Introducción
La localización de empresas ha sido un tema recurrente en la geografía económica (Duranton y Puga, 2004; Combes y Gobillon, 2015; Van Meeteren et al., 2016; Faggio et al., 2020). En el caso de las empresas de base tecnológica (EBT), la evidencia sugiere que su concentración genera beneficios tanto de productividad como pecuniarios; sin embargo, éstos son heterogéneos y multiescalares, particularmente a escalas intrametropolitanas (Kerr y Kominers, 2015; Buzard et al., 2020; Kerr y Robert-Nicoud, 2020; Du y Vanino, 2021). Pocos estudios han abordado el análisis de las EBT a escalas intrametropolitanas (Arauzo-Carod, 2021), a pesar de que la evidencia apunta a efectos positivos dados sus encadenamientos con otras actividades del entorno urbano y regional (Andersson et al., 2019; Barthelemy, 2020; Rickard, 2020).
El presente artículo aborda dos aspectos clave, pero poco abordados en la literatura sobre la concentración y localización de las EBT: sus patrones de aglomeración y coaglomeración intrametropolitanos en áreas urbanas en economías emergentes (Duranton, 2015; Rosenthal y Strange, 2020). Las contribuciones de este análisis son dos. La primera es metodológica, ya que se aplican técnicas de análisis de puntos (point pattern analysis) poco utilizadas, pero que permiten captar los fenómenos de la aglomeración y coaglomeración de EBT a distintos radios de distancia (Duranton y Overman, 2005; Marcon y Puech, 2017; Lang et al., 2020; Arbia et al., 2021). Y la segunda es la aplicación de este análisis a la Zona Metropolitana de Toluca (ZMT), donde tanto la presencia de EBT como su valor por trabajador generado han aumentado en los últimos años (Rendón y Godínez, 2016; INEGI, 2009; 2019).
El texto se organiza de la siguiente manera. Primero, se presenta una revisión de la literatura, donde se definen conceptos clave y se discute la bibliografía reciente sobre aglomeración, coaglomeración y EBT. Segundo, se expone la metodología: se explican las funciones y dos métodos de análisis de puntos utilizados en este artículo (Marcon y Puech, 2017; Lang et al., 2020). Se describen también las fuentes de datos y el área de estudio. Tercero, se presentan los resultados del análisis, tanto para aglomeración como para coaglomeración de EBT. Finalmente, se sintetizan las conclusiones, se identifican las aportaciones del trabajo, y se perfila una agenda de política público-privada.
1. Revisión de la literatura
1.1. Definición de conceptos
Aglomeración y coaglomeración
Tanto Dirzu (2012) como Behrens (2016) distinguen a la aglomeración y a coaglomeración como la concentración de empresas de un mismo sector y de distintos sectores, respectivamente (véase también Rosenthal y Strange, 2001; 2020). Desde la perspectiva de los microfundamentos de la aglomeración (y coaglomeración), esta concentración responde a que las empresas se localizan próximas entre sí debido a beneficios económicos crecientes y localizados (Cuadro 1): las colaboraciones (e.g., cadenas cliente-proveedor) y la diseminación de conocimiento (e.g., trabajo calificado compartido, patentes), entre otros factores, incentivan a las empresas a concentrarse en áreas específicas del entorno metropolitano (Duranton y Puga, 2004; 2020; Andersson et al., 2019; Cottineau y Arcaute, 2020; Davis y Dingel, 2019; 2020; Rickard, 2020; Wu et al., 2020).
Aglomeración y coaglomeración | Cluster | Red territorial |
Concentración geográfica de empresas de industrias similares o distintas. | Concentración geográfica de empresas de industrias similares o distintas, cuerpos de gobierno, instituciones educativas, proveedores especializados, proveedores de servicio, etc. | Concentración geográfica de empresas, bancos, instituciones de educación superior y de investigación, cámaras de comercio, asociaciones de productores, gobierno local, etc. |
Economías de escala y alcance. | Externalidades positivas. | Beneficios para todos los participantes. |
Interrelaciones entre empresas de industrias similares o distintas. | Desarrollo de sinergias. | Relaciones sociales y de confianza. |
Propósito: eficiencia colectiva. | Propósito: innovación. | Propósito: mejorar la eficiencia de las interacciones espaciales. |
Fuente:Dirzu, 2012.
Si bien se pensaba que la aglomeración y la coaglomeración eran dos fenómenos urbanos distintos (Glaeser et al., 1992), actualmente se reconoce que ambos coexisten; es decir, los espacios especializados en una actividad particular (aglomeración) y diversificados (coaglomeración) se traslapan a través del espacio intrametropolitano1 (De Groot et al., 2016; Proost y Thisse, 2019; Faggio et al., 2020). Por otra parte, los beneficios percibidos de las empresas por aglomeración y coaglomeración son decrecientes en función de la distancia: existen derrames2 positivos que se van atenuando a mayor distancia de las áreas intrametropolitanas que exhiben aglomeración y coaglomeración de empresas (Rosenthal y Strange, 2020; Juhász et al., 2021).
Economías derivadas de la aglomeración y coaglomeración
Se denominan economías de aglomeración (y de coaglomeración) a los beneficios, tanto de productividad como pecuniarios, derivados de la concentración de empresas de un mismo sector o de distintos sectores (Duranton y Puga, 2004). Existen cuatro posibles fuentes de estos beneficios: i) un mercado laboral compartido en el que las habilidades demandadas por las empresas se ajustan a las provistas por los trabajadores (Zheng y Tan, 2020); ii) la difusión de conocimiento (e.g., innovaciones y patentes, interacción “cara a cara” que incentiva intercambio de información tácitas3 o “know how”) (Gertler, 2003; Growe 2019a; 2019b; Tuitjer y Küpper, 2020); iii) la reducción de costos, como los de suministro u operativos (Perry et al., 2020); y iv) los incentivos por competencia y colaboración, que estimulan la complementariedad e innovación (Meijers y Burger, 2017).
