Introducción
Los accidentes ofídicos corresponden a una lesión causada por la mordedura de una serpiente (venenosa o no venenosa), originando algún tipo de afectación. En el caso de las serpientes venenosas, la mordida incluye la inoculación de una sustancia tóxica o veneno, que produce daño a los tejidos y ocasiona alteraciones fisiopatológicas locales o sistémicas de gravedad variable1. La Organización Mundial de la Salud considera este tipo de accidente un problema de salud pública que ocasiona entre 1.8 y 2.7 millones de envenenamientos anuales en el mundo, originando entre 80 y 140 mil muertes cada año2. Las regiones más afectadas son Asia, África y Latinoamérica, donde se encuentra la mayor diversidad de estos reptiles, siendo los habitantes rurales el principal grupo vulnerable3. En México la ocurrencia de ofidismo ha variado a lo largo del tiempo. En el periodo 1994-95 se registraron 627 casos, con 30 defunciones, en cambio en 1997 se reportó un incremento considerable de casos, con 27,480 registros y 136 defunciones4, mientras que el promedio de registro anual en los años comprendidos entre 2003 y 2018 fue de 3,7005.
México tiene el primer lugar del continente americano en herpetofauna venenosa, representada por dos familias de serpientes con veneno potencialmente mortal para el humano: a) Viperidae (representada por 10 géneros y 64 especies), que incluye a las víboras de cascabel, nauyacas y cantiles, y b) Elapidae (representada por tres géneros y 10 especies), que incluye a los coralillos o serpientes de coral6. Los Estados donde se registra la mayor incidencia de mordidas de serpientes son Veracruz, Oaxaca, San Luis Potosí, Hidalgo y Puebla7, atribuible a sus características geográficas y climáticas, que favorecen una amplia diversidad de ofidios8. En cambio, en la península de Baja California (BC), donde se distribuyen 20 géneros y 28 especies de serpientes9, solo hay siete especies venenosas que corresponden a serpientes de cascabel10. En esta región el registro de mordeduras es menor que en otros Estados de México4.
La península de BC es un territorio con una extensa superficie (200,000 km2), constituido por tres regiones principales de acuerdo con su clima y composición biológica: 1) región mediterránea-templada, ubicada en el noroeste, con clima templado subhúmedo y con presencia de lluvias en invierno; 2) región tropical, localizada en el extremo sur en la zona conocida como región del Cabo, con lluvias de invierno y verano, y 3) región desértica, localizada entre las dos anteriores, con clima muy seco-semicálido, con lluvias de invierno y verano, abarcando el 60% de la superficie de la península11-13. Estas tres regiones se subdividen en 14 eco-regiones, definidas por la composición de sus especies y su dinámica ecológica14.
A pesar de que el registro de mordeduras es menor en la península en comparación con otras regiones de México4, las complicaciones médicas derivadas de estos accidentes pueden ser severas, no solo por la posibilidad de muerte, sino por las secuelas que puede originar el envenenamiento15, así como por las ocasionadas debido a la aplicación de una atención médica inadecuada16. En relación con las dos entidades federativas peninsulares, BC tiene una población de 3,583,605 habitantes (46 personas por km2) concentrada en un 92.2% en zonas urbanas y un 7.7% en zonas rurales, mientras que en Baja California Sur (BCS) la población es de 809,833 habitantes (10 personas por km2), concentrada el 86.1% en zonas urbanas y el 13.8% en zonas rurales17-19. Aquí la falta de disponibilidad de antivenenos o faboterápicos, así como las grandes distancias entre los centros urbanos en los que se puede acceder a una atención hospitalaria, agudizan el problema, ya que los hospitales que pueden brindar la mejor atención médica se encuentran en el extremo norte (Tijuana, Ensenada y Mexicali) y en el extremo sur (La Paz y Los Cabos), separados por más de 1,000 km de distancia.
En este contexto, el objetivo del presente estudio fue el de analizar el panorama epidemiológico del ofidismo en la península de BC en los años 2003-2018.
