Introducción
La fuerza es un componente de la condición física de suma importancia en el desarrollo infantil, contribuye a una buena estructura ósea y es fundamental para el desarrollo de habilidades motrices; además, tiene funciones en el crecimiento y en el metabolismo.1,2 La condición física en los niños y adolescentes se ha convertido actualmente en un indicador de salud, ya que existe una estrecha asociación entre una mala condición física y los problemas de sobrepeso, obesidad y desnutrición.2,3
En México y en otras partes del mundo, el sobrepeso y obesidad en niños es de alto interés en la salud y educación. Según el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), los niños mexicanos en edad escolar muestran una prevalencia más de 30%.4 El problema de la obesidad obliga a implementar mejoras en diferentes contextos, pero es de especial interés la educación física de calidad a los niños en esta etapa de la vida.5-11
Para medir los componentes de la condición física se han desarrollado, validado y estandarizado diferentes pruebas físicas. Por ejemplo, en Europa se utiliza el ALPHA Fitness Test Battery para niños y adolescentes,10 y en Estados Unidos de América (EUA) el Fitness Gram, el cual es una batería de pruebas físicas que incluye la medición de la composición corporal, y fue desarrollada por el Instituto Cooper de Texas.11
En el contexto del sobrepeso/obesidad, el índice de masa corporal (IMC) es uno de los indicadores más utilizados para la evaluación del estado de nutrición,12 al igual que la circunferencia de cintura (CC).13,14
El objetivo del presente estudio fue analizar la relación entre la fuerza muscular y la composición corporal, en población escolar.
Material y métodos
Estudio de diseño transversal y descriptivo. Fue una muestra por conveniencia, conformada por 447 escolares de nivel primaria pertenecientes a una escuela pública estatal de la ciudad de Chihuahua.
Antes de iniciar el estudio, se solicitó permiso a las autoridades correspondientes. Para su inclusión, los tutores o padres de familia firmaron carta de consentimiento informado. La participación de los escolares fue voluntaria y solamente se excluyeron quienes por restricción médica no pudieron realizar las pruebas.
Para medir la estatura (en centímetros) se utilizó un estadímetro mecánico SECA modelo 206, fijado a la pared, colocando al sujeto de espaldas y sin calzado. Para el peso (en kilogramos) se usó una báscula digital marca Tanita® modelo BF-680W, se solicitó al escolar que se colocara descalzo sobre la báscula con ropa ligera y sin calzado. Para la clasificación del estado de nutrición por IMC se utilizaron las Tablas de FANTA III.12
Para medir la CC se empleó una cinta antropométrica Rosscraft®; se midió por debajo de la ropa, con el escolar de pie y los brazos cruzados al pecho, se tomó de referencia el punto entre la última costilla y la cresta iliaca. Para la clasificación de CC se utilizaron las Tablas de la Federación Internacional de Diabetes.13
La evaluación de la fuerza muscular fue mediante la aplicación de dos pruebas estandarizadas, las cuales forman parte del The President’s Challenge Program: 1) prueba de flexión de brazos (PFB) y 2) prueba de abdominales (PABD).15
Análisis estadístico. Se realizó con el programa PASW, versión 18.0. Los datos cuantitativos se presentan con promedio y desviación estándar (± DE); los cualitativos con frecuencias simples y porcentajes. La comparación de promedios fue con prueba t de Student y la correlación con r-Pearson.
Resultados
Se estudiaron 248 niños y 199 niñas, con una edad de 8.8 ± 1.8 años. No se encontraron diferencias en cuanto a la edad y composición corporal, entre ambos sexos. Pero en la fuerza muscular, los varones realizaron mayor número de repeticiones, tanto en la prueba flexión de brazos como en abdominales (p < 0.001) (Tabla 1).
Características | Niñas (n = 199) | Niños (n = 248) | Total (N = 447) | p | |||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Promedio | DE | Promedio | DE | Promedio | DE | ||
Edad (años) | 8.8 | 1.7 | 8.9 | 1.8 | 8.8 | 1.8 | 0.52 |
Estatura (cm) | 134.4 | 12.3 | 134.4 | 11.8 | 134.4 | 12.0 | 0.95 |
Peso (kg) | 34.2 | 11.4 | 34.2 | 12.0 | 34.2 | 11.7 | 0.98 |
IMC (kg/m2) | 18.6 | 4.4 | 18.5 | 4.4 | 18.5 | 4.4 | 0.88 |
Cintura (cm) | 64.2 | 11.1 | 64.1 | 11.0 | 64.1 | 11.0 | 0.87 |
Test de fuerza | |||||||
Flexión de brazos (repeticiones) | 1.8 | 2.6 | 5.0 | 5.7 | 3.5 | 4.9 | < 0.001 |
Abdominales (repeticiones) | 8.9 | 6.8 | 12.18 | 8.3 | 10.7 | 7.8 | < 0.001 |
DE = desviación estándar, IMC = índice de masa corporal.
La distribución del estado de nutrición por IMC se muestra en la Tabla 2. Además se determinó que el 41.2% de las niñas tenían la combinación de sobrepeso y obesidad, muy parecido al 38.7% de los niños. Mientras que respecto al CC (Tabla 3), más del 30% se encontraban por arriba de la percentila 50.
