Señor editor: El cáncer y sus tratamientos aumentan de forma significativa el riesgo de morir por Covid-19 (RR 1.8). Este riesgo es mayor en personas con neoplasias hematológicas (RR 2.5), particularmente en aquellas de reciente diagnóstico.1 Las medidas de distanciamiento físico han mitigado los contagios, pero no han logrado contener la pandemia. Afortunadamente, se han desarrollado vacunas que son muy eficaces para disminuir el riesgo de padecer Covid-19 grave y de tener desenlaces adversos. En México, se ha otorgado autorización para el uso de emergencia de cinco vacunas, tres basadas en vectores adenovirales, una de virus inactivado y una de mRNA. Ninguna tiene el potencial de causar infección activa por SARS-CoV-2 en pacientes inmunocomprometidos. Además, estas vacunas parecen ser eficaces y seguras en personas con cáncer a pesar de que su inclusión en ensayos clínicos ha sido limitada.2
La Sociedad Mexicana de Oncología (SMEO) emite las siguientes recomendaciones sobre la vacunación contra Covid-19 en personas con cáncer, basadas en la evidencia existente y en una revisión de las guías de vacunación en personas con cáncer formuladas por sociedades internacionales y alineadas con la Política Nacional de Vacunación (PNV) del Gobierno de México.3,4,5 Dicha política prioriza a las personas adultas mayores, lo cual parece ser la estrategia más práctica para vacunar a la mayor proporción de la población en riesgo de enfermedad grave y muerte.5
La SMEO recomienda que todas las personas con cáncer en México sean vacunadas en cuanto sea su turno de acuerdo con la PNV, utilizando cualquiera de las vacunas autorizadas en nuestro país.5 Las personas con cáncer deben ser priorizadas dentro de los diferentes grupos etarios en todas las etapas de vacunación, siguiendo las recomendaciones específicas mencionadas en el cuadro I.
Tipo de paciente/tratamiento |
Recomendación |
Personas con cáncer activo que se encuentren recibiendo tratamiento antineoplásico con quimioterapia citotóxica |
No se debe retrasar la aplicación de la vacuna. De ser posible, y mientras esto no ocasione que la persona pierda su turno de vacunación, se recomienda llevar a cabo la inmunización dos semanas antes de iniciar el tratamiento o cuando se tenga una cuenta absoluta de neutrófilos normal, particularmente en personas con neoplasias hematológicas. No es necesario solicitar una biometría hemática antes de la aplicación de la vacuna. |
Personas con cáncer activo que se encuentren recibiendo tratamiento antineoplásico con inmunoterapia |
No se debe retrasar la aplicación de la vacuna. Estudios previos con otras vacunas demuestran que la vacunación no aumenta el riesgo de efectos inmunológicos adversos. |
Personas sometidas a trasplante de progenitores hematopoyéticos |
Se recomienda retrasar la vacunación entre tres y seis meses postrasplante. Cuando se planeé realizar un trasplante, se recomienda la vacunación entre dos y cuatro semanas antes de la fecha planeada, de ser posible. |
Personas que estén recibiendo tratamiento antineoplásico activo con radioterapia |
No se debe retrasar la aplicación de la vacuna. Idealmente se deberá consultar previamente con radio-oncología cada caso específico. |
Personas que hayan sido sometidas a cirugía oncológica |
Recomendamos que la vacunación se realice entre siete y 10 días después del procedimiento quirúrgico. Este intervalo puede permitir que los efectos adversos de la vacuna no sean incorrectamente atribuidos a complicaciones quirúrgicas. |
Personal de salud que brinda atención a pacientes con cáncer |
Recomendamos la vacunación de todo el personal de salud de acuerdo con lo propuesto en la PNV. |
Cuidadores de pacientes con cáncer |
Recomendamos su vacunación de acuerdo con lo propuesto en la PNV. |
De forma importante, en personas con cáncer inmunizadas con vacunas que requieran dos dosis, no debe omitirse o retrasarse la aplicación de la segunda dosis bajo ninguna circunstancia, ya que existe evidencia de que esto podría llevar a una protección insuficiente debido a una menor respuesta inmune.6
Dada la asociación entre pobreza, hacinamiento y peores desenlaces al padecer Covid-19, la SMEO recomienda priorizar dentro de las campañas de vacunación a personas con cáncer que viven en poblaciones rurales y en municipios con altos niveles de marginación.5 Asimismo, los pacientes con cáncer deben continuar con la aplicación de medidas de mitigación, incluido el distanciamiento físico y el uso de mascarillas después de ser vacunados. Finalmente, la SMEO exhorta a los órganos gubernamentales, sociedades médicas, organizaciones de pacientes y prestadores de la salud a difundir mensajes que informen a las personas con cáncer y sus cuidadores sobre los beneficios y la seguridad de las vacunas contra Covid-19.
A través de estas recomendaciones, la SMEO intenta colaborar para que la campaña de vacunación contra Covid-19 en México cumpla con su objetivo principal: la reducción de los casos graves y de la mortalidad por medio de la priorización de las poblaciones más vulnerables, incluyendo las personas con cáncer, quienes requieren de la mayor protección contra esta enfermedad.