Introducción
El desarrollo del sector ganadero y su papel en la mitigación de la pobreza en países en desarrollo dependen de la capacidad de adaptación de los sistemas de producción a contextos ambientales y económicos cambiantes (Ojango et al., 2016). Asimismo, se observa con frecuencia mayor que los productos alimenticios provenientes de pequeños rumiantes adquieren cada día más interés entre la población, básicamente por su alto valor nutritivo (Albenzio et al., 2016). Esta característica es atribuida al pastoreo, pues este ofrece al ganado un ambiente natural que se refleja en mayor bienestar animal (Hernández-Mendo et al., 2007). Además, propicia que la leche posea un perfil lipídico favorable para la salud humana (Lahlou et al., 2014). Al respecto, la alimentación que reciben las cabras en el sistema de producción extensivo en la Comarca Lagunera se da a través del pastoreo (Escareño et al., 2011). Sin embargo, es probable que este por sí solo no pueda satisfacer las necesidades nutricionales de la cabra lechera (Morand-Fehr et al., 2007), sobre todo en lactancia temprana (Kennedy et al., 2011), pues los pastos a lo largo del año presentan variaciones en cantidad y calidad nutricional (Chilibroste et al., 2007). Para resolver esto, se han desarrollado estrategias de suplementación alimenticia en la época de seca con la finalidad de aumentar la producción de leche, con resultados favorables (Stemmer & Aruzamen, 2011; Hernandez et al., 2009). Al respecto, Maldonado-Jáquez et al. (2017) suplementaron la dieta de cabras lactantes en la Comarca Lagunera y, reportaron que la producción de leche aumentó 225% al incluir en la dieta 1 kg de alimento integral. No obstante, la disponibilidad de forraje en el agostadero es baja en la época seca (abril), lo que ocasionó que el pastoreo fuera insuficiente para cubrir el total de requerimientos nutricionales de la cabra. Sin embargo, en época de lluvias la disponibilidad de especies forrajeras en el agostadero aumenta (Gaytan et al., 2014), por lo tanto, es posible que en la época de lluvias, el pastoreo pueda cubrir los requerimientos nutricionales de las cabras, o al menos que el déficit sea menor, y por lo tanto se eviten gastos innecesarios en alimentación, beneficiando la economía del caprinocultor, aspecto importante, debido a que la producción caprina en el sistema extensivo se lleva a cabo por productores de bajos recursos, lo que ocasiona que no tengan alta capacidad de inversión (Escareño et al., 2011). Por lo tanto, es necesario investigar si en la época de alta disponibilidad de forraje en el agostadero, es necesario suplementar la dieta de las cabras y establecer el momento fisiológico óptimo para ofrecer algún suplemento, esto dado que, en el ultimo tercio de gestación y en el inico de la lactancia los requerimientos nutricionales incrementan (Vicente-Pérez et al., 2015). Con base en estos antecendentes, el objetivo fue evaluar el efecto de suplementar la dieta de las cabras locales de la Comarca Lagunera en el norte de México, durante la época de lluvias en el ultimo mes de gestación (preparto) y primer mes posterior al parto (postparto-lactancia temprana) y su efecto en peso vivo (PV), condición corporal (CC), producción y composición química de leche.
Método
Todos los métodos y manejo de unidades experimentales utilizados en este studio están estrictamente apegados a los lineamientos aceptados para el uso ético, cuidado y bienestar de animales utilizados en investigación de acuerdo con normas internacionales (FASS, 2010), Nacionales (NAM, 2002) y a nivel institucional, con numero de aprobación SIGI-INIFAP-13421233886.
