Introducción
De forma pionera, las lesiones no intencionales o accidentales fueron consideradas un problema de salud pública en México en 1961, con la publicación de un decreto presidencial por el que se creó, por primera vez, el Consejo Nacional de Prevención de Accidentes (Conapra).1 Esto ocurrió cinco años antes de que la propia Asamblea Mundial de la Salud emitiera su primera resolución en torno a la necesidad de trabajar en el tema de la prevención de accidentes de tránsito2 y poco más de dos décadas antes de que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) tuviera un área responsable de trabajar en este importante tema.3 Prácticamente sesenta años después, la evidencia más recientemente publicada muestra la importante carga que las lesiones no intencionales imponen en la salud pública en México: aproximadamente 43 000 personas fallecieron y casi 2.5 millones de años de vida saludable se perdieron en 2017 por esta causa.4
Las personas que sufren lesiones no fatales y que, como resultado, tienen daños permanentes a su salud, constituyen una proporción importante de la población. La Encuesta Nacional de Salud (Ensa) en el 2000 y la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2006 y 2012, estimaron que el número de personas lesionadas en accidentes no fatales varió de 5.9 a 6.2 y 6.9 millones, respectivamente.5 En la Ensanut 2012, 18.9% de la población que tuvo una lesión accidental informó tener consecuencias permanentes, lo que significa casi 1.3 millones de personas; la causa de 12.3% del total de personas que vivían con discapacidad fue un accidente.5,6 Para 2017, se estimaron 5.2 millones de personas con alguna lesión accidental no fatal en México, que causaron 482 500 años vividos con discapacidad.4 La Ensanut en poblaciones de menos de 100 000 habitantes (Ensanut 100k) documentó que 5.2%, es decir, casi 3.3 millones de personas sufrieron algún daño a su salud por lesiones accidentales, con lo que se observa que grupos poblacionales en situación de vulnerabilidad son afectados de forma diferencial.5
Este número de personas lesionadas, más aún las que tienen daños permanentes, generan una carga importante y un alto costo de atención para el sistema de salud y para los hogares del país.7,8,9 En este sentido, es imprescindible continuar el trabajo que el Secretariado Técnico del Consejo Nacional de Prevención de Accidentes (STCONAPRA) ha desarrollado tanto en el tema de la prevención de accidentes de tránsito10 como de otras causas específicas de accidentes, para las cuales se implementó el Modelo Integral de Prevención de Accidentes en grupos vulnerables.6,11,12 Estos esfuerzos se han fundamentado en evidencia científica y han empleado un abordaje de salud pública.
El objetivo del presente estudio fue estimar la prevalencia de lesiones accidentales no fatales en población mexicana y analizar los factores individuales, ambientales y del hogar asociados con su ocurrencia. La evidencia generada a partir de este análisis busca retroalimentar el importante trabajo que se impulsa desde la Secretaría de Salud (SS).
Material y métodos
Diseño del estudio y selección de la muestra
Se analizó la prevalencia de lesiones accidentales no fatales en población mexicana a partir de la exploración del componente de salud de la Ensanut 2018-19. La Ensanut 2018-19 fue diseñada con un muestreo probabilístico, estratificado y por conglomerados, en tres etapas. En la última etapa se seleccionaron “personas” residentes habituales de viviendas particulares, de los siguientes grupos de interés: personas adultas (20 o más años), adolescentes (10 a 19 años), escolares (5 a 9 años) y preescolares (0 a 4 años).13,14
En este análisis se incluyen datos de 82 490 personas, de las cuales 65.4% son adultas, 18.1% adolescentes y 16.5% menores de 10 años.14 A partir de esta información es posible hacer inferencias estadísticas a nivel nacional, regional y en algunos casos, estatal.
