Servicios Personalizados
Revista
Articulo
Indicadores
- Citado por SciELO
- Accesos
Links relacionados
- Similares en SciELO
Compartir
Secuencia
versión On-line ISSN 2395-8464versión impresa ISSN 0186-0348
Secuencia no.85 México ene./abr. 2013
Reseñas
Isabella Cosse, Karina Felitti y Valeria Manzano (eds.), Los '60 de otra manera. Vida cotidiana, género y sexualidades en la Argentina
Mariana Annecchini
Prometeo, Buenos Aires, 2010, 301 pp.
Instituto de Estudios Histórico Sociales-Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires/Instituto de Estudios Socio Históricos-Universidad Nacional de La Pampa-Conicet.
La compilación se inscribe dentro de un esquema interpretativo que invita a pensar los sesenta de otra manera. Es decir, no como una década cronológica sino como una época en la que los cambios ocurridos antecedieron a los mismos años sesenta. En este sentido, se podría hablar de una historia de larga duración, donde muchas de las ideas y prácticas que tomaron forma en esos años se conectaron indefectiblemente con periodos anteriores. Estudiar esa época desde esta perspectiva permite comprender la envergadura y el significado tanto de las transformaciones como de las permanencias, pero también contribuye a pensarla como una "bisagra" que unió dos momentos diferentes, por un lado, los cincuenta, donde comenzaron a reflejarse ciertos cambios y, por otro, los ochenta, donde esas transformaciones terminaron por consolidarse.
La publicación gira en torno a una preocupación central: reconstruir las transformaciones en la vida cotidiana en la Argentina de los sesenta desde las perspectivas que ofrecen la historia social y cultural. La reconstrucción de esa vida cotidiana también incluye al mundo de las representaciones sociales y culturales. Poner el foco en el estudio de la cotidianidad le permitió a las editoras, por un lado, entrever cómo los procesos políticos y las políticas públicas se corporizaron en la vida de quienes los hicieron, vivieron o padecieron. Por otro, revisar cuánto de novedad y permanencia implicaron los sesenta para diversos actores y segmentos de la cultura y la sociedad argentina, y cómo las expectativas y horizontes de cambio interactuaron con formas conservadoras y reforzamiento del statu quo sexual y familiar. Por lo tanto, si bien la época se estructura en torno a una sensación de cambio vertiginoso, la obra no deja de lado las continuidades, las imbricaciones entre lo viejo y lo nuevo.
Teniendo en cuenta los aires de cambio y novedad inminente que caracterizaron a los sesenta, uno de los objetivos de la publicación es estudiar cómo esas transformaciones se debatieron, modelaron y vivenciaron en diversas zonas de la cultura, la sexualidad y la política de la Argentina de entonces.
La obra esta organizada en tres secciones: Juventudes, Familias y Mujeres. Los artículos que la componen muestran cómo los cambios en los papeles e imaginarios sobre lo femenino y lo masculino, en la sociabilidad juvenil, en la moral sexual y sus representaciones, se dieron en el seno de amplios debates e involucraron a diversos actores que manifestaban dualidades y ambivalencias, propias de una época de transición. Además, sobre la base de un corpus documental compuesto por películas, canciones y revistas de actualidad, exploran la forma en que dichos materiales culturales produjeron representaciones en torno a las relaciones entre varones y mujeres o la vida sexual y, al hacerlo, intervinieron en la configuración pública de lo aconsejable, permisible o posible, normal o deseable, en la vida cotidiana de los sesenta. El abordaje de diversas revistas feministas refleja, al mismo tiempo, el crecimiento de la industria editorial, uno de los aspectos que caracterizó la revolución cultural de la época.
Si bien la mayoría de los trabajos recupera las nociones de modernización socio-cultural y radicalización política, no se centran en las vanguardias intelectuales o artísticas como ejes organizadores de la narrativa de los sesenta. Por el contrario, apuestan a una reconstrucción histórica basada en diferentes discursos, experiencias y representaciones, que dan cuenta de la multiplicidad de dimensiones y actores que hicieron posible las transformaciones de la vida cotidiana en los años sesenta. En este sentido, los testimonios que aporta la obra permiten ver cómo los cambios sociales, políticos y culturales que traía consigo esta época impactaron en la vida de los actores sociales. Esto constituye uno de los aspectos que hacen de los sesenta un tiempo singular, integrado a la memoria, donde la vida personal y el proceso histórico se entrelazan.