Sitio Experimental y manejo del rebaño
El estudio se realizó durante el periodo de lluvias (agosto a octubre) en la región lagunera, en una unidad de producción caprina ubicada en el Ejido Nuevo Reynosa, Viesca, Coahuila, dentro de la Comarca Lagunera. Esta región se ubica entre las coordenadas 24° 22’ y 26° 23’ Latitud Norte y 102° 22´ y 104° 47´ Longitud Oeste y a 1100 msnm. El clima, según la clasificación de Köppen, corresponde a BWhw, que se caracteriza por ser muy seco o desértico, semicálido con invierno fresco. La precipitación media anual es de 240 mm y la temperatura media anual a la sombra es de 25 °C, con rangos de -1 °C en invierno a 44 °C en verano. El manejo de los animales fue el típico para el sistema extensivo, donde el manejo sanitario se limita tradicionalmente a la vacunación de campaña contra brucelosis y un manejo contra parásitos externos. Los animales pastorearon en el día y por la tarde-noche regresaron a corrales de descanso, en donde tuvieron acceso a agua y bloques de sales minerales. La dieta principal del ganado consiste en especies vegetales nativas de la región como algunos pastos (Sporobolus spp. y Muhlenbergia spp.), arbustivas como huizache (Acacia spp.), mezquite (Prosopis spp.) y gobernadora (Larrea tridentata), y en ocasiones manilla o inflorescencia de agave (Agave spp.). Además, en la región, en temporada de lluvias, la dieta se diversifica por la presencia de especies herbáceas, entre las que destacan el trompillo (Solanum elaeagnifolium), malva (Malva parviflora), y rodadora (Salsola kali).
Animales y tratamientos
Se utilizaron 33 cabras locales (cruzas indefinidas mediante encaste de razas Nubia, Alpino, Saanen, Toggenburgh, La Mancha, Granadina, etc) adultas con mas de dos lactancias. Las hembras fueron sincronizadas por medio de efecto macho (última semana del mes de abril y primera semana del mes de mayo), el cual consiste en exponer a hembras anestricas a machos sexualmente activos (Delgadillo et al., 2002); los machos, previamente recibieron un tratamiento foto periódico de días largos artificiales en invierno de 75 días. El diagnostico de gestación se realizó 60 días después de finalizar el efecto macho mediante ultrasonografía con el equipo BMPVet 850 de 3.5 y 5.0 Mhz. Las cabras fueron asignadas a tres tratamientos, bajo un diseño de bloques completos al azar. Los grupos se conformaron homogéneamente de acuerdo al PV, CC y producción de leche/día promedio de la lactancia anterior. Los tratamientos fueron; grupo control (testigo) (n=11), con PV promedio de 54.5±7.28 kg, 1.8±0.57 CC, 3.5±1.13 partos/cabra y producción promedio de leche de 952.4±245.10 g d-1, este grupo se alimentó exclusivamente por lo cosechado por las cabras en la ruta de pastoreo y no se le ofreció ningún tipo de suplemento; el grupo preparto (n=11), con PV de 56.5±5.55 kg, 1.9± 0.57 CC, 3.5±0.69 partos/cabra y 950.9±218.73 g d-1 producción de leche promedio, se le ofrecieron 500 g de concentrado comercial (Cuadro 2) únicamente 30 días antes del parto y la suplementación termino el día de parto de las cabras y finalmente el grupo postparto (n=11), con PV de 53.3±5.94 kg, 1.6±0.26 CC, 3.4±1.21 partos/cabra y 947.9±195.71 gr d-1 de producción promedio de leche, se les ofreció 500 g de concentrado comercial 30 días a partir de la fecha de parto y hasta concluir el periodo experimental.