Variables analizadas
La pregunta clave para obtener información sobre las lesiones accidentales no fatales fue “En los últimos 12 meses ¿sufrió algún daño a la salud a causa de un accidente?”; a quienes respondieron afirmativamente se les preguntó, además, “¿cómo fue que se accidentó?” A partir de esta última pregunta y empleando la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud, en su décima revisión (CIE-10), capítulo 20,15 fue posible estimar la prevalencia específica por tipo de lesión accidental, en las siguientes categorías: accidentes de tránsito (“choque entre vehículos de cuatro o más ruedas”, “choque en motocicleta”, “choque o atropellamiento como ciclista” y “atropellamiento como peatón”), ahogamientos (“sumersión en depósitos de agua”), asfixias (“otros accidentes que obstruyen la respiración”), caídas (“caída a nivel de piso” y “caída de un nivel a otro”), envenenamientos e intoxicaciones (“picadura de animal ponzoñoso o contacto con plantas venenosas” y “envenenamiento accidental”), quemaduras (“exposición a humo o fuego” y “contacto con superficies o sustancias calientes”) y otras (todas las demás causas). Además, se exploró el lugar de ocurrencia (ej. hogar, escuela, trabajo, vía pública y otro lugar), si la persona se encontraba bajo los efectos de alcohol o drogas (en personas de 10 años o más) y si las lesiones le ocasionaron alguna consecuencia o daño permanente a su salud.
Dado el diseño del componente de salud, se utilizó la variable región geográfica (con las categorías Norte: Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Chihuahua, Durango, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas; Centro: Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Querétaro, Morelos, resto del Estado de México, San Luis Potosí, Sinaloa y Zacatecas; Región Ciudad de México: Área Metropolitana del Valle de México, conformada por la Ciudad de México más municipios conurbados del Estado de México; y Sur: Campeche, Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán)4 y estrato de residencia (urbano y rural). Del hogar, se exploró el nivel socioeconómico (indicador construido por componentes principales, considerando las variables de posesión de bienes en el hogar y condiciones de la vivienda; se presentó en tres categorías, definidas por su distribución en terciles). De las personas se registró la edad (clasificada en: <10 años, 10 a 19 años, 20 a 59 años y 60 o más), sexo, estado civil, escolaridad, presencia de alguna discapacidad previa. En personas de 10 o más años, se exploró el número de días en que se sintieron “deprimidas” durante la última semana: nunca o pocas veces (0-2 días), un número de veces considerable (3-4 días), todo el tiempo o la mayoría del tiempo (5-7 días).
Análisis estadístico
Empleando el software Stata 14.2,* se especificó el diseño muestral complejo. Se estimaron medidas de tendencia central y de dispersión para variables continuas, frecuencias y porcentajes para variables categóricas, y prueba de Ji cuadrada para igualdad de proporciones. La asociación de las distintas variables se evaluó mediante razones de momios crudas y ajustadas, con sus respectivos intervalos de confianza al 95%. La variable dependiente “daños a la salud por accidentes”, adquirió valor “0” cuando la persona refirió no haber sufrido alguna lesión accidental y “1” cuando sufrió una lesión accidental en los últimos 12 meses, previos a la encuesta. Siguiendo un abordaje backwards, se ajustó en primera instancia un modelo de regresión logística múltiple saturado incluyendo aquellas variables que mostraron asociación en el análisis bivariado (valor p<0.25); al final se eligió el modelo más parsimonioso y con mejor ajuste.
Resultados
Los datos analizados representan a la población mexicana (N=126 468 307), 52.7% eran mujeres y la edad promedio fue 32.3 años (IC95%: 32.0-32.5). En el cuadro I se describen las características de la población de estudio, según sexo; se notan diferencias en la distribución de las variables estudiadas, con excepción de las variables región y nivel socioeconómico. La mayor parte de la población residía en la zona Centro del país (35.7%), seguida de la región Sur (31.6%) y 76.9% en zonas urbanas.
