Introducción
La atención al neonato es una preocupación internacional reflejada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La mortalidad neonatal corresponde a casi la mitad de las muertes en la niñez (<5 años). Entre 2010 y 2016, en México, el descenso de la mortalidad neonatal ha sido lento: pasó de una tasa de 8.3 a 7.8 por 1 000 nacidos vivos, la cual se mantiene superior al promedio de la región de las Américas (7.5).1 Las diferencias entre estados son también notables, con 14 de ellos que han tenido progresión insuficiente para alcanzar la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio2 a pesar de los programas y las políticas que están en marcha.3 La Comisión Nacional de Protección Social en Salud (CNPSS) provee financiamiento para la atención a neonatos y niños menores de cinco años que no cuentan con seguridad social a través del programa conocido como Seguro Médico Siglo XXI,4 facilitando así el acceso a los servicios necesarios. Sin embargo, para que la cobertura de servicios sea considerada efectiva, es necesario que la atención recibida sea de calidad.5,6
La provisión de servicios con la calidad necesaria depende de la estructura y recursos disponibles, y su correcta utilización en procesos de atención adecuados, que son un componente imprescindible para alcanzar la mejor calidad.7 Tanto los aspectos estructurales como los procesos de atención deben contar con indicadores para su evaluación y monitoreo, de forma que se controle la obtención de los resultados esperados.
Existen iniciativas internacionales para medir la calidad de la atención de los recién nacidos,8,9 aunque parecen ser pocos los indicadores existentes para la atención del neonato con patologías específicas relevantes tales como prematuridad, sepsis o asfixia, al ser todas ellas de alto interés en México por su incidencia, gasto y contribución a la mortalidad neonatal.10,11,12,13
El objetivo de este estudio es validar indicadores de calidad de la atención a neonatos con patología (sepsis neonatal, asfixia perinatal, hipoxia intrauterina y prematuridad) a través de determinar su factibilidad, fiabilidad y utilidad en establecimientos de segundo y tercer nivel en el entorno del sistema de salud mexicano.
Material y métodos
Se realizó un estudio cualicuantitativo en tres fases: a) búsqueda, selección, construcción y priorización de indicadores, b) desarrollo de las fichas técnicas y de instrumentos de recolección de datos de los indicadores seleccionados, y c) estudio piloto para comprobar factibilidad, garantizar fiabilidad y averiguar su utilidad para la detección de problemas de calidad que puedan ser objeto de iniciativas de mejora en el entorno de aplicación de los indicadores.14.15,16
Este estudio es parte del proyecto titulado “Evaluación de los procesos de la gestión de calidad en la atención neonatal del Sistema de Protección Social en Salud: medición basal“, el cual contó con aprobación de los comités de investigación y ética del Instituto Nacional de Salud Pública, con número de proyecto 1353 y aprobación número 7154, con fecha del 21 de octubre de 2015.
Búsqueda, selección, construcción y priorización de indicadores
Primero se revisaron las últimas versiones de las guías de práctica clínica (GPC) del catálogo maestro del sector salud relativas a prematuridad, asfixia, hipoxia y sepsis17,18,19,20,21 para obtener recomendaciones clave basadas en evidencia susceptibles de convertirse en indicadores. La búsqueda de recomendaciones basadas en evidencia para transformar en indicadores es el primer paso y requisito para lograr indicadores válidos. Dada la existencia de varias escalas de gradación de la evidencia y fuerza de recomendación en las GPC, se utilizó un sistema de armonización de la gradación propio.22,23,24,25 Se seleccionaron las recomendaciones con mayor gradaje (nivel de evidencia A, fuerza de recomendación fundamentalmente A: debe hacerse).
Con el objetivo de identificar indicadores ya existentes en relación con las recomendaciones basadas en evidencia encontradas, o complementarlas en caso de no haber sido identificadas en las GPC, se realizó una búsqueda en repositorios internacionales: National Quality Measures Clearinghouse,26 Indicator Portal de Health & Social Care Information Centre27 y Joint Commission,28 con los términos “neonatal”, “premature”, “asphyxia”, “hypoxia”, “sepsis” y “newborn”. Se identificaron indicadores de calidad para los procesos de diagnóstico y tratamiento hospitalario para los cuatro diagnósticos, que estuviesen basados en evidencia y complementaran los construidos y las recomendaciones de las GPC. De éstos, se incluyeron los indicadores que: a) eran aplicables a neonatos; b) no medían elementos que ya estuvieran medidos como parte de otro indicador más amplio (compuesto de varios aspectos), y c) midieran aspectos adecuados para la monitorización rutinaria (se descartaron indicadores de procesos muy específicos cuya incidencia fuera baja). A continuación se construyeron indicadores para las recomendaciones sobre las que no se encontraron indicadores.
