Introducción
El VIH continúa siendo una amenaza para la salud pública mundial. Según cifras del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA), se estima que 37.9 millones [32.7 millones-44.0 millones] de personas vivían con el VIH en todo el mundo al cierre de 2018 y 1.7 millones con nuevas infecciones por el VIH. Al cierre de junio de 2019, 24.5 millones de personas tenían acceso a la terapia antirretrovírica, por lo que la mortalidad por el sida ha disminuido un 33 % desde 20101.
Hace más de 30 años, los hombres jóvenes homosexuales blancos eran el centro de la atención de la epidemia mundial, sin embargo, el VIH se ha diversificado en las poblaciones y grupos etarios que viven vidas largas y productivas con VIH, son los llamados “veteranos de la epidemia”. Y al mismo tiempo, hay más personas mayores de 50 años que están siendo diagnosticados con VIH/sida, y a menudo, con diagnósticos tardíos2.
En Cuba en el año 2018, se reportaron 31,183 casos de VIH/ sida, de ellos 13,972 casos son de la provincia La Habana, lo que representa el 44.8 % del total. En el año, en el país se diagnosticaron 2,503 nuevas personas con VIH y en la provincia se reportaron 914 nuevos casos (36.4%), 103 casos más que en el año 2017. El 81.9% de los infectados son hombres y el 18.1 % mujeres. El 87.4 % de los hombres seropositivos son HSH. La proporción hombre-mujer es 4.5/12.
En la actualidad, los adultos mayores no constituyen un grupo clave en el enfrentamiento al VIH/sida en Cuba, aunque el número de VIH positivos va en aumento. Esto se debe a que muchas personas que contrajeron la infección por el VIH a temprana edad están envejeciendo, dado que el tratamiento permanente con medicamentos contra el VIH ayuda a esas personas a tener una vida más larga y sana. Por estas razones, la población seropositiva incluirá cada vez más adultos mayores de 60 años3.
El diagnóstico de infección por el VIH en los ancianos, es difícil porque muchas veces las enfermedades que se manifiestan por cuenta del virus, como neumonía y demencia, entre otras, son también comunes en esa fase de la vida. A veces, los profesionales de salud pierden meses en investigaciones, asociando los síntomas a otras enfermedades como mal de Alzheimer y neoplasias, hasta sospechar de SIDA4.
Una tendencia observada por organismos sanitarios a nivel mundial, es debido, entre otras causas, a la baja percepción de riesgo que le atribuyen a ese grupo, por lo que los profesionales de salud no siempre piensan en hacerles pruebas a los adultos mayores, también porque las señales de infección por el VIH pueden tomarse equivocadamente por síntomas del envejecimiento. A la vez, los adultos mayores, pueden sentirse avergonzados o atemorizados de someterse a la prueba de detección del VIH y por consiguiente no la solicitan o niegan que resulte necesario hacerla5.
Hay otras dificultades para prevenir la infección por el VIH que guardan relación con el envejecimiento. Por ejemplo, aunque los factores de riesgo de dicha infección son similares a los que enfrentan los adultos, es posible que las personas de edad avanzada sean menos conscientes de esos factores y de la importancia de hacerse la prueba de detección del VIH en las primeras etapas de la infección. Ello incrementa la posibilidad de que este segmento de la población tenga un diagnóstico tardío. Los Centers for Desease Control and Prevention, (CDC )informan que el 35% de la población mayor de 55 años con diagnóstico de la infección por el VIH en 2016 ya tenía el SIDA5.
El estudio realizado en la provincia Santiago de Cuba, concluyó que las personas estudiadas en ese grupo etario “poseían conocimientos sobre la enfermedad; sin embargo, no percibían el riesgo de esta para ellos mismos”. Además, se observó que no usan condones porque los consideran solo un método anticonceptivo y no suelen realizarse la prueba para detectar el virus con regularidad, aunque mantengan una vida sexual activa y cambien de pareja. Se indica que es posible que existan más afectados ancianos con sida, que lo notificado, debido a que no se realizan la prueba del VIH/ sida con regularidad, pues piensan que no van a contraer la enfermedad6.