Prueba productiva y análisis de calidad de leche
Para el experimento se utilizó un concentrado comercial a base de maíz rolado, semilla de algodón, pasta de soya, harinolina y sales minerales (Cuadro 2). El suplemento se ofreció en horario de 7:00 a 8:00 h. Las variables PV y CC se midieron durante 14 semanas (6 semanas antes del parto y 8 semanas después del parto), a partir del mes de septiembre y hasta diciembre de 2016. El PV se midió en una báscula electrónica tipo jaula con capacidad de 100 kg±100g y la CC se definió de acuerdo a la escala descrita por Walkden-Brown et al. (1994) donde 1 representa un animal extremadamente delgado y 4 un animal obeso, la medición se realiza a la altura de la región lumbar, abarcando la región comprendida entre la última costilla y el inicio de la cadera. La producción de leche se midió individualmente cada semana a partir de la fecha de parto (primera semana del mes de octubre) en todos los grupos experimentales, y durante 8 semanas, mediante ordeño manual y se expresó en gramos (g) utilizando una báscula electrónica comercial con capacidad de 10 kg±1g. La calidad de leche se evaluó individualmente durante 8 semanas con una muestra semanal (50 ml) de la producción de cada cabra, misma que fue trasladada al laboratorio de lácteos del Campo Experimental La Laguna para su análisis composicional utilizando el equipo Milkoscope Expert Automatic® calibrado específicamente para leche de cabra y en el cual se midieron las variables: Grasa, Proteína y Lactosa.
Composición química de las especies forrajeras disponibles
Con la finalidad de conocer el aporte nutricional promedio del forraje que consumió el ganado en pastoreo, se realizaron cuatro muestreos a la vegetación disponible para el ganado a lo largo del periodo experimental. El método para colectar las muestras de las especies forrajeras se realizó a través de visitas guiadas por el caprinocultor en la ruta de pastoreo (Toyes-Vargas et al., 2013). Durante el recorrido se colectaban las especies vegetales que consumía la cabra. Las muestras se secaron en una estufa de aire forzado a una temperatura de 42°C por un periodo de 10 días. El análisis químico incluyó Contenido de Materia Seca (MS), Proteína Cruda (PC), Fibra Detergente Neutro (FDN), Fibra Detergente Ácido (FDA), expresados en % de acuerdo con el procedimiento de Goering y Van Soest (1970) . (Cuadro 1).
Análisis estadístico
El análisis estadístico se realizó utilizando el paquete estadístico SAS v9.4 (SAS, 2008). Se aplicó un modelo de medidas repetidas para las variables producción y calidad de leche, con el procedimiento MIXED para obtener mejores soluciones para los efectos fijos. Se obtuvieron los criterios de información Bayesiano de Schwarz y Akaike que ayudaron a determinar la estructura de covarianza más adecuada para cada variable. La comparación de medias de mínimos cuadrados se realizó a través de la prueba de Tukey ajustada. Como componente aleatorio se consideró el efecto del animal. Los datos de PV y CC se analizaron como un diseño completamente al azar, utilizando el procedimiento GLM y la prueba de Tukey ajustada para la comparación de medias. Los datos de consumo de concentrado se analizaron por medio de una prueba de t para determinar diferencias entre grupos suplementados. La estructura general del modelo para producción y/o calidad de leche es: Yijkl=µ+Rí(j)+ Tj+ Sk+Tj*Sk+Eijkl. Dónde: Yijkl: Producción promedio de leche/cabra y/o componente de la leche (grasa, proteína, lactosa); µ: constante que caracteriza a la población; Ri: efecto aleatorio del i-ésimo animal dentro de tratamiento (i=1, 2,3…11), Tj: efecto fijo del j-ésimo tratamiento (j=1,2,3) Sk: efecto fijo de la k-ésima semana de tratamiento (k=1, 2…,7); Tj*Sk: efecto de la interacción semana*tratamiento; Eijkl: error aleatorio. Todos los componentes aleatorios se supusieron normalmente distribuidos.
Peso Vivo (PV) y Condición Corporal (CC)
El consumo de concentrado (Cuadro 3) en los grupos preparto y postparto no mostraron diferencias (p>0.05). Se encontraron diferencias (p<0.05) en PV (Cuadro 3) a favor del grupo preparto desde la cuarta hasta la sexta semana (momento del parto en todos los grupos), y a partir de la séptima semana, el peso en todos los grupos fue similar con pérdidas de peso hasta el final del experimento (Figura 1).
