Esta obra consta de una amplia INTRODUCCIÓN (pp. 9-98) subdividida en cinco capítulos, en los cuales Lourdes Rojas habla con detalle de la novela antigua:
“La novela griega” (pp. 11-31). En esta parte la estudiosa trata lo concerniente al surgimiento de este género literario en el entorno greco-oriental de la época helenística. Luego de aclarar que en la antigüedad la novela griega no tuvo una denominación exacta, la autora menciona los diversos vocablos utilizados para tan peculiares obras. Más adelante Lourdes Rojas aborda lo atinente a la temática general de las novelas, y sostiene que la mayoría de los escritos novelescos se perdieron debido a que los copistas bizantinos los veían como obras de escaso valor literario o muy licenciosas (p. 19); sin embargo, la traductora destaca la función didáctica y moralizante de dichos textos. La estudiosa dedica una sección a los hallazgos papirológicos ocurridos a fines del siglo pasado, hace un recuento de las diversas posturas acerca de quiénes eran realmente los destinatarios de las novelas antiguas, y cierra el primer capítulo al mencionar la estructura de esta clase de escritos.
“Quéreas y Calírroe” (pp. 33-39). En este rubro Lourdes Rojas se centra en la novela de Caritón de Afrodisias, habla sobre la datación de la obra y los testimonios que aportan los papiros. Después ofrece información acerca del autor y su época, alude a los distintos títulos que se le han dado a esta novela y aborda lo relativo a la transmisión del texto. Por último, la traductora enumera las diferentes ediciones y traducciones que se han realizado sobre la obra en cuestión.
“Estructura y temática” (pp. 41-47). La especialista analiza la estructura y el tema de este escrito, desglosa la trama y señala la influencia de la historia en el argumento de dicha novela, pues Caritón maneja con soltura sus “fuentes históricas: Heródoto, Tucídides, Jenofonte y algunos (estudiosos) hablan de afinidades léxicas” (p. 45).
“Caracterización de los personajes” (pp. 49-62). La traductora describe primero a los personajes principales y luego a los secundarios. Subraya que, a di ferencia de otros novelistas antiguos, Caritón pone en escena a personajes muy humanos que no se pueden catalogar como del todo malos o buenos (p. 50).
“Técnica de composición” (pp. 63-98). En esta amplia sección Lourdes Rojas analiza el influjo retórico en Quéreas y Calírroe, enfatiza la utilización de discursos deliberativos y judiciales. Posteriormente desarrolla con minuciosidad lo vinculado a la técnica narrativa empleada por Caritón de Afrodisias.
Tras la parte introductoria, la estudiosa proporciona el texto griego acompañado de su versión española (pp. 99-385). Las numerosas notas a pie ayudan a que el lector no especializado entienda el contexto de la obra y aclaran aquellos términos y nombres poco comunes. A lo largo de su interesante análisis, Lourdes Rojas utiliza rigurosamente los conceptos clave en el desarrollo de su investigación, de modo que su profundo conocimiento tanto de la lengua griega como de la novela erótica griega se hacen evidentes en todo el libro. Esta obra concluye con una bibliografía pertinente y actualizada con respecto al tema de la novela griega antigua (pp. 387-395), esta publicación bilingüe se caracteriza por la claridad expositiva y el amplio uso de fuentes antiguas y modernas.
Ahora bien, ¿qué importancia tiene estudiar y traducir este relato compuesto hace muchos siglos? Las aventuras de Quéreas y Calírroe es una de las novelas griegas más antiguas que se conservan casi íntegras, data del s. i d. C. La traducción propuesta por Lourdes Rojas se distingue por respetar el texto griego y propiciar que el lector se acerque a esta historia desarrollada en ocho libros, que uno lee con avidez gracias a que la versión en español resulta ágil, amena y por demás seductora.
En esta obra, Caritón de Afrodisias narra una historia de amor entre dos bellísimos jóvenes (I.1), quienes al verse por primera vez caen rendidos ante el implacable Eros. El autor describe el enamoramiento y lo compara con una enfermedad, como las familias de ambos personajes quieren verlos sanos y dichosos arreglan todo para casarlos de inmediato. Pero es aquí precisamente donde la felicidad de los protagonistas de esfuma, ya que entran en escena los terribles celos y éstos hacen que aflore el temperamento impulsivo del joven esposo. De esta forma, en el libro I, Quéreas y Calírroe se conocen, se enamoran, se casan y se separan.
