Introducción
El sueño es un proceso fisiológico cíclico que alterna con largos periodos de vigilia, este ciclo influye y regula funciones fisiológicas y respuestas de conducta; entre las funciones del sueño se encuentran la conservación de la energía, el restablecimiento de los tejidos corporales, la disminución de la liberación de radicales libres que pueden lesionar el tejido cerebral, la termorregulación, la consolidación y el refuerzo de la memoria (1,2), por lo que conseguir la mejor calidad de sueño posible es importante para tener un buen estado de salud (3). Las personas necesitan diferentes cantidades de sueño y descanso, estas variaciones dependen de la etapa del ciclo vital, el recién nacido duerme entre 14 y 18 horas, el lactante entre 12 y 14 horas, el niño en etapa escolar entre 11 y 12 horas y en la edad adulta, la mayoría duerme entre 7 y 8 horas por noche (4,5). La salud física y emocional, el rendimiento diurno en las áreas académica y laboral depende de la capacidad para satisfacer esta necesidad humana básica (6).
Cuando una persona descansa se halla en un estado de actividad mental, física y espiritual que la lleva a sentirse sin depresión, estrés o ansiedad (7). Asimismo, cuando las personas duermen suficiente sienten que su energía ha sido recuperada, se encuentran listas para reanudar las actividades de la vida diaria (8). El descanso no implica inactividad, puede conseguirse a través de lecturas, practica de ejercicios de relajación, escuchar música, entre otros (9).
Sin sueño y descanso apropiados, la capacidad para concentrarse, emitir juicios, toma de decisiones, pensamiento crítico y la participación en las actividades diarias disminuyen; al mismo tiempo la irritabilidad aumenta (10).
Las principales diferencias respecto al sueño y descanso entre hombres y mujeres se encuentran los procesos fisiológicos de la menstruación, embarazo y menopausia que pueden alterar el sueño (4), aunado a que en México las mujeres en comparación con los hombres suelen tener una mayor carga a nivel familiar; se hacen responsables de gran parte de las tareas del hogar y el cuidado de los hijos disminuyendo así el tiempo que tienen para el descanso.
Un factor que modifica el patrón de sueño y descanso es la vida universitaria (3). La joven que ingresa a la universidad, momento único en el desarrollo de la joven estudiante (11), se encuentra ante un periodo en el que debe afrontar una serie de cambios, físicos, psicológicos y sociales; a los que muchas veces no se encuentra preparada, como preocupaciones académicas, nuevas redes sociales, modificación en sus hábitos de actividad física, alimentarios, sueño descanso, entre otros que pueden afectar su estilo y calidad de vida; más aún, para estudiantes que migran a otra ciudad para iniciar o culminar sus estudios (12). Las estudiantes en específico requieren de un sueño apropiado para participar en las actividades de su día, sin embargo, en su trayectoria universitaria se presentan conductas que alteran el patrón de sueño y descanso como son: consumo de alcohol y tabaco, dietas nutricionales no adecuadas, sedentarismo, demandas académicas, el entorno que no le es familiar, actividades sociales, el tener hijos y cubrir roles que requieren de una demanda mayor por ser mujer, entre otros (13).
Las mujeres tienen mayor riesgo a exponerse a factores externos para iniciar o mantener el sueño (OR=3.1; IC95% 1.1-8.8), entre los que se encuentran estrés de la universidad, relaciones familiares y actividades sociales (8). De igual forma los hábitos que pueden alterar el patrón de sueño incluyen: realizar trabajos por la noche a lo que no se está acostumbrada, participar en actividades sociales hasta altas horas de la noche, cambiar la hora de la cena, incluso tener jornada doble de trabajo (14).
Los factores de riesgo más comunes en la alteración del patrón de sueño y descanso entre las universitarias del área de la salud son: horas fuera de casa para asistir a clases teóricas y prácticas en laboratorios, comunidad, empresas o instituciones de salud de segundo nivel de atención, según el año que cursan; además de las actividades académicas de preparación de clase, se agrega el atender tareas, trabajos extra clase, todo ello a realizarse en las pocas horas disponibles fuera de la universidad, lo que disminuye las horas de sueño en atención de dichas responsabilidades, aunado a las actividades propias asignadas a las mujeres por su condición de género (15).
De acuerdo con la evidencia disponible se encontró en personas universitarias, patrones de sueño disfuncionales, como trasnochar o no respetar los horarios de sueño adecuados, lo que conllevó a problemas de insomnio, dificultades para quedarse dormido o despertarse varias veces durante la noche (8). Otro estudio obtuvo que 70.3% de las y los universitarios presentan somnolencia leve o moderada (2). También, se ha reportado que 62.4% de las y los estudiantes universitarios refirieron que uno de los factores que interfiere con el sueño son los trabajos académicos (16). En otro estudio se señaló que las mujeres universitarias tienen peor calidad de sueño que los hombres (17).
