Introducción
El crecimiento del globo ocular es progresivo desde el nacimiento; hacia los 3 años de vida se obtiene casi todo el tamaño del globo ocular y entre los 3 y 13 años el incremento es solo de 1 mm para conseguir una longitud axial de 24 mm, valor que perdura en condiciones normales en los siguientes años. A su vez, el poder de la córnea y del cristalino disminuye después de los 3 años de vida1,2.
Los valores biométricos son considerados los factores más importantes que inducen la aparición de defectos refractivos. La longitud axial es la medida más variable durante el desarrollo y se correlaciona fuertemente con la magnitud de la ametropía3. Mientras tanto, el espesor y la potencia del cristalino aumentan de forma progresiva hasta la edad de 14 años; sin embargo, esta potencia puede disminuir en niños miopes debido al incremento en la longitud axial4.
La longitud axial es un determinante para clasificar las ametropías, indicando que cambios mínimos conducen a grandes modificaciones en el error refractivo5, generando por cada 3 mm de aumento en la longitud axial 6 D de miopía3. Estos valores biométricos pueden ser diferentes entre hombres y mujeres, siendo la longitud axial y la profundidad de la cámara anterior mayores, y el espesor y el poder del cristalino menores, en el sexo masculino.
De Bernardo et al.6 compararon los datos biométricos entre hombres y mujeres y hallaron que las mujeres tienen mayor curvatura corneal y una longitud axial del globo ocular más corta. Respecto a las lecturas queratométricas, encontraron que las mujeres tienen mayor potencia dióptrica y se resalta que una de las causas de estas características se podría relacionar con las diferencias hormonales entre sexos.
Por lo anterior, el objetivo de este estudio fue investigar las diferencias que existen en los componentes biométricos entre hombres y mujeres.
Método
Población de estudio
Fueron evaluados 106 estudiantes universitarios en Bogotá, Colombia, de edades comprendidas entre los 18 y 36 años. Se excluyeron aquellos con opacidades en medios refractivos, antecedentes de cirugía refractiva o intraocular, patologías que afectan la agudeza visual y contraindicaciones para la aplicación de ciclopentolato, como ángulo iridocorneal estrecho.
El comité de ética de la Universidad El Bosque otorgó el aval del estudio y del consentimiento informado. La realización del estudio se adhirió a la Declaración de Helsinki.
Valoración clínica
La valoración incluyó exámenes biométricos de longitud axial, profundidad de la cámara anterior, espesor del cristalino, curvatura corneal y espesor corneal, con un equipo Aladdin (Topcon Corporation, Equipos Oftalmológicos Colombia)7, antes de la valoración con cicloplejia. La calibración del equipo se realizó antes de cada jornada de atención.
Antes de la valoración bajo cicloplejia se realizó biomicroscopía con lámpara de hendidura tipo Haag-Streit, y se evaluó la profundidad de la cámara anterior mediante el examen y la clasificación de Van Herick.
Durante la valoración bajo cicloplejia se aplicó una gota de ciclopentolato al 1% en el ojo derecho, dos veces, con un intervalo de 5 minutos8. El examen refractivo se llevó a cabo con el autorrefractómetro POTEC 6000, con tres tomas por el mismo profesional, considerando el promedio de los datos siempre y cuando la diferencia no superara 0.50 D en la esfera o cilindro.
El equivalente esférico (EE) se definió como el valor esférico más la mitad del valor cilíndrico. En el presente estudio se definió miopía un EE < -0.50 D, hipermetropía un EE > +0.50 D9 y astigmatismo un EE > 1.00 D10.
Análisis estadístico
Se realizó la prueba de Kolmogórov-Smirnov para establecer el tipo de distribución y la normalidad de los datos totales y por sexo. Se realizó un análisis descriptivo; para las variables cualitativas se reportaron frecuencias y porcentajes, y para las cuantitativas, medidas de tendencia central y de dispersión. Para identificar diferencias de medias se realizó la prueba t de Student para muestras independientes, considerando diferencias significativas cuando el valor de p fue < 0.05. Se realizó regresión lineal entre los componentes biométricos de interés. Los análisis se llevaron a cabo con el paquete estadístico SPSS (versión 24,0; IBM-SPSS Chicago, IL, USA).
Resultados
De los 106 participantes, el 71.7% (76) correspondían al sexo femenino. El rango de edad fue de 18 a 36 años, con un promedio de 25 ± 2.34 años.
Errores refractivos
Los porcentajes fueron: sin error refractivo 36.8% (39), hipermetropía 23.6% (25), astigmatismo 21.7% (23) y miopía 17.9% (19). En el grupo de las mujeres, el 42.1% (32) fueron emétropes, el 23.6% (18) hipermétropes, el 17.1% (139) miopes y el 17.1% (13) con astigmatismo. En los hombres, el 33.3% (10) tenían astigmatismo, el 23.3% (7) eran hipermétropes, el 23.3% (7) eran emétropes y el 20% (6) eran miopes.