Estos beneficios son heterogéneos y de carácter contextual, es decir, localizados y por tipo de actividad (Faggio et al., 2020). Por ejemplo, si los costos de transporte son importantes, una empresa tenderá a localizarse cerca de sus proveedores y clientes; en cambio, si requiere habilidades y conocimientos específicos, es probable que se localice cerca de otras empresas que también hacen uso de este conocimiento específico (Ellison et al., 2010; Cissé et al., 2020). Partiendo de esta premisa, existen empresas cuya localización depende también de otros factores intangibles, como los lazos de confianza entre colaboradores, la disponibilidad de conocimiento muy específico o tácito, y el acceso a información no codificable (o no fácilmente estandarizada) (Malmberg y Maskell, 2006; Maskell y Malmberg, 2007; Seo y Sonn, 2019).
¿Qué es una empresa de base tecnológica (EBT)?
No existe una sola definición de qué es una empresa de base tecnológica (EBT), sino clasificaciones generales (e.g., el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte, SCIAN -INEGI, 2018-, o la clasificación de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos -OCDE, 2011-) (para una revisión del concepto, véase Aydalot y Keeble, 2018). De manera general, una EBT se distingue por al menos uno de los siguientes factores: i) el uso del conocimiento aplicado o know how (Malecki, 1999); ii) la elaboración de productos novedosos o mejoras productivas (Fritsch y Meschede, 2001); y iii) el empleo de trabajo calificado (Asheim et al., 2011).
La definición de las EBT más utilizada es la clasificación de la OCDE (2011), que distingue a sectores de alta y media alta tecnología (Hatzichronoglou, 1997; Shearmur et al., 2015; Galindo-Rueda y Verger, 2016; Buzard et al., 2020; Kerr y Robert-Nicoud, 2020). En el presente estudio se retoma la clasificación propuesta por la OCDE (Cuadro 2), y se define a las EBT como empresas que operan en sectores que incorporan el conocimiento técnico-científico aplicado a la mejora de procesos y de productos (Carlino y Kerr, 2015). Otras clasificaciones parten de esta misma clasificación, ampliando su cobertura; por ejemplo, en función del uso de infraestructura digital (Barefoot et al., 2018), y dado el ciclo de vida de la tecnología (e.g., tecnologías “emergentes” y “maduras”; véase Potter y Watts, 2011; Rotolo et al., 2015).
Sector | Clave SCIAN |
Tecnología alta | |
Industria aeroespacial | 3364 |
Industria farmacéutica | 3254 |
Fabricación de equipo electrónico y de cómputo | 3341, 3344 |
Fabricación de equipo de radio, televisión y telecomunicaciones | 3342, 3343, 3346 |
Fabricación de equipo e instrumentos médicos | 3345, 3391 |
Tecnología media-alta | |
Fabricación de equipo eléctrico | 3351, 3352, 3353, 3359 |
Industria del transporte (sin aeroespacial) | 3361, 3362, 3363, 3365, 3366, 3369 |
Industria química (sin farmacéutica) | 3251, 3252, 3253, 3255, 3256, 3259 |
Fabricación de maquinaria y equipo | 3331, 3332, 3333, 3334, 3335, 3336, 3339 |
Servicios de alto contenido de conocimiento | |
Servicios científicos | 5417 |
Publicación de software | 5112 |
Fuentes:OCDE, 2011; Galindo-Rueda y Verger, 2016; Shearmur et al., 2015.
1.2. Las EBT y su importancia para la economía urbana
Uno de los factores clave para entender la importancia de las EBT para la economía urbana es su énfasis en el uso del conocimiento e información compartidos: las EBT prosperan en entornos favorables al intercambio y diseminación de esta información y conocimiento, tanto en centros urbanos con alta densidad de actividad económica, como en áreas periféricas con especialidades en actividades afines o complementarias (Frenkel 2012; Villarreal et al., 2016a; 2016b; Buzard et al., 2020). Las EBT obtienen un mayor beneficio de las oportunidades de aprendizaje en espacios donde la probabilidad de interacción es mayor, así como la propensión a interacciones dirigidas a incentivar la productividad4 (Davis y Dingel, 2019; 2020; véase también Rodríguez-Pose y Fijtar, 2017).
Tanto la localización de las EBT (y, por consiguiente, su concentración), como sus encadenamientos locales y regionales, modifican sus interrelaciones y beneficios económicos (Vilchis et al., 2021a; 2021b; Davis y Dingel, 2020). En este sentido, las políticas orientadas a incentivar la aglomeración y coaglomeración de las EBT (y empresas en general) son contextuales: responden a la integración económica observada (Faggio et al., 2020; Du y Vanino, 2021). Tanto Shearmur (2012) como Arauzo-Carod (2021) señalan que un problema en los estudios sobre concentración de las EBT ha sido la falta de desagregación a escalas intrametropolitanas. Otro factor importante es la estructura policéntrica metropolitana, que favorece las oportunidades de colaboración e intercambio de información y conocimiento (Giuliano et al., 2019).