La mercadotecnia social se basa en investigar y satisfacer necesidades de tipo social, humano y espiritual, explorar las creencias, actitudes, valores y prácticas de la población objetivo, que se segmenta en grupos homogéneos que son el blanco de los mensajes, desarrollados para modificar comportamientos de nocivos a saludables7.
En Cuba desde inicios del año 2000, se implementó la estrategia de mercadeo social del condón, para posicionar prácticas sexuales protegidas, mediante el uso del condón masculino, con el propósito de disminuir la epidemia de VIH/sida. Más de dos décadas, que se desarrollan acciones para lograr cambios de comportamientos de riesgo y que las personas practiquen el llamado sexo protegido y seguro, dirigido a los grupos vulnerables, en los que inicialmente no se tenía como grupo meta para sus mensajes a las personas mayores, por ser un grupo con bajas tasas de infección por el virus.
El envejecimiento de la población cubana es incuestionable y ya 19.4 % de la población total corresponden a los mayores de 60 años, por ende, cabe de esperar un aumento de la incidencia en este grupo, entre otras por el aumento creciente de adulos mayores, por el éxito derivado de las terapéuticas actuales en el tratamiento de la enfermedad, donde la sobrevida impera sobre las complicaciones, porque se incorporan a este grupo de edades los diagnosticados en edades previas, y en último lugar pero no menos importante y que requiere atención, es la baja percepción de riesgo encontrada en las investigaciones, que tiene este grupo de contraer la enfermedad8.
En la Habana capital de Cuba, las edades entre 20-24 años aportaron las mayores tasas (1035.39) y de 30 a 34(1012.1). Sin embargo, en los últimos tres años se notifica un aumento de las tasas en los grupos etarios a partir de los 50 años de edad, con un incremento en un 12 %2. Es reconocida la labor preventiva y de larga trayectoria en el tema del VIH/sida, dirigida a jóvenes, HSH y mujeres, como grupos vulnerables de la epidemia, el Centro Nacional de Prevención de la ITS y el VIH/sida, inauguró en 2015, una línea de trabajo para la prevención en las personas de más de 50 años, impulsando acciones educativas con evidente interés por este grupo, aunque aún es insuficiente la información nacional, sobre el comportamiento de la población mayores de 50 años para la prevención de la infección por el VIH/sida, esta necesidad de indagación, es aún mayor a nivel de la provincia La Habana, una de la más afectada en el país.
Por lo que surgen las interrogantes:
¿Qué conocimientos, actitudes y prácticas sobre el uso del condón en la prevención del VIH/sida, poseen las personas mayores de 50 años en La Habana?
¿Cuáles son las barreras para el uso y adquisición del condón, en la población mayor de 50 años en La Habana?
Este estudio tiene como objetivos:
1-Identificar conocimientos, actitudes y prácticas sobre el uso del condón en la prevención del VIH/sida que poseen las personas mayores de 50 años de edad, en La Habana.
2. Identificar barreras para el uso y adquisición del condón en la población mayor de 50 años de edad, en La Habana.
Material y métodos
Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal, desde junio 2018 a diciembre del 2019, en La Habana.
Por muestreo intencional, se seleccionaron los cinco municipios de La Habana, que presentaban las tasas de incidencia y prevalencia del VIH/sida por encima de la tasa provincial: Centro Habana, Marianao, San Miguel del Padrón, Playa, Cerro), de estos las dos áreas de salud más afectadas por la epidemia y en ellas, tres de los consultorios médicos con mayor prevalencia de VIH/sida. Por muestreo aleatorio, se seleccionó la población a entrevistar de más de 50 años de cada consultorio, quedando una muestra de 536 personas a encuestar.