Sin perder de vista las singularidades del caso argentino, la obra analiza los procesos en sintonía con lo ocurrido en América y Europa occidental, lo que demuestra el carácter trasnacional de los acontecimientos.
Los estudios que componen la primera sección se concentran en un actor que estuvo en el centro de las dinámicas modernizadoras y de la radicalización política de los sesenta: la juventud. El capítulo de Valeria Manzano reconstruye su emergencia como un actor cultural de crucial importancia desde fines de la década de los cincuenta, y los modos en que se transformó y tomó caracteres juveniles la cultura de masas en ese mismo movimiento.
La autora indaga el surgimiento de la llamada "nueva ola" a través del análisis de la expansión de música orientada a los jóvenes, prácticas de ocio y consumo, elementos que contribuyeron a otorgar una forma juvenil a la cultura de masas. El estudio de los nuevos ámbitos de sociabilidad y de un mercado juvenil (ligado a la industria discográfica), le permitieron a Manzano mostrar cómo estos espacios fueron cruciales. En primer lugar, para que varones y chicas construyeran un sentido de pertenencia generacional; en segundo término, para generar una discusión pública sobre la sexualidad juvenil y la supuesta pérdida de las tradiciones nacionales y, por último, para dar cuenta de cómo la cultura de masas con características juveniles fue el territorio en el que se libraron batallas culturales por el gusto, disputas clave para entender la construcción de formas de distinción atravesadas por anclajes de clase. Es decir, los grupos compitieron por la definición del gusto en relación a ídolos musicales o lugares de entretenimiento.
Por su parte, Mirta Várela pone el foco en otra configuración juvenil, la Juventud Peronista (JP), ligada a la organización Montoneros. La autora propone analizar el modo hegemónico de corporalidad entre los varones de la JP y su representación mediática a comienzos de la década de 1970.
Várela considera la expresividad del cuerpo de la JP como una forma de comunicación política eficaz. En este sentido, sugiere que las contradicciones políticas en las que se inscribieron los miles de jóvenes que formaron parte del "trasvasamiento generacional" dentro del peronismo (la mayoría con orígenes en familias de clases medias, previamente opositoras a ese movimiento) pueden comprenderse mejor si se atiende a la construcción de un estilo, es decir, a los modos en que se encarnaron corporalmente. A partir de aquí, analiza la forma en que los diferentes signos que marcaban "el estilo de la JP" (pelo largo, bigote de candado, elecciones de ropa) eran presentados en los medios de comunicación de masas, cuya audiencia era múltiple y heterogénea. El modo en el que un grupo político construyó una imagen de sí le permitió observar, por un lado, cómo la relación entre cultura y política adquirió formas de mayor o menor visibilidad pública y, por otro, el modo en que esos signos de pertenencia política se formaban en una franja amplia de jóvenes.
A partir de la reconstrucción de algunos de los elementos que configuraron los cuerpos masculinos de la JP, la historiadora observa una serie de tensiones políticas y culturales centrales para comprender un periodo complejo.
En una época signada por la incertidumbre sobre el sentido que asumirían los cambios, se produjeron fuertes discusiones sobre qué era adecuado y deseable en las relaciones de pareja y en los vínculos entre padres e hijos(as). De esta manera, uno de los temas que se ubica dentro de la segunda sección es la adopción. El artículo de Carla Villalta indaga en las ideas y los significados de la adopción hacia fines de la década de los sesenta. Para eso, pone el foco tanto en los principales argumentos de quienes propiciaron una reforma de ley de adopción, como en las características de las soluciones que proponían. Además, a partir del análisis de distintos proyectos legislativos y de los argumentos de quienes se consideraban especialistas en el tema (abogados, psicólogos) Villalta se propone indagar las prácticas jurídico-burocráticas en torno a la adopción, así como las racionalizaciones a partir de las cuales la figura legal de la adopción plena fue concebida como una solución para el problema de la "infancia abandonada".
La autora demuestra que en los años sesenta cobró fuerza la idea de que la adopción debía "imitar a la naturaleza", en la medida en que los futuros adoptantes pretendían que el hijo adoptivo fuese como un "hijo biológico". Este discurso refleja una retórica que, dentro de los cambios que conlleva, busca mantener la moral tradicional. Es decir, la adopción debía imitar un "modelo natural" construido en torno al tradicional modelo conyugal, nuclear y cerrado de familia, y para el cual los padres biológicos constituían una presencia amenazante para la afirmación de la adopción legal y de los nuevos vínculos.