Son pocos los estudios que abordan una perspectiva intrametropolitana (o inclusive intrarregional), lo que dificulta la comparación entre resultados (Niebuhr et al., 2020; Arauzo-Carod, 2021; Lavoratori y Castellani, 2021). Para Buzzard et al., por ejemplo, el uso de unidades administrativas grandes (e.g., región o municipio) es inapropiado debido a los sesgos de sus resultados, ya que la interacción positiva (e.g., derrames por productividad) entre las EBT suele expresarse de 2 a 5 km o menos (2020). Por otra parte, Kerr y Kominers están a favor de métodos de análisis en el espacio continuo (e.g., análisis de patrones de puntos), ya que la aglomeración (y coaglomeración) de EBT exhibe concentraciones localizadas dispersas en el espacio intrametropolitano (2015).
La premisa final del párrafo anterior representa la hipótesis central del análisis, dada la estructura urbana de la Zona Metropolitana de Toluca (ZMT). El proceso de urbanización de la ZMT se ha dado a partir de la integración funcional (habitacional, comercial e industrial) de los distintos centros suburbanos de los municipios que la componen,5 siendo, desde mediados del siglo XX, la vocación industrial el principal factor de su crecimiento demográfico (principalmente del oriente de la ZMT, en el corredor industrial Toluca-Lerma) (Castillo, 2005, pp. 65-66). Este último corredor industrial en particular ha registrado incrementos en la participación de las EBT, en comparación con otras áreas industriales del centro del país (Rendón y Godínez, 2016, pp. 138-139).
Dados los argumentos anteriores, se esperaría que la ZMT, en términos de patrones de localización y concentración, exhiba núcleos (o corredores) definidos, aunque dispersos entre sí, cuyo eje toral o central sea el ya consolidado corredor Toluca-Lerma mencionado por Castillo (2005) y Rendón y Godínez (2016). De acuerdo con la información más reciente, la ZMT concentraba 2.6% de las EBT del país en 2018 (y 2.1% en 2008). El valor agregado censal bruto por trabajador de las EBT de la ZMT ha sido superior al promedio nacional: 69% en 2008 (1.69) y 80% en 2018 (1.80) (INEGI, 2009; 2019). Dado su crecimiento en número de empresas y en valor generado, resulta pertinente analizar los procesos de concentración recientes, y perfilar una agenda que incentive el impacto económico metropolitano de la concentración de las EBT.
1.3. Patrones de localización intrametropolitanos de las EBT
Dos estudios previos clave para entender los patrones de localización de las EBT son los de Kerr y Kominers (2015) y Lavoratori y Castellani (2021), que proponen dos posibilidades: por un lado, las EBT exhiben aglomeraciones y coaglomeraciones “desbordadas”, concéntricas a áreas industriales ya consolidadas (e.g., parques industriales o tecnológicos; véase Kerr y Robert-Nicoud, 2020); por otro, aglomeraciones y coaglomeraciones “estrechas”, ligadas a su integración a otras actividades locales (e.g., a lo largo de principales vías de comunicación).6 Dada la reciente pandemia por COVID-19, se esperaba un “descongestionamiento” de la actividad económica (George et al., 2020, pp. 1757), pero la evidencia ha sido mixta: el uso de nuevas tecnologías ha contribuido a una mayor concentración (e innovación) de actividades (Kerr y Robert-Nicoud, 2020; Breznitz, 2021), aunque sí existe evidencia de correlación entre contagios y concentración (véase, por ejemplo, Ascani et al., 2021).
En función de los argumentos del párrafo previo, la escala adecuada de análisis de la aglomeración y coaglomeración de EBT (e industrias intensivas en uso de capital humano; véase Villarreal et al., 2016b) es dentro del espacio intrametropolitano; y esto debido a que las características del entorno (e.g., del vecindario) influyen considerablemente (Arauzo-Carod, 2021, pp. 1241-1242). Por ejemplo, la aglomeración y coaglomeración atraen mayor número de empresas (son procesos espaciales iterativos; véase Vilchis et al., 2021a; 2021b), de ahí su impacto en el surgimiento de nuevos emprendimientos (ventures) ligados a la colaboración entre empresas (Shearmur, 2012; Kerr y Kominers, 2015; Buzard et al., 2020; Niebuhr et al., 2020; Breznitz, 2021).
Los efectos positivos de la aglomeración y coaglomeración, tanto de EBT como de empresas en general, son de corto alcance; para Buzard et al. (2020) no sobrepasan un radio de entre 2 y 5 km, mientras que Lavoratori y Castellani hablan de efectos “contenidos” o delimitados por la proximidad a la concentración de empresas existente (2021). Esto cuadra con argumentos previos (e.g., Kerr y Kominers, 2015) que sugieren áreas de aglomeración y coaglomeración dispersas entre sí por el espacio intrametropolitano. Para Carlino y Kerr (2015), y Seo y Sonn (2019), la explicación subyacente radica en la influencia de la difusión del conocimiento tácito: la concentración de las EBT depende de la interacción cara a cara que los entornos urbanos con alta densidad de actividad económica favorecen (Henderson, 2007; Kasmi, 2021).
2. Metodología
2.1. Las funciones M y m: antecedentes, justificación y comparación con otros métodos
Las funciones M y m son parte de una tipología de métodos multiescalares de análisis de puntos georreferenciados, derivados de la función K de Ripley (1977). Permiten estimar la concentración y dispersión espacial de puntos en relación a un marco de referencia distinto (Marcon y Puech, 2017). Para las funciones M y m, este marco lo representa el total de observaciones disponibles (e.g., empresas). Los estimadores de cada una(
Las funciones M y m cumplen con los requisitos de un buen estimador de concentración espacial: i) ser comparable entre sectores; ii) controlar las estimaciones en función de la aglomeración de los diversos sectores; iii) controlar las valoraciones por la concentración sectorial en conjunto; iv) no registrar sesgos respecto a la escala geográfica y la agregación de datos; y v) ofrecer información de su significancia estadística (Duranton y Overman, 2005, p. 1079). Las funciones y ofrecen rigor matemático y estadístico, su enfoque es económico-espacial, detectan estructuras anidadas de concentración (función M) y el exceso de concentración respecto al patrón espacial observado (función m), permiten ubicar y delimitar aglomeraciones estadísticamente significativas, y son relativamente sencillas de interpretar (Marcon y Puech, 2017).
