Clasificación JEL: Q25.
Introducción
Recientemente las autoridades mexicanas encargadas de la protección del medio ambiente se plantearon la restauración del volumen del embalse de agua del lago de Chapala, en vista de que en los años recientes se había reducido hasta niveles considerados críticos. Esto había sido ocasionado principalmente porque el agua que debería escurrir hacia el lago era aprovechada en su mayoría, aguas arriba, por agricultores del estado de Guanajuato y de Michoacán así como por la extracción de agua para la ciudad de Guadalajara. Para revertir las consecuencias negativas de este comportamiento se han emprendido diversas medidas de control y manejo del agua en la cuenca Lerma-Chapala.
En 2001 la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales le solicitó al Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) la creación de medidas económicas auxiliares para el control del nivel medio del embalse del lago. Se propuso entonces la aplicación de un banco de agua, en la misma línea que el propuesto en California en el decenio de los noventa.1 Durante las negociaciones sostenidas entre los actores políticos comprometidos en la elaboración del banco de agua se pusieron de manifiesto algunas deficiencias en las políticas públicas para el manejo de los conflictos en el uso del agua: escaso control de los usuarios del agua en la cuenca, ausencia de representatividad de los agentes interesados en los servicios medioambientales del lago en la toma de decisiones y sobre todo la ausencia de un sistema adecuado de precios, principalmente para el agua dedicada a la agricultura.
Tanto el marco regulatorio como la administración del recurso son deficientes, lo que complica la asignación eficiente y equitativa de los recursos hídricos y, por tanto, deja indeterminado el volumen de agua que debería dedicarse a la preservación del lago de Chapala. La aplicación de políticas públicas erróneas ha contribuido a disminuir considerablemente el nivel del lago de Chapala. Una de las políticas que mayores efectos ha tenido en el manejo del agua ha sido la de fijar un precio nulo por el uso o aprovechamiento del agua en la agricultura, lo cual incide en la sobreexplotación de los cuerpos de agua.
¿Qué efectos tiene para el bienestar social de los habitantes de la cuenca Lerma-Chapala la disminución del volumen de agua en la agricultura y por ende el aumento de la asignación de agua al lago? La pregunta tiene sentido sólo al establecerse una correspondencia (trade-off) entre la producción agrícola de Guanajuato y el servicio medioambiental del lago en función de su tamaño, es decir, durante los periodos de escasez de agua.
Si toda el agua se asignara al uso agrícola, la producción agrícola sería la máxima posible, dadas las restricciones tecnológicas, y la producción de servicios medioambientales dependería sólo de las condiciones climáticas (abundancia o escasez de agua). Por otra parte si toda el agua se asignara al lago de Chapala la producción de servicios medioambientales sería la máxima posible, dadas las restricciones climáticas, mientras que la producción agrícola sería nula. El problema consiste, entonces, en encontrar una asignación eficiente en el sentido de Pareto que permita internalizar la externalidad negativa que causan los agricultores de Guanajuato —aguas arriba— a los habitantes de la Cuenca —aguas abajo—, ya que el precio del agua utilizada en la agricultura no incorpora los costos medioambientales de que el lago de Chapala no produzca el servicio medioambiental.
El trabajo está organizado de la siguiente manera: se analiza los antecedentes que han dado lugar a la problemática actual del lago de Chapala y se hace una breve revisión de la bibliografía relevante. A continuación se describe el modelo teórico que se propone para analizar la problemática considerada y la información necesaria para su solución y calibración; se muestra los resultados de la simulación y finalmente en las conclusiones generales se responde a la pregunta planteada al principio de este trabajo.
I. Antecedentes y problemática del lago de Chapala
El lago de Chapala es el vaso natural interior de mayores dimensiones del país y el tercero en la América Latina, con una longitud y ancho máximos de 77 y 23 kilómetros respectivamente. Se localiza en el centro occidente de México, en la subcuenca Lerma-Chapala que pertenece a la cuenca Lerma-Santiago. La superficie de la cuenca Lerma-Chapala tiene un área de 52 545 km2, lo que representa alrededor de 3% del territorio nacional.
