“Amar a Bogotá es […] no haber aprendido nunca a tutear ni a ustedear a la bogotana”2
Introducción
El español hablado en Bogotá (Colombia) se caracteriza, entre otras cosas, por tener un sistema pronominal de segunda persona singular bastante complejo: primero, por el número de pronombres utilizados por los hablantes (usted, tú, sumercé3 y vos( (este último presenta una frecuencia de uso muy baja entre los bogotanos y migrantes de zonas no voseantes (Cepeda Ruiz, 2014)); segundo, por las diferencias suscitadas debido a la naturaleza y el origen de estas formas pronominales, por ejemplo, terceras personas gramaticales que se comportan pragmática y discursivamente como segundas (usted y sumercé(; tercero, por las finas distinciones pragmáticas, discursivas, sociales e incluso psicológicas que evalúan los hablantes para seleccionar un tratamiento (Cepeda Ruiz, 2014 y 2019); cuarto, por los efectos a los que da lugar el reciente avance del tuteo frente al ustedeo (cambio lingüístico en curso(, especialmente en una variedad dialectal en la que usted se consolida como forma pronominal no marcada, por su frecuencia, contextos de uso (que incluye el ustedeo con niños, parejas y amigos) y las pocas (casi nulas) restricciones pragmáticas que posee (Cepeda Ruiz, 2014 y 2017).
Esta complejidad dificulta la identificación, a primera vista, de un sistema pronominal ‘heterogéneo y ordenado’ en el español bogotano, es decir, no es fácil reconocer el trato usado por los bogotanos o migrantes residentes en Bogotá en situaciones específicas. Más allá, el intrincado sistema pronominal bogotano (claro reflejo de las relaciones sociales en esta comunidad), ha ocasionado que los hablantes seleccionen uno u otro pronombre para un mismo interlocutor, incluso en una misma situación comunicativa (Cepeda Ruiz, 2019; Mestre, 2010 y 2011).
A partir de datos de percepción y recursos orales como conversaciones espontáneas y observaciones directas, detectamos casos frecuentes en los que los bogotanos ‘alternan’ entre las formas pronominales/verbales ustedeantes, tuteantes, sumercedeantes y voseantes al dirigirse a un mismo interlocutor; se trata de enunciados en los que la alternancia ocurre en tres niveles diferentes: (1) Intraverbal o tipo I, (2) Intra oracional o tipo II y (3) Extra oracional o tipo III:
(1) ¡Tomásela! ǀ pero con cuidado. (JUAN-H2BO)4
(2) ¿Eres feliz con su abuela? (IRENE-M3MP)
(3) ¡Oiga terremoto! ǀ ¡para adentro! ǀ entra ǀ Leito ǀ entra por favor. (MONICA-M1MU)
La bibliografía no aborda estos tres tipos de alternancia de manera conjunta, las investigaciones se concentran en las variaciones del tipo III (Castro, 2001; Cepeda Ruiz, 2014 y 2019; García, 2012; Helincks, 2010 y 2014; Jang, 2012; Mestre, 2010; Moser, 2006; Murillo, 2003; Quesada Pacheco, 2010); en tanto que las alternancias intraverbales e intra oracionales son apenas mencionadas, por lo general, desde una perspectiva normativa (Flórez, 1977; Guerrero y Pardo, 2012; Rimgaila y Cristina, 1966).
El objetivo de esta disertación consiste en identificar cualitativamente los factores sociales, lingüísticos y pragmáticos que provocan los tres tipos de alternancia pronominal detectados en el español hablado en Bogotá.
El artículo se organiza como sigue: después de esta introducción al problema y los objetivos del estudio, el lector encuentra los antecedentes teóricos de la investigación. Posteriormente presentamos los instrumentos de recolección de datos, así como las características de los informantes. Seguido de esto, a partir de ejemplos de uso y de percepción, revisamos las tres clases de alternancia presentes en los corpus y nos detenemos en los aspectos formales, sociales y pragmáticos que subyacen a cada tipo. Finalmente, puntualizamos las conclusiones del estudio, así como las referencias bibliográficas básicas.
1. Antecedentes
Los pronombres usted, tú, vos, sumercé, vosotros y ustedes son elementos seleccionados por los participantes de un evento comunicativo para apelar de manera directa al interlocutor (o interlocutores); la elección de una forma parte de la evaluación constante del entorno inmediato, del grado de confianza, intimidad, cercanía, respeto, distancia, lejanía que mantienen entre sí los hablantes; de su conocimiento y adecuación a las normas culturales de la comunidad de habla, de factores sociales como la edad, el sexo, la clase social, el origen, así como de factores pragmáticos como el acto de habla, la audiencia, el registro, etc. (Bertolotti, 2015; Brown y Gilman, 1960; Fontanella de Weinberg, 1999; Hummel, Kluge y Vázquez, 2010; Real Academia Española - Asociación de Academias de la Lengua Española [RAE-ASALE], 2009, entre otros). Sin embargo, quienes trabajamos con formas y fórmulas5 de tratamiento sabemos que a pesar de que solemos preguntar por el trato prototípico, generalizado y más frecuente por un sujeto en una situación comunicativa o con un interlocutor específico, en realidad, solemos obtener más de una respuesta, es decir, el hablante reconoce que, dependiendo del estado anímico, de la audiencia, incluso de la vestimenta del destinatario, el tratamiento puede cambiar. La alternancia pronominal no es un fenómeno nuevo; no obstante, su estudio sí implica algunas dificultades metodológicas, situación que se refleja en los pocos estudios de corte sociolingüístico y pragmático que hay en la actualidad.