Los estimadores
Las ecuaciones [a] y [b] muestran los estimadores de cada función: [a]
La función M mide el exceso de observaciones hasta una cierta distancia, respecto al total de observaciones. Es decir, mide la intensidad de la concentración de empresas por radio. En cambio, la función m mide la proporción de concentración en ciertas distancias respecto al patrón de concentración en todas las distancias consideradas. O, dicho de otra forma, la densidad de empresas de un tipo por radio (Lang et al., 2020, pp. 247-249). Por ejemplo, si
Los marcos de referencia son muy importantes para entender el proceso de cálculo iterativo de ambas funciones, ya que estiman la frecuencia o densidad de empresas de un sector en relación con otros, a las distancias (r) requeridas en el análisis (e.g., 1, 5, 10, 20 km). La concentración es significativa si la frecuencia o densidad de empresas a un radio
(r) es estadísticamente mayor a la observada en todos los radios considerados (Marcon y Puech, 2017). Veamos un ejemplo de las ventajas de las funciones M y m: supongamos una aglomeración significativa en r = 5 km, pero no en r = 7 km. Si se divide el área de estudio en celdas de 7 x 7 km y se estiman coeficientes de localización, los valores podrían indicar nula aglomeración, a pesar de que a 5 km sí existe concentración. La razón: el índice de localización no es multiescalar y no ofrece información sobre su significancia estadística, las funciones M y m, sí.
Los resultados de las funciones M y m son interpretables tanto por distancia (r) como por intensidad y densidad de aglomeración (por industria o tipo de actividad y por empresa). Generan dos tipos de salidas: gráficas que permiten interpretar la significancia de los resultados, y cuadros de resultados para cada radio de distancia considerado (Marcon et al., 2015). Las gráficas exhiben dos elementos clave para interpretarse (Figura 1): un valor máximo
La Figura 1 muestra dos ejemplos de cómo leer los resultados de ambas funciones. Se crearon datos georreferenciados aleatorios, intencionalmente aglomerados en dos grupos con una distancia de aproximadamente 2 km entre ambos. Nótese cómo la gráfica de la función M, arriba, recoge la caída de puntos a partir de la primera concentración, donde se registra el valor máximo
Los resultados que arroja la función m son distintos (véase la gráfica inferior en la Figura 1). El estimador captura el exceso de densidad de observaciones a distancias específicas (r). El valor
Son pocos los trabajos empíricos en geografía económica que utilizan las funciones M y m (Lang et al., 2020). Probablemente porque son computacionalmente demandantes y requieren datos desagregados y georreferenciados por empresa (Gómez-Antonio y Alañón-Pardo, 2020). Para México cabe destacar los trabajos de Garrocho et al. (2013) y Álvarez-Lobato (2020), que utilizan la función K (antecedente directo de las funciones M y m) para analizar estructuras de red y construir indicadores de acceso a establecimientos comerciales, respectivamente. Detectamos cuatro trabajos empíricos que aplican las funciones M y m al análisis de aglomeración de empresas (Moreno-Monroy y García-Cruz, 2016; Coll-Martínez et al., 2019; Rudkin et al., 2020; Zhang et al., 2021).
Las funciones M y m permiten captar cuatro elementos relevantes para los resultados de este texto (Marcon et al., 2015; Coll-Martínez et al., 2019; Zhang et al., 2021): a) el valor máximo general para cada función
En general, los trabajos empíricos consideran radios cortos: distancias no mayores a 3-5 km (Coll-Martínez et al., 2019; Zhang et al., 2021). El término corto depende de las dimensiones de área de estudio y de cada sector de actividad analizado. Para la función M se consideraron 63 rangos de distancia (r) hasta 38.5 km, con diferencias de entre 0.96 y hasta 1.9 km entre cada rango. Para la función m se consideraron 512 rangos de distancia (r) de 0.5 km de diferencia y hasta 25.7 km. Esta selección no fue arbitraria, sino en función de las recomendaciones bibliográficas que sugieren considerar: i) para la función M, la mitad del diámetro total del área de análisis, que en este caso son 38.5 km; y ii) para la función m, incrementos del mismo tamaño entre radios, y hasta un tercio del diámetro total del área de análisis (Marcon et al., 2015).
2.2. Base de datos y área de estudio
La base de datos incluye las EBT de los sectores identificados en el Cuadro 1. La fuente de información fue el DENUE 2010 y 2020 (INEGI, 2010; 2020). Ambos cortes de tiempo reflejan los cambios en la actividad económica capturados por los Censos Económicos 2009 y 2019 (INEGI 2009; 2019). El total de empresas operando en la ZMT en 2010 fue 88 466 empresas y 124 959 en 2020 (INEGI, 2010; 2020). De éstas, 242 y 442 son EBT en 2010 y 2020, respectivamente (Cuadro 3). La base de 2020 permite detectar tendencias en la concentración empresarial previas a la pandemia de COVID-19, lo que representa una línea basal para contrastar los efectos de la pandemia en estudios futuros.
