Introducción
El estudio de los ciclos biogeoquímicos es un requisito previo para el desarrollo de mejores estrategias en los planes de manejo forestal sustentable (Mansillas, 2012; Martínez, 2014). Algunos de los procesos importantes que ocurren en los bosques y selvas es la descomposición de la biomasa, la transformación en nutrientes y su disponibilidad en el suelo (Álvarez et al., 2014). Diversos autores han identificado como factores de incidencia en la producción y descomposición de la hojarasca a las variables climáticas del sitio, la composición de especies, el contenido nutricional en la hojarasca y las condiciones edáficas, entre otros (Salazar, 2008; Aponte, 2011). Por su parte, los efectos importantes en las tasas iniciales de descomposición de la hojarasca de acuerdo con Ibarra et al. (2011) se asocian a los cambios microclimáticos ocasionados por la reducción en el dosel de los árboles y a los contenidos de nutrientes.
La tasa de descomposición de la hojarasca en los bosques tropicales es rápida, comparada con la que se verifica en los bosques de climas templado-fríos (Kim et al., 1996). Una alta producción de hojarasca puede propiciar una baja tasa de descomposición, aumenta la biomasa y la acumulación de nutrientes en el horizonte superficial del suelo, lo que a su vez ocasiona una limitación de nutrientes para los productores primarios (Melillo y Aber, 1982; Didham, 1998).
Los bosques de clima templado frío en la región forestal de El Salto, Durango son una mezcla de especies de los géneros Pinus sp. y Quercus sp., a menudo con presencia de pies aislados de los géneros Pseudotsuga sp., Arbutus sp. y Juniperus sp. (Wehenkel et al., 2011); estos bosques en su mayoría tienen algún tipo de manejo forestal (SRNMA, 2006).
Por lo tanto, los supuestos teóricos que enmarcan la presente investigación expresan que el tipo de comunidad vegetal no influye en el aporte de hojas, ni en la descomposición de la fracción foliar en los sitios de estudio. Para ello, se cuantificó la producción de hojas y su velocidad de descomposición, y se compararon los resultados obtenidos entre ellos. Bajo la premisa anterior, el objetivo del trabajo aquí descrito consistió en cuantificar la producción de hojarasca y la tasa de descomposición en dos sitios de bosque templado en la región de El Salto Pueblo Nuevo, Durango. Dichos hallazgos ofrecen elementos útiles para los gestores de los bosques templados sobre el manejo del material que recibe el suelo.
Materiales y Métodos
La presente investigación se realizó durante un año (marzo de 2016 a febrero de 2017) en el ejido El Brillante, municipio Pueblo Nuevo, localizado al suroeste del estado de Durango entre las coordenadas geográficas 23°40’30” y 23°50’35” de latitud norte y 105°30’30” y 105°19’30” de longitud oeste, las cuales se registraron con un navegador GPS Garmin ® Rino 650 (Figura 1). El muestreo se llevó a cabo en dos sitios: i) El Brillante dentro de una masa forestal donde predominan Quercus sideroxyla Humb & Bompl. y Pinus cooperi var. ornelasii Martínez; y ii) Santa Bárbara dentro de un rodal localizado en el área de conservación de la reserva estatal del mismo nombre, con una extensión de 53.9 ha y una mezcla de Pinus sp., Abies sp., Picea sp. y Pseudotsuga sp., entre otras especies. Las dos localidades pertenecen a la zona de las subprovincias fisiográficas conocidas como Gran Meseta y Cañones Duranguenses y Mesetas y Cañadas del Sur, con cerros que tienen un intervalo altitudinal de 2 500 a 3 000 m, y fondos de cañadas de hasta 700 msnm (Inegi, 2015).
Predominan los climas semifrío-subhúmedo [C (E) (W2)] con lluvias en verano, así como el clima templado-subhúmedo [C (W2)] y precipitación media anual de 1 200 mm (García, 1988). Como consecuencia de los frentes fríos que llegan con dirección NE, de septiembre a marzo, se producen heladas con temperaturas de hasta -8 °C; y, con los de dirección NO, al combinarse con la humedad del Mar de Cortés pueden producir lluvias invernales o nevadas. La velocidad máxima de los vientos oscila entre los 60 y 65 km h-1.