Variables |
Hombres N=59 850 492 % |
Mujeres N=66 617 815 % |
p-value |
||
Ambientales |
Región del país |
Norte |
20.4 |
20.1 |
0.310 |
Centro |
36.1 |
35.4 |
|||
Ciudad de México-Estado de México |
12.3 |
12.7 |
|||
Sur |
31.2 |
31.9 |
|||
Estrato de residencia |
Rural |
23.5 |
22.7 |
0.033 |
|
Urbano |
76.5 |
77.3 |
|||
Del hogar |
Nivel socioeconómico |
Tercil 1 |
31.5 |
31.1 |
0.691 |
Tercil 2 |
32.4 |
32.7 |
|||
Tercil 3 |
36.1 |
36.2 |
|||
De la persona |
Grupo de edad (años) |
0 -9 |
17.9 |
15.2 |
<0.001 |
10-19 |
19.3 |
17.0 |
|||
20-59 |
51.0 |
54.0 |
|||
60 o más |
11.7 |
13.8 |
|||
Estado civil |
Soltero(a)* |
53.0 |
49.5 |
<0.001 |
|
Separado(a)/divorciado(a) |
4.2 |
8.0 |
|||
Unión libre/casado(a) |
42.8 |
42.5 |
|||
Escolaridad |
< Primaria |
32.1 |
31.0 |
0.018 |
|
Primaria completa |
17.8 |
17.8 |
|||
Secundaria completa |
25.0 |
25.7 |
|||
Preparatoria completa |
14.6 |
15.6 |
|||
Universidad o más |
10.6 |
10.0 |
|||
Tiene alguna discapacidad |
Sí |
6.8 |
8.3 |
<0.001 |
|
No |
93.2 |
91.7 |
|||
Reporte de depresión en la última semana |
No / Nunca / Rara vez |
82.4 |
70.2 |
<0.001 |
|
Pocas veces o alguna vez (1-2 días) |
12.4 |
18.3 |
|||
Un número de veces considerable (3-4 días) |
3.3 |
7.1 |
|||
Todo el tiempo o la mayoría del tiempo (5-7 días) |
1.9 |
4.4 |
* Incluye menores de 10 años y personas que reportaron viudez
Cerca de 5.6 millones de personas sufrieron daños a la salud por una lesión accidental durante el año previo a la encuesta, lo que equivale a 4.5% (IC95%: 4.2-4.7) del total de la población; de éstas, 2 947 678 se lesionaron por una caída, 1 285 288 por el tránsito vial, 141 556 por quemaduras, 58 875 asfixias, 39 736 envenenamientos e intoxicaciones, 9 832 ahogamientos por sumersión y, el resto, otro tipo de lesiones accidentales. En el cuadro II se presenta la prevalencia por sexo, grupo de edad y causa específica. Tanto en hombres como en mujeres la prevalencia más alta corresponde a las caídas; al interior de los grupos de edad se observa que la prevalencia de caídas en hombres es mayor en población infantil y adolescente, mientras en las mujeres es en población infantil y adulta mayor.
