Introduction
La pandemia de Covid-19 ha causado múltiples efectos en la población mundial, entre ellos el agravamiento de la inseguridad alimentaria (IA).1 A lo largo de los meses, la pandemia ha generado inestabilidad en las cadenas de suministro de alimentos e inflación, lo que afecta la capacidad de compra de toda la población, pero particularmente de las personas con menores ingresos.2 Al mismo tiempo, las medidas no farmacológicas para contener la pandemia, como el cierre de lugares de trabajo, han generado desempleo y disminución de los ingresos.3
En México, las disparidades en el acceso a los alimentos y las desigualdades resultantes en la seguridad alimentaria (SA) son problemas persistentes.4,5,6 Estudios previos a la pandemia sugerían que 55.5% de los hogares experimentaban IA en el año 2018,7 lo que era más frecuente entre la población con menores condiciones de bienestar y menores niveles de escolaridad; en hogares con niños alcanzó hasta 61.1%. Ya en el periodo de la pandemia de Covid-19, entre los meses de abril a junio de 2020, la Encuesta de Seguimiento de los Efectos del Covid-19 en el Bienestar de los Hogares Mexicanos (Encovid-19), una encuesta telefónica representativa a nivel nacional, estimó que la IA en los hogares con niños había alcanzado 75.1% y que empeoró conforme avanzó la pandemia, lo que originó el cierre obligatorio de actividades no esenciales.8
Uno de los principales factores que podría contribuir a la IA en las familias mexicanas es la enfermedad de uno de sus miembros. Las pérdidas de ingreso por ausentismo laboral, aunadas a un aumento en el gasto para proporcionar atención médica, podría llevar a la pérdida del equilibrio precario de las finanzas familiares. El objetivo del estudio es analizar la contribución de la presencia de miembros con anticuerpos contra SARS-CoV-2 (como indicadores de haber padecido la enfermedad) en el hogar, sobre la asociación de la IA con el consumo de alimentos y otras características del hogar, en una muestra nacional representativa de hogares mexicanos. La información de este estudio apoyará en identificar áreas de intervención para proteger la SA de los hogares que quedaron vulnerables a causa de Covid-19.
Material y métodos
La información de este análisis proviene de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua Covid-19 (Ensanut 2020 Covid-19), la cual es una encuesta dirigida a todos los hogares del país. Uno de los objetivos principales de la Ensanut 2020 Covid-19 fue estimar la proporción de la población que tiene anticuerpos contra SARS-CoV-2 en México. Su diseño es nacional, probabilístico, estratificado y por conglomerados a partir de los habitantes de los hogares, con alcance urbano/rural y de nueve regiones del país,* las cuales se conformaron con base en su cercanía geográfica y densidad poblacional.
Se seleccionaron 12 000 viviendas, con un tamaño mínimo de 1 250 hogares por región, en donde se estimó un total de 9 538 de muestras de sangre requeridas para la estimación de personas que estuvieron expuestas al SARS-CoV-2. Mayores detalles del muestreo se han referido previamente. La tasa de respuesta en el hogar fue de 79.6% y para seropositividad a SARS-CoV-2 de 44%.9
El levantamiento de información se llevó a cabo entre agosto y noviembre de 2020, por lo cual los resultados que se presentan en este análisis hacen referencia a dicho periodo.
