INTRODUCCIÓN
La depresión es definida en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales(DSM-5) como “la desregulación disruptiva del estado de ánimo” caracterizado por “la presencia un ánimo triste, vacío o irritable, acompañado de cambios somáticos y cognitivos que afectan significativamente la capacidad funcional del individuo” (Asociación Psiquiátrica Americana, 2014); además, estimaciones para el año 2020 dicen que la depresión será la segunda enfermedad que más incapacidad cause entre la población y esto ocasionará un alto impacto en la vida productiva de los individuos (Murray & López, 1996).
Este trastorno del estado de ánimo es el resultado de interacciones complejas entre factores biológicos, psicológicos y sociales, consistentemente su prevalencia es mayor en mujeres que en hombres a razón de 2:1 (Lazarevich & Mora-Carrasco, 2008), ello debido a factores biológicos relacionados con los niveles estrogénicos, los cuales ejercen una regulación importante en las funciones cerebrales, produciendo a su vez modificaciones en el estado de ánimo y la conducta, en diversos periodos o etapas de la vida; por ejemplo, en el síndrome premenstrual, postparto, pre-menopausia y postmenopausia (Vega-Rivera, López, Páez, Castro & Estrada, 2013).
Además las mujeres a nivel psicológico y social están frecuentemente sometidas al desempeño de múltiples roles con sobrecarga de trabajo que les genera estrés y tensión (Lazarevich & Mora-Carrasco, 2008). Por su parte, Gámez, Arteaga & Bastidas (2012) reportan que el 43% de las mujeres tienen conflictos en su sexualidad debido a problemas emocionales, entre los que se encuentra la depresión. En el caso de los hombres la depresión tiende a ser enmascarada frecuentemente con un elevado consumo de alcohol, drogas y violencia (Lazarevich & Mora-Carrasco, 2009).
La depresión es más que un estado de tristeza y afecta a una gran parte de la población joven mexicana (Wagner, González-Forteza, Sánchez-García, García & Gallo, 2012). Otra investigación con jóvenes de bachillerato de la zona centro de México reporta que la sintomatología depresiva elevada se encuentra presente en el 15.6% de los jóvenes (Veytia, González, Andrade & Oudhof, 2012).
En el ámbito universitario los jóvenes estudiantes son un grupo vulnerable para la depresión por los niveles de estrés, alteraciones en sus hábitos de sueño y disminución en la actividad física, entre otras (Piñaet al., 2015), se ha identificado además que los estudiantes del área de la salud tienen mayor propensión a la depresión que otras áreas del conocimiento debido a factores como la presión escolar, el dolor ajeno, la competitividad, así como la falta de tiempo para realizar actividades recreativas, entre otras (Soria, Ávila & Morales, 2015).
Un estudio con estudiantes mexicanos del área de la salud reportó que el 39.3% presentó sintomatología depresiva elevada, siendo estas cifras superiores a la población general y además significativamente mayor en las mujeres (Guerreroet al., 2013). La depresión puede influir en la actividad sexual de dos formas: 1) Disminuyendo su frecuencia hasta llegar a la abstinencia sexual; o 2) Incrementando la actividad sexual de forma importante, principalmente con encuentros sexuales de riesgo con múltiples parejas como no usar condón en sus relaciones sexuales (Sethet al., 2011).
Otro estudio en los Estados Unidos de América reportó que mujeres jóvenes con depresión leve usaron menos anticonceptivos, entre el 10% y 15%; en cambio, las que tenían depresión moderada o severa el 69% no usaron anticonceptivos (Hall, Moreau, Trussell & Barber, 2013).
Anticonceptivos
Una de las consecuencias de no usar métodos anticonceptivos es tener embarazos no planeados que constituye un problema de salud pública. Los anticonceptivos se clasifican en: naturales, hormonales y condón o barrera. Los naturales son aquellos que se basan en conocer la fisiología de la ovulación para prevenir embarazos, sin utilizar fármacos, entre los que se encuentra: el coito interrumpido (eyacular afuera del canal vaginal), método de calendario (abstención en los días fértiles), temperatura basal (cuantificar la temperatura todos los días y en los días que esta aumenta abstenerse de tener relaciones sexuales coitales vaginales) y revisión de moco cervical todos los días y llevar a cabo la abstinencia cuando el moco cervical haga hebra.
