Introducción
Desde tiempo atrás, al oficio del editor se le han añadido cada vez más tareas que no corresponden con la idea del editor tradicional. ¿A qué se debe esto? En gran medida a los avances de la tecnología, pero también a la rapidez con la que se debe publicar cada material, especialmente en el caso particular de las revistas científicas. Durante las últimas décadas, aunque sus cimientos son anteriores, la relevancia de las revistas ha adquirido un carácter distinto a su función tradicional. Ahora se miden en cuanto a calidad y logran ser un gran negocio para grandes consorcios. ¿En qué se basa esta nueva forma de medición? Principalmente en criterios numéricos, en su Factor de Impacto (FI). En este sentido, la calidad deriva de la cantidad de citas producidas a los trabajos de los autores que participan en ellas: “It is calculated by dividing the number of current citations a journal receives to articles published in the two previous years by the number of articles published in those same years” (Amin, Mabe, 2000, p. 347)
Esta discusión no es el propósito de este artículo, sin embargo, la exigencia de contar un factor de impacto elevado, los índices internacionales y hasta la evaluación de los investigadores han dado pie a que el oficio del editor ahora tenga que diversificarse, pero más allá de esto; son ellos, los mismos editores, los que tienen el deseo real de mejorar, en cuanto apariencia, prácticas editoriales y visibilidad para las revistas en las que colaboran.
Por lo anterior, se vuelve necesario adquirir nuevas habilidades que permitan al editor hacer funcionar una revista correctamente. Ahora, el mundo de la edición de revistas científicas y arbitradas no se reduce únicamente a evaluar, corregir y publicar; es en este contexto donde las personas dedicadas a trabajar en cualquier aspecto de estas revistas necesitan una educación formal: saber más y tener más herramientas. ¿Cómo lograrlo si no hay una escuela para tal fin?
Existen distintos tipos de posgrado dedicados a la formación de editores, tanto presenciales como en línea, pero se carece de uno enfocado a la edición de revistas científicas exclusivamente. Mientras tanto es necesario el esfuerzo de una red de editores, encaminada a trabajar en equipo y a debatir temas de primordial importancia, sin soslayar las carencias técnicas y académicas de las revistas académicas. La sinergia que esto puede crear conlleva distintos propósitos, entre otros, de contribuir a la formación mutua como profesionales de la edición de revistas científicas: un punto crucial.
Necesidad de creación de una red de Editores
Durante el año 2009 la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación, DGTIC, de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, llevó a cabo una iniciativa que pretendía integrar todas las revistas científicas y arbitradas de la UNAM en un solo portal Web (Revistas UNAM, 2016). La meta de este proyecto, por una parte, consistía en brindar un apoyo a las entidades de la UNAM para la publicación electrónica de sus revistas e incrementar su visibilidad. Especialmente pretendía servir a las entidades que no contaran con la infraestructura adecuada o la limitaciones de recursos humanos les impidieran mejorar su revista. Por otra parte un elemento de gran relevancia durante esta iniciativa fue la integración del portal de revistas utilizando la plataforma Open Journal Systems (OJS), sistema con el cual se deseaba agilizar la transición del trabajo editorial tradicional hacia el uso de la plataforma electrónica. La elección de dicha plataforma para llevar a cabo el proyecto fue de vital importancia, ya que el OJS es un software libre que ha solventado de manera eficaz las numerosas exigencias de una revista académica electrónica, con un enfoque especial hacia la gestión del proceso editorial. López-Ornelas nos ofrece un breve listado de las características más relevantes para una publicación electrónica de esta índole:
Contener la síntesis y el texto completo de los artículos.
Proporcionar acceso a los artículos, utilizando HTML y otros formatos que permitan el acceso fácil a la información.
Permitir las impresiones locales de artículos de forma individual, utilizando el programa Adobe Portable Document Format (PDF).
Incluir enlaces a las bases de datos de referencia en el área especializada.
Facilitar enlaces a las figuras e imágenes de los artículos.
Incorporar enlaces a las referencias completas de los artículos.