Materiales y métodos
Los datos de incidencias de mordedura de serpiente en los estados de BC y BCS se obtuvieron del Boletín Epidemiológico, publicado por el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica y el Sistema Único de Información de la Secretaría de Salud del Gobierno Federal de México. Dado que la información de dicho boletín no incluye la localización geográfica por municipio o jurisdicción donde ocurrió la afectación, se complementaron los datos con información del Departamento de Epidemiología Estatal del Instituto de Servicios de Salud Pública del Estado de BC y de la Dirección de Servicios de Salud en BCS, para así agruparlos por Estado, municipio y jurisdicción. BC se integra por cinco municipios, divididos en cuatro jurisdicciones, mientras que BCS está integrado también por cinco municipios que representan cada uno una jurisdicción.
Se estimaron los promedios anuales de los registros de mordeduras, así como la tasa de incidencia (número total de casos dividido entre el total de la población y multiplicado por cada 100,000 habitantes), para así evitar el sesgo en la diferencia en el número de habitantes, de la península, Estado y jurisdicción. Se comparó el total de registros con los de todo el país en el periodo 2003-20018. La distribución anual de la tasa de incidencia, así como de los promedios semanales, se expresaron en un gráfico de líneas.
La distribución geográfica de los accidentes ofídicos fue incorporada a un mapa utilizando ArcGIS® 10.2 (ESRI©) y el programa SIGepi v. 1.4, para estimar las tasas suavizadas de incidencia, aplicando un suavizado local con la técnica de media móvil con una distancia en vecindad de 10 km (el suavizado tiene la finalidad de disminuir la variabilidad generada por el tamaño poblacional desigual entre municipios). Para estabilización, el cálculo de las tasas municipales se llevó a cabo con la acumulación de la información de los años estudiados20,21.
Resultados
Se obtuvo un total de 541 registros de accidentes ofídicos en el periodo 2003-2018 en la península de BC, de los cuales 273 ocurrieron en BC y 268 en BCS, con un promedio anual de 17.06 y 16.75 respectivamente, lo cual representó el 0.46 y 0.45% del total de los casos en México, con una tasa de incidencia para BC de 7.62 y para BCS de 33.09 (Tabla 1). Los años con los mayores registros en BC ocurrieron en 2008 y 2018 con 26 casos, mientras que para BCS fueron los años 2003, 2004 y 2018, con 26 y 25 registros. Los años con menor número de casos fueron en 2004 y 2007 para BC, y en 2011 y 2012 para BCS (Tabla 1).
Año | Total BC | Tasa BC | Total BCS | Tasa BCS | Total Mx | Tasa Mx |
---|---|---|---|---|---|---|
2003 | 17 | 0.47 | 26 | 3.21 | 2,666 | 2.22 |
2004 | 9 | 0.25 | 26 | 3.21 | 3,229 | 2.69 |
2005 | 19 | 0.53 | 16 | 1.98 | 3,515 | 2.93 |
2006 | 10 | 0.28 | 21 | 2.59 | 3,701 | 3.09 |
2007 | 7 | 0.2 | 19 | 2.35 | 3,351 | 2.79 |
2008 | 26 | 0.73 | 15 | 1.85 | 3,797 | 3.17 |
2009 | 11 | 0.31 | 14 | 1.73 | 3,725 | 3.11 |
2010 | 15 | 0.42 | 18 | 2.22 | 3,449 | 2.88 |
2011 | 24 | 0.67 | 7 | 0.86 | 3,535 | 2.95 |
2012 | 24 | 0.67 | 7 | 0.86 | 4,225 | 3.52 |
2013 | 25 | 0.7 | 15 | 1.85 | 3,961 | 3.3 |
2014 | 12 | 0.33 | 14 | 1.73 | 4,430 | 3.69 |
2015 | 21 | 0.59 | 11 | 1.36 | 4,378 | 3.65 |
2016 | 12 | 0.33 | 18 | 2.22 | 3,790 | 3.16 |
2017 | 15 | 0.42 | 16 | 1.98 | 3,700 | 3.08 |
2018 | 26 | 0.73 | 25 | 3.09 | 3,726 | 3.11 |
Total | 273 | 7.62 | 268 | 33.09 | 59,178 | 49.34 |
Promedio | 17.06 | 0.48 | 16.75 | 2.07 | 3,698.63 | 3.08 |
Población | 3,584,605 | 809,833 | 119,938,473 |
Si bien la tasa anual de ofidismo fue mayor en BCS en relación con BC, también lo fue en relación con la tasa nacional para los años 2003 y 2004 e igual en 2018 (Fig. 1).
