Introducción
La emergencia sanitaria generada por la pandemia de covid-19 ha trastocado las condiciones económicas en las que se desempeñan todos los países del mundo. Su efecto más palpable ha sido la contracción económica más fuerte que se haya vivido desde la posguerra. Los datos del Banco Mundial (Blake y Wadhwa, 2022) indican que el producto interno bruto per cápita (PIBPC) mundial descendió 6.2 puntos porcentuales por la pandemia en 2020, recesión al menos dos veces más profunda que la observada en 2008-2009 por la crisis financiera y con la peculiaridad de un elevado grado de sincronización de 90% entre las economías del mundo.
Los efectos por la pandemia de covid-19 en la economía mexicana son de los más graves en América Latina y muy superiores a los de los Estados Unidos, su principal socio comercial. En 2020 la contracción de la economía mexicana fue de -8.2%, mientras que en los Estados Unidos ese indicador fue de -5.7% y en América Latina, de -6.7 por ciento.
En 2021 se inició la recuperación de la mayor parte de las economías afectadas por la pandemia, al presentarse un crecimiento de 6.1% del PIB mundial. Sin embargo, ese proceso será lento y muy débil, como muestran las bajas tasas de crecimiento en los primeros meses de 2022 y las proyecciones a la baja de los principales organismos mundiales, que esperan apenas un crecimiento de 3.6% para los próximos dos años (Fondo Monetario Internacional [FMI], 2022).
En estos momentos, con la actual coyuntura económica, es necesario preguntarse qué podría hacer México para acelerar la tasa de crecimiento de su economía. Una posible respuesta a este interrogante se encuentra en las posibilidades de reactivación del potencial exportador del país mediante la diversificación comercial. México, pese a ser una de las economías con el mayor número de tratados comerciales en el mundo y que lo conectan con 46 países, aún presenta una fuerte dependencia de los Estados Unidos. Actualmente, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) representa para México 84% de sus exportaciones y 46% de sus importaciones. Por esa razón, en 2020 la actual administración ha puesto un nuevo énfasis en la diversificación comercial (Secretaría de Economía, 2020).
En ese contexto, una alternativa de diversificación comercial la ofrecen las economías asiáticas y, sobre todo, Corea del Sur (Quintana-Romero, Mun, Andrés-Rosales y Álvarez, 2020), país con el que en 2022 se cumplieron 60 años de relaciones diplomáticas. En ese contexto, la Secretaría de Economía del gobierno mexicano se ha planteado la posibilidad de negociar un nuevo tratado de libre comercio (TLC) con Corea del Sur.
El objetivo de esta investigación es evaluar los efectos potenciales de un acuerdo comercial de ese tipo para ambos países -México y Corea del Sur- considerando su complementariedad comercial. Debido a que aún no se ha firmado el TLC entre ambas economías, en la presente investigación se hará uso de una metodología de evaluación ex ante mediante índices de complementariedad e intensidad comercial, como se sugiere en Cheong (2010); Plummer, Cheong y Hamanaka (2010), y Lalanne y Sánchez (2019).
El documento se estructura en cuatro secciones. En esta introducción se contextualizó el objeto de estudio y se planteó el objetivo. En la sección I se realiza la revisión de la literatura relativa a los tratados de libre comercio y su evaluación a fin de presentar la metodología utilizada para dar cumplimiento al objetivo planteado en la sección II. En la sección III se exponen los resultados de los diferentes índices calculados y, finalmente, se presenta una sección de conclusiones.
I. Revisión de literatura sobre los tratados de libre comercio y su evaluación
Los tratados de libre comercio tienen impactos positivos y negativos que pueden agruparse en una gran variedad de efectos económicos y ambientales (Yao, Yasmeen, Li, Hafeez y Padda, 2019). Es ampliamente conocido que con un acuerdo de este tipo los países firmantes eliminan las barreras comerciales y establecen condiciones de funcionamiento de la relación comercial mediante la negociación (Cooper, 2014). Al eliminar las restricciones al comercio, los tratados pueden fortalecer los flujos de inversión y servicios (Zhang, Zhang y Fung, 2007).
Entre sus efectos positivos se encuentra el impulso del empleo, el acceso a grandes mercados, el incremento de la eficiencia a través de métodos de producción modernos (Ibrahim y Law, 2016), la generación de mayores flujos comerciales (Vicard, 2009) y el favorecimiento del crecimiento económico (Liu, 2007). Otros autores, por el contrario, consideran que también pueden obstaculizar el desarrollo de los países, en especial a los de ingresos bajos, debido a la mayor competencia natural (Stoneman y Thompson, 2007; Jales, 2018).
Respecto del medio ambiente, son muchas las investigaciones que consideran que estos tratados tienen impactos tanto positivos como negativos (Yasmeen, Li, Hafeez y Ahmad, 2018; Gozgor, 2017; Zerbo, 2017; Dogan y Turkekul, 2016; Jebli, Youssef y Ozturk, 2016; Kasman y Duman, 2015; Jaunky, 2011; Managi, Hibiki y Tsurumi, 2008). Entre sus efectos positivos puede mencionarse que tales acuerdos, al respaldar tecnologías ecológicas, favorecen la disminución de la contaminación y estimulan la producción de productos ecológicos (Yasmeen et al., 2018; Hasson y Masih, 2017; Kohler, 2013; Frankel y Rose, 2005), lo que da lugar a una mejora en la calidad ambiental (Antweiler, Copeland y Taylor, 2001; Birdsall y Wheeler, 1993; Lucas, Wheeler y Hettige, 1992). Los detractores de este tipo de acuerdos se apoyan en el teorema de la contaminación intensiva (Yao et al., 2019) con base en que el libre comercio favorece la producción, sobre todo en países de bajos ingresos, de bienes intensivos en emisiones con el objetivo de adquirir ventajas competitivas (Farhani y Ozturk, 2015; Ling, Ahmed, Muhammad y Shahbaz, 2015; Sbia, Shahbaz y Hamdi, 2014), lo que causa una mayor contaminación (Antweiler et al., 2001; Frankel, 2009; Frankel y Rose, 2005; Grossman y Krueger, 1995) y se reduce la calidad ambiental (Frankel y Rose, 2005; Reinert y Roland-Holst, 2001; Rock, 1996; Yu, Kim y Cho, 2011). También es importante mencionar que existen estudios que encuentran una evidencia contradictoria entre los acuerdos comerciales y la calidad ambiental (Logsdon y Husted, 2000; Leonard, 2006; Stern, 2008).