Para la evaluación de normalidad de los datos se empleó la prueba estadística de Kolmogórov- Smirnov, considerando normalidad en los datos un valor de p > 0.05 (Tabla 1).
Componentes | Grupos | Promedio | Desviación estándar | Estadístico de prueba | valor p |
---|---|---|---|---|---|
Edad | Hombres | 25 | 3.27 | 0.12 | 0.20* |
Mujeres | 24.23 | 1.76 | 0.06 | 0.20* | |
Total | 25 | 2.34 | 0.086 | 0.05* | |
Componente esférico | Hombres | 0.10 | 2.12 | 0.22 | 0.00 |
Mujeres | 0.21 | 1.14 | 0.12 | 0.00 | |
Total | 0.17 | 1.48 | 0.14 | 0.00 | |
Componente cilíndrico | Hombres | -1.42 | 1.59 | 0.24 | 0.00 |
Mujeres | -0.89 | 0.83 | 0.25 | 0.00 | |
Total | -1.00 | 1.12 | 0.26 | 0.00 | |
Longitud axial | Hombres | 23.92 | 0.99 | 0.10 | 0.20* |
Mujeres | 23.28 | 0.88 | 0.08 | 0.20* | |
Total | 23.46 | 0.96 | 0.08 | 0.09* | |
Profundidad de cámara anterior | Hombres | 3.60 | 0.22 | 0.07 | 0.20* |
Mujeres | 3.5 | 0.26 | 0.14 | 0.00 | |
Total | 3.54 | 0.25 | 0.11 | 0.00 | |
Espesor del cristalino | Hombres | 3.53 | 0.20 | 0.11 | 0.20* |
Mujeres | 3.47 | 0.22 | 0.12 | 0.00 | |
Total | 3.49 | 0.21 | 0.08 | 0.06* | |
Espesor de la córnea | Hombres | 542.43 | 32.73 | 0.13 | 0.20* |
Mujeres | 538.65 | 36.06 | 0.05 | 0.20* | |
Total | 539.73 | 35.0 | 0.06 | 0.20* | |
Promedio Queratometría | Hombres | 42.76 | 1.79 | 0.10 | 0.20* |
Mujeres | 43.54 | 1.35 | 0.07 | 0.20* | |
Total | 43.32 | 1.52 | 0.05 | 0.20* |
*Variables con distribución normal.
Componentes biométricos
El promedio de longitud axial fue de 23.4 ± 0.95 mm, con un mínimo de 21.4 mm y un máximo de 25.97 mm. En las mujeres, el promedio fue de 23.3 ± 0.88 mm, y en los hombres fue de 23.9 ± 0.99 mm (Fig. 1).
El promedio de profundidad de la cámara anterior fue de 3.54 ± 0.25 mm, con un mínimo de 2.21 mm y un máximo de 4.18 mm. En las mujeres, el promedio fue de 3.5 ± 0.26 mm, y en los hombres de 3.6 ± 0.22 mm (Fig. 2).
La población tuvo un espesor del cristalino promedio de 3.49 ± 0.22 mm, con un mínimo de 2.49 mm y un máximo de 4.04 mm. En las mujeres, el promedio fue de 3.47 ± 0.22 mm, y en los hombres de 3.53 ± 0.20 mm (Fig. 3).
La población tuvo un espesor de la córnea promedio de 450 μm, con un mínimo de 539 μm y un máximo de 628 μm. En las mujeres, el promedio fue de 538.65 ± 0.36 μm, y en los hombres de 542.43 ± 32.73 μm (Fig. 4).
Los participantes tuvieron un promedio de curvatura corneal de 43.32 ± 1.52 D, con un mínimo de 39,88 D y un máximo de 47.13 D. En las mujeres, el promedio fue de 43.54 ± 1.35 D, y en los hombres de 42.76 ± 1.79 D (Fig. 5).
Se identificó la diferencia estadística en cada componente biométrico en hombres y mujeres (Tabla 2).
Componentes | Grupos | Diferencia de medias | Valor p | IC 95% | |
---|---|---|---|---|---|
Superior | Inferior | ||||
Edad | Hombres | 1.27 | 0.11 | 0.29 | 2.25 |
Mujeres | 0.05 | -0.00 | 2.55 | ||
Componente esférico | Hombres | -0.11 | 0.73 | -0.74 | 0.52 |
Mujeres | 0.79 | -0.94 | 0.72 | ||
Componente cilíndrico | Hombres | -0.52 | 0.04* | -1.03 | -0.22 |
Mujeres | 0.11 | 0.32 | -1.20 | ||
Longitud axial | Hombres | 0.63 | 0.02* | 0.24 | 1.02 |
Mujeres | 0.04* | 0.21 | 1.05 | ||
Profundidad de cámara anterior | Hombres | 0.08 | 0.11 | -0.21 | 0.19 |
Mujeres | 0.09 | -0.1 | 0.18 | ||
Espesor del cristalino | Hombres | 0.08 | 0.20 | -0.03 | 0.15 |
Mujeres | 0.19 | -0.03 | 0.15 | ||
Espesor de la córnea | Hombres | 3.78 | 0.62 | -11.28 | 18.84 |
Mujeres | 0.60 | -10.79 | 18.35 | ||
Promedio Queratometría | Hombres | -0.78 | 0.01* | -1.41 | -0.14 |
Mujeres | 0.03* | -1.51 | -0.05 |
*Variables con diferencias estadísticamente significativas (p < 0.05).
