¿Qué es la vida ? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Pedro Calderón de la Barca
Introducción
Cuando la pandemia de COVID-19 llegó a México, el 27 de febrero de 2020, no estuvimos preparados para enfrentarla. El crecimiento estrepitoso que ocasionó tantas muertes dio origen a las medidas de distanciamiento social para aminorar los contagios, y así nació la «sana distancia» que nos obligó repentinamente a continuar con las actividades de los programas operativos de residencias médicas, establecidos por las universidades, de forma no presencial, a través de plataformas. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en enero de 2021, dijo que más de 800 millones de estudiantes, lo que equivale a más de la mitad de la población mundial estudiantil, continuaban hasta esa fecha enfrentándose a importantes interrupciones en su educación a causa de la pandemia. En México ingresaron a la especialidad de cirugía general a través del Examen Nacional de Residencias Médicas (ENARM) 1720 médicos en el año 2020 y 1892 en el año 20211.
El aprendizaje electrónico a distancia se define como el uso de tecnología informática para impartir conocimientos, incluido el aprendizaje con apoyo tecnológico, ya sea en línea, fuera de línea o ambos2. Sin embargo, en el caso de los médicos residentes quirúrgicos se requieren además las habilidades y destrezas adquiridas en el quirófano, algo que podría mejorarse con el uso de entrenadores laparoscópicos realizados por el mismo estudiante o en el centro de entrenamiento laparoscópico si el hospital cuenta con ello, o mejor aún recurriendo a modelos robóticos en los que el residente efectúe sus procedimientos. Además, las rotaciones a otros centros hospitalarios fueron pospuestas desde el primer pico de la pandemia. Por lo tanto, la pandemia de COVID-19 impactó negativamente la enseñanza en los residentes quirúrgicos3, pero también fue la razón de ahondar en la investigación de los métodos de enseñanza4.
El Comité de Cirujanas de la Asociación Mexicana de Cirugía General (AMCG) diseñó y aplicó una encuesta anónima a los médicos residentes quirúrgicos para conocer si continuaron o no con sus programas académicos, y cómo conllevaron el aprendizaje durante la pandemia de SARS-CoV-2. Los participantes estuvieron de acuerdo en la difusión de los resultados.
El objetivo de este estudio fue identificar cuál fue la percepcion que tuvieron los médicos residentes quirúrgicos sobre su aprendizaje durante la pandemia de COVID-19 y si continuaron o no con sus clases.
Método
Se realizó un estudio observacional, de corte transversal, mediante una encuesta anónima de 40 cuestionamientos, diseñada por el Comité de Cirujanas de la AMCG, aplicada a los médicos residentes quirúrgicos, en la mayoría de los Estados de la República Mexicana donde hubo una cirujana encargada de la difusión y respuesta a dudas de los participantes. Se realizó en abril y mayo de 2022, el tamaño de la muestra fue a conveniencia y los participantes aceptaron que se difundieran los resultados de la investigación; se les explicó el objetivo al inicio de la encuesta, que incluyó un aviso de privacidad.
Resultados
Contestaron la encuesta 465 participantes, de los que 225 fueron mujeres (48.3%) y 240 hombres (51.7%), con una distribución en los Estados que se muestra en la figura 1; de 32 entidades, solo 26 participaron, siendo Nuevo León, Veracruz y Distrito Federal aquellos con más participaciones (Fig. 1).
El grupo de edad más numeroso de médicos residentes que respondieron la encuesta fue el de 25 a 30 años, y la institución con más participación fue la Secretaría de Salud (Tabla 1).
