Introducción
Los elementos geológicos y geomorfológicos constituyen un factor esencial en un número importante de los espacios naturales protegidos de España (Serrano y González, 2005; Carcavilla, López-Martínez y Durán, 2007). Además, muchos elementos o conjuntos singulares de valor geomorfológico han sido catalogados con la figura de Monumento Natural (Martín-Duque, Caballero y Carcavilla, 2010). Por tanto, pueden jugar un papel relevante también en las nuevas propuestas de Zonas de Especial Conservación (ZEC) u otras figuras oficiales de protección de menor entidad.
En este sentido, los elementos geológicos y geomorfológicos tienen valor por sí mismos, pero también indirectamente, toda vez que son fundamentales en la conservación de los hábitats. Véase, por ejemplo, cómo constituyen un rico patrimonio natural de la península ibérica todo el conjunto de relaciones ecológicas que se producen en las lagunas interiores sobre el Terciario y materiales volcánicos recientes (Poblete, 1991; Poblete y Serrano, 1991; Gosálvez, 2012), en las gargantas sobre las penillanuras graníticas (Marino et al., 2017a), en las dunas litorales (García-Romero et al., 2016; Gómez-Zotano, Olmedo-Cobo y Arias-García, 2016), así como en los saladares de las depresiones costeras de los malpaíses canarios (Beato, Poblete y Marino, 2017 y 2018a) que constituyen un refugio para formaciones vegetales peculiares y aves. De hecho, muchos de estos enclaves están protegidos por la Unión Europea como Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) dentro de la Red Natura 2000.
En efecto, la relevancia de los factores geológico y geomorfológico en el compendio de recursos territoriales es evidente en España, tal y como queda recogido en la propia Ley de Biodiversidad y el surgimiento de iniciativas estatales, como el Inventario Español de Lugares de Interés Geológico (IELIG). En concreto, se han declarado 1437 Lugares de Interés Geológico o LIGs (Aymerich, Ruiz y Villares, 2014) con el propósito de crear en el Estado español una infraestructura de conocimiento en la que se encuentren representadas las unidades geológicas más características dentro de los 20 contextos geológicos de relevancia internacional definidos en el Anexo VIII-2 de dicha ley (García-Cortés, 2008).
Por otra parte, los recursos geomorfológicos son clave igualmente para desarrollar una adecuada ordenación y gestión territorial-paisajística y, por tanto, es necesario también realizar inventarios y valoraciones de los geomorfositios también denominados Lugares de Interés Geomorfológico (LIGm) (Gray, 2004). Los LIGm han sido definidos como formas de relieve (o grupos de estas) que presentan un especial interés científico, ecológico, escénico, monumental o pedagógico y que, así mismo, son esenciales en la configuración morfológica, dinámica y evolución de los espacios naturales (Panizza y Piacente, 1993 y 2003; Reynard, 2005). Son, por esto, recursos patrimoniales para los grupos humanos que los gestionan.
A pesar de lo novedoso del análisis geomorfológico como recurso territorial, el origen metodológico de la evaluación de este tipo de patrimonio lo constituye el “reconocimiento de territorios” o Land Research Survey del CSIRO (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organization). Así, los trabajos desarrollados por Christian (1952 y 1958) en Australia a partir de 1946 son los antecedentes tempranos de las propuestas para este tipo de análisis a finales del siglo XX y principios del XXI. Del mismo modo, cabe destacar a Grandgirard (1995, 1997 y 1999), quien desarrolló un sistema de evaluación del valor científico de geotopos (término utilizado por dicho autor para designar los LIGm), en el que tenía en cuenta aspectos como la rareza, la integridad, la representatividad y el valor paleogeográfico de los mismos, y, fundamentalmente, a Panizza (1992 y 2001), precursor del estudio de los geomorfositios. Estos trabajos son la fuente de inspiración en la que se fundamentan recientes inventarios y descripciones de LIGm, así como las evaluaciones de la geodiversidad con propuestas de aplicación territorial (Serrano et al., 2006; González Trueba, 2006; Serrano y Ruiz, 2007; Marino et al., 2017b).
