Introducción
El asma bronquial es un proceso en el que la musculatura lisa de las vías aéreas presenta una mayor capacidad de respuesta frente a una serie de estímulos inespecíficos. Esta hiperrespuesta produce estrechamiento generalizado de dichas vías, con obstrucción reversible del flujo aéreo, ya sea espontáneamente o mediante tratamiento.1
La etiología del asma es multifactorial, implica disposición genética y factores ambientales desencadenantes.2,3,4 La sensibilización a diferentes alérgenos inhalados es uno de los factores de riesgo más importantes que favorecen el desarrollo del asma en el niño. De esta manera, podemos percibir que la alergia constituye un factor predictivo-etiológico para el asma debido a su relación con el inicio, la evolución y persistencia de los síntomas de esta enfermedad en la edad adulta.5,6
En cuanto a la prevalencia, la mayor parte de los autores hacen referencia a valores de aproximadamete 10 % en la población total de niños. El asma puede manifestarse por primera vez a cualquier edad, pero en un porcentaje elevado lo hace durante los 10 primeros años de la vida.7,8 Incluso, algunos autores han documentado que aproximadamente 85 % de los niños asmáticos ha presentado signos y síntomas de este padecimiento antes de cumplir los 5 años de edad.8,9
Existen factores que pueden inducir o exacerbar el proceso, tales como la exposición a los alérgenos, las toxinas ambientales y las infecciones respiratorias. El objetivo principal del tratamiento del asma es lograr y mantener el control de la enfermedad lo antes posible. Diversos autores coinciden en el desarrollo de trastornos en la salud bucodental en niños con asma debido a los fármacos y a la enfermedad misma, a saber: respiración bucal, sequedad y deshidratación de las mucosas.
El tratamiento farmacológico del asma se basa fundamentalmente en 2 grupos: los broncodilatadores, capaces de relajar el músculo liso (los más usados son los agonistas adrenérgicos β2) y los antiinflamatorios (corticosteroides inhalados como piedra angular en el tratamiento del asma).10,11
En términos generales, las repercusiones bucodentales del tratamiento crónico del asma son las siguientes:
Los agonistas adrenérgicos β2 inhalados disminuyen 20 a 35 % el flujo salival, reducen el pH de la placa y se asocian con incremento de gingivitis y caries.
Los agonistas adrenérgicos β2 y la teofilina aumentan el reflujo gastroesofágico, el cual contribuye a la erosión del esmalte. El pH bajo es un factor de riesgo para la desmineralización del diente; se ha encontrado que el uso de inhaladores contribuye a esta causa.12
Los esteroides inhalados por largo tiempo La candidiasis oral; se presenta en 5 % de los pacientes que los utilizan.
Los efectos negativos que el asma genera en la salud oral han sido motivo de estudio desde hace mucho tiempo. Huartamendia et al.,13 al estudiar a 335 niños entre 2009 y 2010, documentaron que 17 % de los participantes sufría problemas respiratorios; de ellos, 72.1 % utilizaba inhaladores para el control de la enfermedad, sin embargo, solo 46 % utilizaba aerocámaras. Al analizar a los niños que usaban inhaladores, se identificó que 71.4 % presentaba caries dental (35 niños), 83.7 % gingivitis (41 niños) y 34.7 % maloclusión (17 niños).
En una revisión bibliográfica, Docio de Lera14 identificó que algunas afecciones bucodentales de los niños tenían relación con el uso de medicamentos para el manejo del asma bronquial y con la enfermedad misma: respiración bucal, xerostomía, mayor índice de caries debido al tratamiento del asma con fármacos que provocan un descenso del pH bucal y del flujo salival.
En 2007, Villoria15 concluyó que la erosión dentaria y las lesiones cariosas en niños con asma son consecuencia del uso continuo de corticoides inhalados vía bucal o tomados en jarabe, y que la salud dental puede mejorar con enjuague y cepillado posterior a la toma del medicamento. Asimismo, hizo hincapié en que se debe cuidar también la nutrición de estos pacientes en virtud de que están expuestos a una doble oportunidad de desmineralización de la superficie dental: los corticoides y los azúcares refinados.
En 2003, Rizzot señaló que la enfermedad de asma no genera por sí misma alteraciones a nivel oral, sino que los pacientes están mucho más expuestos a padecer caries y enfermedad periodontal como consecuencia del uso continuo de corticosteroides inhalados o tomados en jarabe.
Ahora bien, la utilización de estos fármacos para controlar la patogenia respiratoria es prioritaria a pesar de los efectos indeseables que conlleva su aplicación permanente. De ahí la insistencia en la instauración de las medidas preventivas adecuadas para disminuir las secuelas bucales en los niños con asma.
En la mayoría de los estudios se ha buscado identificar la relación entre la utilización de medicamentos para el asma y los trastornos en la cavidad bucal. Un aspecto poco analizado es el problema en el desarrollo y crecimiento de los maxilares y cara.