Para reforzar una propuesta de indicadores que se adapten al contexto local, un grupo de trabajo integrado por expertos, tanto en calidad de la atención como en pediatría y en la atención a neonatos, participaron en la definición final de los indicadores de calidad en la atención a neonatos con las patologías seleccionadas para este estudio.
Tanto los indicadores construidos a partir de las GPC como los seleccionados de los repertorios internacionales, traducidos al español, se discutieron adicionalmente con dos neonatólogos ajenos al grupo para confirmar la validez y oportunidad de los indicadores propuestos para el contexto de México.
Desarrollo de fichas técnicas e instrumentos de recolección de datos
Para la descripción de los indicadores se utilizó un formato de ficha técnica estandarizado29 utilizado en estudios anteriores30,31 para favorecer la obtención homogénea de información de estos indicadores. Los datos se colectaron mediante aplicaciones móviles.
Estudio piloto
Los indicadores e instrumentos de recolección fueron pilotados en dos hospitales materno-infantiles, uno ubicado en la Ciudad de México (HA) y otro en Zacatecas (HB), ambos con expediente clínico en papel. Con el objeto de valorar la factibilidad, fiabilidad y utilidad para detectar problemas de calidad de los indicadores, dos evaluadores independientes revisaron una muestra aleatoria sistemática de 15 expedientes para cada patología, siguiendo la metodología de muestreo de lotes, Lot Quality Assurance Sampling (LQAS),32,33 útil para aceptar estándares de cumplimiento de 75 y 95% (umbrales de 40 y 70%, respectivamente), ambos con errores α=5% y β=10%.
Para realizar el muestreo se seleccionaron los egresos del año 2014 del Sistema Automatizado de Egresos Hospitalarios (SAEH), correspondientes a los diagnósticos principal y secundarios de las patologías a evaluar, codificados con la Clasificación Internacional de Enfermedades décima versión (CIE-10) descritos en las fichas técnicas.
Análisis de resultados
La factibilidad se define como la facilidad con la que el indicador es medido34 y, por lo tanto, la disponibilidad de acceder y recoger los datos necesarios para esta evaluación.35 Se consideraron factibles los indicadores que pudieran ser evaluados con la información disponible en el hospital. Adicionalmente, se realizó un registro de las dificultades reportadas por los evaluadores a la hora de medir los indicadores.
Para comprobar la fiabilidad de los indicadores extraidos del expediente cuya medición fue factible, se realizó un análisis de concordancia interobservador mediante kappa (κ)36 ajustado por prevalencia y sesgo (PABAK, por su acrónimo en inglés).37 Se interpretaron los resultados con los criterios de Landis y Koch (fiabilidad moderada si κ>0.4, sustancial si κ>0.6 y casi perfecta si κ>0.8).38 Se midió la fiabilidad tanto para los indicadores simples como para cada uno de los componentes de los indicadores compuestos por varios criterios o subindicadores.
Con los resultados del piloto en HA se realizaron mejoras en los instrumentos, antes de realizarlo en el HB. Esta última medición, también por dos evaluadores independientes, se realizó para los indicadores no fiables en el primer piloto y sirvió para refinar las fichas técnicas, si era necesario.
Por último, la utilidad de los indicadores radica en su capacidad para identificar problemas de calidad y variabilidad en las comparaciones entre centros y mediciones.39,40,41 Esto se puede valorar aplicando la metodología LQAS, la cual permite identificar si cada establecimiento alcanzó satisfactoriamente alguno de los dos estándares de cumplimiento propuestos. No obstante, las dificultades para encontrar los casos previamente seleccionados como tales y las discordancias entre el SAEH y los expedientes clínicos implicó sobremuestrear sistemáticamente, y aún así no se logró obtener la muestra estrictamente necesaria para ser interpretada con los criterios de LQAS. En consecuencia, se optó por estimar los niveles de cumplimiento con base en la muestra conseguida y el respectivo cálculo de los intervalos de confianza exacto binomial a 95%. Adicionalmente, se anotaron los principales problemas de calidad encontrados en relación con la medición de cada indicador.
