Introducción
Las personas que trabajan en las calles o al aire libre son los trabajadores informales más visibles (Chen, 2012) y pueden ser considerados microempresarios informales. El origen del precepto de economía informal surge durante los postulados de Hart (1973) sobre un modelo dual de oportunidades de ingresos, basado en la distinción entre el empleo remunerado y aquel desarrollado por cuenta propia, siendo este último al que se denominó “informalidad”. Las condiciones de trabajo y el nivel de ingresos difieren notablemente, se consideró que la economía informal está caracterizada por: 1) la penuria de los obstáculos al ingreso, en aptitudes, el capital y la organización; 2) la propiedad familiar; 3) lo reducido de la escala de operaciones; 4) el empleo de métodos de producción de gran cantidad de mano de obra y de tecnologías obsoletas; y 5) la existencia de mercados no regulados y competitivos (Klein & Tokman, 1988; Sethuraman, 1981).
La escuela dualista o de exclusión refiere a las actividades informales como marginales, por la necesidad de sobrevivir y desempeñar cualquier actividad que les permita obtener un ingreso y una red de seguridad en tiempos de crisis (Hart, 1973; Organización Internacional del Trabajo [OIT], 1972; Sethuraman, 1976; Tokman, 1978). Por su parte, la escuela estructuralista se aboca desde la organización del entarimado empresarial, explicando a microempresas y trabajadores (informales) desde su valor útil de reducir los costos de insumos y mano de obra y, con esto, aumentar la competitividad de las grandes empresas (Castells & Portes, 1989; Moser, 1978). Este dinamismo empresarial descrito por Hart (1990) como un recurso “que la gente retoma en sus propias manos, parte del poder económico que trataron de negarle los agentes centralizados”. Esto supone una lucha por sobrevivir en el mercado de trabajo como una disputa contra la elite de quienes participan en él formalmente.
Dentro del debate sobre las razones de la economía informal, la escuela voluntarista difiere en quiénes participan en ella porque deliberadamente tratan de evitar reglamentaciones y la fiscalidad, pero como resultado de su propio deseo, denominado escape (Chen, 2012; Maloney, 2003). Según los estudiosos, la escuela legalista aporta la elección de trabajar de manera informal a fin de evitar los costos, el tiempo y el esfuerzo del registro formal, pero como una consecuencia de los procedimientos de registro formal y, además, que requieren derechos de propiedad para hacer que sus activos sean legalmente reconocidos (Chen, 2012; De Soto, 1989, 2000).
Por otra parte, Calderón (2018) conceptualiza a la economía informal como también subterránea, agrupando aquellas actividades que carecen de reglamentación institucional, de tecnologías, de formas avanzadas de producción y de una división del trabajo establecida por la Organización Mundial de Comercio (WTO, por sus siglas en inglés). En cambio, Williams (2015) se refiere al sector informal como empresas que no están registradas y al empleo informal como trabajo que carece de protecciones sociales o legales básicas o beneficios de empleo.
Así pues, el objetivo de esta investigación consistió en brindar un panorama general de las características de los jefes de familia mexicanos que se encuentran en el sector microempresarial informal más visible, así como determinar el rendimiento de su trabajo, para destacar la diferencia de elección entre un trabajo formal e informal, con el fin de conocer si la elección que los motiva a la informalidad es por escape o exclusión, y con esto completar o actualizar el debate multidimensional sobre los factores que influyen en este proceso. Para esto, se comparó el rendimiento de los ingresos de las personas en trabajos formales con los de aquellas que trabajan de forma ambulante, a saber, de casa en casa, en un puesto improvisado en la vía pública, en el domicilio de los clientes, en un puesto fijo en la calle, en un puesto semifijo o en un campo a cielo abierto, ya que estos trabajadores son las personas más visibles del trabajo informal (microempresarios informales) (Chen, 2012; Williams, 2015).
Se trata de encontrar la diferencia de elección de los individuos entre un trabajo formal y uno no formal, dadas sus características del hogar, nivel educativo, rendimiento del ingreso, género del jefe de familia, tamaño de la empresa, número de integrantes en el hogar, personas ocupadas que reciben ingreso y también la presencia de menores. Se trabajó con los datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [INEGI], 2017) para observar el fenómeno económico del empleo o microempresas informales, a través de un estudio transversal utilizando datos del año 2016. Este estudio es importante dado que se encuentra en congruencia con la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, la cual impulsa el crecimiento económico de pleno empleo productivo, con base en el trabajo decente y equidad de género (Objetivo 5. Igualdad de género y objetivo 8. Trabajo decente y crecimiento económico).
Revisión de Literatura
Economía informal
Inicialmente las teorías sobre el sector informal valoraron a esta actividad económica como un lastre para el desarrollo, y consideraban que podía desaparecer si las economías mantenían un crecimiento adecuado (Tokman, 1995). Retomando las escuelas que explicaban la naturaleza de la economía informal, los estructuralistas Portes & Haller (2004) explican a los trabajadores informales como “asalariados ocultos” de las empresas capitalistas, las cuales están deseosas de subcontratar para flexibilizar su proceso de producción y con ello mejorar su competitividad.
Las escuelas de pensamiento de exclusión y la de escape otorgan un papel pasivo o negativo al sector informal dentro del papel que juegan en el desarrollo económico (Cimoli et al., 2006; Levy, 2010). Esto es contrario al pensamiento de Tokman (1995), quien sugiere que la solución al problema de la economía informal proviene necesariamente de una mejora en el desempeño y, aunado a mejores canales institucionales, traería como resultado la absorción de los trabajadores informales por el sector formal (Maloney, 2003; Ros, 2000). Otra perspectiva contraria del sector informal es presentada por De Soto (1989), quien evalúa que este puede tener un alto potencial empresarial una vez que haya sido liberado de las barreras burocráticas e institucionales impuestas por el Estado y legalizado sus activos informales, resultando en una solución a los problemas de pobreza. Por su parte, Rivera-Huerta et al. (2016) consideran que el trabajador informal es aquel que espera una oportunidad para desplazarse al sector formal de la economía.
Empleo informal
Retomando a Williams (2015), su enfoque permite distinguir entre el sector y el empleo informal. El sector, tomando como unidad de análisis a la empresa, incluye empleo formal y no formal en empresas informales. En cambio, el empleo informal cubre al empleo informal en empresas formales e informales. La OIT (citada por Rodríguez & Calderón, 2015) estableció que “los asalariados tienen un empleo informal si su relación de trabajo, […], no está sujeta a la legislación laboral nacional, al impuesto sobre la renta, a la protección social o a determinadas prestaciones relacionadas con el empleo”. Por su parte, Hirschman (1970) ofrece un enfoque diferente al de la OIT, donde la evasión de impuestos es más viable para los empresarios de las pequeñas y medianas empresas y, por tanto, la informalidad se escoge como una forma de realizar su trabajo lejos de la formalidad, esto derivado de la falta de capacidad por el Estado para cobrar sus impuestos, derechos y demás provisiones (Calderón, 2018). También supone que, ante un empleo informal, existe una incapacidad del Estado en asegurar un empleo digno. Propiamente dicho, el empleo informal es un grupo cada vez mayor y diverso que opera en el ámbito informal y formal empresarial. Para Moyano et al. (2008), este incluye a trabajadores por cuenta propia dedicados a actividades de subsistencia tales como vendedores callejeros, lustrabotas, traperos, chatarreros, recogedores y recicladores de basura, trabajadores a domicilio; así como los pertenecientes a empresas o fábricas en que se les hace pasar por asalariados, es decir, trabajadores independientes de microempresas que funcionan aislados con trabajadores familiares o, a veces, con aprendices (OIT, 2002).
Continuando con Hirschman (1970), son tres las vertientes de decisión de los individuos respecto a sí participar o no en el mercado laboral informal: escape, voz y lealtad. El escape supone que, si los individuos se encuentran insatisfechos con diversas situaciones en el trabajo, optan por irse a otro lado, mientras que la voz consiste en quedarse y tratar de subsanar el problema. La tercera decisión posible es la lealtad, la que define si el individuo opta por irse o quedarse (Robles & Martínez, 2015). Es bajo la perspectiva de escape que la informalidad nace de factores ligados a la decisión del individuo; en el caso de México y República Dominicana, “la mayoría de los trabajadores informales lo son por elección propia” (Perry et al., 2007).
