El método más efectivo para establecer el diagnóstico de alergia alimentaria es la historia clínica, que comprende la anamnesis y el examen físico.1,2 La anamnesis debe incluir el interrogatorio dirigido y detallado, y junto con el examen físico aportarán los datos necesarios para orientar hacia el diagnóstico, y sugerir si la fisiopatología es mediada o no por IgE, lo que es pertinente para la selección e interpretación de las pruebas específicas y establecer el diagnóstico certero, además de evaluar la posibilidad de distinguir entre los distintos diagnósticos diferenciales.3Es importante valorar la historia clínica, porque ninguna prueba in vivo o in vitro tienen relevancia de no ser confirmadas con la misma.4 Incluso si existe un fuerte antecedente de alergia alimentaria detectado en la anamnesis, las pruebas positivas pueden confirmar el diagnóstico sin necesidad del desafío oral,5 y de esta forma evitar el riesgo y costo de su realización. Así mismo, la historia clínica detallada puede evidenciar otras causas atribuidas a los síntomas, además de la alergia alimentaria, por ejemplo: intolerancia o intoxicación alimentaria o los efectos farmacológicos de los alimentos.
Es importante contar con la historia clínica detallada de los alimentos implicados y posibles alérgenos desencadenantes al momento de la reacción, durante el tiempo transcurrido entre la exposición y la aparición de los síntomas, sean estos inmediatos, mediatos o tardíos, secuencia de aparición de los mismos, gravedad, tratamiento recibido, reproducibilidad, factores de riesgo, identificación de los alimentos que se toleran y alteraciones médicas y alérgicas coexistentes.3
La expresión de la alergia alimentaria está influenciada por factores de riesgo no modificables que incluyen sexo, raza y genética (familiares), y factores modificables: dermatitis atópica, deficiencia de vitamina D, dieta con alta cantidad de grasas poliinsaturadas y deficiente de antioxidantes, consumo de fármacos antiácidos, obesidad, aumento de la higiene, influencia de la microbiota, tiempo y vía de exposición de los alimentos (mayor riesgo al retrasar la ingestión oral dealérgenos y concomitante exposición ambiental de los mismos que conduce a sensibilización y alergia).6
También es importante detallar los factores asociados que aumentan las manifestaciones clínicas: medicamentos recibidos, ingesta de alcohol o ejercicio físico,7 e interrogar acerca de cierto tipo de comorbilidades (asma, dermatitis atópica y urticaria).
En la lactancia es importante conocer el tipo de alimentación previa al inicio de los síntomas: lactancia exclusiva, alimentación solo con fórmula y tipo de fórmula o alimentación mixta (preguntar explícitamente la alimentación en las primeras horas de vida, pues en la actualidad, en la actualidad, algunas instituciones siguen ofreciendo biberones en este periodo, también conocidos como biberones “fantasma”).
En niños es sumamente importante valorar su crecimiento y estado nutricional, además de la asociación con otras manifestaciones de atopía.
Antecedentes personales
En pacientes con alergia alimentaria durante los primeros años de vida es decisivo conocer la vía nacimiento (cesárea o parto), porque algunos estudios relacionan el nacimiento por cesárea con mayor probabilidad de alergia alimentaria. La edad gestacional supone otro factor de riesgo; antecedentes familiares de dermatitis atópica, asma, rinitis alérgica, alergia a alimentos,principalmente en familiares directos.
Las manifestaciones clínicas pueden ser variables, dependiendo del sistema afectado y el tipo de mecanismo inmunológico implicado.Cuadro 1 y 2
El examen físico debe ser detallado Cuadro 3 El diagnóstico certero se asocia directamente con la historia clínica adecuada, que incluya la anamnesis y examen físico detallado y exhaustivo para orientar al mecanismo fisiopatológico responsable, según las manifestaciones clínicas, su relación temporal entre la ingesta y el inicio de los síntomas y la recurrencia en ingestas posteriores, y la identificación del alimento causal, para de esta forma efectuar la correcta interpretación de las pruebas diagnósticas, correlacionándolas de acuerdo con la edad y población de estudio.
Gastrointestinal | Respiratorio | Dermatológico | Otros |
---|---|---|---|
Salivación | Silbancias | Flushing | Anafilaxia |
Plurito oral | Inflamación de la vía aérea | Urticaria | Falla del crecimiento |
Naúseas | Rinitis | Angioedema | Hipotensión |
Vómito | Tos | Prurito | Hipotermia |
Dolor abdominal | Rinoconjuntivitis | Dermatitis atópica | |
Diarrea | Broncoespasmo | ||
Enterorragia |
Mediado por IgE | No mediado por IgE | Mixtos |
---|---|---|
Salivación | Diarrea crónica | Dermatitis atópica |
Náuseas, vómito | Vómitos recidivantes | Anemia |
Purito oral | Broncoespasmos | Enteropatía |
Diarrea | Falla del crecimiento | Esofagitis |
Rinitis, conjuntivitis | Reflujo gastroesofágico | |
Tos | ||
Sibilancias | ||
Broncoespasmo | ||
Urticaria, angioedema | ||
Flushing, prurito |
Peso actual | Talla actual (g) | Perímetro cefálico (cm) | cm |
---|---|---|---|
Urticaria | Prurito sin urticaria | ||
Angioedema | Excema atópico exacerbado | ||
Síntomas gastrointestinales | |||
Desposicones | Frecuencia | Consistencia | Sangre materia fecal |
Diarrea - estreñimiento | |||
Vómito | |||
Dolor abdominal | |||
Cólicos | |||
Reflujo gastroesofágico | |||
Disfagia | |||
Síntomas respiratorios | |||
Vía aérea superior: | Rinitis | Congestión nasal | |
Vía aérea inferior: | Frecuencia respiratoria | rxm sbilancias | |
Tos: | Estridor | Dificultad para respirar | |
Cardiovascular | |||
Frecuencia cardiaca: | Ixm. Tensión arterial | mm / g | |
Generales | |||
Anafilaxia: | Irritabilidad |