2010), a la par que el estudio Léxico del habla culta de La Habana (Domínguez Hernández 2010). Y muy recientemente hemos podido acceder a una obra de referencia fundamental, que esperaba tras haberse completado a finales del siglo pasado, el Diccionario ejemplificado del español de Cuba (Tristá y Cárdenas 2016).
Obras como éstas, de gran aliento científico e institucional, conforman una base descriptiva sólida y sistemática del español cubano. Este trabajo aspira a ser un muy pequeño complemento de tales logros, con la recuperación de materiales descriptivos que se hallan a veces perdidos o semiolvidados, pero que pueden quizá servir de ilustración textual al moderno conocimiento de las hablas de la isla.
Mapa y tabla resumen
Presentaré en estas páginas nueve trabajos de diez autores, que contienen un total de 157 textos fonéticos, transcritos a 50 informantes de 18 lugares, y que suman unas 35 mil palabras. El mapa y la tabla siguientes los muestran de forma sinóptica. En el primero figuran sólo referencias numéricas, a lugares o áreas, especificadas en la tabla. Si un autor ha compilado muestras de varias procedencias (caso de Isbăşescu, por ejemplo), aquí se separan y se vinculan a sus respectivos emplazamientos. Cada fila muestra la clave y el lugar, la referencia del trabajo y el bloque particular de textos (autor, año y páginas), el número de informantes, el de textos, el cómputo de palabras (exacto en textos pequeños, estimado las más veces por extrapolación) y el tipo y nivel de detalle de cada transcripción.
Respecto a los tipos de transcripción, en las presentaciones de cada estudio se hablará más de ellas. Baste anticipar ahora que las propiamente fonéticas se distinguen por emplear, bien el Alfabeto de la Revista de Filología Española (ARFE) o el Alfabeto Fonético Internacional (AFI), con diferentes niveles de detalle (ancho, semiestrecho, estrecho). Pero hay más. Como ya se ha explicado en anteriores presentaciones de este proyecto, muchos lingüistas han aportado textos que, pese a no ser transcripciones stricto sensu, vale la pena incluir en esta antología
1. En el caso de Cuba, Ortiz (1998) no usa un alfabeto fonético, y no cumple el principio básico de la biunivocidad grafema ↔ sonido (o al menos grafema ↔ fonema), pero, como se verá, consigue con su transcripción ortográfica reflejar un amplio abanico de fenómenos fonéticos de interés, por lo que sus textos se presentarán aquí con la etiqueta “ortografía fonetizada” (OF).
Núm. |
Lugar |
Referencia |
Sujetos |
Textos |
Palabras |
Formato |
— |
No especificado |
Bartoš 1965, p. 146 |
1 |
2 |
278 |
ARFE estrecho |
1 |
Pinar del Río |
Ruiz Hernández 1974, p. 9 |
1 |
1 |
165* |
AFI semiestrecho mecanografiado |
2 |
La Habana |
Isbăşescu 1968, pp. 67-98 |
3 |
26 |
8500* |
ARFE semiestrecho |
2 |
La Habana |
Lamb 1968, pp. 128-156 |
1 |
10 |
391 |
Mixto OF - ARFE, estrecho, mecanografiado |
2 |
La Habana |
Ruiz Hernández 1974, p. 16 |
1 |
1 |
110* |
AFI semiestrecho mecanografiado |
2 |
La Habana |
Bentivoglio y Sedano 1999, p. 155 |
1 |
1 |
169 |
AFI estrecho |
2 |
Boyeros (La Habana) |
Ortiz 1998, pp. 131, 138, 201-203 |
3 |
3 |
880* |
OF ancho |
2 |
Centro (La Habana) |
Ortiz 1998, pp. 125-143 |
1 |
15 |
1500* |
OF ancho |
2 |
Guanabacoa (La Habana) |
Ortiz 1998, pp. 124-138 |
3 |
7 |
220* |
OF ancho |
2 |
Marianao (La Habana) |
Ortiz 1998, pp. 125-39, 154 |
2 |
15 |
500* |
OF ancho |
3 |
Güira de Melena** |
Ortiz 1998, pp. 121-38, 192-199 |
6 |
20 |
5160* |
OF ancho |
4 |
Matanzas |
Ruiz Hernández 1974, p. 24 |
1 |
1 |
132* |
AFI semiestrecho mecanografiado |
4 |
Matanzas |
Piñeros 2006 |
1 |
1 |
119 |
AFI estrecho |
5 |
Cárdenas (Matanzas) |
Isbăşescu 1968, pp. 99-116 |
1 |
8 |
5400* |
ARFE semiestrecho |
5 |
Cárdenas (Matanzas) |
Ortiz 1998, pp. 126-127 |
1 |
1 |
280* |
OF ancho |
6 |
San Miguel de los Baños (Matanzas) |
Ortiz 1998, p. 153 |
1 |
1 |
40* |
OF ancho |
7 |
Sancti Spíritus |
García González 1978, pp. 136-139 |
1 |
1 |
560* |
AFI ancho |
8 |
Piedrecitas (Camagüey) |
Isbăşescu 1968, pp. 117-124 |
1 |
10 |
1600* |
ARFE semiestrecho |
9 |
Contramaestre (Santiago de Cuba) |
Ortiz 1998, pp. 124, 132 |
1 |
2 |
250* |
OF ancho |
10 |
Santiago de Cuba |
Isbăşescu 1968, pp. 125-133 |
1 |
13 |
2600* |
ARFE semiestrecho |
10 |
Santiago de Cuba |
Ruiz Hernández 1977, pp. 24-50 |
11 |
9 |
4300* |
AFI estrecho |
10 |
El Cobre (Santiago de Cuba) |
Ortiz 1998, pp. 199-201 |
1 |
1 |
580* |
OF ancho |
10 |
La Maya (Santiago de Cuba) |
Ortiz 1998, pp. 126-133 |
3 |
4 |
300* |
OF ancho |
10 |
Palenque (Santiago de Cuba) |
Ortiz 1998, p. 131 |
1 |
1 |
14* |
OF ancho |
11 |
Guantánamo |
Ruiz Hernández 1974, p. 38 |
1 |
1 |
165* |
AFI semiestrecho mecanografiado |
11 |
El Salvador (Guantánamo) |
Ortiz 1998, pp. 127, 133 |
1 |
2 |
165* |
OF ancho |
Totales |
18 lugares especificados*** y 10 autores |
50 |
157 |
34600* |
* Cantidad estimada.
** En Ortiz (1998), Güira de Malena estaba en la provincia de La Habana, pero hoy forma parte de Artemisa.
*** No se han contado por separado el área genérica de La Habana y las subdivisiones por barrios de Ortiz (1998).
Estructura de este trabajo
Los bloques dedicados a cada estudio tendrán una estructura repetida, formada por cuatro elementos: presentación, facsímil, transcripción ortográfica y transcripción fonética adaptada. Cada una de ellas desempeña un papel específico. La extensión media de los textos escogidos como muestra es de unas 150 palabras.