La alternancia en el tratamiento se describe como el paso de una forma pronominal/verbal a otra, siempre dirigida de manera directa a un oyente en un mismo encuentro conversacional: “[…] fenómeno lingüístico de los hablantes que consiste en usar varias formas de tratamiento con un mismo interlocutor en un mismo acto comunicativo con una intención comunicativa determinada” (Murillo, 2003, p. 9).
Las investigaciones se centran en la alternancia pronominal de tipo III, que aquí hemos llamado tentativamente extra oracional (¡ Oiga terremoto! ǀ ¡para adentro! ǀ entra ǀ Leito ǀ entra por favor), fenómeno presente en el español hablado en Popayán (Murillo, 2003), Bogotá (Mestre, 2010; Cepeda Ruiz, 2014 y 2019), en el departamento de Antioquia (García, 2012; Jang, 2012), así como en Honduras (Castro, 2001), Costa Rica (Moser, 2006; Quesada Pacheco, 2010) y Chile (Helincks, 2010 y 2014); lugares en los que pueden convivir el voseo, tuteo, ustedeo y sumercedeo (este último frecuente en Bogotá), es decir, territorios en los que el sistema pronominal de tratamientos no es ni binario, ni unívoco, ni discreto; no hay un solo pronombre para expresar el eje de confianza, ni uno solo para el eje de respeto y, además, una forma puede emplearse con valores intermedios como en el caso de sumercé.
Tal como señala Mestre (2011) estas alternancias consisten en el cambio de pronombre “ya sea dentro de un mismo turno conversacional o bien a lo largo de la conversación, con un mismo interlocutor” (p. 18) y se conocen en la literatura como cambio de código(Myers-Scotton, 1983; Castro, 2001), cambio circunstancial(Ervin-Tripp, 1986), cambio pronominal(Castro, 2001), polimorfismo de los pronombres(Murillo, 2003), danza pronominal(Quesada Pacheco, 2010) o alternancia pronominal(Cepeda Ruiz, 2014; García, 2012; Jang, 2012; Mestre, 2010; Quesada Pacheco, 2010).
Para Castro, las alternancias pronominales o cambios de código obedecen a factores pragmáticos como el contexto situacional, tema, canal, registro y tipo de acto de habla; además, para la autora estos cambios se deben a la constante re-elaboración de los roles de ‘hablante’ y ‘oyente’ dentro del acto comunicativo y tienen como doble objetivo:
Para el hablante, cambiar de código es una herramienta, un medio de hacer algo (afectando el equilibrio de los derechos y obligaciones). Para el oyente, cambiar de código es un índice, un símbolo de las intenciones del hablante. Cambiar de código, por consiguiente, es un medio y un mensaje (2001, p. 18).
En el caso de Popayán (Colombia) Murillo señala que este tipo de alternancia (o ‘polimorfismo’) depende de los objetivos particulares del hablante y afirma que:
[…] es común en todos los estratos sociales, en todos los espacios y en un mismo hablante de acuerdo con las circunstancias […]. Este polimorfismo bien puede obedecer a un estado de inestabilidad en el sistema de fijación del voseo en este lugar (2003, p. 12).
Por su parte, Mestre presta especial atención al acto de habla, la autora resalta que en el caso de la alternancia usted ( tú: “[…] replantea la fuerza ilocutiva del acto de habla producido […] (una petición). Se disminuye así el peso de la imposición que sería más fuerte al emplear la forma de tratamiento usted” (2010, p. 1042).
Finalmente, Helincks encuentra en su corpus, basado en programas televisivos en Chile, que las alternancias entre los tratos solidarios tú y vos son recurrentes entre los jóvenes, en tanto que el cambio tú/vos ( usted es empleado para aumentar el cariño entre los interactuantes, expresar paternalismo e indicar solemnidad del emisor. También reporta la autora alternancia usted/tú ( vos en casos en los que el tema de conversación es delicado o ante cambios anímicos que conllevan al enojo o la incredulidad entre los hablantes (2010, pp. 154-155).
Por otro lado, las alternancias tipo I y II, a las que en estas páginas nombramos provisionalmente como intraverbal e intra oracional, respectivamente, son apenas mencionadas en la literatura colombiana y se califican como formas impropias (Flórez, 1977), vacilaciones e incorrecciones(Rimgaila y Cristina, 1966), usos indebidos(Guerrero y Pardo, 2012), formas mixtas o alternancias(Cepeda Ruiz, 2014 y 2019): “La forma verbal “póngate” es impropia: no corresponde ni a “usted” ni a “tú”. En parte es descuido, desatención, y en parte falta de autenticidad, fenómeno muy frecuente en Colombia” (Flórez, 1977, p. 76).6
El tipo I o alternancia intraverbal ( tómaselo ), frecuente entre bogotanos y migrantes residentes en la capital de Colombia, suele vincularse con el habla de personas de clase social baja o con pocos estudios; sin embargo, no existen investigaciones que ofrezcan datos de uso o percepción que confirmen su vinculación con determinados factores diastráticos, diafásicos o diatópicos y mucho menos se ha profundizado en la relación con otras variables lingüísticas, sociales o pragmáticas.