|
Accidentes viales |
Caídas |
Quemaduras |
Envenenamientos e intoxicaciones |
Ahogamientos |
Asfixias |
Otras lesiones* |
||
Hombres (edad en años) |
0-9 |
% |
0.16 |
2.73 |
0.09 |
0.09 |
0.00 |
0.07 |
0.71 |
IC95% |
(0.09-0.26) |
(2.31-3.23) |
(0.05-0.19) |
(0.04-0.22) |
(0.00-0.03) |
(0.04-0.14) |
(0.54-0.93) |
||
10-19 |
% |
2.2 |
3.29 |
0.14 |
0.06 |
0.04 |
0.07 |
1.84 |
|
IC95% |
(1.72-2.79) |
(2.86-3.78) |
(0.07-0.29) |
(0.02-0.17) |
(0.01-0.28) |
(0.03-0.19) |
(1.47-2.30) |
||
20-59 |
% |
1.96 |
2.11 |
0.08 |
0.04 |
0.01 |
0.08 |
1.68 |
|
IC95% |
(1.64-2.36) |
(1.79-2.49) |
(0.04-0.15) |
(0.02-0.09) |
(0.00-0.07) |
(0.04-0.15) |
(1.42-1.98) |
||
60 o más |
% |
0.89 |
1.93 |
0 |
0 |
0 |
0.06 |
0.65 |
|
IC95% |
(0.60-1.31) |
(1.50-2.46) |
(0.01-0.30) |
(0.41-1.02) |
|||||
Subtotal |
% |
1.56 |
2.43 |
0.08 |
0.05 |
0.01 |
0.07 |
1.41 |
|
IC95% |
(1.36-1.79) |
(2.22-2.66) |
(0.05-0.13) |
(0.03-0.08) |
(0.00-0.05) |
(0.05-0.12) |
(1.25-1.59) |
||
Mujeres (edad en años) |
0-9 |
% |
0.16 |
1.8 |
0.11 |
0.03 |
0 |
0.05 |
0.49 |
IC95% |
(0.08-0.33) |
(1.47-2.19) |
(0.04-0.27) |
(0.01-0.12) |
(0.02-0.15) |
(0.32-0.77) |
|||
10-19 |
% |
0.69 |
1.72 |
0.05 |
0.03 |
0.01 |
0 |
0.54 |
|
IC95% |
(0.46-1.03) |
(1.38-2.15) |
(0.02-0.11) |
(0.01-0.08) |
(0.00-0.05) |
(0.38-0.75) |
|||
20-59 |
% |
0.58 |
1.73 |
0.17 |
0.01 |
0 |
0.02 |
0.45 |
|
IC95% |
(0.44-0.77) |
(1.48-2.02) |
(0.10-0.29) |
(0.00-0.05) |
(0.00-0.06) |
(0.34-0.60) |
|||
60 o más |
% |
0.52 |
5.38 |
0.16 |
0.02 |
0 |
0.05 |
0.36 |
|
IC95% |
(0.28-0.96) |
(4.50-6.42) |
(0.04-0.59) |
(0.00-0.17) |
(0.01-0.20) |
(0.19-0.69) |
|||
Subtotal |
% |
0.53 |
2.24 |
0.14 |
0.01 |
0 |
0.02 |
0.46 |
|
IC95% |
(0.43-0.65) |
(2.03-2.48) |
(0.09-0.21) |
(0.01-0.03) |
(0.00-0.01) |
(0.01-0.05) |
(0.38-0.56) |
||
Total poblacional IC95% |
% |
1.02 |
2.33 |
0.11 |
0.03 |
0.01 |
0.05 |
0.91 |
|
IC95% |
(0.91-1.14) |
(2.18-2.49) |
(0.08-0.15) |
(0.02-00.05) |
(0.00-0.02) |
(0.03-0.07) |
(0.82-1.01) |
* Entre las que se incluyen las producidas por golpes, rasguños o mordidas de persona o animal, exposición a corriente eléctrica o fuerzas de la naturaleza y otros accidentes de transporte
En el cuadro III se describen las características de las personas que reportaron lesiones accidentales. La edad promedio fue 33.5 años (IC95%: 32.5-34.6), casi 60% eran hombres, 79.4% residía en zonas urbanas, casi 69% hizo uso de servicios médicos formales para atender su lesión y 22.3% reportó tener consecuencias permanentes como resultado de sus lesiones. Es importante mencionar que la vía pública fue el principal lugar en donde ocurrieron las lesiones (38.4%), aunque esta proporción varía cuando se estratifica por sexo, pues en las mujeres es el hogar donde ocurren más frecuentemente. Del total de lesionados de 10 o más años, 5.2% reportó haber consumido alcohol o drogas en las seis horas previas al evento.