n (%) | |
---|---|
Sexo | |
Masculino | 240 (51.7) |
Femenino | 225 (48.3) |
Grupo de edad, años | |
22-24 | 4 (0.9) |
25-27 | 180 (38.8) |
28-30 | 200 (43.1) |
31-33 | 74 (15.9) |
34-36 | 3 (0.6) |
37-39 | 1 (0.2) |
> 40 | 2 (0.4) |
Grado que cursaban | |
Primero | 167 (36.0) |
Segundo | 118 (25.4) |
Tercero | 89 (19.2) |
Cuarto | 78 (16.8) |
Quinto | 8 (1.7) |
Sexto | 2 (0.4) |
Séptimo | 2 (0.4) |
Hospital donde realizaban la especialidad | |
IMSS | 155 (33.4) |
ISSSTE | 70 (15.1) |
PEMEX | 6 (1.3) |
Privado | 11 (2.4) |
SEDENA | 1 (0.2) |
Secretaria de Salud | 222 (47.7) |
Especialidad | |
Cirugía de colon y recto | 4 (0.9) |
Cirugía endocrina | 2 (0.4) |
Cirugía general | 358 (76.9) |
Cirugía oncológica | 10 (2.2) |
Cirugía plástica | 7 (1.5) |
Cirugía de tórax | 2 (0.4) |
Ginecología y obstetricia | 42 (9.1) |
Neurocirugía | 7 (1.5) |
Otorrinolaringología | 9 (1.9) |
Traumatología y ortopedia | 18 (3.9) |
Urología | 6 (1.3) |
La pandemia afectó todos los aspectos de la vida, y la enseñanza no fue la excepción en los estudiantes quirúrgicos. Cuando se les preguntó por su percepción del aprendizaje que obtuvieron durante la temporada de pandemia, ninguno consideró que fue apropiado, la mayoría consideraron que apenas fue suficiente y el 7.5% lo consideraron completamente insuficiente; incluso muchos de ellos no obtenían ningún tipo de retroalimentación durante las clases (Tabla 2).
n (%) | n (%) | |
---|---|---|
Aprendizaje adecuado | 92.5% suficiente | 7.5% insuficiente |
¿Su hospital se reconvirtió a Hospital COVID? | Sí 152 (32.7%) | Híbrido 303 (65.2%) |
¿Sus guardias se trasladaron al área COVID? | Sí 430 (92.5%) | No 35 (7.55%) |
¿Usted ya conocía las plataformas virtuales antes de la pandemia? | Sí 245 (52.6%) | No 220 (47.4%) |
¿Las clases fueron online? | Sí 344 (73.9%) | No 121 (26.02%) |
¿Permaneció visible durante la clase? | Sí 179 (38.4%) | No 286 (61.5%) |
¿Usted entraba a la clase online mientras efectuaba otra actividad simultáneamente? | Sí 242 (52.0%) | No 223 (48%) |
¿Había retroalimentación en las clases online? | Sí 293 (63.1%) | No 171 (36.9%) |
¿Qué tipo de retroalimentación? | Análisis 130 (27.9%) | |
Debate 38 (8.2%) | ||
Discusión 140 (30.2%) | ||
Ninguna 157 (34.0%) | ||
¿Su hospital tiene centro de entrenamiento en cirugía laparoscópica? | Sí 134 (28.8%) | No 331 (71.2%) |
¿Su práctica era supervisada? | Sí 144 (30.9%) | No 321 (69.0%) |
¿Usted se contagió de COVID-19? | Sí 331 (71.1%) | No 134 (28.8%) |
En cuanto a las prácticas en simuladores, las mujeres practicaron más que los hombres (Tabla 3).
Discusión
Ocurrieron muchos cambios en la enseñanza de los residentes quirúrgicos durante la pandemia de COVID-19. En México se impuso un desafío sin precedentes, como lo fue también para muchos otros países de acuerdo con varios autores. Una investigación en universidades afganas encontró que casi todos los estudiantes, aun durante el caos, preferían las clases presenciales5. Mientras los mejores sistemas de salud fueron puestos a prueba, el aprendizaje en línea adoptó formas multifacéticas, creció y se desarrolló, y conocimos una gran variedad de sinónimos y significados6,7.
