Las historias de éxito a pesar de la adversidad son aquellas que nos hablan de excepciones a la regla, de personas que –contra todo pronóstico– logran dar un giro a sus vidas y evaden el fracaso al que parecían estar destinadas. Es inevitable preguntarse cuál es el secreto.
Dar respuesta a esta pregunta fue el objetivo que llevó a los autores de Frente a la adversidad a buscar historias de vida de profesionistas que durante su etapa estudiantil lucharon contra la pobreza, la marginación y la enfermedad para concluir su formación y convertirse en personas exitosas.
En la introducción del libro, los autores presentan su obra como producto del Programa de Desarrollo Social de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC, campus Ensenada), el cual inició en el 2004 con el objetivo de acercar a los estudiantes universitarios a las zonas vulnerables del área urbana. Los estudiantes que participan en el programa llevan a cabo actividades relacionadas con la promoción de la salud, el arte, la educación y la cultura en las comunidades.
El programa busca cumplir tres objetivos, el primero de ellos está enfocado en promover en los estudiantes el sentido humano y la crítica de la realidad social; el segundo objetivo contempla la participación de los jóvenes en la solución de problemas sociales y el tercero busca generar conocimientos nuevos acerca de procesos educativos y problemáticas sociales. Estos conocimientos, producto de la investigación, se enfocan en explicar fenómenos tales como la desigualdad social y las formas de reproducción de la pobreza, que hacen que una mayoría quede excluida de los recursos y las oportunidades.
Frente a la adversidad no es un esfuerzo de investigación aislado, completa la trilogía que busca dar cuenta de la forma en la que la marginación y la exclusión de ciertos sectores poblacionales se construyen a partir de las instituciones con las cuales convivimos en lo cotidiano y que mantienen la división de clases, tan característica de nuestras sociedades. Las obras que le anteceden son: Encuentro de la universidad con el barrio (Aguirre, 2012), un análisis de las formas de reproducción de la pobreza, e Infonavit Punta Banda: Historia de una comunidad en pie (Aguirre, Guillén y Medina, 2012) texto que recupera la historia del barrio de Punta Banda.
En el capítulo "El relato autobiográfico: confluencia de sujeto, cultura y sociedad", los autores reflexionan en torno a la necesidad de partir de un enfoque transdisciplinario para abordar las historias de vida de los protagonistas del libro. Se aborda el tema de la vida humana como un concepto complejo, como columna vertebral del relato autobiográfico, y el reto que significó abordar desde el relato autobiográfico las historias que se presentan en el libro: Un niño migrante, hijo de padres campesinos; la hija de una obrera de maquiladora, enferma de cáncer; el joven profesor motivado por sus ideales; la madre de familia que retoma los estudios después de una larga pausa y una mujer con una historia de lucha contra la enfermedad.
¿Cómo vivir?, ¿qué hacer con la propia vida y con esas condiciones que no se eligen?, estas preguntas se vinculan con el tema de la complejidad y la intersubjetividad, abordados a propósito de los matices que podemos encontrar en las vidas de todos. Las disciplinas requeridas para comprender el sentido de una vida humana se enumeran y con ello se construye el argumento a favor del abordaje transdisciplinario.
En la sección de "Metodología", Aguirre, Caso y Rodríguez señalan que la investigación se basa en el enfoque biográfico, y en un acercamiento inductivo al problema de estudio. Asimismo, hablan de la entrevista como la técnica elegida y sobre el proceso seguido en el análisis de los datos.
Los autores hablan de su metodología como un esfuerzo que reúne las aportaciones teóricas de Bertaux (1999), Creswell (1998) y Sierra (1998), para abordar cinco casos de individuos con diferentes profesiones y edades, que tienen en común historias de éxito a pesar de la adversidad. Las preguntas de investigación van orientadas a describir a los participantes, los obstáculos que tuvieron que enfrentar y las estrategias empleadas para superarlos, así nos enteramos sobre sus condiciones de vida, relaciones personales, trayectoria escolar y laboral, dinámica familiar, cualidades personales, valores y "su" secreto, es decir, los factores a los cuales cada uno atribuye el éxito obtenido.
