Introducción
Las tendencias del crecimiento poblacional han estimado que para el año 2050, el mundo necesitará 60% más alimentos de los que se tienen ahora como reserva para la subsistencia humana; no obstante, los recursos naturales, como tierra y agua, son cada vez más limitados.1 Las dietas actuales, caracterizadas por un alto consumo de grasas, carne, azúcar y sal, aunadas a los cambios en el estilo de vida, son responsables de 60% de la pérdida de biodiversidad terrestre, de 70% del consumo de agua dulce a nivel global y de entre 19 y 29% de las emisiones de gas efecto invernadero de origen humano. Dichas dietas ponen en riesgo la salud de la población debido a que producen carencias de micronutrientes, sobrepeso, obesidad y enfermedades cardiovasculares.2,3,4,5
Los adultos son los más afectados por las enfermedades crónicas no transmisibles. En México, 7 de cada 10 adultos padecen sobrepeso y obesidad,6 mientras que diabetes, enfermedades del corazón y tumores malignos son las principales causas de muerte en esta población.7
La promoción de sistemas alimentarios y hábitos dietéticos sostenibles son estrategias relevantes para cumplir los objetivos establecidos sobre la mitigación del cambio climático, así como mejorar la seguridad alimentaria a nivel global.8 En lo concerniente a las recomendaciones de las dietas sostenibles, éstas se basan en promover el consumo de alimentos de origen vegetal, reducir el consumo de carne roja y procesada, alimentos refinados y bebidas azucaradas.9
Asimismo, el consumo de dietas sostenibles conduce a un suministro adecuado de nutrientes y reducciones importantes en la mortalidad prematura,10 menor incidencia de diabetes tipo 2, obesidad, enfermedades coronarias y otras enfermedades no transmisibles.11,12
El objetivo del presente trabajo es describir la adherencia a las recomendaciones de una dieta saludable y sostenible en adultos mexicanos y analizar su asociación con sobrepeso y obesidad.
Material y métodos
Diseño y población de estudio
La información de este estudio proviene de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2018-19 (Ensanut 2018-19), la cual es una encuesta probabilística, estratificada y por conglomerados, que representa a los hogares mexicanos a nivel nacional, urbano/rural, regional y estatal, y busca estudiar los temas de mayor importancia en materia de salud y nutrición.
La muestra consistió en la obtención de información de 50 654 viviendas a nivel nacional, en las cuales se seleccionó de manera aleatoria a un adulto, un adolescente, un escolar y un preescolar; los detalles del muestreo fueron publicados por Romero y colaboradores;13 para este estudio se utilizó la muestra de adultos.
Sobrepeso y obesidad
Se midió el peso corporal con báscula digital (marca SECA, modelo 874) y talla con estadímetro de pared (marca SECA, modelo 206), siguiendo la técnica de Lohman y bajo un proceso de estandarización de mediciones con el método de Habicht.14,15 Se calculó el índice de masa corporal (IMC), el cual a su vez fue clasificado en sin sobrepeso u obesidad (IMC<25 kg/m2), sobrepeso (IMC de 25.0 a 29.9 kg/m2) y obesidad (IMC ≥30.0 kg/m2), según los puntos de corte establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).16 Se obtuvo información de IMC válida para 12 745 participantes de 20 a 59 años.
Información sobre consumo de alimentos
Se obtuvo información dietética a través de un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos (CFCA) de siete días anteriores a la entrevista,17 previamente validado.18 La información se obtuvo por personal debidamente capacitado y posteriormente se hizo un proceso de limpieza de la información dietética descrito por Rodríguez y colaboradores19 y Gaona y colaboradores.* Brevemente, se realizó la limpieza de consumo en gramos de cada alimento y bebida en dos etapas, la primera considerando consumo implausible >4 desviaciones estándar de la media por sexo, área y región. En estos casos se imputó la media de cada estrato de limpieza y los participantes con ≥7 alimentos con consumo imputado fueron excluidos. En la segunda etapa, se identificaron consumos elevados por arriba de un límite plausible definido como 1.5 veces el percentil 99, y se imputó un valor aleatorio entre el percentil 95 y el límite plausible. Además, fueron excluidos los participantes con una ingesta energética total por día >3 desviaciones estándar de su requerimiento20 o <50% de su tasa metabólica basal estimada.21 Se obtuvo información de ingesta plausible de 11 945 adultos de un total de 12 744 que tenían información en el CFCA. Finalmente, 11 506 contaron con información plausible de IMC y de dieta. La cantidad de sujetos excluidos a partir de la información disponible de IMC fue de 9.8%.
