Introducción
De acuerdo a datos del Banco Mundial, entre el 2015 y el 2017, 689 millones de personas en el mundo vivían por debajo de la línea de pobreza, lo cual se agravó debido a la pandemia de SARS-CoV-2 y para el 2020 se agregaron 100 millones más de personas en extrema pobreza1.
En 2021, en América Latina, la tasa de pobreza y pobreza extrema sumó un 45.2%, es decir, 201 millones de personas que no contaban con ingresos suficientes para sus necesidades básicas2.
En México en el año 2020, de acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social, un 43.9% de la población se encontraba en situación de pobreza3.
La pobreza coloca a amplios grupos de población en una condición de vulnerabilidad, debido a lo cual se requieren acercamientos específicos desde la salud pública para que las acciones que se emprendan sean adecuadas a las necesidades de las comunidades. La investigación participativa basada en la comunidad (Community Based Participatory Research -CBPR- por sus siglas en inglés) es un enfoque de investigación que ha probado ser efectiva en la salud pública, específicamente, en las interacciones entre equipos de investigación académica y comunidades locales4.
CBPR, es un enfoque en el cual la población tiene un papel protagónico, de tal manera que las iniciativas que emergen toman en cuenta su identidad y parten de sus propias necesidades y fortalezas. Uno de los componentes fundamentales del CBPR es formar una agrupación con diversos actores sociales (población, autoridades, líderes locales, equipos de investigación etc.), esta agrupación debe construir lazos de confianza, romper con la jerarquía tradicional de quien sabe, quien recibe y quien decide, promoviendo una distribución de poder equitativa durante todo el proceso de investigación. A partir de esta agrupación se abordan las necesidades que la propia población haya identificado y se diseñan iniciativas para enfrentar dichas problemáticas5,6.
El objetivo de este manuscrito es caracterizar una iniciativa comunitaria basada en los principios de CBPR y realizada con la población de una comunidad rural en México.
Materiales y métodos
Iniciativa comunitaria efectuada entre marzo del 2008 a julio del 2014, en la que se utilizaron métodos mixtos. Se realizó en una comunidad rural dedicada a la agricultura de temporal y catalogada con un índice de marginación alto7, ubicada en el Estado de Morelos, en la región central de México.
Esta iniciativa tuvo las siguientes fases:
Primera fase (Marzo 2008-Febrero 2009). El objetivo en esta fase fue realizar un diagnóstico de salud poblacional, de tal manera que el equipo de investigación, formado por profesionales de la salud pública, entró en contacto con la población y las autoridades municipales y locales para realizar un diagnóstico de salud bajo el enfoque de ecosalud y con la participación activa de la población. Se aplicó un cuestionario, que incluyó preguntas relacionadas con el manejo de residuos sólidos y se realizó un ejercicio de priorización colectiva para identificar las principales problemáticas de la población.
Segunda fase (Marzo-Diciembre 2009). Derivado del ejercicio de priorización, se seleccionaron dos problemáticas y se formaron dos grupos entre los habitantes de la comunidad, por tanto, el objetivo de esta fase fue capacitar a los integrantes de los grupos (proyectos: cultural y ambiental -manejo de residuos sólidos-), para el diseño de la propuesta y búsqueda de financiamiento. Se realizaron varios talleres que tuvieron la finalidad de que las mujeres y hombres de la comunidad se capacitaran en la búsqueda de convocatorias de financiamiento y en establecer vínculos con organizaciones civiles y autoridades de las dependencias gubernamentales.
Proyecto cultural. Se formó un grupo con las madres y abuelas que desearon participar para capacitarse en elaborar una propuesta para la búsqueda de financiamiento en un proyecto enfocado en las etapas de la niñez y adolescencia.
Proyecto ambiental. El grupo se formó por cuatro familias de la comunidad que aceptaron participar y quienes formaron la Comisión Promotora del Manejo Integral de Residuos Sólidos (CPMIRS), quienes se acercaron con organizaciones comunitarias con experiencia en el manejo de residuos sólidos para que les brindaran capacitación
La capacitación se brindó por dos organizaciones: Centro de acopio de San Antón (BIOSUSTENTA Y GESA) ubicado en Cuernavaca, Morelos y la Universidad Campesina del Sur ubicada en el estado de Guerrero.
