Presentación de caso
Varón de 58 años que presenta muerte súbita extrahospitalaria y es inmediatamente atendido por una enfermera presencial, quien aplica protocolo de soporte vital básico durante 30 minutos, hasta que llega el personal de apoyo. Al presentarse el equipo de atención prehospitalaria, se le documenta una fibrilación ventricular, la cual se revierte evidenciando ritmo sinusal con pulso.
Es trasladado al servicio de emergencias más cercano, en donde se decide realizar intubación endotraqueal. Los estudios iniciales evidencian anemia leve, una radiografía de tórax con un neumotórax derecho y un electrocardiograma con elevación del ST en cara anterior (Fig. 1). Se le colocó una sonda de tórax y se realizó intervención arterial coronaria percutánea con colocación de dos stents coronarios e inicio de triple terapia antiplaquetaria. Ameritó vasopresores durante el procedimiento.
A su traslado a la Unidad de Cuidados Intensivos, evidenció salida de sangre por la sonda nasogástrica y aumento del requerimiento de vasopresores. Se realizó una endoscopia digestiva alta de emergencia, documentando una rotura gástrica extensa en curvatura menor, con sangrado profuso e incontrolable con métodos endoscópicos (Fig. 2). Pese a la terapia con hemoderivados, durante su traslado a la sala de operaciones presentó parada cardiorrespiratoria sin respuesta a maniobras.
Discusión
El riesgo de trauma iatrogénico relacionado con la resucitación cardiopulmonar (RCP) se presenta incluso con su adecuada ejecución, evidenciándose lesiones abdominales (dilatación gástrica, laceraciones viscerales, desgarros mucosos, etc.) hasta en un 30.8% de las autopsias1,2. A pesar de la frecuente ocurrencia de estas complicaciones, la perforación gástrica traumática secundaria a RCP es una complicación rara que conlleva alta mortalidad si no se identifica a tiempo1,3. Se presume que la principal causa de perforación gástrica traumática es la distensión gástrica debido a una ventilación artificial inadecuada y al aumento de las presiones intragástricas durante las compresiones torácicas4,5. En este sentido, la realización de RCP por espectadores (56%), el uso de bolsa mascarilla (21%) y una vía aérea difícil (21%) son los principales factores relacionados con esta complicación4,5. Es importante considerar su ocurrencia cuando se observa neumoperitoneo o distensión abdominal súbita6.
Los casos reportados de rotura gástrica relacionados con RCP han resultado en perforación a lo largo de la curvatura menor del estómago, usualmente adyacente a la unión gastroesofágica. Esta es la porción menos elástica del estómago debido a que tiene menos pliegues mucosos y mayor fijación por el ligamento hepatogástrico4,7.
La mortalidad en el diagnóstico temprano depende principalmente de la patología inicial. La laparotomía de emergencia es el tratamiento más frecuente, pero debe considerarse la posibilidad de manejo conservador en casos seleccionados4,6.
En este paciente, a diferencia de lo que describe la literatura, la presentación y principal complicación no fue el hemo/neumoperitoneo o la distensión abdominal, sino un sangrado digestivo alto en relación con una rotura no tributaria a cierre endoscópico y a la antiagregación farmacológica.