Señor editor: La meningitis por meningococo es una enfermedad de baja frecuencia en México y la información de su comportamiento epidemiológico es escasa.1,2,3 En el periodo de 1998 a 2007, la Dirección General de Epidemiología (DGE) reportó 414 casos (promedio anual de 42) de meningitis meningocócica. En los últimos 11 años (2008 -2019) se registraron 401 casos, con un promedio anual de 33 casos (intervalo de 10 a 82 casos), con predominio en población pediátrica con un promedio anual de 17 casos (intervalo de 4 a 40 casos). De 2014 a 2017 se reportaron 54 casos (promedio de 13 casos anuales), 30 casos en 2018 y 48 casos en 2019.4
En el anuario de morbilidad de la DGE únicamente se presentaron los casos de meningitis, pero se carece de información sobre otras formas clínicas de la infección meningocócica (sepsis, púrpura fulminante, etc.) por no estar incluidas en las enfermedades de reporte obligatorio. La sepsis y púrpura fulminante suelen tener tal gravedad que en ocasiones impiden la punción lumbar y el cultivo del líquido cefalorraquídeo, lo que dificulta la identificación etiológica. En México, un caso confirmado se define cuando hay aislamiento de la bacteria o la presencia de signos clínicos de meningitis, y el antecedente de contacto con un enfermo confirmado. En años recientes se acepta un estudio de reacción en cadena de la polimerasa positivo.
La distribución de los casos en el territorio nacional no es homogénea pues se identificó mayor prevalencia en algunas zonas, como en la frontera norte (Tijuana, Baja California), donde se registró un brote en 2013 con 19 casos de meningitis meningocócica.3 Recientemente se reportó un incremento en los casos detectados en Nuevo León.5
De acuerdo con los informes de la DGE, la frecuencia de casos en los estados mencionados ha permanecido estable en los últimos cinco años (cuadro I), sin embargo, resulta muy llamativo que en tres estados del sur del país (Chiapas, Tabasco y Guerrero) se haya producido un incremento muy significativo en 2019, especialmente en dos de ellos (Chiapas y Tabasco), en los que el número de casos anual era casi nulo.4 En la semana 52 de 2019 se notificaron en total 48 casos de meningitis meningocócica, de los cuales 52% se localizó en los tres estados descritos. La aparición de casos en estos estados de muy baja frecuencia alerta sobre la posibilidad de la aparición a mediano plazo de brotes de mayor magnitud, ya que las condiciones de vivienda y las características económicas de las familias favorecen la rápida diseminación. Por lo anterior, deberán evaluarse estrategias de prevención, incluyendo la vacunación con vacuna tetravalente, considerando que se desconocen los serotipos causantes de las infecciones en 2019 en estos estados y, con base en la información existente en nuestro país, de los serotipos identificados (B, C, Y, W) en los años previos.6