Tercera fase (Enero 2010-Julio 2014). Esta fase tuvo dos objetivos 1) Apoyar a ambos grupos (cultural y ambiental) que consiguieron financiamiento y 2) Capacitar a los grupos en la contabilidad de los recursos obtenidos e integrar el informe para las dependencias que otorgaron el financiamiento. Debido a lo anterior, el equipo de investigación brindó talleres a los integrantes de ambos grupos para que adquirieran los conocimientos y habilidades que se requerían.
Proyecto cultural
Posterior a conseguir el financiamiento, este grupo realizó una invitación dentro de la comunidad para que niños, niñas y adolescentes asistieran los sábados a las clases de música dentro de un espacio comunitario.
Proyecto ambiental
Por parte del equipo de investigación se realizó la capacitación a los integrantes de la CPMIRS para la observación y aplicación de cuestionarios del manejo de residuos sólidos que se aplicaron a las familias de la comunidad.
Posterior a la capacitación, el equipo de investigación y la CPMIRS, realizaron una serie de talleres con la población adulta y jóvenes. Los temas abordados en los talleres fueron: cuidado del medio ambiente, contaminación, calentamiento global, daños a la salud debido a la basura, manejo de residuos sólidos, compostaje y centro de acopio.
Las actividades para niños/niñas y adolescentes se realizaron en dos ámbitos: en las plazas públicas y en las escuelas. En las plazas, se dieron talleres para la elaboración de manualidades a partir de residuos sólidos (cartón, botellas de plástico, papel o periódico), juegos (lotería, concursos de separación de residuos, etc.). Además, se realizaron funciones de teatro guiñol abordando el tema del cuidado del ambiente y separación de desechos. Al finalizar los talleres, se realizó una feria en la cual se mostraron las manualidades realizadas por ellos y se abrió la convocatoria a un concurso de dibujo para preescolares de jardín de niños y escolares. A las personas adultas se les entregó un tríptico con la explicación de lo que se estaba haciendo en el manejo de residuos sólidos.
En la escuela primaria y en el jardín de niños, se mostró en que consiste la separación de residuos sólidos. La maestra y los preescolares colocaron cajas en diferentes puntos de la localidad con letreros que indicaban como separar los desechos (orgánicos e inorgánicos).
En esta fase la CPMIRS y el equipo de investigación, también realizaron estas actividades:
Acercamiento con el director de la telesecundaria y el estudiantado para presentarles la propuesta del centro de acopio, el cual se ubicó en ese espacio.
La promoción y entrega de material casa por casa. Esto consistía en la entrega de costales con los 4 nombres del material a reciclar (plástico, papel y cartón, latas y vidrio), un calendario con información acerca de la separación y un video en formato DVD de manejo integral de residuos sólidos
Se repartieron contenedores en las tiendas de la localidad para recolectar plásticos y botellas de vidrio
Se capacitó al estudiantado de la telesecundaria para el manejo del centro de acopio y recolección de residuos sólidos
El CPMIRS, visitó 60 casas de la localidad. Con estas familias se realizaron entrevistas informales acerca de la percepción y manejo de los residuos sólidos.
Componente cuantitativo:
Proyecto ambiental:
Cuestionario con 62 reactivos que incluían preguntas con respuestas de opción múltiple, en escala Likert y preguntas abiertas.
El muestreo cuantitativo fue probabilístico estratificado de n=60. La unidad de análisis fueron las viviendas. La comunidad se dividió en 6 zonas con límites naturales y estado diferencial de urbanización y servicios, lo cual se logró conocer por el diagnóstico de salud realizado en la fase uno mediante un censo poblacional. El muestreo se aplicó de forma aleatoria sistematizada por sorteo. Se aplicó el cuestionario en cada 5 casas empezando el conteo en cada zona. Este cuestionario se diseñó en específico para el proyecto y se integró con variables sociodemográficas, conocimiento de las 3 R´s (reducir, reusar y reciclar), clasificación de residuos sólidos, asignación de residuos a alguna de las 3 R´s., producción y manejo de residuos sólidos por familia, servicios de recolección de residuos sólidos. Estos datos se indagaron antes y después de la estrategia.
Análisis de información
Los reactivos del cuestionario se procesaron en Stata v. 9, para el diagnóstico de la producción de residuos mediante el análisis descriptivo de los datos. Se categorizó la pregunta de residuos sólidos en positivas cuando las familias: entregaban al camión recolector los residuos, separaban, reciclaba, reutilizaban o realizaban composta; negativas cuando las familias: quemaban, enterraban y tiraban en la calle o barrancas y mixtas cuando tenían prácticas positivas, pero conservaban por lo menos una negativa.
