Introducción
Dentro del grupo de las embarazadas desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020 a abril de 2021, 15,774 mujeres embarazadas dieron positivo a COVID-19 con una letalidad de 2.1%, representando 40% de la causa de defunción en las embarazadas. Se reporta el mayor número de complicaciones en las personas infectadas durante el segundo trimestre del embarazo. La política pública tomada por nuestro país ha llevado a iniciar la vacunación en mujeres embarazadas a partir de la novena semana de gestación. Actualmente en México se han utilizado seis tipos diferentes de vacunas distribuidas en todo el país.
El mecanismo principal de acción de las vacunas que se encuentran actualmente en México es la generación de anticuerpos IgG anti-spike. Cuando nos vacunan, nuestras células generen la proteína del virión correspondiente a la spike (la proteína S), que es la llave de entrada del virus a nuestras células.1 La manera más efectiva de conocer la respuesta del organismo ante la vacunación es con la medición de IgG anticuerpos anti-spike en sangre. Esta prueba se realiza mediante la metodología ELISA, asociada con la búsqueda de la proteína del virus, spike (S), para identificar si el organismo ya generó anticuerpos en respuesta a esta proteína y medir los niveles presentes.
Dentro de los estudios relacionados sobre la presencia de anticuerpos maternos por vacunación, Stefano Cosma y asociados realizaron un estudio de seguimiento2 en el que buscaban la prevalencia de anticuerpos durante los tres trimestres del embarazo; reportaron que de las embarazadas contagiadas por COVID-19 en el primer trimestre del embarazo y que tuvieron enfermedad sintomática al llegar al tercer trimestre, sólo 6% tenían anticuerpos detectables al nacimiento. En cambio, en el mismo escenario ocurrido en el segundo trimestre 53.4% presentaban anticuerpos al término del embarazo.2
En abril de 2021, Prabhu Malavika y colaboradores estudiaron a 122 mujeres embarazadas que habían recibido una o dos dosis de vacuna basada en ARNm; notificaron que todas habían producido anticuerpos IgG al momento del nacimiento.3 Además, reportaron los tiempos más tempranos en los que se producían anticuerpos durante el embarazo, siendo cinco días posteriores a la primera dosis de vacuna en muestra sanguínea periférica y a los 16 días en muestra de cordón umbilical.3 En septiembre de 2021 Gray y asociados estudiaron a 131 mujeres, entre embarazadas y no embarazadas, que se habían vacunado con esquema de dos dosis y otro grupo de aquellas que cursaron con infección por SARS-CoV-2. Informaron que entre embarazadas vs no embarazadas no existía diferencia significativa sobre la producción de anticuerpos.4 Sin embargo, uno de los hallazgos reportados refería que en pacientes embarazadas vacunadas existía una mayor cantidad de anticuerpos que en aquellas mujeres embarazadas con antecedente de infección previa.
Nos enfocamos en los recién nacidos quienes son considerados un grupo vulnerable de contagio. Una de las grandes interrogantes es la cantidad de anticuerpos anti-spike IgG que se están transfiriendo al momento de nacer secundaria a vacunación. En febrero de 2021, en Florida, Estados Unidos, los médicos Paul Gilbert y Chad Rudnick informaron sobre el primer caso reportado de traspaso de anticuerpos de una madre embarazada vacunada a su recién nacido de 39.3 semanas de gestación.5 En este caso la vacuna utilizada fue de Pfizer-BioNTech.
El siguiente estudio grande, en cuanto a número de pacientes, fue realizado en Israel en marzo de 2021 por parte de Amihai Rottenstreich y colaboradores;6 reunieron a 20 pacientes embarazadas con esquema completo de vacunación Pfizer-BioNTech y midieron anticuerpos anti-spike IgG tanto maternos como del recién nacido. Los resultados reportaron paso de anticuerpos maternos al feto y las cantidades fueron muy similares entre madre e hijo. Beharier y asociados7 compararon los anticuerpos en los recién nacidos de madres vacunadas en el tercer trimestre vs madres embarazadas que cursaron con infección durante el segundo trimestre del embarazo. Reportaron que en las madres infectadas se requería una mayor cantidad de tiempo para el paso de anticuerpos a sus bebés que en aquellas mujeres con esquema de vacunación.
