Artículos

 

La movilidad internacional por razones de estudio: Geografía de un fenómeno global

 

International Mobility for the Purpose of Education: The Geography of a Global Phenomenon

 

Rosa Emilia Bermúdez Rico

 

Universidad del Valle, Cali-Colombia. Correo electrónico: rosa.bermudez@correounivalle.edu.co.

 

Fecha de recepción: 9 de mayo de 2014.
Fecha de aceptación: 29 de julio de 2014.

 

Resumen

El propósito central de este artículo es presentar un análisis de las recientes tendencias y patrones que caracterizan la movilidad por razones de estudio a nivel terciario como fenómeno mundial, en el contexto general de la movilidad calificada actual. Bajo este marco se discuten las perspectivas analíticas sobre la movilidad por razones de estudio y se identifican puntos centrales del debate actual en torno al carácter e implicaciones de este tipo de movilidad. El análisis presentado se fundamenta en las estadísticas sobre movilidad internacional de estudiantes en educación terciaria, suministradas por el Instituto de Estadística de la Organización de Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO). El análisis detallado de este flujo, tanto en los países de origen como de recepción, muestra una geografía de este fenómeno global que se caracteriza por su concentración hegemónica en los países del norte como receptores y el predominio de los países asiáticos en la disputa por obtener una mayor cualificación profesional con estándares internacionales en el contexto mundial.

Palabras clave: migración calificada, movilidad por razones de estudio, geografía de la migración, movilidad de estudiantes, globalización.

 

Abstract

The central purpose of this article is to analyze recent trends and patterns that characterize mobility for the purpose of education at the tertiary level as a global phenomenon in the general context of the current migration of skilled workers. Under this framework, analytical perspectives on mobility for the purpose of education are discussed and central points in the current debate about the nature and implications of this type of mobility are identified. The analysis is based on statistics on international mobility of students in tertiary education provided by the Institute for Statistics of the United Nations Educational and Cultural Organization (UNESCO). The detailed analysis of this flow in both sending and receiving countries shows a geography of this global phenomenon characterized by a hegemonic concentration in receiving countries of the north and the predominance of Asian countries in the global contest to obtain the highest professional qualifications meeting international standards.

Keywords: migration of skilled workers, mobility for the purpose of education, geography of migration, student mobility, globalization.

 

Introducción

En la última década, el número de profesionales que se movilizan a nivel internacional con el propósito de realizar estudios de posgrado ha presentado un incremento sostenido, alcanzando una magnitud sorprendente y estableciéndose como un flujo específico de la migración calificada. En tal sentido, en la actualidad la movilidad internacional de estudiantes de nivel terciario forma parte de los emergentes y dinámicos flujos de migración calificada que han adquirido una importancia significativa en todos los países (Docquier y Marfouk, 2006).

En la literatura disponible se identifica un relativo consenso en establecer la migración calificada en referencia al nivel de escolaridad alcanzado: título de profesionales y técnicos especializados o al menos 13 años de educación (Pellegrino, 2001; Khadria, 2007; Özden, 2007). De manera reiterada, los migrantes calificados se definen como aquellas personas que han alcanzado un nivel de educación de tercer o cuarto nivel (profesional y posgrado) y residen en un país distinto al que nacieron (SELA, 2009; Lozano y Gandini, 2011; Coloma, 2012; Bermúdez, 2012). No obstante, un amplio debate en torno a la conceptualización y caracterización de la migración calificada sigue estando en pleno desarrollo. Para avanzar en esta discusión se requiere de un mayor conocimiento de flujos calificados específicos.

En tal sentido, es importante reconocer la heterogeneidad que se presenta en el contexto general de la migración calificada, y en tal dirección resulta de interés una primera aproximación en torno a las categorías ocupacionales que caracterizan la configuración de flujos calificados específicos, tales como directores y ejecutivos, ingenieros y técnicos, académicos y científicos, empresarios y estudiantes (Mahroum, 1999, citado en Van Mol, 2008:110). A partir de estas categorías ocupacionales, Bermúdez (2010) ha propuesto cinco escenarios tipo de la migración calificada. Para cada categoría ocupacional se han establecido perfiles sociales y demográficos de los inmigrantes y se han sugerido aspectos centrales de los países de origen, así como aspectos relevantes que se derivan de los regímenes migratorios en las sociedades de destino. Estos escenarios tipo son:

1. Migrantes calificados acogidos a un programa de recepción de mano de obra calificada en un país desarrollado, vinculados a un trabajo calificado con estatus legal y protección social en la sociedad receptora. Por lo general, se trata de migración de carácter familiar o, al menos, que en el medio plazo plantea la opción de reunificarse con su familia.

2. Migrantes calificados que salen del país presionados por las condiciones de insuficiencia del mercado laboral de su país de origen y se insertan en trabajos no calificados en el país de destino. En muchos casos se trata de migrantes con estatus legal ambiguo y se corresponde con migración de carácter individual. Por lo general, es un flujo migratorio asociado con redes sociales, de amigos y/o familiares que apoyan o estimulan la migración.

3. Migrantes calificados asociados a redes empresariales. En este caso, la movilidad se presenta como un procedimiento interno en una red empresarial transnacional. Es un grupo selecto; implica una inserción laboral en un alto nivel ejecutivo y de dirección empresarial o un alto nivel técnico productivo. Se puede sugerir que se trata de migración familiar.

4. Migrantes calificados refugiados políticos. Se trata de profesionales que han salido del país acogiéndose a programas de asilo político debido a una persecución política. Son exiliados políticos que llegan al país receptor bajo medidas de protección. La movilidad casi siempre contempla una reunificación familiar. Está asociada a redes institucionales y es apoyada por redes de amigos.