Los anticonceptivos hormonales son aquellos que impiden la ovulación, entre los que se encuentran la píldora de toma diaria, inyección mensual, implante subdérmico de larga duración, parche dérmico, anillo vaginal o dispositivo intrauterino con hormonas. El condón es un método de barrera que impide el acceso de los espermatozoides por el canal vaginal y cervical, además previene de infecciones de transmisión sexual impidiendo el contacto con los fluidos genitales (Navarroet al., 2014).
La baja frecuencia de uso de métodos anticonceptivos, específicamente el condón, así como el mal empleo de los mismos pone en riesgo a los jóvenes o a sus parejas a embarazarse y/o a adquirir infecciones de transmisión sexual (Hurtado-de-Mendoza & Olvera, 2013), incluyendo la infección de Virus de Inmuno Deficiencia Humana (VIH) que ocasiona el Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (Sida). De acuerdo al Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (2014), el 95% de los casos acumulados de esta infección, la vía de adquisición fue por contacto sexual, teniendo como agravante que el 50% de personas infectadas por el virus del VIH no lo saben en fases tempranas, además de que es en la adolescencia y juventud cuando más frecuentemente se adquiere este virus.
Los comportamientos de riesgo sexual se han asociado tanto a la depresión como a la sintomatología depresiva elevada, en investigaciones nacionales e internacionales (Hallet al., 2013;Reyes-Moraleset al., 2013). Sin embargo, se requieren más estudios con poblaciones mexicanas diversas para documentar las similitudes y diferencias entre ellas y, de manera específica, si el nivel de educación o el tipo de carrera que estudian se relacionan de manera particular con el uso o no de métodos anticonceptivos y sintomatología depresiva elevada.
Por ello, el objetivo de la presente investigación fue identificar la influencia que hay entre la sintomatología depresiva elevada (SDE) con el uso de métodos anticonceptivos y sus fallas en estudiantes universitarios mexicanos del área de la salud. El punto de partida considera la posible paradoja de que quienes tendrían mayores conocimientos acerca de la salud y la reproducción humana presenten al mismo tiempo situaciones depresivas que los lleven a presentar problemas en cuanto al uso de métodos anticonceptivos.
MATERIALES Y MÉTODOS
Diseño
Se llevó a cabo un estudio transversal no experimental en 2014 a estudiantes de dos universidades públicas del centro de la República Mexicana de un total de 8000 alumnos en ambas escuelas de las licenciaturas en Medicina, Psicología, Enfermería y Odontología.
Muestra
Con el propósito de tener una muestra representativa de alumnos de las universidades participantes así como de las licenciaturas de ambos turnos y de primero a sexto año escolar, se calculó el tamaño de la muestra usando la fórmula de diferencia de proporciones con un poder de 99% tomando en cuenta OR’s de 1.4 en promedio de acuerdo a reportes de artículos similares, razón 1-1 y se agregó un 20% por posibles pérdidas.
Se aplicaron dos instrumentos tipoLikert(ver más adelante) a 2640 alumnos, de los cuales fueron excluidos 787 (29.8%) por no haber iniciado vida sexual coital al momento de la aplicación de los instrumentos. La muestra quedó conformada por 1853 estudiantes que cumplieron con los siguientes criterios de inclusión: tener vida sexual activa, edad entre 18 a 24 años, estudiar Medicina, Enfermería, Psicología y Odontología y haber firmado el consentimiento informado; de los cuales 1276 (68.8 %) fueron mujeres y 577 (31.2%) hombres.