La vertiente de escape o exclusión implica mercados laborales fragmentados, esto constituye para la informalidad ser el resultado de un acelerado crecimiento de la fuerza laboral y una alta desigualdad en la distribución de los ingresos. Brandt (2011) señala como una causa el nivel de educación de la fuerza laboral. Es decir, es el resultado de bajos niveles de aprendizaje y de conocimiento adquirido lo que genera dificultades para que se incorporen a la economía formal. Gong & Van Soest (2002) argumentan que los dos planeamientos, exclusión y escape, son válidos y que la diferencia radica en el nivel de educación de los individuos (Cardona et al., 2007; Levy & Székely, 2016). Alcaraz et al. (2008) mostraron que los informales en México encuentran menores beneficios salariales en el corto plazo, padecen de una “penalización salarial”; esto es, parece ser que los salarios mensuales del sector formal promedio (alrededor de 13%) fueron mayores a los del sector informal en 2001-2004.
Un estudio sobre los motivos, bienestar subjetivo, salud y felicidad en vendedores ambulantes en Chile (Moyano et al., 2008) mostró que las causas para desempeñarse en un trabajo informal es no haber encontrado trabajo formal primordialmente; no obstante, la discriminación a su persona no es el pábulo de ello. Sin embargo, aproximadamente la mitad de los trabajadores informales sí señalaron que dejaron voluntariamente un trabajo formal previo para dedicarse al trabajo informal; además, la gran mayoría optó exclusivamente por lo informal y solo una minoría decidió optar por un empleo formal. Otro dato curioso del estudio es la razón de escape en función de la libertad de administrar su tiempo de trabajo, lo cual constituye una ventaja que el trabajo informal ofrece, asimismo, brinda felicidad al trabajador por el poder disfrutar a su familia. Se reconoce que el trabajo informal permite a las personas obtener ingresos superiores al que obtendrían en un trabajo asalariado y bajo otras condiciones de realización. Así, desde este punto de vista subjetivo, la calidad en el trabajo informal no es mala; de hecho, si solamente se consideraran los ingresos, probablemente sería mejor que la que podrían obtener en el trabajo formal.
Es así como estos autores dan cuenta de que la inmensa mayoría valora la libertad de desempeñar su actividad todos los días y por la cantidad de horas que desean, recibiendo diariamente dinero por su trabajo informal. Lo más significativo de sus resultados fue que los trabajadores informales se reportan muy felices con sus familias, en primer lugar, y en segundo lugar, aunque un poco menos, con su trabajo. Se dicen sobriamente felices respecto del ocio o respiro personal, y debilitadamente felices con sus amigos. Si se retoman algunos de los factores más distintivos en este estudio, estos serían los beneficios que reciben por el tiempo que laboran, así como, la obtención de un rendimiento superior por el trabajo que realizan (Moyano et al., 2008).
La Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible insta a promover un crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el pleno empleo productivo y el trabajo decente, así como la igualdad de género. La realidad del contexto mexicano es referida por Hernández (2013):
Segmentando las restricciones a la movilidad laboral, producto de rigideces regulatorias e institucionales que contribuyen a la permanencia de la informalidad, se dificulta notablemente la adopción, adaptación y utilización generalizada de nuevas tecnologías, ya que literalmente quedan al margen de los avances tecnológicos, educativos y de capacitación proporciones importantes de la fuerza de trabajo.
No obstante, Hernández (2013) considera que lo anterior es provocado por la insuficiencia de capital humano carente de educación y capacitación propia de las empresas informales (apoyado en evidencias empíricas del sector informal de las economías latinoamericanas, por ejemplo, Gasparini & Tornarolli, 2007). Por contraparte, los resultados de Levy & Székely (2016) señalan que el contraste entre América Latina y México en cuanto a tasas de informalidad por nivel educativo mostró que México tuvo un incremento en la informalidad entre 2004 y 2010 en todos los niveles educativos. Esto se debe a que en las últimas décadas el progreso educativo en México ha superado el promedio de América Latina, lo cual hubiera llevado a esperar niveles de informalidad decrecientes, pero no fue así. Así pues, los resultados empíricos revelaron la presencia de generaciones más educadas en derivación de empleos informales con mayores dotaciones de capital humano.
El mercado laboral formal mexicano presenta dificultades para absorber una gran cantidad de trabajadores que se incorporan a la fuerza laboral, lo que resulta en una perseverancia extrema de la actividad informal (microempresas informales). La evidencia empírica encontrada en la investigación de Huesca (2008) mediante técnicas no paramétricas muestra un sector informal mexicano que ha venido otorgando mayores recompensas a los trabajadores por cuenta propia de la actividad informal. Además, resalta que las principales causas son la falta de generación de empleos suficientemente remunerados, que incluyan todos los derechos que otorga la ley, y la falta de un seguro contra el desempleo, ya que este impone un riesgo al trabajador formal y lo incita a buscar alternativas informales para emplearse (Huesca, 2008). Levy & Székely (2016) consideran que la persistencia de la informalidad en México, a pesar del avance educativo, deriva de factores estructurales del mercado laboral y no de choques macroeconómicos transitorios o crisis, o exclusión. Lo anterior sirve de base para determinar en esta investigación si el nivel educativo influye en la decisión de participar en sectores económicos formales.
Desde una visión legalista, desde finales de los ochenta, tanto el salario mínimo como la acción sindical dejaron de ejercer rigideces importantes para la operación del mercado laboral mexicano (Hernández, 2013). Esto ocurrió por el limitado poder adquisitivo que representa el salario y porque hoy en día los sindicatos han perdido la protección de sus agremiados, aceptando cláusulas muy poco rígidas en la contratación colectiva. Hernández (2013) concluye que los costos contractuales para los trabajadores se ven afectados por los costos de seguridad social que no justifican su erogación, dados los pocos beneficios en cantidad y calidad que recibe el trabajador. También, la ausencia de un marco legal sobre un seguro universal de desempleo pone a las empresas frente a elevados contingentes en los que tendrían que incurrir en caso de despido, lo que limita el surgimiento de nuevas contrataciones en el sector formal. Esto, a su vez, constituye un poderoso incentivo para el autoempleo y para que las microempresas eviten el pago en la contratación de trabajadores (informales).
Factores que influyen en el rendimiento económico de la economía informal
Al tratarse de factores que empujan y jalan a un individuo a una actividad económica, se tienen factores que empujan (push factors), tales como ingreso familiar insuficiente, insatisfacción con los salarios en el trabajo, dificultades para encontrar trabajo, la necesidad de flexibilidad en sus jornadas de trabajo por razones familiares, entre otros (Pérez & Ceballos, 2019; Sharma, 2013; Sharma & Varma, 2016). Adicionalmente, existen otros factores que jalan (pull factors), como la independencia, la auto realización, el deseo de riqueza, el poder y estatus social, la cooperación y apoyo familiar, y una red de contactos fuertes. Los estudiosos han agrupado las razones de la economía informal en escape, exclusión, voluntad y lo legal (Castells & Portes 1989; Chen, 2012; De Soto, 1989, 2000; Gong & Van Soest, 2002; Hirschman,1970; Maloney, 2003; Moser, 1978; Ros, 2000).
En México, es la caída en la calidad del empleo, determinada por el nivel de prestaciones, salarios y jornadas laborales adecuados, la que limita la elección de los individuos, por lo que la ocupación en una microempresa informal es una alternativa deseable. Adicionalmente, la presencia femenina adquiere singular preeminencia en los puestos de trabajo cada día, en parte, para cubrir el déficit de ingresos llevados al hogar a raíz de la constante pérdida del poder adquisitivo del salario real (Cota & Navarro, 2015). Sin embargo, un estudio chileno sobre los factores que limitan la inserción laboral y la calidad del empleo de las mujeres mostró que empleos por cuenta propia parecerían beneficiar las posibilidades de obtener ingresos para las mujeres, pero las remuneraciones son las más bajas y no cuentan con protección de la seguridad social (Espino & Sauval, 2016).
Por su parte, Robles & Martínez (2015), mediante un modelo Probit con una muestra representativa de 2933 individuos de la ENIGH en 2012, exploraron los determinantes de exclusión y escape sobre trabajadores mexicanos informales que no reciben un pago en una unidad económica (en el hogar o no) o que carecen de un contrato por escrito, o aquellos trabajadores que no reciben seguridad social. Su estudio mostró que la percepción adversa hacia el sistema de seguridad social motiva la informalidad y, aún más importante, que la informalidad no debe explicarse bajo un solo encuadre, sino bajo un enfoque multifactorial, abriendo el camino para el uso de otras variables que podrían estar influyendo en la decisión de los individuos.
Estos hallazgos previos brindan la oportunidad de observar nuevamente el fenómeno de la informalidad por medio de la presente investigación, con el objetivo de saber si los rendimientos salariales, el género del jefe de familia, su nivel educativo, la presencia de niños menores, el total de miembros y el número de individuos que reciben un ingreso, la clase de hogar y las horas diarias que dedican a su empleo son factores que empujan a la búsqueda de “mejores condiciones” de vida por medio de la participación en el sector informal. También se valora si el nivel de educación de la fuerza laboral funge como un techo o barrera que produce límites negativos en el desarrollo y escala de emprendimiento en el sector informal.