5. Estudiantes de tercer y cuarto nivel móviles internacionalmente. Cada vez se acepta más que la movilidad de estos estudiantes, inicialmente temporal, no sólo constituye un flujo migratorio en sí mismo, sino que se constituye en un flujo potencial de trabajadores calificados (Pellegrino, 2002). En esta última condición se pueden presentar dos situaciones: de un lado, aquellos estudiantes que durante el desarrollo de su formación educativa alternan estudio con trabajo y, de otro, aquellos que terminando su ciclo de escolaridad permanecen en la sociedad de destino y se insertan laboralmente cambiando su condición migratoria. En la mayoría de los casos se trata de migrantes con estatus migratorio legal y de carácter individual, favorecidos por procesos institucionales de oferta educativa con becas estatales para atraer a estudiantes extranjeros.

En la actualidad, el flujo migratorio calificado por razones de estudio presenta dinámicas singulares y se ha ido configurando bajo lógicas, vínculos y redes propias hasta constituirse en un fenómeno característico de las sociedades contemporáneas. Los estudiantes internacionales (o internacionalmente móviles) han sido definidos por la Organización de Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO, por su nombre en inglés) como aquellos "estudiantes que han cruzado un límite nacional o territorial con el propósito de estudiar y se encuentran matriculados fuera de su país de origen" (UNESCO, 2007:194).

Desde 2000, la tendencia creciente de la movilidad internacional de estudiantes de tercer y cuarto nivel permite definir este flujo como uno de los más dinámicos de la migración calificada contemporánea. Esta intensificación de la migración internacional por razones de estudio se ilustra al considerar que el número de estudiantes en educación terciaria, que se encontraba realizando estudios en el extranjero en 2001, estaba cerca de dos millones de personas, en tanto que para 2005 este grupo de estudiantes se incrementó hasta alcanzar 2.7 millones de personas, y para 2010 se ha registrado que esta movilidad fue agenciada por más de 3.5 millones de personas en el mundo (UNESCO, 2004, 2007 y 2012).¹ Los estimativos realizados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) confirman este patrón de movilidad y la tendencia señalada, al establecer que las solicitudes de estudiantes internacionales de nivel terciario en el mundo presentan un significativo incremento en las últimas décadas, al pasar de 800 mil en 1975 a 4.1 millones en 2010 (OCDE, 2012).²

La migración temporal de estudiantes con el propósito de adquirir formación profesional y obtener títulos y credenciales educativas se considera en la actualidad como una de las dimensiones del proceso de internacionalización de la educación superior, y se ha afirmado que en el contexto de la globalización el número y la proporción de estudiantes en el extranjero ha alcanzado el mayor valor en la historia contemporánea (Rodríguez, 2005).

En tal sentido, resulta pertinente afirmar que la movilidad internacional por razones de estudio de tercer nivel se ha constituido en un fenómeno global, no sólo por la magnitud que ha alcanzado, sino porque se presenta en todas las regiones del mundo. Sin embargo, en la movilidad de estudiantes se observan diferencias relevantes en las distintas regiones al configurarse los flujos específicos entre países de origen y países de recepción que caracterizan a este fenómeno en la actualidad.

En este artículo se discute las perspectivas analíticas más recientes sobre la movilidad por razones de estudio como parte integral de los flujos de migración calificada y se identifican los puntos centrales del debate actual en torno al carácter y las implicaciones de este tipo de movilidad. Así mismo, se señala las principales características y tendencias de este flujo migratorio en el contexto de la migración calificada. Subrayamos la importancia que adquiere este flujo en tanto es considerado como una de las puertas de entrada de la migración calificada en general, y de la migración calificada académica en particular (Saxenian, 2005; Esteban, 2011; Bermúdez, 2012). El análisis de las estadísticas disponibles nos permite realizar una aproximación a nuestro propósito central de presentar lo que podría ser denominado como una geografía mundial de este fenómeno. Nuestro interés está centrado en la población con estudios superiores de América Latina que se moviliza a realizar estudios de tercer y cuarto nivel tanto en países de la región (flujos sur-sur y sur-norte) como en países de Europa y América del Norte (flujos norte-norte y norte-sur). El artículo se divide en cuatro apartados. En el primero se presenta y discute la literatura reciente que aborda el análisis de este flujo migratorio y se destaca a los principales enfoques analíticos y los aportes más relevantes que estas investigaciones han señalado. En los dos apartados siguientes se presentan las estadísticas de referencia sobre la movilidad internacional de estudiantes en educación terciaria a nivel mundial, considerando la perspectiva tanto desde los países de origen como desde los países de destino, para aproximarnos a lo que constituye la geografía mundial de este flujo migratorio. En el cuarto apartado se presentan las principales reflexiones y se proponen líneas de investigación que permitan profundizar en el conocimiento de este fenómeno contemporáneo.

 

La movilidad internacional por razones de estudio en el contexto de la migración calificada

En el contexto mundial actual, el análisis de la movilidad internacional por razones de estudio se ha redimensionado y se ha vuelto relevante en varios sentidos. En primer lugar, la consolidación de una economía global ha puesto en el centro el debate en torno a la disponibilidad de recursos altamente capacitados como uno de los requisitos imprescindibles para enfrentar el nuevo empuje del desarrollo tecnológico e informático en el mundo contemporáneo. La movilidad de profesionales para realizar estudios de posgrado aparece como uno de los prototipos ideales para las designaciones de intercambio y circulación de talentos (brain gain, brain circulation y brain exchange) bajo las cuales se asume la migración calificada contemporánea, en contraste con la caracterización de "fuga de cerebros" (brain drain) de décadas pasadas (Pellegrino, 2001:Martínez, 2005).