El primer relato, "Octavio: Un joven ingeniero, un hombre de bien", describe la historia de un hijo de campesinos que, después de mucho esfuerzo, se gradúa de ingeniero; en el segundo relato "Una chica muy inteligente y soñadora", encontramos la historia de Patricia, quien se debate entre su deseo de independencia y el compromiso con su familia, afectada además por la enfermedad de su madre. La tercera historia, "Diana, cuando la edad enseña", cuenta la vida de Diana, quien se enfrenta a una larga espera antes de reanudar sus estudios, los cuales retoma una vez que han concluido sus labores de cuidado hacia hermanos e hijos. El capítulo de "Alejandro, cuando el amor conduce" describe la vida de un joven profesor comprometido con la educación y el cambio social, y el último relato, "Maruca no es un árbol", narra la vida de una mujer en convivencia constante con los problemas de salud, la muerte y el dolor, a los que se enfrentó con la fortaleza que siempre la caracterizaron.
Concluida la narración de la historias de vida, los autores ofrecen en penúltimo capítulo, "Una riquísima síntesis", el análisis de los datos obtenidos en los encuentros con los participantes.
"Estrategias de logro" es el nombre que los autores dan al conjunto de acciones que los jóvenes llevan a cabo para salir adelante y trascender las situaciones que enfrentaron. Son las herramientas, los recursos que las personas entrevistadas utilizaron para lograr la conquista de sí mismos y del mundo. Estas estrategias se descomponen en: estrategias vitales, las cuales implican vivir con optimismo, conocerse y tener apertura a la vida; estrategias sociales, pensando lo social como una creación humana en algún punto medio entre la libertad y los formalismos; estrategias económicas, relacionadas con dos temas: el de la educación y el del trabajo, entendidos ambos como fuentes de presupuesto personal; estrategias académicas, que se refieren al papel de la educación, el empoderamiento, el desarrollo por medio del aprendizaje, las estrategias empleadas para acceder a la educación, la vida académica y los maestros. Por último, están las estrategias familiares, en las que se incluyen: el vínculo con los otros significativos, el apoyo recibido, la empatía y la solidaridad. También se menciona una dimensión ética, conformada por los valores humanos, el vivir en concordancia con su propio código de valores, la capacidad de distinguir entre el bien y el mal y la capacidad de autocuidado. Con respecto a la dimensión espiritual, independientemente de la práctica religiosa, todos los participantes manifiestan su espiritualidad en el deseo, común en todos, de contribuir a la construcción de un mundo mejor y brindar servicio a quienes más lo necesitan.
Aguirre, Caso y Rodríguez concluyen el capítulo cuestionando el papel de la escuela en la sociedad, si ésta se ha convertido en un mecanismo al servicio de la exclusión social, un sistema reproductor de desigualdades o si, por el contrario, es un elemento que favorece la movilidad social.
Finalmente, en el capítulo "Post scriptum", se ofrecen al lector comentarios de aspectos que, a juicio de los investigadores, resultaron relevantes. Se habla del libro como una obra que promueve una comprensión más amplia y profunda de la naturaleza humana, como una invitación a reflexionar sobre el tema.
Los autores se presentan: una socióloga, un psicólogo y un experto en desarrollo regional que tienen en común la experiencia y dedicación al ámbito educativo. Se echan de menos las aportaciones de los campos de la Antropología y la Filosofía pues, "no parece que seamos suficientes" (p. 260).
Los autores hablan de la aspiración a la verdad como una labor imposible si se lleva a cabo de manera individual. El conocimiento debe ser compartido, construido en comunidad –dicen. Y nos hablan de tres planos: uno en el que se construye conocimiento a partir de la relación entre investigador e investigado; otro en el que se co-construye el conocimiento entre los investigadores autores de la obra y un tercer plano en el que se da la interacción entre el texto y el lector. Se trata de conmover, señalan, pero también de aportar mayores componentes para la interpretación del mundo en que se vive.
La escuela destaca en estas historias como un recurso al servicio del desarrollo de los individuos. Los protagonistas de Frente a la adversidad se apoyan en ella para construirse a sí mismos como profesionistas con una profunda conciencia de sí mismos y con un sentido de comunidad que les hace relacionarse con los demás desde la ética y el servicio.
Frente a la adversidad nos brinda más que historias de vida, nos abre la puerta al sentido de esas vidas, al secreto que transforma la adversidad en un reto que se enfrenta y se conquista con éxito. Y nos habla de la educación como el camino a seguir, el sueño y el recurso. La educación como amor al aprendizaje, más allá de las aulas, como ese espacio en el queda demostrado, una y otra vez, que otras historias son posibles.