Como ya se mencionó, sus efectos finales pueden ser ambiguos, como lo establecieron los trabajos clásicos sobre el tema (Viner, 1950; Lipsey, 1960; Panagariya, 2000). Viner (1950) fue el primero en mostrar con claridad que los efectos de una unión aduanera o de un acuerdo de libre comercio podrían ser de creación comercial cuando el proveedor más caro era sustituido por uno más eficiente dentro del acuerdo comercial, y de desviación comercial si el proveedor más competitivo era desplazado por el proveedor más caro. Ampliaciones a la argumentación de Viner fueron realizadas por otros autores al considerar efectos en el consumo, sustitución entre bienes y en los términos de intercambio (Meade, 1955; Gehrels, 1956; Lipsey, 1960).
Sobre este tema se han hecho muchas mediciones sin lograr llegar a un acuerdo sobre si los efectos de los convenios comerciales son perjudiciales o beneficiosos para los países que los impulsan (Bhagwati, 1999; Krugman, 1995; Soloaga y Winters, 1999; Mundell, 1961; Vanek, 1965), o también si existen efectos dinámicos por la mayor competencia, economías de escala, inversión o un mejor uso de los recursos (Balassa, 1964).
Los estudios más recientes sobre el tema siguen siendo ambiguos; Baier y Bergstrand (2007) argumentan que hay efectos positivos en el aumento del comercio exterior; Anderson y Yotov (2016), al analizar grupos de países con TLC, concluyeron que éstos otorgan beneficios a los países signatarios y causan pérdidas insignificantes a países terceros. Baier, Yotov y Zylkin (2019) muestran que los efectos de un TLC son más débiles para pares de países más distantes, y más fuertes para pares de países con altos niveles de relaciones comerciales ex ante.
También se han realizado numerosos estudios de caso: Kalirajan y Paudel (2015) encontraron que en el TLC entre la India y China el primer país puede obtener ganancias potenciales a pesar de su creciente déficit en su comercio con China. En Europa, Caporale, Rault, Sova y Sova (2009) muestran un impacto positivo y significativo de los TLC en los flujos comerciales entre la Unión Europea y el CEEC-4 (Bulgaria, Hungría, Polonia y Rumania), pues se superó el crecimiento del comercio en la comparación con un grupo de control de países que no formaron parte del tratado comercial. Okabe (2015) analizó los efectos de los TLC en la región de Asia al demostrar que han potenciado el impacto positivo en el comercio cuando ya se han desarrollado redes de producción y venta entre los miembros. También hay estudios, como el de Cabezas (2003), que han mostrado que los beneficios de un acuerdo comercial no se reducen al mayor comercio bilateral entre los países, sino también a mayor inversión extranjera, menor riesgo en el país, así como mejor asignación de recursos y reducción de los costos de transacción.
Analizar esos efectos antes de que un acuerdo comercial entre en funciones es tarea compleja, puesto que no existe evidencia cuantitativa para hacerlo. Sin embargo, es posible realizar un análisis ex ante si lo que se busca es determinar sus efectos potenciales. Los métodos para hacerlo van del uso de indicadores comerciales a la utilización de modelos de equilibrio general más sofisticados (Cheong, 2010). Cuando los tratados comerciales ya han sido implementados y tienen algún tiempo operando, es posible realizar un análisis ex post de sus efectos mediante ecuaciones gravitacionales (Doan y Xing, 2018; Irshad, Xin, Hui y Arshad, 2018; Abbas y Waheed, 2019; Ngepah y Udeagha, 2018 y 2019; Takele, 2019; Yeo y Deng, 2019; Jagdambe y Kannan, 2020; Egger, Larch y Yotov, 2022). El TLC entre México y Corea aún está en la mesa de negociaciones, por lo cual no existe información para hacer una evaluación ex post y necesariamente se tiene que evaluar con un análisis ex ante.
En los estudios ex ante los indicadores comerciales son los más utilizados, debido a la relativa facilidad para su aplicabilidad y a la disponibilidad de bases de datos internacionales con la información comercial necesaria para calcularlos; por ello es la metodología que se aplicará en este trabajo. Sin embargo, su principal limitación en relación con los modelos de equilibrio general computable es que no pueden proporcionar una medición precisa del efecto cuantitativo en la producción, el consumo y el bienestar. Pero sí son un buen medio para identificar sectores con ventajas y desventajas frente a la negociación de un posible acuerdo de libre comercio (Plummer et al., 2010).
Dentro de los indicadores comerciales, una buena cantidad de trabajos sobre evaluación de los TLC se ha centrado en el estudio de la complementariedad comercial (Péridy, 2005; Andreosso-O’Callaghan, 2009; Chandran, 2010; Sofjan, 2016; Dadush y Myachenkova, 2018; Pilar y Peña, 2019; Shnyrkov y Pliushch, 2019). Ésta fue abordada inicialmente por Brown (1949) y medida por Kojima (1964) mediante índices de intensidad comercial. Drysdale (1967) señala que la intensidad comercial entre dos países depende de la complementariedad comercial que tienen y de su proximidad geográfica. Para este autor la complementariedad mide la extensión en que el patrón de las exportaciones de un país coincide con el de importaciones de otro país de manera más cercana que con el resto del mundo. Si el comercio entre dos países es más complementario que sustitutivo, hay más posibilidades de que los resultados sean de creación comercial más que de desviación comercial (Finger y Kreinin, 1979). A continuación, se muestran los resultados.