Los sitios de estudio se localizan a 17 y 20 km de la población conocida como El Salto, Pueblo Nuevo, respectivamente. La distancia entre El Brillante y Santa Bárbara es de 1.5 km.
Descripción de la vegetación
Las dimensiones de los sitios fueron de 50 × 50 m (El Brillante y Santa Bárbara). En cada uno se instalaron 10 cuadrados de 10 × 10 m (100 m2), los cuales se delimitaron con una cinta diamétrica Truper ® CM112 50 m. Se registró la especie de todos los individuos presentes; así como el diámetro normal (d, cm), con una forcípula Haglöf mantax Blue 950Mm; la altura total (h, m), con hipsómetro Vertex Laser IV Haglöf HS102; y la cobertura de copa (CC, m2 ha-1), que consideró dos mediciones: de norte-sur y de oriente-poniente, con cinta métrica Truper ® CM112 50 m (León et al., 1996). Con estos datos se calcularon el Índice de Valor de Importancia (IVI) y el Índice de diversidad de especies de Shannon-Wiener (H´).
Variables ambientales
Se instalaron sensores automatizados tipo HOBO (Familia H8, Forestry Suppliers, Inc.) para registrar la temperatura ambiente (°C) con base horaria. La cantidad diaria de precipitación pluvial (mm) se cuantificó mediante un pluviómetro automatizado Davis ® S-RGC-M002, conectado a un registrador HOBO Event Onset.
Aporte de hojarasca
Bajo un diseño experimental completamente al azar, en cada sitio de estudio se instalaron 10 trampas o colectores de hojarasca de 1.0 × 1.0 m con marco de madera de 10 cm de altura, cuyo fondo se cubrió con malla plástica fina (1.0 mm) para evitar la acumulación del agua de lluvia. Las trampas se colocaron a una altura de 50 cm sobre el suelo. La recolección y cuantificación de la hojarasca fue en intervalos de 15 días a partir del 15 de marzo de 2016 hasta el 28 de febrero de 2017. Las muestras se clasificaron por número de trampa o repetición y fecha de muestreo; posteriormente fueron analizadas en el Laboratorio de Química del Instituto Tecnológico de El Salto y separadas por fracciones o componentes de acuerdo a la clasificación de Arunachalam et al. (1998). Adicionalmente, se incorporó la fracción de insectos y heces que contienen las muestras, para tener una mejor perspectiva de las características del proceso de deposición (Veneklass, 1991; Domínguez, 2009; Ávila y Zamora, 2010).
Las fracciones o componentes estudiados fueron: i) hojas, ii) estructuras reproductivas (flores, frutos y semillas), ii) ramas (< 2.0 cm de diámetro), iii) corteza, iv) insectos y heces, y v) otros componentes (musgo, resina y materiales no identificados). Una vez clasificada la hojarasca se secó en una estufa de aire forzado Yamato Scientific America Inc. DNE910 a 65 °C durante 72 horas, hasta obtener un peso seco constante (Mg ha-1 año-1), para tal efecto se utilizó una balanza digital (Marca Explorer Pro, Modelo EP214C), con resolución de milésimas de gramo.
Descomposición de la hojarasca
Para estimar la tasa de descomposición de la fracción foliar se colocaron 10 gramos de hojas previamente secadas a 65 °C durante 144 horas en bolsas de 20 × 15 cm de tela nylon (1 mm). Fueron instaladas 16 bolsas por trampa o repetición para un total de 160 bolsas (Bärlocher, 2005). Todas se cubrieron con una capa de materia orgánica del mismo sitio. La recolección de las muestras se realizó con intervalos de 5, 10, 15, 20, 30, 60, 90, 120, 150, 180, 210 y 360 días. Durante el periodo de evaluación cada colecta consistió en una muestra de 10 bolsas (una por canasta o repetición).
La degradación de la hojarasca en las bolsas se determinó de acuerdo con la diferencia de peso seco inicial y peso seco final (expresado en porcentaje):
Donde:
PR (%) = Proporción de peso remanente
X t = Peso seco en el tiempo t (días)
X 0 = Peso seco inicial
Para describir el proceso de descomposición, los datos obtenidos de pérdida de peso seco fueron utilizados en la evaluación de distintas funciones lineales, alométricas, exponenciales, potencial y el Modelo Exponencial Negativo Simple propuesto por Olson (1963).