La información de los registros etnográficos fue transcrita en un procesador de textos y se tomaron acuerdos para los códigos en los que se agruparía la información, se realizó una codificación manual, vaciándose en matrices para su análisis. La información de la bitácora fue transcrita y se realizó análisis de la descripción de la experiencia de las familias. Para el proyecto ambiental, las categorías del análisis fueron: percepción del servicio de recolección, propuestas de mejora del servicio, residuos sólidos como problema, propuesta de solución a este problema, tiraderos de basura en la localidad y prácticas de manejo. Las categorías de análisis del proyecto cultural fueron: percepción de las madres y abuelas, cambios en niñas, niños y adolescentes participantes en la banda de música, dificultades del grupo.
Resultados
Los resultados se presentan de acuerdo con las fases presentadas en la sección de material y métodos.
Primera fase (Marzo 2008-Febrero 2009). A través del diagnóstico de salud se identificaron los siguientes aspectos: a) fortalezas, recursos y dinámicas de la población y b) los principales problemas sociales y de salud. En conjunto con la población se realizó un ejercicio de priorización de dichos problemas y se eligieron dos problemáticas: 1) las niñas, niños y adolescentes que finalizan la educación básica, no tienen alternativas educativas dentro de la comunidad y 2) problemática ambiental con los residuos sólidos8. A partir del diagnóstico de salud participativo, se inició un proceso con base en los principios del CBPR, de tal manera que se formó una agrupación constituida por diversos grupos comunitarios (grupos de mujeres, campesinos, adolescentes y escolares), así como con las autoridades locales y el equipo de investigación (Figura 1).
Segunda fase (Marzo-Diciembre 2009). El grupo del proyecto cultural (madres y abuelas), envió su propuesta para la búsqueda de financiamiento a través del Programa de Apoyo a las Culturas Populares y Comunitarias (PACMyC), el cual es un fondo del gobierno federal mexicano, para brindar recursos para proyectos comunitarios y culturales. El grupo del proyecto cultural envió su propuesta a la Secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
“Nunca pensé que a mi edad iba andar en estos trajines para que nos dieran dinero para que los chamacos tengan algo que hacer” (Mujer-abuela 60 años, registro etnográfico)
Tercera fase (Enero 2010-Julio 2014). Ambos grupos consiguieron financiamiento. El proyecto cultural, se enfocó en la formación de una banda de instrumentos musicales de viento (clarinetes, trompetas, trombón, tuba etc.) que toca música tradicional de la región. En el caso del proyecto ambiental, se enfocó en los residuos sólidos.
Se describen los resultados de cada proyecto
Proyecto cultural
Las integrantes de este grupo se dividieron para las actividades inmediatas: comprar los instrumentos musicales y buscar maestro o maestra de música. Dos abuelas fueron al centro histórico de ciudad de México a comprar instrumentos musicales y otra comisión de madres se dedicó a buscar un maestro de música.
Inició el grupo con ocho y paulatinamente se fueron integrando más niños, niñas y adolescentes hasta formar una banda de música con 19 integrantes, con edades entre 12 y 16 años, ocho mujeres y 11 hombres, estudiantes y solo los de mayor edad ya no estudiaban y trabajaban en labores agrícolas con sus padres. Este grupo convocó a las madres y padres de los integrantes de la banda de música para formar una mesa directiva que debía apoyar en el cuidado del uso de los instrumentos musicales ya que se llevaban a casa para realizar ejercicios. Además, se requería efectuar actividades para obtener recursos económicos para el pago del maestro de música y las necesidades propias que requiere el mantenimiento de los instrumentos musicales. La mesa directiva se formó con ocho madres y dos padres de familia quienes manejaban los recursos que obtenían con las actividades que realizaban dentro de la comunidad. Estas actividades eran además un espacio de convivencia y esparcimiento de la población, en los que la banda de música amenizaba las reuniones.
La banda de música también participaba en eventos locales, municipales y estatales, invitados por las autoridades (Figura 2).