La presentación sitúa las coordenadas metodológicas de las que surgió cada trabajo y la escuela o influencias teóricas perceptibles en la obra de su autor. Se describirá su sistema de transcripción y se dará el perfil del informante de la muestra escogida, cuando esté disponible. El facsímil se ha obtenido, cuando ha sido posible, de ediciones originales, procurando buscar siempre la más antigua y mejor conservada, y realizando una digitalización en calidad profesional. Algún caso procede aún de una copia, pero la tendencia es conseguir el mayor grado posible de fidelidad al origen.
La transcripción ortográfica presenta el texto en ortografía normativa del español. Si bien es frecuente que los propios autores ofrezcan esta versión de los textos que transcriben, hay excepciones. Cuando no lo hacen, se ha realizado aquí una reconstrucción basada en la versión fonética. Si hay discordancias entre lo transcrito fonéticamente y su equivalente ortográfico, se recompone la transcripción ortográfica para hacerla coherente y evitar desajustes de interpretación, de lo cual siempre se deja constancia.
El apartado final, el titulado transcripción fonética adaptada, es el más comprometido de esta antología. Hacer una versión modificada de una transcripción fonética es tarea difícil de afrontar. Quien la adapta no ha escuchado la emisión originaria -aunque en algún caso moderno empieza a ser posible, gracias al empleo de tecnología multimedia en la presentación de los materiales. ¿Qué puede legitimar, pues, que se atreva a retocarla? Únicamente la certeza de que las ventajas superen a los inconvenientes. En estas versiones se ha buscado presentar una adaptación formalmente homogeneizada de todos los originales. Quien recorra los facsímiles encontrará notaciones en AFI y en ARFE más o menos ortodoxos; los hallará en nivel ancho, semiestrecho o estrecho; en algún caso, incluso, verá símbolos fonéticos construidos artesanalmente, con una antigua máquina de escribir y trazos manuales añadidos.
Para poder aprovechar como corpus unificado aportaciones tan dispares, se han convertido todas (salvo la ortográfico-fonética de Ortiz 1988), en el último apartado de cada sección, en transcripciones semiestrechas en AFI2. Esto quiere decir que se renuncia a detallar las variantes tímbricas de las vocales, salvo las que entren en diptongo; y que, de las variaciones consonánticas inducidas por el contexto fónico, se han reflejado sólo las más generales, aparte de los rasgos privativos y característicos de las hablas cubanas. El resultado es un formato homogéneo, apto para un análisis que abarque el nivel fonético. En general, los textos resultan de simplificar transcripciones inicialmente más complejas. Todos presentan una disposición parecida, independiente de la original, y se han vertido en una misma tipografía, la fuente de libre acceso Doulos SIL IPA, versión 4.106, de SIL International.
Por estas razones, y con plena conciencia del coeficiente de distorsión que implican, se han introducido aquí estas versiones adaptadas, siempre junto al facsímil como referente de verificación. Se trataría pues de articular el acceso al texto en varios niveles: el mapa y la tabla preliminares son una guía para llegar a todos los materiales disponibles, desglosados por localizaciones; con el texto ortográfico entramos directamente al léxico y la gramática; con el fonético adaptado accedemos al plano de la expresión de una forma normalizada; finalmente, el investigador podría constituir, con los facsímiles y los datos de las presentaciones, su propio corpus textual del español cubano.
El lingüista checo Lubomir Bartoš trató el destino de la lengua española en América de forma recurrente, y, con el tiempo, derivó en una postura extrema, basada en su convencimiento de lo inevitable de su fragmentación y de la creación de nuevas identidades idiomáticas futuras. Abundan en los títulos de sus trabajos términos como convergencia/ divergencia, homogeneidad/ heterogeneidad, bilingüismo y fragmentación…, ecos sin duda de los debates suscitados en el mundo académico tras el Congreso de Instituciones Hispánicas de Madrid, en 1963 (OFINES 1964), que el autor evoca con frecuencia.
Bartoš defendió sus tesis durante años en el ámbito teórico, con la recuperación de las teorías sustratísticas, y con la refutación, casi escolástica, de cualquier defensa de la unidad del español en el mundo (véase el análisis de Lope Blanch 1970). Pero a veces también intentó probar sus ideas con análisis más filológicos, más cercanos a los textos y a los hechos lingüísticos particulares, sobre todo en los planos léxico y fonético.
Así ocurre en este trabajo temprano, en el que comparó dos modos de pronunciación a partir de sendos textos, uno según la “norma académica” -peninsular- y otro grabado “…en la cinta magnetofónica sirviéndonos para este fin, como locutores, varias personas de nacionalidad cubana” -y de norma urbana culta, según él también señala, aunque sin dar más datos- (p. 145). La transcripción está hecha con ARFE estrecho, y va acompañada de un análisis de los fenómenos de variación fonética observables en ella, así como de reflexiones sobre su carácter identitario y la ausencia de estigmatización con que se registran en la isla. Sin embargo, el inventario deja claro que hay un problema esencial de enfoque: el autor enumera una serie de fenómenos que son más bien generales en todo el español sudoccidental, desde Sevilla hasta Chile: seseo, yeísmo, pérdida de /-s/, aspiración de /-X-/, nasalización vocálica y “ciertas modificaciones” (sic) en la pronunciación de algunas agrupaciones consonánticas; de este rasgo, el único quizás privativamente caribeño, ni se da un ejemplo ni se refleja un solo caso en los textos.
Bartoš es acaso el último hispanista europeo que viajó abruptamente desde la norma peninsular, adquirida académicamente en Europa, a la extrema diversidad de las habladas en América; y la distancia debió de parecerle tan grande que prefirió ver ruptura antes que cualquier continuidad. Ello podría explicar que su transcripción, aun siendo precursora, resulte más “panamericana” que “cubana”, en realidad. Escogemos aquí el segundo texto, que ya había utilizado Navarro en su manual (1932, § 254).