Instrumentos
1) Cuestionario de datos sociodemográficos. 2) Escala de Depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos (CES-D-R) creada por Radloff (1977), en formato autoaplicable que consta de 20 reactivos que evalúan la presencia de síntomas depresivos en los últimos 7 días con puntajes de frecuencia que van de 0 a 3: (0 =ningún día, 1 =uno a dos días, 2 =de tres a cuatro díasy 3 =de cinco a siete días), por lo que el puntaje total de la escala puede fluctuar entre 0 y 60 puntos. En un estudio en una muestra universitaria se reportó un alfa de Cronbach de 0.83 (González-Fortezaet al., 2011). En el presente estudio la consistencia interna fue de 0.87; y el punto de corte establecido en función de la media más una desviación estándar fue de 23.6 para los hombres y 26.6 para mujeres para determinar la presencia o no de sintomatología depresiva elevada. 3) Cuestionario Sobre Sexo en Estudiantes Universitarios (SSEU) de Pulidoet al. (2013), que consta de 5 dimensiones que en su versión original completa obtuvo un alfa de Cronbach de 0.81. En el presente estudio la consistencia interna fue de 0.78. Conforme al objetivo de esta investigación se utilizó únicamente la dimensión de Uso de Anticonceptivos que consta de 4 preguntas para registrar la frecuencia del uso de: 1) anticonceptivos naturales (¿Has utilizado tú o tu pareja alguno de los siguientes métodos como estrategia anticonceptiva coito interrumpido, días menos fértiles, temperatura basal o revisión de moco?); 2) hormonales (¿Has utilizado o tu pareja algún método anticonceptivo como píldora diaria, inyección, implante, parche, anillo vaginal o DIU?); 3) acerca del uso de condón (¿Has tenido sexo sin protección (usar condón tú o tu pareja?; y 4) fallas en su uso, (¿Has cometido errores o te han sucedido accidentes a ti o a tu pareja en el uso de anticonceptivos como ruptura de condón, olvidar la píldora o la fecha?). Con opciones de respuesta: siempre, algunas veces, alguna vez o nunca; y además se preguntó sobre el número de parejas sexuales y edad de inicio de las relaciones sexuales coitales.
Consideraciones éticas y procedimiento
El proyecto fue valorado y aprobado con el registro 2014/10 por el Comité de Ética del Centro de Investigación en Ciencias Médicas de la Universidad Autónoma del Estado de México. La administración de los cuestionarios en formato auto aplicable se realizó en forma grupal en los salones de clase, aproximadamente con duración de 20 min., previo proceso de información y firma de consentimiento informado por los alumnos.
Análisis estadísticos
Se empleó la prueba de χ² para identificar la asociación de la SDE, tomando como punto de corte la media más una desviación estándar en cada sexo con la finalidad de tomar en cuenta las diferencias entre hombres y mujeres, por lo que el punto de corte para hombres fue arriba de 23.6 puntos y para las mujeres de 26.6; con el uso de métodos anticonceptivos naturales, hormonales, condón y fallas en su uso; se realizaron tablas de contingencia 22 para determinar si las diferencias entre los grupos se debieron al azar o no, con un nivel de error alfa de 0.05.
De igual forma se estimaron regresiones logísticas para valorar la influencia del uso de métodos anticonceptivos, condón y fallas en su uso controlando simultáneamente por edad, sexo, año escolar, si vivían con sus padres, haber tenido múltiples parejas e iniciado a temprana edad actividad sexual coital. Estos resultados se reportaron como Odds Ratio ajustados (OR) con intervalos de confianza del 95% (IC95%) y fueron considerados significativos al nivel estadístico aquellos valores p menores a 0.05. Los datos se procesaron en el programa estadístico libre GNU PSPP versión 0.8.5.
RESULTADOS
La mediana de edad es 21 años igual para hombres y mujeres. Los hombres que cursan de 1er a 3er año son el 56.7% y de 4to a 6to año el 43.3%; las mujeres que cursan de 1er a 3er año son el 58.5% y de 4to a 6to año 41.5%, sin diferencias entre ambos grupos. El 97% de los hombres y el 90% de las mujeres son solteras con diferencias estadísticamente significativas (χ² = 25.4, p < 0.05). Viven con sus padres el 87% de los hombres y el 85.2% de las mujeres, sin diferencias estadísticamente significativas. Han tenido cuatro o más parejas sexuales en la vida, los hombres el 37.1% y de las mujeres 19% con diferencias estadísticamente significativas (χ² = 70.3,p< 0.05).
Las mujeres presentaron mayor proporción de sintomatología depresiva elevada (17.2%) que los hombres (13.3%), con diferencias estadísticamente significativas (χ² = 4.48,p< 0.05) respecto a la edad de inicio de relaciones sexuales, los hombres iniciaron antes que las mujeres 17.0 años (DE ± 2) y ellas a los 17.6 años (DE ± 1.8) con diferencias significativas (χ² = 57.1,p< 0.05) (tabla 1).