Resultados
Construcción y selección de indicadores
La búsqueda, construcción y selección generó 23 indicadores basados en evidencia (figura 1). El proceso inició con 356 indicadores encontrados en repositorios internacionales y 82 recomendaciones clave encontradas en las ocho GPC consultadas. El set priorizado constó de 30 indicadores: 24 construidos a partir de las recomendaciones clave de GPC y seis seleccionados de los repositorios internacionales. La propuesta final, tras las reuniones de priorización tanto internas como con neonatólogos, fueron 23 indicadores: ocho de sepsis neonatal, cinco de asfixia perinatal, uno de hipoxia intrauterina y nueve de prematuridad, incluyendo dos indicadores relacionados con apnea del prematuro y dos con síndrome de dificultad respiratoria (enfermedad de membrana hialina). De este total (cuadro I), 12 son indicadores compuestos (integrados por sub-indicadores) cuyo cumplimiento exige el acatamiento de todos los componentes.
* Revisión documental de repositorios internacionales National Quality Measures Clearinghouse,26 Indicator Portal de Health & Social Care Information Centre27 y Joint Commission,28 y, recomendaciones clave de ocho guías de práctica clínica que abordan los padecimientos de interés (sepsis neonatal, asfixia perinatal, hipoxia intrauterina y prematuridad). Octubre 2015
Nombre del indicador [tipo de indicador] | Fuente de datos | Factible | ||
Indicadores para sepsis neonatal | ||||
1. Hospitales con protocolo de atención específico [simple] | INS | ✔ | ||
2. Diagnóstico correcto de sepsis neonatal [compuesto] | EXP | ✔ | ||
3. Lavado de manos correcta antes en UCIN [compuesto] | OBS | ✔ | ||
4. Lavado de manos correcta después de UCIN [compuesto] | OBS | ✔ | ||
5. Inicio de antibiótico correcto en caso de sospecha sepsis temprana [simple] | EXP | ✔ | ||
6. Indicación médica de toma de muestra e identificación de patógeno en sepsis tardía [compuesto] | EXP | ✔ | ||
7. Incidencia de muertes por sepsis neonatal [simple] | BD | ✔ | ||
8. Frecuencia diferencial de casos de sepsis neonatal temprana y tardía [simple] | BD | ✔ | ||
Indicadores para asfixia perinatal | ||||
9. Embarazadas de alto riesgo a quienes se realizó vigilancia de asfixia prenatal [compuesto] | EXP | No | ||
10. Identificación oportuna de datos clínicos sugestivos de asfixia [simple] | EXP | ✔ | ||
11. Diagnóstico correcto de asfixia [compuesto] | EXP | ✔ | ||
12. Vigilancia y control del tratamiento de asfixia neonatal [compuesto] | EXP | ✔ | ||
13. Incidencia de la encedalopatía hipóxico-isquemica en función de la severidad [simple] | BD | No | ||
Indicadores para hipoxia intrauterina | ||||
14. Rn diagnosticados con hipoxia intrauterina a los que se realizó diagnóstico adecuado [compuesto] | EXP | ✔ | ||
Indicadores para prematuridad | ||||
15. Embarazadas con factores de riesgo modificables para parto prematuro enviadas a especialidades para su atención [simple] | EXP | No | ||
16. Uso de hierro profiláctico [simple] | EXP | No | ||
17. Uso de succión no nutritiva [simple] | EXP | ✔ | ||
18. Vacunación en prematuridad [simple] | EXP | ✔ | ||
19. Detección oportuna de apnea [compuesto] | EXP | ✔ | ||
20. Complementación de alimentación parenteral en recién nacidos con riesgo [simple] | EXP | No | ||
21. Aplicación de esteroides en mujeres con parto prematuro entre 24 y 34 semanas de gestación [simple] | EXP | No | ||
22. Radiografía en todo prematuro con dificultad respiratoría [compuesto] | EXP | No | ||
23. Tratamiento farmacológico correcto de la apnea en el recién nacido prematuro [compuesto] | EXP | No |
* Piloto realizado en Hosp A: Hospital en Ciudad de México; Hosp B: Hospital en Zacatecas, periodo: octubre-noviembre 2015
BD: base de datos; EXP: expediente; INS: inspección o entrevista; OBS: observación; UCIN: unidades de cuidados intensivos neonatales
Desarrollo de las fichas técnicas y recolección de datos
Se elaboraron 23 fichas técnicas y siete aplicaciones informáticas para la captura de datos. Los indicadores utilizados en el piloto (cuadro I) se describen en detalle en las fichas técnicas correspondientes.42 Diecisiete de los indicadores se midieron con datos registrados en los expedientes clínicos; el indicador de existencia de protocolo de atención específico podría ser comprobado mediante inspección o entrevista; los de lavado de manos mediante observación, y tres indicadores sobre frecuencia de determinadas complicaciones y mortalidad podrían extraerse de las bases de datos existentes.