Al mismo tiempo, la autora dialoga con los cambios en las concepciones de la infancia que, influidas por la expansión del psicoanálisis, enfatizaban en los vínculos afectivos y de crianza y, como se advirtió, en la vigencia de un modelo único y excluyente de familia.
Los sesenta y setenta también fueron años en los que la sanción legal y la aceptación social del divorcio centraron la atención de la opinión pública. De esta manera, dicha problemática completa la sección Familias y es analizada en profundidad por Isabella Cosse. El trabajo de la historiadora revela que la suspensión del artículo que sancionó el divorcio vincular en 1954 y la postergación de los debates parlamentarios para reinstalarlo, entraron en contradicción con el surgimiento de una "cultura divorcista". Esta emergió de la confluencia entre las prácticas que dotaban de legitimidad a las separaciones y a las nuevas uniones (como los divorcios no vinculares y los casamientos en el exterior) y los nuevos argumentos que las habilitaban. La autora advierte la creciente visibilidad de una norma moral que priorizaba el bienestar subjetivo de la familia (y de los niños) frente al carácter obligatorio emanado del matrimonio indisoluble y el mandato social de mantener la unidad familiar. De esta manera, el estudio pone de manifiesto las tensiones entre las prácticas y los mandatos sociales, a partir de la diversidad de significados/sentidos que los sujetos le dieron a estos últimos y a los cambios que tenían lugar. En otros términos, en la medida en que la autoridad atribuida al pasado y a la tradición se erosionaba, también se transformaban los modos de experimentar y significar las relaciones familiares, de género e intergeneracionales.
En el análisis cobra especial importancia la singularidad de los cambios en un contexto político autoritario y marcado por el peso del tradicionalismo.
La autora aborda la temática teniendo en cuenta las voces a favor y en contrarios juicios y prejuicios, así como los cambios en los argumentos que legitimaban el divorcio, en especial las ideas sobre qué situaciones habilitaban las separaciones y los efectos que estas tenían sobre los niños. A través de un fino análisis de las revistas de circulación masiva, pone el foco en la postura que dichas publicaciones adoptaban en torno al tema, la manera en que lo abordaban y quienes lo hacían. En este punto, la investigadora observa la presencia de nuevos actores. Ya no eran juristas o sacerdotes las voces consultadas sino una terapeuta o un psicoanalista. De este modo, el artículo de Cosse, junto con el de Villalta, advierten claramente cómo el psicoanálisis se convierte en el nuevo saber que viene a explicar la nueva agenda de problemas del momento, como la adopción o el divorcio. Temas que, a su vez, constituyen un claro ejemplo de la lenta evolución de la estructura mental. Más allá de las leyes y debates en torno a dichas problemáticas, la mentalidad era lo más difícil de cambiar.
Los capítulos de la última sección se ocupan de un actor también protagonista de las transformaciones sociales, culturales y políticas de los años sesenta: las mujeres. Inés Pérez vira su mirada hacia las protagonistas. En esta sección el lector se sentirá atraído por la frescura y naturalidad de los relatos, así como por la diversidad de experiencias y anécdotas. A partir del relato de 18 mujeres amas de casa, de distintas generaciones y sectores sociales, que realizaban cotidianamente tareas domésticas, la autora analiza los efectos de la mecanización del hogar.
De manera concreta, Pérez pone en cuestión la idea de que los modernos artefactos para el hogar disminuyeron el tiempo del trabajo doméstico. Desde su perspectiva, adquirieron mayor importancia otras condiciones más generales, como el acceso al servicio de gas, y los valores culturales desde los cuales las mujeres incorporaron esas tecnologías. Si bien la incorporación de aquellos artefactos implicó menos esfuerzo físico, según la autora la cantidad de tareas que un ama de casa debía realizar eran más numerosas que antes, al menos para aquellas mujeres que se identificaban con el ama de casa "devota". Por lo tanto, la reducción del tiempo del trabajo doméstico se explica, ya sea por la posibilidad de compartirlo con otra persona o por un descenso de los estándares a partir de los cuales se lo evalúa. En otros términos, lo que cambia las formas y los tiempos del trabajo doméstico es, más que su mecanización, la posibilidad de distribuirlo de otro modo.
Por su parte, Karina Felitti analiza las permanencias y continuidades en las percepciones públicas sobre el control de la natalidad, a través de los discursos y las representaciones sobre la píldora anticonceptiva y el aborto. Teniendo en cuenta el papel fundamental que la industria cultural desempeñó en este periodo, la autora propone una lectura sobre algunos registros de la prensa escrita, la televisión y el cine, producidos durante la década de los sesenta e inicios de la siguiente, para abordar la compleja conexión entre los medios de comunicación y los cambios culturales, en un contexto caracterizado por la censura. A partir de aquí observa cómo la cultura de masas fue un escenario central de la contienda por los sentidos y los alcances de las transformaciones en el plano de las sexualidades y las relaciones de género.