En relación con la temporalidad de los casos en las dos entidades, fueron constantes durante todos los meses del año, con incremento al final de la primavera (junio) y disminución en otoño (octubre) (Fig. 2). De estos registros, los hombres fueron los más afectados, con un total de 374 casos (69%), mientras que 167 (31%) fueron mujeres.
En relación con la tasa de incidencia anual acumulada por jurisdicción de BC, la más alta se presentó en la IV, que correspondió al sur del municipio de Ensenada, con un valor de 42.3, mientras que la menor tasa ocurrió en la jurisdicción II, correspondiente a los municipios de Tijuana, Tecate y Playas del Rosarito, con un valor de 3.71 (Tabla 2) (Fig. 3). En relación con BCS, los registros por municipio abarcaron solo los años 2003-2005 y 2012-2016, con un total de 132 casos. Las tasa más alta se presentó en el municipio de Comondú, con un valor de 54.04, mientras la menor tasa ocurrió en el municipio de Loreto, donde no hubo ningún caso (Tabla 3) (Fig. 3).
Año | Mexicali | Tasa | Tijuana, Tecate y Playas de Rosarito | Tasa | Norte de Ensenada | Tasa | Sur de Ensenada | Tasa | Total | tasa |
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2003 | 2 | 0.19 | 5 | 0.25 | 5 | 1.17 | 2 | 1.84 | 14 | 0.4 |
2004 | 3 | 0.28 | 0 | 0 | 4 | 0.94 | 3 | 2.76 | 10 | 0.3 |
2005 | 5 | 0.47 | 2 | 0.1 | 12 | 2.81 | 4 | 3.68 | 23 | 0.6 |
2006 | 3 | 0.28 | 0 | 0 | 7 | 1.64 | 1 | 0.92 | 11 | 0.3 |
2007 | 2 | 0.19 | 2 | 0.1 | 2 | 0.47 | 2 | 1.84 | 8 | 0.2 |
2008 | 12 | 1.14 | 9 | 0.45 | 3 | 0.7 | 0 | 0 | 24 | 0.7 |
2009 | 8 | 0.76 | 2 | 0.1 | 1 | 0.23 | 1 | 0.92 | 12 | 0.3 |
2010 | 7 | 0.66 | 3 | 0.15 | 5 | 1.17 | 2 | 1.84 | 17 | 0.5 |
2011 | 4 | 0.38 | 14 | 0.7 | 4 | 0.94 | 4 | 3.68 | 26 | 0.7 |
2012 | 8 | 0.76 | 3 | 0.15 | 5 | 1.17 | 8 | 7.36 | 24 | 0.7 |
2013 | 7 | 0.66 | 4 | 0.2 | 10 | 2.34 | 4 | 3.68 | 25 | 0.7 |
2014 | 4 | 0.38 | 6 | 0.3 | 2 | 0.47 | 1 | 0.92 | 13 | 0.4 |
2015 | 7 | 0.66 | 5 | 0.25 | 6 | 1.41 | 6 | 5.52 | 24 | 0.7 |
2016 | 4 | 0.38 | 7 | 0.35 | 1 | 0.23 | 1 | 0.92 | 13 | 0.4 |
2017 | 6 | 0.57 | 7 | 0.35 | 2 | 0.47 | 0 | 0 | 15 | 0.4 |
2018 | 8 | 0.76 | 5 | 0.25 | 6 | 1.41 | 7 | 6.44 | 26 | 0.7 |
Total | 90 | 8.55 | 74 | 3.71 | 75 | 17.6 | 46 | 42.3 | 285 | 8 |
Año | Comondú | Tasa | Mulegé | Tasa | La Paz | Tasa | Los Cabos | Tasa | Loreto | Tasa | Total | Tasa |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
2003 | 11 | 13.2 | 2 | 2.84 | 10 | 3.27 | 4 | 1.22 | 0 | 0 | 27 | 3.33 |
2004 | 11 | 13.2 | 1 | 1.42 | 11 | 3.6 | 3 | 0.91 | 0 | 0 | 26 | 3.21 |
2005 | 2 | 2.4 | 0 | 0 | 1 | 0.33 | 2 | 0.61 | 0 | 0 | 5 | 0.62 |
2012 | 4 | 4.8 | 5 | 7.1 | 3 | 0.98 | 2 | 0.61 | 0 | 0 | 14 | 1.73 |
2013 | 4 | 4.8 | 3 | 4.26 | 2 | 0.65 | 7 | 2.13 | 0 | 0 | 16 | 1.98 |
2014 | 6 | 7.21 | 0 | 0 | 7 | 2.29 | 3 | 0.91 | 0 | 0 | 16 | 1.98 |
2015 | 3 | 3.6 | 1 | 1.42 | 2 | 0.65 | 4 | 1.22 | 0 | 0 | 10 | 1.23 |
2016 | 4 | 4.8 | 4 | 5.68 | 5 | 1.64 | 5 | 1.52 | 0 | 0 | 18 | 2.22 |
Total | 45 | 54 | 16 | 22.7 | 41 | 13.4 | 30 | 9.1 | 0 | 0 | 132 | 16.3 |
Discusión
El ofidismo es un problema de salud pública en México, debido al número de casos anuales4,5,16. Su impacto en la salud de las personas afectadas depende de varios factores, como la cantidad y características del veneno inoculado, que puede variar de acuerdo con la especie de que se trate22, así como de la rapidez en la atención y el acceso a un tratamiento adecuado23, lo cual en la península de BC depende de la localidad donde ocurra el accidente ofídico, ya que las distancias a los centros hospitalarios pueden ser muy grandes, lo que implica un amplio número de horas antes de poder recibir la atención médica.