Incluir sistemas novedosos de búsqueda.” (López-Ornelas, 2005, p. 14)
Con el lanzamiento del portal de Revistas UNAM se ofrecieron tres modalidades de trabajo. Por un lado, los editores versados en OJS obtuvieron el acceso a sus respectivas revistas para trabajarlas de acuerdo con sus necesidades; por otro lado, para los editores que no tuvieran el conocimiento técnico para trabajar, pero que contaran con el interés para formarse en ello, comenzó un ciclo de capacitaciones enfocados en el uso de OJS para publicar las revistas de la UNAM; finalmente, para los equipos editoriales que tenían el interés de incorporar su revista al portal, pero que no contaban con la disponibilidad de tiempo ni con el personal requerido, la DGTIC se comprometía a llevar a cabo el trabajo de publicación de sus revistas en la plataforma.
La unión de las revistas de la UNAM en este portal generó un fenómeno interesante; se dio por primera vez un acercamiento entre la comunidad editorial a un nivel sin precedentes y, con ello, propició un intercambio de experiencias del ámbito editorial altamente enriquecedor, lo cual más tarde reveló una serie de carencias y necesidades en la labor editorial que era necesario enfrentar y solventar, sobre todo la formación de recursos humanos.
Al presentarse esta situación, e identificar necesidades comunes, se dio el primer acercamiento a lo que mas tarde se formalizaría como Red de Directores y Editores de Revistas Académicas y Arbitradas (ReDiERRA), que formaría parte del Consejo de Publicaciones Académicas y Arbitradas de la UNAM. Mediante reuniones de trabajo, principalmente en el Instituto de Investigaciones Sociales, se expusieron las problemáticas existentes en el campo del trabajo editorial; en los recursos humanos, técnicos y de capacitación en diversos aspectos del trabajo editorial. Fue así como surgió el interés y el propósito de ir más allá de la labor realizada hasta el momento y profesionalizar de principio a los editores de la UNAM, sin excluir a los editores de otros centros de estudios. En estas reuniones, sobresalió la participación de El Colegio de México y la Universidad Autónoma Metropolitana.
Las temáticas fueron variadas, lo más importante fue primero entender cuáles eran las áreas de oportunidad, para entonces lograr abordarlas de manera sistemática, con una presencia permanente, y sobre todo con una comunicación constante entre editores. Finalmente, el 13 de agosto de 2013 se publicó en la Gaceta de la UNAM el Acuerdo por el que se creó en la UNAM el Consejo de Publicaciones Académicas y Arbitradas de la UNAM (CPAA) y la Red de Directores y Editores de Revistas Académicas y Arbitradas de la UNAM (ReDiERAA). El propósito central, como lo dice el acuerdo, fue fortalecer y consolidar el desarrollo de las publicaciones y organizar actividades de formación, entre otras tantas funciones (Gaceta UNAM, 2013).
Los trabajos de la ReDiERAA
Una vez creados el Consejo y la Red se dio formalidad a los trabajos, los cuales constaban de reuniones mensuales y que estaban abiertas, incluso eran atractivas, para cualquier persona que estuviera relacionada con revistas científicas no sólo de la UNAM, sino de otras instituciones, tales como El Colegio de México, la Universidad Autónoma Metropolitana y el Instituto Politécnico Nacional. En un principio, la idea central fue aprender unos de otros.
Dichas reuniones comenzaron a rendir frutos con la creación del Seminario Permanente de Editores, el cual ha tenido como uno de sus principales objetivos la profesionalización del editor, ya que esta posición es un lugar de liderazgo, es del editor de donde parten una serie de decisiones que impactan directamente en el trabajo de todas las personas involucradas en una revista: “El liderazgo del editor es fundamental, aunque sea complicado, para conseguir un grupo que cumpla con las necesidades de su revista.” (García Santos, J.M., 2016).
Dicho seminario consta de dos actividades centrales: la primera consiste en una serie de conferencias y mesas redondas donde se abordan las diversas problemáticas de la labor editorial y la segunda la creación, de manera simultanea, de un Ciclo de Talleres que permitiera abordar ciertos temas con mayor profundidad, para lo cual era necesario un formato distinto al Seminario, con cursos de varios días, en grupos pequeños y con una activa participación de los asistentes.