Variables de estudio
Seguridad/inseguridad alimentaria: El nivel de seguridad/inseguridad alimentaria en los hogares se obtuvo a través de la Escala Latinoamericana y Caribeña de Seguridad Alimentaria (ELCSA), validada y armonizada para población mexicana y latinoamericana.4,10 La ELCSA obtiene información referente a la experiencia de los integrantes del hogar en relación con la falta de dinero o recursos para satisfacer la alimentación en el hogar. De esta forma, captura la preocupación de las personas sobre la posibilidad de que los alimentos se pudieran terminar en un tiempo corto (IA leve), la disminución en la diversidad y calidad de la dieta que habitualmente se consume (inseguridad moderada) o la limitación en la cantidad de alimentos y la presencia de episodios de hambre en adultos y niños (inseguridad severa).11 La escala incluye 15 preguntas dicotómicas dirigidas al jefe del hogar o persona encargada de administrar la compra de alimentos, considerando los tres meses previos a la entrevista. A partir de la suma de respuestas positivas, se generan categorías diferenciadas dependiendo de si el hogar tiene menores de 18 años (0 SA, 1 a 5 inseguridad leve, 6 a 10 inseguridad moderada, 11 a 15 inseguridad severa) o si no los tiene (0 SA, 1 a 3 inseguridad leve, 4 a 6 inseguridad moderada, 7 a 8 inseguridad severa).12
Seropositividad a Covid-19 en hogares: La encuesta obtuvo de una submuestra nacional de mayores de un año de edad, mediante punción venosa, una muestra de sangre de 6 ml. La muestra de sangre se centrifugó en campo y se obtuvo el suero, el cual se congeló en un tanque con nitrógeno líquido para ser conservado hasta su entrega al Laboratorio Central del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
La detección de anticuerpos IgG contra SARS-CoV-2 se realizó mediante ELISA, para obtener Proteína N por la prueba Elecsys (Roche) validada por el Instituto Nacional de Referencia Epidemiológica (Indre), la cual mostró una sensibilidad de 92% y una especificidad de 99%. Con base en ello, se clasificó como hogar con presencia de Covid-19 a aquel en el que al menos un integrante resultó ser positivo a anticuerpos contra el virus SARS-CoV-2.
Cambio en el consumo de alimentos durante Covid-19: Mediante un cuestionario cualitativo, se obtuvieron los cambios (aumento, disminución o igualdad) en el consumo de grupos de alimentos, en comparación con su consumo habitual antes de la contingencia por Covid-19, durante el periodo de confinamiento (23 de marzo a 31 de mayo de 2020). Los grupos de alimentos fueron: frutas, verduras, leguminosas, carnes, leches y productos lácteos, cereales, dulces y chocolates, botanas, pastelillos, postres y bebidas azucaradas.
Cambios en la situación económica ante el Covid-19 en el hogar: El cuestionario indagó cuestiones como reducción de gastos generales durante la contingencia, miembros del hogar que dejaron de recibir y/o redujeron sus ingresos durante la contingencia o perdieron su empleo, que salieron en la contingencia para conseguir dinero y el promedio del ingreso familiar previo a la pandemia (febrero).
Escolaridad del jefe del hogar: A través del cuestionario de características sociodemográficas de la población de estudio, se categorizó la escolaridad del jefe de familia en primaria, secundaria, preparatoria o educación técnica, licenciatura y estudios de posgrado.
Índice de condiciones de bienestar (ICB): A través de la información del cuestionario de características sociodemográficas y posesión de bienes en el hogar se estimó un índice mediante el método de componentes principales, utilizando una matriz de correlaciones policóricas. Las variables incluidas fueron: material de construcción de la vivienda (techo, pared y pisos), número de habitaciones, disposición de agua y luz en la vivienda, posesión de automóvil, número de enseres domésticos (refrigerador, estufa, lavadora boiler, microondas, etc.) y el número de aparatos eléctricos (televisión, servicio de cable, radio y teléfono).13 Posteriormente, el ICB se clasificó en terciles: bajo, medio y alto.
Área: Las localidades se clasificaron en rurales (aquellas con <2 500 habitantes) y urbanas (aquellas con ≥2 500 o más habitantes).
Región: Se clasificaron las entidades federativas del país en las nueve regiones mencionadas anteriormente.
Análisis estadístico
Se describieron las variables para las características de los hogares de estudio, para lo cual se utilizaron tabulados de frecuencias muestrales y expandidas en general y según el nivel de seguridad o IA. Se utilizaron modelos de regresión logística multinomial para estudiar la posible contribución de la presencia de casos seropositivos para SARS-CoV-2 sobre los cambios autorreportados en el consumo de alimentos dentro de los distintos niveles de IA. Finalmente, se construyó un modelo de regresión logística ordinal para estudiar la relación entre los niveles de IA y las características de los hogares, considerando la presencia de miembros del hogar seropositivos para SARS-CoV-2 como efecto modificador, para lo cual se exploraron algunos términos de interacción en el modelo. Todos los análisis se realizaron con el paquete estadístico Stata 16.1,‡ considerando la estructura del diseño de la encuesta por medio de las rutinas de ajuste “svy”.
Consideraciones éticas
El protocolo de la Ensanut 2020 Covid-19 fue aprobado por las Comisiones de Investigación, Bioseguridad y Ética de la Investigación del INSP. Los jefes de los hogares participantes otorgaron su consentimiento informado para la participación de la encuesta y la obtención de muestras sanguíneas. En el caso de los menores, se solicitó el consentimiento informado y firmado de sus padres.
