No estamos frente a una historia folclórica, estamos ante una obra de historia mayúscula. Para que la historia llegue a la de la política, economía, cultura, a la de los gobiernos, de las guerras, de las paces, de las revoluciones, de las revueltas, la historia pasa por unos filtros asociativos clave que permiten que se produzcan los grandes acontecimientos. Estos los producen los humanos que nacen, se desarrollan y mueren embebidos en teorías, pensamientos y búsquedas existenciales. Resulta incluso que los expertos en cuestiones marginadas, como la masonería, el espiritismo y la teosofía, desprenden un nivel de rigor académico tan elevado o más que los que se atascan con la parte visible del iceberg de la historia, como lo muestran cada uno de los trabajos aquí publicados.
Por primera vez se agrupan en un libro, de forma deliberada, desde la óptica académica, masonería, espiritismo y teosofía. Tres formas de organización del pensamiento humano cuya reunión fue una realidad durante al menos la segunda parte del siglo XIX y la primera del XX. Sus organizaciones, sus miembros, participaron juntos en conferencias, en banquetes, en mítines político-sociales con vistas a lograr mayores niveles de libertad y más libertades, teniendo a varios detractores comunes, principalmente a las jerarquías de la Iglesia católica.
Por ello, y por ser esta obra colectiva un esfuerzo universitario, se trata de un libro básico para entender la realidad de la relación que unió a estas tres entidades, diferentes entre sí, del movimiento asociativo.
La historia de cada una de ellas cuenta con sus respectivos historiadores especializados y atrajo igualmente la mirada de otros expertos insertados en el amplio campo de las ciencias sociales. Solemos mirar de reojo a las que no fueron nuestro principal objeto de estudio, sabedores de la complejidad que encierra la “nuestra”, conocedores de estar ante un objeto por el momento muy frágil como para tratarlo con soberbia o con generalidades. Pues aquí se unen los especialistas, no solo historiadores, para entender a la masonería por el espiritismo y la teosofía, el espiritismo por la masonería y la teosofía, y esta última por la masonería y el espiritismo. Ambas asociaciones son fuente de influencia de las otras. Es más, pocos son los especialistas de la masonería que se atrevan a tratar a los dos otras y viceversa. En los tres casos, subyace el riesgo de caer en la propaganda o la animadversión propia de cada una de estas asociaciones, de ahí la dificultad y el interés de esta obra puesto que, hasta hoy, se publicaron grandes cantidades de libelos que elogiaban a una en contraposición con las otras, o simplemente fueron la presa favorita de los inventores de los complots urdidos en sociedades secretas con las que estas tres han sido identificadas como el enemigo imaginario preferido. Estamos ante la primera obra de trabajo colaborativo entre expertos de la masonería, el espiritismo y la teosofía.
¿Por qué sus postulados fueron tantas veces tergiversados? ¿Por qué influyeron en los gobiernos? ¿Por qué sus miembros fueron en varias ocasiones perseguidos por los gobiernos? ¿Quién podía ser masón, espiritista, teósofo y las tres militancias a la vez? Teoría es pensamiento, escritura, lectura, actitudes al alcance de la intelectualidad; está a su vez al alcance de los seres que pueden pensar, leer, escribir, teorizar, es decir, nos situamos ante sectores de personas cuya situación social les permitió ocuparse y tratar estos fenómenos en una época en que no se quiso romper la relación entre ciencia y creencias, buscando compatibilidades teóricas para no caer ni dejarse embarcar y embaucar por el ateísmo que vendría a reconocer siglos y siglos de invenciones mentales para explicar una existencia tan bruta, sin sustancia y sobre todo sin considerar a la especie humana como la elegida entre las especies. ¿Por qué no aunar racionalismo y creencia en la inmortalidad del alma?