En la Institución educativa de nivel superior en donde se realizó el estudio no se cuenta con información acerca de este tema que permita implementar una intervención en las universitarias, a fin de mejorar su bienestar.
El objetivo del estudio fue caracterizar el patrón de sueño y descanso de las estudiantes universitarias, dado que el sueño y descanso es un aspecto fundamental para mejorar la calidad de vida de las estudiantes universitarias, además de favorecer los resultados positivos en la trayectoria académica. La categoría diagnóstica que se trabajó fue patrón de sueño alterado (00198) que según los Diagnósticos de Enfermería 2018-2020 (NANDA, por sus siglas en inglés) se refiere a interrupciones durante un tiempo limitado de la cantidad y calidad del sueño debidas a factores externos (18).
Objetivo
Caracterizar el patrón de sueño y descanso de las estudiantes universitarias del área de la salud.
Metodología
El estudio cuenta con un diseño descriptivo transversal, participaron 119 estudiantes mujeres de entre 20 y 23 años (M=21.50, DE=1.04) inscritas en una Institución de Educación Superior (IES) del estado de Guanajuato, México; pertenecían a la carrera de enfermería, con carga académica completa para el año que cursaban, proporcionaron su consentimiento informado. El cálculo de tamaño de muestra se determinó con la fórmula de poblaciones finitas (19) en la que se consideró un nivel de confianza de 95%, probabilidad a favor de .80, probabilidad en contra de .20 y un error de estimación de .05, el tipo de muestreo fue probabilístico con selección aleatoria simple (19).
Para recabar los datos sociodemográficos se utilizó un formulario de datos generales que incluyó preguntas sobre edad, estado civil, si tenían una relación de pareja, número de hijos; además de preguntas respecto a las actividades académicas semestre, lugar y turno de prácticas clínicas, así como su promedio general de calificaciones del semestre anterior inmediato. Para el patrón de sueño y descanso se utilizó la escala patrón de sueño, se diseñó exprofeso, conformada por 12 reactivos con escala tipo Lickert de cuatro grados donde cuatro significa siempre y uno nunca, el marco de referencia temporal es la semana previa, el puntaje mínimo es de 12 puntos y máximo de 48 puntos, indicando que a mayor puntaje mayor alteración del patrón de sueño y descanso. Previo a la colecta de información se contó con el consentimiento informado de las participantes.
En el análisis de la caracterización del patrón de sueño se aplicó estadística descriptiva, y para el diseño del instrumento se obtuvo análisis de viabilidad a través de la prueba de Esfericidad de Bartlett y la prueba de KMO (Káiser-MeyerOlkin). También el análisis factorial y coeficiente de confiabilidad de Alfa de Cronbach. El proyecto fue aprobado por el Comité de Investigación de la División de Ciencias de la Salud e Ingenierías del Campus Celaya Salvatierra de la Universidad de Guanajuato con número de registro CIDSC- 3090806.
Diseño del instrumento
Para el diseño del instrumento se siguió la siguiente propuesta metodológica (20,21,22), definir el concepto a medir, clarificar la población objetivo, desarrollar los reactivos, evaluar validez y confiabilidad.
En seguida se describe el proceso de la construcción de la escala: A) el concepto a medir fue patrón de sueño alterado que es la categoría diagnostica 00198 de NANDA 2018-2019(18), que se define como el despertar por tiempo limitado debido a factores externos; B) la población objetivo fueron mujeres universitarias del área de la salud, que cursaban la carrera de enfermería; C) en el desarrollo de los reactivos se tomó como atributos del concepto las características definitorias de la categoría diagnóstica patrón de sueño alterado (00198) de NANDA 2018-2020 (18), que son: alteraciones en el patrón de dormir, despertar sin habérselo propuesto, dificultad para el funcionamiento diario, dificultad para iniciar el sueño, sensación de haber descansado, insatisfacción con el sueño, en el diseño de los reactivos se consideró la simplicidad del enunciado, la fácil comprensión del reactivo, el lenguaje claro y sencillo y la redacción en presente (23); D) para evaluar la validez de contenido fue por un panel de jueces, tres profesionales de enfermería, uno de ellos con experiencia en práctica clínica, otro en docencia y manejo de NANDA 2018-2020 (18), NIC (Clasificación de Intervenciones de Enfermería) (24) y NOC (Clasificación de Resultados de Enfermería) (25) y el tercero en docencia y construcción de instrumentos; quienes evaluaron la claridad, coherencia, pertinencia, relevancia e importancia de los reactivos. Una vez que se contó con los reactivos se procedió a la redacción de las instrucciones y formato del instrumento para presentarlo a 10 estudiantes universitarias del área de la salud y así determinar el grado de comprensión de las instrucciones, claridad de los reactivos y características de la presentación del instrumento; E) en cuanto a la validez de constructo se realizó una análisis factorial de componentes principales, donde el resultado de la prueba Kaiser-Mayer-Olkin fue 0.83 y la prueba de esfericidad de Barlet fue significativa (X 2 = 363.18, gl = 66, p < .001); se procedió a realizar la matriz de componentes principales por rotación Varimax resultando tres factores que explicaron el 54.32% de la varianza total; F) en relación con la confiabilidad, se realizó una evaluación de la consistencia interna del instrumento total mediante el Alfa de Cronbach, el resultado fue 0.743, que según Nunnally (26) puede ser suficiente en la primera fase de la construcción de un instrumento.