Análisis estadístico
Dadas las características de las variables estudiadas, se empleó la prueba no paramétrica de Kruskal-Wallis (Ott, 1993), para probar la hipótesis de normalidad se utilizó el test de Shapiro Wilk y Levene (Steel y Torrie, 1980) con el software Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) versión 24 (SPSS, 2016).
Las pruebas de normalidad demostraron que los datos no proceden de una población normal; por lo tanto, la comparación de promedios en el aporte de hojarasca y descomposición de la fracción foliar para los sitios de estudio se realizó con la prueba no paramétrica de U de Mann-Whitney. Se aplicó el método de corrección de Bonferroni (Wackerly et al., 2002) para un nivel de significancia de 0.05, con un criterio de selección de P< 0.025.
El análisis de la capacidad de ajuste de las ecuaciones utilizadas para estimar la tasa de descomposición foliar se basó en las gráficas de los residuos y en los valores de dos estadísticos: el coeficiente de determinación (R2) y la raíz del error medio cuadrático (RMCE).
Finalmente, el ajuste de las ecuaciones de descomposición se realizó con la función nls de R (R Core Development Team, 2016).
Resultados y Discusión
Estructura arbórea
Las principales características en la estructura y composición florística de los sitios de estudio El Brillante y Santa Bárbara se muestran en el Cuadro 1.
Sitios de estudio | Especie | Individuos | F (%) | Cobertura (m 2 ) | Altura media (m) | D | Do | H´ | IVI |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
El Brillante | Quercus sideroxyla Humb. & Bonpl. | 323 | 51.0 | 861.66 | 2.09 | 31.07 | 18.91 | 0.36 | 100.99 |
Arbutus xalapensis Kunth | 29 | 5.98 | 89.45 | 2.45 | 8.26 | 1.16 | 0.20 | 15.40 | |
Juniperus deppeana Steud. | 19 | 6.17 | 80.86 | 2.73 | 6.78 | 3.24 | 0.18 | 16.19 | |
Pinus strobiformis Engelm. | 46 | 13.17 | 661.47 | 6.39 | 16.18 | 14.92 | 0.29 | 44.27 | |
Pinus cooperi var. ornelasii Martínez | 68 | 13.09 | 978.14 | 8.03 | 29.85 | 55.18 | 0.36 | 98.12 | |
Alnus acuminata Kunth | 17 | 10.60 | 56.70 | 2.30 | 7.86 | 6.59 | 0.20 | 25.04 | |
Total | 502 | 100 | 2728.20 | 100 | 100 | 1.61 | 300 | ||
Santa Bárbara | Abies religiosa (Kunth) Schltdl. et Cham. | 31 | 9.54 | 198.82 | 4.69 | 2.52 | 9.24 | 0.09 | 21.30 |
Alnus acuminata Kunth | 5 | 4.29 | 9.56 | 1.36 | 0.01 | 3.51 | 0.00 | 7.80 | |
Cupressus lusitanica L. | 185 | 40.27 | 1755.00 | 7.81 | 26.55 | 28.74 | 0.35 | 95.56 | |
Fraxinus uhdei (Wenz.) Lingelsh. | 7 | 6.14 | 197.12 | 7.21 | 0.99 | 5.18 | 0.05 | 12.31 | |
Picea chihuahuana Martínez | 3 | 3.97 | 28.74 | 12.80 | 4.89 | 4.77 | 0.15 | 13.63 | |
Pinus cooperi var. ornelasii Martínez | 2 | 2.37 | 20.34 | 18.35 | 4.90 | 2.90 | 0.15 | 10.17 | |
Pinus durangensis Martínez | 3 | 2.78 | 62.71 | 21.77 | 12.47 | 6.23 | 0.26 | 21.49 | |
Pinus strobiformis Engelm. | 7 | 4.88 | 120.79 | 7.34 | 9.48 | 6.83 | 0.22 | 21.19 | |
Pseudotsuga menziesii (Mirb.) Franco | 54 | 14.57 | 1198.06 | 16.55 | 33.94 | 22.94 | 0.37 | 71.45 | |
Quercus crassifolia Humb. & Bonpl. | 5 | 5.98 | 70.58 | 6.86 | 0.96 | 4.38 | 0.04 | 11.31 | |
Quercus sideroxyla Humb. & Bonpl. | 7 | 5.20 | 167.05 | 11.63 | 3.29 | 5.29 | 0.11 | 13.79 | |
Total | 309 | 100 | 3828.76 | 100 | 100 | 1.79 | 300 |
D = Densidad (árboles ha-1); Do = Dominancia (árboles ha-1); F = Frecuencia; H´ = Índice de Shannon-Wiener; IVI = Índice de valor de importancia.