Sector EBT | Ramas (SCIAN) | Núm. de empresas | Núm. de trabajadores (estimado)a | Trabajadores promedio por empresa | |||
2010 | 2020 | 2010 | 2020 | 2010 | 2020 | ||
Industria del transporte | 3361, 3362, | 51 | 88 | 213 | 140 | ||
3363, 3364, | |||||||
3366, 3369 | |||||||
Industria química | 3251, 3252, | 43 | 160 | 5 976 | 10 172 | 139 | 64 |
3253, 3254, | |||||||
3256, 3259 | |||||||
Fabricación de equipo e insumos médicos | 3391 | 81 | 127 | 1 202 | 1 139 | 15 | 9 |
Fabricación de maquinaria y equipo | 3331, 3332, | 67 | 67 | 2 816 | 2 840 | 42 | 42 |
3333, 3334, | |||||||
3335, 3339, | |||||||
3343, 3344, | |||||||
3345, 3353, | |||||||
3360 |
a Número de trabajadores estimado a partir del valor esperado de número de trabajadores para cada empresa. Fuente: Elaboración propia con datos del DENUE (INEGI, 2010; 2020).
La delimitación del área de estudio corresponde a las zonas metropolitanas de Toluca y de Santiago Tianguistenco (Conapo; 2018; SGG EdoMéx, 2018), que integran 22 municipios.7 Para abreviar, las llamamos simplemente, Zona Metropolitana de Toluca (ZMT). La decisión de incorporar ambas zonas metropolitanas se debe a la contigüidad de sus municipios y a la continuidad del tejido empresarial entre ambas. La distancia de la ZMT a la Ciudad de México es de 40 km: menos de media hora por autopista.
Se utiliza el paquete dbmss de R para analizar los datos (Marcon et al., 2015). Los datos del DENUE se clasifican por rangos de empleo (e.g., de 1 a 5 trabajadores), con un último rango abierto (251 trabajadores y más). Para estimar los pesos, consideramos el valor esperado de empleados por empresa en función del personal ocupado total de la ZMT reportado en los Censos Económicos 2009 y 2019 (INEGI, 2009; 2019). Para el rango de 251 y más empresas, se estimó el límite máximo a partir del personal ocupado reportado para toda la ZMT en los censos económicos correspondientes (INEGI, 2009; 2019).
El Cuadro 3 sintetiza la base de datos. Algunos sectores EBT han sido integrados con el objetivo de tener agrupaciones con un número de empresas suficientes para lograr estimaciones adecuadas (Lang et al., 2020). Por ejemplo, la industria del transporte incluye las empresas del sector aeroespacial, y la industria química incluye tanto empresas del ramo químico orientadas a productos intermedios de la industria en general, como empresas del ramo farmacéutico. Las empresas de fabricación de equipo eléctrico son pocas en la ZMT, por lo que se han agrupado con las empresas de fabricación de maquinaria y equipo. Cada sector EBT consiste en 43 o más empresas en 2010, y de más de 60 empresas en 2020.
3. Resultados
3.1. Aglomeración de EBT
Los principales resultados se presentan en el Cuadro 4. La estimación de las funciones M y m se hizo bajo la hipótesis de ubicación aleatoria (Marcon et al., 2015). Las columnas 2 a 4 del Cuadro 4 presentan los resultados generales para la función M, y las columnas 5 y 6 para la función m. Los valores
Sector EBT y año | ICM | |||||
Industria del transporte | ||||||
2010 | 6.69 | 0.38 | 3.26 | 1.65 | 0.45 | 20.30 |
2020 | 6.76 | 0.19 | 23.09 | 1.95 | 1.16 | 24.99 |
Industria química | ||||||
2010 | 14.82 | 0.10 | 15.35 | 1.93 | 9.06 | 23.09 |
2020 | 6.35 | 0.19 | 18.28 | 1.98 | 9.19 | 40.81 |
Fabricación de equipo e insumos médicos | ||||||
2010 | 22.71 | 0.10 | 0.19 | 1.51 | 14.67 | 1.88 |
2020 | 34.29 | 0.10 | 0.67 | 1.87 | 17.32 | 9.19 |
Fabricación de maquinaria y equipo | ||||||
2010 | 1.70 | 3.84 | 18.23 | 1.55 | 6.76 | 0.42 |
2020 | 4.07 | 0.10 | 5.77 | 2.31 | 8.54 | 7.52 |
Fuente: Estimaciones propias con datos del DENUE (INEGI, 2010; 2020).
Por otra parte, los radios de concentración máxima por sector de EBT (r MAX M en el Cuadro 4) son más amplios en 2020 que en 2010, lo que se explicaría por el crecimiento de EBT dentro de la ZMT (Cuadro 3). Estos radios exhiben heterogeneidad por sector, lo que no sólo justifica el análisis por sector EBT, sino que se alinea con las sugerencias de la literatura citada, ya que las EBT exhiben diferentes patrones de aglomeración dependiendo del tipo de actividad y de su relación con la actividad económica local en general (e.g., 0.19 km para Fabricación de equipo e insumos médicos en 2010, y 23.09 km en la Industria del transporte en 2020).
La última columna del Cuadro 4 muestra el índice de concentración de los resultados de la función M(IC
M
), que expresa exceso de valores significativos de
Los resultados de IC M observados en la Figura 2 sugieren que existen actividades cuya presencia está extendida a lo largo de la ZMT (e.g., la Industria química en 2020), probablemente en varias concentraciones (aglomeraciones) dispersas a lo largo del espacio intrametropolitano. Dicho de otra forma, su concentración se desborda más allá de las concentraciones en las que operan (como sugieren Kerr y Kominers, 2015). En cambio, existen actividades cuya presencia se limita a sus concentraciones (en aglomeraciones estrechas, como proponen Lavoratori y Castellani, 2021). Tal es el caso de la Fabricación de maquinaria y equipo en 2010.