En sus Apuntes del español, Flórez nos permite apreciar, tal como lo indicamos arriba, que el fenómeno es frecuente en Colombia (particularmente en el español bogotano) y que se vincula, de alguna manera, con la interferencia del tuteo en zonas que en tiempos pasados eran predominantemente ustedeantes:
En habla corriente predomina en Colombia el uso de usted, y en su uso nadie se equivoca (es decir, en la selección de las formas verbales correspondientes). Pero en cuanto hay un comienzo de tuteo viene ya la confusión. Así, en póngate la gabardina -frase oída en habla espontánea a una persona culta en Bogotá- se han cruzado dos construcciones: póngase la gabardina y ponte la gabardina. La forma verbal “póngate” es impropia: no corresponde ni a “usted” ni a “tú”. En parte es descuido, desatención, y en parte falta de autenticidad, fenómeno muy frecuente en Colombia (Flórez, 1977, p. 76).
En años recientes, Guerrero y Pardo, en un trabajo que se basa en el uso del tratamiento pronominal sumercé en la ciudad de Bogotá, mencionan que el ‘uso indebido’ de estas formas se relaciona con factores como la clase social del hablante:
Hasta hace pocos años la clase baja solamente usaba la forma V para expresar tanto solidaridad como distancia. La forma T se entendía pero no se usaba, hasta el punto de que una forma de estereotipación de una persona de clase baja era el uso indebido del tuteo con desinencia del ustedeo o con formas mal usadas: usted viniste, o tú vinistes (2012, p. 216).
Por su parte, el tipo II o alternancia intra oracional (¿ Eres feliz con su abuela?), obedece a variaciones que se manifiestan dentro de la oración y que incluyen el uso de pronombres, flexiones verbales, clíticos y posesivos que no concuerdan entre sí en persona gramatical. Así como en el caso de la alternancia intraverbal, en la bibliografía no se encuentra información detallada acerca de este uso y suele, más bien, concebirse como una incorrección entre hablantes de la clase baja (Guerrero y Pardo, 2012, p. 216), tal como indican Rimgaila y Cristina: “En la clase media y baja es poco frecuente el uso de tú. De aquí las vacilaciones e incorrecciones: […] Confunden tú y usted: ‘Te invito a que vayas a mi casa a comerse...’” (1966, p. 646).
2. Metodología
Este estudio ofrece una primera revisión cualitativa del fenómeno de la alternancia pronominal/verbal en el español hablado en Bogotá; partimos para ello de los presupuestos teóricos generales de la pragmática, especialmente de la “Teoría del poder y de la solidaridad” de Brown y Gilman (1960) y del modelo de cortesía verbal propuesto por Brown y Levinson (1987) y nos detenemos en tres aspectos del fenómeno de estudio: los rasgos formales, sociales y pragmáticos latentes en los tres tipos de alternancia detectados en el español hablado en Bogotá.
La investigación parte de la idea fundamental de que las alternancias pronominales presentes en el sistema de tratamientos del español bogotano se encuentran condicionadas; en consecuencia, recopilamos material de uso (conversaciones espontáneas e interacciones casuales) y lo cotejamos con datos de percepción (extraídos de cuestionarios sociolingüísticos y redes sociales como Twitter y Facebook) lo que permite extraer algunas regularidades.
Nos enfocaremos en examinar el fenómeno desde una mirada cualitativa y nos abstendremos de ofrecer resultados cuantitativos por varias razones: primero, porque la revisión cualitativa nos permite apreciar las alternancias de manera general e introductoria, con el objeto de que en futuros estudios se detalle la incidencia de las variables intra y extralingüísticas desde otras perspectivas. Segundo, porque los datos extraídos del corpus principal (conversaciones espontáneas) si bien están presentes entre los hombres y mujeres de las tres clases sociales y de las tres generaciones, se concentran altamente en las interacciones de algunos de los informantes (específicamente dos hablantes de clase media y dos de clase baja) y, en ese sentido, consideramos que la revisión cuantitativa nos puede llevar a conclusiones parcializadas y no representativas estadísticamente. Tercero, porque si bien hay un buen número de participantes de los cuestionarios y observaciones, los casos extraídos de estos materiales son muy pocos y no ameritan un cotejo cuantitativo frente a los datos del corpus de conversaciones espontáneas (en los 36 cuestionarios tan solo hay 8 comentarios explícitos sobre alternancias, por ejemplo).
2.1 Corpus
2.1.1 Conversaciones espontáneas y observaciones directas
El corpus principal de este estudio está compuesto por más de 40 horas de grabación de conversaciones espontáneas realizadas entre los años 2012 y 2019. Los diálogos pertenecen a un grupo de 26 personas, familiares y amigos de la investigadora, que accedieron a ser grabados en sus interacciones diarias.7 A los informantes se les comunicó que el objetivo del estudio consistía en examinar la manera de hablar de los bogotanos; se les notificó sobre la presencia de la grabadora desde el principio y se les indicó que podían detener la grabación en el momento que lo desearan y borrar fragmentos o todo el contenido de la conversación.8 Cabe señalar que la grabadora no evitó que las intervenciones fueran relajadas y que los hablantes tocaran temas íntimos e hicieran chistes y burlas, tal como se puede apreciar en el siguiente fragmento en el que la grabadora está visible en el centro de la mesa e incluso es manipulada por uno de los informantes: en (4) C identifica el nombre de B como propio de grupos de poco prestigio en la comunidad, lo cual manifiesta a través de su referencia a la salsa urbana Chichoky:9
(4) Conversación espontánea. En el comedor familiar. A: MONICA-M1MU; B: RODRIGO- H1MU; C: ESTEFANÍA-M1AU; D: JULIO-H3AO. B y C son cuñados, D es padre de C y suegro de B, A es una amiga de la familia.