Resultados
El cuadro I presenta las características de los hogares de estudio; 59.4% de éstos presentaron alguna forma de IA, 1 de cada 5 presentó inseguridad moderada y severa. En 27.5% de los hogares se informó que al menos un miembro había producido anticuerpos contra SARS-CoV-2. Poco más de 50% de los hogares tenían menores de 18 años y aproximadamente en 1 de cada 3 el jefe de familia era mujer. Respecto a la escolaridad, aproximadamente 20% tenía primaria y un porcentaje similar no tenía estudios, mientras que 30% contaba con secundaria; el porcentaje restante corresponde a preparatoria o superior. Dos terceras partes de las personas que respondieron a la encuesta contaban con empleo, 22.6% de los hogares pertenecía al medio rural y en las nueve regiones del país los hogares se distribuyeron entre 9 y 13% en cada una de éstas.
Características |
n muestral |
N expandida (en miles) |
% |
IC95% |
Condición de seguridad alimentaria |
||||
Seguridad alimentaria |
4 066 |
13 587.0 |
40.6 |
(39.3, 42.0) |
IA Leve |
3 910 |
12 901.6 |
38.6 |
(37.3, 39.9) |
IA Moderada |
1 309 |
4 333.8 |
13 |
(12.1, 13.8) |
IA Severa |
791 |
2 620.7 |
7.8 |
(7.2, 8.5) |
Covid-19 |
||||
Presencia de Covid-19 en algún miembro del hogar |
1 541 |
5 097.0 |
27.5 |
(25.9, 29.1) |
Ningún miembro del hogar con seropositividad a Covid-19 |
4 108 |
13 451.8 |
72.5 |
(70.9, 74.1) |
Integrantes del hogar |
||||
Con menores de 18 años |
5 290 |
17 422.9 |
51.4 |
(50.1 , 52.8) |
Sin menores de 18 años |
4 926 |
16 455.8 |
48.6 |
(47.2, 49.9) |
Jefe de familia |
||||
Mujer |
3 295 |
10 894.9 |
32.2 |
(31.1, 33.2) |
Hombre |
6 921 |
22 983.8 |
67.8 |
(66.8, 68.9) |
Escolaridad del jefe del hogar |
||||
Ninguna |
2 056 |
6 596.1 |
19.5 |
(18.4, 20.6) |
Primaria |
2 296 |
7 498.3 |
22.1 |
(21.1, 23.2) |
Secundaria |
2 788 |
9 233.1 |
27.3 |
(26.1, 28.4) |
Preparatoria o técnica |
1 792 |
6 104.9 |
18 |
(17.1, 19.0) |
Licenciatura o normal |
1 119 |
3 832.0 |
11.3 |
(10.3, 12.4) |
Posgrado |
165 |
614.3 |
1.8 |
(1.5 , 2.3) |
Situación laboral del jefe del hogar |
||||
Con empleo |
6 283 |
21 020.7 |
62 |
(60.7, 63.3) |
Sin empleo |
3 933 |
12 857.9 |
38 |
(36.7, 39.3) |
Categoría de índice de bienestar |
||||
Tercil 1 |
3 372 |
11 356.8 |
33.5 |
(31.7, 35.4) |
Tercil 2 |
3 440 |
11 015.4 |
32.5 |
(31.2, 33.9) |
Tercil 3 |
3 404 |
11 506.4 |
34 |
(32.2, 35.7) |
Área |
||||
Urbana |
7 966 |
26 231.5 |
77.4 |
(76.3, 78.5) |
Rural |
2 250 |
7 647.1 |
22.6 |
(21.5, 23.7) |
Región |
||||
Pacífico-Norte |
1 035 |
3 267.3 |
9.6 |
(9.4, 9.9) |
Frontera |
1 073 |
4 441.0 |
13.1 |
(12.8, 13.4) |
Pacífico-Centro |
1 061 |
3 856.6 |
11.4 |
(11.1, 11.7) |
Centro-Norte |
1 768 |
4 133.1 |
12.2 |
(11.7, 12.7) |
Centro |
1 033 |
3 484.7 |
10.3 |
(10.1, 10.5) |
Ciudad de México |
1 163 |
2 710.2 |
8 |
(7.6, 8.4) |
Estado de México |
967 |
4 450.1 |
13.1 |
(12.6, 13.7) |
Pacífico-Sur |
1 084 |
4 261.9 |
12.6 |
(11.9, 13.2) |
Península |
1 032 |
3 273.8 |
9.7 |
(9.3, 10.0) |
Fuente: Ensanut 2020 Covid-199
El cuadro II presenta las características de los hogares de estudio, según el nivel de SA. Los hogares con IA tenían una mayor presencia de miembros con menos de 18 años de edad (50% inseguridad, 42.7% seguridad) y mayor prevalencia de mujeres jefas del hogar (36% inseguridad moderada y severa, 31.6% seguridad). Los hogares con menor escolaridad y mayor pobreza y desempleo tuvieron mayor prevalencia de IA severa. Finalmente, se observó que en 23.7% de los hogares con SA hubo presencia de algún miembro seropositivo para SARS-CoV-2, comparado con 30% en los hogares con IA.