La Figura 3 muestra los resultados de la función M por empresa para 2010 y 2020, donde se puede apreciar la ubicación y tamaño de empresas con
Fuente: Elaboración propia utilizando el programa QGIS y con base en los resultados estimados en R (R Core Team, 2020), a partir de datos obtenidos del DENUE (INEGI, 2010; 2020).
Se identifican cuatro aglomeraciones principales en 2010, y seis en 2020. Éstas, como se ha señalado, son coaglomeraciones también en sentido estricto, ya que la evidencia apunta a la coexistencia de ambos fenómenos en las EBT de la ZMT. Cada aglomeración se identifica con los números romanos I a VI en la Figura 3. Tanto en 2010 como en 2020, la aglomeración I se compone exclusivamente de empresas de Fabricación de equipo e insumos médicos. Se ubica en el centro tradicional de negocios de Toluca, dada su vocación de servicios (laboratorios dentales y ópticos, principalmente), tal y como sugiere Castillo (2005).
También en ambos años, 2010 y 2020, la aglomeración II se ubica sobre Av. Paseo Tollocan hacia el oriente del centro del municipio de Toluca. Sobre esta misma avenida, pero en los límites entre los municipios de Toluca y Lerma, se ubica la aglomeración III (en ambos años, 2010 y 2020). Esta zona se caracteriza por su vocación manufacturera y representa el núcleo o eje toral del resto de los procesos de aglomeración observados en la Figura 3 (Rendón y Godínez, 2016). Ambas aglomeraciones concentran poco más del 50% de los empleados del total de EBT de la Industria del transporte consideradas. En la aglomeración III se concentra también más del 50% de los empleados de las EBT de la Industria química.
Si bien Rendón y Godínez sugieren una caída en la concentración de empresas del ramo del transporte (2016), la evidencia sugiere que las EBT de la Industria del transporte son parte fundamental de los procesos de aglomeración (y coaglomeración) observados. Para 2020 la aglomeración de EBT de la Industria química en las aglomeraciones II y III aumentó, mientras que la de EBT de Fabricación de maquinaria y equipo se sostuvo. En ambos casos corresponden a EBT cuyas actividades están ligadas a la fabricación de vehículos. Por ejemplo, las EBT de la Industria química son empresas orientadas a proveer insumos industriales (SCIAN 3251 a 3253). Es decir, si las aglomeraciones II y III son el eje toral de la concentración de EBT en la ZMT, entonces la Industria del transporte lo es para la aglomeración de las EBT en ambas.
La aglomeración IV en 2010 se divide en las aglomeraciones IV y V para 2020 (Figura 3). Ambas reflejan la expansión del proceso de aglomeración en las áreas tradicionalmente industriales (Castillo, 2005; Rendón y Godínez, 2016), cuya orientación ya no sólo es de centro a oriente de la ZMT (con dirección hacia la Ciudad de México), sino hacia el nororiente siguiendo la carretera Toluca-Naucalpan, en el límite entre los municipios Toluca y Lerma. En 2010 la aglomeración IV concentra actividades de Fabricación de maquinaria y equipo, particularmente de Fabricación de equipo de generación y distribución de energía eléctrica (SCIAN 3353) y Fabricación de otros equipos y accesorios eléctricos (SCIAN 3359). En 2020 la aglomeración IV retiene esta especialización en Fabricación de maquinaria y equipo, pero la aglomeración V exhibe mayor diversidad de EBT (tanto de la Industria del transporte como de la Industria química).
En 2020 surge la aglomeración VI (Figura 3) en el área de Santiago Tianguistenco al sur de la ZMT. Ésta es pequeña, y consta de solamente siete empresas de la Industria química; en específico, de Fabricación de pinturas, recubrimientos y adhesivos (SCIAN 3255). Si bien existían EBT del rubro químico en 2010, los resultados no sugieren aglomeración, quizá debido a la gradual consolidación del parque industrial en la zona. Aunque todavía son pocas las EBT que exhiben aglomeración, estos resultados sugieren una vocación especializada distinta a la del resto de las aglomeraciones (salvo la aglomeración I), que muestran proximidad entre actividades de los sectores EBT considerados.
A manera de síntesis, los hallazgos sugeridos por la Figura 3 reflejan dos posibles efectos complementarios: las EBT se concentran en áreas muy específicas del espacio intrametropolitano de la ZMT (como sugiere la literatura citada), y la aglomeración intraindustrial (por sector EBT) ocurre cada vez más en proximidad con la aglomeración de otros sectores EBT. Es decir, se observa una mayor integración de tres de los cuatro sectores EBT considerados (Industria del transporte, Industria química y Fabricación de maquinaria y equipo), sobre todo en las aglomeraciones II, III, IV y V de 2020. A diferencia de otras ciudades (por ejemplo, de Estados Unidos; véase Kerr y Kominers, 2015), la dispersión entre las aglomeraciones de la ZMT no es grande, aunque ya no se concentra solamente hacia el oriente de la ciudad (surge el nororiente como área importante de actividad de las EBT).