La interacción entre las serpientes y humanos en esta región de México ocurre principalmente en el medio rural. En la península de BC la información epidemiológica sobre el envenenamiento ofídico es limitada, ya que no todos los afectados acuden a una instancia médica, debido a lo alejado de las localidades, por lo que no son registrados en el sistema de salud.
La ocurrencia mensual de casos en la península de BC es similar a otras regiones del país, con preponderancia durante los meses más cálidos y lluviosos24-26, sin embargo, en la península la ocurrencia de mordeduras es durante todo el año. Los hombres son mayormente afectados que las mujeres, lo cual es similar a otras regiones de México1,24-26 y otros países27-30.
Para el registro nacional de casos, el Boletín Semanal Epidemiológico, publicado por la Secretaría de Salud por medio del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, es de gran utilidad, porque permite conocer el número de casos de mordedura de serpiente por entidad federativa, sin embargo hay información que no considera, pero que es recabada por los Servicios de Salud de los Estados, clasificándola a nivel de jurisdicción o municipio. Aun así existen vacíos importantes en la información recabada, tales como la especie involucrada, que podría permitir identificar que especies son las más involucradas. Fotografías de la serpiente involucrada pueden ser identificadas por especialistas de la región. También se requiere registrar, además del sexo de la persona, su edad, localización anatómica de la mordedura, actividad que se encontraba realizando el afectado al momento de la mordida, tiempo entre la mordida y la aplicación del antiveneno o faboterápico, número de dosis de antiveneno aplicadas y tiempo de permanencia en la unidad médica.
En este contexto, los análisis epidemiológicos permiten tener un mejor entendimiento de la problemática a nivel local, estatal y regional, para poder desarrollar protocolos de acción eficientes para enfrentar un accidente ofídico, así como para determinar las necesidades de capacitación del personal médico y establecer una red de ayuda para el tratamiento de casos, lo cual es particularmente importante en la península de BC debido a su extensión de más de mil kilómetros. Si bien el principal tratamiento para enfrentar el accidente ofídico es la administración del antiveneno o faboterápico, ya que después de la mordedura las dos primeras horas son cruciales para atenuar los efectos del veneno23, aún hay médicos que están recelosos para su utilización.
Si bien en la península de BC el ofidismo es relativamente bajo, en BCS, el Estado con menor densidad poblacional del país, su tasa se acerca a la de la media nacional e incluso la rebasa en un año. En BC, a pesar de tener casi el mismo número de casos que BCS, su tasa es menor debido a que su población es de 3:1 en relación con BCS.
Conclusiones
La frecuencia de los accidentes ofídicos en la península de BC es menor que en otros Estados de México, sin embargo en BCS su tasa de incidencia es alta debido a que es el Estado con la menor densidad demográfica.
Existen vacíos de información de cada caso por mordedura de serpiente atendido en los servicios médicos, entre los que se incluye la especie de la serpiente involucrada.
La información epidemiológica relativa al accidente ofídico es esencial para evaluar la magnitud municipal y regional del problema, con el fin de elaborar directrices para la gestión de recursos y la capacitación del personal médico para el tratamiento de mordeduras de serpiente.