Características |
Nivel seguridad/inseguridad alimentaria |
|||||||||||||||
Seguridad alimentaria |
Inseguridad alimentaria leve |
Inseguridad alimentaria moderada |
Inseguridad alimentaria severa |
|||||||||||||
n muestral |
N expandida* (en miles) |
% |
IC95% |
n muestral |
N expandida* (en miles) |
% |
(IC95%) |
n muestral |
N expandida* (en miles) |
% |
(IC95%) |
n muestral |
N expandida* (en miles) |
% |
(IC95%) |
|
Seropositividad a Covid-19 en algún miembro del hogar |
501 |
1 690 |
23.7 |
(21.6,26.0) |
647 |
2 158 |
30.1 |
(27.9,32.3) |
216 |
707 |
28.8 |
(25.2,32.6) |
155 |
486 |
30.8 |
(26.4,35.5) |
Integrantes del hogar |
||||||||||||||||
Con menores de 18 años |
1 764 |
5 807 |
42.7 |
(40.9, 44.6) |
2 298 |
7 612 |
59.0 |
(57.2, 60.8) |
722 |
2 369 |
54.7 |
(51.6, 57.7) |
413 |
1 345 |
51.3 |
(47.5, 55.2) |
Sin menores de 18 años |
2 302 |
7 780 |
57.3 |
(55.4,59.1) |
1 612 |
5 289 |
41.0 |
(39.2, 42.8) |
587 |
1 965 |
45.3 |
(42.3, 48.4) |
378 |
1 276 |
48.7 |
(44.8, 52.5) |
Jefe de familia |
||||||||||||||||
Mujer |
1 260 |
4 157 |
30.6 |
(29.1, 32.1) |
1 234 |
4 080 |
31.6 |
(29.9, 33.4) |
476 |
1 591 |
36.7 |
(33.9, 39.6) |
286 |
948 |
36.2 |
(32.9, 39.6) |
Hombre |
2 806 |
9 430 |
69.4 |
(67.9, 70.9) |
2 676 |
8 822 |
68.4 |
(66.6, 70.1) |
833 |
2 743 |
63.3 |
(60.4, 66.1) |
505 |
1 673 |
63.8 |
(60.4, 67.1) |
Escolaridad del jefe del hogar |
||||||||||||||||
Ninguna |
618 |
1 938 |
14.3 |
(13.0, 15.6) |
810 |
2 607 |
20.2 |
(18.6, 21.9) |
351 |
1 123 |
25.9 |
(23.2, 28.8) |
240 |
823 |
31.4 |
(27.6, 35.5) |
Primaria |
787 |
2 620 |
19.3 |
(17.8, 20.8) |
928 |
2 986 |
23.1 |
(21.7, 24.7) |
354 |
1 163 |
26.8 |
(24.2, 29.6) |
194 |
619 |
23.6 |
(20.5, 27.1) |
Secundaria |
1 029 |
3 404 |
25.1 |
(23.5, 26.7) |
1 132 |
3 748 |
29.0 |
(27.5, 30.7) |
380 |
1 276 |
29.4 |
(26.3, 32.8) |
215 |
719 |
27.4 |
(24.1, 31.0) |
Preparatoria o técnica |
832 |
2 861 |
21.1 |
(19.6, 22.6) |
658 |
2 219 |
17.2 |
(16.0, 18.5) |
177 |
613 |
14.1 |
(12.0, 16.6) |
106 |
343 |
13.1 |
(10.7, 15.8) |
Licenciatura o normal |
677 |
2 304 |
17.0 |
(15.2, 18.8) |
348 |
1 216 |
9.4 |
(8.3, 10.6) |
43 |
147 |
3.4 |
(2.5, 4.5) |
33 |
107 |
4.1 |
(2.9, 5.7) |
Posgrado |
123 |
460 |
3.4 |
(2.7, 4.3) |
34 |
126 |
1.0 |
(0.7, 1.5) |
4 |
13 |
0.3 |
(0.1, 0.8) |
3 |
11 |
0.4 |
(0.2, 1.0) |
Situación laboral del jefe del hogar |
||||||||||||||||
Con empleo |
2 520 |
8 553 |
62.9 |
(61.0, 64.9) |
2 444 |
8 104 |
62.8 |
(61.0, 64.6) |
775 |
2 570 |
59.3 |
(56.2, 62.3) |
454 |
1 519 |
58.0 |
(54.1, 61.7) |
Sin empleo |