Ruiz Varela y Cerecedo Pastor, en una investigación observacional y experimental realizada en 2002, determinaron que existe una fuerte relación entre los trastornos en la forma del paladar, equilibrio corporal, articulación del habla y tipo de deglución y la respiración bucal.17
La observación experimental deja claro que existen más niños respiradores bucales de los que imaginamos, ya sea por problemas físicos, enfermedad o malos hábitos; todos desarrollan problemas imposibles de solucionar sin una reeducación de la función nasorrespiratoria.t
En los niños con asma existen más casos con respiración bucal, así como más signos y síntomas de obstrucción de las vías respiratorias superiores y apnea, lo que se traduce en más problemas de ortodoncia: paladar ojival, mordidas cruzadas a nivel posterior o deglución atípica por interposición lingual.
La respiración bucal parece ser la responsable de la sequedad de la mucosa oral y, por lo tanto, de que haya más gingivitis, especialmente en el sector anterosuperior del maxilar superior.18,19,20,21,22,23 La Federación Dental Americana ha cambiado recientemente la clasificación de riesgo de los glucocorticoides inhalados, con base en la información disponible sobre sus efectos en el crecimiento.24
Métodos
Se llevó a cabo una investigación transversal, descriptiva, analítica y comparativa con el objetivo de conocer las repercusiones bucodentales más frecuentes del asma en niños de 6 a 12 años. Se acudió a las escuelas primarias Primero de Mayo y Veracruz, ambas del turno matutino, que se ubican en la ciudad de Cosoleacaque, Veracruz, escogidas de manera aleatoria por conveniencia. Se solicitó el acceso a las escuelas por medio de una carta del director de la Facultad de Odontología para la autorización de la investigación. Una vez aceptados los permisos, se procedió a la recolección de los datos.
Se construyó un cuestionario basado en el utilizado en el proyecto Estudio Internacional de Alergia y Asma en Niños (ISAAC, The International Study of Asthma and Allergies in Childhood),25 el cual constó de 8 preguntas para que contestaran los padres o tutores de los niños participantes; se solicitó y se obtuvo el consentimiento informado de todos. Los niños tuvieron el derecho de retirarse del estudio en cualquier momento, aún después de haber respondido el cuestionario
Una vez que respondieron los cuestionarios, se formaron 2 grupos de estudio: uno integrado por niños que sufrían síntomas de asma y el otro por niños sanos. A todos se les realizó un estudio clínico observacional y descriptivo en días posteriores con la aceptación de los padres y colaboración de los maestros; en esta parte del examen se recabó la historia clínica de cada niño. Se utilizaron las sillas del salón de clases y. La exploración bucal se llevó a cabo con luz del día y empleando abatelenguas. En esta parte del estudio se recogieron los datos pertinentes para observar cualquier patología o alteración de la cavidad bucodental, incluyendo las variables que se buscaban: caries, gingivitis, erosión dental, candidiasis oral, xerostomía, paladar ojival, mordida cruzada posterior, mordida abierta anterior y deglución atípica.
En el siguiente paso de la evaluación se realizó una prueba antes del desayuno y el consumo de cualquier alimento, con tiras reactivas que se colocaron en la lengua de los alumnos; al cabo de un minuto con ayuda del colorímetro se localizó el valor del pH para determinar la acidez, alcalinidad o valor neutro de la saliva.
Una vez concluida la prueba y anotados los resultados, se realizó una revisión de los datos obtenidos, así como su análisis pertinente.
Los análisis se realizaron en el programa SPSS versión 20 para Windows. Los resultados se expresaron como porcentajes de frecuencia y en números absolutos.
Resultados
Se efectuó un estudio con una población total de 409 niños entre los 6 a 12 años; se encontró una prevalencia de asma de 6.84 % (n = 28), mayor en los hombres (54 %) que en las mujeres (46 %); los niños de 6, 7 y 11 años fueron los más afectados en los hombres y las niñas de 8, 9 y 10 años en las mujeres. En las alteraciones bucodentales observadas en los pacientes resultaron caries, gingivitis, deglución atípica, paladar ojival, mordida abierta anterior y pH (Cuadro 1).
n = 28 | % | p | OR | Li-Ls | |
---|---|---|---|---|---|
Caries | 23 | 82.00 | ≥ 0.05 | 4.296 | 1.60-11.54 |
Gingivitis | 8 | 34.78 | ≥ 0.00 | 9.750 | 3.70-25.71 |
Deglución atípica | 4 | 14.28 | ≥ 0.01 | 15.70 | 3.69-66.70 |
Paladar ojival | 3 | 10.75 | ≥ 0.01 | 45.60 | 4.56-454.39 |
Mordida abierta anterior | 18 | 64.28 | ≥ 0.005 | 66.78 | 24.66-180.80 |
Ph | 27 | 96.42 | ≥ 0.00 | 170.00 | 22.72-1284.1 |
Las manifestaciones orales encontradas con mayor prevalencia en los niños con asma fueron pH ácido (96.42 % y el resto 3.58 % fue neutro), caries (82 %), mordida abierta anterior (64.28 %), gingivitis (34.78 %), deglución atípica (14.28 %) y paladar ojival (10.71 %) (Cuadro 2).