Es de alta relevancia también considerar que en México es cada vez más elevada la participación de las mujeres como jefas de hogar, pues mientras en el año 2010 existían 31.5% hogares liderados por una mujer, al año 2018 esta proporción se había elevado a 40.2% (INEGI, 2019). Corroborando lo anterior, García & de Oliveira (2005) y el Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género (CEAMEG) (2013) destacan la importancia de los hogares con jefatura femenina en Latinoamérica y México, es decir, hogares donde el mayor aporte económico lo realizan las mujeres, quienes además de tener que dedicarse a las labores del hogar y cuidado de la familia, deben proveer también el sustento diario, cubriendo así una doble jornada de trabajo, pero con una motivación importante. Según Escamilla et al. (2013), esta motivación se traduce en que las jefas de hogar buscan como meta alcanzar una estabilidad tanto económica como laboral, con un horario flexible para alcanzar un buen desempeño en el trabajo (sin descuidar a sus hijos), encontrando como solución el independizarse a través de un emprendimiento, para compatibilizar mejor el trabajo con el cuidado de los hijos. En este sentido, Valerdi (2013) refiere que las mujeres prefieren las ocupaciones informales, ya que les permite atender a la familia. De ahí viene la importancia de estudiar la participación de la mujer en el sector informal, puesto que es seleccionado por estas como actividad laboral al brindarles mayor flexibilidad.
También, se valorará si el nivel de educación de la fuerza laboral funge como un techo o barrera que produce límites negativos en el desarrollo y escala de emprendimiento en el sector informal.
La informalidad significa diferentes cosas, tales como trabajadores desprotegidos, regulaciones excesivas o evasión regulatoria, competitividad desleal, pago bajo o nulo de impuestos, empleo subterráneo, empresas en las sombras, entre otros. Este trabajo brinda otra mirada sobre la economía informal, estudiando a aquellos jefes de hogar que trabajan informalmente, buscando que sean más visibles; estos pueden estar desarrollando su labor como ambulantes en la vía pública, en el domicilio de los clientes, en un puesto fijo o semifijo en la calle o a campo a cielo abierto (Chen, 2012; Williams, 2015). Estos trabajadores se convierten en las personas más viables de observar para este estudio, puesto que no cuentan con protección o seguridad social o calidad del empleo y son presumiblemente inferiores en beneficios y prestaciones al de un empleo formal (Alcaraz et al., 2008; Cota & Navarro, 2015; Hernández, 2013; Huesca, 2008; Levy & Székely, 2016). Con ello se espera responder a la interrogante continua sobre si exclusión o escape es la razón que los motiva a participar en esta forma de autoempleo informal. Con base en lo anterior, se plantean las siguientes hipótesis:
H1: El rendimiento obtenido por los jefes de hogar en una ocupación informal o ambulante (microempresarios informales) es inferior al obtenido por aquellos en un empleo formal, lo que constituye una evidencia de exclusión.
H2: Los empleos informales más visibles como los ambulantes (microempresarios informales), donde predomina la presencia femenina, se da por la preferencia de flexibilidad en comparación a un trabajo subordinado, logrando equilibrar sus responsabilidades familiares y laborales.
H3: El nivel educativo de los microempresarios o emprendimientos informales más visibles determina su acceso e influye en la decisión a participar en sectores económicos formales.
Método
Para testear las hipótesis acerca de la existencia de restricciones intrínsecas e impuestas que caracterizan la inserción en el mercado laboral informal por ambulantes, se procedió primeramente a la obtención de datos que se recopilaron de la ENIGH del año 2016 desde las tablas de información de trabajo (el sector no agrícola) (INEGI, 2017). De ahí se extrajeron los datos a partir de una variable denominada Ingtrab, que consiste en el ingreso obtenido por trabajo, subordinado o asalariado, independiente y otros trabajos, obteniendo 54 895 registros útiles. Esto es, se agruparon a jefes de hogar que perciben sus ingresos por salarios, actividades empresariales y otros ingresos del trabajo. Conjuntamente, se determinó el salario o ingreso real por trabajo por mes y a los sujetos de análisis mediante la creación de una variable dicotómica a partir de la variable lugact, lugar de actividades sobre donde realiza sus actividades de su empresa o negocio (Apéndice A).
Por lo tanto, la probabilidad de participar en el mercado laboral informal como la participación en mercado laboral formal es contraria a la del ambulante, de tal manera que se estiman a partir de un modelo de elección. Se modela la probabilidad de participar (Y = 1) frente a no participar (Y = 0), mediante una variable discreta. Se entiende entonces que el individuo evalúa los beneficios de la migración al mercado informal y decide participar si los beneficios son mayores que los que ofrece el mercado formal. En este caso, Y* = Beneficios, Y es 1 si participa y 0 si no participa, es decir, si permanece en el mercado formal.
Los datos se recuperaron de la base de datos ENIGH 2016, donde los ingresos del trabajo (Ingtrab) es la suma de tres indicadores: a) trabajo (subordinado), b) negocio (independiente) y c) otros trabajos, capturados trimestrales y netos1. Se optó por no desagrupar en ninguna subdivisión, dado que la variable discreta creada (ambulantes) mostró que algunos sujetos participaban tanto del empleo formal como informal, mixto, con lo que se obtuvo la muestra Y = 1 de 3424 y Y = 0 de 51 471 registros.
Finalmente, la muestra de personas laborando o autoempleadas en el sector informal más visibles (ambulante, en la vía pública, en el domicilio de los clientes, en un puesto fijo o semifijo en la calle o a campo a cielo abierto) constituyen 6.2% de total de jefes del hogar que reciben ingresos por trabajo, y se denominan individuos con tratamiento (ambulantes) y sin él (de control), y son mutuamente excluyentes.
Se modela la elección de los individuos usando las variables: edad, género, educación, ingreso del trabajo y horas al día laboradas por el jefe de familia, clase de hogar, la presencia de niños menores de 12 años, el total de integrantes, el número de integrantes ocupados con remuneración por hogar y el tamaño de empresa en la cual trabaja (Tabla 1).
Variable | Descripción | Medición | |
Educa_jefe | Educación formal del jefe del hogar | 1-11 | 1. Sin Instrucción; 2. Preescolar; 3. Primaria Incompleta; 4. Primaria Completa; 5. Secundaria Incompleta; 6. Secundaria Completa; 7. Preparatoria Incompleta; 8. Preparatoria Completa; 9. Profesional Incompleta; 10. Profesional Completa; 11. Posgrado. |
Educa_jefe2 | Educación formal al cuadrado | (Educa_jefe)2 | Es una función cuadrática de educación formal del jefe para determinar si la función es cóncava y evaluar si existe algún techo en la economía informal. |
Tam_emp | Tamaño de la empresa en base al número de trabajadores, donde el integrante del hogar desempeñó su trabajo principal | 1-12 |
|
Menores | Niños menores de12 años | Número | Cantidad de integrantes del hogar que tienen 11 o menos de 12 años de edad |
Tot_integ | Total de integrantes | Número | Cantidad de personas que integran el hogar (no se consideran los trabajadores del hogar sus familiares, ni a los huéspedes) |
Perc_ocupa | Personas ocupadas | Número | Número de personas que perciben ingreso corriente monetario y tienen trabajo |
Gen_jefe | Género del jefe | 1-2 | Distinción biológica que clasifica al jefe del hogar en hombre o mujer (Hombre = 1 y Mujer = 2) |
Edad_jefe | Edad del jefe | Número | Años transcurridos entre la fecha de nacimiento del jefe del hogar y la fecha de la entrevista |
Clase_hog | Clase de hogar | 1-5 | Diferenciación de los hogares a partir del tipo de relación consanguínea, legal, de afinidad o de costumbre entre el (la) jefe(a) y los otros integrantes del hogar, sin considerar a los trabajadores domésticos y a los familiares de estos. Aplicar siguiente ecuación: CLASE_HOG = 1 (Si Jefe = 1 y Esposa = 0 y Hijos = 0 y Parientes = 0 y NoParientes = 0) CLASE_HOG = 2 (Si Jefe = 1 y (Esposa > 0 o Hijos > 0) y Parientes = 0 y NoParientes = 0) CLASE_HOG = 3 (Si Jefe = 1 y (Esposa > 0 o Hijos > 0 o Parientes > 0) y NoParientes = 0) CLASE_HOG = 4 (Si Jefe = 1 y (Esposa > 0 o Hijos > 0 o Parientes > 0) y NoParientes > 0) CLASE_HOG = 5 (Si Jefe = 1 y Esposa = 0 y Hijos = 0 y Parientes = 0 y NoParientes > 0) |
Construcción de Variables: Descripción y Medición | |||
Educa_jefe2 | Educación formal al cuadrado | (Educa_jefe)2 | Es una función cuadrática de educación formal del jefe para determinar si la función es cóncava y evaluar si existe algún techo en la economía informal |
HtrabDia | Horas laboradas diarias | Número | Determinada a partir htrab: Horas trabajadas, Número de horas que trabajó a la semana (htrab/5) |
LnIngtrab | Logaritmo natural equivalente al salario o ingreso de trabajo real por mes en horas del jefe de hogar, determinado a partir de Ingtrab en valores reales entre el producto de las horas trabajadas por día HtrabDia por 21 días laborales. | ||
E_Informal | De los individuos jefes de hogar a partir de lugact: se determinó si lugar donde se llevaron a cabo las actividades de la empresa o negocio eran ambulante de casa en casa o en la calle, puesto improvisado en la vía pública, en el domicilio de los clientes, en puesto fijo en la calle, en puesto semifijo, y en el campo a cielo abierto. Se construyó una variable dicotómica, donde 1 es con tratamiento (ambulantes) y 0 sin él, grupo de control. |
Nota: Definiciones propias conforme a la nueva serie de descripción de la base de datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH, 2016).