II. Tratado de libre comercio: México-Corea del Sur
1. La estrategia comercial de Corea del Sur para América Latina
La política de TLC que sigue Corea del Sur ha buscado promover tanto el comercio internacional como la competitividad industrial con una estrategia oficial de impulso a nuevos tratados comerciales publicada en 2015 por el gobierno coreano, la cual define tres vías para su aplicación: 1) la respuesta preventiva a los mega TLC como el Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (TPP11) y la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés), que se han formado en las regiones Asia y el Pacífico; 2) la renovación de los TLC existentes como el que hay entre Corea y Chile, y 3) la firma de nuevos TLC con los mercados emergentes (Kim y Lee, 2020).
Con esa estrategia la expansión de la red de TLC signados por Corea coloca a México como el candidato más importante en América Latina. Ambos países iniciaron su primera ronda de negociaciones para un TLC en 2002, incluso antes de que Corea firmara el primero de sus TLC con un país de la región, es decir, con Chile.
El proceso de negociaciones con México no avanzó y Corea mantuvo su estrategia de diversificación comercial; así ha firmado cuatro acuerdos de libre comercio con países de América Latina, como se muestra en el Cuadro 1.
Países signatarios | Fecha de entrada | Especialidades |
Corea-Chile | Abril de 2004 | Primer TLC de Corea. Avance a la región contraparte. |
Corea-Perú | Agosto de 2011 | Acceso a las materias primas de Perú. Estructura de industrias complementarias. |
Corea-Colombia | Julio de 2016 | Acceso al mercado andino. Cooperación empresarial mutua. |
Corea-Centroamérica | 2019: Nicaragua,
Honduras, Costa Rica 2020: El Salvador 2021: Panamá |
Aprovechamiento
de la ventaja geográfica de América Central. Avance de las pequeñas y medianas empresas (pymes). Colaboración de energías. |
Fuente: elaboración propia con los datos de FTA Korea (fta.go.kr).
Los resultados de esta estrategia han sido valorados de manera positiva tanto para Corea como para los países latinoamericanos. El TLC entre Corea y Chile, el primero entre un país latinoamericano y uno asiático, ha sido considerado muy exitoso para ambos países, al permitir la expansión comercial bilateral: desde la entrada en vigor del acuerdo, el comercio bilateral se incrementó en 2.8 veces, de 1 500 millones hasta 4 300 millones de dólares, mientras que el número de productos exportados aumentó en 2.1 veces de 55 a 117 productos para Corea del Sur y en 1.7 veces para Chile, al pasar de 193 a 331 productos (Ministerio de Comercio, Industria y Energía de Corea del Sur [MOTIE], 2021; Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, 2022). Con el acuerdo, Corea se ha convertido en el quinto socio comercial de Chile, y este país ha visto duplicarse sus exportaciones, mientras que su intercambio comercial ha crecido 4.2% en promedio anual, lo que da lugar a un saldo comercial positivo para Chile, como se muestra en la Gráfica 1 (Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, 2022).
Ambos países emprendieron en noviembre de 2016 las negociaciones de modernización del TLC debido al cambio del entorno comercial y los nuevos TLC contratados por los dos países con terceros. Se han celebrado hasta la fecha seis rondas oficiales de negociaciones con el fin de profundizar el tratado en ocho materias: propiedad intelectual, economía digital, cooperación, medio ambiente, equidad de género, trabajo, acceso a mercados y facilitación comercial.
El acuerdo de libre comercio entre Corea y Perú fue propuesto por el ex presidente Alejandro Toledo en 2005 en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés), y entró en vigor en agosto de 2011. La estructura industrial complementaria de ambos países ha sido el motivo principal para llevar a buen fin el proceso de negociación. La balanza comercial bilateral ha sido continuamente superavitaria para Perú, al pasar de 120 millones en 2012 a 2 650 millones de dólares de superávit en 2021. Es decir, el superávit comercial de Perú en su comercio con Corea ha aumentado cerca de 22 veces en 10 años (Trade Statistics Service, 2022). Pese a la existencia de un déficit comercial, la evaluación por parte de Corea es bastante positiva respecto del acuerdo, porque el suministro de recursos naturales peruanos ha elevado la competitividad de las exportaciones coreanas en el mundo. El informe del gobierno coreano sobre los cinco años de TLC con Perú señala que dicho acuerdo impulsó en 0.006% el PIB de Corea y el bienestar de los consumidores creció en 179 millones de dólares (MOTIE, 2021).
El TLC entre Corea y Colombia también impulsó la expansión comercial bilateral de 1 200 millones en 2016 a 1 860 millones de dólares en 2019. La particularidad más notable de esa relación comercial se refleja en el aumento de la inversión coreana en Colombia, la cual creció en 20 y 25% para 2017 y 2018, respectivamente (MOTIE, 2021).
El TLC de Corea con Centroamérica lleva apenas dos años y está buscando la incorporación de Guatemala. Por lo tanto, aún es muy temprano para estimar sus efectos económicos. Sin embargo, una de sus particularidades es el aprovechamiento de la ubicación geográfica de la región por parte de las empresas coreanas, sobre todo de las pymes (Kim et al., 2020). Los países centroamericanos han establecido zonas francas para atraer las inversiones extranjeras e incrementar la exportación y, al mismo tiempo, expandir su red de bloques económicos con los Estados Unidos, la Unión Europea y otros países latinoamericanos, lo cual coincide con los intereses de las empresas coreanas que buscan una plataforma de exportación en la región. Guatemala alberga ya 420 empresas coreanas que en su conexión con el mercado mundial ejercen bastantes efectos en el comercio exterior y la creación de puestos de trabajo para el país (MOTIE, 2021).