Los gráficos de dispersión entre los componentes biométricos promedio de curvatura corneal y longitud axial para hombres y mujeres representaron una dirección negativa para ambos casos, con unos coeficientes R2 = 0.26 (p > 0.05) y R2 = 0.29 (p > 0.05), respectivamente (Fig. 6).
Discusión
En este estudio se analizaron las diferencias en los componentes biométricos entre hombres y mujeres. Respecto a la distribución de los errores de refracción, se encontró que el 23.6% (18) de las mujeres tenían hipermetropía, mientras que en los hombres en su mayoría presentaron astigmatismo 33.3% (10), a diferencia de lo reportado por Attebo et al.10,11 y Wu et al.12, quienes encontraron una mayor prevalencia de miopía en hombres.
En cuanto a la longitud axial, el promedio en las mujeres fue menor que en los hombres. Estos resultados coinciden con los de otros estudios publicados10,11,13,14 que indican que los valores promedio de los hombres en longitud axial y radio de curvatura son mayores que los valores promedio de las mujeres.
Respecto a la cámara anterior, los hombres presentan mayor profundidad, datos que concuerdan con la investigación de Orucoglu et al.14,15, quienes afirman que las mujeres presentan cámaras anteriores menos profundas. Esto podría obedecer al tamaño del globo ocular en las mujeres, que es más corto que en los hombres. Asimismo, el espesor del cristalino y de la córnea son mayores en los hombres, mientras que el promedio de la queratometría muestra una tendencia más curva en las mujeres (mujeres 43.54 D y hombres 42.76 D)16,17. Estos datos son similares a los encontrados en el estudio de De Bernardo et al.6, en el cual las lecturas de las medidas queratométricas fueron más altas en las mujeres, y la curvatura corneal también fue más pronunciada en las mujeres (44,27 ± 1.36 D) que en los hombres (43.54 ± 1,35 D). De la misma manera, Ferrer-Blasco et al.17 coincidieron con estas diferencias, siendo hasta de 0.50 D o 0.10 mm más curvas las queratometrías tomadas a mujeres. La relación entre la longitud axial y la curvatura corneal se puede explicar dado que un ojo más corto intenta compensar su medida con una curvatura más inclinada14-19.
En varios estudios poblacionales se ha descrito una posible asociación entre la profundidad de la cámara anterior y la antropometría. Se considera que existe una correlación positiva entre una mayor estatura y una longitud axial más larga, una cámara anterior más profunda, una mayor distancia de la cavidad vítrea, unas córneas más planas y unos cristalinos más delgados, en comparación con personas más bajas de estatura y peso, edad y sexo13,16,17,20.
Asimismo, se ha evaluado la asociación entre las ametropías y las medidas biométricas5,9,21, y se ha encontrado que los valores cambian progresivamente con la edad21-22. Por ejemplo, en niños de 7-15 años, los valores biométricos que se relacionan con las ametropías son la longitud axial, la profundidad de la cámara anterior y el radio de la curvatura corneal, siendo más fuerte la correlación con ametropías altas9,23,24.
Con relación a la longitud axial, se coincide en que es mayor en los hombres (24.57 ± 1.78 mm) que en las mujeres (24.07 ± 1.74 mm). Sin embargo, se ha identificado una reducción en la longitud axial a medida que avanza la edad en ambos sexos6.
Este estudio pretendió disminuir los sesgos realizando la valoración del error refractivo por el mismo examinador, así como con la calibración antes de cada jornada de atención y el registro de tres tomas por cada participante; sin embargo, presenta limitaciones relacionadas con la falta de aleatorización de la muestra, siendo la elección de la población por interés del investigador, y hay que tener en cuenta que la distribución de los grupos fue asimétrica y prevaleció la participación de mujeres.
Para futuros estudios se recomienda tener en cuenta los grupos etarios para la identificación de diferencias biométricas entre hombres y mujeres.
Conclusiones
Existen diferencias significativas y clínicas en la longitud axial y la curvatura corneal entre hombres y mujeres. Las mujeres presentan una longitud axial más corta y una curvatura corneal más curva; sin embargo, la edad ejerce cambios en los componentes biométricos, que deben analizarse con detalle. Asimismo, se sugieren futuras investigaciones para identificar si hay asociación entre las medidas antropométricas y las características biométricas de ambos sexos.