El sistema Lerma-Chapala recibe casi 3% del total del volumen de precipitación de México con un valor promedio anual de 730 mm. El lago de Chapala se abastece principalmente de dos fuentes: el río Lerma y la lluvia. El escurrimiento superficial virgen promedio anual es de 273 millones de metros cúbicos (Mm3), por lluvia se tiene un total de 711 Mm³ y sus propias aportaciones representan un total de 178 Mm3.
Debido a la basta superficie que abarca el lago y su escasa profundidad de menos de cuatro metros se produce una gran pérdida por evaporación, aproximadamente 1 400 Mm3, mientras que 192 Mm3 son utilizados para abastecer a Guadalajara y cerca de 70 Mm3 son destinados al riego. En total se presenta un saldo negativo de 504 Mm3 anuales (Aparicio, 2001).
La proporción territorial de los estados que integran la Cuenca Lerma-Chapala es la siguiente: Guanajuato 43.7%, Michoacán 30.3% y Jalisco 13.8%, el resto lo componen los estados de México y Querétaro con el 9.8 y el 2.8% respectivamente (Rodríguez et al, 2003). Por su parte Guanajuato tiene la proporción más grande dentro de la cuenca y su actividad agrícola es de vital importancia política y económica para el estado. Esto lo convierte en el principal competidor del lago por el uso del recurso hídrico.
Uno de los principales problemas que enfrenta el lago es la retención de escurrimientos a lo largo de la cuenca Lerma-Chapala para fines agrícolas (en la región del Bajío se cultivan cerca de 750 mil hectáreas) y de uso urbano o doméstico para satisfacer las necesidades de agua de los habitantes de la cuenca. Al respecto, se han construido 204 presas en la cauce del río Lerma y sus afluentes, las cuales retienen más de 2 935 millones de metros cúbicos de agua (Valdez et al, 2001).
El uso consuntivo es predominantemente el agrícola con alrededor de 80% del total (Scott et al, 2001). A pesar de que la población urbana es grande en esta cuenca (alrededor de 11 millones de habitantes), sólo 11% es para consumo de las poblaciones de la cuenca; 3% del agua la usa la industria y 2% el uso pecuario. Cerca de 50% del agua para uso agrícola es aprovechado por los distritos de riego que se ubican en la cuenca; de éstos, dos se encuentran en el estado de Guanajuato, cinco en Michoacán, uno en Jalisco y otro más en el Estado de México. Sin embargo, los estados de Guanajuato y Michoacán utilizan alrededor de 95% del volumen total, lo cual les confiere sin duda una gran importancia dentro de la cuenca Lerma-Chapala (IMTA, 2004).
El agua superficial que se aprovecha en el estado de Guanajuato se destina casi en su totalidad para el uso agrícola (casi 94% del total), y sólo una cantidad mínima para el uso público, urbano y rural. La industria se abastece de agua subterránea.2
Este trabajo se centra fundamentalmente en la competencia por el agua superficial entre los dos usos principales: la demanda natural del lago de Chapala y la demanda para uso agrícola. La demanda de servicios medioambientales se considera como una externalidad negativa para los agricultores, ya que disminuye el volumen de agua disponible para el riego. El análisis no hará referencia a los problemas distributivos entre los agentes consumidores del agua sino que se centrará en el problema de asignación eficiente entre los dos usos mencionados.
Con el fin de evaluar los efectos que tendría la aplicación de alguna política de distribución de agua entre el lago y el uso agrícola, es necesario contar con una metodología que permita determinar cuáles serían sus efectos en la economía y en el bienestar de la sociedad. La metodología más adecuada es la del equilibrio general computable, debido a la posibilidad de incorporar complejas relaciones económicas y obtener adecuadas mediciones de bienestar. Para aplicarla es necesario contar con la información pertinente para definir un equilibrio de referencia a partir del cual se realice la calibración del modelo. Para sistematizar esta información se construye una matriz de contabilidad social (SAM, por sus siglas en inglés); véase apéndice 1.