Las madres y abuelas mencionaban que veían cambios en los integrantes de la banda de música:
“…él es muy tímido y ahora que aprendió a leer las notas musicales, le está ayudando a expresarse y esta de mejor ánimo” (madre 35 años, registro etnográfico)
“De por sí, como a él lo abandonó su mamá desde que era chiquito, ha sido muy enojón. Ahora que está en la banda, lo veo que agarra su clarinete en las tardes y eso le ayuda, está mejor y más calmado” (abuela 60 años, registro etnográfico)
“...Desde que ella está en la banda de música, se desenvuelve mejor y haber salido y conocer otros lugares también le ha servido” (madre 33 años, registro etnográfico)
Conforme los integrantes de la banda de música fueron cambiando de edad, algunos de ellos continuaron estudiando el bachillerato y, por tanto, dejaron de participar en las clases de música, pero se fueron incorporando nuevos integrantes.
Debido al buen resultado presentado a la institución que brindó el financiamiento, les brindaron recursos para el pago del maestro de música.
Proyecto ambiental
Al finalizar la capacitación que brindaron las organizaciones comunitarias, una de las integrantes del grupo comentó:
(Mujer, 33 años, registro etnográfico).“De eso sí, mucha comunicación, mucha confianza, muy bonito el ambiente.”
Durante los talleres impartidos por el equipo de investigación y la CPMIRS, una mujer comentó:
“… la idea es que nosotros le demos un valor ¿verdad? Efectivamente lo que no se pueda reciclar, que el camión se lo lleve y ya sería menos ¿no? Aparte aprovecharíamos en este caso lo orgánico.” (Mujer del vivero, 50 años, registro etnográfico).
Durante la visita a las familias de la comunidad para conocer su percepción sobre los residuos sólidos, por parte de los integrantes del CPMIRS, una de las personas señalo:
(Mujer, 33 años, registro etnográfico).“… se ve mal y huele mal y es mal ejemplo porque los demás ven basura y tiraban también ahí.”
A través de la bitácora efectuada por familias sobre la recolección de residuos en los distintos sitios de la localidad, se puedo identificar la inasistencia y las prácticas realizadas durante la recolección.
Sobre el servicio de recolección de basura:
“regular, cuando va muy lleno no se lleva la basura hasta que viene de nuevo”
. (Mujer 45 años, registro etnográfico).“malo, porque a veces viene o no pasa, ni modos que vaya corriendo con mis bultos hasta la esquina”
A través del cuestionario aplicado a las familias, se identificaron los conocimientos y la percepción de las personas posterior a los talleres recibidos:
“Más ahorita es preocupante. Pensaba pues quemo la basura y ya, pero eso nos perjudica la salud” (Hombre, 33 años, Cuestionario)
“Como aquí no nos habían venido a platicar no nos interesaba mucho.” (Mujer, 50 años, Cuestionario)
“Hay que reutilizar las cosas que se puedan y comprar cosas que son necesarias, no comprar mucho desechable.” (Mujer, 37 años Cuestionario)
“Si se separa [los residuos sólidos] no es problema” (Mujer, 36 años, Cuestionario)
Se comenzó la recepción de residuos sólidos separados y limpios de las casas para el centro de acopio ubicado en la telesecundaria.
“Resto de comidas se la doy a los pollos, lo demás al carro [de recolección de residuos sólidos], y en los costales estoy separando” (Femenino, 42 años, Cuestionario).
En relación a la información obtenida del cuestionario aplicado en las viviendaa se pudo conocer que los residuos sólidos que principalmente se generaban eran: plásticos (98.3%), papel y cartón (88.3%), latas y vidrio (78.3%). El servicio de recolección de residuos sólidos era irregular, la mayor parte de los participante declararon que pasaba una vez a la semana (71.7%), dos veces a la semana (11.7%), sin embargo, hubo familias que declararon que lo desconocían (5%) o nunca pasaba (1.7%). Al final de los talleres realizados con la población, los participantes refierieron, con respecto al conocimiento del tema, lo siguiente: el 76.7% refirió que el plástico se puede reutilizar, así como otros materiales como latas (83.3%), vidrio (90%) y papel y cartón (70%). En la Figura 3 se muestra el tipo y manejo de residuos sólidos durante el proceso del proyecto. Se observa que las prácticas positivas se conservaron, hubo poca diferencia con respecto a las practicas negativas, debido posiblemente a la irregularidad de los servicios de recolección.
Derivado de la primera gestión del financiamiento brindado por SEMARNAT, el grupo realizó otras gestiones de financiamiento con la misma dependencia, para la obtención de recursos económicos que fueron utilizados para la colocación de biodigestores de aguas residuales, la limpieza del arroyo y barrancas.