Fuente: Elaboración propia.
Modelo de estimación
Para analizar el resultado del tratamiento, se tiene que medir la variable visible, calculada como la diferencia de Y1 - Y0, lo que conduce a la ecuación 2, que representa la determinación de cada sujeto de participar en trabajo independiente, y aquellas que trabajan de forma subordinada (0). Conjuntamente, se consideran los rendimientos esperados de los individuos cuando varíen por el conjunto de variables explicativas por los individuos con y sin tratamiento (informal y formal), este tipo de situaciones no pueden ser medidas directamente (Willms, 2006).
La ecuación 2 simboliza la determinación de cada sujeto en participar o no en actividades que le permitan obtener ingresos independientes, la cual es una variable latente D y que puede explicarse con un conjunto de variables independientes contenidas en Z. Esto brinda la posibilidad de establecer una conexión entre el mecanismo de selección (1 y 0, con o sin tratamiento) y las variables independientes X incluidas en las ecuaciones 3 y 4. En este sentido, el resultado de la variable latente D es influida por el conjunto de variables Z, lo que es una limitación de supresión para una serie de variables independientes X que determinan a Y1 y Y0. Otros investigadores (Arrazola & De Hevia, 2002; Austria-Carlos & Venegas-Martínez, 2011; Austria-Carlos et al., 2018) han empleado el método propuesto por Heckman et al. (2000, 2001) para resolver un problema de sesgo mediante las siguientes ecuaciones:
en la que:
Este sistema de ecuaciones posee una limitante, el modo de elección debe contener al menos una variable en Z que no esté contenida en X (Heckman & Vytlacil, 2001). A este respecto, Heckman et al. (2000, 2001) han propuesto realizar el proceso bietápico que consiste en estimar un modelo Probit, el cual permite calcular una variable auxiliar denominada lambda (λ), que tiene como función captar el efecto del sesgo de autoselección contenido en la variable latente D. En una segunda etapa, se realiza la estimación de las ecuaciones salariales2 empleando la variable λ, lo que permite corregir el sesgo originado por el seccionamiento, facilitando la obtención de datos más confiables. Adicionalmente, el método por máxima verosimilitud (MV) permite realizar la estimación de manera conjunta Probit y mínimos cuadrados ordinarios, MCO(Maddala, 1986).
Con el objetivo de calcular los rendimientos, considerando la ganancia log-salarial (E_Informal) esperada para un conjunto de características que se pueden observar en X, se calcularán cuatro parámetros que Heckman et al. (2000, 2001) consideran en sus investigaciones y que permitirán comprobar las hipótesis. Los parámetros son: a) el efecto medio del tratamiento (Average Treatment Efect, ATE), b) el efecto de tratamiento sobre lo tratado o rendimiento esperado por tratamiento (Efect of Treatment on the Treated, TT), c) el efecto local medio del tratamiento (Local Average Treatment Efect, LATE) y, finalmente, d) el efecto marginal de tratamiento (Marginal Treatment Efect, MTE).
Definición y especificación de los parámetros de tratamiento de interés
El efecto medio del tratamiento (ATE) aporta la ganancia esperada de participar en el mercado informal para un individuo elegido al azar; se estima en valores promedios cuando se presentan un conjunto de variables observables contenidas en X = x, lo que facilitará entender si los rendimientos son superiores a aquellas que trabajan de manera formal y hacen suponer que los beneficios o costos caracterizan a la informalidad del mercado laboral, razón por la que los individuos se encuentran insatisfechos y optan por irse a otro lado por mejores condiciones (escape). En caso contrario, obtener un rendimiento inferior denotaría la exclusión del mercado laboral. Esta estimación se realiza con la ecuación siguiente:
El siguiente parámetro, el efecto del tratamiento en lo tratado (TT) es una continuación del parámetro ATE, y se puede definir tradicionalmente como el rendimiento esperado para los individuos que participaron y recibieron el tratamiento voluntariamente, entendiendo que el rendimiento esperado de estos (D = 1) se encuentra sujeto al conjunto de variables observables contenidas en X = x y Z = z, contenidas en la siguiente ecuación:
donde φ(.) simboliza la función de densidad de una variable aleatoria normal estándar, Φ(.) significa su función de distribución acumulada, y ρ1 y ρ0 son los coeficientes de correlación entre U1 y UD, y U0 y UD, correspondientemente. Este parámetro mostrará que, efectivamente, el trabajo informal realizado por los ambulantes posee el mayor rendimiento esperado que el de los individuos que trabajan formalmente.
Con el parámetro LATE se describe la ganancia de resultado esperada por los inducidos a recibir tratamiento a través de un cambio en las variables observables incluidas en Zk, los cuales impulsan a los individuos a recibir el programa. Este efecto se define a partir de un cambio de Zθ=zθ a Zθ=z´θ con Z θ < z´ θ, en el que z y z´ son iguales, excepto en el k-ésimo elemento. Este parámetro se entiende así:
La importancia de medir LATE es que permite testear impactos esperados (efectos locales) de la elección, como resultado de cambios en los valores de variables incluidas, los que al comparase con el efecto ATE permitirán identificar beneficios de calidad de trabajo por los informales sobre aspectos como: el nivel de ingresos, la organización, la relación familiar, la escala de operaciones, el empleo de métodos de producción de gran cantidad de mano de obra (Klein & Tokman, 1988; Sethuraman, 1981) y la existencia de rol de género tradicional. La estimación de este parámetro se realiza principalmente sobre las variables significativas que influyen de manera determinante en la decisión de los individuos para llevar a cabo o no la elección de escape, voz o lealtad (Hirschman, 1970).
El último parámetro, el efecto marginal del tratamiento (MTE), se estima para las preferencias de los individuos estudiados que se encuentran en la frontera de participar; específicamente, estos individuos no han recibido el tratamiento. Este componente es capaz de captar todos los factores inobservables (uD) que de igual forma influyen de modo relevante en la variable latente, siendo linealmente independientes de las variables explicativas contenidas en Z, por lo que:
Resultados
Estadística descriptiva correspondiente al grupo de tratamiento y de control
Estos resultados descriptivos (Tabla 2) presentan las características entre el empleo informal y formal. Es evidente que el logaritmo natural del ingreso, LnIngtrab, que constituye el ingreso por hora de un individuo, muestra que el valor medio es superior en el empleo informal. En suma, el rango de la variable es menor en los informales, alrededor de 11.78, lo que supone que existe una mejor posibilidad de ingreso en los individuos en el sector informal (Huesca, 2008).
Grupo de Control, Empleo Formal (Y = 0) | |||||
Variable | Observaciones | Media | Desviación Típica | Mínimo | Máximo |
clase_hog | 51471 | 2.14833596 | 0.579529951 | 1 | 5 |
gen_jefe | 1.19197218 | 0.393855145 | 1 | 2 | |
educa_jefe | 5.72069709 | 2.483646694 | 1 | 11 | |
educa_jefe2 | 38.8947563 | 30.42795237 | 1 | 121 | |
Menores | 0.90588875 | 1.05675476 | 0 | 9 | |
perc_ocupa | 1.85910513 | 0.963287938 | 0 | 12 | |
tot_integ | 3.80925181 | 1.785273362 | 1 | 21 | |
HtrabDia | 9.42022887 | 3.709295235 | 0.2 | 33.6 | |
edad_jefe | 44.9654757 | 13.5058764 | 14 | 105 | |
tam_emp | 4.1996464 | 3.351340488 | 1 | 12 | |
LnIngTrab | 3.42484522 | 1.093912339 | -5.200 | 8.680 | |
Grupo con Tratamiento, Empleo informal, E.informal (Y = 1) | |||||
Variable | Observaciones | Media | Desviación Típica | Mínimo | Máximo |
clase_hog | 3424 | 2.14310748 | 0.62189981 | 1 | 5 |
gen_jefe | 1.24591121 | 0.430689057 | 1 | 2 | |
educa_jefe | 5.13259346 | 2.257056489 | 1 | 11 | |
educa_jefe2 | 31.4363318 | 25.22711399 | 1 | 121 | |
Menores | 0.8411215 | 1.099699863 | 0 | 8 | |
perc_ocupa | 1.90712617 | 1.038334207 | 0 | 8 | |
tot_integ | 3.78563084 | 1.984945755 | 1 | 16 | |
HtrabDia | 7.81775701 | 3.958739887 | 0.2 | 27 | |
edad_jefe | 48.3355724 | 13.2405929 | 17 | 91 | |
tam_emp | 1.73773364 | 1.652774543 | 1 | 12 | |
LnIngTrab | 3.4606798 | 1.113869649 | -2.799 | 8.981 |
Fuente: Elaboración propia con datos de la muestra.