Transcripción ortográfica
Pepita Jiménez, carta del 12 de mayo (Juan Valera)
Antes de lo que yo pensaba, querido tío, me decidió mi
padre a que montase en Lucero. Ayer, a las seis de la mañana,
cabalgué en esta hermosa fiera, como le llama mi padre, y me
fui con mi padre al campo. Mi padre iba caballero en una
jaca alazana. Lo hice tan bien, fui tan seguro y apuesto
en aquel soberbio animal, que mi padre no pudo resistir a la
tentación de lucir a su discípulo, y después de reposarnos en un
cortijo que tiene a media legua de aquí, y a eso de las once, me
hizo volver al lugar y entrar por lo más concurrido y céntrico,
metiendo mucha bulla y desempedrando las calles. No hay que
afirmar que pasamos por la de Pepita, quien de algún tiempo
a esta parte se va haciendo algo ventanera y estaba a la
reja, en una ventana baja, detrás de la verde celosía3
Transcripción fonética adaptada
[ ˈantez ðe lo ke ˈʝo penˈsaβa | keˈɾiðo ˈtio || me ðesiˈðjo mi
ˈpaðɾe a ke monˈtase en luˈseɾo ||| aˈʝeɾa la ˈsei̯ ðe la maˈɲana |
kaβalˈɣe eˈnehta eɾˈmosa ˈfjeɾa | komo le ˈʝama mi ˈpaðɾe | i me
ˈfwi kõ mi ˈpaðɾe al ˈkampo || mi ˈpaðɾei̯βa kaβaˈʝeɾo eˈnuna
ˈhaka alaˈsana ||| lo ˈise tam ˈbjẽ | ˈfwi tan seˈɣuɾo ʝaˈpwesto
enaˈkel soˈβeɾβjo aniˈmal | ke mi ˈpaðɾe ˈno ˈpuðo resiˈtiɾ a la
tentaˈsjõ de luˈsiɾa su ðiˈsipulo | i ðehˈpwez ðe repoˈsaɾnosẽˈhuŋ
koɾˈtiho ke ˈtjene ˈmeðja ˈleɣwa ðe aˈki | ˈʝa eso ðe las onse | ˈme
iso βolˈβeɾal luˈɣaɹ ʝenˈtɾaɹ poɾ lo ˈmas koŋkuˈriðoi̯ ˈsentɾiko |
meˈtjendo ˈmut͡ʃa ˈβuʝa | i ðesempeˈðɾando lah ˈkaʝes || no ˈai̯ ke
afiɾˈmaɾ | ke paˈsamoh poɾ la ðe peˈpita | kjen ðe alˈɣun ˈtjempo
ˈa ehta ˈpaɾte || se ˈβa aˈsjendo ˈalɣo βentaˈneɾa | ʝehˈtaβa a la
ˈreha | eˈnuna βenˈtana ˈβaha | deˈtɾaz ðe la ˈβeɾðe seloˈsia ||| ].
La hispanista rumana Cristina Isbăşescu publicó en 1968 una monografía sobre fonética y fonología del español de Cuba, que se fundamentaba en un extenso corpus de grabaciones magnetofónicas. Éstas se obtuvieron tras entrevistar de forma semidirigida y oculta a seis cubanos, dos mujeres y cuatro hombres, que realizaban estancias de estudios en Bucarest, en el año 1964. Tres eran habaneros, y los demás de otras provincias.
El estudio figura en primer lugar, y ocupa una mitad del libro; todos los ejemplos y los rasgos descritos se presentan con una remisión precisa a varios lugares que los ilustran en los textos transcritos fonéticamente, los cuales completan la segunda mitad del volumen. Éstos constituyen una de las muestras fonéticas de mayor calidad y amplitud que se han hecho nunca sobre un dominio hispánico en América. Son 70 textos en total, sobre temas variados, aunque algunos se repiten de un informante a otro; en conjunto, puede estimarse que contienen unas 17 mil palabras.
En las páginas iniciales, donde se expone un exhaustivo repaso de fenómenos relativos al vocalismo y al consonantismo, los autores más citados son Tomás Navarro y Emilio Alarcos. La autora no se contenta con describir: su intención última es comprobar si los fenómenos de variación fonética a que se refiere llegan a modificar alguna de las oposiciones fonológicas del castellano general. Este propósito explica el nivel de detalle con el que se detiene: sus transcripciones son semiestrechas, y registra la variación tímbrica de cierre/ abertura en las vocales [ -e/ -o ] finales, por su pertinencia en el examen del discutido desdoblamiento fonológico caribeño.
Para los textos utiliza una adaptación muy sencilla del ARFE originario, con la sola alteración de que se usa [ ŝ ] para el sonido fricativo prepalatal [ š ]. Respecto al acento, se marca con tildes limitadas a las restricciones de la ortografía regular. En nuestra versión adaptada, se ha optado por recuperar todos los acentos fonéticos, al considerar que la autora los había codificado de forma implícita.
Como muestra se presenta un fragmento del texto 29, obtenido del informante número 4, Armando Orvera Hernández, de quien se nos dice que era mulato, originario de La Habana y nacido en 1942. A estos datos debe añadirse que, al igual que los demás informantes, se hallaba en Rumanía realizando estudios superiores de carácter técnico.
Transcripción ortográfica
Las plantas industriales. Armando Orvera Hernández, La Habana
Sinceramente, sobre el proceso de producción del azúcar no
conozco mucho, pues… tengo la impresión que he ido una o dos
veces nada más a un central azucarero, o séase donde se
procesa la caña, y no tengo una menor de las ideas;
solamente he visto la caña entrar en un compartimento y
después del… algunos procesos químicos y procesos de… ¿cómo
se dice?… de trituración de la caña, la he visto salir en un
jugo. Este jugo se deposita en una vasija donde se
cristaliza, y en todos los procesos se fabrica… se hace el azúcar.
No conozco así bien…
Por año se recogen dos cosechas. Por lo general empieza… en
Cuba se le llama la zafra… empieza por el proceso de tumbar
la… cortar la caña, llevarla a los centrales azucareros, y empieza
en febrero… sí… en febrero o en marzo empieza eso y dura por
lo general siete u ocho meses4.
Transcripción fonética adaptada
[ siⁿ ˈseɾameⁿte | sobɾe el pɾoˈseso ðe pɾoðukˈsjoⁿ ðeˡ aˈsukaɾ ˈno
koˈnoʰko ˈmuʃo pwes | ˈteⁿɡo la iᵐpɾeˈsjoᵑ ke e ˈiðo ˈuna o ˈðoʰ
ˈβeseʰ ˈnaa ˈmas a uⁿ seⁿ ˈtɾaˡ asukaˈɾeɾo | o ˈsease doⁿde se
pɾoˈsesa la ˈkaɲa | i ˈno ˈteⁿɡo u̯ na meˈnoɾ ðe laˢ iˈðea ||
ˈsolameⁿte e ˈβiˢto la ˈkaɲa eⁿ ˈtɾaɾl en uⁿ koᵐpaɾtiˈmeⁿtᵒ i
ðeʰˈpwe ðel | aˈɣunoˢ pɾoˈsesoˢ ˈkimiko i pɾoˈseso ðe | ˈkomo
se ˈðise | de tʳitulaˈsjon de la ˈkaɲa | la e ˈβiˢto saˈliɾ eŋ uⁿ
ˈhuɣo || ˈeˢte ˈhuɣo se depoˈsita eˈnuna baˈsiha doⁿde se
kɾiˢtaˈlisa | ʝeⁿ ˈtoos loˢ pɾoˈseso se faˈβɾika | se ˈase el aˈsukaɾ ||
ˈno koˈnoʰko aˈsi ˈbjeⁿ | ]
[ poˈɾaɲo se ɾeˈkoheⁿ ˈdoʰ koˈseʃa || poˡ lo heneˈɾal eᵐ ˈpjesa | eⁿ
ˈkuwa se le ˈ ᶨama la ˈsafɾa | eᵐ ˈpjesa poɾ el pɾoˈseso ðe tuᵐ ˈbaɾ
la | koɾˈtal la ˈkaɲa | ʝeˈβaˡla a loˢ seⁿ ˈtɾale‿asukaˈɾeɾo | i eᵐ ˈpjesa
eⁿ feˈβɾeɾo | ˈsi | eⁿ feˈbɾeɾo o eᵐ ˈmaɾso eᵐ ˈpjesa ˈesoi̯ ˈðuɾa poˡ
lo heneˈɾal ˈsjete ˈwot͡ʃo ˈmese || ].
