Señor editor: He leído con interés la comunicación intitulada “Prevalencia de sífilis congénita en tres hospitales públicos de Baja California, México, 2012-2015”, de la autoría de Arellano-Estrada y colaboradores, publicada como carta al editor en Salud Pública de México.1 Dado el título del trabajo y sin demeritar la valía del estudio realizado, hago notar tanto a los autores como a los editores la omisión cometida al no proporcionar el dato de la prevalencia de sífilis congénita durante los años explorados en los hospitales del gobierno de la entidad federativa, en Tijuana, Playas de Rosarito y Tecate.
Ese resultado, de forma global, por año y por nosocomio, constituiría una aportación de utilidad para los especialistas en el tema, por su relevancia para procurar la prevención y el control de la sífilis durante el embarazo, que en nuestro país continúa como un rezago inaceptable con respecto a la atención de este problema de salud pública. Si los autores de la contribución lo decidieran así, sugeriría que ilustraran la magnitud del padecimiento sobre la base del total de niños nacidos en esos tres hospitales durante los cuatro años de análisis. Para ello, podrían recurrir, por ejemplo, a los informes de morbilidad de sífilis congénita en Baja California, recopilados por la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud2 (56 casos de sífilis congénitas acumulados entre 2012 y 2015) o alguna otra fuente de información que tuvieran disponible.