¿Costa Rica? Para un historiador, el lugar es solo una delimitación del objeto de estudio porque cualquier tema es inabarcable para una sola persona y difícil de describir a nivel planetario. En este caso, la razón de ser se ideó cuando, en el año 2015, la Universidad de Costa Rica organizó el IV Simposio Internacional de Historia de la Masonería Latinoamericana y Caribeña, en el que se incluyeron cursos sobre esoterismo. En ese simposio se estrecharon lazos entre investigadores de ambos objetos de estudio que empleaban métodos similares para explicar, analizar, interpretar y difundir la historia de cada una de estas militancias. Por tanto, no resulta nada extraño que dicha colaboración se haya consolidado y esté dando diferentes frutos de colaboración académica como lo es esta obra. Para entendernos, estudiaron a masones, espiritistas, teósofos dentro de cada una de sus cápsulas organizativas como masonería, espiritismo y teosofía para ofrecer datos, para compartir conocimientos con el objetivo de entender la historia de una región, de una localidad, aquí de una nación. Era momento de conectar estas redes, no por conectarlas sino porque en aquella época estaban conectadas. Desde hace años se interesan en la construcción de lo que dichos autores llaman la modernidad, aquí la modernidad de Costa Rica, de un país de América Central. Asimismo, cobra sentido recordar que la obra del “padre” de la sociabilidad, el historiador Maurice Agulhon, sitúo su modelo de estudio y su enfoque historiográfico en una zona de Francia no considerada hasta entonces, e incluso hoy, como la más esencial para la historia. Sin embargo, su Pénitents et francs-maçons de l’ancienne Provence es un “clásico”. En la mayor parte de los trabajos, antes de hablar de Costa Rica o hablando junto a ella, se citan numerosos lugares alrededor del mundo, numerosos personajes de la historia universal de diferentes nacionalidades, a diferentes líderes, otorgando, como no puede ser de otra manera, la óptica internacional a estas subjetividades esotéricas. También es cierto que la nacionalidad de Agulhon predomina como una aureola de santidad con las que pocas nacionalidades puedan competir. No obstante, los esfuerzos en profesionalidad de estos autores lo compensarán.
Dieciocho estudios componen la obra. Modernidad, sociabilidad, religiosidad, cosmovisiones, redes, opinión pública, cuestión étnica, género, positivismo, intelectualidad, espiritualidad, élites, se interrelacionan en las diferentes aportaciones, concluyendo en análisis sobre educación, salud, iglesias, racismo, secularización, laicidad, organización de los estados, sufragio femenino, regímenes políticos, colonización, imperialismo, pacifismo, patria, lucha de clases, etcétera.
Cada autor es especialista en el tema, lleva años de investigaciones y de encuentros académicos internacionales entre pares. Todos ellos han publicado en revistas especializadas e incluso las dirigen. Por tanto, esta obra se asienta en una experiencia académica donde no se admite la frivolidad, y menos en temas que suelen confundirse con difusiones mediáticas fuera de cualquier canon de comprobación rigurosa de las fuentes a utilizar. Ricardo Martínez Esquivel y Francisco Rodríguez Cascante, ambos profesores de la Universidad de Costa Rica, se encargaron de coordinar a los diferentes expertos para que pudiéramos disfrutar de sus años de investigación.
El prólogo fue escrito por el historiador Juan Pablo Bubello, director del Centro de Estudios sobre el Esoterismo Occidental de la Unión de Naciones Suramericanas (CEEO-UNASUR) de la Universidad de Buenos Aires. En él, el prologuista explica muy bien cómo se vino imbricando la colaboración entre los diferentes especialistas de la historia de la masonería y del esoterismo occidental.
Al ser la primera obra de este calado, todo sería resaltable, desde los conceptos hasta los datos puntuales, las definiciones, las delimitaciones, la explicación de los mitos y la realidad. Solo voy a destacar de forma arbitraria lo que cada artículo aporta a nuestro conocimiento.