La organización familiar es determinada por hogares de clase “dos” en el empleo mexicano, integrados por un jefe o jefa que constituyen una pareja e hijos, sin la presencia de parientes u otros y denominados nuclear3. Así, la presencia de menores es un factor de empuje o limitante para el empleo informal, y particularmente para la mujer los datos mostraron que el valor medio es menor a la unidad para ambos grupos de análisis. Lo anterior se repite en el total de integrantes en el hogar que mostró que el número promedio de sujetos es 3.80 y 3.78, para formales e informales, respectivamente. De acuerdo con Alonzo et al. (2004) y Austria-Carlos & Venegas-Martínez (2011), el número de integrantes del hogar funge como una variable que, si incrementa, eleva la marginación. A la luz de estos resultados no existe una evidencia visible que demuestre este comportamiento. En cuanto al número de personas que reportan ingreso en hogar, perc_ocupa, los resultados son similares y todo sugiere ser derivado de factores estructurales del mercado laboral y no de choques macroeconómicos transitorios o exclusión (Levy & Székely, 2016).
Al observar la escala de operaciones empresariales, es la variable Tam_emp la que nos brinda un resultado cierto sobre el reducido tamaño de planta, donde la magnitud para el empleo informal es de dos a cinco trabajadores por unidad económica (1.73), mientras que para empleo formal es de una pequeña empresa (4.19). Otro hallazgo importante son las horas al día promedio del trabajo informal (7.81), menores que las de aquellos que deciden trabajar formalmente, que son 9.42 horas (Tabla 2). Adicionalmente, la media por edad es mayor en el grupo con tratamiento que en el de control.
La interrogante es si el motor de esta decisión está influido por la educación, puesto que Levy & Székely (2016) afirmaron que la diferencia radica en el nivel de educación de los individuos, considerando que el nivel educativo es un mecanismo transmisor de habilidades, competencias y conocimientos al individuo, y su señalización o credencialización de este es el acceso, selección y filtro al empleo (Cardona et al., 2007; Pons, 1999). Los datos descriptivos sobre el nivel escolar en empleo informal arrojaron una media de 5.13, equivalente a secundaria incompleta, y en cambio el sector formal fue 5.72, cercana a 6, o equivalentes a secundaria terminada (Tabla 2). Sin embargo, no es posible aún inferir si el aumento en el nivel educativo o capital humano está determinado por el rendimiento del salario.
La típica ecuación de regresión de Mincer (1974), denominada función de ingresos, contiene el logaritmo del ingreso a manera de variable explicada, y la escolaridad y los años de experiencia a manera de variables explicativas (Cardona et al., 2007). Por lo tanto, este modelo retoma la función salarial que revela la manera en que el mercado laboral recompensa atributos productivos, como el nivel de escolaridad para el jefe de hogar4. Para comprobar las hipótesis, evitando el sesgo de selección y atendiendo a la limitante, el modelo econométrico de elección (Probit) debe contener al menos una variable en Z que no esté contenida en X, MCO (Heckman & Vytlacil, 2001). Se corrigió el sesgo por autoselección utilizando tanto una técnica biétapica (dos etapas) como una de máxima verosimilitud (MV), mediante un modelo Probit como primer paso y luego una ecuación salarial minceriana o modelo de Heckit.
Resultados del modelo econométrico y discusión
En la Tabla 3 se resumen los resultados del modelo Heckit por ambas técnicas estadísticas, el cual determina el ingreso dada la probabilidad de Y = 1 y no de Y = 0, donde la variable dependiente lnIngtrab está constituida por 54 895 jefes de hogar con ingresos por actividades del trabajo (subordinado, independiente y otros trabajos), y es a partir de la variable de selección E.Informal que censura y determina la probabilidad de informalidad de jefes de hogar con ingresos generados de manera ambulante, a partir de 3424 observaciones.
Variable dependiente: LnIngTrab | Variable de selección: E.Informal | |||||
Dos etapasa | Máxima verosimilitudb | |||||
Coeficiente | Desv. Típica | Coeficiente | Desv. Típica | |||
Const | -4.52723 | 3.76990 | 2.19058 | 0.267290 | *** | |
gen_jefe | -0.0551601 | 0.111599 | -0.148281 | 0.0394120 | *** | |
educa_jefe | 0.419319 | 0.194621 | ** | 0.0951544 | 0.0307346 | *** |
educa_jefe2 | -0.0366626 | 0.0207530 | * | -0.00120539 | 0.00277899 | |
Menores | -0.0736485 | 0.0602574 | -0.0878685 | 0.0238469 | *** | |
perc_ocupa | 0.384301 | 0.0542512 | *** | 0.377344 | 0.0215175 | *** |
tot_integ | 0.101890 | 0.0394122 | *** | 0.0987141 | 0.0156397 | *** |
tam_emp | 0.0602261 | 0.0162074 | *** | 0.0608063 | 0.00935898 | *** |
Htrabdia | -0.282399 | 0.0820549 | *** | -0.136209 | 0.00614369 | *** |
edad_jefe | 0.00887097 | 0.00932563 | -0.00665639 | 0.00151022 | *** | |
lambda λ | 4.01992 | 1.87725 | ** | 0.663262 | 0.112913 | *** |
Ecuación de selección | ||||||
Const | -1.51692 | 0.0808855 | *** | -1.49793 | 0.0807090 | *** |
clase_hog | -0.0512059 | 0.0182525 | *** | -0.0722879 | 0.0174952 | *** |
gen_jefe | 0.0405444 | 0.0217311 | * | 0.0457255 | 0.0217197 | ** |
educa_jefe | 0.112608 | 0.0157370 | *** | 0.113623 | 0.0157424 | *** |
educa_jefe2 | -0.0123489 | 0.00131419 | *** | -0.0124078 | 0.00131478 | *** |
Menores | 0.000100084 | 0.0130974 | -0.000656797 | 0.0130776 | ||
perc_ocupa | 0.00314679 | 0.0118007 | 0.00409001 | 0.0117836 | ||
tot_integ | 0.0121314 | 0.00934193 | 0.0161614 | 0.00926281 | * | |
Htrabdia | -0.0510669 | 0.00247422 | *** | -0.0518263 | 0.00248994 | *** |
edad_jefe | 0.00561551 | 0.000770499 | *** | 0.00574906 | 0.000770933 | *** |
a. Media de la vble. dep. 3.460680; D.T. de la vble. dep. 1.113870; Sigma 4.019919; rho.1.000000. b. Media de la vble. dep. 3.460680; D.T. de la vble. dep. 1.113870; Sigma 1.075280; rho 0.616827; Log-verosimilitud -16828.16; Criterio de Akaike 33678.33; Criterio de Schwarz 33745.85; y Crit. de Hannan-Quinn 33702.45. Número de observaciones: 54895. Observaciones censuradas: 51471 (93.8%) *P(t) significativo a 0.05; **P(t) significativo a 0.01; ***P(t) significativo a 0.001 |
Fuente: Elaboración propia.
En ambas ecuaciones resultantes del modelo Heckit se estima el término de lambda (λ), mismo que mide el efecto por autoselección, corrigiendo el sesgo incurrido en la estimación de la regresión de las ecuaciones salariales mincerianas por MCO. En suma, la bondad de ajuste se basa en el porcentaje de observaciones proyectadas correctamente, que fue de 93.8%. De la interpretación de los coeficientes de las variables significativas en las ecuaciones de sección se infiere que si βi es mayor que 0, entonces cuando X i aumenta, la probabilidad de que Y sea 1 aumenta.