Estudio piloto
Factibilidad. De los 23 indicadores pilotados, se midieron 12 (cuadro I). Los factores que hicieron no factible la medición de los demás indicadores fueron: a) dificultad para encontrar información, a veces inexistente o localizada en más de un registro (p.e. expediente de la madre o del niño, para los indicadores “Embarazadas de alto riesgo con vigilancia de asfixia perinatal y Aplicación de esteroides en mujeres con parto prematuro” imposibles de asociar de forma inequívoca; b) baja frecuencia de casos para evaluar, y c) ausencia de información mínima necesaria sobre actuaciones realizadas en el hospital, incluyendo la identificación de los casos de prematuros a los que aplica el indicador.
Como ejemplo, muy pocos casos identificados en los que se podía medir el “uso de hierro profiláctico” hicieron que éste indicador se considerara no factible. De igual manera, la codificación CIE-10 para “apnea del prematuro” fue irregular y dificultó la medición del indicador sobre “tratamiento de la apnea del prematuro”. El indicador de “incidencia de la encefalopatía” tampoco pudo medirse con la información de casos del SAEH. Finalmente, en prematuros, la “radiografía en prematuro con dificultad respiratoria” y “uso de succión no nutritiva” no se pudieron evaluar por falta de una indicación precisa en el expediente y quizá porque el médico lo considera como parte del cuidado rutinario de enfermería. Algunos de estos casos podrían considerarse como incumplimiento total, pero no hay suficientes elementos como para afirmarlo de forma inequívoca.
Adicionalmente, en los hospitales hubo diferencias y problemas agregados para identificar los datos en los expedientes. En el HA hubo ausencia de expedientes y desorden en su integración, no así en el HB, que contaba con un médico dedicado exprofeso a la revisión y mejora de la calidad del registro.
Los dos indicadores de lavado de manos, medidos con observación no participativa del personal con acceso a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), fueron calificados como “no factibles” dada la complejidad de una observación correcta, con todos los pasos y componentes del lavado, y la poca practicidad de su realización en un sistema de monitorización rutinario.
Fiabilidad. La fiabilidad se exploró en nueve indicadores medidos con datos extraidos del expediente clínico, todos factibles. Uno de los posibles datos clínicos a explorar para la identificación oportuna de asfixia perinatal (“identificación depresión de tono muscular/reflejos”) resultó no fiable y se descartó del conjunto de datos clínicos sugestivos de asfixia. El resto de indicadores y subindicadores se consideraron fiables, mostrando PABAK mayoritariamente >0.6 (cuadro II).
Nombres de indicador y subindicadores | Kappa* | Hosp A N (n) | Hosp B N (n) | Hosp A | Hosp B | |||||
%cumplimiento (IC95%) | %cumplimiento (IC95%) | |||||||||
Sepsis neonatal | ||||||||||
Diagnóstico correcto de sepsis neonatal, incluyendo: | 0.9 | 234(21) | 191 (20) | 9.5(1.2-30.4) | 10.0(1.2-31.7) | |||||
- Síntomas clínicos | 0.52 | 76.2 (52.8-91.8) | 70.0 (45.7-88.1) | |||||||
- Biometría hemática | 1 | 61.9 (38.4-81.9) | 75.0 (50.9-91.3) | |||||||
- PCR >10 mg/L | 0.6 | 14.3 (3.1-36.3) | 15.0 (3.21-37.9) | |||||||
Inicio de antibiótico correcto en caso de sospecha de sepsis | 0.55 | (20) | (20) | 81.0 (58.1-94.6) | 77.8 (52.4-93.6) | |||||