El Ciclo de Talleres de la ReDiERAA
Una vez que surgieron tanto el Seminario como los Talleres se cuidó que el propósito que se planteó desde un principio se cumpliera mes a mes: sentar las bases para la profesionalización del editor de revistas científicas. Lo que abona a la experiencia de realizar el Ciclo de Talleres es lo que se ha aprendido de los asistentes, que se traduce en una sintomatología general de las revistas científicas, es decir, el interés generado, quiénes se inscribieron, los talleres de más demanda y la expresión de las necesidades de los participantes. Basados en la hipótesis de ocurrencia de problemáticas compartidas por la mayoría de los equipos editoriales y planteando la principal, como es la falta de recursos económicos, se pensó que podían ser solventadas mediante la operación de talleres gratuitos especializados.
El proceso naciente para la conformación de los miembros de la Comisión del Seminario Permanente de Editores fue casi en su totalidad voluntario, partió de una muestra de veinticinco personas en la ReDiERAA, de las cuales se formó un grupo de trabajo inicial de siete personas dedicado a la organización de las conferencias y de los talleres. Posteriormente, la Red acordó una reorganización general con la finalidad de distribuir y centralizar esfuerzos, por lo que se crearon la Coordinación del Seminario y la Coordinación del Ciclo de Talleres. Esta última se formalizó con tres miembros. Se comenzó con una periodicidad mensual, esta labor se llevó a cabo de forma paralela a una serie de conferencias y mesas redondas también de carácter mensual. Ambos productos conformaron el Seminario Permanente de Editores de Revistas Científicas y Arbitradas.
La primera muestra sobre las temáticas que se podría abordar tanto en los Seminarios como en Ciclo de Talleres surgió de la expresión de necesidades de la comunidad de editores; sus peticiones y sugerencias fueron la pauta inicial debido a que era el grupo más extenso de especialistas en edición de revistas científicas y arbitradas. El grupo asistía a reuniones periódicas, era perfectamente localizable y tenía un interés común, por lo tanto, sus experiencias, sugerencias y necesidades representaron un fundamento real para comenzar a trabajar.
Las temáticas para los talleres fueron elegidas por acuerdo en las reuniones de la ReDiERRA tras identificar los intereses y necesidades más apremiantes de los grupos editoriales presentes. Durante esta etapa, basados en las necesidades expresadas, se plantearon once talleres como parte del primer ciclo. Algunos de los talleres fueron impartidos por miembros de la ReDiERAA y otros fueron invitados de entidades externas a la UNAM conforme a su especialización. El propósito central del Ciclo de Talleres, al igual que el de la Red, se encaminó a formar personas dedicadas a la edición, buscando para ello los mejores medios posibles y ampliando la elección de instructores para diversificar las experiencias transmitidas a la comunidad editorial.
Cada taller fue promocionado inicialmente por medio del correo electrónico y posteriormente se abrió un grupo de Facebook dedicado al Ciclo de Talleres. En la lista de correo fueron incluidos los miembros de la Red y reenviado por incontables personas que desearon contribuir con la difusión de estas actividades. SciELO México brindó un gran apoyo al difundir a través de una amplia red de correos electrónicos de las revistas inscritas a su base de datos. Por su parte, el grupo de Facebook ha crecido en el número de sus miembros y después de 10 meses de haberse creado asciende a 266 integrantes.
Resultados
Considerando las necesidades generales iniciales percibidas, se obtuvo retroalimentación muy positiva y atractiva por parte de los diversos actores participantes. Así, tomando en cuenta las sugerencias de la ReDiERRA, de los participantes y los ponentes se encontró que había una multiplicidad de temas comunes en los que personas que se dedicaban al ámbito editorial de revistas científicas necesitaban formarse.
Para el primer ciclo, la elección de los talleres a impartir se dio tomando en cuenta las demandas generales de la ReDiERRA. En un principio tuvo un peso importante la disposición de los ponentes para participar junto y la disponibilidad de aulas. Al final, se asignó un peso mayor a los temas que sumaban mayoría. El primer ciclo fue de agosto de 2014 a junio de 2015.