Frente a este panorama en la región, vale la pena considerar cuáles serían los efectos que potencialmente tendría un TLC con Corea para México.
2. Situación actual del comercio entre México y Corea del Sur
Corea del Sur es potencialmente un socio comercial muy atractivo para México, ya que en la práctica se convirtió en la segunda fuente de inversiones asiáticas en México y se ha consolidado como el cuarto socio comercial del país (Cuadro 2). Aun sin TLC el comercio bilateral entre México y Corea ha aumentado, y de firmarse un acuerdo entre ambos países, éste se convertiría en automático en el cuarto tratado en importancia para México, por su peso actual en el comercio bilateral, y se posicionaría rápidamente como el tercero, al desplazar el que México tiene con Japón.
Acuerdos de libre comercio |
Exportaciones | Importaciones | Balance | X + M |
X + M porcentaje |
Fecha |
TMEC | 72 919 510 | 215 970 492 | 156 949 018 | 588 890 002 | 83.48 | 1 de julio de 2020 |
Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea (TLCUEM) |
20 080 191 | 50 480 072 | (30 399 881) | 70 560 262 | 10.00 | 1 de junio de 2000 |
TLC con Japón | 3 939 145 | 17 958 030 | (14 018 885) | 21 897 176 | 3.10 | abril de 2005 |
TLC con Corea del Sur |
2 213 942 | 17 645 847 | (15 431 905) | 19 859 790 | 2.82 | pendiente |
TLC con Centroamérica |
3 165 632 | 5 179 739 | (2 014 108) | 8 345 371 | 1.18 | 22 de noviembre de 2011 |
TLC-G2 | 3 498 665 | 1 655 532 | 1 843 133 | 5 154 196 | 0.73 | 1 de enero de 1995 |
TLC con Chile | 1 593 736 | 1 544 459 | 49 277 | 3 138 194 | 0.44 | 1 de agosto de 1999 |
Asociación Europea de Libre Comercio (AELC) |
776 919 | 1 912 738 | (1 135 819) | 2 689 658 | 0.38 | 1 de octubre de 2001 |
TLC con Perú | 1 431 166 | 540 873 | 890 293 | 1 972 039 | 0.28 | 1 de febrero de 2012 |
TLC con Panamá | 1 253 138 | 31 069 | 1 222 069 | 1 284 207 | 0.18 | 1 de julio de 2015 |
TLC con Israel | 241 654 | 699 887 | (458 233) | 941 541 | 0.13 | 10 de abril de 2000 |
TLC con Uruguay | 193 624 | 330 221 | (136 597) | 523 846 | 0.07 | 15 de julio de 2004 |
Total en 2019a | 409 093 379 | 296 303 112 | 112 790 267 | 705 396 491 | 100 |
a Sin incluir el TLC con Corea del Sur.
Fuente: elaboración propia con base en UN Comtrade Database (https://comtrade.un.org).
La evolución del comercio entre México y Corea muestra tres aspectos centrales. Primero, la evolución del comercio entre ambos países ha sido creciente y se ha multiplicado por más de 30 veces desde 1993 (Gráfica 2). Segundo, el saldo comercial es negativo para la economía mexicana, no obstante, las exportaciones han tendido a crecer mucho más rápido que las importaciones; entre 2000 y 2021 las primeras crecieron a una tasa anual de 20%, mientras que las segundas sólo lo hicieron en 4% anual, lo que muestra una tendencia al cierre de la brecha externa.
Fuente: elaboración propia con base en el Sistema de Información Económica del Banco de México (https://www.banxico.org.mx/SieInternet).
El interés por México se refleja también en los flujos de la inversión extranjera coreana hacia el país. En la Gráfica 3 puede apreciarse que, particularmente después de 2010, tal inversión se ha incrementado de manera significativa: ha llegado a acumular un valor de 8 000 millones de dólares de 1999 a 2021 -1.3% de la inversión extranjera directa (IED) total recibida-, y se ha materializado en un conjunto de 2 050 empresas con inversión de Corea del Sur.
Pese a la evidente asimetría en las relaciones comerciales con Corea del Sur, un tratado de libre comercio podría ser atractivo en la medida en que es un país que anualmente importa un gran número de bienes, lo cual lo sitúa entre los primeros nueve importadores mundiales (Organización Mundial del Comercio [OMC], 2021). Dentro de los bienes que este país importa más, se encuentran los alimentos, lo cual abre la posibilidad para que el sector agropecuario mexicano encuentre una válvula de escape a la crisis estructural que ha tenido por décadas. El segundo sector importador de este país está constituido por combustibles y productos minerales principalmente, de los cuales México puede convertirse en un exportador potencial.
También es posible afirmar que, de lograr concluir las negociaciones comerciales con Corea del Sur, se abre la posibilidad para la eliminación o la reducción de los altos aranceles con los cuales actualmente México comercia con ese país, por lo que un sistema de preferencias comerciales evitaría pagar los aranceles ponderados que para el sector agrícola actualmente llegan a 85.1%, y podría incrementar las exportaciones y las importaciones de ambos países y así obtener beneficios mutuos de este intercambio.
III. Metodología
A fin de cumplir con el objetivo de evaluar los posibles efectos potenciales de un TLC entre México y Corea del Sur, se hará uso de una metodología ex ante que emplea índices de complementariedad e intensidad comercial. Los índices utilizados y descritos a continuación son los de intensidad exportadora, ventaja comparativa revelada, complementariedad comercial y similitud de exportaciones.