Revisión de la bibliografía relevante
La aplicación de los modelos de equilibrio general computable en el ámbito de la economía del medio ambiente ha tenido un espectacular desarrollo en los años recientes. Los estudiosos del tema han aplicado esta metodología ante distintas preguntas de investigación. Por ejemplo, en la evaluación del efecto ambiental de las políticas públicas, tanto regionales como nacionales, es necesario contar con indicadores derivados de un modelo especificado exprofeso; el cálculo de los indicadores puede hacerse en un contexto estático, como el de Ferguson et al (2005) o uno dinámico, como el de Asafu-adjaye (2004). Algunos autores utilizan este marco de referencia para calcular índices de sustentabilidad multidimensionales, es decir, calidad medioambiental, realización económica y equidad: Bohringer (2004), Reinert, Rodrigo y Roland-Holst (2002).
La contaminación del medio ambiente en general y los efectos económicos de la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, en particular, han sido ampliamente estudiados con modelos de equilibrio general computable. Este tipo de marco analítico permite modelar con especial atención las interacciones economía-energía-medio ambiente, incorporando distintas políticas de manejo de permisos de emisión de contaminantes, enfocándose en las variaciones de las variables macroeconómicas, sectoriales y de energía-medio ambiente: González y Dellink (2005), Kiuila (2003), Bohringer, Conrad y Loschel (2003), Ibarraran Viniegra y Boyd (2001), Babiker (2001), Xie y Saltzman (2000).
La idea de un doble dividendo derivada de aplicar un impuesto ecológico que, por un lado, reduzca la cantidad de contaminación emitida y, por otro, contribuya a reducir las distorsiones de otros mercados, del laboral por ejemplo, es sometida a verificación empírica en un marco analítico de equilibrio general con conclusiones aún no definitivas: Kumbaroglu (2005), Nugent y Sarma (2002), Komen y Peerlings (1999). En Gutiérrez y Bravo (2006) puede revisarse la comparación de dos políticas impositivas para controlar la contaminación del agua: gravar el uso consuntivo o la producción de agua residual, en términos de la generación de un doble dividendo.
En México, al igual que en muchos países del mundo, el sector agrícola se protege de diversas maneras; una de ellas es el subsidio al agua utilizada en el riego. Al sector agrícola se le cobra el agua por debajo del valor de su productividad marginal. El efecto que causaría una reforma a las políticas públicas en el manejo del agua en la agricultura ha sido muy estudiado (Diao y Roe, 2003). El marco teórico del equilibrio general computable es el más conveniente cuando se desea incorporar efectos en toda la economía. El modelo que se utiliza en este trabajo se inscribe dentro de esta tradición, con los supuestos de una economía Arrow-Debreu.
II. El modelo3
Se trata de un modelo de equilibrio general estático y de competencia perfecta. En esta economía hay ocho bienes intermedios y tres factores, para mayor facilidad en la identificación, se les separa en dos conjuntos distintos:
Bienes intermedios | Factores | ||
X 1,j = | bien agrícola para producir el bien j | X A,j = | agua para producir el bien j |
X 2,j = | bien ganadero para producir el bien j | X I,j = | trabajo producir el bien j |
X 3,j = | bien silvícola para producir el bien j | X C,j = | capital producir el bien j |
X 4,j = | bien caza y pesca para producir el bien j | ||
X 5,j = | bien industria para producir el bien j | ||
X 6,j = | bien sector gobierno para producir el bien j | ||
X 7,j = | bien exportado del sector j | ||
X 8,j = | bien importado para producir el bien j | ||
Bienes finales | |||
X i,f = | bien del sector i al consumidor final | ||
Los índices i, j, k se definen como: | |||
i = índice del tipo de bien, i = 1, ..., 8 | |||
j = índice del destino del bien, j = 1, ..., 8, f | |||
k = índice los factores, k = A, L, C | |||
Además existen dotaciones fijas de los factores de la producción en la economía: | |||
F A = Cantidad de agua en la economía | |||
F L = Cantidad de trabajo en la economía | |||
F C = Cantidad de capital en la economía |
Los bienes, excepto el bien importado, son producidos dentro de la economía. La tecnología utilizada en la producción de los bienes puede ser representada por medio de una función de producción. En las siguientes subsecciones se describe cada una de ellas.