El hecho de que la mayoría de los residentes conocieran las plataformas virtuales y tuvieran acceso a la tecnología fue útil, porque permitió cambiar las clases y las discusiones presenciales a un formato en línea, aun cuando la mayoría de los maestros no tenían gran experiencia en ello. En un afán por mejorar y continuar con los programas operativos de los residentes, o cuando menos mantener el nivel de enseñanza, se tomaron las decisiones simultáneamente mientras la pandemia crecía y se exacerbaba por semanas, y se realizaron abruptamente una y más adaptaciones en los procesos de aprendizaje. Un ejemplo es la forma en que los encuestados fueron evaluados: sus exámenes, que antes hacían de manera presencial, fueron realizados a través de zoom, desafiando los modelos anteriores. De esta misma forma se evaluaron los residentes de cirugía en Singapur, donde en una encuesta nacional reportaron este formato como sumamente exitoso8, algo que no ocurrió en nuestro grupo de encuestados. Así mismo, en el Anderson Cancer Center de Texas los alumnos se mostraron satisfechos por el servicio de internet tan expedito que les fue proporcionado9, aunque cabe señalar que la encuesta en este centro hospitalario no fue anónima, lo que pudo limitar las opiniones reales, a diferencia de este trabajo, en el que mantuvimos el total anonimato y los encuestados manifestaron su descontento con total libertad; también el 87% expresaron que utilizaron el chat grupal y participaron activamente9, mientras que en este trabajo los encuestados manifestaron en sus comentarios finales un descontento por las continuas fallas del servicio de internet durante las clases y exámenes, y cuando se exacerbó el problema apagaron sus cámaras y micrófonos para facilitar el acceso a las plataformas el 61.5% de los residentes, siendo las principales razones que no se mantuvieron visibles durante las clases en línea, que incurrieron en distracciones con mayor facilidad y que tenían limitación para participar durante las clases. La percepción de los estudiantes de que la enseñanza en línea no igualó la enseñanza presencial también se observó en el Reino Unido, en una encuesta nacional a los estudiantes de medicina10. El aprendizaje en línea, cuando está bien diseñado, es ineludible que tiene grandes beneficios ya descritos por varios autores, como son la accesibilidad de la información, la asequibilidad y la flexibilidad11. Las clases en línea fueron evaluadas como insatisfactorias por esta serie y por varios autores12. En Canadá concluyeron que la facilidad percibida por los estudiantes para utilizar las tecnologías es directamente proporcional a la satisfacción por el aprendizaje en línea13. Así mismo, aunque esto está determinado por la especialidad que se enseña, los investigadores reportaron que la enseñanza en línea fue completamente satisfactoria en especialidades que no son quirúrgicas, como anatomía patológica14,15. Los estudiantes de medicina en Egipto prefieren las clases presenciales16, como los residentes de esta serie, por considerar que son mejores. Entre las recomendaciones propuestas para mejorar las clases en línea se sugiere la interactividad de los estudiantes como la más destacada17, junto con la llamada «presencia social», ya que encontraron que influye positivamente en el proceso18,19. La suspensión de las cirugías electivas en la mayoría de los hospitales limitó aún más el desarrollo de habilidades y destrezas, y esto se repitió en otros países3, en donde las cirugías electivas fueron pospuestas y solo se atendieron las urgencias quirúrgicas. El 32.7% de los encuestados manifestaron que en su hospital únicamente atendían enfermos por COVID-19, el 65.2% atendían enfermos de la pandemia y cirugías urgentes, y el 1.7% manifestaron que su hospital permaneció sin cambios, lo cual explica por qué de los encuestados de este trabajo ninguno consideró que el aprendizaje fue adecuado durante ese tiempo. Aunque la mayoría manifestaron que apenas fue suficiente, hubo un 7.5% que lo consideraron totalmente insuficiente. Esto se replicó en los residentes de oftalmología de Jordania, donde el 68.2% informaron que los programas en línea podrían desempeñar un papel parcial en la formación clínica y el 31.8% que ninguna parte clínica de la formación médica puede implementarse electrónicamente20. Los residentes de neurocirugía de varios centros médicos coinciden con la percepción de que la limitación de cirugías en sus centros afectó el aprendizaje y el desarrollo de habilidades21-23, aunque existe discordancia con la opinión de residentes de neurocirugía de los Estados Unidos de América24. Llama la atención que muchos hospitales escuela de especialidades quirúrgicas en México no cuentan con centros de entrenamiento. En esta encuesta, el 21.8% sí cuentan con ello, pero fueron pocos los médicos residentes que lograron continuar con sus prácticas, ya fuera en el centro de entrenamiento en los hospitales o en casa con simuladores hechos por ellos mismos; las residentes mujeres practicaron más horas que los hombres. Cabe destacar que, aunque los médicos residentes son personas adultas, se encuentran aún en formación y deben permanecer con sus cámaras encendidas; el 48% de los encuestados manifestaron que durante las clases en línea era inevitable caer en distracciones cuando no permanecían visibles, y con frecuencia hacían simultáneamente otras actividades ajenas a la clase. Hay autores que recomiendan mejorar el sentido de autoeficacia en el estudiante, lo cual se obtiene adoptando medidas como incentivo de objetivos, estímulo afectivo y competencia-cooperación para hacer la clase más exitosa25. Probablemente eso les faltó a nuestros alumnos, y es aquí donde cabe recordar que el papel del maestro es trascendental para hacer la clase interesante y amena, y favorecer la interacción de los alumnos para obtener un aprendizaje significativo, a pesar del gran estrés sufrido por los residentes al enfrentar la pandemia por SARS-CoV-2, como menciona el grupo de Bangladesh26.