Total N=1853 |
Hombres n=577 (31.2%) |
Mujeres n= 1276 (68.8%) |
|||||
n | % | n | % | X2 | p | ||
Año escolar que cursa | 1 a 3 años | 327 | 56.7 | 746 | 58.5 | 0.538 | 0.469 |
4ª 6 años | 250 | 43.3 | 530 | 41.5 | |||
Estado civil | Soltero/a | 560 | 97.1 | 1153 | 90.4 | 25.4 | 0.001 |
Casado/a | 17 | 2.9 | 123 | 9.6 | |||
Vive con | Padres | 502 | 87.0 | 1087 | 85.2 | 1.07 | 0.301 |
Otros/pareja | 75 | 13.0 | 189 | 14.8 | |||
Cuatro ó más parejas | Si | 214 | 37.1 | 242 | 19.0 | 70.3 | 0.001 |
No | 393 | 62.9 | 1034 | 81.0 | |||
SDE | Si | 77 | 13.3 | 220 | 17.2 | 4.48 | 0.034 |
No | 500 | 86.7 | 1056 | 82.8 | |||
Media | DE* | Media | DE* | T student | p | ||
Edad de inicio de relaciones sexuales coitales N=1851 ** | 17.0 | 2.0 | 17.6 | 1.8 | -5.85 | 0.001 |
Nota de la tabla:
* DE: Desviación Estándar
** Se eliminaron a 2 personas que habían respondido en la edad de inicio de actividad sexual 3 y 5 años.
Fuente: Elaboración propia basada en los instrumentos aplicados (N = 1853)
Al analizar la asociación de la SDE con el uso de métodos anticonceptivos naturales (coito interrumpido, método de revisión de moco cervical, temperatura basal o calendario), no se obtuvo asociación estadísticamente significativa tanto para el grupo de hombres como de mujeres; sucediendo lo mismo para la variable de uso de anticonceptivos hormonales (píldora diaria, inyección, parche dérmico, implante subdérmico, anillo vaginal o DIU con hormonas), lo que indica que el usar o no algún tipo de método anticonceptivo no se relaciona con la presencia o ausencia de SDE (tabla 2).
*Uso de anticonceptivos naturales N = 1853 | ** Uso de anticonceptivos hormonales N = 1853 | ||||||||||||
Sexo | SDE | Si usa n= 991 | No usa n= 862 | Valor | Si usa n= 730 | No usa n= 1123 | Valor | ||||||
n | % | n | % | X2 | p | n | % | n | % | X2 | p | ||
Hombres | Si SDE | 37 | 48.0 | 40 | 52 | 0.024 | 0.877 | 24 | 31.0 | 53 | 69 | 0.214 | 0.644 |
No SDE | 245 | 49.0 | 255 | 51 | 143 | 29.0 | 357 | 71 | |||||
Mujeres | Si SDE | 131 | 59.5 | 89 | 40.5 | 1.70 | 0.191 | 100 | 45.5 | 120 | 54.5 | 0.191 | 0.662 |
No SDE | 578 | 55.0 | 478 | 45 | 463 | 44.0 | 593 | 56 |
Notas de la tabla:
*Coito Interrumpido, método Billings, temperatura basal o calendario.
**Píldora diaria, inyección, parche dérmico, implante subdérmico, anillo vaginal o DIU
Fuente: Elaboración propia basada en los instrumentos aplicados N = 1853
En la tabla 3 respecto a la asociación de la SDE con el uso del condón en todos los coitos, en los hombres no se observa asociación estadísticamente significativa entre ambos grupos, en cambio las mujeres con SDE presentan asociación significativa con no usar condón (82%) a diferencia de las mujeres sin SDE (72%), χ² = 9.65,p< 0.05). Tener fallas en el uso de métodos anticonceptivos como olvidar tomar la píldora, aplicar la inyección u olvido de los días fértiles o que se rompa el condón, en los hombres no hay diferencias estadísticamente significativas entre los que tienen SDE y los que no la presentan; en cambio en las mujeres con SDE tienen más fallas al usar los métodos anticonceptivos o condón (43%vs. 35%) respecto a las que no tienen SDE, (χ² = 5.59,p< 0.05).