Los coeficientes en las ecuaciones de selección encontrados fueron que la educación, la clase de hogar, el género, la edad, las horas de trabajo por día y total de integrantes (este último solo en la técnica de MV) fueron variables significativas en la probabilidad de participar en empleo informal. Ciertamente, los efectos marginales de las variables valores expresan resultados muy similares: 1) la educación tiene un efecto positivo al aumento de nivel escolar de 1.3% sobre la probabilidad; 2) el cambio en el género del jefe, a mujer, posee un efecto positivo de 0.5%, 3) al incrementar el número horas de trabajo por día, el efecto que produce es -0.2%, 4) al aumento en una unidad en la edad del jefe, el efecto positivo que obtiene es 0.1% para ambas técnicas y, finalmente, 5) al cambio o aumento en la clase de hogar, presenta un efecto negativo de -0.6% y -0.8% en dos etapas y MV, respectivamente. Un resultado atípico en la ecuación de selección por MV mostró como significativo al número de miembros de un hogar (tot_integ) con un efecto marginal en la probabilidad de 0.2%.
Es posible inferir, a partir del mecanismo de elección para comprobar las hipótesis planteadas, que aquellos individuos que participan en un empleo informal visible realizan la decisión de aventurarse en él indiscutiblemente por las mejores condiciones que la jornada diaria de trabajo ofrece y por equilibrar su responsabilidad familiar y laboral, por el efecto negativo de clase_hog y Htrabdia. Considerando que la presencia femenina se debate en una lucha de rol, entre el hogar y el empleo, los ítems gen_jefe y htrabdia explican la razón para elegir al empleo informal. Por su parte, el efecto educación tiene el mayor efecto en la probabilidad de atreverse a participar en el mercado informal, lo que permite inferir que, al aumentar el capital humano, las barreras de acceso al mercado laboral son mayores, o que, a mayor conocimiento y preparación, el individuo es capaz de distinguir mejores oportunidades en este mercado. O ¿será que la escala en la oferta de puestos de trabajo con mayor competencias-remuneración es menor al tamaño de la demanda? lo cual es evidencia de perversiones estructurales en el mercado laboral mexicano.
Para cumplir con la restricción de exclusión del modelo, la forma de elección debe considerar al menos un elemento en Z (ecuación de probabilidad) que no esté incluida en X (ecuación MCO) (Heckman & Vytlacil, 2001), por lo que en la ecuación salarial la variable tam_emp permite observar si el tamaño de la empresa influye en los ingresos de los empleados informales. Así también, es posible incluir las variables independientes de la ecuación de interés, la cual deberá contener al menos una variable que resulte determinante en el proceso de formar parte o no de la muestra, la cual a su vez no debe ser relevante para determinar si participa o no en la informalidad (variable dependiente) (Sánchez et al., 2011).
La Tabla 4 presenta la ecuación salarial minceriana utilizando ambas técnicas, enfatizando el rol de λ, y a partir de su significación estadística. Así, se puede concluir que la heterogeneidad y la autoselección tienen influencia en la diferencia salarial por los individuos que participan en el empleo informal, lo que deja en evidencia que, de no controlarse la heterogeneidad y la autoselección, los estimadores de MCO resultarían sesgados y los parámetros de interés serían incorrectos. La ecuación salarial minceriana, o función de ingresos, mide la influencia de un conjunto de variables en los ingresos de los jefes de hogar empleados informalmente. Se observa que la variable Tam_emp fue significativa, por lo que se puede inferir que, como lo explica la escuela legalista, dicha escala empresarial declara la competencia en la que se desarrollan los informales por evitar o evadir las barreras de acceso al mercado formal (Chen, 2012; de Soto, 1989, 2000).
Dos etapas | Máxima verosimilitudb | |||
Controla | ||||
Coeficientes | Coeficientes | |||
Const | -4.52723 | *** | 2.19058 | *** |
gen_jefe | -0.0551601 | *** | -0.148281 | *** |
educa_jefe | 0.419319 | *** | 0.0951544 | *** |
educa_jefe2 | -0.0366626 | *** | -0.00120539 | *** |
Menores | -0.0736485 | *** | -0.0878685 | *** |
perc_ocupa | 0.384301 | *** | 0.377344 | *** |
tot_integ | 0.10189 | *** | 0.0987141 | *** |
tam_emp | 0.0602261 | *** | 0.0608063 | *** |
HtrabDia | -0.282399 | *** | -0.136209 | *** |
edad_jefe | 0.00887097 | *** | -0.00665639 | *** |
Lambda | 4.01992 | *** | 0.663262 | *** |
Con Tratamiento | ||||
Coeficientes | Coeficientes | |||
Const | -4.52723 | *** | 2.19058 | *** |
gen_jefe | -0.0551601 | *** | -0.148281 | *** |
educa_jefe | 0.419319 | *** | 0.0951544 | *** |
educa_jefe2 | -0.0366626 | *** | -0.00120539 | *** |
Menores | -0.0736485 | *** | -0.0878685 | *** |
perc_ocupa | 0.384301 | *** | 0.377344 | *** |
tot_integ | 0.10189 | *** | 0.0987141 | *** |
tam_emp | 0.0602261 | *** | 0.0608063 | *** |
HtrabDia | -0.282399 | *** | -0.136209 | *** |
edad_jefe | 0.00887097 | *** | -0.00665639 | *** |
Lambda | 4.01992 | *** | 0.663262 | *** |
a. Se usaron las observaciones 1-51471 b. Se usaron las observaciones 1-3424 Variable dependiente estimado de LnIngTrab |
Fuente: Elaboración propia.
Finalmente, el último paso del modelo econométrico es estimar por separado las ecuaciones salariales, incluyendo la variable lambda λ, para cada uno de los grupos, de tratamiento (1) y de control (0) (Tabla 4). De las ecuaciones salariales obtenidas se toman los valores estimados que corresponden a la variable dependiente lnIngtrab, con los que se calcula el efecto promedio de los jefes del hogar en actividades informales, con (tratamiento) y sin tratamiento (formales), respecto al ingreso por hora de los individuos y así determinar los rendimientos de los efectos de los parámetros de interés: ATE, TT, LATE y MTE.
De las ecuaciones salariales obtenidas, los valores estimados que corresponden a la variable dependiente lnIngtrab, se calcula el efecto promedio de los jefes del hogar en economía informal en México, con (informales más visibles o ambulantes) y sin tratamiento (formales), respecto al ingreso por hora de los sujetos para así determinar los rendimientos. La Tabla 4 constituye la base para calcular los efectos de los tres parámetros de interés: ATE, TT y MTE.
Para las estimaciones sobre la variable dependiente fueron realizadas mediante las dos técnicas; dos etapas y la MV, para cada ecuación salarial, y se obtienen las estimaciones para determinar el efecto medio del tratamiento (ATE, Average Treatment Effect) mediante la aplicación de la ecuación 5. Y los valores promedios obtenidos permiten tener como resultado el rendimiento esperado para cualquier individuo, dado un conjunto de variables observables incluidas en X = x. Se obtuvo un valor de 0.4171777105 y 0.022248133 por la técnica bietápica y la MV, respectivamente. Esto quiere decir que, efectivamente, los rendimientos promedio de los informales son superiores y tienen un crecimiento exponencial positivo de 0.42 y/o 0.02 veces superior que para un individuo elegido al azar de los formales (Tabla 5). Estos resultados permiten rechazar H1, y se concluye que los jefes de hogar que participan en el mercado informal lo hacen por escape y no por exclusión, principalmente atraídos por los rendimientos superiores que los jefes informales logran, lo cual también era ya evidente en los resultados descriptivos, donde el promedio de ingresos de un empleado informal resultó superior al de otra persona que no participa en este sector ambulante. Este hallazgo es coincidente con lo señalado por Perry et al. (2007), Alcaraz et al. (2008), Moyano et al. (2008), Huesca (2008), Hernández (2013) y Levy & Székely (2016), quienes confirmaron que las precarias condiciones de los empleos formales impulsan hacia la obtención de ingresos por medio de una microempresa informal.
Parámetros |
Dos etapas Valores en porcentajes |
Máxima verosimilitud Valores absolutos |
ATE | 4.171777105559180E-01 | 2.224813363853610E-02 |
TT | 4.171777105559100E-01 | 2.224813363852970E-02 |
MTE | 4.171777105559170E-01 | 2.224813363853570E-02 |
Fuente: Elaboración propia.
Aun cuando los resultados de ATE visiblemente parecen idénticos con TT y MTE, el efecto de tratamiento sobre lo tratado (TT) mostró el rendimiento promedio del tratamiento para aquellos individuos que efectivamente seleccionan el tratamiento; es decir, para aquellas jefes que eligieron ser económicamente informales se obtuvo un valor de 0.417 y 0.022, respectivamente, según la técnica empleada. Aun cuando los valores son ligeramente menores al ATE o imperceptibles, se confirma que sí existen mejores condiciones para la generación de ingresos por los informales en el corto plazo al elegir esta forma de actividad económica, lo que no es coincidente con Alcaraz et al. (2008), puesto que los informales mexicanos no hallan mayores beneficios económicos, aunado a la “penalización salarial” entendida por las restricciones que los conducen a trabajar menos horas en el sector informal o por incentivos menos favorables al trabajo en dicho sector. Sin embargo, es pertinente aclarar que los diferenciales no necesariamente implican que los trabajadores del sector informal alcanzan un mayor nivel de utilidad que trabajadores idénticos en el sector formal, ya que no se incluyen en el salario o ingreso por trabajo los efectos de otros beneficios (no pecuniarios) que pueden rezagar entre estos dos sectores.