Se diseñaron instrumentos para el estudio que fueron validados por expertos, y sometidos a su respectivo pilotaje en el municipio Diez de Octubre, de provincia La Habana, realizando las correcciones requeridas de acuerdo a los resultados del mismo. Estos forman parte del proyecto “Evaluación de la estrategia de Mercadeo Social del Condón desde la perspectiva de género”, que tiene como salida la tesis doctoral de la autora
Se emplearon las siguientes técnicas y procedimientos:
Revisión y análisis documental: sobre el desarrollo del mercadeo del condón y la epidemia de VIH/sida, el Programa Nacional de Control y Prevención de VIH/SIDA, Anuario Estadístico y Plan Estratégico Nacional para la Prevención y Control de las ITS y el VIH/SIDA 2014-2018 y otras bibliografías, de gran utilidad para el fundamento teórico del trabajo.
Un cuestionario auto aplicado para indagar sobre las barreras y explorar los conocimientos, actitudes y prácticas, sobre el uso del condón, en las personas escogidas.
Se recogió la información desde enero 2018 a junio del 2019, en los consultorios, en el horario de la mañana, de 8:00 am a 12:00 pm de lunes a viernes, donde se lograba localizar a todas las personas que se necesitaban, mientras esperaban ser atendidos y en sus respectivas casas.
Se exploró los conocimientos que poseen sobre el VHI/sida, las vías de transmisión, criterios de prevención, las ventajas y desventajas del uso del condón, explorado a través del cuestionario autoaplicado.
Se estableció una escala de evaluación:
Conocimiento suficiente: de 80 a 100 % de respuestas correctas.
Conocimiento medianamente suficiente: De 40 a 79 % de respuestas correctas.
Conocimiento insuficiente: Menos de 39 % de respuestas correctas.
Además, se exploró del mismo cuestionario, la frecuencia y modo del uso condón, con respecto a quien sugiere su uso, quien los propone, actitudes con relación al uso en la mujer, preferencias de marcas, calidad del mismo, disponibilidad, entre otras.
Una vez recogida la información se procesó la información utilizando los programas Microsoft Word y Microsoft Excel de Microsoft Office 2016. Para el análisis, fue elaborada una base de datos en SPSS 21 y la información fue resumida en frecuencias y porcientos en tablas estadísticas, que muestran los resultados y permiten el análisis y discusión de los mismo. En el transcurso de esta investigación se tuvieron en cuenta los elementos éticos imprescindibles para su desarrollo. Se solicitó los permisos a las instituciones de salud correspondientes a los territorios seleccionados. Se respetó la autonomía y autodeterminación de los sujetos a estudiar, teniendo como premisa el consentimiento informado y el anonimato de su opinión. Este estudio es resultado del proyecto de investigación de doctorado “Evaluación de la estrategia de Mercadeo social del condón desde la perspectiva de género”, aprobado por el comité de ética de la Escuela Nacional de Salud Pública.
Análisis y discusión de los resultados
Se entrevistaron un total de 536 personas, predominó el sexo femenino con un 61 %, el mayor porcentaje del grupo etario corresponde a los mayores de 60 años de edad con 38.2%, le sigue el grupo de 55 a 59 con un 37.5%. El 50.2 % poseen escolaridad media, seguida de la universitaria con 26.3%. El 47.4 % eran trabajadores, les sigue el grupo de jubilados con 24.3% y amas de casa 20.1%. El 40% de los entrevistados con estado civil casados, el 18.7% divorciados y solteros 17.7%. En cuanto al tipo de relaciones sexuales, en los hombres prevaleció las relaciones heterosexuales con un 70.1 %, un 26.7% de relaciones homosexuales y el 2.3 % bisexual. En las mujeres también prevaleció la heterosexual 85.3%, solo un 7.9% homosexuales y las bisexuales 6.2%
Conocimientos sobre vía de trasmisión de ITS/VIH y uso del condón
El 96.5%% de los entrevistados reconoció la vía de transmisión sexual vaginal, el 84% la vía anal, y el 72.2% la intravenosa (sangre contaminada) y uso de jeringuillas o material contaminado. Sólo el 32.2% señaló la vía oral, por lo que aún hay personas que no reconocen el riesgo de infección por esta vía. Hay un 8.8 % que señala la picadura de mosquito como vía de transmisión.