En efecto, esta línea de investigación sirve al ordenamiento y gestión de espacios naturales y singulares, protegidos o no, toda vez que desarrolla métodos para la organización de la información geomorfológica y para la valoración del geopatrimonio (Serrano y González Trueba, 2005; González Trueba y Serrano, 2008; Dóniz, 2009; Serrano et al., 2009; Dóniz, Becerra, Guillén, González y Escobar, 2010; Martín-Duque et al., 2010 y 2012; Becerra, 2013; González Amuchastegui, Serrano y González, 2014; Marino et al., 2019).
Objetivos
El objetivo de la presente investigación es hacer una contribución a la lista internacional de Lugares de Interés Geomorfológico, mediante la aplicación metodológica propuesta por Marino et al. (2017b), así como aportar nuevos datos sobre el rico patrimonio natural de la Sierra del Aramo que apoyen su reconocimiento y protección.
La propuesta de Marino et al. (2017b) adapta a la escala local el procedimiento diseñado por el Grupo de Investigación Reconocido “PANGEA”, adscrito a la Universidad de Valladolid. Dicha metodología se fundamenta en una triple valoración de los LIGm, esto es, en la evaluación por separado de los valores científicos o intrínsecos (puramente geomorfológicos), culturales o añadidos (que incrementan el valor a los elementos naturales) y de uso y gestión (Serrano et al., 2009). La aplicación de esta metodología ha dado muy buenos resultados en espacios naturales protegidos, como el Macizo Central de los Picos de Europa (Serrano y González Trueba, 2005; González Trueba, 2006; González Trueba y Serrano, 2008), el área de Tiermes-Caracena (Serrano et al., 2006), el Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón (Serrano et al., 2009) y el Parque Natural de Valderejo (González Amuchastegui et al., 2014). Sin embargo, Marino et al. (2017b) constatan que conlleva una selección de los lugares de interés geomorfológico que puede estar sesgada en espacios protegidos u otros bien conocidos socioculturalmente. En este sentido, proponen realizar previamente un inventario y una clasificación de las formas del relieve pormenorizada y jerarquizada en niveles, siguiendo el sistema aplicado por Martín-Duque et al. (2010 y 2012) en los espacios naturales de Covalagua y Las Tuerces (Palencia). De este modo, conjugan ambos procedimientos ajustando el conjunto a una escala de trabajo local y aplicable en cualquier espacio natural independientemente de su situación legal.
Por otro lado, la Sierra del Aramo no goza de ninguna figura de protección, aunque ha sido puesta de manifiesto la riqueza de su patrimonio natural (Beato, 2018), y desde la perspectiva geológica forma parte de la unidad reconocida oficialmente como El Carbonífero de la Zona Cantábrica.
Además, ostenta dos LIGs incluidos en el IELIG: Desfiladero de Las Xanas (CA048) y Karst de la Sierra del Aramo (52002). Igualmente, contiene un Punto de Interés Geológico (PIG) definido por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME): Sección del Carbonífero superior en el Gamoniteiro (ZCs037), con un interés estratigráfico. Sin embargo, en los dos casos anteriores se trata de una mera aproximación geológica, carente de un análisis geomorfológico exhaustivo que se reduce a una pequeña descripción, sin evidenciar la notabilidad de este ámbito y su potencialidad como patrimonio geomorfológico, no únicamente geológico. También se menciona en el IELIG la relevancia del karst del Aramo desde el punto de vista mineralógico, estratigráfico, tectónico, minero-metalogenético e hidrogeológico en lo que respecta a Las Xanas.
Material y métodos
La Sierra del Aramo es uno de los principales conjuntos de montaña media (Pico Gamoniteiru, 1.791 msnm y Xistras, 1.766 msnm) del Macizo Central Asturiano. Situada a unos 20 km al SW de Oviedo, se extiende a lo largo de unos 15 km de longitud en dirección NNW-SSE, separando así las cuencas de los ríos Trubia al W y Caudal al E (Figura 1). Desde el punto de vista geológico pertenece a la Zona Cantábrica, en concreto, a la Región de Pliegues y Mantos y está formada por materiales paleozoicos carbonatados y siliciclásticos plegados y fracturados en las orogenias varisca y alpina. De este modo, se ha conformado un armazón estructural con potentes escamas de calizas namurienses elevadas sobre los materiales del Carbonífero westfaliense, generando una plataforma kárstica culminante por encima de los 1400-1500 m. Este afloramiento calcáreo masivo ha sido modelado por procesos nivokársticos y kársticos originando centenares de dolinas y pozos nivales, así como varios valles muertos, relieves cónicos y cumbres en resalte.