1. Datos
Para la construcción de los índices comerciales se utilizó la base de datos UN Comtrade (International Trade Statistics Database), considerando la clasificación Standard Internacional Trade Classification (SITC) a un dígito. Esta base de datos es publicada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se nutre de las estadísticas comerciales de 170 países y contiene información sobre flujo del comercio (valores y cantidades) desde 1962. Además, se utilizó para el análisis de datos el programa informático World Integrated Trade Solution (WITS), desarrollado por el Banco Mundial en colaboración con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y en consulta con entidades como el Centro de Comercio Internacional, la División de Estadística de la ONU (UNSD) y la OMC. Por lo tanto, el WITS se constituye como un portal de acceso a estadísticas del comercio de mercancías y de los mecanismos de protección mediante la UN Comtrade, lo que permite la recuperación, la extracción y la exportación de datos. Se constituye en una herramienta de análisis y simulación a fin de estimar las consecuencias de los cambios de los aranceles.
A fin de calcular el índice de similitud entre países, también se utilizó la base de datos proporcionada por la División de Comercio Internacional e Integración de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), denominada Sistema Interactivo Gráfico de Datos de Comercio Internacional (SIGCI), que incluye información del intercambio comercial de 33 países de América Latina y el Caribe, de 15 países miembros históricos de la Unión Europea, más otros países seleccionados, principalmente miembros del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Finalmente, se empleó la Base Integrada de Datos (BID) que contiene series cronológicas de los aranceles aplicados por los miembros de la OMC y las economías en proceso de adhesión a las importaciones procedentes de otros miembros de la OMC.
2. Complementariedad comercial
En este trabajo se estudia la complementariedad comercial mediante un conjunto de índices de intensidad comercial que permiten valorar las ventajas y las desventajas de establecer un acuerdo de libre comercio entre Corea del Sur y México. Estos índices fueron propuestos por Cheong (2010) y Chandran (2010), y son el índice de la intensidad exportadora e importadora, el indicador de ventaja comparativa revelada (RCA, por sus siglas en inglés) y complementariedad comercial, y el índice de similitud en exportaciones.
donde XMK corresponde a las exportaciones mexicanas a Corea; XM equivale a las exportaciones totales de México; MK representa las importaciones totales de Corea; MW constituye las importaciones mundiales, y MM equivale a las importaciones totales de México.
donde MMK representa las importaciones de México desde Corea; MM corresponde a las importaciones totales de México; XK equivale a las exportaciones totales de Corea; XW constituye las exportaciones totales mundiales, y XM representa las exportaciones totales de México.
c) Ventaja comparativa revelada y complementariedad comercial: el indicador de ventaja comparativa revelada fue propuesto por Balassa (1965), a fin de mostrar la relevancia de un producto o grupo de productos en el conjunto de las exportaciones de un país en relación con su importancia en el comercio mundial; una expresión usual es la siguiente:
donde Xcg equivale a las exportaciones de bienes g por país c; Xc representa las exportaciones totales del país c; XWg corresponde a las exportaciones mundiales del bien g; XW constituye las exportaciones mundiales totales.
Un país presenta ventaja comparativa revelada si el valor del índice excede la unidad, y una desventaja comparativa revelada si el valor del índice es inferior a uno. Mientras mayor sea la diferencia entre los índices RCA de los países, más adecuados serán como socios de TLC.
Si el índice se expresa en términos de importaciones, se convierte en un indicador de desventaja comparativa revelada:
Drysdale (1967) combina los dos índices para obtener un indicador de complementariedad comercial:
En la discusión del indicador de complementariedad comercial (ICC) se ha argumentado que un mayor valor del índice refleja una mayor posibilidad de que el acuerdo comercial resulte exitoso (Michaely, 1996; Yeats, 1997 y 1998).
donde Xki equivale a las exportaciones del bien k por el país i; Xi constituye las exportaciones totales del país i; Xkj representa las exportaciones del bien k por el país j, y Xj corresponde a las exportaciones totales por el país j.
El índice oscila entre 0 y 1. Un valor de 0 indica que el país no es un competidor con otros países de la región, y un valor de 1 implica una similitud perfecta. Mientras más similares sean los perfiles de exportación, más probable será que haya un potencial limitado de ganancias del comercio intersectorial con un acuerdo comercial regional.
IV. Resultados: índices de intensidad comercial
Un primer aspecto relevante es la relación entre la intensidad exportadora y la importadora entre México y Corea del Sur. En la Gráfica 4 es posible observar que ambas intensidades comienzan a ser relevantes a partir de mediados de los años noventa, lo que coincide con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). En particular, en esos años se dispara la intensidad importadora de México cuando el índice supera la unidad, lo cual muestra que la intensidad importadora de bienes y servicios procedentes de Corea es muy significativa en relación con la del resto de los socios comerciales de México. En los últimos años del periodo se observa que la intensidad exportadora de México hacia Corea se ha reactivado; sin embargo, resulta muy complicado que pueda dinamizarse si no se logra abatir las barreras de entrada que Corea mantiene para su mercado interno.
a EII MX-K es el índice de intensidad exportadora (México-Corea); III MX-K es el índice de intensidad importadora (México-Corea).
Fuente: elaboración propia con base en datos del UN Comtrade en el sistema WITS, Banco Mundial.