El hispanista norteamericano Anthony J. Lamb se doctoró en 1968, en la Universidad de Kansas, con un estudio fonológico del español hablado en La Habana. El trabajo, de 171 páginas mecanografiadas, quedó inédito, pero es conocido y citado.
La base empírica de esta investigación es sólida: el autor había vivido durante cinco años en Cuba, y de vuelta a EE.UU. recogió sus datos entre treinta hablantes cubanos establecidos tras 1959 en el área del Gran Chicago, hombres y mujeres a partes iguales, y con una edad media de 35 años. Respecto a otras variables, Lamb divide a sus sujetos en nivel cultural medio alto, medio bajo y bajo, según sus grados de familiaridad y empleo de la norma culta, y no necesariamente por su situación económica o el nivel educativo. El resultado del estudio, por tanto, puede considerarse representativo del español propio de la clase media habanera, en particular el de Marianao, Vedado y Centro Habana.
Junto a repetidas referencias a Navarro (1932), Alarcos (1965) o Isbăşescu (1965), Lamb evoca la lectura reciente del estudio de Labov (1966) sobre la estratificación social de Nueva York. A menudo señala que variaciones como las de /-s/ final habanera podrían estudiarse como la /-r/ norteamericana, lo cual permitiría superar el fácil excipiente de la “variación libre” y otras etiquetas semejantes. Hay algo, pues, en esta tesis, de puente entre los antiguos paradigmas y el variacionismo, que muy pronto se extendería en el mundo académico norteamericano, primero, y por todo el continente, después.
Lamb grabó en magnetofón las respuestas de los informantes a un cuestionario pictográfico (Sapon 1957), muy usado entonces y que se acomodaba a un estándar de superior alcance, el Cuestionario lingüístico hispanoamericano de Navarro Tomás (1945).
Al final de su tesis recoge la transcripción íntegra de una de esas grabaciones, obtenida del informante que menos tiempo llevaba en Estados Unidos cuando se le hizo, apenas tres meses. Se trata de un técnico informático de 30 años, Armando Hevia, de Marianao. La triple versión (fonética estrecha, ortográfica en español y traducción al inglés) ocupa 28 páginas, aunque la mayoría son palabras o frases sueltas. Aquí se han escogido algunos fragmentos del final que presentan carácter discursivo. Para la representación fonética, Lamb usó un sistema libre, que mezcla símbolos ortográficos para las distinciones básicas, y diacríticos del ARFE para los matices más estrechos.
Transcripción ortográfica
Descripción de escenas. Armando Hevia, Marianao (La Habana)
A mi entender, es una niña que ha sufrido un accidente; la cual
venía montando patines y tomando helado, y se cayó y se ha
hecho un rasguño en una rodilla y hay otro niño, el cual está
mirando la escena, tal vez riéndose.
Aquí es la maternidad, que se podría llamar este dibujo.
Representa la madre con su criatura y en su cara se refleja
todo el cariño que puede sentir una madre por un niño.
Aquí una escena típica de una taberna o una barra donde
se encuentra un individuo borracho o beodo, que es llevado por
dos individuos que aún no lo están.
Pues, aquí hay una señora que está como haciendo un asalto o
intimidando a otra con un cuchillo en la mano y lleva cargado
un niño5.
Transcripción fonética adaptada
[ a mj entenˈdeɾ eˈhuna ˈniɲa ke a suˈfɾiðo un aksiˈðente la ˈkwal
beˈnia monˈtando paˈtines i toˈmando eˈlaðo i se kaˈʝo i se a
ˈe͡tʃo un rahˈɣuɲo eˈnuna roˈðiʝa i ˈai̯ ˈotɾo ˈniɲo el ˈkwal ehˈta
miˈɾando la ekˈsena tal bes ˈrjendoˢᵉ |||
aˈki eh la mateɾniˈða ke se poˈðɾia ʝaˈmaɾ ˈehte ðiˈβuxo |
repɾeˈsenta la ˈmaðɾe kon su kɾiaˈtuɾa i en su ˈkaɾa se reˈflexa
ˈtoðo el kaˈɾiɲo ke ˈpwee senˈtiˈɾuna ˈmaðɾe poɾ un ˈniɲo |||
aˈki ˈuna ekˈsena ˈtipika ðe ˈuna taˈβeɾna o ˈuna ˈβara ˈðonde
seŋˈkwentɾa un indiˈβiðoo βoˈra͡tʃo o βeˈoo ke eh ʝeˈβaðo poɾ
ðoh indiβiˈðoˢ keaˈun no lo ehˈtan |||
ˈpwe aˈki ˈai̯ ˈuna seˈɲoɾa ke eˢˈta ˈkomo aˈsjendo un aˈsalto o
intimiˈðando a ˈotɾa kõ uŋ kuˈ t͡ ʃiʝo en la ˈmano i ˈʝeβa kaɾˈɡaðo
un ˈniɲo ||| ].
El fonetista cubano Julio Vitelio Ruiz Hernández presenta un doble perfil académico muy determinado por su circunstancia histórica: por un lado, el de estudioso del lenguaje, especializado en la fonética del español de Cuba; por otro, el de educador comprometido con la tarea de “perfeccionar” la pronunciación de los cubanos, aunque fuera a costa de eliminar buena parte de lo que define su habla. Para Ruiz Hernández, los bailes de líquidas y las geminaciones que tanto estudió toda su vida son estigmas, “pseudodislalias culturales”, como él las denomina, y su obligación es tanto analizarlas como “curarlas”, o crear planes para corregirlas.
De su primera faceta nos ocuparemos después (Ruiz Hernández 1977, § 5). Examinemos ahora su particular proyecto educativo. Tras señalar que la lingüística como ciencia es, en principio, descriptiva, añade:
[pero en] una sociedad socialista como la nuestra, donde la Revolución brinda oportunidades iguales a todas las personas para llevar su superación hasta los más altos niveles, es de gran importancia que todos los que lo necesitan -y con mucha más razón los maestros y educadoras- mejoren su forma de expresión oral, y con ello se conviertan en los mejores modelos para sus alumnos (1974, p. 2).
Así que el estudio descriptivo es un medio para llegar a la lingüística aplicada y “regeneradora”. Para ello, Ruiz dispuso de una red de 22 laboratorios de fonética repartidos por todo el país, en los que implantó su “tratamiento terapéutico-lingüístico” (sic) a 122 alumnos. Y en 1974 ya pudo presentar sus primeros resultados en el Simposio Nacional de Lingüística, Logopedia y Foniatría de La Habana.