Asmáticos (n = 28) | No asmáticos (n = 381) | |||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Hombres | Mujeres | Hombres | Mujeres | |||||
n | % | n | % | n | % | n | % | |
Caries | 14 | 3.4 | 9 | 2.2 | 99 | 24.20 | 99 | 24.20 |
Gingivitis | 4 | 0.97 | 4 | 0.97 | 10 | 2.44 | 5 | 1.22 |
Deglución atípica | 2 | 0.48 | 2 | 0.48 | 2 | 0.48 | 2 | 0.48 |
Paladar ojival | 0.48 | 1 | 0.24 | 1 | 0.24 | 0 | 0 | |
Mordida abierta anterior | 9 | 2.19 | 9 | 2.19 | 4 | 0.97 | 6 | 1.46 |
Ph | 14 | 3.42 | 13 | 3.17 | 15 | 3.66 | 10 | 10.44 |
No se encontró erosión, xerostomía y candidiasis en los niños analizados.
Discusión
De acuerdo con los datos en este estudio, la prevalencia de asma fue mayor en los niños (54 %) comparados con las niñas (46 %). Esta diferencia en cuanto a la distribución del asma en relación con el sexo ha sido reportada previamente por otros autores. En el estudio realizado por Rosemarie et al. en 2009 en una muestra de 68 niños asmáticos, 55 % correspondió al sexo masculino y 45 % al femenino.13
En cuanto a las manifestaciones orales, en nuestro estudio se identificó con mayor frecuencia la caries con 82 %, porcentaje mayor que el reportado en el estudio llevado a cabo en 2014 por Jayasrikrupaa et al., quienes estudiaron 100 pacientes con asma y registraron una prevalencia de caries en 70 % de los participantes.26 Es difícil establecer una relación directa entre asma y caries, ya que ambas son enfermedades multifactoriales, tanto en su origen como en su desarrollo, crónicas y de presentación variable, etiología compleja y poseen diferentes criterios diagnósticos, lo que hace complicado su estudio. Sin embargo, se identificó diferencia significativa entre los pacientes con asma y caries y los pacientes sanos respecto a la acidez del pH salival, el cual se identificó en 96.42 % de los primeros, mayor proporción que la informada por Sernaque-Marroquín en 2004,27 en una muestra de 30 niños con asma, en quienes la media fue de 6.6 y en el grupo de niños sanos la media fue de 7.
De acuerdo con la información recabada en esta investigación, 34.78 % de los niños con asma padecieron gingivitis, porcentaje menor que el indicado por Rosemarie et al., quienes documentaron una gingivitis en 83.7 % de la población que analizaron.13
Algunas otras manifestaciones orales documentadas en esta investigación fueron la mordida abierta anterior (64.28 %), paladar ojival (10.75 %) y hábitos como la deglución atípica (14.28 %), semejantes a los que se indican en otros artículos, donde se menciona que aparece más problemas dentales y esqueléticos a consecuencia de la respiración bucal.26
La xerostomía, candidiasis y erosión se encuentran altamente asociadas con los medicamentos inhalados que se les suministran a los pacientes con asma; en esta investigación no se encontraron datos de estas manifestaciones orales.21,24,27
El asma infantil es una de las enfermedades crónicas más frecuentes en la infancia, que tiene repercusiones orales como la caries, gingivitis y pH modificado.27 Es importante tener en cuenta factores físicos y fisiológicos del asma como deglución atípica, mordida abierta anterior, paladar ojival, mordida cruzada posterior, característicos de la respiración bucal, por lo que sería necesario seguir investigando sobre las repercusiones del asma en el desarrollo orofacial.12,16
Conclusiones
El asma sigue siendo un problema importante de salud en el mundo que afecta a la población sin importar la edad, estrato social ni sexo. Los efectos negativos que produce incluyen alteración del estado de salud de la cavidad oral y deterioro de la calidad de vida. La caries dental y la gingivitis fueron las patologías con mayor frecuencia detectadas en los niños con asma.
Es importante que la información generada en este tipo de estudios sea utilizada en el diseño de los programas de salud para prevenir el asma y las enfermedades de la cavidad oral como la caries y la gingivitis.
Las enfermedades crónicas como el asma infantil requieren atención por los profesionales de la odontología como parte de un equipo multiprofesional e interdisciplinar. Es necesario establecer un plan de prevención bucodental en los niños con asma.