El clima presenta unas condiciones propias del dominio atlántico, esto es, abundantes precipitaciones (que oscilan entre los 1100 y 1500 mm) repartidas a lo largo del año y temperaturas suaves.
No obstante, en función de la altitud podemos diferenciar cuatro tipos de variantes climáticas dentro de la clasificación de Köppen: Cfsb2 hasta los 700 m s.n.m, Cfsb3 entre los 700 y 1.000 m s.n.m, Cfsc entre los 1.000 y 1.500 msnm y Dfsc por encima de los 1.500 msnm, donde se pueden alcanzar valores térmicos y pluviométricos de alta montaña. Por lo tanto, a mayor altitud los rigores climáticos son mayores e imponen un ambiente geoecológico de media y alta montaña. Así, el tapiz vegetal de la Sierra del Aramo se define por formaciones vegetales potenciales dominadas por brezos, tojos, robles y hayas y, ya en el piso subalpino, por formaciones arbustivas y herbáceas con aulagas, enebros y tejos rastreros.
La metodología propuesta se organiza en seis fases sucesivas (Marino et al., 2017b). En primer lugar, se realiza una caracterización geomorfológica y se elabora un mapa geomorfológico detallado a escala 1:25.000, siguiendo el método cartográfico francés (Joly, 1997). Se ha efectuado trabajo de campo consistente en la identificación de las formas y procesos de modelado, plasmados en croquis geomorfológicos que han sido posteriormente contrastados a partir de la fotointerpretación de imágenes aéreas, concretamente, del Vuelo Nacional de España (1980-1986). Por último, las conclusiones se han trasladado a una base de datos digital en un SIG a partir del software informático ArcMap 10.1, a través del cual se ha cotejado todo con los modelos digitales de elevaciones y los ortofotomapas con escalas de hasta 1:5.000. Esto permitirá, asimismo, la gestión posterior de toda la información, es decir, tanto su actualización como su utilización para la ordenación territorial.
La segunda fase es la de inventario de las formas de relieve y clasificación geomorfológica. Se ha procedido siguiendo niveles jerarquizados (conjuntos, unidades y elementos), donde el elemento básico lo constituye la unidad geomorfológica. Las unidades geomorfológicas se caracterizan por formas singulares, que se denominan elementos, y contextualizan el paisaje configurando los denominados conjuntos geomorfológicos (Martín-Duque et al., 2010 y 2012). Por otro lado, se ha estructurado toda la información respecto a la diversidad geológica y a la evolución genética de las formas de relieve mediante una exhaustiva revisión bibliográfica y cartográfica, con el objetivo de completar el inventario geomorfológico con criterios paisajísticos.
El procedimiento continúa con la selección de los LIGm más reseñables. Se clasifican en lugares (formas de relieve con mayor complejidad y extensión superficial) o elementos (formas simples e individualizadas) y en singulares o representativos, en función de su excepcionalidad o su representatividad entre otros muchos de similares características (Serrano et al., 2009).
La descripción de los principales valores de los LIGm se corresponde con la cuarta fase de la metodología. En concreto, se ha redactado una ficha descriptiva en la que se sintetizan los aspectos fundamentales de cada uno de ellos. Según Serrano y González (2005), debe recoger sus valores geomorfológicos, a saber, el tipo de geomorfositio, su génesis, morfología, dinámica, cronología, interés y atribución; así como los valores añadidos (elementos culturales, didácticos e incluso turísticos). Por otro lado, se tienen en cuenta aquellos que están relacionados con su posible uso y gestión (González Trueba, 2006).
Tras la descripción de los principales valores de los LIGm se lleva a cabo la evaluación de estos aplicando la triple puntuación basada en valores intrínsecos o científicos, valores añadidos o culturales y valores de uso y gestión (González Trueba, 2006; Serrano et al., 2009; Becerra, 2013; González Amuchastegui et al., 2014). Los valores intrínsecos o científicos (se puntúan de 1 a 5 y, posteriormente, el sumatorio se barema sobre 10) son concretamente: génesis, morfoestructuras, formas de erosión, formas de acumulación, dinámicas heredadas y los procesos actuales, cronología, litología, estructuras geológicas y las sedimentarias. Los valores añadidos o culturales (un punto por cada elemento hasta un máximo entre 5 y 10; la calificación total se pondera sobre 10) están conformados por su consideración escalar paisajística y estética, elementos patrimoniales, aspectos culturales, fases históricas de uso y ocupación, los contenidos pedagógicos y docentes, los niveles educativos, las áreas científicas con valor significativo, la representatividad científica, los contenidos y la capacidad de atracción turística. En cuanto a los valores de uso y gestión, se utiliza una escala del 0 (valor negativo, que dificulta su gestión) al 2 (valor positivo, que facilita el uso) y la suma también se pondera sobre 10; estos son: accesibilidad, fragilidad, vulnerabilidad, intensidad de uso, riesgo de degradación, posibilidad de deterioro con su uso, impactos, etc. (Cuadro 1).