Para el segundo ciclo, se eligieron temas tomando en cuenta las sugerencias de los participantes del primer ciclo, incluso se repitieron temas con alta demanda. Este segundo ciclo se extendió de agosto de 2015 a junio de 2016. Las áreas cubiertas en los talleres fueron desde el uso de herramientas de cómputo, tales como Microsoft Excel o Adobe InDesign hasta las relacionadas con el análisis bibliométrico. A continuación se enlistan los cursos impartidos tanto en el primero como en el segundo ciclo.
Primer ciclo:
Control y seguimiento del arbitraje de una revista con Excel
Uso y aplicación del gestor de contenidos Open Journal Systems (OJS)
Indicadores Bibliométricos en las Revistas Científicas: su importancia e impacto
Fundamentos de Adobe InDesign
Fundamentos de Adobe Dreamweaver
Introducción a los libros electrónicos
Diseño editorial
Trabajo colaborativo con Dropbox y Google Drive
Tipografía
Segundo ciclo:
Control y seguimiento del arbitraje de una revista con Excel. Parte II: (Macros)
Indicadores bibliométricos en las revistas científicas: su importancia e impacto. Parte II
Manejo eficiente de información con bases de datos en Excel. Parte I
Edición de textos científicos con LaTeX
Acceso abierto
Diseño de sitios Web de revistas con el gestor de contenidos Joomla
Adobe InDesign avanzado. Formación de revistas académicas
Formación de revistas en HTML
Búsqueda de información en recursos de acceso abierto
Búsqueda y recuperación de información bibliométrica para revistas académicas y arbitradas: análisis práctico
Introducción al uso de metadatos para editores de revistas académicas y arbitradas
Derivado de la participación fue posible identificar la demanda por taller. En las gráficas 1 y 2 se muestra la demanda, nivel de asistencia, personas en lista de espera y cantidad de alumnos aceptados pero que no se presentaron o no completaron el curso, lo cual también podría representar una señal de que el instructor o el curso no cumplió sus expectativas. Se muestran los datos del primer y segundo ciclo, respectivamente.
En las gráficas anteriores, es posible apreciar una gran diferencia en la asistencia entre distintos talleres, en algunos casos el número de alumnos es a primera vista menor, como es el caso de Control y seguimiento del arbitraje de una revista con Excel, mientras que en otros casos como en Diseño editorial e Introducción al uso de metadatos para editores de revistas académicas y arbitradas es visible una presencia mucho mayor. Esto se debe a que algunos talleres se impartieron en la modalidad de conferencia-taller, lo que permitía tener una audiencia mucho más amplia al requerirse únicamente un auditorio sin necesidad de contar con un equipo de cómputo por participante.
Resaltan en las dos primeras figuras la gran demanda para talleres como el de Control y seguimiento de arbitraje, la necesidad de saber utilizar los paquetes de la Suite de Diseño, los distintos métodos para formación de un artículo y, particularmente, la bibliometría y los metadados. En lo que se refiere al universo de los asistentes, destaca la participación de integrantes de instituciones de la UNAM (ver Tabla 1) dado el origen de la convocatoria y el tamaño de la universidad. Sin embargo, también es notable que casi la mitad de los participantes provienen de instituciones ajenas a la UNAM, tal como se muestra en la gráfica 3, lo cual demuestra que hubo una gran convocatoria e interés de personas de otras instituciones.
Partiendo de que el mayor porcentaje proviene de participantes de la UNAM, conviene hacer una segunda clasificación por dependencia, donde podemos apreciar una distribución equitativa entre ellas.
En general, se perciben porcentajes uniformes: para el Instituto de Investigaciones Sociales, Publicaciones y Fomento Editorial con 5% de participación para cada uno, incluyendo otro 5% para dependencias sin identificar. Se pudo contar con un porcentaje mayor, 3.33%, para Bibliografía Latinoamericana, y los Institutos de Geología, de Investigaciones Antropológicas, Bibliotecológicas y de la Información, Económicas, en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas, Estéticas, Filológicas, Filosóficas, Históricas, Jurídicas y sobre la Universidad y la Educación.