Estimación del índice de dieta saludable y sostenible
Se estableció como patrón de consumo de referencia el propuesto por la Comisión EAT-Lancet,22 el cual tiene la finalidad de reducir al menos la mitad de las pérdidas y el desperdicio de alimentos y mejorar sus sistemas de producción, así como proponer ingestas de alimentos en relación con sus efectos en la salud. Con este patrón de referencia se construyó un índice de dieta saludable y sostenible (IDSS).
Así, los alimentos y bebidas se clasificaron en 13 grupos. Se asignó un punto a cada componente si el porcentaje de energía cumplía con la recomendación. La clasificación de los alimentos y los puntos de corte estuvieron basados en el porcentaje de energía considerando la recomendación de ingesta energética de cada grupo, en relación con la ingesta energética diaria total propuesta por la comisión de 2 500 kcal (cuadro I).23 El puntaje se agrupó en cinco categorías: ≤5, 6, 7, 8 y ≥9 puntos.
Grupo de alimentos |
Recomendación (% energía) |
Alimentos incluidos |
Alimentos derivados de granos enteros |
≥32.44 |
Pan integral, tortilla de maíz, masa de maíz, elote |
Tubérculos o vegetales con almidón |
≤1.56 |
Papa y camote |
Vegetales |
≥3.12 |
Jícama, jitomate, tomate, zanahoria, calabacita, brócoli, coliflor, ejote, col, lechuga, nopales, pepino, chile poblano, cebolla, chayote, pimiento morrón y champiñones |
Frutas |
≥5.02 |
Naranja, mandarina, manzana, pera, plátano, melón, sandía, guayaba, mango, papaya, piña, toronja, fresa, uva, durazno, ciruela |
Leche y lácteos |
≤6.12 |
Leche, queso y yogurt de todo tipo |
Carne de res o cerdo |
≤0.64 |
Res o cerdo, todo tipo de cortes y vísceras |
Pollo y otras aves |
≤2.48 |
Cualquier pieza de pollo y vísceras |
Huevo |
≤1.00 |
Huevo |
Pescados y mariscos |
≤1.60 |
Pescado fresco, seco, atún, sardina, cualquier marisco |
Leguminosas, soya y nueces de árbol |
≥23.0 |
Frijol, haba, lenteja, leche de soya, garbanzo, cacahuates |
Grasas saturadas |
≤3.84 |
Crema de vaca, mantequilla, grasa de leche, manteca, tocino |
Aceites insaturados |
≥14.16 |
Aceite de maíz, canola, cártamo, girasol |
Azúcares agregados |
≤5.00 |
Endulzantes agregados a bebidas, refrescos, jugos y néctares naturales o industrializados, caramelos, azúcares de postres, galletas o pastelillos, chocolates |
Covariables
Por medio del cuestionario de hogar, se obtuvo información de los participantes sobre edad en años y sexo (hombre, mujer). La escolaridad del jefe del hogar se clasificó en ninguna, preescolar, primaria, secundaria y media superior o superior.
Las localidades de residencia de los participantes fueron clasificadas en rurales (<2 500 habitantes) y urbanas (≥2 500 habitantes).
Las entidades federativas se clasificación en cuatro regiones del país utilizadas en las Ensanut previas: 1) Norte, 2) Centro, 3) Ciudad de México y Estado de México conurbado, que referirá como región CDMX y 4) Sur.6
El Índice de Condiciones de Bienestar (ICB) se estimó a partir de la información de material de construcción de la vivienda (techo, pared y pisos), número de habitaciones, disposición de agua en la vivienda, posesión de bienes (automóvil), número de enseres domésticos (refrigerador, estufa, lavadora, boiler y horno de microondas) y número de aparatos eléctricos (televisión, servicio de cable, radio y teléfono), información que también fue obtenida a través del cuestionario de hogar. Para su construcción se utilizó el método de componentes principales generados a partir de la matriz de correlaciones policóricas (correlaciones para datos categóricos), estableciendo el primer componente como ICB, el cual resume 51% de la variabilidad total de las características utilizadas para su construcción. Este procedimiento de construcción del ICB se ha utilizado en las Ensanut previas.24 Posteriormente, el ICB se clasificó en terciles (bajo, medio y alto).