La coexistencia de la aglomeración y coaglomeración de sectores EBT permite establecer ciertas hipótesis sobre el encadenamiento de estos sectores y la actividad industrial de la ZMT en general. Por ejemplo, que la Industria del transporte representa un polo de atracción de otros sectores EBT, sobre todo hacia las aglomeraciones II, III, IV y V en 2020 de la Figura 3. En específico, de EBT de la Industria química y de la Fabricación de maquinaria y equipo. Si bien Rendón y Godínez hablan de su desaceleración (2016), y Vilchis et al. (2021a; 2021b), de la creciente competencia de otras zonas del centro del país (como Querétaro y el Bajío), los resultados sugieren que la Industria del transporte continúa siendo primordial para los procesos de aglomeración dentro de la ZMT (véase Ayala Espinoza, 2021). La corroboración de esto, sin embargo, queda para investigaciones futuras.
Finalmente, los resultados de la función M no son sólo a nivel de sectores EBT, sino que permiten dilucidar cuáles son las empresas que componen cada aglomeración identificada en la Figura 3. De particular interés son las EBT grandes (100 empleados o más), bajo el supuesto de que éstas incentivan la aglomeración y coaglomeración (Duranton y Puga, 2004; Faggio et al., 2020). Así, se observa que las aglomeraciones II a IV de 2010, y II a V de 2020, concentran el mayor número de EBT grandes. Por ejemplo, grandes empresas automotrices, como General Motors y Chrysler; de sistemas automotrices integrados, como HBPO, Sypris Technologies y Frenos y Mecanismos; de autopartes y carrocería, como Gestamp y Bosch; de resinas industriales, como Stahl de México y Grupo Químico Industrial de Toluca; y de resinas, hules sintéticos y fibras químicas, como Química Blantex y Teknopellets.
La naturaleza de las EBT mencionadas previamente da mayor fuerza a la hipótesis planteada a partir de los resultados obtenidos: la Industria del transporte (y sus encadenamientos con la Industria química y la Fabricación de maquinaria y equipo) constituye un eje toral del fenómeno de la aglomeración en la ZMT. Sin embargo, existe diversidad en la especialización sugerida: la aglomeración III observa incrementos en la variedad de EBT en 2020 (e.g., Aerobal y Absara Cosmetics, ligadas a la industria farmacéutica y de productos químicos de consumo diario); y también para 2020, la aglomeración IV muestra una mayor presencia de las EBT de la industria química, pero sin ningún patrón específico que indique su relación con sintéticos orientados al uso industrial (y en específico, para la Industria del transporte).
La Figura 4 muestra la densidad alrededor de las aglomeraciones de empresas detectadas, con base en los resultados de la función m por empresa para 2010 y 2020. Ésta se expresa como buffers estimados utilizando interpolación de ponderación de distancia inversa (inverse distance weighting), a partir de valores
Fuente: Elaboración propia utilizando el programa QGIS y con base en los resultados estimados en R (R Core Team, 2020), a partir de datos obtenidos del DENUE (INEGI, 2010; 2020).
El rango de cada buffer expresa el valor de
La dinámica de la densidad observada en la Figura 4 abona a los resultados observados en la Figura 3. Los buffers en 2020 se traslapan, algo que no ocurre en 2010, lo que define a dos corredores de actividad de EBT dentro de la Zona Metropolitana de Toluca: Av. Paseo Tollocan en dirección oriente, hacia Lerma; y, a partir de ahí, hacia el norte (o nororiente de la ZMT), con dirección a los parques industriales en la carretera Toluca - Naucalpan. Nuevamente, los resultados de la Figura 4 revelan posibles encadenamientos (dada su proximidad) de las EBT de la Industria del transporte, la Industria química y la Fabricación de maquinaria y equipo.
3.2. Coaglomeración de EBT
Los resultados previos sugieren la coexistencia de aglomeración y coaglomeración de EBT en la ZMT; sin embargo, la función M permite estimar la significancia estadística del fenómeno de la coaglomeración, bajo el supuesto de que la concentración de EBT de dos tipos distintos no es aleatoria (Marcon et al., 2015). La Figura 5 muestra los resultados del análisis de coaglomeración para 2010 y 2020. Cada color de los puntos en la Figura 5 muestra el sector al que cada EBT con coaglomeración significativa pertenece, y el sector EBT con el que exhibe coaglomeración (e.g., Transporte-Química). El sector de Fabricación de insumos médicos no muestra coaglomeración, un resultado esperado ya que las Figuras 3 y 4 enfatizan la proximidad entre aglomeraciones de EBT de la Industria del transporte, Industria química y Fabricación de maquinaria y equipo.
Los valores estimados máximos
Los resultados de la Figura 5 también permiten suponer procesos ligados al tamaño de las empresas coaglomeradas. La mitad de éstas, tanto en 2010 como en 2020, son EBT grandes (100 empleados o más). Esto refuerza aún más uno de los supuestos planteados, sobre que las EBT grandes incentivan la concentración de EBT en las aglomeraciones identificadas en la ZMT. También, el número de EBT grandes coaglomeradas permanece estable de 2010 a 2020, por lo que su presencia podría representar un polo de atracción para otras EBT de menor tamaño, y de distintos sectores. Tal premisa, sin embargo, está más allá de los objetivos del análisis, y requeriría un estudio detallado de los encadenamientos (o enlaces) entre sectores EBT (e.g., relaciones cliente-proveedor o transferencia de tecnología, por mencionar algunos).
Por último, la mitad de las EBT con coaglomeración significativa en la Figura 5, tanto en 2010 como en 2020, pertenecen a la Industria del transporte. Aunado a esto, los valores
Fuente: Elaboraciónpropia utilizando el programa QGIS y con base en los resultados estimados en R (R Core Team, 2020), a partir de datos obtenidos del DENUE (INEGI, 2010; 2020).