En el marco de este enfoque es importante resaltar que la circulación y el intercambio de talentos se constituyen en una movilidad a la que se accede en correspondencia a una estratificación social: generalmente aquellas personas que pertenecen a sectores sociales medios y altos, y a su vez el proceso de cualificación que deviene de la movilidad por razones de estudio, se suele constituir en un nuevo factor de estratificación en las opciones de integración laboral y social. En este sentido, cobra importancia el planteamiento de Bauman que indica que la libertad para movilizarse se ha constituido en el factor de estratificación en la modernidad tardía, ya que según este autor "la movilidad se ha convertido en el factor de estratificación más poderoso y codiciado de todos; aquel a partir del cual se construyen y reconstruyen diariamente las nuevas jerarquías sociales, políticas, económicas y culturales de alcance mundial" (2011:16).

En segundo lugar, la consolidación de la instauración de la flexibilidad como pauta predominante de las condiciones en el empleo y de la regulación del mundo laboral, redefiniendo de manera sustancial el trabajo asalariado que caracterizó a la modernidad industrial y fundamentó en gran medida la vida social (Sennett, 2000; Pacheco, de la Garza y Reygadas, 2011), otorga a la movilidad espacial un renovado impulso y dinamismo e incluso una marca de distinción positiva en la trayectoria de vida. En este escenario, la movilidad internacional aparece como un atributo deseable y, en gran medida, posible para las nuevas generaciones de profesionales.

De ahí que se pueda sugerir que la movilidad internacional se constituye en una alternativa que, al tiempo que permite atenuar el impacto de la incertidumbre laboral experimentada en las sociedades de origen, ofrece otras oportunidades de crecimiento personal y desarrollo profesional adicionales a la sustantiva cualificación por la vía de una mayor escolaridad con la realización de los estudios de posgrado. En tal sentido, planteamos que la movilidad internacional para realizar estudios de posgrado constituye una alternativa que considera procesos de adaptación y de resistencia para enfrentar el mercado laboral flexible profesional contemporáneo, al tiempo que se conforma como una opción de cualificación y competitividad (Balán, 2009; Bermúdez, 2012).

En este contexto, las políticas de empleo temporal facilitan la contratación de trabajadores calificados tanto en el mundo académico como en la industria, con regímenes laborales que, al tiempo que han promovido su movilidad, han erosionado las fuentes tradicionales de seguridad en el empleo. Al respecto, Reyneri (2006) afirma que la descualificación ocupacional es un fenómeno que enfrentan los inmigrantes más instruidos en Italia y España, y señala que "las oportunidades que el mercado de trabajo en estos países ofrece a los inmigrantes con más altos niveles educativos están casi siempre en los niveles más bajos de la jerarquía profesional" (Reyneri, 2006:221).

En esta misma dirección, es importante resaltar que la movilidad internacional calificada se ha favorecido con la introducción de reglamentaciones de selectividad en las políticas migratorias de los países receptores. Mediante esta selectividad se han establecido marcos legales diferenciados que han hecho más flexible la contratación y han facilitado la inserción en el mercado laboral de los inmigrantes calificados (Castles y Delgado, 2007).

En la mayoría de los países europeos, así como en Canadá y Australia, se ha estimulado la llegada de estudiantes extranjeros y modificado los regímenes migratorios para facilitar el vínculo entre estudios superiores y participación en el mercado de trabajo. Así también, se ha facilitado el empleo temporario de los estudiantes y se ha favorecido la alternativa de permanencia después de la graduación con fines laborales y de formación (Balán, 2009).

En este contexto resulta significativo el posicionamiento internacional alcanzado por Japón como país de destino para estudiantes extranjeros; la experiencia desarrollada durante más de tres décadas por este país ilustra de manera ejemplar la formulación de un conjunto de políticas públicas encaminadas a hacer atractivo el sistema de educación superior para los estudiantes internacionales; por ejemplo, la facilidad para trabajar mientras se realizan los estudios. Así, a los extranjeros que ingresan al país con visa de estudiante se les otorga un permiso para trabajar tiempo parcial con un límite de 28 horas semanales (Rodríguez, 2013). El Ministerio de Educación de Japón estima que alrededor de 76 por ciento de la población estudiantil extranjera en Japón trabaja tiempo parcial (Jasso, 2012, citado por Rodríguez, 2013). Otro aspecto de importancia está en referencia a la oferta de empleo para los estudiantes extranjeros graduados: en particular, las empresas japonesas han incrementado la contratación de extranjeros egresados de las universidades locales. Al respecto, se estima que el número de extranjeros que realizó un cambio de estatus de residencia, pasando de tener visa de estudiante a tener visa de trabajo, se incrementó de 2 689 en el año 2000 a 11 040 en 2008 (Nagata, 2013, citado por Rodríguez, 2013).

En tercer lugar, en las últimas décadas se ha presentado una renovación de los patrones sociodemográficos que caracterizan a los flujos de migrantes calificados (Docquier y Marfouk, 2006; Lozano y Gandini, 2011). Esta renovación está asociada con importantes cambios de carácter estructural desarrollados tanto en las sociedades de origen como en las de destino. Así, nuevos flujos desde los países del sur han ganado fuerza en respuesta a iniciativas que buscan captar mano de obra calificada demandada en los países del norte, al tiempo que se han diversificado tanto los orígenes como los destinos de la migración calificada. Además, se ha señalado una mayor participación de las mujeres en los flujos de migración calificada (Docquier, Lowell y Marfouk, 2009); y para la migración por razones de estudio, se señala un importante dinamismo en las últimas décadas, principalmente con una significativa participación de las mujeres y con predominio de las personas en edades tempranas que caracterizan a este flujo.