La Biblioteca Conjunta Ciencias de la Tierra, los Centros de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico, Ciencias de la Atmósfera, Enseñanza de Lenguas Extranjeras, Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, Investigaciones Sobre América del Norte, las Coordinaciones de Desarrollo Educativo e Innovación Curricular y de Universidad Abierta y Educación a Distancia, las Direcciones de Publicaciones y Fomento Editorial, General de Bibliotecas, y de Tecnologías de la Información y la Comunicación, así como las Facultades de Ciencias, Ciencias Políticas y Sociales, Contaduría y Administración, Economía, Estudios Superiores Acatlán, Estudios Superiores Zaragoza, Filosofía y Letras, Ingeniería, Medicina, Medicina Veterinaria y Zootecnia, Odontología, Astronomía, Biología, Geofísica, Geografía y Geología cuentan con una participación de 1.67% cada una.
En conclusión, estas cifras no sólo muestran el interés por participar, también puede ser un reflejo del tamaño de los equipos editoriales por revista y la cantidad de revistas que tiene una misma dependencia. Además, demuestra un interés general de las dependencias involucradas en capacitar a su personal y mejorar sus procesos editoriales.
Como se puede ver, las instituciones que editan revistas en ciencias sociales tuvieron un mayor interés por asistir a los talleres, sin embargo, las temáticas fueron relevantes para las revistas de cualquier disciplina. Es importante mencionar que aunque los talleres fueron pensados originalmente para editores, o el personal que labora en una revista, hubo otro sector que no pertenecía a este gremio pero su labor tiene que ver con el manejo de las revistas y, por lo tanto, mostró un gran interés en estas actividades: el personal de las bibliotecas, por lo que los talleres también permitieron una interacción entre editores y bibliotecarios. Con lo anterior, pudieron identificarse necesidades comunes y establecer criterios de trabajo homogéneos. En la gráfica 5 se muestra la participación por sector.
En cuanto a los ponentes se refiere, su elección dependió de los integrantes de la ReDiERRA, como se mencionó anteriormente, y de alguna recomendación que le hicieron llegar a alguno de sus miembros. Por lo tanto, no es de extrañar que la mayoría de ellos estuvieran adscritos a la UNAM como se muestra en la gráfica 5.
Desde el punto de vista demográfico, la participación de las mujeres fue superior respecto de los hombres con un 62% contra 38%, respectivamente, como se muestra en la gráfica 6. La razón de este fenómeno se puede deber a que en efecto, la población del país según cifras del Consejo Nacional de Población, el 51.2% son mujeres, mientras que el 48% son hombres (Consejo Nacional de Población, Dinámica demográfica 1990-2010 y Proyecciones de población 2010-2030), es probable que lo anterior se vea reflejado en la conformación de los cuerpos editoriales.
(Hay un error de acento dentro de la gráfica, lo correcto es: Distribución de los participantes por género)
Dinámica del trabajo de la Coordinación del Ciclo de Talleres
Se llevaron a cabo diversas tareas con el fin de lograr una eficiente coordinación de la impartición de los talleres, se puso en marcha una constante comunicación con los cuerpos editoriales para la disposición de aulas y auditorios aptos para el perfil de cada taller, se estableció un amplio contacto con especialistas en las temáticas requeridas. En general el trabajo de la Coordinación consistió en la organización de recursos humanos e infraestructura para la impartición de los cursos, trabajo que no se hubiera logrado sin el apoyo general de la cada vez más amplia red de editores, la cual cumplió su cometido como un canal de comunicación entre los equipos editoriales de distintas dependencias y entidades institucionales. En la gráfica 7 se muestran las dependencias que fueron sedes de cada uno de los talleres.
Es importante mencionar que la realización de cada taller implicó invertir tiempo considerable tanto para su planeación y desarrollo de materiales educativos, como para la impartición del taller mismo. Tomando en cuenta únicamente la duración del curso, el número de participantes e instructores, es importante considerar el número de horas/hombre que las instituciones invirtieron para la capacitación de su personal, lo cual sin duda alguna se reflejará en grandes beneficios para las revistas.