Uso de condón en todos los coitos N=1853 | *Fallas en uso de métodos anticonceptivos N = 1853 | ||||||||||||
Sexo | SDE | Si usan= 518 | No usa n= 1335 | Valor | Si tienen= 649 | No tiene n= 1123 | Valor | ||||||
n | % | n | % | X2 | p | n | % | n | % | X2 | p | ||
Hombres | Si SDE | 18 | 23.0 | 59 | 77.0 | 3.07 | 0.079 | 32 | 42 | 45 | 11.5 | 3.39 | 0.065 |
No SDE | 167 | 33.0 | 333 | 66.0 | 155 | 31 | 345 | 69.0 | |||||
Mujeres | Si SDE | 39 | 18.0 | 181 | 82.0 | 9.65 | 0.002 | 95 | 43 | 125 | 57.0 | 5.59 | 0.018 |
No SDE | 294 | 28.0 | 762 | 72.0 | 367 | 35 | 689 | 65.0 |
Notas de la tabla:
* Olvido de tomar píldora, inyección, ruptura de condón, olvido de días fértiles.
Fuente: Elaboración propia basada en los instrumentos aplicados N = 1853.
Se muestran los Odds Ratio para identificar los factores que influyen en el uso de métodos anticonceptivos naturales, hormonales, condón y tener fallas en su uso (tabla 4). Para el uso de anticonceptivos naturales hay mayor posibilidad de no utilizarlos: el ser mujer, haber tenido 4 o más parejas sexuales en la vida y haber iniciado vida sexual coital antes de los 16 años. Para el uso de anticonceptivos hormonales tienen mayor probabilidad de no usarlos los que tienen más edad, el ser mujer (OR= 2.0, IC95%,1.6:2.6); tener cuatro o más parejas sexuales en la vida (OR= 1.3, IC95%, 1.0:1.6). Y el hecho de ser soltero/a disminuye la probabilidad de usar anticonceptivos naturales.
Uso de anticonceptivos naturales | Uso de anticonceptivos hormonales | Uso de condón | Fallas en el uso de anticonceptivos | |||||||||
Variable | OR | *IC 95% | p | OR | *IC 95% | p | OR | *IC 95% | p | OR | *IC 95% | p |
SDE | 1.1 | 0.9-1.4 | 0.462 | 1.0 | 0.8-1.3 | 0.860 | 0.6 | 0.5-0.9 | 0.004 | 1.4 | 1.1-1.8 | 0.010 |
Edad | 1.0 | 1.0-1.1 | 0.417 | 1.2 | 1.1-1.3 | 0.001 | 0.8 | 0.8-0.9 | 0.001 | 1.1 | 1.0-1.1 | 0.115 |
Sexo (mujer) | 1.4 | 1.1-1.7 | 0.001 | 2.0 | 1.6-2.6 | 0.001 | 0.7 | 0.5-0.8 | 0.001 | 1.3 | 1.1-1.7 | 0.012 |
Estado civil(soltero) | 0.9 | 0.6-1.4 | 0.711 | 0.3 | 0.2-0.5 | 0.001 | 3.7 | 1.9-7.0 | 0.001 | 1.0 | 0.7-1.4 | 0.882 |
Vive con sus padres | 0.9 | 0.7-1.2 | 0.565 | 0.9 | 0.8-1.3 | 0.694 | 1.1 | 0.8-1.5 | 0.589 | 0.8 | 0.6-1.0 | 0.039 |
Múltiples parejas (más de 4 parejas) | 1.3 | 1.1-1.7 | 0.013 | 1.4 | 1.1-1.8 | 0.003 | 0.4 | 0.3-0.6 | 0.001 | 1.7 | 1.3-2.1 | 0.001 |
Inicio vida sexual coital (16 años o menos) | 1.4 | 1.1-1.7 | 0.005 | 1.1 | 0.9-1.4 | 0.426 | 0.7 | 0.5-0.9 | 0.002 | 1.3 | 1.0-1.6 | 0.035 |
Notas de la tabla:
*IC Intervalo de Confianza
Ajustado simultáneamente por todas las variables en la tabla (v.gr., SDE, edad, sexo, estado civil, con quien vive, múltiples parejas e inicio temprano de relaciones sexuales).