Variable | Preparto± E.E | Postparto±E.E | Testigo±EE | P-Value | ||
---|---|---|---|---|---|---|
Trat* | Tiempo | Trat*T2 | ||||
Consumo Concentrado (g d-1) | 345.36±7.37 | 342.89±6.55 | - | 0.729 | - | - |
Peso Vivo (PV kg-1) | 54.96±1.52a | 53.21±1.52b | 53.74±1.51b | 0.0009 | <0.0001 | 0.8701 |
Condición Corporal (CC) | 1.59±0.054a | 1.52±0.054b | 1.50±0.054b | 0.0082 | <0.0001 | 0.8797 |
Producción de leche (g d-1) | 1596.12±122.2 | 1686.06±120.2 | 1502.29±124.2 | 0.5740 | <0.0001 | 0.9139 |
Grasa (%) | 5.57±0.19 | 5.43±0.18 | 5.44±0.19 | 0.8512 | 0.0043 | 0.1307 |
Proteína (%) | 3.16±0.05 | 3.18±0.05 | 3.22±0.05 | 0.6876 | <0.0001 | 0.2976 |
Lactosa (%) | 4.72±0.07 | 4.75±0.07 | 4.84±0.07 | 0.4604 | <0.0001 | 0.5895 |
EE= Error estándar, 2Trat*T= Interacción tratamiento*tiempo, *Trat=Tratamiento. Los nombres preparto y postparto, señalan el momento en que se ofreció la suplementación a cada grupo.
La CC se mantuvo constante desde el inicio del experimento hasta la semana 4, en la semana 5 se observa diferencia (p<0.05) a favor del grupo preparto y a partir de la sexta semana, la CC en todos los grupos no difiere (p>0.05). En todos los grupos se observa una tendencia negativa constante hasta el final del periodo experimental (Figura 1).
Producción y calidad de leche
No se encontraron diferencias en producción de leche, contenido de grasa, proteína o lactosa, ni efectos de interacción tratamiento*tiempo (Cuadro 3). Se observa un incremento gradual en la producción de leche hasta la semana 5 y 6, posteriormente, se observa una disminución constante hasta el final del experimento. El mayor nivel de producción de leche se observó en el grupo postparto con niveles de 1686.06±120.2 g d-1 (Cuadro 3). Con respecto a los componentes de la leche, el contenido de grasa se mantiene estable con una tendencia positiva a lo largo del periodo experimental (Figura 2). Los contenidos de proteína y lactosa muestran una tendencia decreciente desde el inicio y hasta el final del experimento (Figura 2). Se observó un mayor contenido de grasa en el grupo preparto con 5.57±0.18%, así mismo, para los componentes proteína y lactosa un mayor contenido se observó en el grupo testigo con 3.22±0.051% y 4.84±0.072% respectivamente (Cuadro 3).