Valoración | Puntuación | Definición |
Accesibilidad |
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Utilidad por lo accesible del LIG para su uso y gestión |
Fragilidad |
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Grado de fragilidad del LIG por sus características intrínsecas |
Vulnerabilidad |
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Elementos del entorno del LIG que posibilitan cambios irreversibles en sus valores intrínsecos y extrínsecos |
Intensidad de uso |
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Uso actual del LIG |
Riesgo de degradación |
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Posibilidad de deterioro del LIG con su uso, hasta perder valores intrínsecos y añadidos |
Impactos |
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Elementos humanos que afectan al LIG de modo directo (carreteras, canteras, obras, etc.) |
Condiciones de observación |
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Existencia o no de condiciones de observación (paisaje, localización, accesibilidad, etc.) para el uso del LIG |
Límites de cambio aceptables |
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Potencial de cambios que el LIG puede asumir sin perder sus valores intrínsecos y añadidos. Está en relación con la fragilidad y la intensidad de uso |
Servicios y equipamientos |
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Existencia de servicios y equipamientos cercanos para acoger uso turísticoeconómico (proximidad a ciudades con potencial turístico, rutas de senderismo, etc.) |
Potencial económico |
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Potencial económico que se espera del uso turístico del LIG |
Puntuación total | 20 puntos | Media ponderada de 10 puntos |
Fuente: Serrano y González Trueba, 2005; González Trueba, 2006; Serrano et al., 2009; Becerra, 2013; Marino et al. 2019).
Finalmente, la sexta fase es la de diagnóstico y valoración definitiva de los LIGm. Se realiza a partir de la calificación lograda y se ofrece una orientación de uso y gestión del LIGm. Además, siguiendo con la metodología propuesta se establece una clasificación en tres tipos de LIGm: de alto valor (calificación superior a 7), medio (entre 7 y 3,5) y bajo cuando es inferior a 3,5 (González Trueba, 2006).
Resultados y discusión
Caracterización geomorfológica
Las escamas cabalgantes calcáreas que forman el armazón estructural del Aramo están dispuestas de acuerdo con el transporte sinorogénico con eje N-S. Sin embargo, como solución a la flexión varisca del arco asturiano, la inversión estratigráfica cambia a O-E tanto en el norte del área de estudio como en el sur. Estas líneas estructurales arqueadas se conservan en gran parte reactivadas por la orogenia alpina. Ambas etapas orogénicas produjeron una fractura importante de la roca y el levantamiento o hundimiento de algunas unidades sobre otras, fundamentalmente a partir de fallas inversas. Por lo tanto, se formaron escarpes de fractura y cabalgamiento que permanecen en gran medida hasta nuestros días. La principal está en la vertiente oriental, en la que la unidad del Aramo cabalga sobre la Cuenca Carbonífera Central, con escarpes verticales de unos 100 m.
Otras unidades cabalgantes en las que se han producido escarpes son la Formación Alba y las calizas de montaña, ambas sobre sí mismas. Se trata de pequeñas diferencias métricas debidas al empuje y a la erosión diferencial de los materiales correspondientes al tránsito entre el Devónico y el Carbonífero. Asimismo, se hayan pequeños escarpes (tanto por empuje como por fractura) en las calizas namurienses que se conservan en la plataforma kárstica. En esta área elevada se conservan 4 valles secos principales, cientos de dolinas (agrupadas en campos) y sumideros, y varias uvalas por coalescencia de las depresiones kársticas. Se organizan de acuerdo con las líneas de estratificación, cabalgamiento y fractura, de la misma manera que los bogaces (laberinto kárstico) y las gargantas fluviokársticas. Los ponors en la plataforma kárstica también son abundantes (no existe una red fluvial subaérea, pues toda el agua tiene una circulación subterránea), así como las surgencias kársticas en las laderas, en contacto con los materiales silicilásticos impermeables.