Resultados
Sobre las características de las participantes 94.1% refirieron ser solteras, 5.9% tenían una relación de pareja y 5% reportó tener hijos. Respecto a las actividades académicas 66.4% cursaban cuarto año, 25.2% tercer año y 8.4% segundo año de la carrera de enfermería; las estudiantes se encontraban tanto en prácticas clínicas en el sector salud o empresarial como en clases en la IES, de tal forma que quien asistía a prácticas en los turnos nocturno, jornada acumulada y vespertino tomaban clases en la IES en el turno matutino y quienes asistían a prácticas en el turno matutino tenían clases en IES en el turno vespertino. El 100% de las participantes se encontraba con carga académica completa para el año que cursaba. De las estudiantes que realizaban prácticas clínicas 52.1% se encontraba en el turno matutino, 21.8% en jornada acumulada, 13.4% en turno vespertino y 12.6% en turno nocturno. En relación con el promedio de calificaciones del semestre anterior inmediato fue de 8.65 (DE=0.50).
Respecto a las características del patrón de sueño y descanso 12.6% de las participantes refirieron que siempre se sienten descansadas, 63% a veces se despiertan durante la noche, 55.5% a veces tardan en conciliar el sueño, 43.7% siempre duermen menos de ocho horas, por la falta de horas de sueño a veces presentan cambios de humor repentino (46.2%), a veces se sienten ansiosas (50.4%), a veces aletargadas (47.9%), a veces se desconcentran fácilmente al desarrollar sus actividades diarias (58.8%), a veces experimentan confusión aguda (31.1%), a veces tienen reacciones agresivas sin motivo alguno (38.7%), a veces notan que las manos y los ojos les tiemblan (42%) y 60.5% nunca realizan siestas durante el día que le impida dormir durante la noche.
Discusión
La realización de este estudio permitió conocer las características del patrón de sueño y descanso en las estudiantes universitarias del área de la salud, los resultados mostraron que esta población presenta patrón de sueño alterado, como lo refieren otros estudios realizados en universitarios (2,13,17). Sobre que una de cada diez participantes refirió que siempre se sienten descansadas, estos resultados son similares a lo encontrado en la investigación realizada en la Universidad Católica de Asunción, en el que 21.93% de los participantes manifestaron sueño reparador (15).
Respecto a que el 63% refirió que a veces se despiertan durante la noche, estos resultados son similares a Becerra (11), quien señaló que 61.3% de las personas participantes se despierta durante la noche. En relación a que 55.5% tardan en conciliar el sueño, 43.7% siempre duermen menos de ocho horas los resultados coincide con los resultados del estudio llevado a cabo en la Universidad de Rosario, Colombia, quienes reportaron que los participantes refirieron más de 30 minutos para conciliar el sueño (2.8%) y dormir menos de ocho horas (M= 6.5 hrs, DE=.5) (16).
Con referencia a que por la falta de horas de sueño a veces presentan cambios de humor repentino (46.2%), se sienten ansiosas (50.4%), aletargadas (47.9%), se desconcentran fácilmente al desarrollar sus actividades diarias (58.8%), experimentan confusión aguda (31.1%), reacciones agresivas sin motivo alguno (38.7%), notan que las manos y los ojos les tiemblan (42%) son resultados contrarios a lo reportado por la investigación realizada en la Universidad de King Khalid, Arabia Saudita (10) donde la población estudiada presentó buen patrón de sueño.
En cuanto a que 60.5% nunca realizan siestas durante el día que le impida dormir durante la noche, dato diferente a lo reportado por Becerra (11) donde 27.1% hace siesta.
Conclusiones
El objetivo del estudio fue caracterizar el patrón de sueño y descanso de las estudiantes universitarias, al respecto se concluye que las estudiantes tienen un patrón de sueño alterado determinado por despertar durante la noche, tardar en conciliar el sueño, dormir menos de ocho horas. Por la falta de horas de sueño refieren cambios de humor repentino, ansiedad, letargo, falta de concentración en sus actividades, reacciones agresivas sin motivo. Este estudio es la base para la formulación de estrategias que favorezca la higiene del sueño en estudiantes universitarias desde una perspectiva de género.