Variables |
Hombres N=3 364 377 % |
Mujeres N=2 270 343 % |
P-value |
||
Ambientales |
Región del país |
Norte |
19.3 |
22.8 |
0.009 |
Centro |
38.1 |
34.0 |
|||
Ciudad de México-Estado de México |
12.5 |
17.8 |
|||
Sur |
30.1 |
25.4 |
|||
Estrato de residencia |
Rural |
24.2 |
15.2 |
<0.001 |
|
Urbano |
75.8 |
84.8 |
|||
Del hogar |
Nivel socioeconómico |
Tercil 1 |
31.6 |
25.7 |
0.049 |
Tercil 2 |
34.3 |
36.8 |
|||
Tercil 3 |
34.1 |
37.5 |
|||
De la persona |
Grupo de edad (años) |
0-9 |
12.3 |
11.7 |
<0.001 |
10-19 |
26.3 |
15.1 |
|||
20-59 |
54.0 |
46.8 |
|||
60 o más |
7.4 |
26.3 |
|||
Estado civil |
Soltero(a)* |
57.6 |
54.4 |
0.171 |
|
Separado(a)/divorciado(a) |
6.4 |
8.9 |
|||
Unión libre/casado(a) |
36.0 |
36.7 |
|||
Escolaridad |
< Primaria |
27.3 |
29.3 |
0.467 |
|
Primaria completa |
16.6 |
18.8 |
|||
Secundaria completa |
28.3 |
26.1 |
|||
Preparatoria completa |
16.9 |
14.4 |
|||
Universidad o más |
11.0 |
11.4 |
|||
Tiene alguna discapacidad |
Sí |
8.3 |
19.6 |
<0.001 |
|
No |
91.7 |
80.4 |
|||
Reporte de depresión en la última semana |
No / Nunca / Rara vez |
76.7 |
56.6 |
<0.001 |
|
Pocas veces o alguna vez (1-2 días) |
16.0 |
21.8 |
|||
Un número de veces considerable (3-4 días) |
4.5 |
13.3 |
|||
Todo el tiempo o la mayoría del tiempo (5-7 días) |
2.8 |
8.3 |
|||
Del evento |
Lugar de ocurrencia |
Hogar |
18.8 |
42.9 |
<0.001 |
Escuela |
6.7 |
5.0 |
|||
Trabajo |
19.1 |
6.2 |
|||
Vía pública |
41.2 |
34.1 |
|||
Otro lugar |
14.1 |
11.8 |
|||
Uso de alcohol o drogas en las seis horas previo al accidente‡ |
N=2 908 675 |
N=1 992 034 |
|||
Sí |
8.1 |
1.0 |
<0.001 |
||
No |
91.9 |
99.0 |
|||
Atención médica por las lesiones |
Ninguna |
17.2 |
18.1 |
0.339 |
|
Automedicación |
6.7 |
4.8 |
|||
Atención no formal |
2.4 |
1.6 |
|||
Atención formal |
68.5 |
69.5 |
|||
Otra no especificada |
5.3 |
6.1 |
|||
Discapacidad a consecuencia de las lesiones |
Sí |
18.4 |
28.2 |
<0.001 |
|
No |
81.6 |
71.8 |
* Incluye menores de 10 años y personas que reportaron viudez
‡ Sólo para personas de 10 a 19 y de 20 o más años
La figura 1 muestra la prevalencia por sexo y entidad federativa. Las prevalencias más altas fueron 5.8% en San Luis Potosí, Jalisco y Ciudad de México, 5.6% en Coahuila y Nayarit, y 5.5% en Querétaro; en todas las entidades, la prevalencia fue mayor en hombres.