Vale la pena señalar que, aunque la protagonista no es una diosa ni pertenece a la realeza, se trata de una mujer muy peculiar, de familia noble; es hija de Hermócrates el famoso estratego de Siracusa, quien derrotó a los atenienses en la expedición a Sicilia. Gracias a su entorno familiar, la joven es descrita como una mujer culta y hábil para construir discursos.
A continuación reproduzco un pasaje donde, luego de que el eunuco le revela a la heroína la pasión amorosa que ha despertado en el Rey Artajerjes II, ella toma el control de sus impulsos y rápidamente manifiesta su capacidad retórica con el fin de evadir tan comprometedora situación:
Calírroe, en principio, se sintió impulsada, de ser posible, incluso a arrancarle los ojos al que intentaba seducirla, pero como mujer instruida y sensata, reflexionando rápidamente tanto sobre el lugar, como quién era ella y quién el que le hablaba, transformó su cólera y luego empleó la ironía con el bárbaro, diciéndole:
-¡Que no enloquezca así para creerme digna del Gran Rey! Yo soy igual que las sirvientas de las mujeres persas. Y tú, te lo pido, ya no hables sobre mí delante de tu amo. Pues aunque no se encolerice de inmediato, después de esto se enojará contigo, cuando reflexione que sometiste al amo de toda la tierra a una esclava de Dionisio. Me admira cómo siendo tú el más inteligente, no reconoces la bondad del Rey, porque no ama a una mujer infortunada, sino que la compadece. Dejemos por tanto de hablar, no sea que alguien nos calumnie ante la reina.
Y ella se alejó a la carrera, y el eunuco se quedó con la boca abierta. Pues educado de tal modo en una gran tiranía, creía que no había nada imposible, no sólo para el Rey, sino ni para sí mismo (IV, 5, 8-10).
En varias ocasiones la protagonista se muestra muy inteligente y firme de carácter; no obstante, el rasgo distintivo de la heroína es su excepcional belleza. A lo largo de toda la novela hay numerosas alusiones a la extraordinaria hermosura de Calírroe. Su belleza física resulta fundamental para que el escritor introduzca las peripecias que los personajes principales deben afrontar. Desde mi punto de vista, la bella apariencia de la joven más que ser un don a menudo se convierte en un verdadero castigo para ella misma. Casi desde el inicio, Caritón señala lo siguiente:
[era] una doncella admirable y orgullo de toda Sicilia, pues su belleza no era humana sino divina, no la de una Nereida o de una Ninfa de las montañas, sino la de la misma Afrodita Virginal. La fama de esta extraordinaria visión corrió por doquier, y afluían a Siracusa los pretendientes, príncipes e hijos de tiranos, no sólo procedentes de Sicilia, sino incluso de Italia y del Epiro y habitantes del interior (I, 12).
Pese a tener pretendientes muy acaudalados e ilustres, la muchacha decide casarse con Quéreas, quien no era tan rico ni de gran alcurnia. Al sentirse desairados, los pretendientes traman su venganza y logran separar al joven matrimonio (I, 2, 1).
La belleza de Calírroe era tal que, incluso al creerla muerta, su padre pide que se apuren a enterrarla, antes de que su hermoso cuerpo se deforme (I, 6, 6). Le hacen suntuosas honras fúnebres y la gente la compara con Ariadna dormida (I, 6, 2).
Al avanzar la trama, hay varios pasajes donde la gente contempla fascinada la espléndida apariencia física de Calírroe, mas ella sabe muy bien el peligro que su belleza implica, debido a que despierta la pasión de los hombres, principalmente subyuga a los más poderosos. Cabe señalar que, al percatarse de que la joven está viva, los piratas la sacan del sepulcro, la raptan y deciden llevársela como botín para venderla en Asia a un hombre rico, quien paga mucho dinero por una esclava tan bella. La muchacha lamenta ser tan hermosa, a modo de ejemplo cito las palabras que pronuncia cuando las sirvientas la arreglan antes de presentarla con su amo:
La alabanza entristecía a Calírroe, y no era algo impredecible lo que iba a ocurrir. Después de que fue lavada y peinaron su cabello, le trajeron vestidos limpios. Pero ella decía que esto no convenía a una recién comprada:
-Dadme una túnica de esclava, ya que incluso vosotras sois mejores que yo.