1. Producción
En esta economía existen seis sectores productivos.4 Se supone que en el proceso de producción de cada uno de los bienes se minimizan los costos sujetos a una tecnología dada. El problema que enfrenta cada uno de los seis agentes productores se puede representar de la siguiente manera:
s. a:
Para cada sector
y
en los que
2. Consumidor
Existe un solo consumidor representativo de la economía, el cual deriva utilidad de consumir siete tipos de bienes, seis producidos en la economía y uno importado. Las preferencias de este consumidor pueden ser representadas por medio de una función de utilidad
Este consumidor maximiza su función de utilidad sujeta a una restricción presupuestaria, tomando los precios como datos; el consumidor es dueño de los factores de producción de los cuales proviene su ingreso. El problema que tiene que resolver el consumidor se puede representar de la siguiente manera:
s. a:
De la solución del problema anterior se obtienen las demandas finales de los bienes:
3. Gobierno
El gobierno produce un solo bien privado, enumerado como el bien 6; este bien lo produce con una tecnología específica y lo vende al consumidor final. No hay subsidio alguno en la venta de este bien ni se cobran impuestos para financiar su producción.
4. Sector externo
Los seis sectores de la economía importan un bien compuesto específico para cada sector y a su vez exportan un bien compuesto específico del sector. El valor de las importaciones en cada sector podría ser distinto del valor de las exportaciones dentro del mismo sector, pero en el agregado los valores de las importaciones y las exportaciones de la economía deben ser iguales.
El precio de los bienes externos está dado por el exterior y se usará como numerario, por tanto la demanda de bienes importados se define de la siguiente manera:
5. Precios
En esta economía deben determinarse los precios de tres factores y seis bienes, el bien externo se toma como numerario. Como se señaló con anterioridad, el agua como factor de la producción tiene un precio 0, lo que impide que sea incorporado directamente al análisis. Lo que se hizo para resolver este problema fue calcular el costo de oportunidad del agua en la agricultura; éste se estimó como el beneficio medio al cual tiene que renunciar el agricultor al deshacerse de un metro cúbico de agua. Posteriormente, con fines de simulación, se usaron otros precios relevantes por el agua en la agricultura.
Una vez hecho este cálculo se hace una conjetura inicial para el valor de los precios de los demás factores; posteriormente los precios de los bienes producidos en la economía se conforman suponiendo que las funciones de producción son homogéneas de grado 1, por tanto, los precios de los bienes deben ser iguales a su costo de producción, lo cual puede ser expresado de la siguiente manera:
El precio del bien agrícola se calcula similarmente al precio de todos los demás bienes. Debe advertirse que este es un proceso iterativo en el cual los precios, tanto de los bienes como de los factores, se ajustan hasta alcanzar el equilibrio, es decir, una vez que exógenamente se calcula el precio del agua para iniciar la iteración, los precios de todos los bienes y factores, incluida el agua, se ajustan hasta lograr que se cum plan las condiciones de equilibrio, mismas que se explican a continuación.
6. Equilibrio
El equilibrio se define como un vector de precios de bienes
i) Asignaciones
ii) Las asignaciones
iii) Equilibrio en el mercado de bienes
iv) Equilibrio en el mercado de factores
v) Equilibrio en el sector externo
Podemos separar estas condiciones en dos: las primeras dos (i y ii) que tienen relación con la optimación del comportamiento de los agentes y las relacionadas con la igualdad entre la oferta y la demanda (iii, iv y v). En particular es importante destacar la relación iv) en la que se encuentra el equilibrio en el mercado del agua.