Análisis estadístico
Las variables cuantitativas se presentan como medias y las categóricas como porcentaje, todas con su respectivo intervalo de confianza al 95% (IC95%). Se utilizó un modelo de regresión logística ordinal para establecer la asociación entre la prevalencia de sobrepeso y obesidad con el puntaje del IDSS y el efecto diferenciador del sexo a través del término de interacción. Además, se incluyeron como covariables los terciles del ICB, la región, el área, la edad del entrevistado y el nivel de escolaridad del jefe del hogar como variable continua.25,26,27
El análisis se desarrolló con el programa Stata, versión 15.0,* en el cual se realizó el ajuste por efecto de diseño con el módulo “svy”. Como criterio de significancia estadística se usaron valores de 0.05 para efectos principales y 0.1 para interacciones.
Resultados
Se analizó información de 11 506 individuos que representan a 58 679 adultos entre 20 y 59 años. El 43.5% fueron hombres, 21.5% pertenecía al área rural y 28.7% estaba en el tercil más bajo de condición de bienestar. El 39 y 36.5% tenían sobrepeso y obesidad, respectivamente (cuadro II).
Característica |
n |
N (miles) |
% |
IC95% |
Edad* |
11 506 |
58 679.1 |
39.3 |
(38.9-39.7) |
Sexo |
||||
Hombre |
5 105 |
25 549.7 |
43.5 |
(42.0-45.1) |
Mujer |
6 401 |
33 129.4 |
56.5 |
(54.9-58.0) |
Estado de nutrición (por antropometría) |
||||
Sin sobrepeso u obesidad |
2 660 |
14 440.7 |
24.6 |
(23.3-26.0) |
Sobrepeso |
4 513 |
22 825.6 |
38.9 |
(37.4-40.4) |
Obesidad |
4 333 |
21 412.8 |
36.5 |
(35.0-38.0) |
Edad del jefe del hogar* |
11 506 |
13 663.8 |
45.8 |
(45.4-46.1) |
Sexo del jefe del hogar |
||||
Hombre |
8 019 |
9 468.6 |
69.3 |
(68.1-70.4) |
Mujer |
3 487 |
4 195.1 |
30.7 |
(29.6-31.9) |
Escolaridad del jefe del hogar |
||||
Ninguno |
551 |
681.9 |
5.0 |
(4.4-5.6) |
Preescolar |
7 |
6.2 |
0.0 |
(0.0-0.1) |
Primaria |
3 559 |
4 132.1 |
30.2 |
(29.1-31.4) |
Secundaria |
3 740 |
4 282.0 |
31.3 |
(30.1-32.6) |
Preparatoria, bachillerato |
1 704 |
2 106.7 |
15.4 |
(14.5-16.4) |
Normal básica |
44 |
49.3 |
0.4 |
(0.2-0.5) |
Estudios técnicos/comerciales con primaria terminada |
35 |
51.3 |
0.4 |
(0.2-0.6) |
Estudios técnicos/comerciales con secundaria terminada |
242 |
308.3 |
2.3 |
(1.9-2.7) |
Estudios técnicos/comerciales con preparatoria terminada |
157 |
195.3 |
1.4 |
(1.2-1.7) |
Normal de licenciatura |
95 |
95.1 |
0.7 |
(0.5-0.9) |
Licenciatura o profesional |
1 213 |
1 548.1 |
11.3 |
(10.5-12.2) |
Maestría |
137 |
169.4 |
1.2 |
(1.0-1.6) |
Doctorado |
22 |
38.0 |
0.3 |
(0.2-0.5) |
Área |
||||
Urbano |
7 697 |
46 059.7 |
78.5 |
(77.5-79.4) |
Rural |
3 809 |
12 619.4 |
21.5 |
(20.6-22.5) |
Región |
||||
Norte |
2 536 |
11 786.6 |
20.1 |
(19.2-21.0) |
Centro |
4 314 |
19 152.8 |
32.6 |
(31.2-34.1) |
CDMX |
357 |
9 456.2 |
16.1 |
(14.6-17.7) |
Sur |
4 299 |
18 283.6 |
31.2 |
(30.0-32.4) |
Condicion de bienestar |
||||
Tercil 1 |
4 241 |
16 832.3 |
28.7 |
(27.4-30.0) |
Tercil 2 |
3 910 |
19 625.5 |
33.5 |
(32.0-34.9) |
Tercil 3 |
3 355 |
22 221.3 |
37.9 |
(36.2-39.6) |
* Media
En el cuadro III se presenta el puntaje del IDSS y el porcentaje de población con adherencia a las recomendaciones de consumo de los grupos de alimentos. El puntaje promedio del IDSS fue menor en hombres (6.59) con respecto a las mujeres (6.76,p<0.001). Se encontraron porcentajes de adherencia menores a 80%, excepto para el grupo de tubérculos o vegetales con almidón, carnes de res o cerdo, pescados y mariscos, así como para grasa saturada e insaturada.