Estado de nutrición | Total (N = 447) | |
---|---|---|
n | % | |
Desnutrición grave | 3 | 0.7 |
Desnutrición moderada | 52 | 11.6 |
Normal | 214 | 47.9 |
Sobrepeso | 83 | 18.6 |
Obesidad | 95 | 21.3 |
Sobrepeso y obesidad | 178 | 39.9 |
Niñas (n = 199) | Niños (n = 248) | Total (N = 447) | |
---|---|---|---|
Estado de nutrición | % | % | % |
≤ percentil 50 | 64.9 | 69.6 | 67.6 |
> percentil 50 | 7.5 | 7.3 | 7.4 |
> percentil 75 | 10.1 | 8.4 | 9.2 |
≥ percentil 90 | 17.5 | 14.5 | 15.8 |
* Clasificación Federación Internacional de Diabetes, 2007.
Por otra parte, al comparar la repetición de flexión de brazos y las repeticiones de abdominales con respecto al estado de nutrición (por IMC), se observó que los escolares con una condición nutricia normal hacen mayor número de repeticiones y, que en comparación con los que tienen obesidad, los que tienen sobrepeso tienen un menor desempeño (Tabla 4).
Pruebas de fuerza | Estado de nutrición | ||
---|---|---|---|
Normal (n = 214) | Sobrepeso (n = 95) | Obesidad (n = 83) | |
Promedio | Promedio | Promedio | |
Flexión de brazos (repeticiones) | 4.5 | 2.8* | 1.4** |
Abdominales (repeticiones) | 12.4 | 10.5*** | 6.6**** |
* Sobrepeso vs obesidad, p < 0.001.
** Normal vs obesidad, p < 0.001.
*** Normal vs sobrepeso, p = 0.03.
**** Normal vs obesidad, p = 0.001.
Lo anterior también se observó al llevar a cabo el análisis de correlación entre la fuerza y la condición nutricia. En la Tabla 5 se muestra que hay una correlación inversamente proporcional entre el valor de IMC y de CC con las repeticiones, tanto de flexión de brazos como de abdominales.
Flexión de brazos (repeticiones) | Abdominales (repeticiones) | |
---|---|---|
Niñas (n = 199) | ||
Peso corporal (kg) | -0.226** | -0.106 |
Índice de masa corporal (kg/m2) | -0.207** | -0.157* |
Circunferencia de cintura (cm) | -0.282** | -0.165* |
Flexión de brazos (repeticiones) | --- | 0.267** |
Niños (n = 248) | ||
Peso corporal (kg) | -0.182** | -0.208** |
Índice de masa corporal (kg/m2) | -0.228** | -0.299** |
Circunferencia de cintura (cm) | -0.193** | -0.201** |
Flexión de brazos (repeticiones) | ---- | 0.432** |
** p = 0.01 (bilateral);
* p = 0.05.
Discusión
Los resultados del presente estudio demuestran el efecto deletéreo que existe del sobrepeso y obesidad sobre el desempeño de la fuerza muscular en escolares.
Nuestros datos son similares al estudio de Ervin, et al 2014,8 realizado en niños y adolescentes de seis a 15 años de edad en EUA, donde reportan que a menor tiempo en la posición de «plancha» (prueba de fuerza) mayor es el incremento del peso corporal. El mismo estudio reveló que a medida que el peso corporal incrementa, el número de repeticiones abdominales (modified pull-ups) disminuye. En otro trabajo realizado por Burns y Brusseau en 2017, se evaluaron 320 niños hispanos de ambos sexos de 10.1 ± 1.1 años de edad, en quienes se analizó la relación entre la fuerza muscular, resistencia aeróbica y síndrome metabólico. Los resultados sugieren que tanto en niños y niñas los niveles más altos de fuerza muscular y de resistencia aeróbica se relacionan con menor frecuencia de síndrome metabólico y, por ende, menor riesgo cardiometabólico.1
Asimismo, las correlaciones encontradas en el presente estudio entre la composición corporal y las pruebas de fuerza sugieren que a medida que el escolar (tanto en las niñas como en los niños) muestra mayor CC e IMC, existe una relación negativa en el desempeño de la fuerza, puesto que disminuyen las repeticiones efectivas. Estos resultados son consistentes con los descritos por Rodríguez, et al en 2015.16 En dicho estudio participaron niños colombianos de ambos sexos (13.0 ± 2.6 años de edad), y sus resultados indican que los participantes con mejor desempeño muscular presentaron también un bienestar físico más saludable con respecto a los indicadores IMC, porcentaje de grasa y circunferencia de cintura.
Los resultados de nuestro estudio pueden apoyar la necesidad de realizar intervenciones en la población de niños y adolescentes, para disminuir las comorbilidades asociadas al sobrepeso y obesidad.17,18 Se debe tomar en cuenta que el desarrollo de la fuerza en niños es de suma importancia para una buena función psicomotriz y metabólica, permitiendo al niño o adolescente conservar un sistema musculoesquelético saludable, así como un adecuado estatus de peso corporal.8-10,16
La educación física de calidad podría ser una alternativa, por poseer un enfoque adecuado e integral para formar estilos de vida saludables, junto con una buena alimentación.17-19 De esta forma, parece necesario que se desarrollen políticas intersectoriales (educación y salud), que deriven en trabajar conjuntamente con padres de familia, directivos y la comunidad en general para desarrollar programas preventivos y correctivos enfocados a mejorar la condición nutricia de escolares y adolescentes.