Recordemos que el volumen de agua disponible realmente para la agricultura es de 1 602 Mm3, de manera llana se puede afirmar que la política de distribución de aguas superficiales que se simula consiste en reducir el volumen de agua a la agricultura para cederla al lago de Chapala; esta cesión se simula reduciendo el agua en la economía y recalculando cada vez el equilibrio; la reducción se hace exógenamente al modelo. Con el volumen de agua sobrante se calcula en una etapa posóptima la valoración que los agentes tienen por el agua en el lago, como se explica en la sección de resultados, con lo cual es posible obtener las conclusiones del caso.
7. Especificación numérica
Para hacer operativo el modelo es necesario proponer relaciones funcionales específicas para cada una de las partes que lo componen. Estas relaciones funcionales se especifican con la idea de que representen el comportamiento de los agentes económicos.
8. Consumidores
En este caso en particular se especificó la función de utilidad de la forma Cobb-Douglas:
Por tanto las funciones de demanda del consumidor para cada uno de los bienes son:
9. Productores
La producción se modela en dos etapas; en la primera se supone que los bienes intermedios necesarios para producir los bienes finales se demandan como complementos perfectos. Dentro de estos bienes se define un bien compuesto por los distintos factores; a este bien se le llama valor añadido, que se puede expresar de la siguiente manera:
en la que
De la ecuación anterior es fácil obtener las demandas derivadas de bienes:
en la que
Una vez establecidas las relaciones que definen las demandas es menester determinar los valores numéricos que vienen implícitos en ellas; a este proceso se le denomina calibración y se realiza tomando en cuenta los valores observados y con los cuales se construyó la SAM que aparece en el apéndice 1.
El modelo se calibró según la metodología propuesta por Shoven y Whalley. En esta metodología se parte de que se cuenta con un punto de referencia (benchmark equilibrium) a partir del cual se analizarán los efectos de la aplicación de distintas políticas (counter factual equilibrium) para efectuar la calibración, es decir el cálculo de los parámetros de las ecuaciones que definen el modelo.
El equilibrio de referencia, definido en la matriz de contabilidad social, contiene toda la información necesaria para el cálculo de los parámetros, dadas las relaciones funcionales propuestas. El procedimiento consistió en, como es tradicional, suponer que el vector de precios en el equilibrio de referencia es unitario y que de la matriz de contabilidad social se toman los valores de ofertas y demandas, así como de la dotación de recursos. Este proceso se hizo sistemáticamente. Para corroborar que ha sido bien realizado el proceso de calibración se realizó una prueba consistente en reproducir el equilibrio de referencia con los parámetros calibrados, que se hizo con el programa que aparece en el apéndice 2.
III. Resultados de la simulación de una política de reducción de volumen concesionado a los agricultores de Guanajuato
Una vez que se calibró el modelo, para responder la pregunta planteada en este trabajo, se procedió a simular una política de reducción del volumen de agua concesionada a los agricultores del estado de Guanajuato y a calcular la variación equivalente para el consumidor representativo.
El objetivo principal del trabajo es obtener el nivel socialmente óptimo del lago de Chapala, para lo cual se ha hecho un supuesto primordial que se debe tener en cuenta al momento de analizar los resultados de la simulación. De acuerdo con la legislación mexicana los agricultores no pagan derechos por el uso o aprovechamiento del agua que utilizan en su proceso productivo, a pesar de que obtienen beneficios económicos de su utilización. Para que se pueda simular la política propuesta en este trabajo es necesario que todos los bienes y factores que se intercambian en la economía tengan un precio positivo.
Inicialmente se simuló la política referida, tomando como precio del agua, para definir el equilibrio de referencia, el beneficio medio que obtienen los productores agrícolas por el uso del agua como factor de producción, que se estimó en la cuenca Lerma-Chapala, fue de un peso por metro cúbico.5 Existen, sin embargo, otras posibilidades para estimar el precio del agua en la agricultura, por ello se decidió simular esta misma política considerando dos precios de referencia importantes: 3.50 pesos por m3, que es el precio que toma el agua en los mercados de la cuenca Lerma-Chapala y 5 pesos por m3, el precio más alto que ha llegado a tomar en otros mercados.6 Con estas tres opciones se hicieron las simulaciones y se compararon los resultados.