Variables ambientales
La temperatura media mensual y la precipitación mensual registrada durante el periodo de estudio se ilustran en la Figura 2.
Aporte de hojarasca
Prueba de medias. Los resultados indican diferencias en el aporte de la fracción hojas en ambos sitios, por lo que se rechaza la hipótesis de que no existen diferencias en el aporte de hojas en los sitios de estudio.
Comparación de medias por fracción arbórea. Al analizar los componentes de manera independiente y la hojarasca total por fecha de muestreo (Figura 3), los resultados coinciden con los registrados por Rocha y Ramírez (2009) y López (2014) en un bosque de pino-encino bajo diferentes condiciones sucesionales en Chiapas, quienes obtuvieron diferencias significativas en la producción anual de hojarasca. Dichas variaciones pueden ser atribuibles a las características particulares de la composición florística, fenología de las especies y estructura de las comunidades vegetales en los sitios de estudio. La dinámica de deposición anual de la producción total de hojarasca y por componentes, durante el periodo de investigación, se observa en la Figura 3.
Hojarasca total. Al comparar la producción de hojarasca total en los dos sitios de estudio se detectaron diferencias estadísticas (P< 0.015). En general, El Brillante presentó una mayor ganancia en el aporte de hojarasca total (5.9 Mg ha-1 año-1) respecto a Santa Bárbara (3.6 Mg ha-1 año-1). La producción total anual en el primer sitio coincide con lo documentados por Pérez (2009) para un bosque de pino y encino en el centro de México, cuando registró una producción de hojarasca fina de 5.9 Mg ha-1 año-1. La dinámica de deposición se observa en la Figura 4.
Desafortunadamente, debido a la brevedad del período de trabajo y a la falta de información de algunas variables como factores bióticos y abióticos, no fue posible hacer un análisis más detallado de los resultados, lo que hace difícil llegar a una conclusión más sustentada sobre los agentes que inciden en la producción en los parajes estudiados (Cutini, 2002). No obstante, se puede afirmar que la producción total de hojarasca no está relacionada con las estructuras reproductivas de las especies estudiadas, por lo que el aporte por componente resultó ser semejante al de González et al. (2013) en el Matorral Espinoso Tamaulipeco en el noreste de México, y al de Ávila y Zamora (2010) en un estudio en sistemas agroforestales cafetaleros marginados en Ocotal Chico, Veracruz, México.
Cabe mencionar que las diferentes metodologías empleadas, las características particulares de los sitios de estudio y las separaciones de los componentes de la hojarasca dificultan comparar los resultados con otras investigaciones (Rocha y Ramírez, 2009).
Hojas. Son el componente de mayor proporción en la acumulación total de hojarasca, que corresponde a 74.8 % (4.4) y 46.4 % (1.6 Mg ha-1 año-1) en El Brillante y Santa Bárbara, respectivamente. Al practicar el análisis estadístico de la producción total de hojas, se verificaron diferencias significativas entre los promedios de ambos sitios (P< 0.001). En Santa Bárbara los registros sitúan la producción por debajo de los señalados por Martínez (2014) para un bosque sin manejo, y los de Ibarra et al. (2011) en bosques naturales de Chile con Nothofagus pumilio (Poepp. & Endl.) Krasse, con una deposición de hojarasca de 6.5 Mg ha-1 año-1 para el primero y de 3.8 (bosque virgen) para el segundo.
Al contrastar la producción de El Brillante con los valores de Ibarra et al. (2011) dentro de la misma investigación en la que la acumulación de hojarasca fue de 2 y 2.8 Mg ha-1 año-1 en un bosque bajo cortas de protección y bosques raleados, respectivamente, los resultados la colocan por encima de dichos datos.