A: B ǀ ¿cómo son tus nombres?
B: R F G
C: Quieto ǀ Chichoky (risas)
D: (risas) ‘Chichoky’ (risas)
B: Estoy chichokiado ǀ huy ǀ mañana no me voy a poder levantar ǀ dios mío ǀ me voy a incapacitar ǀ miércoles ǀ jueves y viernes
C: Verdad que mañana hay que trabajar ǀ ¡apague esa grabación ya!
A: Ya va
B: Apaguémosla (B se estira y apaga la grabadora)
También contamos con fragmentos de interacciones tomados mediante observación directa. Se trata de situaciones en las que no hay una grabadora encendida y, por lo tanto, el investigador registró el diálogo fuera de la vista del hablante. Son intercambios comunicativos cortos, en los que se solicita información en la calle o en una tienda y, por lo tanto, no se recopilaron datos personales que afecten a quienes intervienen. De estas interacciones podemos extraer información social ‘aparente’ sobre el sujeto: sexo y edad, pero desconocemos su clase social y origen, razón por la que en los ejemplos de estos individuos omitimos estas referencias.
2.1.2 Cuestionarios sociolingüísticos y redes sociales
Aunque los tres tipos de alternancia que analizamos son difíciles de detectar por medio de cuestionarios (especialmente sobre uso) u otras herramientas fuera de la oralidad, en estas páginas recurriremos a algunos ejemplos de percepción y valoración obtenidos mediante 36 cuestionarios sociolingüísticos aplicados entre los años 2012 y 2013 (Cepeda Ruiz, 2014). Incluimos, por un lado, algunas respuestas a preguntas abiertas que indagan sobre el uso y recepción de tratamientos como usted, tú, sumercé y vos -¿A quién tutea con facilidad?, ¿por qué?- y, por otro lado, respuestas a preguntas semi abiertas (o con opciones determinadas) -¿Qué prefiere, tutear, ustedear, vosear o sumercedear?-. Adicionalmente, presentamos algunas publicaciones de redes sociales (Twitter y Facebook). Esta información orienta al investigador acerca de las posibles causas externas de las alternancias y permite apreciar la opinión de los hablantes sobre quienes alternan.
2.2 Los informantes
La muestra global del presente estudio busca representar algunos de los rasgos sociales prominentes en la comunidad de habla. En ese sentido, incluimos hombres y mujeres que han sido clasificados en tres grupos de edad (véase cuadro 1); nuestro hablante más joven (que suele tener el rol de destinatario intencional) tenía 3 años en las primeras grabaciones (2011) y el mayor pertenece al grupo de sujetos encuestados y contaba con 67 años en el momento en el que respondió el instrumento (2011).
Además del sexo y la edad, atendemos a factores como el origen y la clase social, variables que son fundamentales en cualquier estudio lingüístico sobre Bogotá. Nos detenemos en el origen de los participantes e incluimos migrantes además de capitalinos, porque al ser la capital de Colombia, Bogotá se constituye como el foco principal de las migraciones internas del país, ya por movilización voluntaria, ya por desplazamiento forzado (Departamento Administrativo Nacional de Estadística [DANE] y Pérez, 2003, p. 5).
Además, tenemos en cuenta la clase social e involucramos en las muestras a sujetos de los tres grupos contemplados en el sistema estratificatorio del país, por un lado, porque más allá de ser una estrategia de carácter gubernamental,10 los migrantes y bogotanos reconocen el concepto de ‘clase’ e identifican las diferencias culturales, económicas y lingüísticas que se derivan de él;11 por otro lado, porque la clase social es una variable de análisis recurrente en la bibliografía sobre tratamientos en la capital colombiana (Cepeda Ruiz, 2014 y 2019; Flórez, 1977; Guerrero y Pardo, 2012; Rimgaila y Cristina, 1966).
Los informantes de los cuestionarios fueron elegidos a partir de un muestreo no probabilístico ‘por cuotas’ equitativas siguiendo las variables sociales sexo, edad y clase social, grupo del que se recuperan los 26 individuos grabados. Por su parte, los sujetos observados de manera directa fueron seleccionados según un muestreo no probabilístico ‘accidental’ (Moreno, 1990, p. 88), en estos informantes no siempre es claro determinar factores como la edad, clase social u origen, razón por la cual en el siguiente cuadro se hace un estimado aparente o se dejan en blanco dichos datos.