Entonces se puso uno de los vestidos que encontró. Pero también éste la favoreció, y parecía suntuoso, iluminado por su hermosura (II, 2, 3-4).
Conviene subrayar que el hecho de que la vestimenta más modesta real ce la belleza de la joven evoca a la Pantea de Jenofonte. En Cyr., V, 1, 4-5, cuando la princesa de Susa es tomada como prisionera, los soldados de inmediato la destinan a ser el botín de Ciro. En la obra del historiador ateniense se narra que Pantea lleva ropa humilde para que al verla los hombres la confundan con sus sirvientas, junto con ellas está sentada en el suelo y agachada, pero su porte tan digno y su belleza ocasionan que la descubran. Por su parte, Calí rroe también es un modelo de decoro y fidelidad conyugal incluso en los peores momentos, por ejemplo cuando la reservan como botín de Quéreas, quien -sin saber que se trata de su amada esposa- al igual que Ciro el Viejo hace gala de virtud al negarse a abusar de la cautiva (7.6, 5-12; 8.1, 6-8).
En cuanto a su perniciosa belleza, una campesina le dice Calírroe:
-¡Oh señora, al contemplar a Afrodita, creerás estar viendo una imagen de ti misma!
Y al escucharla Calírroe se llenó de lágrimas y se dice a sí misma:
-¡Ay de mi desgracia! También aquí es diosa Afrodita, que es causa de todos mis males. Sin embargo, voy a ir [a su templo], pues quiero reprocharle muchas cosas. […] Luego de prosternarse y de tomar los pies de Afrodita, dice:
-Tú fuiste la primera que me mostraste a Quéreas y, habiéndonos unido en un feliz yugo, no tuviste cuidado de él, aunque nosotros te honramos. Y puesto que así lo quisiste, pido de ti sólo una gracia: no hagas que yo atraiga a nadie después de él. […] Así pues Calírroe, liberada de los piratas y del mar, recuperaba su belleza singular, de modo que los campesinos la admiraban, viéndose más hermosa cada día (II, 2, 6-8).
Como le ocurría a Helena de Troya, la belleza le causa serios problemas a la muchacha, y aunque no puede luchar contra la voluntad divina, al menos se queja de su mala suerte y le reclama a la diosa, quien no escucha su súplica, porque más adelante Dionisio de Mileto sucumbe ante la belleza de Calírroe sin ni siquiera guardarle luto a su mujer recién fallecida. Lo mismo sucede con Mitrídates de Caria y Farnaces de Lidia y Jonia, e incluso con Artajerjes II, el Rey de Persia, todos se las ingenian para quedarse con la bella Calírroe.
Además de la temática amorosa, otros aspectos llamativos que esta novela contiene son: la intervención de piratas, el naufragio, el viaje a tierras extrañas, pues Calírroe se ve forzada a dejar Siracusa, su ciudad natal, para llegar a Mileto y luego a Babilonia. Incluso se menciona una especie de concurso de belleza entre esta muchacha y Rodoguna (5.3.9), la mujer más hermosa de Asia. Caritón también destaca la importancia de la amistad, ya que Policarmo ejemplifica al amigo ideal debido a que está dispuesto a morir junto con Quéreas a fin de no abandonarlo a su suerte. Esto es sólo un adelanto de lo que uno puede encontrar al leer esta entretenida obra.
Con base en lo arriba señalado, considero que Las aventuras de Quéreas y Calírroe constituye una valiosa aportación de Lourdes Rojas Álvarez al ámbito de la filología clásica, principalmente en lo relativo a la novela de la antigua Grecia. El estudio introductorio, la cuidadosa traducción y el texto griego hacen que este libro sea de interés para los estudiosos de Letras Clásicas y para el público en general, porque la especialista maneja en todo momento un lenguaje claro y una exposición didáctica. Sólo se echa de menos un índice de nombres. Por último, gracias a la publicación de esta obra bilingüe Lourdes Rojas contribuye a rescatar, conservar y transmitir a la posteridad el escrito de Caritón de Afrodisias, para que sean los lectores quienes decidan si en verdad se trata de una obra de poco valor literario.