1 546 |
5 034 |
37.1 |
(35.1, 39.0) |
1 466 |
4 798 |
37.2 |
(35.4, 39.0) |
534 |
1 764 |
40.7 |
(37.7, 43.8) |
337 |
1 102 |
42.0 |
(38.3, 45.9) |
Categoría de índice de bienestar |
||||||||||||||||
Bajo |
834 |
2 759 |
20.3 |
(18.6, 22.1) |
1 353 |
4 549 |
35.3 |
(32.9, 37.7) |
665 |
2 274 |
52.5 |
(48.7, 56.2) |
474 |
1 615 |
61.6 |
(57.7, 65.4) |
Medio |
1 296 |
4 269 |
31.4 |
(29.8, 33.1) |
1 415 |
4 467 |
34.6 |
(32.6, 36.7) |
458 |
1 427 |
32.9 |
(29.8, 36.2) |
227 |
728 |
27.8 |
(24.5, 31.3) |
Alto |
1 936 |
6 559 |
48.3 |
(46.0, 50.6) |
1 142 |
3 885 |
30.1 |
(28.0, 32.4) |
186 |
634 |
14.6 |
(12.7, 16.8) |
90 |
278 |
10.6 |
(8.6, 13.0) |
Área |
||||||||||||||||
Urbana |
3 359 |
11 308 |
83.2 |
(81.8, 84.6) |
2 993 |
9 734 |
75.4 |
(73.5, 77.3) |
912 |
2 929 |
67.6 |
(63.7, 71.2) |
593 |
1 922 |
73.3 |
(69.4, 76.9) |
Rural |
707 |
2 279 |
16.8 |
(15.4, 18.2) |
917 |
3 168 |
24.6 |
(22.7, 26.5) |
397 |
1 405 |
32.4 |
(28.8, 36.3) |
198 |
699 |
26.7 |
(23.1, 30.6) |
Región |
||||||||||||||||
Pacífico-Norte |
487 |
1 547 |
11.4 |
(10.7, 12.1) |
365 |
1 155 |
9.0 |
(8.2, 9.8) |
101 |
318 |
7.3 |
(5.9, 9.1) |
71 |
214 |
8.2 |
(6.6, 10.0) |
Frontera |
591 |
2 440 |
18.0 |
(16.6, 19.5) |
325 |
1 361 |
10.5 |
(9.5, 11.7) |
87 |
359 |
8.3 |
(6.8, 10.0) |
56 |
229 |
8.7 |
(6.0, 12.6) |
Pacífico-Centro |
455 |
1 687 |
12.4 |
(11.3, 13.6) |
394 |
1 384 |
10.7 |
(9.7, 11.8) |
108 |
400 |
9.2 |
(7.5, 11.3) |
87 |
326 |
12.4 |
(9.6, 15.9) |
Centro-Norte |
742 |
1 795 |
13.2 |
(12.2, 14.2) |
653 |
1 433 |
11.1 |
(9.8, 12.6) |
217 |
551 |
12.7 |
(9.6, 16.6) |
119 |
279 |
10.6 |
(8.6, 13.1) |
Centro |
325 |
1 095 |
8.1 |
(7.3, 8.9) |
451 |
1 527 |
11.8 |
(11.0, 12.7) |
162 |
542 |
12.5 |
(10.7, 14.6) |
91 |
308 |
11.7 |
(9.5, 14.5) |
Ciudad de México |
554 |
1 312 |
9.7 |
(8.7, 10.7) |
428 |
985 |
7.6 |
(6.8, 8.6) |
112 |
257 |
5.9 |
(5.0, 7.1) |
56 |
129 |
4.9 |
(3.7, 6.5) |
Estado de México |
345 |
1 694 |
12.5 |
(11.1, 14.0) |
389 |
1 779 |
13.8 |
(12.6, 15.1) |
150 |
612 |
14.1 |
(11.9, 16.7) |
68 |
294 |
11.2 |
(8.7, 14.3) |
Pacífico-Sur |
311 |
1 175 |
8.6 |
(7.8, 9.6) |
488 |
2 002 |
15.5 |
(13.9, 17.3) |
164 |
633 |
14.6 |
(12.1, 17.5) |
108 |
406 |
15.5 |
(12.5, 19.1) |
Península |
256 |
842 |
6.2 |
(5.4, 7.1) |
417 |
1 276 |
9.9 |
(8.9, 11.0) |
208 |
663 |
15.3 |
(13.2, 17.7) |
135 |
438 |
16.7 |
(14.0, 19.8) |
Fuente: Ensanut 2020, Covid-199
* n= 10 076 hogares que representan a 33 443 000