Material | Sexo | Edad | Clase social | Origen |
Conversaciones espontáneas (26) | Hombres (12) | 1ra. G. 3 a 34 años (11) | Baja (3) | Bogotanos (23) |
Mujeres (14) | 2da. G. 35 a 49 años (7) | Media (16) | Migrantes (3) | |
3ra. G. más de 50 años (8) | Alta (7) | |||
Observaciones directas (22) | Hombres (5) | 1ra. G. 3 a 34 años (11)* | Información desconocida | Información desconocida |
Mujeres (17) | 2da. G. 35 a 49 años (9)* | |||
3ra. G. más de 50 años (2)* | ||||
Cuestionarios sociolingüísticos (36) | Hombres (18) | 1ra. G. 15 a 34 años (12) | Baja (12) | Bogotanos (27) |
Mujeres (18) | 2da. G. 35 a 49 años (12) | Media (12) | Migrantes (9) | |
3ra. G. más de 50 años (12) | Alta (12) |
* Edad estimada o aparente
3. Análisis y resultados
3.1 Alternancia pronominal/verbal intraverbal (tipo I)
3.1.1 Aspectos formales
La alternancia tipo I se caracteriza formalmente porque se presenta en unidades verbales en las que se incorporan morfemas gramaticales de segunda persona (o tercera) con enclíticos de tercera persona (o segunda); el resultado es una construcción que no es ni tuteante, ni ustedeante/sumercedeante propiamente, sino una mezcla entre las formas prototípicas de confianza y distancia del español. Cabe señalar que la única manera para desambiguar el ustedeo del sumercedeo es la mención explícita del pronombre (usted o sumercé), debido a que la conjugación es la misma: usted llegó tarde / sumercé llegó tarde (Cepeda Ruiz, 2021). Otra cualidad formal de los 25 ejemplos del corpus consiste en que todos los casos son usos imperativos acompañados de pronombres átonos en posición enclítica,12 en esencia, son formas mediante las cuales el emisor, de manera directa, ordena o manda a su destinatario, tal como se observa en (5):
(5) Conversación espontánea. Padre e hijo de tres años. A: Juan-h2bo
- ¡Cómatelo!
Esta conjunción de elementos de segunda y tercera persona gramatical dificulta la caracterización de los verbos como imperativos exclusivos (relativos al modo imperativo y la segunda persona -tú, vos, vosotros(as)-) o como imperativos compartidos (propios del subjuntivo y la tercera persona gramatical o segunda persona pragmática -usted, ustedes-) (RAE-ASALE, 2009, p. 3131). Sin embargo, podemos asumir que aquellos que poseen una base ustedeante son usos imperativos con base compartida: coma-, suba-, vaya-, despida-, impulse-; en tanto que aquellos con base tuteante son usos imperativos con base exclusiva: levanta-, enjuaga-, toma-, tal como se aprecia en el cuadro 2.13
Alternancias tipo I (intraverbal) | Imperativos exclusivos canónicos | Imperativos compartidos canónicos | |
(tú) | (usted) | ||
Usos imperativos con base exclusiva | Levánt-a-se | Levánt-ate | Levánt-ese |
Enjúag-a-se | Enjuág-ate | Enjuág-uese | |
Tóm-a-se (lo/la) | Tóm-ate (lo/la) | Tóm-ese (lo/la) | |
Usos imperativos con base compartida | Cóm-a-te (lo/la) | Cóm-ete (lo/la) | Cóm-ase (lo/la) |
Súb-a-te | Súb-ete | Súb-ase | |
V-áya-te | V-ete | V-áyase | |
Despíd-a-te | Despíd-ete | Despíd-ase | |
Impúls-e-te | Impúls-ate | Impúls-ese |
3.1.2 Aspectos sociolingüísticos
Tradicionalmente la literatura y los hablantes concuerdan en condenar las alternancias intra verbales como ‘errores’ propios de grupos marginados, clases populares, campesinos, sujetos con nivel de estudios bajo e individuos que no saben tutear, tal como se observa en las siguientes publicaciones de Twitter:
En el corpus oral se pudo apreciar de manera cualitativa la vinculación de la alternancia tipo I con ciertos factores como el origen de los hablantes, la edad (tanto del locutor como del interlocutor) y la clase. En ese sentido, los pocos casos con los que contamos (25) nos remiten a sujetos de la segunda y tercera generación, clase baja o media y migrantes de zonas por lo general ustedeantes,14 estos datos, sin embargo, no deben asumirse como exclusivos de estos sectores, pues, tal como señala Flórez, la alternancia intraverbal puede ser también escuchada entre sujetos de la clase ‘culta’ bogotana: “Así, en póngate la gabardina -frase oída en habla espontánea a una persona culta en Bogotá- […]” (1977, p. 76).
Adicionalmente, al examinar los rasgos del destinatario, encontramos un patrón regular en los ejemplos de los corpus: en todos los casos se trata de niños pequeños entre los 3 y 12 años, tal como se ve en (6) y (7); en otras palabras, la edad del interlocutor parece ser un factor relevante en la producción de la alternancia tipo I (esta influencia deberá ser analizada en futuros estudios).
(6) Observación directa. Madre a hijo pequeño.
- ¡Váyate para allá! (LUISA-M2MU)
(7) Observación directa. En el parque: madre e hija de siete años aproximadamente.