Igualmente, los relieves calizos están llenos de colinas residuales, depresiones con relleno de arcilla ferruginosa y materiales alóctonos, y superficies extensas con lapiaces. Entre estos últimos, cabe mencionar las formas estructurales más pequeñas denominadas splitkarren o incluso de tamaño métrico conocidas como grikes o kluftkarren que individualizan los bloques (clints o flachkarren). Entre las formas lineales ajenas a las estructuras, las más comunes son los tipos rillenkarren, rinnekarren y wandkarren. En cuanto al lapiaz cubierto, la riqueza de formas es más pequeña y se reduce al rundkarren.
En otro orden de cosas, la Sierra del Aramo presenta una gran muestra de elementos geomorfológicos de origen periglaciar y nivoperiglaciar. Estas formas y depósitos son en su mayor parte heredados de condiciones climáticas pasadas más frías. De hecho, los fríos períodos del Pleistoceno han dejado múltiples rastros de su acción en el Macizo Central Asturiano (Castañón, 1986 y 1989; Castañón y Frochoso, 1994; Rodríguez, 2008 y 2012), tal es el caso de los canchales y depósitos estratificados (Figura 2).
Por otro lado, existen algunas geoformas y depósitos en los que la dinámica periglaciar ha participado en otros procesos geomorfológicos también en el pasado. En efecto, las superficies regularizadas por erosión, canales mixtos y coluviones (también regularizando las pendientes) en las laderas se han visto favorecidas por la gelifracción del Pleistoceno.
Sin embargo, muchas otras formas de relieve se deben a procesos mixtos actuales que involucran nieve, disolución de karst y dinámica de laderas, por ejemplo, las canales y depósitos de aludes de nieve, especialmente en la ladera oriental (véase Beato, Poblete y Marino, 2018b), o los nichos y dolinas nivo-kársticas en la plataforma culminante, por encima de 1500 m s.n.m. Además, cabe destacar la existencia de lóbulos de solifluxión activos en el valle seco al pie de los picos de Gamoniterio y Xistras.
También son abundantes los depósitos originados por movimientos en masa: conjuntos masivos de bloques heterométricos angulares de naturaleza caliza, dispuestos en estructuras caóticas, con muchos bloques de gran tamaño, de decenas e incluso cientos de m3. Los depósitos tienen formas convexas en el sector medio y formas lobuladas en el frente que indican un cierto flujo y un arrastre fino. En el despegue de los materiales se encuentran cicatrices con amplios escarpes (Figura 3).
Por último, las formas de origen fluvial rodean los relieves calizos, aprovechando las pizarras y areniscas (materiales más deleznables) de las cuencas fluviales del Caudal (Morcín, Grandiella, Llamo, Riosa) y el Trubia (Quirós, Lindes). Estos ríos se alimentan de las abundantes aguas provenientes de las precipitaciones atlánticas y de las cumbres calcáreas, como las de la Sierra del Aramo, a través de galerías subterráneas. Básicamente, hay dos tipos de formas: de erosión y acumulación. Las primeras consisten en incisiones lineales que dan lugar a pequeños barrancos en los materiales pizarrosos, o valles con un perfil en forma de V, de dimensiones medias. Las segundas configuran estrechas llanuras aluviales en los ríos Quirós, Trubia y Morcín, así como algunos abanicos aluviales y terrazas de escasa entidad. De hecho, el corto trazado y el gran desnivel de los cursos fluviales cantábricos imponen una dinámica erosiva muy eficiente.
Inventario de las formas del relieve y clasificación geomorfológica
En este trabajo se han identificado cuatro conjuntos geomorfológicos. En concreto, se trata de las plataformas culminantes de los relieves calcáreos de mayor elevación (Aramo, Monsacro, La Mostayal, Pena Tene), las vertientes, las áreas calizas de baja altitud (desfiladeros de Las Xanas y Serandi, sierras de La Coruxera y Peñerudes) y los valles labrados en materiales pizarrosos que orlan todos los afloramientos de materiales carbonatados (Cuadro 2).
Código | Denominación | Terminología geomorfológica internacional | Denominación local |
I | Plataformas culminantes calizas | Summit karst plateaus | Penas caliares |
II | Vertientes de los relieves calizos | Slopes | Fastiellas, fasteras, cuestas |
III | Valles calizos | Calcareous valleys | Valles caliares |
IV | Valles silíceos | Siliceous valleys | Valles pizarrosus |
Fuente: elaboración propia.