No obstante, si se valora aquellos costos no salariales a cargo del empleador en el sector formal versus aquellos costos no salariales en el sector informal, la evidencia sugiere que el valor del producto marginal del trabajo es superior en el sector informal que en el formal.
El efecto marginal del tratamiento (MTE) se estima para medir las preferencias de los individuos que están en el límite de participar en el mercado informal, sin haber tomado aún la decisión de hacerlo o no. La importancia de este parámetro es que, en la medida que u D se aproxima a 0, aumenta la probabilidad de que decidan participar en el programa. Así pues, contar con rendimientos similares o quasi-idénticos a los resultados del producto del trabajo informal motiva indiscutiblemente hacia la informalidad, dado que ambos MTE fueron positivos y similares al ATE. En este sentido, Moyano et al. (2008) refiere acerca del rendimiento de los informales que “los trabajadores informales […] la mayoría ha trabajado antes formalmente y se autodefinen como comerciantes generalmente satisfechos […] desempeñan 7 días a la semana”. En la presente investigación, el efecto MTE sugiere que los trabajadores informales dejan (escapan) voluntariamente al trabajo formal para dedicarse al trabajo informal si las causas para desempeñarse en él no son otras (factores discriminantes o exclusión) y solo son motivados por los rendimientos del producto del trabajo.
Con estos hallazgos, bajo una perspectiva institucionalista de la informalidad, se presume que los individuos escogen libremente pertenecer a alguno de los dos sectores. Sin embargo, se encuentra una posición intermedia de la informalidad que se apoya en la coexistencia entre los trabajadores informales que pertenecen a este sector por exclusión del sector formal y aquellos que deliberadamente se ubican en la informalidad como una forma de escape (Fields, 2005; Pedraza, 2012). Coincidiendo con Fields (2005) sobre que el sector informal se puede dividir en dos partes distintas: una superior, que es competitiva, en la cual los individuos entran voluntariamente esperando tener beneficios superiores a aquellos que percibirían en el sector formal, y una parte inferior, donde se sienten expulsados del mercado laboral formal. Todas estas observaciones permiten inferir que la flexibilización del trabajo y los rendimientos esperados por producto del trabajo son los factores más importantes sobre la elección, con lo cual la motivación primariamente responde a la necesidad de mejorar el producto del trabajo.
Otro parámetro de sumo interés es el efecto LATE, es decir, el rendimiento esperado de la selección atribuible a cambios en los factores visibles contenidos en Zk.5. Para efectos de este trabajo, los efectos LATE representan los rendimientos esperados de los informales más visibles cuando se hacen aumentar en una unidad los valores medios significativos de la ecuación de selección, tales como la educación, el género, las horas trabajadas por día, la edad del jefe de hogar, la clase de hogar y el número total de integrantes, permitiendo así estimar los efectos esperados (efectos locales) de participar en el mercado informal como resultado de cambios en los valores de algunas variables independientes.
Los resultados de LATE (Tabla 6) muestran que el efecto local de la variable Educa produce los mayores rendimientos en el empleo informal al incremento en el nivel educativo. La evidencia de ambas técnicas, así lo sugieren, es consistente con Levy & Székely (2016), donde los resultados sobre la tasa de informalidad que viven las generaciones más recientes y con más escolaridad en México no han reducido en proporción a la cantidad de individuos que poseen una mejor educación, como sucede en otros países. A la luz de este resultado, prueba que el efecto de aumento en el nivel educativo es un factor positivo superior que influye en el rendimiento del producto del trabajo de los informales. Esto replantea al pensamiento duelista sobre las actividades informales como aquellas marginales, que responden a la necesidad de sobrevivir y desempeñar cualquier actividad que les permita a las personas obtener un ingreso y permanecer en redes de seguridad ante factores coyunturales o de crisis (Hart, 1973; OIT, 1972; Sethuraman, 1976; Tokman, 1978). Lo anterior implica que, aun con mayor educación, el mercado formal no está ofreciendo a trabajadores informales, con niveles de educación superiores, oportunidades de participar.
Variable (Xi) | Dos etapas | Máxima verosimilitud | Dos etapas | Máxima verosimilitud |
Valores absolutos | Valores absolutos | (LATE - ATE) /ATE En porcentaje |
||
Clase_hog | 0.3889432 | 0.0158167 | -7% | -29% |
Educa_jefe | 0.8581122 | 0.1258996 | 106% | 466% |
Gen_jefe | 0.3839333 | -0.1219335 | -8% | -648% |
Edad_jefe | 0.4280746 | -0.1258996 | 3% | -666% |
HtrabDia | 0.1066151 | -0.1186963 | -74% | -634% |
tot_integ | No aplica. | 0.1222502 | 0% | 449% |
ATE | 0.4171777 | 0.0220491 |
Fuente: Elaboración propia.
Posiblemente los trabajadores transiten de empleos formales a informales sufriendo una disminución significativa en sus salarios, y de igual forma, aquéllos que transitan del sector informal al formal logren un aumento significativo en sus ingresos (Alcaraz et al., 2008), pero, evidentemente, el fortalecimiento de capital humano es el apalancamiento de mejores rendimientos o productos del trabajo tanto en el sector informal como en el formal.
Levy & Székely (2016) propusieron que, a más escolaridad, menos informalidad; sin embargo, esta investigación probó que, a pesar del avance educativo en México, el mercado informal persiste derivado de factores estructurales y no por choques macroeconómicos transitorios, pues los resultados sugieren la presencia de factores estructurales que limitan la migración al sector formal para aquellos con mayor educación.
De esta manera, se puede afirmar que el nivel educativo en los empleos informales más visibles no influye su migración al sector formal, rechazando la H3. Además, al aumentar la educación aumenta su rendimiento, reduciendo la probabilidad de formalidad o poder acceder a un trabajo formal, y así romper la dinámica de la actividad económica informal, puesto que se observó que el nivel educativo informal contaba con 5.13 y el formal 5.72, es decir, era relativamente menor. Lo que resulta coincidente con los hallazgos de Hernández (2013) y Levy & Székely (2016), en los que confirmaron que en México, a pesar del aumento de los niveles educativos, se incrementaron los niveles de informalidad.
Dentro de los efectos locales, LATE HtrabDia, logra en ambas técnicas un efecto negativo al producto del trabajo o rendimiento. Esto se traduce en que al aumento en el número de horas de trabajo diario existe una disminución al rendimiento. De igual manera Cota & Navarro (2015) observaron que la flexibilidad del trabajo, es un factor en el proceso de elegir un empleo. Además de la búsqueda de un empleo donde la explotación no sea incorporada a la normalidad laboral (Contreras, 2000; González, 2004).
El aventurarse en actividades económicas con un mayor número de personas en el hogar mostró un efecto LATE, exclusivamente en la técnica MV, positivo de 0.1222 sobre el rendimiento; aunque es preciso mencionar que para el efecto LATE tot_integ, al aumento en el número total de integrantes de un hogar, su producto del trabajo fue menor al ATE. Esto lleva a analizar, agrupadamente, el efecto LATE Clase_hog, que en ambas técnicas tuvo una valoración significativa; su efecto al aumento en una unidad o cambio de clase de hogar genera un producto del trabajo inferior al ATE. El efecto anterior, conjugado al cambio de un hogar nuclear, a uno primario ampliado, consistente en un hogar formado por el jefe(a) y su grupo familiar primario (pareja más hijos) más otros grupos familiares u otros parientes, se convierte en aumento de personas que cohabitan un hogar, una nueva organización familiar que parece restar al ingreso del trabajo para un individuo informal.
En cuanto a que ni la presencia de menores ni el número de personas en el hogar que reciben un ingreso fueron significativas, deja más interrogantes que constituyen factores intrínsecos inobservables del individuo y su familia, pero se infiere que al aumento de responsabilidades familiares en un hogar y la propia convivencia familiar constituyen factores íntimos del jefe a motivar su elección por el empleo informal y reducir su ingreso.