Se supone que se aplica una política del Acuerdo de Distribución de Aguas Superficiales de la Cuenca Lerma-Chapala, mediante la cual las autoridades del Consejo de Cuenca pueden reasignar los volúmenes de agua originalmente asignados a la agricultura en función del interés público, lo que determina el volumen de transferencia al lago de Chapala.
En general los precios relativos que se modifican en la economía son sólo el del bien agrícola y el del factor agua y lo hacen en función de la escasez del agua. En los cuadros 1, 2 y 3 aparecen todos los precios de los bienes y factores considerados en la SAM. Como se observa en el cuadro 1, a medida que disminuye la oferta del factor agua su precio se incrementa, mientras que el precio relativo del bien agrícola se mantiene relativamente estable y sólo se incrementa un poco hasta que la reducción del agua, como factor de producción, equivale a 70% de la asignación inicial. Por su parte en los cuadros 2 y 3 se advierte que los precios relativos de los bienes tampoco se modifican, excepto el precio del sector ganadero (véase cuadro 3), el cual aumenta un poco cuando la disminución del agua se incrementa de manera considerable.
Reducción (porcentaje) |
Bienes | Factores | |||||||||
Agrícola | Ganadero | Silvícola | Caza y pesca | Industrial | Sector gobierno | Sector externo | Agua | Trabajo | Capital | ||
0 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | |
10 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 111 | 1 | 1 | |
20 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 250 | 1 | 1 | |
30 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 429 | 1 | 1 | |
40 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 667 | 1 | 1 | |
50 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 2 000 | 1 | 1 | |
60 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 2 500 | 1 | 1 | |
70 | 1 001 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 3 334 | 1 | 1 | |
80 | 1 001 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 5 001 | 1 | 1 | |
90 | 1 001 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 10 004 | 1 | 1 |
Fuente: Elaboración propia.
Reducción (porcentaje) |
Bienes | Factores | |||||||||
Agrícola | Ganadero | Silvícola | Caza y pesca | Industrial | Sector gobierno | Sector externo | Agua | Trabajo | Capital | ||
0 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | |
10 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 111 | 1 | 1 | |
20 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 250 | 1 | 1 | |
30 | 1 001 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 429 | 1 | 1 | |
40 | 1 001 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 667 | 1 | 1 | |
50 | 1 001 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 2 001 | 1 | 1 | |
60 | 1 001 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 2 501 | 1 | 1 | |
70 | 1 002 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 3 336 | 1 | 1 | |
80 | 1 003 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 5 005 | 1 | 1 | |
90 | 1 004 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 10 015 | 1 | 1 |
Fuente: Elaboración propia.
Reducción (porcentaje) |
Bienes | Factores | |||||||||
Agrícola | Ganadero | Silvícola | Caza y pesca | Industrial | Sector gobierno | Sector externo | Agua | Trabajo | Capital | ||
0 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | |
10 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 111 | 1 | 1 | |
20 | 1 001 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 250 | 1 | 1 | |
30 | 1 001 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 429 | 1 | 1 | |
40 | 1 001 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 667 | 1 | 1 | |
50 | 1 002 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 2 001 | 1 | 1 | |
60 | 1 002 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 2 502 | 1 | 1 | |
70 | 1 003 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 3 337 | 1 | 1 | |
80 | 1 040 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 5 007 | 1 | 1 | |
90 | 1 050 | 1 001 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 10 021 | 1 | 1 |
Fuente: Elaboración propia.
Lo anterior se explica porque en este modelo el agua sólo es un insumo que se utiliza en la agricultura y el valor agregado del agua es tan pequeño —respecto al valor agregado total— que la disminución de la oferta de agua no afecta mucho los precios relativos de la economía. Se simuló el efecto que tendría un costo de oportunidad del agua de cinco pesos/m3, el cual no tiene ningún significado en el contexto de los precios de esta economía y los resultados muestran que pequeñas reducciones en el volumen de agua tienen grandes efectos en los precios relativos de la economía. Estos resultados no se registran por carecer de significado económico.