El mayor porcentaje afirma que usar condón en cada relación te protege de la infección (93.3%) y el 82.8% tener relaciones sexuales con pareja estable no infectada y el 69.6% con las transfusiones de sangres seguras.
El 86.9% afirmó que una persona con VIH puede verse saludable y el 89.4 % que los estudios de laboratorios es la forma de confirmar la infección.
La mayoría de los encuestados identificaron correctamente las ventajas de uso el condón; el 97.6% identificó que protege del VIH y otras ITS y el 89.7% que evita embarazos no deseados. Respecto a las desventajas identificadas, el 40 % consideraran como desventajas que disminuye el disfrute, y el 36.6 % que es molesto, esto señala la existencia de barreras psicológicas en grupo estudiado.
Según la escala establecida para medir conocimientos, se determinaron conocimientos suficientes referentes a la vía de trasmisión y prevención del VIH, en hombres y mujeres en similares proporciones, lo que se puede deducir que el conocimiento no se comportaba como una barrera. No obstante, hay déficit de conocimientos en la transmisión por vía oral, cerca del 30 % no reconoció la transmisión por sangre contaminada, por lo que es válido continuar las acciones educativas insistiendo en estos aspectos.
Actitudes y prácticas en el uso del condón
En el análisis de la frecuencia del uso del condón con la pareja estable, se comprobó que solo el 16.2 % siempre lo usa; de ellos las mujeres representaron 9 % y los hombres el 7.3 %. En el criterio referente a nunca usar condón, casi la mitad (48 %) declaró que no lo usa nunca, las mujeres superaron la proporción con el 32.6%con respecto a los hombres (16.2%). La interpretación de los datos anteriores, refleja que existe una disminución de la percepción del riesgo cuando se trata del uso del condón con la pareja estable y la mujer es la que menos lo percibe. Este comportamiento puede vincularse a que el mayor porcentaje de los entrevistados son mujeres y casadas, lo que constituye una barrera relacionada con el género.
En un estudio realizado por Sánchez R,.prevaleció el estado civil de casado y se comprobó que la disminución de la percepción de riesgo esta propiciada por la estabilidad de pareja, pues a medida que la relación se torna más estable, comienza el desuso del condón9.
En la indagación del uso de condón con parejas ocasionales, afirmaron usarlo siempre el 35.6%, de ellos el 15.1% representado por los hombres y el 20.5% por las mujeres.
El 32.3 % nunca lo usa. El grupo estudiado no usa consistentemente el condón, ni en las relaciones ocasionales, lo que implica una conducta de riesgo frente a la ITS/VIH/ sida , muy relacionada con que en esas edades se percibe poco el riesgo de infección , ya sea porque disminuye la frecuencia del acto sexual tanto para parejas estables como ocasionales, o porque desde lo sociocultural a medida que avanza la edad de forma proporcional hay menos relaciones sexuales y menos riesgo, las acciones de prevención se focalizan en poblaciones claves, en edades jóvenes que son los más afectados en la epidemia, por lo que se comporta a la vez, como una barrera sociocultural y generacional para el uso del condón.
Corrobora lo encontrado un estudio de la Universidad Federal del Triángulo Mineiro, mostró que las mujeres no se sienten necesariamente insatisfechas con la ausencia del acto sexual y demuestran ver la sexualidad en mayor amplitud; ya los hombres ven la sexualidad como el acto sexual y satisfacción en la vigencia de su práctica4.
Este mismo estudio señala, que en las categorías comunes a los grupos de ancianos se observa bajo conocimiento del SIDA y su asociación con la muerte, la necesidad de prevención solamente para hombres con muchas compañeras; la no utilización del condón, debido a la insatisfacción sexual, además de las dificultades del ejercicio de la sexualidad en la vejez, que en ese caso nuevamente valoriza, solo, el acto sexual4.