Año | SITC0 | SITC1 | SITC2 | SITC3 | SITC4 | SITC5 | SITC6 | SITC7 | SITC8 | SITC9 |
2010 | 0.547 | 0.365 | 0.649 | 1.644 | 0.036 | 0.308 | 0.585 | 1.431 | 0.559 | 0.005 |
2011 | 0.617 | 0.288 | 0.771 | 1.682 | 0.039 | 0.309 | 0.586 | 1.332 | 0.531 | 0.004 |
2012 | 0.562 | 0.292 | 0.873 | 1.547 | 0.045 | 0.318 | 0.537 | 1.296 | 0.544 | 0.009 |
2013 | 0.585 | 0.322 | 0.755 | 1.394 | 0.040 | 0.318 | 0.521 | 1.401 | 0.579 | 0.004 |
2014 | 0.564 | 0.337 | 0.719 | 1.304 | 0.031 | 0.248 | 0.460 | 1.408 | 0.596 | 0.017 |
2015 | 0.659 | 0.365 | 0.685 | 1.072 | 0.031 | 0.233 | 0.457 | 1.553 | 0.649 | 0.024 |
2016 | 0.730 | 0.431 | 0.665 | 1.007 | 0.039 | 0.235 | 0.477 | 1.527 | 0.721 | 0.057 |
2017 | 0.706 | 0.544 | 0.698 | 1.145 | 0.050 | 0.188 | 0.459 | 1.477 | 0.864 | 0.040 |
2018 | 0.722 | 0.612 | 0.735 | 1.242 | 0.063 | 0.179 | 0.418 | 1.408 | 0.842 | 0.021 |
2019 | 0.773 | 0.577 | 0.708 | 1.029 | 0.064 | 0.170 | 0.463 | 1.446 | 0.786 | 0.021 |
2020 | 0.807 | 0.716 | 0.805 | 1.048 | 0.092 | 0.162 | 0.481 | 1.548 | 0.777 | 0.060 |
Fuente: elaboración propia con base en datos del UN Comtrade en el sistema WITS, Banco Mundial.
Con el fin de evaluar cuáles son los sectores productivos mexicanos que cuentan con mayores ventajas en caso de avanzar a un TLC con Corea del Sur, se calculó el ICC. Para ello, se consideró la clasificación del SITC a un dígito, que considera los siguientes sectores: SITC0, alimentos y animales vivos; SITC1, bebidas y tabaco; SITC2, materiales crudos, no comestibles, excepto combustibles; SITC3, combustibles minerales, lubricantes y materiales relacionados; SITC4, aceites, grasas y ceras animales y vegetales; SITC5, químicos y productos relacionados; SITC6, productos manufacturados clasificados según el material; SITC7, maquinaria y equipo de transporte; SITC8, artículos manufacturados diversos; SITC9, mercancías y operaciones no clasificadas en otra parte en el SITC.
Los resultados recogidos en el cuadro permiten observar que México tendría una elevada complementariedad comercial con Corea del Sur en combustibles minerales, lubricantes y materiales relacionados (SITC3), y en maquinaria y equipo de transporte (SITC7). En ambos casos el ICC es mayor a la unidad y es más fuerte para la maquinaria y el equipo de transporte. Si bien en los otros sectores no hay evidencia de complementariedad, sí hay una tendencia hacia ella en alimentos y animales vivos (SITC0), donde el ICC pasa de 0.5 a 0.8 en los últimos 10 años. Una situación similar ocurre con bebidas y tabaco (SITC1); materiales crudos, no comestibles, excepto combustibles (SITC2), y artículos manufacturados diversos (SITC8), donde el índice avanza hasta situarse en valores cercanos a 0.8.
En todos los sectores en los que hay evidencia de complementariedad y los que en el tiempo han avanzado hacia la complementariedad, es posible que México pueda obtener ventajas al establecer un TLC con Corea.
La complementariedad con Corea del Sur se refleja también en el índice de similitud de nuestras exportaciones con las coreanas, el cual es más pequeño que el que se presenta con los Estados Unidos y Canadá, y ha tendido a disminuir en el tiempo, por lo cual los productos exportados por México a Corea tienden a mostrar estructuras exportadoras diferentes (Cuadro 4).
País | 2000 | 2010 | 2020 |
Estados Unidos | 0.52 | 0.49 | 0.54 |
Canadá | 0.54 | 0.54 | 0.48 |
China | 0.53 | 0.49 | 0.49 |
Corea | 0.49 | 0.47 | 0.40 |
Fuente: elaboración propia a partir de los datos obtenidos de la División de Comercio Internacional e Integración de la CEPAL del SIGCI.
La complementariedad es un potencial que está desaprovechado no sólo por México, sino también por toda América Latina. De acuerdo con datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) (Giordano, Ortiz de Mendívil y Vodusek, 2019), América Latina está aprovechando, en su relación comercial con Corea del Sur, solamente 36% del potencial de los productos complementarios más atractivos, 29.5% de los complementarios más dinámicos y 8% de los complementarios significativos. Por otra parte, Corea aprovecha solamente 38.4% de los más atractivos, 22.8% de los dinámicos y 8% de los significativos.
En el Cuadro 5 se muestran las exportaciones totales mexicanas clasificadas de acuerdo con el código armonizado; de los datos se advierte que maquinaria eléctrica y equipo de transporte representan poco más de 60% de sus exportaciones. También se muestra el índice de Balassa de ventaja comparativa revelada de México en relación con el mundo, y ahí se advierte que esos dos productos son los que mayores ventajas presentan y, sin embargo, sólo se exporta a Corea menos de un punto porcentual de cada uno de ellos.
Producto |
Valor del comercio en miles de dólares |
Porcentaje del total |
Ventaja comparativa revelada |
Porcentaje de Corea |
Animales | 4 784 325.28 | 1.15 | 0.55 | 1.72 |
Vegetales | 17 760 715.95 | 4.26 | 1.14 | 0.15 |
Productos alimenticios | 16 193 359.22 | 3.88 | 1.09 | 0.09 |
Minerales | 7 515 823.45 | 1.8 | 1.06 | 19.36 |
Combustibles | 16 632 495.30 | 3.99 | 0.48 | 0.07 |
Químicos | 9 012 593.45 | 2.16 | 0.21 | 0.57 |
Plástico o caucho | 12 170 013.70 | 2.92 | 0.64 | 0.40 |
Cueros y pieles | 558 929.19 | 0.13 | 0.25 | 0.88 |
Madera | 3 118 503.76 | 0.75 | 0.33 | 0.09 |
Textiles y prendas de vestir | 6 306 799.03 | 1.51 | 0.35 | 0.07 |
Calzado | 619 854.20 | 0.15 | 0.18 | 0.12 |
Piedras y vidrio | 11 934 278.17 | 2.86 | 0.57 | 0.06 |
Metales | 17 307 577.29 | 4.15 | 0.64 | 1.11 |
Maquinaria y electricidad | 149 155 374.81 | 35.77 | 1.27 | 0.29 |
Transporte | 103 973 934.66 | 24.93 | 2.62 | 0.82 |
Varios | 39 937 593.04 | 9.58 | 1.07 | 0.62 |
Fuente: elaboración propia con base en datos del UN Comtrade en el sistema WITS.