La población con estudios superiores que se moviliza en el espacio internacional para cursar programas de posgrado lo hace en condición de estudiante migrante, lo que en la mayoría de los países de recepción ha facilitado el ingreso de los estudiantes con un estatus migratorio legal y su establecimiento de forma transitoria o temporal en virtud de la duración de sus estudios. En primera instancia, esta condición migratoria transitoria de los profesionales movilizados por razones de estudio contempla ventajas y oportunidades favorables para los procesos de integración de la población calificada en las sociedades de destino. En este sentido, la incorporación en el sistema educativo del país receptor no sólo permite dar continuidad al proceso formativo especializado del profesional que se moviliza, sino que otorga significativas habilidades y capacidades para participar en el mercado laboral tanto en la sociedad de destino como en el mercado global de recursos calificados (Szelényi, 2006; Van Mol, 2008; Bermúdez, 2012).

Algunas de las investigaciones recientes que analizan la movilidad de estudiantes terciarios del sur al norte y del sur al sur han señalado que el incremento de este flujo migratorio está asociado con la transformación del valor de los títulos académicos y universitarios en el mercado laboral. En la actualidad, se exige la realización de estudios cada vez más profesionalizantes y que aseguren una mayor calificación, y se ha hecho cada vez más necesario el acceso a formaciones más modernas tanto en lo académico como en lo profesional. Así mismo, se ha hecho más relevante poseer un capital académico, social y económico que facilite la obtención de un título de posgrado en el extranjero. Estos condicionantes constituyen en la práctica exigentes criterios de selección social para la adquisición de este tipo de formación académica (Gérard, 2008; Bermúdez, 2012).

A partir de este panorama general, en los siguientes apartados presentaremos algunas estadísticas disponibles sobre movilidad internacional de estudiantes en educación terciaria que permiten identificar los principales flujos de esta movilidad internacional y discutir las principales tendencias que caracterizan a este tipo de movilidad calificada en la actualidad. De esta forma, presentamos una primera aproximación a lo que denominamos la geografía mundial de este flujo global calificado de movilidad por razones de estudio.

 

Estudiantes internacionales en educación terciaria: Panorama mundial

Las estadísticas recopiladas por la UNESCO en los últimos años sobre los flujos de estudiantes internacionales (o internacionalmente móviles) permiten afirmar que la movilidad internacional de estudiantes constituye un fenómeno global que involucra a todas las regiones del mundo y presenta una tendencia creciente y un importante dinamismo. Esta tendencia creciente aparece en el análisis del flujo tanto desde las sociedades de origen como desde las sociedades de recepción. No obstante, el análisis detallado de los datos disponibles también permite señalar que la participación relativa de las regiones muestra diferencias y variaciones significativas (tablas 1 y 3).

En los siguientes apartados presentamos en detalle las principales tendencias que caracterizaron a la movilidad de estudiantes internacionales entre 2001 y 2010. Para este mismo período, de manera específica y en forma detallada señalamos hacia dónde se dirigen los estudiantes internacionales de nivel terciario y discutimos aspectos asociados con la elección de los países de destino. De igual forma, se presentan las tendencias y patrones relevantes según los países de origen de la población movilizada por razones de estudio y se analizan aspectos centrales relacionados con las tendencias de esta movilidad. Este último análisis se realiza sólo para el lustro entre 2005 y 2010, debido a que la información requerida sólo se obtuvo para este período.

 

Destinos de los estudiantes internacionales en educación terciaria

En diversas perspectivas analíticas de la migración, la definición del destino migratorio ha sido asociada con procesos sociohistóricos que vinculan al país de origen con el país de destino y con las afinidades culturales compartidas. Aunque este marco general resulta válido en el análisis de los flujos migratorios en su conjunto, para el flujo de estudiantes internacionales en particular se ha señalado, de manera más específica, que en la elección del destino para realizar estudios de posgrado intervienen una diversidad de factores, entre los que se destacan el contexto internacional y el acceso a la información sobre las oportunidades educativas en la sociedad receptora, que en gran medida se expresan como "redes institucionales y vínculos sociales"; los estándares de calidad educativa y el prestigio de las universidades de la sociedad receptora; las referencias personales de quienes han desarrollado esta experiencia de movilidad y la interconectividad que favorece la comunicación y los vínculos. En este sentido, se plantea que la decisión del destino para ir a estudiar responde de manera más específica a una evaluación informada de las opciones disponibles y de sus condiciones tanto de calidad académica como de costos educativos, así como de prestigio y especialización en un contexto global. De igual forma, esta decisión está asociada con el volumen de capital social del que disponen los agentes de la movilidad tanto en el país de origen como en relación con el país de destino (Szelényi, 2006; Bermúdez, 2012).

De otro lado, la elección del país de destino también se corresponde con la disponibilidad de apoyos del Estado receptor y de las instituciones educativas para desarrollar el proceso formativo en las sociedades receptoras; disponer de una beca otorgada por el país de recepción, en gran medida, define el destino de la movilidad. Finalmente, el destino está altamente influenciado por los intereses personales y las aspiraciones profesionales, que se relacionan, principalmente, con los estándares de calidad educativa y con las visiones del mundo que se ponen en juego en las tradiciones académicas de cada país y que están presentes en la formación y realización profesional a la que se aspira (Szelényi, 2006; Bermúdez, 2012).