Por suerte para la fonética, Ruiz ilustró el punto de partida de sus “alumnos-pacientes” con cuatro transcripciones que muestran cómo pronunciaban antes de someterse a tratamiento. Estas breves muestras no escatiman en detalle ni en realismo, y abarcan cuatro puntos de la isla. Las actas del Simposio se publicaron mecanografiadas, y los textos aparecen en un AFI artesanal, hecho con una combinación de caracteres a máquina y trazos manuscritos complementarios. Aquí se muestra el texto transcrito de Juan Álvarez, estudiante de 2º curso universitario, de 18 años de edad, y residente en Pinar del Río.
Transcripción ortográfica
Conversación con Juan Álvarez (Pinar del Río)
Nací el veintidós de marzo de mil novecientos cincuenticinco.
Mis padres se llaman Lorenzo Álvarez y Eusebia Torres.
El tema yo voy a tratar es de… se de… se relaciona al trabajo
productivo, en Bahía Honda, Marbajita. Ahí, en segundo año,
fuimos a trabajar a… a los Pinos, donde… fue… fuimos en…
en unión de… de los compañeros de… de tercer año y segundo
año. Trabajamos en unión, quince días. También, o…
tuvimos… tuvimos… en el tiempo [lo] llevamos trabajando, la
mitad de las veces, teníamos que… que parar el trabajo porque…
vaya… los aguaceros eran constantes por las tardes. Nada más
que tenían que trabajar por la mañana. También, eh… teníamos
que ir por las mañanas, recoger semillas de pino, a… [así] como
a subir muchas lomas6.
Transcripción fonética adaptada
[ naˈsi | ebːentiˈðo ðe ˈmaɺso de minoβeˈsjento siŋɡwentisiŋko ||
mih ˈpaðɾese ˈʝamaŋ | loˈɾenso ˈabːaɾei̯ useβja ˈtore ||
eˈtᵗema ʝo βo a tɾaˈtaˡ ˈe ðeː || se ðeː || se ðelaˈsjonaltɾaˈβaho
pɾoduɣˈtiβo | em baˈiaonda mabːaˈhita || aˈi | en seɣundo ˈaɲo |
ˈfwimo a tɾaβaˈhal | a | a loh [ˈpino | ˈdondeː || ˈfwe ˈfwimoh eŋ ||
en uˈnjoŋ | de | de lokːompaˈɲeɾo ðeː de teˈseɾ ˈaɲo | i seˈɣundo
ˈaɲo || tɾaβaˈhamos | eŋ uˈnjoŋ | ˈkinse ˈðia || tamˈbjeŋ | oː |
tuˈβimoː || tuˈβimo || eŋ eˈtːjempo o ʝeˈβamo tɾaβaˈhando | a
miˈða lah ˈβese | teˈniamo keː || ke paˈɾalːtɾaˈβaho pokːe ||
ˈbaʝa || lo aɣwaˈseɾo | ˈeɾaŋ | konˢˈtante polːaˢ ˈtaðːe || naˈma
ke teˈniaŋ ke tɾaβaˈhal | pola maˈɲana || tamˈbjeŋ | e || teˈniamo
keˈilː | pola maˈɲana rekoˈhelː seˈmiʝa ðe ˈpino | a | su komo |
a suˈβilː | ˈmu͡tʃah ˈloma || ].
A diferencia de la obra anteriormente presentada de este autor, la que mostraremos ahora es exclusivamente descriptiva. Ruiz Hernández había realizado, a finales de 1970, una serie de encuestas y grabaciones a un grupo de 100 informantes, todos nativos de Santiago de Cuba, y representativos de tres generaciones, ambos sexos y dos registros, popular y culto. Posteriormente, se trasladó a Madrid, donde trabajó con estos materiales en el Laboratorio de Fonética del C.S.I.C., bajo la dirección de Antonio Quilis, y elaboró el estudio fonético del español oriental cubano, del que aquí se presenta un fragmento.
A la par que anticipaba la preocupación por la representatividad equilibrada de la muestra, característica del naciente proyecto de la “norma culta” (Lope Blanch 1967), al que de hecho se remite, Ruiz Hernández no abandona el buen hábito dialectológico tradicional de acompañar el análisis de los segmentos con la representación de los textos transcritos. Sus nueve textos fonéticos, en transcripción ortográfica y fonética estrecha, ocupan 25 páginas de su monografía, y constituyen una de las más vívidas evocaciones del habla cubana que hoy pueden manejarse.
El contenido descriptivo de esta obra adquiere una dimensión más profunda si se examina desde la perspectiva de su amplísima investigación fonética posterior, realizada entre Cuba, España y Checoslovaquia. Al repasar, por ejemplo, la primera parte de su libro de 1984 sobre el consonantismo en Cuba (Ruiz Hernández y Miyares 1984), vemos que en buena medida no ha hecho sino ahondar y extender a toda la isla las observaciones de esta monografía; una de las más importantes, la distinción entre alargamiento consonántico, asimilación en contacto regresiva y geminación, fenómenos que él siempre se empeñó en diferenciar cuidadosamente (Arias 2019). Aquí se presenta la parte inicial del texto número 6 de su estudio santiaguero. Por las claves de las páginas 13-14 sabemos que los entrevistados son un hombre y una mujer, de extracción popular, y de edad superior a 56 años. Además, en la relación de informantes contenida en las páginas 88-90 encontramos dos nombres que corresponden a las iniciales a que se atribuye el texto, los de José Puente M. y Edelmira Puente.
En la versión adaptada se han mantenido los criterios del original en cuanto al acento fonético. Respecto al fonema / d /, aunque Ruiz consigna en su tabla inicial (pp. 21-22) los dos símbolos del AFI para los alófonos oclusivo y fricativo [ d, ð ], en las transcripciones y en el estudio posterior (pp. 57-59) utiliza sólo el símbolo [ d ] para las dos realizaciones, incluso tras describirlas como distintas. En esta adaptación se refleja la distribución convencional (todas fricativas sal-vo en positio fortis), paralela a la practicada por el autor con los alófonos equivalentes de / b, g /.
Transcripción ortográfica
Diálogo sobre Santiago de Cuba
El Tívoli se destacaba, era popular, se destacaba mucho
porque ahí radicaba la… lo que se llama la “Tumba francesa”.
Se titulaba El Tíbere, por eso le pusieron El Tívoli, pero ése era
uno de los lugares más especiales para cuando… en la época
de los carnavales, lo que podemos decir ahora La Trocha.
El Tíbere, la palabra francesa el tíbere, entonces se le decía El
Intendente, que era en el mismo barrio; ese barrio se llama
Bravo. Es importante el barrio porque está cerca de la Aduana,
cerca del puerto y, ahí mismo en El Intendente hay como para
usted recostarse, para mirar al mar, un mirador, pero
espléndido, y venía el aire ahí pero… entonces, Intendente era,
se… instaló ahí el intendente general de… del gobernador.
Le dicen El Intendente porque El Intendente era lo que
llamamos nosotros el Gobernador, el que representaba a… en el
tiempo de España la intendencia, era la casa esa que después
fue la casa de los Duany.