- Impúlsete ǀ impúlsete ǀ impúlsete ǀ mami. (MUJER M2MU)
3.1.3 Aspectos pragmáticos
Los datos orales de este estudio permiten apreciar que la alternancia tipo I o intraverbal es empleada en situaciones comunicativas en las que se conjugan valores de cercanía y distancia: por un lado, se trata de encuentros en los que hay una orden directa (+ USTED), un acto de habla directivo que implica mayor distanciamiento emocional y que se traduce en una amenaza doble: uno, a la imagen positiva del emisor, dos, a la imagen negativa del destinatario.15 Por otro lado, son enunciados dirigidos a niños pequeños que suelen ser sujetos con los que aumenta el grado de confianza, ternura e intimidad (+ TÚ). Formalmente, esta conjunción de factores se codifica mediante usos imperativos con base exclusiva ( enjúag-a-se ) o compartida ( v-áya-te ).
3.2 Alternancia pronominal/verbal intra oracional (tipo II)
3.2.1 Aspectos formales
En el corpus encontramos 43 enunciados que corresponden a alternancias tipo II. A pesar de que son muchos más que en el caso del tipo I, las diferencias entre las construcciones nos dificultan la caracterización formal; sin embargo, podemos señalar algunas generalidades. Primero, esta alternancia implica, tal como señalamos previamente, que la flexión verbal, el pronombre personal, los clíticos y posesivos no concuerdan en persona gramatical dentro de una oración que puede ser subordinada simple (8) o compuesta (9).
(8) Observación directa. Pareja en una tienda. A: HOMBRE H3-- y B: MUJER M2--.
A. ¿Ya pagaste el suyo ǀ amor?
B. No amor
(9) Conversación espontánea. Padre a hijo de 3 años.
-¡Ya no te toque más que se enferma ǀ hermano! (JUAN-H2BO)
Segundo, en oraciones simples encontramos verbos con flexión tanto en tercera persona gramatical: haga, coja, siga, tome, tiene, quiere, como en segunda persona: págalo, vas, sabes, piensas, pegaste, bajaste, pagaste. Adicionalmente, el elemento con el cual el verbo pierde la concordancia puede ser un pronombre personal -tú, usted, sumercé o vos- explícito (10), un posesivo (11) o, en menor medida, un clítico reflexivo (12).16
(10) Observación directa. En la tienda: Mujer joven a adulta. A: MUJER M--- y B: MUJER M3--.
A. Entonces ǀ págalo sumercé ǀ chao.
B. Chao.
(11) Conversación espontánea. Madre a hijo de 3 años.
- ¡Coja tu cobijita! (LUISA-M2MU)
(12) Observación directa. Abuela a nieto de 5 años. A: IRENE-M3MP y B: LEO-H1MU.
- ¡Se pegaste?
- Un poquito.
Tercero, en oraciones compuestas observamos enunciados en los que confluyen flexiones verbales de segunda y de tercera persona (13) y situaciones en las que la alternancia se manifiesta entre el verbo principal y los pronombres personales átonos (14).
(13) Observación directa. Madre a hijo de brazos.
- Tranquilo amor ǀ haga lo que tienes que hacer. (LUISA-M2MU)
(14) Conversación espontánea. Abuela a nieto de 5 años. A: IRENE-M3MP y B: LEO-H1MU.
A. ¿Te tomaste el yogurt que le di?
B. Sí.
3.2.2 Aspectos sociolingüísticos
En los casos extraídos del corpus se aprecia que la alternancia tipo II o intra oracional es bastante común entre hablantes de clase baja y media, de la segunda y tercera generación y cuando el destinatario es una mujer o es menor que el emisor. No descartamos, tal como en el caso de la alternancia tipo I, que este fenómeno se extienda a otras esferas de la comunidad bogotana.
Es evidente que el fenómeno está bastante estigmatizado en la comunidad y que los hablantes lo reconocen con facilidad, véanse a manera de ejemplo los siguientes comentarios tomados de redes sociales y de los cuestionarios sociolingüísticos (15):
(15) ¿Le parece incómodo o inadecuado que lo tuteen? ¿En qué situaciones le parece incorrecto que lo tuteen?
- Considero inadecuado y ofensivo que las personas no tuteen bien. Si lo hacen bien no hay problema. (VICTOR-H2AU)
También queda claro, esta vez debido a algunas respuestas de percepción de los cuestionarios (Cepeda Ruiz, 2014), que las condiciones asociadas a la enseñanza y el aprendizaje de los tratamientos son fundamentales para comprender la alternancia tipo II (y tipo I). Los datos revelan que algunos sujetos de tercera generación no fueron instruidos, formal o informalmente, en el paradigma de segunda persona de confianza o tuteante y, por lo tanto, la mayor parte de sus vidas han ustedeado (16), pero la convivencia con mujeres y niños pequeños los ha incentivado a emplear construcciones más íntimas y cariñosas como las tuteantes, en algunos casos alternando entre las formas preferenciales (usted) y las nuevas (tú) (17):
(16) ¿Qué prefiere, tutear, ustedear, vosear o sumercedear?
- Ustedeo, porque fue lo que se aprendió en casa. (ISABEL-M3MU)
(17) ¿Con cuál forma de tratamiento no se siente a gusto (dar y/o recibir) tú, usted, sumercé o vos?
- Tú, porque me olvido de cómo se dice y cometo errores. (MANUEL-H2MU)
3.2.3 Aspectos pragmáticos
En las conversaciones espontáneas se pueden apreciar construcciones en las que hay un verbo que funciona como marcador discursivo conversacional, por lo general, conjugado en la tercera persona gramatical -venga, oiga, mire, vea, escuche-; la función de este elemento en el discurso consiste en situar deícticamente a los participantes del evento comunicativo y apelar de manera directa al destinatario (enfocadores de la alteridad según Portolés y Martín-Zorraquino (1999)). Cabe destacar que en el corpus todos los casos del verbo ‘venga’ son ustedeantes, mientras que los otros marcadores conversacionales manifiestan también una versión tuteante (18).