En las figuras 1A a la 1F se muestran los cambios en los consumos de alimentos por presencia de anticuerpos contra SARS-CoV-2 en el hogar, por nivel de seguridad y severidad de la IA, los cuales fueron analizados por modelos de regresión logística multinomial (no se muestran los modelos). Se puede observar que el consumo de frutas y verduras aumentó significativamente en los hogares con casos positivos de anticuerpos en el nivel de inseguridad leve (p=0.01 y p=0.024, respectivamente); mientras que el consumo de verduras disminuyó en hogares con individuos con anticuerpos contra SARS-CoV-2 en el nivel de inseguridad severa (p=0.031). Respecto al consumo de carnes, se observó una disminución significativa en hogares con seropositivos en el nivel de inseguridad moderada (p=0.011). El consumo de dulces, botanas y pastelillos se redujo en hogares con seropositivos en el nivel de inseguridad leve (p=0.019, p=0.025 y p=0.004, respectivamente), pero se observó una mayor disminución del consumo en hogares en los cuales todos los miembros resultaron seronegativos en el nivel de inseguridad severa. El consumo de bebidas azucaradas muestra un cambio significativo en ambos sentidos, en hogares con individuos seropositivos en el nivel de inseguridad leve: por un lado, un aumento en el consumo (p=0.021), pero por el otro, una disminución (p=0.042) con respecto a los hogares sin presencia de individuos seropositivos, los cuales permanecen con menos cambios.
Para el resto de los grupos de alimentos no se observan cambios en el consumo de alimentos ante la presencia de anticuerpos en el hogar y la forma de IA, por lo que no son presentados.
En el modelo de regresión logística ordinal (cuadro III, figura 2) se observa que el cambio derivado de la reducción del sueldo es modificado por la presencia de anticuerpos contra SARS-CoV-2 en el hogar. En las familias en las que ningún miembro experimentó una reducción en el sueldo o el haber tenido un miembro en el hogar que estuvo expuesto al SARS-CoV-2, no estuvo asociado con IA (RM 0.94; IC95%: 0.811, 1.094). En las familias que no tuvieron miembros con exposición, pero uno o más miembros del hogar experimentó una reducción del ingreso, tampoco estuvo asociado con IA (RM 1.072; IC95%: 0.96, 1.2). Sin embargo, entre los hogares que sí tuvieron una reducción de sueldo, el haber tenido a una persona con anticuerpos en el hogar aumentó la prevalencia de niveles más altos de IA (efecto neto de interacción RM=0.942*1.072*1.214=1.225; IC95%: 1.04, 1.44), a diferencia de los hogares sin casos de seropositividad y sin la reducción del ingreso en los miembros del hogar.