Discusión
En la época lluviosa en la región lagunera, específicamente en la región de estudio, se observó un mayor número de especies forrajeras disponibles, en comparación con la estación seca (Maldonado-Jáquez et al., 2017), esta mayor disponibilidad se relaciona directamente con elevadas precipitaciones en la región (308 mm en 2016 (INIFAP, 2016) (Datos obtenidos de la red nacional de estaciones agro meteorológicas automatizadas del INIFAP), respecto al promedio histórico (224.6 mm) de la región (SEMARNAT, 2015). Al respecto, diversos autores (Lauenroth & Sala, 1992) señalan que la producción de forraje está relacionada con la precipitación pluvial. Así mismo, Va et al. (2008), observaron que un incremento en la precipitación media anual incrementan la producción y la abundancia de especies forrajeras. Por otra parte, respecto al comportamiento del ganado en pastoreo, Medina-Córdova et al. (2013) , observaron que cabras criollas consumen una dieta muy variada en cuanto a especies, similar al reporte de Kawas et al. (2010), donde señalan que las cabras que pastorean libremente pueden seleccionar su dieta de una compleja variedad de especies forrajeras nativas. Estas afirmaciones coinciden con los resultados encontrados en el presente estudio, ya que se observa que el valor nutritivo de las especies forrajeras consumidas en temporada de lluvias es suficiente para cubrir los requerimientos de las cabras en lactancia temprana, al respecto, algunos reportes (Mellado et al., 2005; Renna et al., 2016), señalan que las cabras ajustan la selección de la dieta de acuerdo con sus necesidades nutricionales, por lo que el pastoreo puede ser considerado como una estrategia de alimentación natural que puede mejorar la calidad nutricional de la leche de cabra. Esta misma lógica se observa en el productor de la Comarca Lagunera, donde empíricamente suplementan al ganado de manera natural al moverse de un lugar a otro en el agostadero cuando la calidad de forraje y disponibilidad se ve reducida durante el invierno y estaciones secas del año, al respecto, existen reportes (Betolli et al., 2010) en donde señalan que las variables climáticas afectan entre el 20 y 58% del rendimiento de las pasturas, esto afecta el consumo de nutrientes, ya que el forraje consumido puede ser deficiente en nitrógeno, energía, minerales y vitaminas (Medina-Córdova et al., 2013; Kawas et al., 2010). Así mismo, Gaytán et al. (2014), encontraron que la proteína es mayor en la época de lluvias (forrajes tiernos) que en la época seca (forrajes maduros), esto explicaría parcialmente el movimiento de los productores a diferentes áreas de pastoreo, sin considerar la mayor disponibilidad de forraje.
Peso Vivo (PV) y Condición Corporal (CC)
Luna-Orozco et al. (2015) , reportan resultados similares a los encontrados en el presente estudio con cabras cruzadas en el norte de México, y donde señalan que el PV al parto fue superior en los grupos suplementados. Celi et al. (2008) y Otaru et al. (2011) , por su parte, reportan el mismo comportamiento, donde el peso fue similar al parto. Así mismo, Otaru et al. (2011), observaron que todos los animales perdieron PV durante la lactancia. Al respecto, Celi et al. (2008), encontraron que la restricción nutricional durante la preñez cambia la partición de nutrientes hacia el útero para sostener el crecimiento fetal y esta adaptación homotética continua hasta la lactancia temprana, por otra parte, Eknaes et al. (2006) , observaron la movilización de reservas corporales del animal, y encontraron en cabras en pastoreo una dramática disminución en la grasa visceral y subcutánea durante los primeros 125 días de lactación, así mismo, De Souza-Castagnino et al. (2015) , señalan una tasa relativa de retención de nutrientes en el cuerpo positiva hasta 100 días de inicio de la gestación pero negativa hasta los 140 días, finalmente Little et al. (2016) , concluyen que la suplementación en el preparto no muestra un efecto sobre el comportamiento y fertilidad del animal.
Respecto a la Condición Corporal, algunos reportes (Cabiddu et al., 1999) indican una correlación negativa entre la producción de leche y la CC, debido a una tendencia opuesta entre producción de leche y deposición de grasa. Así mismo, Mellado et al. (2012) , refieren que la pérdida de masa corporal está asociado a la respuesta de algunos procesos bioquímicos ligados a la restricción alimenticia. Otros autores (Ghazal et al., 2014), señalan que en cabras con alto nivel alimenticio, la energía parece particionarse hacia producción de leche y al mismo tiempo previene la excesiva movilización lipídica.