Transcripción fonética adaptada
[ el tiβoˈli | se ðestaˈkaβa | eɾa popuˈlaɾ | se ðehtaˈkaβa ˈmut͡ ʃo |
polke aˈi | raðiˈkaβa | la | lo ke se ˈʝama | la tumba fɾanˈsesa |
se titulaβa el ˈtiβeɾe | poɾ eso le puˈsjeɾoⁿ el tiβoˈli | peɾo eˈseːɾa
ˈuno ðe loʰ luˈɣaɾe ˈmaʰ epːeˈsjales | ˈpaɾa ˈkwandoː | en la ˈepoka
ðe lo kaɾnaˈβaleˢ | lo ke poˈðemo ðeˈsiˡ aˈoɾa la | la ˈtɾo͡tʃa ||
el ˈtiβeɾe | la palaβɾa fɾanˈsesa | el ˈtiβeɾe | ˈtonse se le ðiˈsia | el
intendentᵉ | ˈkeːɾa en el mimo ˈβarjo | ˈese ˈβarjo se ˈʝama
ˈβɾaβo | eʰ impoɾtantel ˈβarjo pokːe ta seɾka ðe laˈðwana |
seɾka ðel pweɾto | jaˈi ˈmimo en el intenˈdentᵉ | ˈai̯ ˈkomoː | ˈpaɾa
uˈte rekoˈ ᵗtalse | pa miˈɾal ˈpal ˈmaɾ | un miɾaðoɾ | ˈpeɾo
eˈpːlendiðo | i βeˈnia el ˈai̯ɾe aˈi peɾo | enˈtonse | intendente | ˈeɾa
seː | instaˈlo aˈi | el intenˈdente heneˈɾal ðeː | del ɣobeɾnaˈðoɾ || ]
[ le ˈðiseŋ el intenˈdente poɾkeː | lintenˈdenˈteːɾa lo ke
ʝaˈmamo noˈsotɾo el ɣoβeɾnaðoɾ | el ke repɾesenˈtaβa | aː | eŋ el
ˈtjempo ðesˈpaɲa | lai̯ntenˈdensja ˈeɾa la ˈkasa ˈesa ke ðeˈpːwe
ˈfwela ˈkasa ðe los ˈðwani || ].
El investigador cubano José García González ha dedicado varios estudios a la recuperación de la narrativa oral afrocubana. Su artículo de 1978 analiza con enfoque etnolingüístico la narración de “una africana conga, quien solía relatar sus cuentos de África en las calles y lugares públicos de la ciudad de Sancti Spíritus” (p. 131, n. 2).
Este trabajo anticipa, en finalidad y conclusiones, lo que después consolidó por extenso Ortiz López en su monografía de 1998 (véase infra). García González adelanta la tesis de que en Cuba no se conservaron las lenguas africanas como elementos de comunicación, sino que los esclavos, dado su diverso origen, sólo usaron como idioma común el de sus amos. Los africanismos habrían pervivido con un valor simbólico y ceremonial, no comunicativo, y sólo a veces, al aludir a realidades sin traducción preexistente, darían lugar a adaptaciones que dejan entrever estructuras de origen -como la alusión indistinta a varones o hembras, debido a la ausencia de morfema de género en bantú.
El autor rastrea casos como éstos, así como determinados fenómenos fonéticos y morfosintácticos, y los muestra en un texto que aparece en dos versiones: una literaria, compuesta a partir de varias grabaciones originales, y otra, “copia textual de la versión original más completa que se pudo grabar…, que reproducimos en transcripción fonética ancha” (p. 135). Para ello, sigue los parámetros de Quilis y Fernández (1968), por lo que nuestra versión adaptada se limitará a regularizar la original en AFI moderno. Y, pese al nicho antropológico relativamente angosto que pretende mostrar, muchos rasgos aquí presentes no son exclusivos del habla afrocubana actual. Al igual que ocurre con los textos de Ortiz, estos estudios dan fe del alcance y la influencia que los ecos africanos, por remotos y aislados que parezcan, han acabado teniendo en la configuración de la norma antillana general del español.
Transcripción ortográfica
“La muchacha y el majá” (Sancti Spíritus)
Pues ésta era una muchacha… que se… estaba… no le gustaba
ningún hombre. Y eran dos hermanas que vivían solitas. Y en el
patio había un pozo. Y la otra hermana sentada siempre en la
puerta de la calle. Y vino el buey, y ella empezó a llamar a la
hermana, que la hermana se llamaba Tanguné, y, la del pozo… y
la de la puerta de la calle se llamaba Nani. Y ella empezó la de
la puer… y dice el… el buey: “Je, je, buenos días, ¿cómo
está?” “Bien. ¿Y usted?” “Deme un poco de agua”. Y el agua
había que irla a buscarla al pozo, tenía que sacarla la que estaba
en el pozo. Y entonces dice ella: “Tanguné, Tanguné”. Y la del
pozo contestaba: “Kukelenaní, Kukelenaní”, que qué es lo que
quería. “Un mesonmandiá”, que tenía los ojos grandísimos
“kukelemesón, un mesonmandiá”. No contestaba, la del
pozo, ya no le gustó porque tenía los ojos grandes7.
Transcripción fonética adaptada
[ ˈpwe ˈehta ˈeɾa una muˈ ͡tʃa͡tʃa | ke se | ehˈtaba | no le ɡuhˈtaba
niŋˈɡuŋ ˈombɾe | ˈi eɾan ˈdoh eɾˈmana ke biˈbian soˈlita | i en el
ˈpatjo aˈbia um ˈposo | i la ˈotɾa eɾˈmana senˈta ˈsjempɾe en la
ˈpweɾta de la ˈkaʝe | i ˈbino el ˈbwei̯ | ˈi eʝa empeˈso a ʝaˈmaɾ a la
eɾˈmana | ke la eɾˈmana se ʝaˈmaba taŋɡuˈne | i | la del ˈposo | i
la de la ˈpweɾta e la ˈkaʝe se ʝaˈmaba ˈnani || i ˈeʝa empeˈso la de
la ˈpweɾ | i ˈdise el | el ˈbwei̯ | hehe | ˈbwenoh ˈdia | ˈkomo
ehˈta | ˈbieŋ | ˈjuhte | ˈdeme um ˈpoko de ˈaɡwa || jeˈlaɡwa
aˈbia ke ˈiɾla a buhˈkaɾla al ˈposo | teˈnia ke saˈkaɾla la kehˈtaba
en el ˈposo | jenˈtonse ˈdise ˈeʝa | taŋɡuˈne | taŋɡuˈne | i la del
ˈposo kontehˈtaba | ˈkukelenaˈni | ˈkukelenaˈni | ke ˈkeh lo ke
keˈɾia | ˈunmesommanˈdja | ke teˈnia loˈsoho ɡɾanˈdisim |
ˈkukelemeˈson | ˈunmesommanˈdja || no kontehˈtaba | la del
ˈposo | ʝa no le ɡuhˈto | ˈpoke teˈnia loˈsoho ˈɡɾande | ].