La posibilidad de tener una lesión accidental fue mayor en la región Norte (RM=1.14; IC95%: 1.02-1.29), Centro (RM=1.14; IC95%: 1.02-1.29) y Ciudad de México-Estado de México (RM=1.32; IC95%: 1.07-1.65), en hombres (RM=1.68; IC95%: 1.51-1.87), adolescentes (RM=1.25; IC95%: 1.11-1.41) y de 60 años o más (RM=1.21; IC95%: 1.03-1.41), en personas con alguna discapacidad (RM=1.85; IC95%: 1.57-2.17) y en quienes reportaron sentir depresión en la última semana, sobre todo en quienes sienten depresión la mayoría o todo el tiempo (RM=1.80; IC95%: 1.43-2.25). La población infantil tuvo menor posibilidad de sufrir lesiones accidentales (RM=0.74; IC95%: 0.65-0.84) (cuadro IV). Las asociaciones observadas en el análisis bivariado se mantuvieron al ajustar el modelo por los efectos de las distintas variables de interés, a excepción de la edad, cuyo efecto se evaluó en conjunto con el sexo, observando una mayor posibilidad de tener una lesión accidental en hombres, en los grupos de edad de 0 a 9, 10 a 19 y de 20 a 59 años y en mujeres de 60 o más años (cuadro IV).
Variables |
RM cruda |
IC95% |
RM ajustada* |
IC95% |
|
Ambientales |
Región Sur |
1 |
1 |
||
Región Norte |
1.14‡ |
(1.02-1.29) |
1.15‡ |
(1.03-1.30) |
|
Región Centro |
1.14‡ |
(1.02-1.29) |
1.14‡ |
(1.02-1.29) |
|
Región Ciudad de México-Estado de México |
1.32‡ |
(1.07-1.65) |
1.31‡ |
(1.07-1.61) |
|
Rural |
1 |
||||
Urbano |
1.16‡ |
(1.03-1.31) |
|||
Del hogar |
1er tercil socieconómico |
0.95 |
(0.83-1.08) |
||
2do tercil socieconómico |
1.11 |
(0.97-1.26) |
|||
3er tercil socioeconómico |
1 |
||||
De la persona |
Mujeres |
1 |
|||
Hombres |
1.68§ |
(1.51-1.87) |
|||
0-9 años |
0.74§ |
(0.65-0.84) |
|||
10-19 años |
1.25§ |
(1.11-1.41) |
|||
20 a 59 años |
1 |
||||
60 o más años |
1.21‡ |
(1.03-1.41) |
|||
Soltero(a)/viudo(a) |
1 |
||||
Separado(a)/divorciado(a) |
1.07 |
(0.87-1.32) |
|||
Unión libre/casado(a) |
0.76§ |
(0.68-0.85) |
|||
< Primaria completa |
1 |
||||
Primaria completa |
1.10 |
(0.96-1.27) |
|||
Secundaria completa |
1.22‡ |
(1.07-1.39) |
|||
Bachillerato completo |
1.18‡ |
(1.01-1.38) |
|||
>Bachillerato |
1.22‡ |
(1.00 1.50) |
|||
Hombres de 0-9 años |
|
|
1.63§ |
(1.35-1.98) |
|
Hombres de 10-19 años |
|
|
3.08§ |
(2.61-3.62) |
|
Hombres de 20 a 59 años |
|
|
2.26§ |
(1.93-2.66) |
|
Hombres de 60 o más años |
|
|
1.05 |
(0.82-1.34) |
|
Mujeres de 0-9 años |
|
|
1.10 |
(0.88-1.37) |
|
Mujeres de 10-19 años |
|
|
1.12 |
(0.91-1.38) |
|
Mujeres de 20 a 59 años |
1 |
||||
Mujeres de 60 o más años |
|
|
1.83§ |
(1.47-2.28) |
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No tiene discapacidad |
1 |
1 |
|||
Tiene alguna discapacidad |
1.85§ |
(1.57-2.17) |
1.69§ |
(1.40-2.03) |
|
No / Nunca / Rara vez# |
1 |
1 |
|||
Pocas veces o alguna vez (1-2 días)# |
1.32§ |
(1.15-1.52) |
1.35§ |
(1.17-1.57) |
|
Un número de veces considerable (3-4 días)# |
1.71§ |
(1.40-2.08) |
1.75§ |
(1.42-2.14) |
|
Todo el tiempo o la mayoría del tiempo (5-7 días)# |
1.80§ |
(1.43-2.25) |
1.82§ |
(1.43-2.33) |
* Prueba de Bondad de Ajuste de Hosmer y Lemeshow F(9 592)=1.07; Prob>F=0.3785
‡ Valor p<0.05
§ Valor p<0.01
# Corresponde al autoreporte de sentirse deprimido durante la última semana
RM: razón de momios
IC95%: intervalo de confianza al 95%
Discusión