Fuente: Elaboración propia basada en los instrumentos aplicados N = 1853
En cuanto a usar condón tienen 40% menor probabilidad los que presentan SDE (OR= 0.6 IC95%, 0.5:0.9), los de edad menor tiene un 20% menor probabilidad de usarlo (OR= 0.8 IC95%, 0.8:0.9); ser mujer 30% menos posibilidad (OR= 0.7, IC95% 0.5:0.8), haber tenido múltiples parejas (OR= 0.4, IC95%, 0.3-0.6) haber iniciado actividad sexual antes de los 16 años tienen el 30% menor de probabilidad de usarlo (OR= 0.7, IC95%, 0.5:0.9). En cambio los solteros tienen casi cuatro veces mayor probabilidad de utilizar condón (OR= 3.7, IC95%,1.9:7.0.)
Por último, respecto a las fallas en el uso de anticonceptivos y condón, los alumnos que presentaron SDE tienen 1.4 veces más probabilidad de incurrir en fallas de uso (olvido de los días fértiles, de tomar la píldora, de aplicar inyección, o tener ruptura de condón) (OR)= 1.4, IC95%, 1.1:1.8, ser mujer (OR)= 1.1, IC95%, 1.0:1.1, haber tenido 4 o más parejas sexuales (OR)= 1.7, IC95%, 1.3:2.1 y los que iniciaron actividad sexual coital antes de los 16 años de edad (OR)= 1.3 IC95%, 1.0:1.6.
DISCUSIÓN
El objetivo del presente estudio fue identificar la asociación de la sintomatología depresiva elevada (SDE) con el uso de métodos anticonceptivos y sus fallas en estudiantes universitarios de la salud en la zona centro de México. La mayoría de los estudiantes eran solteros y vivían con sus padres, siendo más las mujeres quienes vivían en pareja o en matrimonio, coincidiendo esto con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2015).
Los hombres habían tenido más parejas sexuales coitales en su vida que las mujeres coincidiendo también con otras investigaciones (Azwihangwisi & Teka, 2016;Gayet & Gutiérrez, 2014;González-Serrano & Hurtado-de-Mendoza, 2013) que reportan que los hombres tienen más parejas sexuales que las mujeres, en una cultura donde a los hombres se les aplaude y fomenta el tener múltiples parejas sexuales.
En este estudio se observó lo mismo que en el de García-Vega, Menéndez, García & Rico (2010) respecto a la edad de inicio de relaciones sexuales coitales, en donde los hombres iniciaron a menor edad comparados con las mujeres, algunos autores determinan que esto está dado también por los aprendizajes de género, respecto a las exigencias sociales en relación a la sexualidad, diferentes para hombres y mujeres (Pérez-Jiménez & Orengo-Aguayo, 2012).
En relación a la edad de inicio de relaciones sexuales coitales, en este estudio la media fue de 17 años y relacionando esto con la escolaridad podemos considerar que la mayoría estaba cursando entre el segundo y tercer año de bachillerato o preparatoria cuando ello sucedió, por lo que los esfuerzos de prevención y educación para la sexualidad plena, saludable y responsable tienen que ser aplicados en forma constante desde la educación secundaria.
Es importante considerar que la población universitaria estudiada en la presente investigación tiene cuatro años en promedio llevando a cabo relaciones sexuales coitales, de acuerdo a la mediana de la edad de los alumnos que es de 21 años y la media de edad de inicio de relaciones sexuales de 17 años, por lo que es indispensable que el proceso de educación de la sexualidad sea constante para reafirmar hábitos saludables a los que iniciaron actividad sexual previamente y para los que aún no la inician, tengan la información adecuada para el momento que inicien su actividad sexual coital.
La SDE es más frecuente en mujeres que en hombres (17.2% vs. 13.3%) con diferencias significativas, coincidiendo esto con lo publicado con otros autores, tanto con la prueba de tamizaje CES-D como en otras (González-Forteza, Hermosillo, Vacio-Muro, Peralta & Wagner, 2015). En relación a los estudiantes universitarios se ha documentado consistentemente que los del área de la salud presentan altos niveles de SDE y diagnóstico de depresión (Fouilloux, Barragán, Jaimes, Urrutia, Guevara-Guzmán, 2009;Niño-Avendaño & Ospina, 2012).