El título de la monografía publicada en 1998 por el lingüista puertorriqueño Luis Ortiz López, Huellas etno-sociolingüísticas bozales y afrocubanas, es tan detallado como revelador. Su propósito es hallar todo eco posible de un hipotético criollo afrocubano y, sobre todo, dilucidar si alguna vez existió como tal vehículo de comunicación para una parte de la población, o si no llegó a arraigar hasta ese nivel y fue descriollizado antes de conformarse, para quedar diluido al final en la modalidad lingüística general de la isla.
Concluye el autor que, si bien perduran en el español caribeño rastros aislados de lo que pudo ser un semicriollo colonial, no hay pruebas de que éste se apartara por completo del español, sino que su evolución tendió al sincretismo con la lengua dominante.
Para superar la insuficiencia de los trabajos preexistentes, que Ortiz reconoce afectados por lentes que van de la caricatura al estereotipo paternalista, había que acudir a las únicas fuentes válidas posibles: los testimonios lingüísticos de afrocubanos descendientes de esclavos o libertos. La población estudiada abarcó a 70 ancianos de 60 a 105 años, repartidos por igual entre hombres y mujeres, y residentes en las cuatro provincias históricamente más ligadas a la esclavitud: La Habana, Matanzas, Santiago y Guantánamo.
La investigación se divide en dos partes: primero, un análisis inmanente y por niveles de los rasgos lingüísticos propios de estos individuos; y, en segundo lugar, el rastreo de sus reflexiones y recuerdos acerca de las condiciones sociales de la esclavitud, y, con ellas, de una posible identidad lingüística afrocubana diferenciada.
Este último apartado recoge decenas de testimonios grabados a unos veinte informantes distintos, a los que se unen cuatro entrevistas completas en un apéndice final. Esto suma un corpus de 70 textos y 10 mil palabras, muy sesgado por su procedencia, pero esencial como complemento de otros enfocados en segmentos diferentes de población.
Pese a que Ortiz apuntó sobre todo a los planos morfosintáctico y léxico, y utilizó en sus transcripciones la ortografía convencional, refleja mediante ésta un amplio abanico de fenómenos de variación fonética. Valga como muestra este fragmento, tomado de una anciana de 80 años, residente en Güira de Melena (entonces en la provincia de La Habana, hoy en la provincia de Artemisa). No podemos, sobre él, reconstruir una transcripción fonética adaptada al uso, pero tampoco renunciar al reflejo fiel que ofrece de muchos rasgos, que no se limitan a este grupo etnosocial, sino a todo el español cubano coloquial moderno: geminaciones, lambdacismos, aspiraciones y pérdidas consonánticas… todo aparece aquí reflejado con precisa vivacidad.
Transcripción ortográfica
Historias de santería (Güira de Malena, La Habana)
Yo sí le puedo decir del tabaco pues yo trabajé a los nueve años
y después a los 11 años, una familia donde nosotros vivíamos,
blanca ella, me llevó al taller y me enseñó a despalillar y ya de
ahí ya después yo aprendí ya yo me iba a la fábrica y pedía
trabajo y me lo daban. Bueno, no, siempre fue igual, pero le voy
a decir, yo nunca estuve metido en eso. Para que usted vea,
nunca nunca nunca. Yo me enfermé del estómago porque yo
soy muy delicada del estómago… y me llevaron a casa de una
curandera. La curandera era blanca y cuanto yo llegué a la
puerta de ella me dijo “tú eres medium…” Entonces entramos y
me dijo “bueno mira” me mandó un remedio y dijo “lo que
tienes que ir a los centros espirituales”. Pero como yo no estaba
en eso, yo no fui a ningún centro espiritual. Y como ni en mi
casa tampoco se, donde yo estaba, porque yo estuve con mi
madrina hasta que me casé8.
Transcripción ortográfico-fonética
Yo sí le puedo decil del tabaco pue yo trabajé a loh nueve año
y dehpué a los 11 año, una familia donde nojotro vivíamo,
blanca ella, me llevó al taller y me enseñó a dehpalillar y ya de
ahí ya depué yo aprendí ya yo me iba a la fábrica y pedía
trabajo y me lo daban. Bueno, no, siempre fue igual pero le voy
a decil, yo nunca tuve metío en eso. Pa’ que uté vea,
nunca nunca nunca. Yo me enfemmé del ehtómago polque yo
soy muy delicá del etómago… y me llevaron a casa de una
curandera. La curandera era blanca y cuanto yo llegué a la
puerta della me dijo tú ere medium… Entonce entramos y
me dijo bueno mira me mandó un remedio y dijo lo que
tiene que ir a lo centro epirituale. Pero como yo no taba
en eso, yo no fui a ningún centro epiritual. Y como ni en mi
casa tampoco se, donde yo taba, porque yo tuve con mi
madrina hata que me casé.
Bentivoglio y Sedano [y Mora] 1999
La hispanista italiana Paola Bentivoglio y su colega española Mercedes Sedano llevaron a cabo una prolongada labor de investigación lingüística conjunta en la Universidad Central de Venezuela, con intereses sobre todo en gramática y en sociolingüística.
Uno de estos trabajos fue el estudio “Identidad cultural y lingüística en Colombia, Venezuela y en el Caribe hispánico”, presentado en un congreso de hispanoamericanistas en Maguncia, en 1997, y publicado dos años después. En él se exponen los resultados de una encuesta realizada a 110 caraqueños y 58 madrileños. La encuesta tenía dos partes, una sobre preferencias y valoraciones acerca de las modalidades del español, en abstracto, y otra con preguntas vinculadas a una “cinta-estímulo”, grabación de audio donde se sucedían siete fragmentos de 30 segundos cada uno, aproximadamente, registrados a siete mujeres de nivel cultural medio, nacidas y residentes en La Habana, Buenos Aires, Las Palmas de Gran Canaria, Ciudad de México, Caracas, Madrid y Bogotá. Los informantes oían dos veces la cinta, y luego intentaban reconocer el origen de las hablantes, y expresaban su valoración general acerca de las modalidades escuchadas.
El estudio finaliza con dos apéndices: uno reproduce la encuesta presentada a los informantes, el otro permite al lector hacerse una idea muy certera de lo que escucharon, gracias a la transcripción fonética estrecha, en AFI, de los siete fragmentos grabados. Estas transcripciones fueron realizadas por la fonetista venezolana Elsa Mora Gallardo, profesora de la Universidad de Los Andes, en el estado de Mérida9. De ellas, se muestra aquí la transcripción núm. 1, correspondiente a una hablante de La Habana.
Transcripción ortográfica
Un recuerdo de infancia (La Habana)
Yo siempre sentía mucho temor y parece que él lo presentía,
¿no?, aquel temor que… que él tenía y como que él de lejos a
veces me… me veía y me amenazaba y esas cosas que pasan de
niño, ¿no? Y nunca se me olvidará… nunca se me olvidará, que
un día… yo siempre lo evitaba, siempre lo evitaba, y un día
recuerdo que no sé por qué razón él venía caminando y
yo iba y no lo había visto de pronto… y de pronto me encontré
delante de él… aquel momento yo creo que yo palidecí, me… me
morí, porque yo pensé que el mundo se me acababa, que me iba
a atacar, que me iba a hacer algo. Y me quedé blanca, pálida. Y
no atiné a nada, me… me quedé parada delante de él y, y, y él no
me hizo nada, no me hizo nada, pero fue el terror más grande
y el miedo más grande que yo he sentido en mi vida10.