El análisis de la Ensanut 2018-19 permitió observar una reducción en el número total de personas que sufrieron lesiones accidentales no fatales durante el año previo a la encuesta, con respecto a los datos de la Ensanut 2012. Esto es consistente con la reducción observada en el número de defunciones por lesiones accidentales, cifra que pasó de 37 729 en 2012 a 34 591 en 2018, pese a que la población total incrementó.16 Ambos datos siguen siendo altos si se considera que las lesiones accidentales son potencialmente prevenibles. Otro hallazgo importante de este estudio es el alto número de personas que sufren consecuencias permanentes en su estado de salud a consecuencia de lesiones accidentales. Según la Ensanut 2018-19, 1.25 millones de personas podrían estar sufriendo discapacidad permanente al año, dato no suficientemente menor al estimado en 2012 (N=1.31 millones), pero que se encuentra arriba de lo estimado en 2000 (N=1.22 millones).5,17 Por ello, en un alto porcentaje de personas su discapacidad tuvo origen en una lesión accidental (12-20%),17 lo que es particularmente importante si se considera que la discapacidad en sí misma incrementa la posibilidad de sufrir otras lesiones accidentales, tal como ha sido documentado en este y otros análisis previos.5,18 Todo esto evidencia que se debe continuar con la implementación de las estrategias de prevención para reducir la carga de enfermedad que producen las lesiones accidentales y que incluso es indispensable buscar estrategias para fortalecer, en el futuro cercano, la respuesta de México a este problema de salud pública. El énfasis debería centrarse no sólo en reducir el número de lesiones fatales y no fatales, sino también las discapacidades asociadas y con ello su alto costo asociado (si se toma como referencia el costo promedio estimado previamente, el costo económico de la discapacidad por accidentes podría ascender a casi 6.2 millones de dólares; un análisis más profundo podría hacer estimaciones más precisas).7 Esto podría lograrse si se fortalece la calidad de la atención médica de emergencias.19
Si bien México ha reconocido a los accidentes como un problema de salud pública desde hace bastante tiempo, es hasta 2009 que la SS trasfiere recursos financieros a las entidades federativas para implementar una estrategia acorde con las recomendaciones de la OMS para prevenir accidentes de tránsito y promover la seguridad vial.20 Luego de un diagnóstico epidemiológico de las lesiones accidentales y de la elaboración de un Modelo Integral con la participación de un número importante de profesionales de distintos sectores e instituciones,6 en 2016 el STCONAPRA inicia la transferencia de recursos financieros para impulsar también acciones concretas para prevenir asfixias (incluyendo ahogamientos), que son los segundos accidentes en importancia,21 caídas, quemaduras y envenenamientos e intoxicaciones.11,12 Si México pretende cumplir con los compromisos adquiridos en la nueva agenda de desarrollo sostenible,22 el fortalecimiento de estas estrategias de prevención y control de accidentes son un “asunto urgente”. Un elemento clave para “poner fin a las muertes evitables de recién nacidos y de niños menores de 5 años” (meta 3.2), “reducir a la mitad el número de muertes y lesiones causadas por accidentes de tránsito en el mundo” (meta 3.6) y “reducir sustancialmente el número de muertes y enfermedades producidas por productos químicos peligrosos” (meta 3.9) es invertir recursos humanos y financieros suficientes y acordes con la magnitud del problema que se enfrenta. Invertir en investigación también tiene sentido pues la evidencia que se generaría permitiría disponer de información necesaria para que las autoridades sanitarias impulsen acciones de salud pública efectivas, de forma eficiente y acordes con la realidad del país. A este respecto, esfuerzos recientes en el país han identificado áreas prioritarias de investigación en seguridad vial, en particular, y en prevención de accidentes, en general.23,24