En la primera parte del artículo, muestra la forma en que las revistas de actualidad, cultura y política Primera Plana y Confirmado, y las publicaciones femeninas Claudia y Para Ti abordaron el control de la natalidad. En la segunda sección indaga en algunos programas televisivos y en una selección de películas del cine extranjero y nacional estrenadas en el periodo, cuyas referencias a temas como la anticoncepción y el aborto formaron parte de sus argumentos. El diverso corpus documental permite a Felitti analizar la imbricación entre la modernización de los estilos periodísticos, el tratamiento del control de la natalidad y los cambios en los valores morales.
Por último, las experiencias de las mujeres que participaron de la Agrupación Evita, creada en 1973 por Montoneros, y los discursos de género que rodearon su fundación, es el punto de partida del artículo de Karin Grammático. La autora plantea cómo la agrupación Montoneros creció al lograr capitalizar las experiencias previas de mujeres militantes y activistas en algunos barrios. De esta manera, se propone echar luz sobre los modos en que Montoneros logró acrecentar su presencia en la vida social y política argentina durante los primeros años de los sesenta.
En primer lugar, a partir de un nutrido grupo de entrevistas, Grammático analiza la construcción de la Agrupación Evita como frente político: composición interna, elección de sus autoridades y alcance "cuantitativo" de su propuesta, forma en que desarrolló su labor y el impacto político-subjetivo que experimentaron las militantes montoneras involucradas con su desarrollo. En segundo término, aborda una serie de producciones discursivas tanto de la Agrupación Evita como de Montoneros, sobre el lugar de las mujeres. Esto le permite exponer las opiniones sobre la participación política de estas últimas y sus ámbitos de realización, así como también señalar ciertas ambigüedades y tensiones que se reflejan sobre todo en las comunicaciones de la Agrupación, respecto a las expectativas que sus organizadoras tenían como militantes montoneras. Asimismo, estas dimensiones discursivas expresan, según la autora, las contradicciones y el universo de dudas que se pueden observar en la subjetividad política de sus dirigentes.
La historiadora logra reconstruir una visión generizada de la política revolucionaria, anclada en valores masculinos a los que muchas militantes suscribían. Desde las concepciones de género, estas mujeres, en su mayoría jóvenes de clase media, por su propia experiencia de trabajo en la Agrupación Evita descubrieron un mundo diferente, al entrar en contacto con las problemáticas de las mujeres de los sectores populares y comenzar a reflexionar sobre el carácter político de lo personal.
A modo de conclusión, la compilación constituye un gran aporte a la historiografía argentina al proponer pensar de otra manera un periodo de singular importancia en la historia contemporánea argentina. El libro plantea un recorrido en el que la vida cotidiana de los años sesenta es examinada no sólo a partir de las experiencias de la juventud, sino también de las familias y las mujeres, y mediante los discursos e intervenciones vertidos sobre ellos. Los tres son concebidos como actores decisivos a la hora de comprender algunas de las transformaciones sociales, culturales y políticas que hicieron de los años sesenta una época. En este sentido, en medio del análisis de debates y leyes, en ningún momento se pierde de vista a los actores, que son rescatados en cada uno de los artículos.
Por otra parte, cada uno de los estudios invita a pensar los sesenta como un periodo complejo, contradictorio y cargado de ambigüedades, donde, si bien comenzaba a surgir un discurso modernista, no se descuidaban las vertientes tradicionales. Esto no deja de estar vinculado con el contexto político autoritario y conservador en el que tenían lugar los impulsos de innovación. Por lo tanto podemos argüir que, lejos del consenso, lo que prevaleció en los sesenta fue una fuerte pugna en torno a lo que estaba bien o mal.
De este modo, Los '60 de otra manera. Vida cotidiana, género y sexualidades en la Argentina abre nuevos caminos para la reflexión y la interpretación mediante la exposición de nuevos problemas, discusiones y planteamientos teóricos. Desde una perspectiva renovadora las editoras han contribuido a la comprensión de las peculiaridades de los procesos ocurridos en esta época y, de esta manera, al enriquecimiento de una agenda de investigación sobre un periodo central de la historia contemporánea.