José Ricardo Chaves explica, en uno de sus trabajos, la diferencia entre espiritismo y teosofía, y en otro, describe la conjunción en una misma persona de un bagaje teosófico y masónico con su credo religioso, el budismo. Ricardo Martínez Esquivel, en varios trabajos, trata a los masones costarricenses como inductores de la constitución de entidades de corte más esotérico, recalcando que los masones del siglo XIX costarricense no eran ateos. Asimismo, se dedica a explicar cómo un inmigrante español, que aparece a lo largo de muchos de los artículos, Tomás Povedano, logró desarrollar la Sociedad Teosófica conjugándola con la militancia masónica. Esteban Rodríguez Dobles, también en varios trabajos, describe la conformación de las redes teosóficas en Centroamérica y en Colombia, así como el intercambio de opiniones en los medios de comunicación entre católicos, teósofos y espiritistas, mostrando el carácter público del debate, o más bien de confrontación, alejado de toda discreción, para la modelación del propio Estado. Chester Urbina Gaitán, con varios trabajos, se mete más en el grano, con el estudio sobre el control moral de la Iglesia católica mediante un periódico y un instituto de educación secundaria para mujeres (el Colegio de Señoritas) espiritistas, trasluciendo matices y divisiones en el seno del espectro liberal que integraba a la masonería, el espiritismo y la teosofía. Asimismo, profundiza en el pensamiento de los principales miembros de la Sociedad Teosófica ante la cuestión social. Esteban Sánchez Solano se interna en otro de los puntos de encuentro de esta red o estas redes de creencias analizando el lugar ocupado por el protestantismo. Tanto este enfoque como el de Fernanda Gutiérrez Arrieta, sobre la tan trascendental cuestión étnica, son pruebas de la perspectiva que buscaron los coordinadores de la obra para obtener una visión tridimensional que ofrezca al lector el mayor marco posible al estudio general. Esta autora descubre los límites paternalistas del pensamiento liberal esotérico con relación a la población costarricense no blanca. Francisco Rodríguez Cascante profundiza sobre las razones de la existencia del espiritismo y en general de lo que llama “subjetividades espirituales” como una manera de volver al individuo incluyendo datos sustanciales sobre la muerte y la inmortalidad según los fundamentos de estas creencias donde se afrontan conclusiones imperialistas y antiimperialistas. ¿El espíritu acaba siempre en política terrenal? Otto German Mejía Burgos analiza los discursos y las ideas de uno de los teósofos más influyente, Jinarajadasa, en su viaje por Centroamérica, en los que subyace la división entre los diferentes líderes o “maestros” de la doctrina teosófica. Jacqueline Murillo Fernández dibuja los grandes rasgos de la historia de la mujer en las logias mixtas en el siglo XX. Massimo Introvigne se inmiscuye en la relación entre teosofía y nacionalismo. Luis Diego Rosales Marín viene a puntualizar sobre las diferencias y la relación entre dos términos esenciales de manejar con soltura cuando se trata de asociaciones y de personas que profesan estos tipos de “sentido de la vida” como son “esoterismo” y “exoterismo”.
Esta obra es la historia de un viaje alrededor del mundo, un viaje entre creencias, entre luchas políticas, sociales, étnicas y culturales de esos dos medios siglos enlazados, un viaje entre el interior y el exterior, entre la evolución y sus límites, atendiendo estos expertos algo tan esencial y natural a nuestra especie como lo fue y es la diversidad, las agrupaciones, las reagrupaciones y la tolerancia e intolerancia a ella. El complejo engranaje de los acontecimientos y del destino de la humanidad se descubre gracias a jóvenes y veteranos especialistas de esta aldea (la Tierra) en la que actúan los seres humanos con matices que se hacen matices de matices e influyen como los riachuelos al río fluvial.
El último apunte deseé reservarlo al título, Subjetividades esotéricas. Un título que crea bases de investigaciones, que cimenta un enfoque historiográfico, que resume el estado en el que se encuentra la investigación y la dirección sobre la que seguir indagando la complejidad de esta cuestión, cada vez menos confusa gracias, entre otras iniciativas, a esta obra. Una obra que será «clásica» en los estudios latinoamericanos y caribeños.