La diferencia entre el tiempo invertido de clase y la preparación de los materiales de trabajo varía drásticamente entre cada curso. Esto se debe a la diversidad de temáticas impartidas. Como ejemplo tenemos el taller de Uso y aplicación del gestor de contenidos OJS, el cual tuvo una duración de 13 horas, sin embargo, el tiempo invertido en preparación de clase y materiales de trabajo fue de 195 horas hombre aproximadamente. Otro ejemplo lo vemos con el taller de Manejo eficiente de información con bases de datos en Excel I, donde el tiempo de clase fue de 20 horas, mientras que su tiempo de preparación alcanzó las 420 horas trabajo. Por su parte, el taller Introducción al uso de metadatos para editores de revistas académicas arbitradas fue impartido durante ocho horas, con 176 horas de trabajo de preparación para llevarlo a cabo. Estas diferencias en tiempos de trabajo es importante, ya que refleja el verdadero esfuerzo que fue empleado en cada taller y el compromiso que mostraron todos los instructores involucrados en este proyecto de capacitación.
Evaluación de calidad
Una de las herramientas utilizadas para buscar la mejora continua de los talleres impartidos fue la aplicación de una Encuesta de Evaluación de Calidad, la cual permitió que conocer y documentar la opinión de los participantes de cada uno de los talleres. Dicha encuesta evaluó diversos aspectos, tales como las metas del curso, el desempeño, el contenido, el ambiente durante el curso, las condiciones de las instalaciones, incluso una autoevaluación sobre el desempeño del participante y comentarios generales (véase Anexo I).
La aplicación de la encuesta arrojó información de gran utilidad, sobre todo en las temáticas de los cursos con mayor interés, la cual se muestra en el siguiente listado, en el que no se incluyeron los temas sin relación con el trabajo editorial.
Adobe Dreamweaver, InDesign, Photoshop y otros
HTML
Formación de libros electrónicos
Aspectos básicos del diseño editorial
Excel básico y avanzado
Tipografía
Uso de gestores, OJS
Corrección de estilo
Edición digital
Indicadores bibliométricos
Diseño de portadas
Dropbox y herramientas de nube
Edición para dispositivos electrónicos
Metadatos
Palabras clave
Citación formato blue book
Edición de libros infantiles y de texto
Normatividad vigente de las revistas
Aspectos jurídicos que se deben resolver durante la edición de publicaciones impresas y electrónicas
Tramites legales: ISSN, DOI
Conclusiones
La labor del Ciclo de Talleres de la ReDiERAA ha logrado impulsar de manera eficiente el camino hacia la profesionalización de los editores; una laboriosa tarea que ha servido de puente dentro de la comunidad editorial, incluso mas allá de la UNAM, observando el activo interés y colaboración de otras instituciones. Esto último es de gran relevancia para el proyecto de la Red ya que fue una iniciativa que comenzó dentro de la UNAM, sin embargo, la participación mixta logró un enriquecimiento de gran valor a la comunidad, tanto en la asistencia a los talleres como en la instrucción de los mismos.
El presente proyecto ha cubierto una serie de necesidades de capacitación e instrucción que fueron plenamente identificadas durante el nacimiento de la Red, es una ardua labor que sigue siendo vigente. Sin embargo, no podemos olvidar que una de las más grandes aportaciones que surgieron en este periodo de trabajo fue el intercambio constante de experiencias y enseñanzas que han enriquecido mucho el trabajo editorial. De la misma forma en que los talleres lograron aportar elementos de conocimiento relevantes a los editores, la misma comunidad editorial se enriqueció a sí misma con una firme retroalimentación de alto valor.
Es primordial mencionar que aunque ya finalizaron los primeros dos ciclos del Seminario Permanente de Editores será necesario continuar con esta actividad, dar continuidad al trabajo de colaboración en la Red y contribuir así al desarrollo y profesionalización del trabajo editorial. Cuando una Red de revistas es fuerte, significa que el trabajo de la universidad es de alto nivel.