- Ampicilina + Aminoglucósido | 1 | 100 (83.9-100) | 100 (81.5-100) | |||||||
- Ampicilina (dosis 25-50 mg/Kg) | 0.55 | 85.7 (63.7-97.0) | 77.8 (52.4-93.6) | |||||||
- Ampicilina (vía intravenosa | 1 | 100 (83.9-100) | 100 (81.5-100) | |||||||
- Ampicilina c/12 h. | 1 | 95.2 (76.2-99.9) | 100 (81.5-100) | |||||||
Indicación médica de toma de muestra e identificación de patógeno en sepsis tardía, incluyendo: | 1 | (0) | (12) | NE | 0.0 (0-26.5) | |||||
- Hemocultivo | 0.67 | NE | 75.0 (42.8-94.5) | |||||||
- Urocultivo | 0.67 | NE | 25.0 (5.5-57.2) | |||||||
- Cultivo líquido cefalorraquídeo | 1 | NE | 0.0 (0-26.5) | |||||||
- Muestra catéter (si presente) | 0.67 | (0) | (4) | NE | 75.0 (19.4-99.4) | |||||
Asfixía perinatal | ||||||||||
Identificación oportuna de datos clínicos sugestivos de asfixia, incluyendo alguno de los siguientes: | 0.6 | 34 (21) | 169 (15) | 100 (83.9-100) | 100 (78.2-100) | |||||
- Dificultad respiratoria | 0.5 | 90.5 (69.6-98.8) | 100 (78.2-100) | |||||||
- Depresión tono muscular/reflejos | -0.14 | NE (descartado) | NE (descartado) | |||||||
- Alteración estado alerta | -0.6 | 19.1(5.5-41.9) | 100 (78.2-100) | |||||||
- Crisis convulsivas | 1 | 0.0 (0-16.1) | 0 (0.21.8) | |||||||
- Alteración ritmo cardiaco | 0.5 | 33.3 (14.6-57.0) | 86.7 (59.5-98.3) | |||||||
- Alteración perfusión | 0.4 | 42.9 (21.8-66.0) | 100 (78.2-100) | |||||||
Díagnostico correcto de asfixia, incluyendo: | 0.90 | 34 (21) | 169 (15) | 0.0 (0-16.1) | 0.0 (0-21.8) | |||||
- Gasometría completa <30 min. | 0.90 | 4.8 (0.1-23.8) | 0.0 (0-21.8) | |||||||
- Apgar 0-3 <5 min. | 1 | 9.5 (1.2-30.4) | 0.0 (0-21.8) | |||||||
- Crisis convulsivas <24 h. | 1 | 0.0 (0.0-16.1) | 0.0 (0-21.8) | |||||||
Vigilancia y control del tratamiento, incluyendo: | 1 | 34 (21) | 169 (15) | 0.0 (0.0-16.1) | 0.0 (0-21.8) | |||||
- Uresis c/3 H. | 0.71 | 95.2 (76.2-99.9) | 26.7 (7.8-55.1) | |||||||
- Determinación glucosa c/3 h. | 1 | 0.0 (0.0-16.1) | 33.3 (11.8-61.6) | |||||||
- Balance líquidos c/turno | 0.95 | 100 (83.9-100) | 66.7 (38.4-88.2) | |||||||
- Electrolitos y química c/24 h. | 0.95 | 0.0 (0.0-16.1) | 6.7 (0.2-32.0) | |||||||
- Control c/3 h. (frecuencia cardiaca | 0.90 | 100 (83.9-100) | 86.7 (59.5-98.3) | |||||||
- Control c/3 h. (tensión arterial) | 0.90 | 0.0 (0.0-16.1) | 86.7 (59.5-98.3) | |||||||
- Control c/3 h. (saturación de O2) | 0.61 | 81.0 (58.1-94.6) | 93.3 (68.1-99.8) | |||||||
Hipoxia intrauterina | ||||||||||
Diagnóstico adecuado, incluyendo: | 0.71 | 64 (22) | 7 (7) | 0.0 (0.0-15.4) | 14.3 (0.4-57.8) | |||||
- Cardiotocografía o ecografía doppler | 0.71 | 0.0 (0-15.4) | 28.6 (3.7-71.0) | |||||||
- Líquido amniótico meconial | 1 | 36.4 (17.2-59.3) | 28.6 (3.7-71.0) | |||||||
- Frecuencia cardíaca <120 o >160 | 0.43 | 36.4 (17.2-59.3) | 28.6 (3.7-71.0) | |||||||
- Hipomovilidad | 11 | 31.8 (13.9-54.9) | 57.1 (18.4-90.1) | |||||||
Prematuridad | ||||||||||
Uso de succión no nutritiva | -1 | NE | NE | NE (descartado) | NE (descartado) | |||||
Detección oportuna de apnea (opción 1 o 2) | 0.63 | 39 (15) | 112 (15) | 85.7 (57.2-98.2) | 100 (78.2-100) | |||||
1:Sistema de monitoreo continuo (encontrado en Hosp B) | 100 (78.2-100) | |||||||||
2:Registro de todo lo siguiente (Hosp A, sin monitor) | 0.63 | 85.7 (57.2-98.2) | ||||||||
- Saturación O2 c/30 min. (sin monitor) | 0.63 | 85.7 (57.2-98.2) | ||||||||
- Frecuencia cardiaca c/30 min. (sin monitor) | 0.63 | 85.7 (57.2-98.2) | ||||||||