(18) Observación directa. En la tienda: cliente a vendedora. A: CLIENTE H2-- y B: VENDEDORA M2BU.
A: Oye ǀ me atiende tú
B: Sí señor ǀ ya voy
A: Venga ǀ quiero que tú me atienda
En el caso particular de ‘venga’, parece haber una fijación que ocasiona la pérdida de autonomía y la falta de concordancia de la forma con los elementos circundantes; se trata de un efecto frecuente en un proceso de gramaticalización(Company, 2004; Quero, 2007), que permite que un verbo de movimiento como ‘venir’ se convierta gradualmente en un marcador discursivo como ‘venga’. Al respecto señala Company:
[…] la mayoría de los marcadores, como se sabe, se crea a partir de las categorías léxicas y gramaticales existentes en la lengua en cuestión, vía la descategorización y debilitamiento semántico de dichas categorías, y la mayoría de ellos surge también como resultado de procesos de subjetivización, vía un reforzamiento inferencial pragmático (2004, p. 33).
Finalmente, este tipo de alternancia es reconocida por algunos informantes como una pauta de acomodación lingüística a los patrones de tratamiento del interlocutor (19), en este caso hablamos de una estrategia de cortesía positiva que procura acercar a los interactuantes, así como poner de manifiesto la solidaridad entre ellos.
(19) ¿Cómo se dirige su pareja hacia usted (tú, usted, vos o sumercé)?
- Casi siempre mi pareja me trata de “tú”. Aunque hay situaciones en las que quieren imitarme (o por la simple razón de no poder adaptarse cuando yo hablo de “usted”) y mezclan los usos de “tú” y “usted”. (FELIPE-H1AU)
3.3 Alternancia pronominal/verbal extra oracional (tipo III)
3.3.1 Aspectos formales
Los 21 ejemplos del corpus que manifiestan alternancias pronominales del tipo III o extra oracionales, se caracterizan por seguir dos esquemas según el paso de las formas pronominales/verbales de un sistema a otro: a. usted ( tú (14 casos) (20) y b. tú ( usted (7 muestras) (21).17
(20) Conversación espontánea. Tía a sobrino de 3 años. A: MONICA-M1MU y B: LEO-H1MU.
A. Qué se… ǀ no ǀ no señor ǀ tiene ese pantalón sucio ǀ ¿Ya no vas a ver la película?
B. No.
(21) Observación directa. Pareja (hombre y mujer) en una cafetería. A: MUJER M2-- y B: HOMBRE H2--.
A. Oye ǀ amor ǀ las galletas que me diste hoy no traían sticker
B. ¿En serio?
A. Sí ǀ así que deme otras.
En muchos casos estas alternancias pasan desapercibidas en el evento comunicativo, debido a que no generan desazón en el destinatario y la audiencia (no hay ‘agramaticalidad’ latente); esto se debe a que formalmente se presentan, ya dentro de un mismo turno conversacional, pero en diferentes intervenciones y por lo tanto están asociadas a contenidos diversos (tal como en el ejemplo 20: ‘tiene ese pantalón sucio’ (acto de habla expresivo indirecto que va en contra de la imagen negativa del destinatario y de la imagen positiva del emisor) / ‘¿Ya no vas a ver la película?’ (directivo directo que procura la imagen positiva de los interactuantes); o bien, entre turnos conversacionales de un mismo hablante (arriba en el ejemplo 21).
3.3.2 Aspectos sociolingüísticos
Los datos del corpus reflejan que la percepción y el uso de la alternancia extra oracional es generalizado, es decir, su empleo no se limita a un sector de la población; de hecho, la información extraída refleja que tanto los hombres como las mujeres de las tres generaciones y clases sociales contempladas en esta investigación, emplean (22) o reconocen (23) en alguna medida este tipo de estrategia discursiva, tal como observa Mestre: “es un fenómeno que puede presentarse en diferen tes esferas sociales, en situaciones de comunicación tanto formal como informal” (2011, p. 28).
(22) ¿Cómo se dirige a sus hermanos “cotidianamente” (tú, usted, vos o sumercé)?
a. Tú y usted cuando tenemos alguna discusión, o un consejo que ella necesite de mí. (LORENA-M1AO)
b. Tú, normalmente. Usted, en una discusión. (VIOLETA-M1MU)
(23) ¿Cómo se dirigen sus padres hacia usted “cotidianamente” (tú, usted, vos o sumercé)?
- Tú, varía en situaciones en las que se encuentra brava conmigo y se dirige con usted. (HÉCTOR-H1MU)
Cabe señalar que en las interacciones orales revisadas no hallamos situaciones en las que los bogotanos y migrantes emplearan visiblemente la alternancia extra oracional como estrategia de acomodación a los patrones de tratamiento voseantes o sumercedeantes predominantes en otros dialectos del español, a diferencia de los hallazgos de Mestre (2011); esto, sin embargo, se desprende directamente de las características de nuestros informantes y de sus interacciones.