4. Conclusiones
El presente artículo presenta una perspectiva innovadora y robusta para abordar el análisis de las concentraciones de EBT en el espacio intraurbano de una ciudad mexicana. Su principal aportación teórica es la identificación de patrones de aglomeración y coaglomeración de EBT intrametropolitanos en México (y en la ZMT en específico) sugeridos en la literatura; pero también, la desconcentración de la aglomeración y coaglomeración de EBT en la ZMT en particular, con el surgimiento de nuevos núcleos hacia el nororiente. Si bien la estructura urbana de la ZMT es policéntrica (Castillo, 2005), la aglomeración y coaglomeración de las EBT no está tan dispersa, como sugieren Kerr y Kominers (2015) en su análisis para Estados Unidos, sino que se desprende del ya consolidado núcleo industrial al oriente del centro de la ZMT (sugerido por Rendón y Godínez, 2016), entre los municipios de Toluca y Lerma.
Por otro lado, también destaca la evidencia de la importancia de la industria del transporte en los procesos de aglomeración y coaglomeración de las EBT en la ZMT. El análisis del presente artículo se ve limitado por la falta de disponibilidad de información sobre encadenamientos o colaboraciones entre EBT. En este sentido, cualquier argumento sobre este hallazgo es meramente un supuesto, una hipótesis para futuras investigaciones. Sin embargo, los resultados apuntan a que la concentración de las EBT en la ZMT está ligada, y quizá responde, a la integración de sectores como la Industria química y la Fabricación de maquinaria y equipo hacia las actividades de la Industria del transporte.
Desde un punto de vista metodológico, el principal aporte del análisis es el uso de métodos de análisis de puntos, específicamente las funciones M y m, para identificar patrones multiescalares (y desagregados) de aglomeración y coaglomeración. Como sugieren Rosenthal y Strange (2020) y Arauzo-Carod (2021), la disponibilidad de datos georreferenciados hace posible comprender los procesos de aglomeración y coaglomeración a escalas de análisis más finas. Estos métodos no han sido aplicados al caso mexicano, y existen pocos a nivel global. El presente análisis, al ser un primer acercamiento a los métodos utilizados, representa una herramienta didáctica y útil para los interesados en la aglomeración y coaglomeración de EBT.
El análisis permite plantear también supuestos sobre los factores o mecanismos detrás de los patrones de aglomeración y coaglomeración de EBT observados. Y éstos, a su vez, permiten elaborar algunas líneas de política basadas en incentivar ambos patrones.
La dinámica de la aglomeración y coaglomeración entre 2010 y 2020 sugiere una tendencia hacia la consolidación de ambas: la aglomeración y coaglomeración coexisten y se traslapan en la ZMT, sobre todo entre EBT de la Industria del transporte, la Industria química y la Fabricación de maquinaria y equipo. Resulta pertinente plantear este proceso localizado en función de la “fragmentación” global de la producción, aunado a la creciente localización dispersa de las áreas de innovación, ligadas a las cadenas de valor globales (Breznitz, 2021; Vilchis et al., 2021b).
Dicho lo anterior, el situar los hallazgos bajo este panorama global permite suponer que, si existen posibles encadenamientos, dados los patrones de aglomeración y coaglomeración de las EBT, resulta posible plantear que éstos responden a una lógica de innovación incremental; ésta, entendida como la introducción de mejoras (e.g., uso de tecnología) para integrar la producción local a los estándares de las cadenas de valor globales (Moreno-Brid, 2016; Villarreal et al., 2016a; 2017). Dicho esto, toda política de fomento a la aglomeración y coaglomeración de EBT como motor de desarrollo económico partiría del learning-by-doing o el aprendizaje en función de actividades EBT localmente consolidadas (OCDE, 2009; Moreno Brid, 2016).
En el caso de México, y de la ZMT en particular, estas políticas deberán estar ligadas a las trayectorias locales de los patrones de aglomeración y coaglomeración; como, por ejemplo, la consolidación de las dinámicas identificadas alrededor de la Industria del transporte (Rendón y Godínez, 2016; Ayala Espinoza, 2021). Una primera estrategia sería el desarrollo de infraestructura que incentive la aglomeración y coaglomeración; pero no sólo física (e.g., ampliación de parques industriales), sino de mecanismos institucionales que generen incentivos a la concentración de EBT, particularmente por el lado de la demanda (e.g., políticas de encadenamientos cliente-proveedor locales o programas de colaboración entre EBT; véase Porto-Gomez et al., 2019).
Ligado a la sugerencia previa, resultaría pertinente la delimitación de estrategias hacia una especialización inteligente, entendida como la especialización de las EBT en áreas comunes (o nichos de mercado en común) en las que exhiban ventajas respecto a otras tanto dentro como fuera de México (Villarreal et al., 2017; Breznitz, 2021). Esto también implicaría una estrategia paralela local, en la que las políticas de encadenamientos cliente-proveedor locales o programas de colaboración establecidos estén alineados al objetivo de incrementar la competitividad de las EBT en la ZMT en función de sus fortalezas en común.
Por último, los resultados sugieren que las EBT en la ZMT continúan en una tendencia hacia una mayor concentración espacial. Esto, de cara a posibles cambios debido a la reciente pandemia de COVID-19, va acorde a los hallazgos internacionales que sugieren una mayor intensidad de concentración. Un análisis futuro clave será contrastar los resultados de este trabajo con los cambios detectados por los datos de los siguientes censos económicos. Y finalmente, este trabajo no ha abordado la concentración de los servicios intensivos en conocimiento, por lo que resultaría enriquecedor en el futuro contrastar los hallazgos del presente artículo con los patrones de aglomeración y coaglomeración de este tipo de servicios.