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Revista de la educación superior

Print version ISSN 0185-2760

Rev. educ. sup vol.36 n.143 Ciudad de México Jul./Sep. 2007

 

Estados del conocimiento

 

Educación, valores y desarrollo moral

 

María Teresa Yurén Camarena*

 

Hirsch Adler, Ana (coordinadora) (2006) Educación, Valores y Desarrollo Moral. Valores de los Estudiantes Universitarios y del Profesorado, Prólogo de Juan Escamez Sánchez y Miguel Martínez Martín, México, Ediciones Gernika, Tomo I, 558 pp.

Hirsch Adler, Ana (coordinadora) (2006) Educación, Valores y Desarrollo Moral. Formación Valoral y Ciudadana, Prólogo de Pedro Ortega Ruiz, México, Ediciones Gernika, Tomo II, 518 pp.

 

* Universidad Autónoma del Estado de Morelos Correo e: teresayuren@yahoo.com, yurent@buzon.uaem.mx

 

La compiladora y los autores

Ana Hirsch Adler, la coordinadora de esta obra, es doctora en Sociología, trabaja como investigadora en la Universidad Nacional Autónoma de México y desde hace varios años se dedica a la temática de los valores en el campo de la educación. Su capacidad de convocatoria opera como centro de gravedad de un grupo de investigadores que en México trabajan ese campo temático desde diversos enfoques disciplinarios y metodológicos. En 2002 publicó tres volúmenes en los que se daba cuenta de las principales investigaciones en el campo; ese mismo año, junto con otros colegas, fundó la Red Nacional de Investigadores en Educación y Valores. Ahora nos presenta una obra en dos volúmenes titulada Educación, Valores y Desarrollo Moral, en la que conjunta textos de autores mexicanos y españoles. El primer volumen integra 20 trabajos relacionados con los valores universitarios y los valores del profesorado; el segundo volumen contiene 18 trabajos referidos a la formación ciudadana y la formación valoral.

En la obra participan 52 académicos que laboran en cuatro universidades públicas españolas (Granada, Murcia, Santiago de Compostela y Valencia), diez universidades públicas mexicanas (Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Pedagógica Nacional, Instituto Politécnico Nacional, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, Universidad de Guanajuato, Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México y las universidades autónomas de Aguascalientes, Estado de Morelos, Nuevo León y Sinaloa) y cuatro instituciones mexicanas de carácter privado: Universidad Iberoamericana (Puebla y León), Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (Ciudad de México), Instituto de Estudios Universitarios (Puebla) y Secretariado para la Misión Lasallista. Los aportes de los trabajos son muy diversos: hay algunos trabajos teóricos, otros históricos, algunos abordan cuestiones metodológicas, otros más son descriptivos y también hay trabajos de corte analítico. En muchos casos los autores culminan su texto con recomendaciones para la formación sociomoral.

 

Valores de los estudiantes universitarios

La primera parte del tomo I está dedicado a los trabajos que versan sobre los valores de los estudiantes universitarios y la ética profesional en los procesos formativos. Se inicia con un trabajo de Rogelio Díaz Guerrero, Alicia Moreno y Sofía Rivera en el que lo autores se abocan a probar la hipótesis de que las necesidades y los valores están cuantitativamente relacionados. Para ello diseñaron un estudio cuasiexperimental que permitió hacer comparaciones con otros países. En la fase de la investigación que se reporta, el instrumento se aplicó a una muestra de estudiantes con 12 años de instrucción. De los 22 valores a los que se refería el instrumento, se seleccionaron seis para ser discutidos en este trabajo: libertad, igualdad, belleza, creatividad, moralidad y amabilidad.

El trabajo de Juan Escámez Sánchez, uno de los pioneros en el campo, es de carácter teórico. En él, el autor retoma un tema relevante en España: el del mediador familiar. Después de fundamentar los principios éticos de las buenas prácticas profesionales, el autor se concentra en las cuestiones prácticas a las que hace frente el mediador familiar y brinda orientaciones éticas para este tipo de profesional.