En los últimos meses se han reportado múltiples estudios sobre el traspaso de anticuerpos maternos por leche materna. Atyeo y su grupo8 juntaron a 84 mujeres lactantes que habían recibido Pfizer-BioNTech en esquema de dos dosis. Reportaron que 61.8% de muestras de leche materna salieron positivas para anticuerpos IgA anti-CoV-2 a las dos semanas del nacimiento y 86.1% a las cuatro semanas posteriores. Durante las primeras tres semanas los niveles de IgG permanecieron bajos con incrementos progresivos durante las siguientes tres semanas, alcanzando 97.3% positivos a los siete meses del nacimiento.8 Estos hallazgos presentan una interrogante debido a la duración de los anticuerpos, ya que los anticuerpos IgA no se espera que duren más allá del periodo de lactancia materna en comparación a los anticuerpos IgG pasados por vacunación o la misma lactancia.9 Dentro de los últimos estudios tenemos el de Shook y colaboradores, quienes10 en Boston, EUA, realizaron un estudio de seguimiento a dos y seis meses de recién nacido de madres que tuvieron esquema de vacunación de ARNm vs madres con infección de COVID-19 durante el embarazo; demostraron mayor duración de anticuerpos en el recién nacido de madres vacunadas durante el segundo trimestre del embarazo. En junio de 2022, Carlsen y asociados11 realizaron un estudio en el que compararon la presencia de infecciones por COVID-19 en 9,739 recién nacidos de madres no vacunadas vs vacunadas a los cuatro meses de su nacimiento; demostraron una menor proporción de casos de contagio en el grupo de vacunadas. Uno de los estudios más grandes que corrobora la presencia de anticuerpos en el recién nacido fue el realizado por Yang y colaboradores,12 en marzo de 2022, en el cual demuestran que la vacuna que mayor cantidad de anticuerpos proporciona es Moderna, pero al ser realizado en el país de los Estados Unidos, únicamente existe la comparativa entre tres vacunas (Moderna, Pfizer y Johnson & Johnson).
Es por esto que surge una interrogante importante sobre la cantidad de anticuerpos anti-spike que se pasan al recién nacido en nuestro país, sobre todo, tomando en consideración varios factores presentes en México, como los distintos tipos de vacunas utilizadas, el trimestre del embarazo en el que se completó el esquema, el antecedente de infección materna previa de COVID-19 y el uso de dosis de refuerzo adicionales de vacunación a los esquemas actuales.
Material y métodos
Nuestro objetivo principal fue determinar la cantidad de anticuerpos anti-spike IgG (proteína S contra SARS-CoV-2) presentes que tiene el recién nacido al momento de nacer. El diseño del estudio fue de tipo transversal, descriptivo y analítico, realizado en el Servicio de Neonatología del Hospital Angeles Pedregal. Nuestra población de estudio fueron todos los recién nacidos de madres que cumplieran esquema de vacunación con dos dosis para COVID-19, incluyendo aquellas que hubieran recibido algún tipo de dosis adicional. El periodo de recolección de pacientes fue de noviembre de 2021 a mayo de 2022. La realización de la toma de anticuerpos IgG anti-spike (proteína S de COVID-19 contra SARS-CoV-2) se hizo en una toma de sangre de cordón umbilical del recién nacido durante su hospitalización. (requerimiento de 1.5 mL). La muestra fue procesada dentro del Laboratorio Clínico del Hospital Angeles Pedregal, teniendo como marco de referencia la medición en UA/mL y una cifra de positividad cuando los anticuerpos fueron > 50 UA/mL.
Se realizó estadística descriptiva mediante frecuencias y porcentajes para variables cualitativas y medidas de tendencia central para variables cuantitativas. Para comparación de grupos se utilizó χ2 o prueba exacta de Fisher y t de Student o U de Mann-Whitney, respectivamente. El análisis se realizó mediante el programa estadístico SPSS versión 25.0.
Resultados
En un periodo de seis meses se recolectaron 106 recién nacidos, predominando los de término. La mayoría de embarazadas recibió la vacunación en el primer trimestre de gestación, predominando la vacuna Pfizer-BioNTech. Sólo 7.5% padecieron COVID durante el embarazo (Tabla 1).
Variable | Subvariable | n (%) |
---|---|---|
Género | Masculino | 55 (51.9) |
Femenino | 51 (48.1) | |
Edad gestacional | < 36 | 9 (8.5) |
36 | 17 (16.0) | |
37 | 20 (18.9) | |
38 | 27 (25.5) | |
39 | 30 (28.3) | |
> 40 | 3 (2.8) | |
Trimestre en el que se completó el esquema de vacunación | Primero | 52 (49.0) |
Segundo | 25 (23.6) | |
Tercero | 28 (27.4) | |
Infección COVID durante el embarazo | Sí | 8 (7.5) |
No | 98 (92.5) | |
Tipo de vacuna aplicada | Pfizer-BioNTech | 66 (62.3) |
AstraZeneca | 15 (14.2) | |
Sputnik | 4 (3.8) | |
Moderna | 14 (13.2) | |
Sinovac | 1 (0.9) | |
Johnson & Johnson | 5 (4.7) | |
Cansino | 1 (0.9) | |
Aplicación de refuerzo de vacunación | Sí | 25 (23.5) |
No | 81 (76.4) |
La cantidad de anticuerpos otorgados por cada marca de vacuna como esquema inicial se observa en la Figura 1.
De acuerdo con el trimestre en el que se concluyó el esquema de vacunación, las pacientes que lo completaron en el segundo trimestre fueron las que mayor cantidad de anticuerpos proporcionaron a los recién nacidos (Tabla 2).