- Coloración c/30 min. (sin monitor) | 0.63 | 85.7 (57.2-98.2) | ||||||||
- Frecuencia respiratoria c/30 min. (sin monitor) | 0.63 | 85.7 (57.2-98.2) |
Hosp A: Hospital en Ciudad de México; Hosp B: Hospital en Zacatecas; a. Definición completa en fichas técnicas, periodo octubre-noviembre 2015
*Prevalence and Bias Adjusted Kappa (PABAK); N: marco muestral; n: muestra efectiva IC95%: intervalo de confianza 95% exacto binomial. NE: no evaluado (no fiable o no fue posible identificar casos)
Los problemas de fiabilidad más relevantes encontrados durante el piloto estuvieron relacionados con: a) necesidad de interpretación de criterios clínicos para la correcta evaluación de los indicadores -principalmente en sepsis neonatal-, y b) necesidad de datos cuyo registro es inconsistente y, cuando están, son de difícil localización. Así, por ejemplo, los indicadores “diagnóstico correcto de sepsis neonatal”, “inicio de antibiótico correcto en sepsis temprana”, “toma de muestra e identificación de patógeno en sepsis tardía” y un ítem (depresión del tono muscular) de “identificación oportuna de datos clínicos sugestivos de asfixia” presentaron los mayores problemas de fiabilidad en el primer piloto. Para los tres primeros, mejoró la fiabilidad al rediseñar los formatos de recolección aplicados en HB. Sin embargo, el criterio “depresión del tono muscular” como sugestivo de asfixia, con registro inconstante o inexistente en el expediente, no fue fiable y se suprimió, dada su relativa menor importancia frente a los otros síntomas incluidos en el indicador.
Generalmente, las notas médicas escritas a mano eran ininteligibles y dificultaron la medición fiable en ambos hospitales en los que se realizó el piloto.
Utilidad de los indicadores
Los resultados obtenidos en la medición de estos indicadores muestran su utilidad para detectar variabilidad en los niveles de calidad en los dos hospitales del piloto, así como para identificar áreas de calidad deficiente que deberían ser objeto de iniciativas de mejora. Entre ellas destacan algunos indicadores compuestos en ambos hospitales: el “diagnóstico correcto de sepsis neonatal”, con estimación de cumplimiento cercana a 10% por falta de PCR>10 mg/l; “vigilancia de asfixia perinatal”, así como “diagnóstico correcto de asfixia perinatal”, y la “indicación de toma de muestras e identificación de patógeno en sepsis tardías”, con un estimado de 0% de cumplimiento por nulo cumplimiento de alguno de sus subindicadores (cuadro II). Adicionalmente se encontraron diferencias entre los dos hospitales en la constatación de síntomas relacionados con asfixia perinatal (p.e. alteración del ritmo cardíaco), en la vigilancia y control del tratamiento de esta patología (p.e. el control de la uresis c/3 horas), y en vacunación en prematuridad con 0% de cumplimiento en uno de los hospitales, debido a que los prematuros son vacunados al egreso o son referidos a otro servicio para su aplicación. Los mejores resultados en ambos hospitales se dieron para el “inicio de antibiótico en casos de sospecha de sepsis” y en la “identificación de datos clínicos sugestivos de asfixia”, aunque con diferencias marcadas entre hospitales en relación con los signos/síntomas más indagados y registrados. Las bajas cifras de cumplimiento en general se relacionan con una serie de circunstancias o problemas observados en el piloto para cada indicador (cuadro III).