Ana Hirsch y Judith Pérez Castro presentan el análisis de lo que fueron las respuestas a una pregunta abierta sobre qué significa ser un buen profesional. Esta pregunta formaba parte de un cuestionario aplicado a estudiantes de posgrado de México y de Valencia. El análisis de las respuestas obtenidas les permitió hacer un estudio comparativo en ambas universidades. Otro trabajo que también se elaboró con una intención comparativa es el de Rafaela García y Ma. Jesús Martínez quienes dan cuenta de la presencia o ausencia de materias éticas y deontológicas en los planes de estudio de instituciones de 21 países iberoamericanos.

Los trabajos que siguen versan sobre casos particulares. Así, Armando Ulises Cerón retoma algunas categorías de P. Bourdieu para elaborar un instrumento que le permita identificar las estrategias de producción y reproducción de posicionamientos sociales inciertos en el caso de la carrera de Sociología en la FES Aragón, UNAM. Imelda Rodríguez describe y analiza la actividad académica denominada trabajo de campo en salud comunitaria, que forma parte de la formación del médico cirujano de la FES Zaragoza, UNAM; el trabajo da cuenta de que en esa actividad se ponen en juego el desarrollo de capacidades técnicas, científicas, estéticas y éticas. Por su parte, Guadalupe Chávez estudia la identidad y los valores profesionales en estudiantes de Historia, como parte de un proyecto más amplio que pretende identificar los valores y la percepción que tienen de la ética profesional los estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de una universidad pública. La autora busca explicar la forma en que los estudiantes conjugan sus diversas expectativas y construyen su identidad profesional.

Continuando con los casos particulares, Guadalupe Ibarra presenta un trabajo en el que reconstruye las competencias éticas y valores del ecólogo de la UNAM, como resultado de un seguimiento longitudinal que realizó a egresados, a lo largo de cinco años. Con una perspectiva diferente, F. Álvarez, C. Sánchez, L. Orozco y W. Moreno, abordan el tema de los modelos educativos de formación de odontólogos y examinan planes de estudio de 73 facultades en México para identificar los valores profesionales que se promueven y los elementos que contribuyen a la formación de la personalidad moral de esos profesionales. En otro capítulo, mediante la técnica cualitativa del grupo de discusión, aplicada a profesores, Ana María Rosado analiza el papel de la ética en la formación del Psicólogo.

Desde la perspectiva de la planeación estratégica, Teresa y Amanda Bedoya e Iván González destacan los aspectos fundamentales en los que las instituciones de educación superior se relacionan con sus proyectos de desarrollo, en especial aquellos que se apoyan en el sentido de los valores. Esta parte de la obra concluye con el trabajo de Juan Mario Ramos quien describe el proceso de construcción y validación de un instrumento de medición a través del diferencial semántico que se construyó para indagar los valores de los estudiantes universitarios.

 

Valores del profesorado

La segunda parte del tomo I está destinada a trabajar valores del profesorado. La investigación de Enrique Gervilla aplica un test de manera consecutiva a lo largo de tres cursos de formación a alumnos de Magisterio y Pedagogía en España para identificar sus valores y la manera en la que evolucionan. Otro trabajo proveniente de España es la propuesta de educación en valores que presenta Pilar Casares, basada en un modelo integral de persona.

Por su parte, Bárbara Kepowicz realizó en México un trabajo con estudiantes de la Escuela Normal que se enfocó a examinar el proceso de construcción de la identidad profesional en futuros docentes, visto desde la perspectiva de la formación integral y el desarrollo moral. Tomando también como escenario una escuela normal, Eustolia Durán y Valentín Félix examinaron la relación entre los formadores y los futuros profesores. Las narraciones obtenidas les permitieron reconstruir el sentido que los actores le confieren a la tarea del ejercicio docente desde una lógica moral y poner en entredicho la posibilidad de una formación valoral orientada a la formación integral de los futuros docentes. Otra investigación referida a maestros de educación básica fue la desarrollada por Ma. Cecilia Fierro y Patricia Carbajal quienes colocándose en una perspectiva etnográfica identificaron procesos mediante los cuales, a través de su actuación cotidiana, los docentes promueven valores que tienen implicaciones en el desarrollo de la moralidad de sus alumnos.