Trimestre | p | |||
---|---|---|---|---|
Primero | Segundo | Tercero | ||
Vacunados (n) | 52 | 25 | 29 | 0.02 |
Límite superior | 15,020.53 | 25,131.93 | 9,440.41 | |
Límite inferior | 6,396.19 | 9,302.27 | 4,843.15 | |
Mediana | 5,054.25 (13,736) | 13,457.90 (23,985) | 3,015.20 (6,561) |
En relación con la cantidad de anticuerpos y el hecho de recibir refuerzo de la vacuna o no, encontramos que la cantidad de anticuerpos fue significativamente más alta en los recién nacidos de embarazadas que tuvieron refuerzo, comparado con aquellas que no tuvieron refuerzo (p < 0.001) (Tabla 3).
Título de anticuerpos | p | ||
---|---|---|---|
Con refuerzo (N = 25) | Sin refuerzo (N = 81) | ||
Límite superior | 31,984.89 | 9,512.25 | < 0.001 |
Límite inferior | 15,702.91 | 4,550.42 | |
Mediana | 18,711.50 (18,235) | 2,536.10 (7,311) |
Por último, al comparar las cifras de anticuerpos de las embarazadas que padecieron COVID-19 durante el embarazo contra las que no padecieron la enfermedad, encontramos que fueron mucho mayores en las que sí enfermaron (22,203 UA/mL) que las de aquellos de embarazadas que no padecieron la enfermedad (4,371 UA/mL) sin alcanzar significancia estadística (p = 0.057).
Discusión
En México se ofrecieron durante todo el periodo de campaña de vacunación siete vacunas diferentes con mecanismos de generación de anticuerpos distintos. La mayor prevalencia de vacuna fue aquellas con mecanismo de ARN mensajero (Pfizer-BioNTech 62.3% y Moderna 13.2%). La vacuna que elevó más los anticuerpos fue Cansino; sin embargo, sólo hubo un caso con esta vacuna, por lo que es difícil concluir al respecto. De las vacunas restantes, encontramos que la mayor cantidad de anticuerpos fue la vacuna de Moderna que es igual a los estudios realizados por Yang y asociados.12
Uno de los factores que pudimos analizar fue la presencia de mamás que recibieron la dosis adicional a su esquema de vacunación inicial. Dicho refuerzo se recibió en el tercer trimestre habiendo sido vacunadas del esquema habitual en el primer trimestre e interesantemente tuvieron una cantidad de anticuerpos mucho mayor que las que completaron el esquema habitual en dicho trimestre sin refuerzo y mayor que todas aquellas sin dosis de refuerzo, por lo que podemos afirmar que el recibir una dosis adicional de vacunación durante el embarazo provee un incremento importante en la cantidad de anticuerpos que se transmiten al recién nacido. Esta información además ha sido comprobada por Yang,12 quien demostró que el tener una dosis de refuerzo de vacunación aumenta de manera significativa la presencia de anticuerpos, incluso en cantidades mayores a las mujeres vacunadas en el tercer trimestre o aquellas que cursaron con infección por COVID-19 junto con esquema de vacunación.
Respecto al papel que juega en las embarazadas el padecer COVID-19 durante el embarazo para producción de anticuerpos, Gray4 evidenció una mayor cantidad de anticuerpos en las madres vacunadas que en aquellas que tuvieron infección por SARS-CoV-2; nuestros resultados muestran que el padecer la enfermedad y tener la vacuna produce más anticuerpos que sólo tener la vacuna. Aunque dicha diferencia no fue significativa, puede deberse a que sólo ocho de nuestras pacientes tuvieron la enfermedad; quizá con un mayor tamaño de muestra, dicha diferencia sería significativa.
En relación con el trimestre de vacunación, encontramos que las pacientes que terminaron el esquema de vacunación en el segundo trimestre proporcionaron mayor cantidad de anticuerpos al recién nacido, siendo más débil cuando lo terminaron en el primer trimestre del embarazo. Con esta información podemos sugerir que el momento idóneo de aplicación de vacunación sea durante el segundo trimestre del embarazo, en concordancia con lo informado en la literatura.2,12
Dentro de las limitaciones del estudio podemos observar que tenemos un predominio importante de vacunas de tipo ARN mensajero (75.5%) sobre los otros tipos, lo que puede sesgar los resultados y además el tamaño de la muestra es pequeño; sin embargo, tiene la fortaleza de ser uno de los primeros en describir este tópico en los recién nacidos de madres vacunadas contra SARS-CoV-2.
Conclusiones
Todas las vacunas proporcionadas en México generan paso de anticuerpos al recién nacido, pero la cantidad de estos se ve influenciada por la marca de la vacuna, el trimestre del embarazo en el cual se completó el esquema de vacunación y el uso de dosis adicionales de refuerzo. Dado que se ha reportado que dichos anticuerpos generan protección en el recién nacido, por lo menos durante los primeros cuatro meses del embarazo,11 y que en la actualidad no contamos con una vacuna para el recién nacido, pensamos que toda mujer embarazada que no tenga vacuna contra SARS-CoV-2 debe inmunizarse e inclusive recibir el refuerzo a pesar de estar embarazada. Con estos datos contribuimos a tener un panorama más claro sobre el tipo de protección inmunitaria que tienen los recién nacidos en México y la importancia que tiene la vacunación durante el embarazo.