Ramas. El aporte en la producción de ramas fue superior en Santa Bárbara que en El Brillante, pero al comparar estadísticamente la producción total de este componente no se obtuvieron diferencias significativas entre sus promedios (P< 0.224). Las ramas representan el segundo componente de mayor aporte a la producción total de hojarasca; para El Brillante contribuye con 14.1 % (0.8) y para Santa Bárbara con 28.3 % (1 Mg ha-1 año-1). Las cifras calculadas en el presente estudio están por arriba de las registradas por Nájera y Hernández (2009) (0.7 Mg ha-1 año-1), en bosques coetáneos de la región de El Salto, Pueblo Nuevo, Dgo.
Estructura reproductiva. Al contrastar la producción de estructuras reproductivas entre los sitios de estudio, El Brillante presentó el menor porcentaje. En términos estadísticos, la producción total de este componente no presentó diferencias (P< 0.293). Dicha variable obtuvo la cuarta posición en la producción total en El Brillante y el tercer lugar en Santa Bárbara. Su acumulación en la primera localidad representa 3.9% (0.2 Mg ha-1 año-1) de la producción total de hojarasca, mientras que para Santa Bárbara la producción promedio de aporte fue de 10.2 % (0.3 Mg ha-1 año-1) del total. Las cantidades registradas para ambos sitios de estudio están por debajo de lo citado por Vargas y Varela (2007), que fue de 0.9 Mg ha-1 año-1.
Corteza. Los promedios más altos se presentaron en el sitio Santa Bárbara con 8.4 % (0.3 Mg ha-1 año-1) de la producción de hojarasca total, en tanto que la producción de este componente en El Brillante contribuyó con 4.4 %. (0.2 Mg ha-1 año-1). Sin embargo, el análisis de la caída total de corteza parece no diferir estadísticamente entre sitios (P< 0.458). Este elemento ocupa el cuarto lugar en producción total de hojarasca. Al comparar los resultados con los indicados por López et al. (2013), quienes estudiaron dos especies de Pinus en localidades de la Sierra de Arteaga, Coahuila, México, registraron 0.04 Mg ha-1 año-1 solo para P. cembroides Zucc.; los valores calculados en esta investigación son superiores a los registrados en la literatura.
Otros componentes. Al analizar la producción promedio de este rubro entre los sitios de estudio, los resultados indican que los valores más altos que contribuyen a la producción total de hojarasca se registran en El Brillante, con 6.0 % (0.1 Mg ha-1 año-1); mientras que, en Santa Bárbara, 2.4 % (0.2 Mg ha-1 año-1). La suma total destaca que difieren de manera significativa entre los sitios de interés (P< 0.043). La variable referida ocupa la quinta posición en la producción total de hojarasca. En este contexto, Rocha y Ramírez (2009) documentaron 0.07 Mg ha-1 año-1 en un bosque de pino y encino; en tanto que, Vargas y Varela (2007), 1.5 Mg ha-1 año-1.
Insectos y heces. Durante el periodo de estudio este componente fue mayor en el sitio Santa Bárbara; el valor máximo representa 0.3 % (0.01 Mg ha-1 año-1) de la producción total y estadísticamente parece no existir diferencias en el aporte total (P< 0.103). Se acerca a los valores obtenidos por Ávila y Zamora (2010) que fluctuaron alrededor de 0.001 (selva media) a 0.01 Mg ha-1 año-1 (bosque caducifolio).
Descomposición de la hojarasca
La comparación de la tasa promedio del componente foliar en los sitios de estudio a través de la prueba de Kruskal-Wallis se observa en la Figura 5; sugiere un patrón semejante de descomposición a partir del cuarto mes, para ambas localidades, por lo que se acepta la hipótesis en relación al proceso de descomposición. Cuando se contrastó la pérdida de masa orgánica al final del estudio (1 año), el porcentaje de descomposición para el primer sitio de interés fue de 31.7 %, en tanto que para el segundo fue de 34.7 %. Estos valores coinciden con los de Ibarra et al. (2011) durante un período de dos años en rodales de Nothofagus pumilio en la región de Magallanes, donde documentaron las variaciones de la masa relativa de la hojarasca. En un estudio de descomposición de la fracción foliar de Pinus patula Schiede ex Schltdl. & Cham., Martínez (2014) puso de manifiesto que en ninguno de los sitios estudiados el porcentaje de reducción de peso de la hojarasca fue diferente.
La tasa de descomposición difiere de la calculada por Martínez (2014), en la cual el proceso es mayor en los primeros meses y después su pendiente se reduce significativamente. La lenta descomposición puede ser atribuida a las características químicas de la hojarasca (variables no analizadas en la presente investigación), la composición de especies y disponibilidad de agua. La dinámica de descomposición se observa en la Figura 5.