También se examinan casos de profesores universitarios. Así, el trabajo de Judith Pérez Castro examina el impacto que la formación profesional tiene en la práctica y los valores profesionales de profesores e investigadores de una universidad pública mexicana, considerando la disciplina, las actividades que realizan, sus redes sociales y sus representaciones. Desde una perspectiva de género, Ana Esther Escalante y Luz Marina Ibarra, reportan los resultados de una investigación realizada en un campus de una universidad pública mexicana que estuvo orientada a comprender cómo se han transformado los roles y los valores, al interior de las familias de mujeres que se desenvuelven como académicas universitarias.

Por último, y también desde la perspectiva de género, Lucía Rodríguez describe las valoraciones de la salud de las mujeres, incorporadas al trabajo docente en diferentes niveles educativos y en distintos puntos geográficos de uno de los estados de la República mexicana. Su trabajo concluye con una reflexión en torno a la dimensión valoral de la salud y la manera de trabajar ésta en el marco de los derechos humanos.

 

Formación ciudadana

La primera parte del segundo tomo está dedicada a trabajos que versan sobre la formación ciudadana ligada ésta a la formación moral. Hay tres trabajos que desarrollan el tema desde una perspectiva histórica. Bonifacio Barba presenta un planteamiento para la comprensión y el análisis político de la educación moral en México, para lo cual examina los proyectos nacionales de educación a lo largo de los dos siglos del México independiente y teje el trabajo en torno a la idea de que la educación moral es la vía fundamental y la condición de realización de la razón liberal, en una estrategia que debiera integrar la acción social, la acción gubernamental y la acción escolar. También con una mirada histórica, Oscar Walker examina libros de texto y documentos para reconstruir la formación moral de los niños mexicanos de 1823 a 1914. Muestra la relación entre los conceptos de infancia y de moral y las estrategias de educación moral tanto en su versión religiosa, como en la laica. En otro capítulo, Miguel Ángel Santos y Ma. del Mar Lorenzo examinan la educación moral y ciudadana en España en el último tercio del siglo XX. El trabajo entrelaza la educación moral con la democracia y el logro de una ciudadanía "homologable", en un marco de creciente diversidad cultural; revela cómo el franquismo da paso a una educación moral y cívica con nuevo sentido, y narra las vicisitudes del ensayo de trabajar como competencias transversales: la educación ambiental, la educación vial, la educación para el consumo, para la salud, para la igualdad de oportunidades de ambos sexos y la educación para la paz.

El pedagogo español Pedro Ortega apoya en diversos argumentos su propuesta de que se requiere de una pedagogía de la acogida, a la que subyace la necesaria consideración de la alteridad y de la responsabilidad por el otro. Defiende una educación para el cuidado del otro, la deferencia y la empatía que incluye la denuncia de la opresión y la intolerancia. También a la manera de ensayo teórico, el español Juan Manuel Touriñán trabaja el sentido de la educación en valores, entendida como intervención pedagógica general, como formación para la estimación personal del valor y como consolidación del carácter pedagógico del valor; todo esto para sostener que la educación en valores tiene un carácter patrimonial porque además de tener un sentido personal, gracias a ella se aprende a decidir y a determinar el proyecto de vida. Otro español, Vicente Barberá, hace una reflexión en torno a lo que la responsabilidad implica y a la manera en la que ésta se vincula con diversos valores a los que llama concomitantes. Examina la valoración que hacen de ella teóricos y pedagogos y la necesidad que se tiene de ella en el mundo de hoy, y expone algunas estrategias para evaluar y promover el valor de la responsabilidad.

También como ensayo teórico, Leticia Barba plantea los debates en torno a la educación cívico-moral en el contexto mexicano. Discute enfoques diversos (clarificación de valores, desarrollo moral, formación de hábitos virtuosos y construcción de la personalidad moral) y presenta la manera en que se aborda el tema desde la perspectiva del liberalismo, el republicanismo y el comunitarismo, para concluir con una crítica a las políticas públicas neoliberales.

Por su parte, Teresa Yurén describe un curso de filosofía moral realizado en México que se orientó a la formación ciudadana de un grupo de mujeres con escasa escolaridad. La experiencia se orientó por el principio de contribuir a una eticidad dignificante y por la intención de generar disposiciones para resistir la lógica instrumental y la privatización de la eticidad que propicia la globalización. La descripción del dispositivo está precedida de una elaboración teórica. Para concluir con esta parte de la obra, se presenta un trabajo de Araceli Rodríguez, quien estudia en dos escuelas primarias la enseñanza explícita e implícita de la tolerancia.