En los resultados del presente estudio, el grupo de mayores de 50 años entrevistados en La Habana, el mayor porcentaje (72.8%) consideró que se puede tener relaciones placenteras usando el condón y el 66,0% opinaron que no produce pérdida de la sensibilidad en la relación sexual. No obstante, la mayoría no lo usa.
El 85.6 % de los encuestados estuvieron de acuerdo que la mujer debe llevar condones para protegerse y la mayoría considera que la mujer que solicita usarlo es precavida (81.5%) y preocupada (35.3%), solo el 6% la consideró como “muy liberal”. El 81.2% afirmó que tanto hombres como mujeres deben proponer y decidir su uso. Esto señala que existen actitudes, que favorecen que la mujer tenga un rol más participativo a la hora de protegerse en las relaciones sexuales, las barreras sociales que impedían que tomara su propia decisión por el hecho de ser mujer van desapareciendo, se vuelven anticuadas, incluso en personas de más de 50 años.
El 85.3% no se siente cohibido para comprar el codón, por lo que también va dejando de ser una barrera. En este aspecto comparado con estudios anteriores en La Habana y en Cuba ha mejorado, lo que indica menos tabúes en la adquisición del producto en la personas de esta edad10.
El 50% representado por un 35.5% mujeres y un 14.5 % hombres de la población en estudio refirió que la religión no es barrera en el uso del condón, pero el 40% con una proporción similar entre hombres y mujeres desconocen sobre el tema y solo un 9% afirman que la religión es un impedimento para el uso del condón, situación que resulta controversial en este tema. Diferente ocurrió en el estudio realizado en Perú, los indicadores de religiosidad y creencias religiosas influyen en la actitud positiva hacia el uso del condón11.
Sobre preferencias y disponibilidad del condón
En las preferencias por las marcas de condón, la favorita resultó ser Vigor con el 47.7% a su favor, con una proporción entre hombres y mujeres casi igual, además alegan que es de mejor calidad, pero es más inestable en farmacias, seguida de esta señalan la marca Momentos, estuvo representada en un 18.8% pero no por su calidad en sí, la escogen porque es la que siempre encuentran. Las marcas Vigor Max (12.7%) y Vigor plus adquirieron menor porcentaje (5.7 %) cada una, pues, aunque resultan ser de mejor calidad para los encuestados, ya que no estaban en oferta en las farmacias en el periodo estudiado. Se mantiene la marca Vigor como la de mejor posicionamiento en la población, coincide con los estudios realizados por la Escuela Nacional de Salud Pública en el año 2010-201110.
A diferencia de esta investigación, en el estudio realizado por Suárez LN y Aguilar RLA en el 2014 existían más variedades marcas de condones y permanecían todas en circulación y además la venta estaba extendida a Puntos de Ventas No Tradicionales (cafeterías, Bares, centros nocturnos, otros), por lo que se puede señalar, que ha ido en detrimento la disponibilidad de las diferentes opciones de marcas de condón12.
También llama la atención, el pequeño porciento que prefiere los condones gratuitos (4.1%) y si lo relacionamos con las respuestas a la pregunta si en los últimos 12 meses le han entregado condones gratis, donde el 52.3 % negaron haberlo recibido, lo que señala que este grupo poblacional tiene poca participación, en actividades educativas en su localidad, solo el 22,3 % recibió una muestra de condón gratis. En el estudio realizado en La Habana en el año 2012, el 68.1% reconoce que se lo han regalado alguna vez durante actividades relacionadas con el VIH/sida, lo que corrobora las acciones de prevención y educación efectuadas en el territorio13.