Grupo de alimentos |
Recomendación (% energía) |
Nacional |
Hombres |
Mujeres |
% (IC95%) |
% (IC95%) |
% (IC95%) |
||
Alimentos derivados de granos enteros |
≥32.44 |
28.6 (27.2-29.9) |
31.7 (29.8-33.6) |
26.2* (24.4-28.0) |
Tubérculos o vegetales con almidón |
≤1.56 |
94.3 (93.6-95.0) |
94.8 (93.6-95.7) |
94.0 (93.0-94.8) |
Vegetales |
≥3.12 |
63.5 (62.0-65.0) |
55.4 (53.2-57.5) |
69.8* (68.0-71.6) |
Frutas |
≥5.02 |
38 (36.4-39.7) |
28.8 (26.7-31.0) |
45.2* (43.1-47.3) |
Leche y lácteos |
≤6.12 |
45.2 (43.6-46.7) |
54.2 (51.6-56.7) |
38.2* (36.2-40.3) |
Carne de res o cerdo |
≤0.64 |
96.8 (96.1-97.4) |
96.9 (95.9-97.7) |
96.8 (95.6-97.7) |
Pollo y otras aves |
≤2.48 |
46.1 (44.6-47.7) |
47.9 (45.6-50.2) |
44.8 (42.7-46.8) |
Huevo |
≤1.00 |
25.5 (24.2-27.0) |
24.1 (22.2-26.2) |
26.6 (24.7-28.6) |
Pescados y mariscos |
≤1.60 |
85.9 (84.7-87.0) |
86.7 (85.0-88.3) |
85.2 (83.6-86.8) |
Leguminosas, soya y nueces de árbol |
≥23.0 |
0.06 (0.02-0.19) |
0 (0.0-0.2) |
0.1 (0.0-0.3) |
Grasas saturadas |
≤3.84 |
99.3 (99.1-99.5) |
99.4 (99.1-99.6) |
99.3 (99.0-99.5) |
Aceites insaturados |
≥14.16 |
100 (-) |
100 (-) |
100 (-) |
Azúcares agregados |
≤5.00 |
45.3 (43.7-46.9) |
38.7 (36.5-41.0) |
50.4* (48.4-52.5) |
Puntaje promedio del IDSS‡ |
|
6.69 (6.65- 6.73) |
6.59 (6.53- 6.65) |
6.76 (6.71- 6.82) |
* Diferencias por sexo (valorp<0.001)
‡ Índice de dieta saludable y sostenible
Al estratificar por sexo, se encontró que hubo un mayor porcentaje de hombres con adherencia a la recomendación de alimentos derivados de granos enteros (31.7%), así como de leche y lácteos (54.2%) en comparación con las mujeres (26.2 y 38.2%, respectivamente,p<0.05 ambas). En cambio, hubo un mayor porcentaje de mujeres con adherencia a las recomendaciones de vegetales (69.8 vs. 55.4%), frutas (45.2 vs. 28.8%) y azúcares agregados (50.4 vs. 38.7% en hombres,p<0.05) en comparación con los hombres.