 

Formación valoral

En la segunda parte del segundo tomo se presentan trabajos que abordan la formación en distintos campos de prácticas y referidos a distintos valores: ambientales, estéticos, cognitivos, morales, entre otros. En el primer capítulo de esta parte, Omar Téllez cuestiona que la praxis educativa musical en las escuelas primarias se desarrolle como una actividad aislada del resto de las actividades curriculares y argumenta el papel que juega la educación musical en la formación holística, en virtud de sus efectos en la sensorialidad, la afectividad, la creatividad e incluso en las funciones cerebrales y el equilibrio personal.

Guadalupe Velásquez y Antonia Candela presentan los resultados de una investigación más amplia en la que aplicaron un método de análisis del discurso para examinar el juicio moral de los alumnos de una escuela en situaciones cotidianas de normatividad escolar; el aspecto que queda enfocado en el trabajo que presentan es el de la cuota escolar.

Pilar Aznar, pedagoga española, expone un ensayo en el que enfoca el valor del aprendizaje en la educación actual. Apoya en argumentos de corte constructivista su tesis de que la mediación tendría que contribuir no sólo al aprendizaje significativo y la estructuración en red, sino también a la construcción intersubjetiva e intrapersonal del conocimiento, lo cual requiere de una relación abierta y democrática con los educandos.

El trabajo de Martín López Calva constituye una crítica a la formación valoral en el sistema educativo mexicano de nivel básico. Arma su argumento utilizando refranes o títulos de canción como "Todo cabe en un jarrito" refiriéndose a la cantidad y calidad de los programas, "aulas vemos... valores no sabemos" refiriéndose a los profesores; "ciegos que viendo no ven" aludiendo a la cultura escolar o "mi rival es mi propio corazón" aludiendo a la formación de los profesores y al papel que en ello juega el sistema educativo y el sindicato.

Con base en un estudio efectuado con jóvenes de Preparatoria, Diana Oralia García presenta una propuesta de estrategias para desarrollar la inteligencia emocional del adolescente y sostiene que de ésta depende el sentido crítico del joven en relación con los valores. Con otro enfoque pero en una línea afín, Rebeca Berridi busca conocer la influencia que tienen los distintos estilos de relaciones parentales sobre la motivación al logro de los hijos. Con base en un estudio realizado con niños de 5° y 6° grados de primarias públicas de la ciudad de México, sostiene que el involucramiento o aceptación de los padres tiene fuerte incidencia en la motivación al logro de sus hijos.

Esta parte de la obra incluye dos trabajos sobre formación ambiental. En el primero de ellos, Rose Eisenberg resume varios años de experiencia en este campo en los que desarrolló y probó diversas estrategias para la formación ambiental desde la perspectiva de la investigación acción participativa, el tratamiento del conflicto y el método Feldenkrais. Por otra parte, la investigadora española Carmen Nuévalos se refiere a diversos modelos para la evaluación de lo moral en materia medioambiental y presenta un instrumento empírico inspirado en la teoría de L. Kohlberg. Como primer resultado de la aplicación del instrumento concluye que las personas parecen razonar a un nivel significativamente más alto en dilemas morales ambientales que en otro tipo de dilemas.

La obra se cierra con la reflexión de Amneris Delgadillo en torno a la importancia que adquiere en el desarrollo del ser humano la identificación con comunidades de pertenencia y, en especial con instituciones educativas. En los argumentos de la autora se entretejen la noción de existencia auténtica con la de intencionalidades compartidas.

 

Comentarios finales

La principal riqueza de la obra que nos presenta Ana Hirsch radica ciertamente en la enorme variedad de enfoques teóricos y metodológicos que logró conjuntar, pero también es destacable la multiplicidad de dimensiones que son tocadas por los autores y que revelan el enorme potencial de la investigación en el campo problemático que se abre al considerar las múltiples interrelaciones entre la educación y los valores. Se problematizan los valores morales, sociales, cognitivos, profesionales, ambientales y estéticos al tiempo que se analizan como objeto de examen y reflexión las instituciones educativas, las identidades, las políticas, la mediación, el currículo y los dispositivos de formación. En su conjunto, la obra muestra que se trata de un vasto, rico, e importante campo de estudio que, con justa razón, atrae a un buen número de investigadores.

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