Variables |
Razón de momios |
P |
IC95% |
Seropositividad a Covid-19 en el hogar |
0.942 |
0.430 |
(0.811,1.094) |
Reducción de sueldo en el hogar |
1.072 |
0.207 |
(0.962,1.195) |
Interacción de presencia de Covid-19 y reducción de sueldo |
1.214 |
0.031 |
(1.018,1.447) |
La familia redujo sus gastos generales |
5.726 |
0.000 |
(4.959,6.613) |
Miembros de su hogar dejaron de recibir ingresos |
1.261 |
0.000 |
(1.149,1.383) |
Miembros de su hogar perdieron su empleo |
1.640 |
0.000 |
(1.407,1.911) |
Hogares sin menores de 18 años |
REF |
||
Hogares con menores de 18 años |
1.247 |
0.002 |
(1.088,1.429) |
Jefe de familia |
|||
Hombre |
REF |
||
Mujer |
1.065 |
0.403 |
(0.919,1.234) |
Escolaridad |
|||
Ninguna |
REF |
||
Primaria |
0.820 |
0.040 |
(0.679,0.991) |
Secundaria |
0.810 |
0.027 |
(0.673,0.976) |
Preparatoria o técnica |
0.747 |
0.005 |
(0.610,0.913) |
Licenciatura o normal |
0.495 |
0.000 |
(0.387,0.635) |
Posgrado |
0.314 |
0.002 |
(0.152,0.650) |
Situación laboral del jefe del hogar: sin empleo |
1.215 |
0.006 |
(1.058,1.394) |
Índice de bienestar |
|||
Tercil 1 |
REF |
||
Tercil 2 |
0.532 |
0.000 |
(0.457,0.620) |
Tercil 3 |
0.318 |
0.000 |
(0.263,0.385) |
Área |
|||
Rural |
REF |
||
Urbana |
1.052 |
0.522 |
(0.900,1.230) |
Región |
|||
Frontera |
REF |
||
Pacífico-Norte |
1.017 |
0.905 |
(0.771,1.341) |
Pacífico-Centro |
1.070 |
0.668 |
(0.786,1.455) |
Centro-Norte |
1.043 |
0.764 |
(0.791,1.376) |
Centro |
1.231 |
0.127 |
(0.943,1.607) |
Ciudad de México |
1.156 |
0.261 |
(0.898,1.487) |
Estado de México |
1.036 |
0.821 |
(0.762,1.408) |
Pacífico-Sur |
1.177 |
0.271 |
(0.881,1.572) |
Península |
1.615 |
0.001 |
(1.227,2.125) |
Fuente: Ensanut 2020 Covid-199
Cuando los hogares han tenido que reducir sus gastos en general, se observa un incremento muy significativo en los niveles de IA (RM=5.7; IC95%: 4.96, 6.61). Por cada miembro del hogar que deja de recibir ingresos hay un incremento de los niveles de IA (RM=1.26; IC95%: 1.15, 1.38); y por cada miembro que pierde el empleo hay otro incremento significativo (RM=1.64; IC95%: 1.407, 1.911).
Los hogares que experimentaron mayores niveles de IA tuvieron más miembros del hogar menores de 18 años, menor escolaridad, desempleo, niveles bajos de bienestar. No se observaron diferencias significativas en IA entre hogares donde las mujeres eran las jefas del hogar, entre áreas rurales o urbanas o entre las distintas regiones del país.
Discusión
En México, de agosto a noviembre de 2020, 40.6% de los hogares mexicanos tuvo SA. El 20.8% de la población mexicana tuvo niveles moderado y severo de IA, lo que implica cambios en la calidad y cantidad de alimentos disponibles en los hogares. Se encontraron diferencias en los niveles de inseguridad asociados con la producción de anticuerpos contra SARS-CoV-2, ya que los hogares con SA tuvieron una menor proporción de personas seropositivas. Esta asociación se mantuvo en los modelos ajustados, pero únicamente en los hogares donde algún miembro tuvo reducción del sueldo y en su hogar hubiera presencia de anticuerpos contra SARS-CoV-2. Estos modelos también sugieren que la inseguridad alimentaria está asociada con factores previos a la pandemia, como el bajo nivel educativo y de bienestar.