Transcripción fonética adaptada
[ ʝo ˈsjempɾe senˈtia ˈmu͡tʃo teˈmoɾ i paˈɾese ke ˈel lo pɾesenˈtia
no aˈkel teˈmoɾ ke | ke el teˈnia i komo ke el de ˈleho a
ˈβese me me βeˈiːai̯ me amenaˈsaβa jesas ˈkosas ke ˈpasan de
ˈniɲo no || i ˈnuŋka se me olβidaˈɾa ˈnuŋka se me olβiðaˈɾa | ke
un ˈdia ʝo ˈsjempɾe lo eβiˈtaβa ˈsjempɾe lo eβiˈtaβa jun ˈdia
reˈkweɾðo ke ˈno ˈse poɾ ˈke raˈson ˈel βeˈnia kamiˈnando i
ʝo ˈiβai̯ no lo aˈβia ˈβisto ðe ˈpɾontoi̯ ðe ˈpɾonto me eŋkonˈtɾe
ðeˈlante ðe el | aˈkel moˈmento ʝo ˈkɾeo ke ʝo paliðeˈsiː meᵐ me
moˈɾi poɾke ʝo penˈse ke el ˈmundo se me akaˈβaβa ke me ˈiβa
ataˈkaɾ ke me ˈiβa aˈseɾ ˈalɡo || i me keˈðe ˈβlaŋka ˈpaliða || i
no atiˈne a ˈnaða | mᵉ me keˈðe paˈɾaða ðeˈlante ðe ˈel i i jel no
me ˈiso ˈnaða no me ˈiso ˈnaða peɾo ˈfwe el teˈrol mah ˈɣɾande
jel ˈmjeðo mas ˈɣɾande ke ʝo e senˈtiðo emːi ˈβiða | ].
El lingüista colombiano Carlos Eduardo Piñeros ha creado uno de los más importantes recursos disponibles hoy para describir la variación de español en el mundo. Se trata de su página electrónica Dialectoteca del español, elaborada durante sus años como profesor en la Universidad de Iowa. En ella se presentan grabaciones en audio y video de 30 informantes distintos; de ellos, 8 son españoles y los 22 restantes proceden de dieciocho ciudades repartidas entre once países de América. Todos ellos son estudiantes universitarios o profesores jóvenes, tanto hombres como mujeres.
Cada módulo tiene cuatro elementos, de los que tres son habla espontánea y duran en torno a un minuto: Región, donde el informante describe su ciudad de origen; Anécdota, en el que narra algún suceso especial o divertido; y Opinión, donde explica su preferencia por algún escritor u obra literaria. Estas muestras aparecen en transcripción ortográfica. Pero hay una cuarta sección, Cuento, en la que todos leen el mismo texto, el relato de 119 palabras “El viento del norte y el sol”, bien conocido por los fonetistas de todo el mundo. Y de esta grabación se nos ofrecen dos transcripciones: la ortográfica -idéntica en todos- y la fonética, para la cual se utiliza el AFI en un nivel estrecho.
El valor de estas muestras para el estudio de la variación fonética es muy importante, porque con ellas se logra uno de los requisitos fundamentales del método experimental: que sólo cambie lo que nos interesa que cambie, nada más. En efecto, todas las variables sociolingüísticas están aquí controladas, al pertenecer los informantes a un mismo segmento sociocultural y de edad. Y al leer todos ellos el mismo texto, desaparece también la variación gramatical o léxica (bien representada en los otros fragmentos), y sólo queda la que afecta la pronunciación. Se trata además de grabaciones de buena calidad de audio, y relativamente recientes -la compilación está fechada en 2006.
La muestra de Cuba es una hablante de Matanzas, cuya lectura reproducimos aquí.
Transcripción ortográfica
“El viento del norte y el sol” (Matanzas)
El viento del norte y el sol estaban disputándose sobre
cuál de ellos era el más fuerte, cuando pasó un viajero
envuelto en una gruesa capa. Se pusieron de acuerdo en
que el primero que lograra que el viajero se quitara la capa sería
considerado más fuerte que el otro. Entonces, el viento del
norte sopló tan fuerte como pudo, pero cuanto más soplaba
más estrechamente se ceñía el viajero la capa al cuerpo
hasta que, al fin, el viento del norte se rindió. Luego, el sol
brilló calurosamente y de inmediato el viajero se despojó de
su capa. Así, el viento del norte se vio obligado a reconocer
que el sol era el más valiente de los dos.
Transcripción fonética adaptada
[ el ˈbjeŋto ðel ˈnoɺte jel ˈsol | ehˈtaβaŋ dihpuˈtaŋdose | soβɾe
ˈkwal de ˈeʝos | ˈeɾael ˈmas ˈfweɾte | kwando paˈsou̯m bjaˈheɾo |
emˈbwelto | eŋ ˈuna ˈɣɾwesa ˈkapa || se puˈsjeɾoŋ deaˈkweɺdo | eŋ
kel pɾiˈmeɾo ke loˈɣɾaɾa | kel bjaˈheɾo se kiˈtaɾa la ˈkapa | seˈɾia
koŋsiðeˈɾaðo | ˈmas ˈfweɾte ke ˈlotɾo || enˈtoŋses | el ˈbjento ðel
ˈnoɺte | soˈplo taŋ ˈfweɾte komo ˈpuðo | peɾo ˈkwanto ˈmasoˈplaβa |
ˈmasesˈtɾeʃaˈmente se seˈɲia | el βjaˈheɾo | la ˈkapa | al ˈkweɾpo |
ahta ˈkeal ˈfiŋ | el ˈbjeŋto ðel ˈnoɺte se rinˈdjo || ˈlweɣo | el ˈsol
bɾiˈʝo kaluˈɾosaˈmente | i ðeimeˈðjato | el bjaˈheɾo se ðehpoˈho ðe
su ˈkapa || aˈsi | el ˈbjeŋto ðel ˈnoɺte | se ˈβjo oβliˈɣaðoa rekonoˈseɾ |
kel ˈsol | ˈeɾael ˈmah baˈljeŋte ðe loh ˈðos ].
Conclusión
El español hablado en Cuba se ha sometido a análisis en las últimas décadas con una atención excepcional, tanto en calidad como en cantidad. Pocos países de América han sido objeto de un escrutinio lingüístico tan sostenido en el tiempo, con miradas y acercamientos tan diversos y mutuamente enriquecedores. Resultado de lo anterior es un abanico de estudios (y de textos fonéticos, para lo que aquí interesa) que cubren prácticamente todo el territorio, y con abundancia de datos muy cuidadosamente recogidos. Ojalá que la difusión de este trabajo pueda servir para conocer otros aún pendientes de reencontrar, y para hacer más denso el mapa de estas muestras.