En el cuadro IV se muestran los resultados del modelo de regresión logística ordinal, donde se observa una menor prevalencia de sobrepeso y obesidad en hombres con puntajes del IDSS ≥9 (p=0.007, expresado en el término de interacción). Los adultos de las regiones Centro y CDMX mostraron una menor prevalencia de sobrepeso y obesidad en comparación con los que residen en la región norte (p<0.005 y p<0.043, respectivamente). Se observó una menor prevalencia de sobrepeso y obesidad en los adultos del área rural en comparación con la urbana (p=0.006). A mayor edad, se observa mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad (p<0.001).
Variable |
Razón de momios* | Error estándar |
Valor p |
Puntaje de dieta sustentable | |||
5 o menos |
1 |
||
6 |
0.82 |
0.11 |
0.140 |
7 |
0.75 |
0.09 |
0.016 |
8 |
0.69 |
0.09 |
0.004 |
≥9 |
0.50 |
0.08 |
<0.001 |
Sexo |
|||
Femenino |
1 |
||
Masculino |
0.98 |
0.14 |
0.877 |
Término de interacción puntaje-sexo (masculino) | |||
Puntaje 5 o menos-Sexo |
1 |
||
Puntaje 6-Sexo |
0.81 |
0.23 |
0.245 |
Puntaje 7-Sexo |
0.76 |
0.23 |
0.126 |
Puntaje 8-Sexo |
0.75 |
0.24 |
0.116 |
Puntaje ≥9-Sexo |
0.55 |
0.40 |
0.007 |
Condición de bienestar |
|||
Tercil bajo |
1 |
||
Tercil medio |
1.07 |
0.08 |
0.393 |
Tercil alto |
0.95 |
0.08 |
0.549 |
Región |
|||
Norte |
1 |
||
Centro |
0.81 |
0.06 |
0.005 |
CDMX |
0.77 |
0.10 |
0.043 |
Sur |
0.95 |
0.07 |
0.488 |
Área |
|||
Urbana |
1 |
||
Rural |
0.83 |
0.06 |
0.006 |
Edad |
1.03 |
0.00 |
<0.001 |
Nivel de educación del jefe del hogar‡ |
0.98 |
0.01 |
0.096 |
* Modelo de regresión logística ordinal, tomando como referencia la categoría de sin sobrepeso u obesidad, y ajustado por diseño del estudio.
‡ Incluida en el modelo como variable ordinal.
En la figura 1A se observa que no hubo una asociación entre el puntaje de IDSS y sobrepeso. En el caso de la obesidad (figura 1B), se encontró una reducción de la prevalencia en los hombres, la cual fue de 6.32 puntos porcentuales (pp) con puntajes del IDSS=7 (p=0.017), reducción que incrementa a 8 pp cuando el puntaje del IDSS fue de 8 (p=0.004) y alcanzó una reducción máxima de 14.3 pp cuando el puntaje del índice fue de ≥9 (p<0.001); mientras que en las mujeres no se observó una asociación significativa.
Discusión
En este estudio se encontró una asociación negativa del índice de dieta saludable y sostenible con obesidad en hombres mexicanos (a mayor puntaje del IDSS, menor prevalencia de obesidad), mientras que en las mujeres no se encontró asociación. También se encontraron mayores prevalencias de sobrepeso y obesidad para los adultos de las regiones Centro y CDMX en comparación con los de la región Norte y menor prevalencia en áreas rurales.
Aun cuando los presentes resultados provienen de un estudio transversal, son congruentes con lo referido en otras investigaciones. Por ejemplo, en un estudio de cohorte en población francesa conformado por 15 626 participantes, en el cual se utilizó un índice validado de dieta sostenible, que considera un rango de 4 (sostenibilidad más baja) a 20 puntos, se encontró después de 2.8 años de seguimiento, que, a mayor puntaje en la dieta sostenible, menor riesgo de obesidad y sobrepeso.28
Los hallazgos del presente estudio apoyan la asociación entre patrones alimentarios sostenibles y el menor riesgo de obesidad, destacando que además del impacto positivo de las dietas sostenibles en temas ambientales y sociales, también tienen un impacto benéfico en la salud.