De manera general puede decirse que una política de reasignación de agua, como la que se estudia aquí, implica estabilidad en el precio relativo del bien agrícola y por tanto en los precios de los otros bienes. Asimismo sólo se incrementará el precio del bien agrícola cuando el decremento en el volumen del agua sea muy grande y por tanto el precio del agua sea muy alto.
Se simula cuáles serían los efectos de aplicar dicha política en la economía en su conjunto. Se miden dos efectos: la variación equivalente y la valoración social por el agua en el lago de Chapala. La variación equivalente se calcula de acuerdo con la relación:
en la que el superíndice 0 se refiere a los valores obtenidos con el equilibrio de referencia y el superíndice 1 al equilibrio obtenido en la simulación. Las variables han sido definidas previamente.
Los cálculos de la variación equivalente se hicieron realizando reducciones sucesivas de 10% del agua de uso agrícola, para cada uno de los precios del agua o costo de oportunidad del uso del agua en la agricultura, considerados en el equilibrio de referencia. Los resultados se muestran en el cuadro 4.
Reducción porcentual del agua en la agricultura | Variación equivalente | ||
Costo de oportunidad peso/m 3 |
Costo de oportunidad 3.50 pesos/m 3 |
Costo de oportunidad 5 pesos/m 3 |
|
0 | 0 | 0 | 0 |
10 | −0.013 | −0.044 | −0.007 |
20 | −0.027 | −0.094 | −0.078 |
30 | −0.043 | −0.15 | −0.159 |
40 | −0.062 | −0.215 | −0.251 |
50 | −0.083 | −0.292 | −0.361 |
60 | −0.11 | −0.386 | −0.496 |
70 | −0.145 | −0.508 | −0.669 |
80 | −0.194 | −0.679 | −0.913 |
90 | −0.277 | −0.971 | −1.331 |
Fuente: Elaboración propia.
Como se observa en el cuadro 4, la variación equivalente aumenta en valor absoluto conforme se reduce el volumen de agua destinada a la agricultura, lo que quiere decir que el consumidor ve reducido su bienestar en términos de la variación equivalente. Esta reducción se debe a que al disminuir el volumen de agua correspondiente al equilibrio inicial (benchmark equilibrium), aumenta su precio y por tanto el precio del bien agrícola.
La disminución del bienestar del consumidor representativo de esta economía (Guanajuato) se mantiene sin importar cuál sea el precio del agua, pero mientras mayor sea éste la pérdida en el bienestar se incrementa (véase gráfica 1).
Por otro lado se produce un efecto positivo en el bienestar social de todos los agentes de la cuenca cuando se reasigna el agua hacia el lago; se trata básicamente de la valoración social de parte de todos los habitantes de la cuenca por el agua en el lago de Chapala como un bien medioambiental. Una medida representativa de esta valoración se tomó del estudio: “Evaluación económica y valoración social de los escenarios de manejo del agua superficial en la cuenca Lerma-Chapala”, IMTA (2004). Véase cuadro 5.
Disposición a pagar |
Valor de uso no consuntivo (marginales) |
|||
Nivel del lago hm 3 |
DAP pesos/mes/vivienda |
Nivel del lago hm 3 |
VUNC pesos/m 3 |
|
2 100 | 24.57 | 2 100 | 1.00 | |
3 100 | 35.98 | 3 100 | 0.66 | |
4 500 | 49.58 | 4 500 | 0.51 |
Fuente: “Evaluación económica y valoración social de los escenarios de manejo del agua superficial en la cuenca Lerma-Chapala”, IMTA (2003).
En la gráfica 1 se presenta la comparación entre estos dos efectos, mientras que en el cuadro 6, los volúmenes asignados a la agricultura y al lago que maximizan el bienestar social. Cuando la variación equivalente se iguale al VUNC o valoración medioambiental del agua en el lago de Chapala (como se observa en la primera fila del cuadro 6), a un precio del agua dado (es decir a 1, 3.50 y 5 pesos), se igualan también los beneficios marginales sociales de los agentes de la cuenca con los costos marginales sociales del consumidor representativo de Guanajuato; de esta manera se determina el volumen socialmente óptimo para cada uso del agua (segunda y tercera filas del cuadro 6) de acuerdo con su precio de referencia (1, 3.50 y 5 pesos). En este mismo cuadro se observa que mientras mayor sea el precio del agua para uso agrícola, el volumen de agua que debe transferirse al lago debe ser menor si se quiere mantener el óptimo de Pareto.
