Muchas gracias al autor de la carta al editor por sus amables comentarios acerca de nuestro estudio en el que comparamos dexrabeprazol y esomeprazol, pero no puedo ofrecer información comparativa con omeprazol como lo solicita por no ser motivo del estudio.
Como se menciona en el texto, 115 pacientes cumplieron con los criterios de inclusión en cada grupo, de los cuales fueron descontinuados tres en cada uno; la adherencia terapéutica fue de 97 % con ambos tratamientos, sin diferencia entre ellos.
En el estudio se presentaron seis eventos adversos, cuatro en el grupo de dexrabeprazol y dos en el grupo de esomeprazol, con una tasa global de eventos adversos de 2.6 %, todos de intensidad leve y sin diferencias estadísticamente significativas entre ellos.
Estos resultados son similares a los reportados en otras investigaciones con rabeprazol; la tolerancia a este fue buena y similar en ensayos clínicos, tanto a corto como a largo plazo (hasta cinco años consecutivos). Al ser un isómero del rabeprazol, el potencial de riesgo de interacciones medicamentosas del dexrabeprazol es extremadamente bajo, porque se metaboliza principalmente a través de la vía no enzimática dependiente del citocromo. A diferencia de otros inhibidores de la bomba de protones, no se han observado interacciones clínicamente importantes si se coadministra con fármacos dependientes de CYP2C19 como warfarina, clopidogrel, ticlopidina, diazepam y fenitoína.
Los resultados obtenidos son uniformes y nos permitieron establecer con claridad nuestras conclusiones.
Agradezco el interés en nuestro artículo.