En el Cuadro 5 se muestra que también México tiene ventajas comparativas en productos primarios y minerales, de los cuales destacan estos últimos, ya que hacia Corea del Sur se exporta cerca de 20%. México podría aprovechar más la penetración de sus productos con ventajas comparativas en la economía coreana al ampliar sus cuotas de mercado, lo cual podría impulsar con un acuerdo de libre comercio que le permitiera potenciar sus exportaciones de bienes primarios, de maquinaria y de equipo de transporte.
Debido a que México y Corea no cuentan con un TLC, los niveles arancelarios son muy asimétricos y desfavorables para México, que es una economía muy abierta. Un objetivo central en un TLC es la eliminación de tarifas arancelarias, por lo cual conviene revisar cuál es la situación actual.
En el Cuadro 6 se presenta un resumen de las tarifas arancelarias de ambas economías; el primer elemento del cuadro es el promedio aritmético consolidado, es decir, el límite máximo vinculante de los tipos arancelarios. En este caso resulta más alto para México. Sin embargo, su composición muestra que en Corea es muy elevado para productos agrícolas, en tanto que para México es más elevado para productos no agrícolas, lo cual refleja los niveles de protección sectoriales que tienen ambas economías. Por otra parte, el cuadro también muestra el promedio simple de la tarifa para la nación más favorecida (MFN) ampliada entre miembros de la OMC; en este caso, el de Corea es mucho más alto que el mexicano, sobre todo para productos agrícolas, lo que se refleja en las altas tarifas que esa economía aplica para proteger su sector primario. Finalmente, en la última fila del cuadro se muestra la media ponderada comercial, la cual es prácticamente el doble de lo que impone México a sus importaciones, y resulta muy elevada en productos agrícolas para Corea, cuando se relaciona con el límite final de promedio simple, lo cual indica que existen tarifas muy altas en las importaciones coreanas de bienes agrícolas.
Tarifa | Corea | México | ||||
Total | Agrícola | No agrícola | Total | Agrícola | No agrícola | |
Límite final del promedio simple |
17 | 61.5 | 9.8 | 36.2 | 45 | 34.8 |
Promedio simple MFN aplicadoa |
13.6 | 56.8 | 6.6 | 7.1 | 14 | 6 |
Promedio
ponderado comercialb |
8.5 | 85.1 | 3.8 | 4.2 | 15.7 | 3.5 |
a 2020.
b 2019.
Fuente: elaboración propia con base en los datos de la OMC.
El mayor grado de apertura comercial que tiene la economía mexicana en relación con la coreana puede valorarse con la distribución de frecuencia de las tarifas aplicadas a sus importaciones, que se presenta en el Cuadro 7. Los datos indican que para Corea cerca de 40% de sus importaciones de bienes agrícolas enfrenta tarifas con niveles de 15 a 50% y sólo 4.4% es libre de impuestos, mientras que en el caso mexicano 31.2% es libre de impuestos y 33% enfrenta tarifas de 15 a 25%. En los bienes no agrícolas el grado de apertura mexicano es también mucho mayor al coreano, ya que 70.8% de las importaciones mexicanas es libre de impuestos y 53.45%, con la tarifa de MFN; mientras que para Corea esos mismos porcentajes son 36.1 y 18.7%, respectivamente.
Corea |
Libre
de impuestos |
0 ≤ 5 | 5 ≤ 10 | 10≤15 | 15 ≤ 25 | 25 ≤ 50 |
50
< = 100 |
> 100 |
NAVa
en porcentaje |
||
Tarifas y valor de las importaciones (en porcentaje) | |||||||||||
Agricultura | Final | 2.2 | 5.7 | 7.8 | 7.8 | 23.4 | 33.2 | 10.6 | 9.3 | 4.3 | |
MFN | 2020 | 5.5 | 17.7 | 22.5 | 1.2 | 12.9 | 28.2 | 2.0 | 10.0 | 3.1 | |
Importaciones | 2019 | 4.4 | 19.1 | 19.5 | 1.2 | 12.4 | 26.9 | 1.0 | 15.1 | 3.6 | |
No agricultura | Final | 18.3 | 7.6 | 22.8 | 33.6 | 5.4 | 6.5 | 0.0 | 0 | 0.1 | |
MFN | 2020 | 18.7 | 11.4 | 59.7 | 6.4 | 3.8 | 0.0 | 0.0 | 0.0 | 0.0 | |
Importaciones | 2019 | 36.1 | 31.7 | 28.3 | 3.1 | 0.7 | 0.0 | 0.0 | 0 | 0.0 | |
México |
Libre
de impuestos |
0 ≤ 5 | 5 ≤ 10 | 10 ≤ 15 | 15 ≤ 25 | 25 ≤ 50 |
50
≤ 100 |
> 100 |
NAV en porcentaje |
||
Tarifas y valor de las importaciones (en porcentaje) | |||||||||||
Agricultura | Final | 0.4 | 0.2 | 4.0 | 0 | 11.6 | 75.8 | 2.0 | 6.0 | 7.3 | |
MFN | 2020 | 22.2 | 3.7 | 26.3 | 7.9 | 32.3 | 5.4 | 2.0 | 0 | 4.7 | |
Importaciones | 2019 | 31.2 | 2.3 | 8.7 | 11.5 | 33.3 | 7.2 | 5.9 | 0 | 10.3 | |
No agricultura | Final | 0.3 | 0 | 0.5 | 0.1 | 2.2 | 97.0 | 0 | 0.0 | 0.0 | |
MFN | 2020 | 53.4 | 7.5 | 14.2 | 17.3 | 7.3 | 0.2 | 0 | 0 | 0.1 | |
Importaciones | 2019 | 70.8 | 11.2 | 6.0 | 7.6 | 2.0 | 2.5 | 0 | 0 | 0.0 |
a Tarifa non-ad valorem.