Al observar los flujos migratorios de estudiantes internacionales según la región receptora, se identifica una alta concentración en la elección de los países de destino durante el período analizado. A inicios de la década, en 2001, en los países receptores se identificaron 1 993 972 estudiantes internacionales en educación terciaria. De éstos, 73.7 por ciento se dirigió a América del Norte y Europa Occidental, 11.9 por ciento se movilizó rumbo a Asia Oriental y el Pacífico y 8.4 por ciento lo hizo a Europa Central y Oriental. En suma, estas tres regiones recibieron 94 por ciento del total de estudiantes internacionales en ese año (UNESCO, 2004). Al finalizar la década, en 2010, había 3 572 840 estudiantes identificados en los países receptores, y en estas tres regiones, aunque mantuvieron una alta concentración (87.7 %) de los estudiantes movilizados a nivel internacional, se observó una importante disminución de su participación relativa en la distribución del total mundial (UNESCO, 2012) (tabla 1). No obstante, su alta participación señala una contundente hegemonía de los destinos en las áreas de mayor desarrollo, lo que indica que este flujo migratorio calificado está asociado no solamente con una alta selectividad escolar y social sino que también se caracteriza por una alta selectividad espacial.

En este contexto, se presenta una importante redistribución de estas áreas a favor de Asia Oriental y el Pacífico, y la disminución relativa en la recepción de estudiantes en América del Norte y Europa Occidental, de 73.7 por ciento en 2001 a 57.7 por ciento en 2010, se compensa con el incremento relativo en participación de los países de Asia Oriental y el Pacífico, que pasa de 8.4 a 21.0 por ciento en este mismo período (tabla 1).

De otro lado, están las regiones con menor volumen de recepción de estudiantes internacionales: Asia Meridional y Occidental (0.5 %), América Latina y el Caribe (1.3 %), Asia Central (1.2 %), África Subsahariana (0.8 %) y los Estados árabes (2.2 %), los que, en su conjunto, para 2001 acogían seis por ciento de este flujo y en 2010 aumentan su participación a 12.3 por ciento del total de movilizados (tabla 1).

Este incremento en su participación relativa se explica principalmente por la mayor recepción que presentan los Estados árabes, pasando de 2.2 a 6.1 por ciento en esta década. En América Latina, aunque el volumen de estudiantes internacionales que recibe la región ha aumentado en términos absolutos y de manera sostenida en este período, su participación relativa sólo ha tenido un incremento marginal, pasando de 1.3 a 1.9 por ciento y conservando un lugar periférico como destino para realizar estudios terciarios en la estructura global (tabla 1).

Al considerar en forma desagregada los principales países receptores de este flujo, se ubica con mayor precisión el alto nivel de concentración en destinos específicos que presenta la movilidad internacional de estudiantes de tercer nivel (tabla 2). Estados Unidos es el país que en mayor medida concentra la recepción de estudiantes internacionales, aunque su participación haya disminuido en forma significativa en el período establecido, al pasar de 29.2 por ciento en 2001 a 19.5 por ciento en 2010. Es decir, que en 2010 uno de cada cinco estudiantes de tercer nivel que se movilizaba en el mundo iba a Estados Unidos con este propósito. La importante reducción de este país como país receptor está asociada al menos con dos situaciones. De un lado, tras los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, se estableció un proceso más selectivo y más exigente para la aceptación de estudiantes internacionales como parte de las políticas de seguridad del Estado, lo que en la práctica se constituyó en una barrera para el flujo (Szelényi, 2006); del otro, un conjunto de países han implementado diversas estrategias y políticas para avanzar en la internacionalización de sus sistemas educativos y resultar países atractivos para el estudio. Estos países han avanzado de manera significativa en sus esfuerzos y se han configurado en escenarios pertinentes y adecuados para realizar estudios de tercer nivel (Rodríguez, 2013).

En orden de importancia, y como fuertes competidores de Estados Unidos, los otros cuatro principales países receptores de estudiantes internacionales son el Reino Unido (10.9 %), Australia (7.6 %), Francia (7.2 %) y Alemania (5.6 %). Estos países conjuntamente con Estados Unidos concentran un poco más de 50 por ciento de este flujo migratorio; es decir, uno de cada dos estudiantes internacionales se dirige a uno de estos países. Al igual que Estados Unidos, este conjunto de países redujeron su participación relativa como receptores entre 2001 y 2010 (tabla 2).

De igual forma, al considerar un grupo más amplio de países receptores, resulta interesante señalar dos tendencias diferenciadas en el período analizado. De un lado, un grupo de países que, manteniendo su predominio, han disminuido su participación relativa: Estados Unidos, Alemania, Francia y Canadá. De otro lado, los países que han incrementado su participación relativa o han emergido recientemente como principales países de destino en el contexto mundial: China, Japón, Malasia, Singapur y República de Corea. Entre estos últimos la participación individual es limitada, pero agregados como bloque de países asiáticos -principalmente Asia Oriental y el Pacífico- representan una importante área de recepción de estudiantes en la actualidad (tabla 2). Este espacio ganado en la recepción de estudiantes de posgrado -junto con Australia, que se ha mantenido en un importante tercer lugar como país receptor- señala la intensa competencia que mantiene este grupo de países por la captación de este selectivo y calificado flujo migratorio.

