La posición taxonómica de la serpiente de cascabel de la Isla Coronado Sur (ICS) o serpiente de cascabel del Pacífico Sur no ha sido clara, debido a que pertenece al complejo de especies de Crotalus viridis, en el que Klauber (1972) incluyó nueve subespecies: C. v. abyssus, C. v. cerberus, C. v. concolor, C. v. helleri, C. v. lutosus, C. v. nuntius, C. v. oreganus y C. v. viridis.
Desde entonces, ha habido esfuerzos para descifrar la relación entre el complejo de especies y aún sigue habiendo incertiduembre para integrar a la población de la ICS. Klauber (1949), la colocó dentro de C. viridis, posteriormente fue elevada a especie por Grismer (2002) como C. caliginis, después se integró a la especie C. oreganus (Campbell & Lamar, 2004), y, por último, ha sido posicionada dentro de C. helleri (Douglas et al., 2002; Davis et al., 2016), con base en un estudio molecular y morfométrico.
En general, los registros de depredación de serpientes de cascabel del género Crotalus son escasos y en su mayoría, los casos documentados han sido por mamíferos tanto silvestres como domésticos, pero, estos sucesos son raros en comparación con la cantidad de depredación que realizan los humanos hacia las serpientes de cascabel (Campbell & Lamar, 2004). Sin embargo, también existen registros de serpientes de cascabel siendo devoradas por otras culebras como son las falsas coralillo del género Lamrpropeltis y las chirrioneras de los géneros Masticophis y Drymarchon (Klauber, 1971).
Entre las aves que se han documentado depredando serpientes de cascabel, se encuentra la depredación de la cascabel cornuda C. cerastes por el cernícalo americano Falco sparverius, el correcaminos Geococcyx californianus y el verdugo americano Lanius ludovicianus (Secor & Nagy, 1994). Asimismo, existe el registro del Gavilán de Cooper Accipiter cooperi alimentándose de la Víbora de cascabel diamantada del este C. adamanteus (Heckel et al., 1994) y, por último, el caso de presuntamente una Aguililla cola roja Buteo jamaicensis o búho manchado Strix occidentalis sobre la víbora de cascabel C. willardi (Holycroos et al., 2001).
Durante un muestreo en campo en la ICS en abril de 2018, en las coordenadas 32.410990° N, 117.245863° O 182 m s.n.m, WGS 84, encontramos 14 egagrópilas bajo una antena de telecomunicaciones, usada como nido y sitio de percha por el halcón peregrino Falco peregrinus. Dos de las egagrópilas contenían restos óseos de dos individuos juveniles de serpiente de cascabel Crotalus helleri caliginis (Fig. 1).
Las serpientes encontradas en las egagrópilas se pudieron identificar fácilmente debido que logramos localizar sus cráneos entre los restos óseos (Fig. 2), los cuales, presentan una dentición solenoglifa, lo que caracteriza a las serpientes vipéridas, y esa característica diferencia fácilmente a C. helleri caliginis de la otras serpientes Hypsiglena ochrorincha klauberi y Pituophis catenifer coronalis que habitan en ICS.
Desconocemos cómo es el método de caza de halcón peregrino para capturar a las serpientes de cascabel en la ICS, debido a que esta serpiente presenta glándulas venenosas, lo que la hace potencialmente mortal. De hecho, ha habido casos de aves rapaces muertas a causa de las mordeduras de serpientes de cascabel al tratar de ser capturadas (Heckel et al., 1994). Inferimos que probablemente los halcones en ICS se vean obligados a consumir serpientes debido a que en varias ocasiones que visitamos la isla en diferentes épocas del año, notamos que la actividad observable de ratones y lagartijas parece disminuir en la época de sequía. Además, las serpientes encontradas en las egagrópilas parecen ser neonatos por lo que pudieran ser más fáciles de capturar que los organismos adultos. No obstante, se requiere realizar un estudio específico sobre la dieta de los halcones en ICS y la abundancia de sus presas, así como estudios etológicos sobre la caza de serpientes venenosas.