La mayoría de los encuestados prefieren comprar los condones en las farmacias (92.2%), esta afirmación puede estar permeada porque en esta etapa según las observaciones, no estaban a la venta en otros establecimientos comerciales que se les ha denominado en el mercadeo social como Puntos de Venta No Tradicionales (PVNT), incluso el 44.3 % no supieron valorar la calidad del condón que se ofertan en los (PVNT). El 71.3% de los encuestados refieren que la calidad de los condones en farmacia es buena, pero hay que señalar que el 14.4% alega lo contrario y un 14,1 % no sabe, por lo que la calidad de los condones también constituye una barrera de acceso, para los que así lo consideran del total de la población estudiada. En el estudio de Suárez LN y Aguilar RLA en el 2014, se corroboró que la calidad de las marcas de condones circulantes estaba avalada como alta, pero lo que contribuían a su deterioro era el prolongado almacenamiento, sin embargo, en esta investigación muchos de los usuarios califican de mala calidad la marca Momentos, sin conocer la causa aparente, aunque dicho criterio no es aprobado por expertos y es posible que coincidan con el mismo principio de almacenamiento12.
El 41 % declara que no ha tenido dificultades para comprar el condón, pero el 23.1 % considera que tiene dificultades con frecuencia y un 28.2% eventualmente. Esta es una barrera estructural, ya que no está garantizada la disponibilidad y por tanto el acceso al producto. En el estudio realizado en La Habana en el año 2012,el mayor número de entrevistados (más del 80 %), no tuvieron dificultad para la compra del condón, además declararon comprarlos en establecimientos como cafeterías y centros nocturnos13.
En la actual investigación, una de las barreras estructurales de gran repercusión, consistió en la inexistencia del condón en PVNT ya que estos son los lugares más frecuentados por los usuarios por los horarios que ofrece, situación muy diferente, otros estudios realizados en Cuba,10,12,13 en el cual se refleja un adecuado abastecimiento de los PVNT en ese momento que permitía la eliminación de barreras de acceso al condón.
El 69.4% declara haber observado propagandas de condones en los puntos de venta, casi todos lo observaron en las farmacias, sin embargo, el 12.9 % alega otros lugares, tales como consultorios médicos y policlínicos, llama la atención que en los centros de salud deberían ser mayores las propagandas o carteles de promoción sobre la prevención de las ITS/VIH/sida.
Del análisis integral de resultados expuestos anteriormente, se puede valorar sobre la aplicación de la estrategia, que existe una política nacional sobre el mercadeo social del condón, contemplada como parte Programa Nacional de Prevención de las ITS/VIH/SIDA y el Plan Estratégico
Nacional para la Prevención y Control de las ITS y el VIH/ SIDA 2014-2018,14 que tienen en la provincia de La Habana contempladas sus acciones; sin embargo, aunque existe los documentos que lo reflejan, no siempre esta se cumple de acuerdo a lo que los mismos establecen. Por otra parte, las acciones están dirigidas a grupos claves y la población en general, pero este grupo poblacional estudiado tiene características que necesitan ser diferenciadas del resto e incluidas como un segmento particular.
El Mercadeo Social en Salud, busca influir en la adquisición, reafirmación o cambio de conocimientos, hábitos, mitos, actitudes, creencias, comportamiento, conductas o prácticas sociales, para mejorar y desarrollar integralmente la salud de las personas. Por eso es importante desarrollar estrategias con direccionamientos a diferentes públicos, en este caso los adultos mayores de 50 años para obtener resultados más efectivos, en términos de prevención de una actividad sexual segura, promoviendo salud en este grupo población.
Conclusiones
Las personas mayores de 50 años entrevistadas en La Habana, poseen conocimientos suficientes concernientes a la vía de trasmisión y prevención del VIH/sida. Usan poco el condón ya sea en relaciones estables como ocasionales, porque perciben poco el riesgo de infectarse a su edad, lo que puede ser una barrera sociocultural y generacional para el uso del condón. Otras barreras son la inexistencia del condón en Puntos de Ventas No Tradicionales y la inestabilidad y poca variedad de marcas de condones en las farmacias. Concentrar acciones específicas del mercadeo del condón para esta población, podría ser la solución para obtener mejores resultados en la prevención del VIH/sida.