En casi todos estos países se han impulsado procesos planificados con el objetivo de lograr la internacionalización de la educación y encaminados a hacer atractivos sus sistemas de educación superior y de posgrado para estudiantes internacionales. Entre ellos destacamos a manera de ilustración de estas experiencias el caso de Japón, país que desde 1983 ha venido implementando políticas en este sentido y se ha propuesto la meta de contar con 300 mil estudiantes extranjeros en 2020. Para ello ha adelantado un proceso de adecuación académica de sus universidades para alcanzar los más altos estándares internacionales, ha fortalecido las capacidades institucionales para la investigación y docencia, ha formulado un plan de becas para estudiantes internacionales y ha tomado medidas para favorecer la homologación educativa entre los países de Asia y el Pacífico (Rodríguez, 2013).

De otro lado, al observar la participación diferenciada entre hombres y mujeres en cada uno de los principales países de destino de este flujo migratorio, se expresa una relativa paridad entre los sexos en la población que se moviliza por razones de estudio, lo que permite resaltar el importante dinamismo alcanzado por las mujeres en esta movilidad. En este mismo sentido, vale la pena enfatizar que para aquellos países para los cuales se dispone de información de los dos años considerados, se puede señalar un mayor incremento en la participación de las mujeres en este período, dinámica demográfica que resulta coherente con la tendencia a una mayor feminización de la migración calificada en su conjunto, patrón identificado por autores, como Docquier, Lindsay y Marfouk (2009) y Esteban (2011), entre otros. En tal sentido, sobresale la mayoritaria participación femenina en el flujo de migrantes por razones de estudio que se dirige a Italia, Austria, España, República de Corea y Francia, entre los principales países de destino (tabla 2).

 

Regiones de origen de los estudiantes internacionales de nivel terciario

Entre los diversos factores que han sido asociados con el dinamismo de la movilidad por razones de estudio se destacan algunos que aluden directamente a las características y condiciones estructurales en los países de origen de este flujo. El principal aspecto a resaltar es el incremento sustancial en la cobertura educativa de nivel secundario y terciario en la mayoría de los países, que se ha traducido en una devaluación de las credenciales educativas, así como en una presión para adquirir una formación más especializada.

El análisis de flujos específicos de estudiantes movilizados a nivel internacional ha permitido señalar que esta movilidad se constituye en una estrategia de calificación y competitividad agenciada por individuos y/o familias pertenecientes a los sectores de las clases medias de la sociedad como alternativa para enfrentar las transformaciones de los mercados laborales profesionales y las mayores exigencias de calificación que en la actualidad se plantean para estos sectores poblacionales (Balán, 2009; Gérard, 2008; Van Mol, 2008; Bermúdez, 2012).

De acuerdo con los datos disponibles para el período entre 2001 y 2010, la distribución de los estudiantes movilizados a nivel internacional según la región de origen se mantuvo estable; la participación relativa de las áreas en el mundo de donde provienen los estudiantes no presentó variaciones significativas y el patrón de movilidad por países se conservó (tabla 3).

En este contexto, para 2010 los estudiantes internacionales de nivel terciario de origen asiático tuvieron una altísima participación: 42.9 por ciento del total provenían de países de Asia Oriental y el Pacífico y 14.6 por ciento de países de Asia Meridional y Occidental, para una representación en conjunto de 57.5 por ciento del total de estudiantes móviles en el mundo. Es decir, 6 de cada 10 estudiantes internacionales son de origen asiático. En tanto los estudiantes originarios de los países de América del Norte y Europa representan alrededor de 25 por ciento del total, es decir uno de cada cuatro estudiantes internacionales de este nivel proviene de algún país de estas áreas. En contraste, están los estudiantes provenientes de África, que representan 10.9 por ciento del total y los originarios de América Latina y el Caribe, que sólo alcanzan 8.4 por ciento del total del mundo (tabla 3).

El predominio de los estudiantes de origen asiático en la movilidad internacional ha sido señalado por la literatura especializada en las últimas décadas. En particular, se ha documentado el cuantioso flujo migratorio de ingenieros asiáticos movilizados para adelantar procesos formativos en universidades de Estados Unidos y su posterior vinculación laboral con las empresas de alta tecnología ubicadas en Silicon Valley para, de esta forma, lograr altos niveles de entrenamiento y calificación. En tal sentido, esta experiencia migratoria se ha potenciado mediante la articulación de una formación académica de alta calidad con la experiencia laboral en las firmas de mayor nivel de especialización en la generación de tecnología de punta. Las dinámicas de permanencia, retorno y circulación de este flujo migratorio se han convertido en un referente imprescindible en el estudio de la migración calificada en la actualidad y se han considerado como uno de los prototipos más importantes de la circulación y ganancia de talentos para las economías de tecnología global en las sociedades contemporáneas (Saxenian, 2007).

Al considerar en forma desagregada los principales países de origen de este flujo migratorio calificado, se muestra con mayor precisión la alta proporción que concentraba cada uno de los países asiáticos. El país con mayor participación es China, que concentraba 24 por ciento del flujo mundial de estudiantes móviles de nivel terciario en 2010; con esta proporción no sólo mantenía el predominio en el contexto mundial sino que incrementó su participación con respecto a 2005, de tal forma que uno de cada cuatro estudiantes de tercer nivel que se movilizaba en el mundo era originario de China. India fue el segundo país de origen con 8.5 por ciento del total de estudiantes internacionales en 2010, al igual que China, incrementó su participación con respecto a 2005. En tal sentido, estos dos países de origen han establecido una significativa y dinámica participación en la movilidad estudiantil mundial (tabla 4). República de Corea, Malasia y Vietnam completaron el predominio asiático con una importante participación equivalente a 5.4, 2.3 y 2.0 por ciento, respectivamente, del total de los estudiantes internacionales.