Indicador | Descripción de problemas encontrados | Implicación clínica | ||
Diagnóstico correcto de sepsis | La mayoría de las veces se basa en antecedentes maternos. Hay ausencia de registro en el expediente de manifestaciones clínicas en el recién nacido (RN) o apoyo con resultados de laboratorio. | Diagnóstico impreciso. Estadístocas poco confiables. sobreutilización de antibióticos. | ||
Inicio de antibiótico correcto en casos de sospecha de sepsis temprana | En su mayoría se inicia antibiótico al RN con el antecedente de trabajo de parto de la madre y presencia de ruptura prematura de membranas (RPM). Los antibióticos indicados generalmente están disponibles. Hay imprecisión en el tiempo transcurrido de la RPM y el nacimineto. | Diagnóstico poco confiable. Sobreutilización de antibióticos. | ||
Indicación de muestra e identificación de patógeno en sepsis tardía | En muy pocos casos se contó con indicación médica de muestra e identificación del patógeno a través de cultivos. | Potencial contribución a resistencia antimicrobiana, al no aplicar el tratamiento específico para el patógeno. | ||
Identificación oportuna de datos clínicos sugestivos de asfixia perinatal | En la práctica clínica, muchos de los niños con dificultad para respirar inmediatamente recibieron alguna maniobra externa de reanimacion neonatal y por tanto se da poca importancia al registro de datos clínicos al momento de nacer. | Diagnósticó poco preciso o erróneo (asfixia neonatal vs hipoxia intrauterina), oxigenación inadecuada y potencial daño neurológico al RN. | ||
Diagnóstico correcto de asfixia perinatal | En la mayoría de los hospitales no se contó con la gasometría o no se hizo la determinación en el moemnto oportuno. | Dificultades en el manejo y atención de la asfixia perinatal. Retraso en el tratamiento adecuado y potenciales complicaciones en el RN. | ||
Vigilancia y control del tratamiento de asfixia perinatal | El control y registro de las constantes de los RN es muy pobre. | Posibilidades de tratamiento no adecuado. Mayor probabilidad de potenciales daños permanentes. | ||
Diagnóstico adecuado de hipoxia intrauterina | En el expediente clpinico de las madres de los recién nacidos no se cuenta con los estudios realizados (ausencia del regístro o falta del reporte por parte del médico). | Manejo ventilatorio inadecuado y potencial daño neurológico al RN. | ||
Vacunación en prematuridad | En los hospitales de la SSA no se aplican vacunas a RN que han permanecido hospitalizados. Falta de insumos (vacunas). | No hay apego ni seguimiento de la prevención a realizar en RN. Potencial aumento de morbilidad y mortalidad evitable. | ||
Detección oportuna de apnea | La mayoría de las evaluaciones de vigilancia fue poco consistente en su frecuencia (monitor/observación directa). No se cuenta con el formato o registro es complejo y poco legible. | En prematuros, la presencia de apnea que se acompaña de bradicardia o desaturación de oxígeno puede tener un efecto a largo plazo en eñ neurodesarrollo. |
En relación con los indicadores medidos por entrevista o en bases de datos, se verificó que no había protocolos de atención específicos para sepsis en ninguno de los dos hospitales y que la tasa de mortalidad por sepsis (resultado) fue 3.43 y 10.92%, respectivamente para HA y HB.
Discusión
Después de una búsqueda en repositorios internacionales y de la elaboración de indicadores propios -basados en recomendaciones de GPC nacionales- se priorizó y piloteó un conjunto de indicadores, y se concluyó con la propuesta de un set de nueve indicadores válidos, factibles, fiables y útiles para monitorizar la calidad de la atención a neonatos con patologías relevantes seleccionadas. Durante todo el proceso y en función de los resultados, hay una serie de elementos que merecen ser destacados, tanto en relación con la necesidad del proyecto como con las circunstancias y dificultades para concluir con la propuesta que se presenta.
Necesidad de un conjunto de indicadores para evaluar la calidad de la atención en neonatos patológicos
A pesar de la relevancia internacional de la mortalidad perinatal como indicador de los sistemas de salud, en la cual una proporción importante es de neonatos, existen pocos indicadores en los repositorios internacionales para monitorizar la calidad de la atención en las patologías abordadas en este estudio.43 Así, de un total de 356 indicadores potenciales encontrados, sólo seis resultaron aplicables. En consecuencia, casi todos los indicadores priorizados fueron construidos ex professo, con base en 82 recomendaciones con alto nivel de evidencia extraidas de las GPC nacionales. El énfasis está en la calidad de los procesos de atención que conduzca a resultados óptimos, según la evidencia disponible,15,44 aunque sin renunciar a elementos estructurales y de resultado para completar un set -previamente inexistente- de indicadores válidos, fiables y útiles para identificar oportunidades de mejora en calidad de la atención en las patologías seleccionadas. El set propuesto llena el vacío existente para evaluar las buenas prácticas y puede utilizarse para implementar estrategias de mejora al interior de los hospitales y en las evaluaciones externas de los financiadores de estos servicios, ya sea el programa Seguro Médico Siglo XXI de la CNPSS4 u otros similares. La relación existente entre la atención de mala calidad y la mortalidad neonatal está avalada por el nivel de evidencia sustentada en indicadores utilizados y, aunque parcialmente, estudiada en el propio contexto mexicano.45
La factibilidad de las actividades de monitorización se encuentra limitada por la calidad de los registros y sistemas de información
Los problemas de factibilidad de medición pueden ser considerados de contexto. En este sentido, algunos de los indicadores del set priorizado, descartados de la propuesta final por problemas de factibilidad, podrían quizás ser medidos en otros contextos. De hecho, se encontró variabilidad en los dos hospitales piloto, en uno de ellos con personal dedicado a la documentación, con registros clínicos mejor ordenados. Sin embargo, abundaron también las deficiencias comunes: desde los problemas de confiabilidad del SAEH y la incompleta, y a veces incongruente, información registrada en expedientes clínicos. Esto obliga a tomar los resultados de los indicadores con cautela a la hora de comparar resultados entre hospitales; por ejemplo, en relación con la mortalidad por sepsis neonatal que refleja mejores resultados en el hospital con peor registro, mientras que en indicadores de proceso en los que la ausencia de registro es considerado como incumplimiento, la medición puede favorecer a los hospitales con mejor registro.