Conclusiones
En este trabajo se muestra cómo, a partir del volumen de agua superficial susceptible de ser distribuido en la cuenca Lerma-Chapala, entre los agricultores del estado de Guanajuato —aguas arriba— y el lago de Chapala —aguas abajo— se puede encontrar una asignación eficiente en el sentido de Pareto que garantice el máximo bienestar social de los habitantes de la cuenca Lerma-Chapala.
Para lograr lo anterior se calibró un modelo de equilibrio general computable (MEGA) utilizando una matriz de contabilidad social (SAM), que permitió simular una política de reducción de oferta de agua para los agricultores de Guanajuato, como ha si do propuesto en algunos de los panoramas del Acuerdo de Cooperación de Aguas Superficiales de la Cuenca de Lerma-Chapala.
Como en gran parte de los trabajos empíricos que se hacen en México en relación con el agua, la información limita y condiciona el tipo de metodología por usarse. En este caso se hizo un gran esfuerzo de recopilación y depuración de información de distintas fuentes con el fin de establecer una base de datos confiable que permitiera aplicar la metodología elegida. El resultado fue alentador y marca algunas líneas por las que debería seguirse trabajando para contar con modelos que permitan elaborar políticas públicas cada vez más útiles para la toma de decisiones: medir por medio de la valoración contingente la disposición a pagar por los servicios medioambientales que producen los cuerpos de agua, estimar las tecnologías utilizadas en el manejo del agua en los distintos usos y, en el largo plazo, lograr que el agua sea incorporada a la matriz de insumo producto.
Uno de los resultados obtenidos consiste en mostrar que mientras mayor sea el precio del agua para uso agrícola, el volumen de agua que debe transferirse al lago debe ser menor si se quiere seguir mantener el óptimo de Pareto. Esto demuestra la importancia que tiene el precio del agua en la agricultura para determinar el volumen de agua socialmente óptimo.
Por otra parte, es evidente que la sociedad intenta regular las asignaciones de agua por medio de un mecanismo institucional (el Acuerdo de Distribución) que asigna los volúmenes de agua superficial generados en la cuenca a los distintos usuarios, de acuerdo con la disponibilidad anual del recurso y que esta reasignación ocasiona efectos en el bienestar de los distintos agentes en la economía. Así, por ejemplo, al reducirse el agua en la agricultura, se disminuye la producción agrícola, afectándose de modo negativo a los agricultores; sin embargo, simultáneamente se incrementa el volumen de agua en el lago de Chapala, lo que aumenta los servicios medioambientales que produce este cuerpo de agua. Estos efectos deben evaluarse y para ello debe contarse con una metodología que permita determinar cuál es el volumen de agua que maximiza el bienestar social de todos los habitantes de la cuenca Lerma-Chapala.
Los mecanismos de asignación utilizados hasta ahora por el Consejo de Cuenca no evalúan de manera correcta los efectos medioambientales que se generan con la reasignación, debido principalmente a que el Consejo está dominado por los agricultores, quienes perciben el uso del agua con fines medioambientales como un dispendio.
Por otro lado no existe una representación activa de parte de los agentes que debiera velar por las asignaciones de agua para el lago y, sobre todo, no existen los medios financieros ni políticos para hacer valer los volúmenes socialmente deseables para el lago de Chapala.
La toma de decisiones, por tanto, requiere metodologías más elaboradas que las usadas hasta ahora por los encargados del Consejo de Cuenca, que forzosamente deberían incluir elementos que permitan discernir entre distintas opciones en términos no sólo de eficiencia sino también de equidad. El trabajo presentado aquí se enmarca en esta línea de investigación.