 

Los flujos de estudiantes móviles en educación terciaria en los países de América Latina

En la década analizada, el número de estudiantes latinoamericanos que se moviliza a nivel internacional para realizar estudios terciarios aumenta de manera sostenida y significativa, pasando de 76 350 en 2001 a 195 274 en 2010. Sin embargo, como ya se ha señalado, en términos relativos su participación en el contexto mundial permaneció constante, conservando el más bajo porcentaje por área de origen de esta movilidad en el panorama global (tabla 5).

Con respecto a los países de destino de los estudiantes originarios de América Latina, en correspondencia con las tendencias mundiales, se mantiene el predominio del flujo de destino hacia los países de América del Norte y Europa, aunque en el período analizado se presenta una moderada disminución, al pasar de 84.3 a 75.1 por ciento la proporción de estudiantes latinoamericanos que se dirigieron a estas regiones. Así, para 2010 tres de cada cuatro estudiantes móviles internacionales originarios de América Latina se trasladaron a algún país de Norteamérica o Europa a realizar estudios terciarios (tabla 5).

Es importante resaltar, además, que en este mismo período se ha presentado un incremento importante en la movilidad intrarregional de estos estudiantes: para 2010, 20.8 por ciento de los de América Latina se dirigió a otro país de esta misma región; en tanto que en 2001 sólo 14.5 por ciento permanecía en algún país latinoamericano. La movilidad con destino a Asia Oriental y el Pacífico tiene una limitada participación, pero es importante subrayar que presentó un leve incremento en este período mostrando la tendencia a incrementar el flujo hacia estos países como destino de los estudiantes latinoamericanos, correspondiéndose con la tendencia mundial ya subrayada (tabla 5).

En el período analizado los países de origen de América Latina y el Caribe con mayor número de estudiantes móviles internacionales fueron México, Brasil y Colombia. En 2005 estos tres países concentraron 41.9 por ciento del total de estudiantes de nivel terciario movilizados. Para 2010, de estos tres países, Brasil fue el único que incrementó levemente su participación como país de origen de la movilidad estudiantil. Colombia y México, aunque reducen su participación, conservaron el predominio como principales países expulsores de migrantes por razones de estudio. En conjunto, para 2010 representaron un significativo 38.1 por ciento del total de este flujo en la región (tabla 6).

En un segundo nivel se ubican los países andinos, que incrementaron su participación en este flujo migratorio durante el lustro de referencia. Éste es el caso de Bolivia, que duplicó su participación como país de origen al pasar de 2.5 a 5.1 por ciento entre 2005 y 2010. Así mismo, Perú aportó 7.9 por ciento, Venezuela 6.7 por ciento y Ecuador participó con cinco por ciento de los estudiantes móviles internacionales de América Latina y el Caribe en 2010. En tercer lugar estuvieron los países del cono sur, Chile y Argentina, que redujeron de manera importante su participación relativa en la movilidad estudiantil en la región (tabla 6).

Estados Unidos es el principal país de destino para el flujo de estudiantes internacionales latinoamericanos. Esta posición predominante de Estados Unidos en la recepción de ese flujo alcanza a representar un poco más de 30 por ciento para los principales países de origen -México, Brasil y Colombia- en 2010. En el caso de los países andinos con flujos emergentes de estudiantes de nivel terciario, la proporción que se dirigió a Estados Unidos representó un poco más de 20 por ciento del total en ese mismo año (tabla 7).

España aparece como el segundo país de destino en importancia por el volumen de estudiantes móviles de nivel terciario latinoamericanos que recibió en los años analizados; sin embargo, para los casos de México y Brasil el peso que alcanzó es más limitado, cercano a 10 por ciento, en tanto que para Colombia, Perú y Ecuador constituyó un destino de importancia significativa recibiendo un poco más de 25 por ciento del total de los estudiantes movilizados (tabla 7).

Alemania y Francia aparecen como destinos importantes para México, Brasil y Colombia, pues mantienen un flujo de movilidad estudiantil que alcanza a representar valores de entre cinco y 13 por ciento del total de la movilidad de estos países. La movilidad hacia Francia aparece más dinámica, pues en el período analizado se incrementaron los flujos de los tres países de origen: Brasil pasó de 8.9 a 13 por ciento y Colombia de 9 a 11.6 por ciento. La movilidad hacia Alemania se incrementó de manera significativa para Colombia, que de 5.5 por ciento subió a 9 por ciento, y se mantuvo relativamente estable para México, que conservó 5.8 por ciento, en tanto que Brasil disminuyó su aporte (tabla 7).

En este panorama, es importante resaltar la participación de Cuba como país de destino de la movilidad estudiantil intrarregional, como se aprecia en los casos de Perú y Ecuador. En 2010 Cuba recibió 17.5 por ciento de los estudiantes de nivel terciario movilizados de Ecuador y 8.6 por ciento de los movilizados de Perú (tabla 7).

La alta selectividad que caracteriza a este flujo migratorio resulta aún más significativa en el caso de los países de América Latina. En esta región, la movilidad internacional de estudiantes de nivel terciario es agenciada por una muy pequeña proporción de estudiantes del total que se encuentra cursando estudios en este nivel educativo en cada país. La tasa de movilidad hacia el extranjero promedio de las distintas regiones en el mundo se constituye en un indicador que permite dimensionar la alta selectividad que presenta este flujo migratorio.³ Para 2010, la tasa de movilidad hacia el extranjero en promedio para el mundo se estimó en 2. En el caso de los países latinoamericanos resulta aún más selectiva, con un valor promedio en la región que se ubica en 0.9, un valor muy por debajo del promedio mundial. Este valor contrasta con el estimado en promedio para los países de Asia Central, que alcanza a representar 5.8 por ciento, y con el valor promedio para los países árabes de 3.1 por ciento para ese mismo año (UNESCO, 2012) (tabla 6).