Producción y calidad de leche
Luna-Orozco et al. (2015) reportan incrementos en producción de leche del orden de 400g d-1, en los grupos suplementados con concentrado comercial al 18% de PC. Otros autores, (Pinos-Rodríguez et al., 2011) reportan en el norte de México, respuestas benéficas de la suplementación sobre producción de leche (765 vs 950g d-1) en cabras cruzadas mantenidas en pastoreo en ambientes áridos duros. Sin embargo, también existen reportes (Cozma et al., 2015) con resultados similares a los encontrados en el presente estudio y donde no se observa efecto del suplemento (aceite de cáñamo) sobre la producción de leche. En el mismo sentido, algunos estudios (Palocci & Tripaldi, 2011), reportan que un alto contenido de FDN en el concentrado puede afectar negativamente la producción de leche.
Respecto a la grasa, se encontraron resultados superiores los reportados por Salinas et al. (2015) para cabras criollas en la Comarca Lagunera. El reporte de Vega et al. (2007) , indica que los menores contenidos de grasa en leche se obtuvieron en el periodo de lluvias con cabras Alpinas, sin embargo, los resultados del presente estudio y Pinheiro et al. (2014) , señalan que el contenido de grasa es mayor en el periodo de lluvias con cabras locales del norte de México y cabras mestizas de la región de Mossoro, Brasil, así mismo, Maldonado-Jáquez et al. (2017) reportan en la estación seca menores contenidos de grasa en leche de cabras locales en la Comarca Lagunera. Por otra parte, Andualem et al. (2016) , Luna-Orozco et al. (2015) y Palocci & Tripaldi, (2011) , reportan que no se observaron diferencias entre grupos suplementados en el contenido de grasa en cabras Arsi-bale, cabras cruzadas del norte de México y cabras indígenas de Italia. Sin embargo, el comportamiento en el contenido de grasa difiere entre autores, mientras algunos estudios sugieren una disminución homogénea de la grasa (Kaharrat & Bocquier, 2010) en grupos con diferente nivel de suplementación alimenticia, otros autores (Kholif et al., 2015; Cozma et al., 2015) indican que diferentes suplementos (Aceite de linaza y aceite de cáñamo) incrementan gradualmente el contenido de grasa en leche, de manera similar a los resultados encontrados en el presente estudio.
Los resultados encontrados para la proteína coinciden con el reporte de Salinas et al. (2015) para cabras criollas de la Comarca Lagunera. Sanogo et al. (2013) , por su parte, reportan incrementos en el contenido de proteína en leche de cabras Sahelian en la época lluviosa y Pinheiro et al. (2014) indican un mayor contenido en la época de lluvias con respecto a la época seca en cabras Mestizas en Brasil. Por otra parte, el comportamiento del contenido de proteína en leche es similar al que reportan Min et al. (2005) , donde se observa una tendencia negativa constante desde el inicio, independientemente del nivel de concentrado ofrecido como suplemento, así mismo, Mohrand-Fer et al. (2007) señalan que el contenido de proteína es más estable que el contenido de grasa, por esta razón, se intuye que la variación observada en este estudio no es significativa.
Se observó que el contenido de lactosa es elevado al inicio de la lactancia y disminuye gradualmente conforme avanza la lactancia; así mismo, los valores observados coinciden con el reporte de Salinas et al. (2015) para cabras criollas de la Comarca Lagunera y en el mismo sentido, otros autores (Mellado & García, 2013; Eknaes et al., 2006 y Greyling et al., 2004), reportan tendencias negativas de este contenido en el tiempo.
Conclusiones
Bajo las condiciones experimentales del presente estudio, se concluye suplementar al ganado caprino un mes antes o después del parto, no mejora la producción, composición química de la leche o peso vivo del ganado caprino en lactancia temprana durante la época de lluvias bajo condiciones de pastoreo extensivo en la Comarca Lagunera.
Por lo tanto, se recomienda que en futuros estudios se continúen las investigaciones enfocadas en identificar periodos clave para ofrecer alguna suplementación y evitar gastos innecesarios en la alimentación. Así mismo, utilizar diferentes alimentos y/o ingredientes de menor costo económico y que mejoren el comportamiento productivo de las cabras.