Existen pocos estudios que hayan evaluado la prevalencia de IA en México en el contexto de la pandemia. La Encovid-19 reportó una trayectoria descendente en la SA a lo largo de la pandemia. En la Ensanut 2018-19,7 44% de los mexicanos manifestó SA en sus hogares; sin embargo, para abril de 2020, a un mes del confinamiento por la pandemia, esta cifra disminuyó a 38.9%, alcanzando el punto más bajo en SA en julio con 25.7% y estabilizándose en agosto al alcanzar 26.6%.14 Dichas diferencias pueden deberse al diseño muestral, a las desagregaciones y tamaños de muestra, a la metodología cara a cara vs. la telefónica y a la temporalidad de los levantamientos (la Ensanut 2020 Covid-19 se levantó entre agosto y noviembre de 2020) y, probablemente, a que en ese momento inició la recuperación de los hogares de sus niveles de SA.
La composición del hogar se relacionó con formas más severas de IA. En particular, los hogares con niños y adolescentes experimentaron una prevalencia mayor de IA severa, lo cual puede relacionarse con cambios en los entornos alimentarios de las familias durante la pandemia de Covid-19,15 asociados con las restricciones de quedarse en casa y con el cierre de las escuelas y espacios públicos, los cuales pueden ser más pronunciados para los niños de familias con IA. Para muchas familias mexicanas la pandemia aumentó los niveles de estrés en el hogar y dificultó el acceso a recursos económicos y alimentos. En este sentido, se ha documentado que las prácticas de alimentación restrictiva se utilizan con más frecuencia cuando los padres experimentan estrés, depresión o viven en hogares con IA,16,17 tres aspectos que se han intensificado durante la pandemia.18,19,20 Es también probable que los hogares que experimentaron o percibieron una falta de acceso y asequibilidad a los alimentos hayan restringido la cantidad de alimentos para asegurar una mayor duración de sus reservas de alimentos.
El nivel educativo y las condiciones de bienestar también se asociaron con IA. El vínculo entre pobreza e IA se ha explorado anteriormente en México, refiriendo que más allá de los programas de asistencia alimentaria y las características de los hogares, existen múltiples factores, como la vulnerabilidad climática y la pobreza, que contribuyen a explicar el grado de IA.21
La pandemia mostró un impacto negativo en la modificación de los hábitos alimentarios favorecido por una mayor IA, lo que se asocia con el desarrollo de malnutrición. Al respecto, los presentes hallazgos muestran mayor disminución en el consumo de bebidas azucaradas, pastelillos, botanas y dulces en hogares con IA severa en donde no se presentaron casos positivos de anticuerpos contra SARS-CoV-2, en relación con los hogares con IA severa, en donde había presencia. Dichos resultados coinciden con estudios realizados en otros países. Una investigación en España muestra que durante el confinamiento aumentó el consumo de bebidas destiladas, fermentadas y azucaradas, así como chocolate, galletas, pasteles y pizza,22 al igual que en Italia, en donde aumentó el consumo de pizza y dulces.23 Asimismo, en cuanto al consumo de carne, este análisis refirió una disminución en hogares con IA moderada, en los cuales existían casos con anticuerpos contra SARS-CoV-2; es decir, ya existía una disminución tanto en la cantidad como en la calidad de la dieta y se ve reflejado en la disminución del consumo de carne, lo cual fue referido en México.24
El presente estudio tiene algunas limitaciones importantes. En la Ensanut 2020 Covid-19, el informante fue el jefe del hogar, quien informó las condiciones de los miembros del hogar, como la pérdida del empleo y la reducción del ingreso, lo que podría implicar una clasificación inadecuada. Adicionalmente, algunas secciones del cuestionario, como los cambios en el consumo de alimentos con respecto al periodo prepandémico, que se obtuvo por autorreporte, no permite valorar la magnitud del cambio. No obstante, los resultados son consistentes con las Ensanut previas. Dentro de las fortalezas, la encuesta es aleatoria y representativa del ámbito nacional, aunado a que es la primera encuesta en México que refiere seroprevalencia a nivel nacional, urbano, rural y por regiones, lo cual permite conocer el comportamiento de los hogares ante la presencia de Covid-19.
Se concluye que la SA se vio afectada por factores coyunturales, como la pérdida del ingreso o del empleo, y por factores estructurales, como el bajo nivel educativo y la elevada proporción de la población que vive en condiciones de bajo bienestar, ante la presencia de Covid-19. Esta información puede ser valiosa para focalizar programas y apoyos para las personas en mayor riesgo de experimentar IA, pero también para planear la respuesta económica ante emergencias sanitarias similares que tienen el potencial de generar inestabilidad financiera en las familias y en las cadenas de producción y distribución de alimentos.