 

Consideraciones finales

Como se ha podido constatar en las múltiples estadísticas e indicadores analizados, la movilidad internacional de estudiantes constituye un fenómeno global, no sólo por la magnitud que ha alcanzado sino porque se presenta en todas las regiones del mundo. Con el análisis detallado de este flujo migratorio y la identificación de los países de origen y de destino se configura una geografía mundial de este fenómeno en la actualidad. Así mismo, la intensificación del número de personas que se desplazan para obtener títulos educativos de posgrado y formación especializada es una de las dimensiones fundamentales de la internacionalización de la educación superior en nuestros días.

Este flujo migratorio de estudiantes móviles internacionales de tercer nivel se caracteriza por el alto nivel de selectividad escolar, social y espacial que connota. La selectividad escolar deviene en que tanto sólo es posible movilizarse en esta condición para aquellas personas que, dado su capital escolar acumulado, cuentan con los requisitos para postularse e ingresar a instituciones educativas internacionales. La selectividad social está asociada con la posición de clase media que caracteriza a las personas que han alcanzado esta trayectoria educativa y que cuentan con los recursos para asumir el esfuerzo de una formación de posgrado a nivel internacional.

La configuración de esta geografía mundial de los estudiantes móviles de nivel terciario presenta una clara hegemonía en los destinos hacia las áreas de mayor desarrollo. Los flujos migratorios estimados establecen una geografía mundial de esta movilidad que se caracteriza por una alta concentración en cinco países de destino: Estados Unidos, que capta aproximadamente 20 por ciento de la movilidad estudiantil, junto con Alemania, el Reino Unido, Francia y Australia concentra un poco más de 50 por ciento del total.

Un conjunto de factores inciden para que estos países conserven este predominio: acuerdos institucionales de homologación educativa que promueven la movilidad entre ellos; estándares de calidad, prestigio y poder de sus instituciones educativas que los ubican en un alto rango competitivo en el dominio curricular y científico y que los constituye en escenarios atractivos para la formación profesional, y un importante soporte en políticas públicas de apoyo para los estudiantes extranjeros que incluye la oferta de becas de estudio. Para estos países receptores los estudiantes internacionales configuran un potencial recurso para la competitividad nacional en el mundo, al disponer de recursos altamente calificados formados en ámbitos de punta.

De otro lado, la geografía mundial de los estudiantes móviles de nivel terciario también presenta contundentes patrones en cuanto al origen de los estudiantes internacionales. Entre los países de origen, los asiáticos concentran 57.5 por ciento del total del flujo. Entre ellos sobresale China, de donde proviene 24 por ciento de los estudiantes internacionales, India, que participa con 8.5 por ciento del total y la República de Corea que emite 5.4 por ciento. Esto indica el predominio en la dirección sur-norte de este flujo migratorio y la mayor participación de los países asiáticos en la disputa por obtener una mayor calificación profesional con estándares internacionales en el contexto mundial.

En este contexto, los países de América Latina, como receptores y como emisores, presentan una participación marginal en el panorama global. Aunque mantienen el predominio en el flujo emisor hacia los países de América del Norte y Europa, han experimentado un interesante aumento en la movilización intrarregional, lo que sugiere avances en la estandarización internacional de la educación de tercer nivel en la región y en la oferta de mejores condiciones para desarrollar este tipo de formación en algunos países latinoamericanos como México y Brasil.

 

Referencias

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Notas

¹ Los datos sobre estudiantes internacionales (estudiantes móviles internacionales) son generados por el Instituto de Estadística y publicados anualmente por la UNESCO en la serie Global Education Digest.

² Los estudiantes se clasifican como "internacionales" si dejaron su país de origen y se trasladan a otro para estudiar. Esta categoría de estudiantes internacionales se diferencia de la categoría de los "estudiantes extranjeros", como se considera a quienes residen de forma permanente en un país distinto del de su nacimiento y estudian en éste, pero no se movilizaron por razones de estudio explícitamente (OCDE, 2012).

³ La tasa de movilidad hacia el extranjero es el número de estudiantes de un país determinado que estudian en el extranjero como porcentaje del total de estudiantes matriculados en educación terciaria en dicho país (UNESCO, 2007:199).

 

INFORMACIÓN SOBRE LA AUTORA

ROSA EMILIA BERMÚDEZ RICO: es maestra en sociología por la Universidad del Valle (Cali, Colombia) y doctora en estudios de población por El Colegio de México. Profesora investigadora en el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad del Valle e integrante del grupo de investigación "Estudios étnico­raciales y del trabajo en sus diferentes componentes sociales", en dicha universidad. Algunas de sus publicaciones son "Trayectorias laborales de migrantes calificadas por razones de estudio" (Estudios Demográficos y Urbanos, 2014), Inserción laboral de jóvenes profesionales (en coautoría con Johnny Orejuela, Carmen Urrea y Angélica Delgado, Cali, Bonaventuriana, 2013); "Migración calificada e integración en las sociedades de destino" (Sociedad y Economía, 2010); Poblaciones y territorios en disputa (Cali, Universidad ICESI, 2010); y Mujeres obreras y construcción de identidades sociales, Cali, 1930­1960 (Medellín, ICESI/La Carreta, 2007).