Por otra parte, este estudio muestra que, tanto en hombres como en mujeres, el puntaje medio de adherencia fue de la mitad del puntaje máximo (6.7 de 13 puntos), indicando que hay varios grupos de alimentos que no se están consumiendo adecuadamente. Tal es el caso de los grupos de frutas y verduras, leguminosas y pescados y mariscos con un porcentaje de adherencia menor a 70%, resultado que coincide con un estudio previo en población mexicana derivado de la Ensanut 2012, el cual mostró una baja adherencia a las recomendaciones, sólo 1 a 4% de la población alcanzó la ingesta recomendada para legumbres, 4 a 8% para mariscos, 7 a 16% para frutas y verduras y 9 a 23% para lácteos.29 En 2016, se mostró que, aun cuando 60% percibió su dieta como saludable, su adherencia a las recomendaciones fue baja (20% para frutas y verduras, <8% para legumbres, mariscos y bebidas azucaradas, y ≈ 50% para carnes procesadas y productos altos en grasas saturadas y azúcar agregada).30
También se encontró una interacción de sexo con el IDSS que mostró menor prevalencia de obesidad en los hombres en puntajes de IDSS >7, lo cual no se observó en mujeres. Este resultado es consistente con otros estudios31,32 y la razón podría ser la mayor prevalencia de subreporte de energía en las mujeres en comparación de los hombres.33
Asimismo, estudios previos encontraron asociaciones entre patrones dietéticos considerados sostenibles, como las dietas mediterráneas, flexitarias o nuevas nórdicas, y la pérdida de peso o un menor riesgo de obesidad o sobrepeso.34,35 En nuestro conocimiento, esta es la primera vez que se analiza la asociación de un índice de calidad de la dieta saludable y sostenible, con obesidad en población mexicana.
Aun cuando se reconoce que no existe una definición única y precisa de una dieta sostenible, existe un amplio consenso de que las dietas sostenibles son saludables, asequibles, atractivas y respetuosas del medio ambiente.22 En este sentido, se ha considerado que las dietas donde se privilegia el consumo de vegetales y pescado sobre las carnes rojas, además de un consumo mínimo de alimentos procesados, aportan varios beneficios para la salud, así como ayudan a prevenir enfermedades crónicas no transmisibles36,37,38 y a limitar los riesgos de mortalidad asociados con dietas subóptimas, altas en sal y azúcar.39
Se reconocen algunas limitaciones del presente estudio. Primero, el análisis se basó en la obtención de información a través del método de frecuencia de consumo de alimentos, el cual puede tener algunos errores de medición no cuantificables; no obstante, este cuestionario fue validado previamente18 y se ha utilizado en las diferentes encuestas nacionales de salud y nutrición. Segundo, se estimó la adherencia a los componentes del índice con el porcentaje de energía derivado de cada grupo de alimentos, lo cual dificulta la comparación con otros estudios que utilizan la cantidad en gramos de cada grupo de alimentos.32 Sin embargo, la comisión EAT-Lancet presenta los rangos de las estimaciones generales también en porcentaje de energía.
Dentro de las fortalezas de este estudio se encuentra que los resultados que se obtuvieron tienen representatividad nacional para la población adulta de 20 a 59 años de México. Ante ello, los resultados de este estudio pueden ser la base para continuar realizando investigación sobre los efectos que tiene una dieta no sostenible sobre diferentes indicadores de salud, como el sustento para el desarrollo de opciones de políticas y recomendaciones nacionales.
Para concluir, el presente estudio proporciona evidencia que sugiere que las personas que se apegan a consumos saludables y sostenibles pueden presentar menor posibilidad de tener obesidad, como es el caso de los hombres en México, en contraste con quienes adoptan comportamientos menos sostenibles, incluso después del ajuste por diferencias sociodemográficas.
Se reconoce que más allá del impacto positivo de las dietas sostenibles para el medio ambiente, existe una necesidad imperante de desarrollar y promover estrategias innovadoras, a fin de comprender y evaluar el efecto de las dietas y sistemas alimentarios sostenibles sobre la salud y nutrición humana.40 Ante ello, estos resultados respaldan su impacto beneficioso en la salud y argumentan su promoción y accesibilidad a nivel poblacional.