Discusión
Dentro de los principios y componentes de CBPR se considera indispensable tomar como base las necesidades y las preocupaciones locales, lo cual fue un eje central de esta iniciativa5,6. Partir de las necesidades de la población, permite que las propuestas que se diseñen sean acordes a lo que las personas requieren, por tanto, participan en dichas propuestas porque tiene relevancia y sentido para su vida cotidiana9,10. El método de CBPR contribuyó de manera decisiva para que la población asumiera un papel protagónico y se fortalecieran los procesos participativos en la comunidad.
Esta iniciativa, se ajustó a los planteamientos de Israel BA et al y Wallerstein et al, quienes señalan que el primer componente en CBPR es integrar una asociación o agrupación con diversos actores sociales5,6. Por tanto, la agrupación de esta iniciativa se formó con los diversos grupos de la comunidad, las autoridades locales y el equipo de investigación. Este equipo, estableció desde el inició relaciones horizontales basadas en el respeto, el diálogo permanente, comprensión de los elementos socioculturales de la población, toma de decisiones compartida, con atención permanente en impulsar la construcción colectiva de los saberes y el empoderamiento de las personas y los grupos. La posición asumida por el equipo de esta investigación es acorde con lo reportado en otros estudios5,6,11,12. Además, el equipo de investigación mantuvo un proceso constante de auto reflexión y análisis grupal para que las diferencias de clase, étnicas y educativas de los profesionales no condujeran a un desequilibrio en el manejo del poder, lo cual coincide con lo que reportan otros autores5,13.
En la salud pública, la participación y movilización de actores sociales14, tiene un papel central y cuando las iniciativas comunitarias son efectuadas con base en el enfoque de CBPR, la participación de la población se convierte en uno de los elementos fundamentales.
La comunidad en la que se realizó esta iniciativa se cataloga de alta marginación, lo cual ubica a la población en un estado de vulnerabilidad. Esta situación es semejante a otros estudios que se han realizado con el enfoque de CBPR con diversos grupos poblacionales que se encuentran en circunstancias de vulnerabilidad, ya sea con poblaciones pertenecientes al mismo país11,12, como fue el caso de esta investigación, o bien población migrante en otros países15,16,17,18.
La equidad es un elemento primordial dentro de la salud pública, al igual que en el enfoque de CBPR4,5,19. Desde hace varias décadas M. Whitehead señaló que la inequidad se refiere a las diferencias en salud que son evitables e injustas20. Se ha propuesto que con la aproximación de CBPR, en conjunto con la transdisciplina se puede lograr un incremento de la equidad21. A través de las acciones que se realizan para eliminar la inequidad, se pueden establecer nexos para promover políticas públicas que favorezcan la salud, tal como ha ocurrido en Suecia con población migrante de origen africano y musulmán, en los que se reportan acciones para impulsar políticas que contribuyan a la disminución del estigma y discriminación hacia estos grupos16,22. Uno de los propósitos de efectuar esta iniciativa bajo los principios de CBPR fue contribuir a disminuir la inequidad en salud.
Diversos autores han señalado las diversas formas en las que el arte contribuye a mejorar la salud de las poblaciones. En esta iniciativa comunitaria, la banda de música fue un elemento que favoreció de forma individual y colectiva a la población, en especial, fue un mecanismo cultural que fortaleció la cohesión social y los procesos participativos lo cual es acorde a lo reportado en otros estudios23,24. En esta iniciativa, a pesar de todas las acciones que se realizaron en los proyectos no se logró concretar alguna política pública. La formulación de políticas públicas que son impulsadas a partir de los requerimientos de las propias poblaciones, inciden de forma decisiva en las inequidades. Sin embargo, en esta iniciativa no se logró la formulación de políticas públicas.
Conclusiones
En esta iniciativa comunitaria, a través del enfoque de CBPR y la colocación en el centro de las necesidades de la población, se logró la participación de diversos actores sociales. Además, debido a la naturaleza de los proyectos que formaron la iniciativa comunitaria se construyeron aprendizajes, tanto de los grupos de niños, niñas, adolescentes y población adulta como para las autoridades locales y el equipo de investigación. Estos aprendizajes pueden contribuir en el caso de la niñez y adolescencia, para la construcción en ciernes de su ciudadanía y para la población adulta fue una oportunidad para aprender a negociar e interaccionar a partir de sus necesidades con las autoridades y las instituciones públicas. El aprendizaje para el equipo de investigación es que se requieren más esfuerzos para impulsar políticas públicas que mejoren las inequidades en salud.