Evidentemente, la presencia femenina en la informalidad busca la flexibilidad en sus jornadas de trabajo por razones familiares. Además, Ribeiro (2004) señala que cuando una mujer desarrolla una actividad económica, aparte de sus labores del hogar, debe estar dispuesta a asumir una doble jornada laboral. En este sentido, los resultados mostraron que la mujer informal logró un rendimiento de 0.3839 y -0.1219335, esto mediante la técnica de dos pasos y MV, respectivamente (Tabla 7). Esto se inclina hacia las diferencias salariales de género, ocurriendo de igual manera en las otras actividades económicas, como lo han demostrado otras investigaciones (Brenes & Bermúdez, 2013; Espino & Sauval, 2016; Farías et al., 2014). El efecto LATE Gen_hogar denota la presencia femenina como un actor del empleo informal más visible, confirmado de este modo lo expresado en la H2. Los hallazgos mostraron la relevancia de este sector informal en los diversos ámbitos sociales y económicos para la mujer, y apuntan a la necesidad de identificar las variables asociadas con este fenómeno, lo cual es coincidente con lo encontrado por Sharma & Varma (2016), Moyano et al. (2008), Sharma (2013) y Pérez & Ceballos (2019).
Variable (Xi) | Dos etapas | Máxima verosimilitud | Dos etapas | Máxima verosimilitud |
Valores absolutos | Valores absolutos | (LATE - ATE)/ATE En porcentaje |
||
Clase_hog | 0.3551134 | -0.1286006 | -15% | -678% |
Educa_jefe | 0.8293896 | -0.0174347 | 99% | -178% |
Edad_jefe | 0.3960958 | -0.1280293 | -5% | -675% |
HtrabDia | 0.0727898 | -0.2629931 | -83% | -1282% |
tot_integ | No aplica. | -0.0216319 | 0% | -197% |
ATE | 0.4171777 | 0.0222481 |
Fuente: Elaboración propia.
Las mujeres mexicanas se encuentran tradicionalmente bajo restricciones impuestas derivadas de la existencia de instituciones que pueden actuar como discriminadoras de género (Whitehead, 1979), explicadas por medio de medio de ideas preconcebidas o roles de género traducidas en normas, procedimientos y prácticas, reproduciendo y creando nuevas desigualdades entre hombres y mujeres (Espino & Sauval, 2016). En el mercado laboral informal (Tabla 7), se observa a la mujer indiscutiblemente en las preferencias por el cuidado de su hogar, anteponiendo esto a cualquier elección de riqueza (Maloney, 2003). Las mujeres se ven impedidas por las normas culturales y familiares; como lo revela el resultado de LATE Clase_hog, al cambio en la clase de hogar, esto es, al pasar de uno nuclear a uno ampliado, mostró una clara disminución en los ingresos del trabajo para una mujer informal.
Estos resultados parecen ir en contra de Kabeer (2012), quien sugiere que la elección femenina por el sector informal proviene de los efectos positivos mayores, comparados con los del trabajo familiar no remunerado, ya que ello supone mantener algo de control sobre los ingresos propios y entrar en el dominio público. Lo anterior plantea nuevas interrogantes sobre la verdadera elección de una mujer al aventurarse en un empleo informal. Inicialmente, apunta a que es una actividad complementaria a los ingresos del hogar, o por factores intrínsecos que constituyen la auto realización, desarrollo de autoestima, reconocimiento, como su propio empoderamiento (Sharma & Varma, 2016). Lamentablemente, estos factores no pudieron ser observados dada las peculiaridades de la fuente de datos ENIGH.
Por otra parte, en ambas técnicas para las mujeres, a medida que la edad aumenta, también disminuyen sus ingresos producto del trabajo y la elección a ser informal. Este hallazgo es coincidente con Espino & Sauval (2016), quienes encontraron que las mujeres mexicanas parecen beneficiarse de las posibilidades de obtener ingresos de manera informal, pero las remuneraciones son las más bajas. Y si a esto le sumamos que no cuentan con protección de la seguridad social, quedan en mucha desventaja, lo que revela la razón del papel complementario de esta actividad.
Sumariamente, este estudio únicamente ubicó a determinado número de informales evaluados como los más visibles (Chen, 2012), determinados principalmente por el lugar donde realizan sus actividades económicas. Los hallazgos descritos en este trabajo podrían tener al menos dos implicaciones relevantes que se sugieren como tópicos de investigación futura. Partiendo de quienes trabajan de forma ambulante de casa en casa o en la calle, en un puesto improvisado en la vía pública, en el domicilio de los clientes, en un puesto fijo en la calle, en un puesto semifijo, o en campo a cielo abierto, supone que la falta de generación de empleos suficientemente remunerados con todos los derechos que otorga la ley incita a las personas a buscar alternativas informales (Huesca, 2008), esto producto de lo poco atractivos que resultan el nivel de salarios y largas jornadas de trabajo normalizadas por el empleo formal (Contreras, 2000; González, 2004). Por otra parte, se encuentra que la motivación para ser informal se centra no solo en un mayor ingreso, sino en la posibilidad de disfrutar más tiempo con la familia y disponer del tiempo (Moyano et al., 2008).
Por otro lado, el aumento marginal de los niveles educativos mostró ser una palanca de mejores rendimientos como una resistencia a migrar a sectores formales. Esto es reflejo de fallas estructurales en el mercado laboral, coincidiendo en este hallazgo con lo encontrado por Levy & Székely (2016). La exclusión no solamente está en quien crea empleos de mala calidad, sino que también el problema radica en las brechas de bienestar que se dan entre quienes acceden a empleos de buena o mala calidad. Adicionalmente, el acceso a las ocupaciones privilegiadas está controlado no solo por requisitos de capital humano (Pedraza, 2012), sino también por factores no observados dadas las limitantes del diseño de esta investigación.
Por su parte, las mujeres con mayores niveles educativos, aun con un efecto positivo al aumento de sus réditos, sugieren que puede existir una interferencia entre el mundo del trabajo y la esfera familiar. Por un lado, la entrega total al trabajo y la búsqueda del éxito profesional por encima de cualquier otra; por otro lado, las trabajadoras que manifiestan dificultades para enfrentar sus obligaciones familiares pueden encontrarse con la dificultad de lograr un rendimiento óptimo en el trabajo (Ribeiro, 2004). La presencia de la jefa de hogar en el sector informal responde a la calidad de vida familiar no entendida solamente como un concepto de bienestar económico, sino a la búsqueda de la felicidad, el equilibrio de su doble labor y la autosuperación, elementos cualitativos que este trabajo no analiza.
Conclusiones
La informalidad no constituye un fenómeno marginal o residual (Samaniego, 2008). Es lamentable que la informalidad sea una opción viable para la búsqueda de mejores condiciones de trabajo, revelado por rendimientos mostrados en los resultados de los efectos ATE, MATE y TT, lo que también supone la ausencia de oportunidades reales de empleo y la falta de emprendimientos que añadan valor agregado al producto nacional. Por tanto, es necesario alinear los incentivos que ofrece el empleo formal para reducir la dimensión actual de la economía informal.
Al tenor de las fallas estructurales del mercado laboral mexicano en varias décadas en diversos aspectos, en México se ha conducido a una caída en la calidad de la oferta laboral (Cota & Navarro, 2015), incapaz de ocupar generaciones cada vez mejor educadas convirtiendo en un sustituto imperfecto del desempleo al sector informal. El aumento en el nivel educativo que maximiza los rendimientos del producto del trabajo y la baja calidad de la oferta de empleo, constituyen posiblemente un ancla que limita la migración de un sector informal al formal, siendo este hallazgo contrario a Rivera-Huerta et al. (2016) sobre que el empleado informal busca la oportunidad para migrar al sector formal. Entonces, no únicamente se trata de revitalizar la formación de capital, como base primordial para poder crecer, sino de ocupar los activos humanos y no desperdiciarlos en actividades de reducido valor agregado.
Los hallazgos revelan que factores como el número de horas que dedican al trabajo, la remuneración por el tiempo empleado o mantener, conservar y equilibrar las relaciones familiares son razones para participar en un sector informal. La búsqueda de trabajos decentes y jornadas justas por el producto de trabajo razonable sigue siendo la premisa que define la elección de trabajo, por lo que la ocupación en el sector informal solo evidencia la limitada distinción electiva de los individuos por una alternativa deseable. La presencia femenina adquiere distintivas peculiaridades típicas e inseparables del género, limitando los rendimientos; ya sea por cubrir el déficit de ingresos del hogar o por la desigualdad que todavía existe en el nivel de ingresos y salarios entre hombre y mujer, aun cuando los rendimientos por las mujeres fueron inferiores al ATE, incluso negativos.
Los resultados de este trabajo permitieron observar posiblemente algunas de las razones de la elección por el empleo informal más visible en México por jefes de hogar que en su búsqueda de mejores beneficios. Una limitación importante de este estudio es que los datos presentados distan mucho de ser exhaustivos y definitivos, pues la obtención de los datos a partir de la fuente fue una de las limitantes para la investigación.