Los problemas de factibilidad de medición de indicadores relevantes por deficiencias en los sistemas de registro parecen ser un problema común en México. Se ha encontrado previamente un estudio realizado en hospitales de alta especialidad pertenecientes a la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad (CCINSHAE) en el que se seleccionaron indicadores internacionales priorizados por los propios hospitales.30 Los sistemas de información son esenciales para la mejora, la monitorización, la evaluación de intervenciones y la rendición de cuentas a todos los niveles de un sistema de salud.46
La fiabilidad de los indicadores debe ser probada antes de utilizarlos
La fiabilidad encontrada en este estudio fue variable. En algunos casos, los bajos índices encontrados en el HA hicieron necesaria la discusión y redefinición de los términos o de la forma de medición de indicadores que alcanzaron así niveles aceptables de fiabilidad en el HB, mientras que otro (“identificación de depresión de tono muscular” como signo de asfixia perinatal) tuvo que ser descartado debido a que requería interpretación por parte de los evaluadores. Estos hechos ejemplifican la necesidad de comprobar la fiabilidad de los indicadores antes de su uso para lograr mediciones consistentes,47 modificando aquéllos que se interpreten de forma diversa por parte de los evaluadores y descartando aquéllos en los que no sea posible, ya sea por la deficiente calidad de los registros, una especificación que haga que sean comprendidos y utilizados de forma consistente.
Utilidad de los indicadores propuestos para monitorizar la calidad de la atención a neonatos patológicos
Los indicadores deben ser herramientas que sirvan para detectar variabilidad en la atención prestada, identificar problemas de calidad, controlar los niveles existentes y, eventualmente, comprobar cambios significativos en la realización de un proceso. En el piloto del set propuesto hubo diferencias entre los dos hospitales y se identificaron oportunidades de mejora con tamaños de muestra que dan certidumbre aceptable, según los estándares de cumplimiento utilizados con el LQAS. Por ejemplo, destacan las deficiencias en el diagnóstico de sepsis neonatal, sepsis tardía y asfixia, así como en la vigilancia de asfixia perinatal, debidas a incumplimiento en al menos uno de estos datos que, aunque circunscritos a los dos hospitales piloto, muestran los beneficios potenciales de la utilización de estos indicadores para evaluar los niveles de calidad, interna o externamente, y focalizar estrategias de mejora. Los bajos niveles de cumplimiento, como los encontrados en este estudio para la mayoría de los indicadores, conllevan un potencial impacto negativo en la evolución clínica de las patologías consideradas, tal como se resume en la útima columna del cuadro III.
Conclusiones
Se han elaborado indicadores con base en GPC para la atención de neonatos con sepsis, asfixia, hipoxia y prematuridad, poco referidos y utilizados en la literatura nacional e internacional. Después de ser piloteados para asegurar factibilidad de medición y fiabilidad, se cuenta con nueve indicadores basados en evidencia, útiles para la monitorización de la calidad de la atención en neonatos patológicos adecuados al contexto de México.
Limitaciones: los resultados de cumplimiento de las recomendaciones a través de los indicadores construidos son un primer acercamiento a las UCIN del país; sin embargo, los indicadores propuestos tanto de GPC como de repositorios internacionales son aplicables a todos los servicios que atienden a neonatos con las patologías seleccionadas, sean unidades de cuidados intensivos neonatales, cuidados intermedios neonatales o cuneros patológicos.