3.3.3 Aspectos pragmáticos
La alternancia tipo III (usted ( tú / tú ( usted) depende claramente de elementos del contexto comunicativo inmediato como los cambios de registro, tema, estado anímico, audiencia, acto de habla, etc. (Bartens, 2003; Castro, 2001; Cepeda Ruiz, 2014 y 2019; Mestre, 2010; Murillo, 2003; Uber, 1985):
[…] cuando C necesita una información de carácter más privado y de mayor confiabilidad usa el pronombre vos y cuando la información es un tanto formal, usa el pronombre de tratamiento usted; […] cuando E1 necesita hacer un reproche a E2 en tono de ironía usa el pronombre usted con la intención de persuadirlo indirectamente para que vaya a traer las flores (Murillo, 2003, pp. 9-10).
En el caso de la variación usted ( tú, tenemos situaciones, primero, en las cuales el emisor atenúa el contenido de su mensaje para evitar una afrenta directa a la imagen negativa de su destinatario (Mestre, 2010, p. 1042); se trata de una estrategia de cortesía presente en actos de habla directivos como las órdenes y actos de habla expresivos como los reproches (24).
(24) Conversación espontánea. Amigos cocinando. A: ALBERTO-H2MU y B: ANA-M1MU.
A. ¡Échele de esto! ǀ échele… ¿Se lo pusiste con la mano?
B. Sí.
Segundo, encontramos varios ejemplos de alternancia usted (tú con niños en situaciones en las que el hablante adecúa el trato que emplea con su oyente (25), así como en conversaciones en las que el locutor imita el habla de otro (26) y pretende acercarse al destinatario.
(25). Conversación espontánea. Abuela a nieto pequeño. A: IRENE-M3MP y B: LEO-H1MU.
A. ¡Mami!
B. ¿Está feliz? ǀ ¿eres feliz?
A. Sí ǀ soy feliz.
(26) Conversación espontánea. Reunidos para la cena. A: LEO-H1MU, B: MONICA-M1MU y C: JUAN-H2BO.
A. Yo no quiero (el juguete).
B. ¿No lo quieres? ǀ bueno se lo voy a regalar a otro niño que yo conocí por ahí ǀ que sí lo quería.
C. ¿Si ve? ǀ pero para eso tiene que tomarse la sopa ǀ porque Buzz Lightyear tiene que venir y encontrarlo gordito ǀ colorado ǀ porque él le pregunta “¿tomaste sopa?” y ¿usted qué le va a decir? ǀ ¿qué le va a decir usted?
Por otro lado, la alternancia tú ( usted se caracteriza por aumentar momentáneamente la distancia psicológica y emocional entre los hablantes. Este tipo de variación afecta principalmente la imagen negativa del oyente, porque se manifiesta mediante reproches, órdenes directas (27), advertencias y peticiones directas (especialmente posteriores a un preparativo tuteante):
(27). Conversación espontánea. Abuela a nieto de 3 años. A: IRENE-M3MP y B: LEO-H1MU.
A. Eso ǀ ya vas a ganar ǀ ¡Leo ǀ quédese quieto!
Conclusiones
La alternancia se define como el uso de dos o más tratamientos tú, usted, sumercé y vos, en un mismo intercambio comunicativo al dirigirse a un único destinatario. En este estudio analizamos tres tipos de alternancia recurrentes en el español de Bogotá (Colombia), cambios que involucran el paradigma pronominal/verbal de segunda persona singular: 1. Intraverbal o tipo I, 2. Intra oracional o tipo II y 3. Extra oracional o tipo III.
Los ejemplos que ofrecemos en estas líneas evidencian que la proximidad entre los elementos es fundamental para entender la sensación de ‘desazón’ que generan las alternancias entre los hablantes: a mayor proximidad, mayor disgusto por la construcción alternante.
Los primeros casos, tipo I y II, han sido descartados reiteradamente en los estudios gramaticales, suelen describirse superficialmente como ‘errores’ de hablantes de grupos de poco prestigio en la capital; sin embargo, en estas páginas hemos ofrecido información cualitativa que permite afirmar que no se trata de enunciados aleatorios y que todos ellos presentan características gramaticales, sociales y pragmáticas sistemáticas.
Por su parte, la alternancia tipo III, la más extendida, obedece a pautas pragmáticas en las que el emisor desea acercarse al destinatario (cortesía positiva) o alejarse de este (cortesía negativa), especialmente cuando se emiten actos de habla como reproches, peticiones, órdenes, advertencias, actos que afectan tanto la imagen negativa del oyente, como la imagen positiva del hablante.
Los tres tipos de alternancia que se presentan aquí, así como las percepciones de los hablantes, nos permiten entrever un panorama en el que el sistema de tratamientos pronominal/verbal bogotano está cambiando. A nuestro juicio, se trata de un efecto del aumento del tuteo en una sociedad que otrora fue altamente ustedeante y que, por motivaciones pragmáticas y sociales se ve en la necesidad de incluir en su repertorio formas tuteantes, con las que ciertos hablantes no están familiarizados (28).
(28) ¿A quién tutea con facilidad?, ¿por qué?
a. A nadie porque no estoy enseñada y no sé tutear. Para no embarrarla no tuteo. (ANDREA-M3BO)
b. A nadie, no me enseñaron y para no meter la pata prefiero el usted. (IVÁN-H3BP)