Poco se escribió de esta importante afección. La mayoría de los que respondieron la encuesta fueron residentes de cirugía general, un total de 358 de la muestra, y predominaron los de primero y segundo grado, que probablemente sean los mas afectados, pero esto se conocerá cuando finalicen su entrenamiento. Hubo poca participación de las subespecialidades. La Universidad Nacional Autónoma de México propuso la consideración de extender 1 año más las residencias médicas para compensar las horas de práctica, pero después de encuestas exhaustivas no fue aceptado por la mayoría de los residentes27.
Los residentes de cirugía y los cirujanos cubrimos el campo de batalla cuando inició el primer pico de la pandemia, y esto se evidenció en el caótico 71.1% de los residentes quirúrgicos que contrajo la enfermedad, corroborada con una prueba positiva. Se desconocen los casos asintomáticos, ya que no se realizaban pruebas a este grupo; recordemos que las pruebas de detección desafortunadamente escasearon. México fue el país donde más personal de salud se contagió de COVID-19, comparado con lo ocurrido en otros países: en Canadá el 36.5%, en los Estados Unidos de América el 9.6%, en Kuwait el 9.6%, en Arabia Saudita el 23.1%, en Italia y Serbia solo un residente dio positivo para COVID-19 y además cerca del 36.5% dieron un resultado negativo para la enfermedad, y al 61,5% restante no se les hizo la prueba28; cabe destacar que de este estudio solo la mitad atendieron enfermos con COVID-19. Los estudiantes e internos sí fueron replegados durante el mayor tiempo que duró la pandemia en esta muestra, algo que lamentablemente no ocurrió en otros países: la universidad de Birmingham, en el Reino Unido, envió 700 estudiantes voluntarios a apoyar a los médicos que atendían la pandemia en su país29, y así mismo en varios países se pidió a los estudiantes que de forma voluntaria se unieran a las filas de los médicos para tratar a enfermos con COVID-1929; desconocemos el grado de contagio en este grupo de estudiantes e internos, sobre todo en los lugares que tuvieron una participación activa.
Garantizar el cuidado de los familiares de los trabajadores de la salud mejoraría la confianza y la disponibilidad de esta fuerza laboral, pero mientras esto no ocurra será necesario abordar las preocupaciones sobre la transmisión del virus a los miembros de la familia30; esperemos que ocurra a la brevedad, porque lo consideramos tan importante como proporcionar equipo de seguridad personal.
Consideramos que la pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2 afectó el aprendizaje de los residentes quirúrgicos más que al resto de las especialidades médicas, aunque desconocemos la magnitud de esta afectación; un análisis en un futuro cercano podrá responderlo.
Conclusiones
La pandemia sin precedentes de COVID-19, de acuerdo con la percepción de esta muestra, afectó de manera negativa el aprendizaje de los médicos residentes de especialidades quirúrgicas en México; no obstante, el conocimiento obtenido nos permitirá enfrentar de mejor manera las vicisitudes o pandemias futuras.