Berg (2000) menciona que, en los primeros meses de la descomposición la concentración de sustancias solubles en agua decrece rápidamente, mientras la lignina (en grandes cantidades en agujas de pino) no se descompone de esa forma. Además, la presencia de sustancias como el N puede limitar la descomposición de la materia orgánica (Prause y Lifschitz, 2001).
La tasa de descomposición en El Brillante y Santa Bárbara parece ser más semejante a la calculada por Verdú (1984), quien consignó una pérdida de 25.7 % en 374 días para Quercus ilex L., y de 16.8 % en 354 días para Abies alba Mill.
Para evaluar el proceso de descomposición se probaron varios modelos matemáticos lineales, alométricos, potenciales y exponenciales (Cuadro 2); se tomó en cuenta a los residuales y por la naturaleza de los datos, se seleccionó el Modelo Exponencial Negativo Simple propuesto por Olson (1963) (Figura 6).
Sitio de estudio | Ecuación | Modelo | Estimador | Estadísticos | ||
---|---|---|---|---|---|---|
β0 | β1 | R2 | RECM | |||
El Brillante |
|
(1) | 1.019 | 0.001 | 0.969 | 0.022 |
Santa Bárbara | 0.987 | 0.001 | 0.965 | 0.023 | ||
El Brillante |
|
(2) | 1.011 | -0.000 | 0.971 | 0.021 |
Santa Bárbara | 0.097 | -0.000 | 0.961 | 0.024 | ||
El Brillante |
|
(3) | 0.247 | -0.091 | 0.741 | 0.077 |
Santa Bárbara | 0.218 | -0.092 | 0.761 | 0.073 | ||
El Brillante |
|
(4) | 1.237 | -0.082 | 0.726 | 0.066 |
Santa Bárbara | 1.203 | -0.083 | 0.740 | 0.063 | ||
El Brillante |
|
(5) | -0.328 | 0.686 | 0.447 | 0.094 |
Santa Bárbara | -0.360 | 0.688 | 0.450 | 0.091 |
β0, β1= Parámetros del modelo; R2 = Coeficiente de determinación; RECM = Raíz del cuadrado medio del error.
Los valores graficados corresponden a la media (n=10). La línea sólida se refiere a datos del sitio El Brillante y la línea punteada al sitio Santa Bárbara.
Los parámetros son similares a los registrados por Del Valle (2003), Ibarra et al. (2011) y Castellanos y de León (2011), quienes probaron modelos exponenciales con buenos estadísticos de ajuste.
La tasa de descomposición (constante K) durante el tiempo evaluado fue muy similar en los dos sitios de estudio: -0.424 para El Brillante y -0.425 año-1 para Santa Bárbara. En ambos, el tiempo requerido para la descomposición de la fracción foliar de 50 y 90 % fue de 1.6 y 10.8.
Conclusiones
Se compararon dos sitios con diferente composición de especies; las más tolerantes (Pinus sp. y Quercus sp.) son las que aportan la mayor cantidad de hojarasca en El Brillante. La diversidad más alta de especies se presenta en el sitio Santa Bárbara (11 especies); sin embargo, la dominancia de la estructura forestal está condicionada por especies intolerantes (Pseudotsuga sp. y Cupressus sp.), con hojas muy pequeñas y ritmos de aporte más pronunciados.
Al analizar el proceso de descomposición de la fracción foliar in situ, la tasa o ritmo de pérdida de la masa resulta ser igual en ambos sitios; este hallazgo confirma que se trata de una misma unidad climática, por lo tanto, se recomienda replicar el ensayo en diferentes calidades de sitio y, sobre todo, controlar a las especies que aportan las hojas.
Los cinco modelos de descomposición evaluados tienen buenos ajustes estadísticos en términos del coeficiente de determinación y el error medio cuadrático. Pero al tomar en cuenta los residuales todos, excepto el Modelo Exponencial Negativo Simple, evidencian autocorrelación de errores. El modelo propuesto, que estima la fracción foliar remanente como un capital colocado a una tasa negativa de interés compuesto (la tasa de descomposición) es estadísticamente superior o igual a la mayoría de los modelos tradicionales.