Editorial

Desde la Primera Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento de 1982, que se desarrolló en un contexto en el cual este fenómeno afectaba fundamentalmente a los países de alto ingreso, las cosas han cambiado sustancialmente. Hoy, el proceso de envejecimiento es cada vez más importante para los países en vías de desarrollo, como México.

En el caso de nuestro país y de otros países de la región, el envejecimiento es particularmente desafiante para la sociedad y para los tomadores de decisiones de política pública, dado que la velocidad del envejecimiento es mucho más alta de que lo que experimentaron los países desarrollados en el pasado. Por ello, resulta fundamental generar información que permita entender el proceso de envejecimiento y el contexto en que este proceso se está dando para los distintos grupos de la población.

Es en este espíritu que el volumen especial sobre envejecimiento basado en las encuestas nacionales sobre salud y envejecimiento adquiere una especial relevancia. Los diferentes estudios presentados son muy bienvenidos por el INEGI, porque de nada servirían los esfuerzos por generar información si esta información no se conoce o no se utiliza.

El propio proceso de generación de información a través de las encuestas nacionales sobre salud y envejecimiento 2001, 2003 y 2012, puede considerarse igualmente especial, porque se trata de una serie de encuestas longitudinales pioneras en la materia y que pueden servir de guía para el desarrollo de estudios similares en otros países de la región.

También se trata de un proceso especial por la forma no tradicional de llevarlo a cabo. En la Enasem 2012, como en las anteriores, la responsabilidad conceptual ha estado en manos de los expertos, es decir, de los investigadores de las universidades involucradas en el proyecto; y los ajustes conceptuales y operativos han sido extremadamente cuidados dado el carácter longitudinal del estudio. El operativo de campo también fue diferente por las características de los informantes y la problemática para localizar a la muestra de seguimiento. De igual manera, la captación de la información es no tradicional, por la combinación de cuestionarios electrónicos y ejercicios cognoscitivos, con la toma de medidas antropométricas, toma de muestras de sangre y aplicación de un diagnóstico básico del estado de salud a una submuestra por parte del Instituto Nacional de Salud Pública.

Debe también destacarse que la información está en un sitio de internet para facilitar la difusión y el uso de las bases de datos, lo cual es importante porque al final información como la de la Enasem tiene las características de un bien público, es decir, el uso de la información no impide que otros la usen, y el hecho de que la misma información sea usada simultáneamente no altera su contenido.

Por todo lo anterior, a 14 años de iniciado el proyecto y ya con tres levantamientos realizados, en el INEGI nos sentimos muy orgullosos de este proyecto estadístico por su calidad, pero sobre todo por sus repercusiones en el análisis, diseño e instrumentación de las políticas públicas en la materia.

Esperamos que los estudios aquí difundidos motiven a los investigadores y a los tomadores de decisiones a profundizar en los diferentes aspectos del proceso de envejecimiento, sirvan para tomar decisiones a favor de los adultos mayores y generen el interés de otros institutos de estadística de la región, donde la generación de información específica sobre el proceso de envejecimiento de la población no ha sido la prioridad.

Eduardo Sojo Garza Aldape*

* Presidente de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México.