Como se documentó en población que reside en localidades menores de 100 000 habitantes, la posibilidad de lesionarse es mayor en grupos vulnerables.5 La relación entre discapacidad y lesiones accidentales ha sido descrita para diferentes entornos sociales y ambientales, en los que coincide que entre personas con discapacidad la posibilidad de sufrir lesiones accidentales es mayor,25,26 en las que se identifican lesiones accidentales específicas según el tipo de discapacidad. Es importante mencionar que la sintomatología depresiva, considerada como problema de salud mental, mostró estar asociada con la ocurrencia de lesiones accidentales, incluso es posible observar que a medida que incrementa el número de días que “siente depresión” hay un incremento en la posibilidad de lesiones accidentales.27 Aunque este análisis sólo toma como referencia una de las dimensiones para la medición de la sintomatología depresiva, su asociación con la posibilidad de que ocurran lesiones accidentales ha sido documentada en otros contextos/estudios y en población adolescente y adulta.28,29,30
Las diferencias observadas entre hombres y mujeres son consistentes con la bibliografía consultada; es un hecho muy claro que las lesiones accidentales son más frecuentes en hombres, casi en todos los grupos de edad, a excepción del grupo de 60 años o más, en el que se presenta con más frecuencia en mujeres.31,32
Limitaciones
El presente documento no permite identificar cuáles de las acciones que han sido implementadas por la SS y otros sectores, entre los que se podría destacar a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCyT), son responsables de la disminución en el número de personas que sufren lesiones accidentales. Tampoco permite observar si estos cambios pudieran atribuirse a otros factores, como los avances tecnológicos o la disponibilidad de un mayor número de dispositivos de seguridad, cada vez más efectivos. Futuros análisis deberán evaluar el impacto de las acciones realizadas en el país.
Por otro lado, no se exploró la asociación de otros factores que podrían considerarse de riesgo para la ocurrencia de lesiones accidentales, como el consumo de alcohol, cuya importancia ha sido resaltada en el país.33,34 Como parte de la generación de evidencia para la implementación de medidas de prevención específicas, no se describe la naturaleza de la lesión, lo cual permitiría, además, identificar la posible subestimación del número de lesiones menos severas. Aunque se exploró la existencia de discapacidad como un factor predisponente, especificar el tipo de discapacidad asociada con la ocurrencia de lesiones aportaría información relevante para reorientar los programas preventivos en grupos vulnerables.
Conclusiones
El número de personas que cada año sufre lesiones accidentales no fatales en México, particularmente de quienes sufren consecuencias permanentes en su estado de salud, es alto e innecesario. Existen intervenciones con evidencia probada de su efectividad para prevenir lesiones accidentales.35,36,37 Gran parte de ellas están incluidas en la respuesta que la SS ha implementado en los últimos dos sexenios, con el liderazgo del STCONAPRA.10,11,12 En este sentido, las estrategias de prevención que incorporan la perspectiva de los determinantes sociales y económicos de la salud, y por ende modifican el contexto, pueden lograr mejores resultados en salud pública.38,39
Es imprescindible dar seguimiento a estas acciones intersectoriales y multidisciplinarias, fortaleciéndolas a través de la inversión de recursos humanos y financieros suficientes y acordes a la magnitud del problema. Esto permitirá cumplir con los compromisos internacionales que ha asumido México, pero lo más importante es que permitirá disminuir el rezago en prevención y control de accidentes que se experimentan en comparación con otros países, en beneficio directo de las poblaciones más vulnerables del país.5