Fuente: elaboración propia con base en los datos de la OMC.
Las diferencias en la estructura arancelaria de ambas economías muestran que con un TLC las disminuciones arancelarias serían más favorables para México, al permitirle reducir o eliminar las altas barreras que aún mantiene Corea en la estructura de sus importaciones.
V. Consideraciones finales
La pandemia ha provocado un repunte de las necesidades de integración económica, por lo cual es importante superar la interrupción de suministros a los países, y eso pasa por el impulso de los mercados internacionales, en particular los del Este y el Sudeste asiático, que representan los principales proveedores de las cadenas globales de valor (CGV). Las CGV se han transformado por la crisis y ha operado un cambio estructural hacia cadenas digitales de alta tecnología. Asia se ha convertido en la región más grande de comercio electrónico y de tecnofinanzas, por lo cual es importante fortalecer lazos con esas economías.
Por lo tanto, un TLC con Corea del Sur podría ser una vía para fortalecer la presencia de México en la región de Asia y aprovechar esos cambios estructurales a fin de aumentar la resiliencia de nuestra economía. México tiene más de 10 tratados de libre comercio, uno de ellos con Japón; sin embargo, sigue concentrando más de 80% de su comercio en los Estados Unidos.
La evidencia económica ha mostrado que los países diversifican su producción y las exportaciones a medida que crecen. Como ocurre en el mercado financiero, la diversificación reduce los riesgos de inversión y, en este caso, proporciona mayor estabilidad al ingreso de largo plazo. La diversificación permite aprovechar oportunidades en mercados más dinámicos, compensar ciclos recesivos de unos mercados con otros, diferenciar productos y elevar la competitividad. La ausencia actual de diversificación comercial en México se explica por la falta de aprovechamiento de los tratados y por la carencia de una política industrial que los acompañe. La consecuencia es una elevada vulnerabilidad económica frente a los Estados Unidos.
Desde el 2000 hasta la fecha, México y Corea han avanzado rápidamente en su intensidad exportadora. Dentro del comercio coreano, México avanzó de la 15ª a la 10ª posición, y Corea del Sur, que no figuraba en las primeras 20 posiciones en el 2000, ahora ha logrado ascender a la 10ª posición para México. El comercio entre nuestros países es altamente complementario, lo cual reduce mucho la competencia directa entre los bienes que comercializamos.
La complementariedad comercial y la menor similitud relativa de los perfiles exportadores de México y Corea del Sur permiten establecer una serie de ventajas para México en un TLC con esa economía:
El potencial de mercado ofrecido por un TLC: Corea es la 10ª economía del mundo, la cuarta más grande de su región y la séptima por su capacidad exportadora, lo cual abre posibilidades de comercio en un mercado muy grande.
Equilibrio arancelario: los costos comerciales hoy son caros, los aranceles promedio de Corea son mucho más altos que los mexicanos; un TLC podría equilibrar el grado de apertura.
Acceso a la innovación y el desarrollo tecnológico: Corea es la quinta economía más compleja, México es la 21ª (Economic Complexity Index [ECI], 2020). Mediante un TLC podría detonarse un mayor grado de desarrollo tecnológico en México para sectores como el eléctrico, el electrónico, el de autopartes y automotriz.
Complemento a industrias básicas: Corea es un importador neto de productos alimenticios y es el octavo importador global; es importador neto de materias primas.
Complemento en industrias pesadas y de alta tecnología: Corea tiene ventaja comparativa en tecnologías de producción para el sector manufacturero. México tiene ventaja comparativa en el ensamble y procesamiento de bienes de tecnología media alta. Corea es líder en el desarrollo de tecnologías de información.
Complemento a la inversión: Corea es la 12ª fuente de IED en el mundo. Para México es 1.2% de la IED total recibida desde 1999, y existen 2 043 empresas con inversión coreana en México.
Los acuerdos comerciales emprendidos en México desde los años ochenta no han dado lugar a un crecimiento económico sostenido. En el contexto de la pandemia del coronavirus, el actual modelo comercial mexicano ha mostrado sus debilidades y ha resultado muy afectado por la elevada dependencia con la economía de los Estados Unidos. De ahí que se requiere reenfocar la política comercial, y uno de los mercados más atractivos es el de Corea del Sur. México y Corea del Sur cuentan con elevada complementariedad y relación comercial que se han fortalecido en el tiempo, por lo cual conseguir un acuerdo de libre comercio indudablemente permitiría diversificar no sólo las relaciones comerciales, sino también disminuir la vulnerabilidad del país frente a choques externos.
A fin de que las negociaciones de un TLC entre ambas economías puedan llegar a buen final, es necesario que los gobiernos reconozcan la existencia de asimetrías y que éstas permitan establecer acuerdos sobre los plazos de liberalización para sus sectores más vulnerables. Ambos países cuentan con una gran experiencia en negociaciones comerciales. México logró en 2020 la negociación del TMEC con los Estados Unidos, y cuenta con tratados comerciales con otras potencias comerciales como Japón y la Unión Europea. Asimismo, Corea ha logrado negociaciones del mismo tipo con los Estados Unidos, China y la Unión Europea. Por ello, existe la suficiente madurez para lograr blindar sus sectores más vulnerables e impulsar la apertura en aquellos en los que ambas economías puedan tener ventajas comerciales.