Tanto los que presentan SDE como los que no la presentan, utilizan anticonceptivos hormonales y naturales; sin embargo, las mujeres con SDE utilizan menos condón en sus relaciones sexuales que las que no tienen SDE (82%vs. 72%), concordando ello también con otras investigaciones en poblaciones distintas (Morokoffet al., 2009). Las mujeres que estudian carreras relacionadas con la salud no están exentas de problemáticas que afectan a otro tipo de población, por lo que es importante diagnosticar a las mujeres con SDE en etapas tempranas para tratarlas en forma oportuna con la finalidad de que tengan las habilidades de negociar el uso de condón en sus relaciones sexuales además de mejorar su calidad de vida.
En relación a las fallas en el uso de métodos anticonceptivos que contempla también en el uso del condón, en los hombres con y sin SDE no hay diferencias entre los grupos, en cambio en las mujeres que tienen SDE incurren en más fallas en el uso de cualquier anticonceptivo comparándolas con las que no tienen SDE (43% vs. 35%); lo que coincide con lo publicado en el estudio realizado por Hallet al. (2013) en un estudio longitudinal de un año, en el cual encontraron que la sintomatología depresiva es un predictor de conductas sexuales de riesgo en jóvenes estudiantes ya que no usaban anticonceptivos ni condón.
Al respecto algunos autores señalan que hay otros factores involucrados para no usar métodos anticonceptivos y/o condón, como son los aprendizajes de género, en donde se ha demostrado que los hombres utilizan condón principalmente con parejas ocasionales para no adquirir alguna infección de transmisión sexual (ITS) y no así con parejas estables y conocidas con las que consideran que no tienen riesgo de alguna infección (Uribe, Andrade & Zacarías, 2009; Wordofa & Shiferaw, 2015).
Es importante la detección temprana de SDE a través de la CES-D, ya que es viable por su fácil aplicación grupal en las escuelas preparatorias y universidades a fin de identificar y referir a los estudiantes con SDE para su manejo, pues por las características mismas de la depresión, como son los sentimientos de infravaloración, obstaculizan una comunicación adecuada y asertiva con sus parejas y ello, a su vez, les impide una adecuada negociación del uso de métodos anticonceptivos y condón.
Una adecuada comunicación y equidad entre las parejas dan mejores resultados respecto al uso adecuado del condón, además se ha comprobado que la comunicación efectiva es un facilitador para el uso consistente del condón (Uribe, Andrade, Zacarías & Betancourt, 2013; Valencia & Canaval, 2012). Lo mismo sucede con el uso de métodos anticonceptivos naturales, que no son la mejor opción contraceptiva; sin embargo, debe haber una adecuada comunicación entre la pareja para ellos funcionen de la mejor forma, sobre todo en conjunto con otros métodos como el condón.
Es importante brindar educación sexual a estudiantes de secundaria, bachillerato y licenciatura con la intención de erradicar los mitos en torno a los temas de sexualidad y disminuir los embarazos no planeados e infecciones de transmisión sexual, utilizando adecuadamente los métodos anticonceptivos más eficaces y el uso correcto del condón por su doble función: la primera anticonceptiva y la segunda preventiva de infecciones de transmisión sexual.
CONCLUSIONES
Es preciso reconocer que una limitante importante del presente estudio es que al ser un estudio transversal no se conoce la temporalidad de los eventos y en ese sentido no es posible determinar si la SDE ocurrió antes o después de la mala utilización de métodos anticonceptivos y condón. Lo que además propicia preguntas para nuevas investigaciones, incluyendo investigaciones cualitativas para indagar por qué la SDE no influye directamente en el no uso de anticonceptivos naturales y hormonales y el por qué se relaciona con el no uso del condón y tener fallas en el uso de anticonceptivos.
La SDE es un problema encontrado en esta población universitaria, relacionándose en forma directa con el uso inadecuado de métodos anticonceptivos y condón, lo que conlleva a riesgos para embarazos no planeados y/o para adquirir ITS, por lo que la detección temprana de la sintomatología depresiva elevada y acciones de intervención oportuna para disminuirla o erradicarla pueden coadyuvar a que las estrategias educativas en sexualidad responsable tengan resultados efectivos en el autocuidado de la salud sexual, reflejándose directamente en un menor número de embarazos no planeados así como de ITS en los jóvenes universitarios.