Dichos conjuntos están constituidos por un total de 17 unidades geomorfológicas. La riqueza de relieves calizos explica que más de la mitad de las tipologías esté relacionada con las rocas carbonatadas (Cuadro 3).
Código | Denominación | Terminología geomorfológica internacional | Denominación local |
1 | Valle muerto | Dry/blind valley | Valle ciegu |
2 | Pavimentos rocosos con lapiaz estructural | Karrenfeld, kluftkarren | Serrapatal |
3 | Karst con callejones | Street karst | Calechones |
4 | Karst en pináculos | Tower karst | Penascas |
5 | Karst de conos rocosos | Cones karst | Picus |
6 | Campos de dolinas en embudo | Solution doline field | Tollos |
7 | Campos de pozos nivokársticos | Nivokarstic pit field | Neveros |
8 | Caos de bloques calizos | ||
9 | Laderas recubiertas por derrubios - coluvión | Colluvium | Cazcachal |
10 | Ladera regularizada por erosión | Regularised Surface | |
11 | Ladera regularizada por depósitos cementados | Slope regularised by cemented deposits | |
12 | Valles pequeños estrechos y alargados - Valles en V | Cut | Valle, vallina. |
13 | Llanuras fluviales - Fondos de valle aluvial | Floodplain | El pie’l río |
14 | Cortado fluvial con vertientes escarpadas - Garganta fluvial | Gorge | Estrechu, garganta |
15 | Movimientos en masa | Mass movements | Muriagal |
16 | Suelos afectados por solifluxión | Slipmass | |
17 | Sector de nichos nivokársticos | Trabe |
Fuente: elaboración propia.
Asimismo, las unidades se componen de elementos geomorfológicos que, en buena medida, se corresponden con morfologías kársticas. Efectivamente, a pesar de haber agrupado algunos tipos, 15 de los 27 elementos inventariados pertenecen a ámbitos carbonatados (Cuadro 4).
Código | Denominación | Terminología geomorfológica internacional | Denominación local |
A | Dolinas (en embudo, de disolución, boches) | Dolines, sinkholes | Tollos |
B | Pozos nivokársticos | Nivokarstic pits | Neveros |
C | Uvalas | Uvalas | Fuexus |
D | Simas | Sinks | Pozos |
E | Entrada de cuevas y cavidades | Caves | |
F | Puentes y ventanas naturales | Natural archs | |
G | Lapiaz estructural | Kluftkarren | |
H | Lapiaz en regueros | Rinnenkarren, Rillenkarren, Wandkarren | |
I | Lapiaz nival | Nival karren | |
J | Lapiaz oqueroso, en cuenquitos y túneles | Pit and tunnel karst | Cuévanos |
K | Abrigos y marmitas de gigante colgadas | Alcoves and kettles or potholes | Veirones |
L | Callejones kársticos | Bogaz | Calechones |
M | Surgencias | Springs | Fontes |
N | Sumidero | Ponor | Sumideiru, sumidorio |
Ñ | Cono rocoso | Cone karst | |
O | Surcos de arroyada | Gullies | Riegas |
P | Abanico aluvial | Alluvial fan | |
Q | Terraza fluvial | Alluvial terrace | |
R | Depósito periglaciar cementado | Cemented periglacial deposit | |
S | Depósito de ladera cementado, recha calcárea, gonfolita | Cemented breccias | |
T | Depósito periglaciar ordenado no cementado - Depósitos ordenados | Grèzes litées, groizes litées | |
U | Canales de aludes | Paths or tracks | Las Canales |
V | Abanico de aludes | Fan-shaped avalanche | El culo l’argaxu |
W | Pedrera de origen indiferenciado | Talus slope | Llera, llerón |
X | Grandes bloques rocosos desprendidos | Rockfalls | Penones |
Y | Escarpe de falla o de cabalgamiento | Fault scarp | Llucia |
Z | Escarpe rocoso o cicatriz de avalancha de rocas | Avalanche scarp |
Fuente: elaboración propia.
La última fase del inventario se corresponde con la organización de toda la información respecto a la diversidad geológica y a la evolución genética de las formas del relieve. Se trata de completar el inventario geomorfológico con criterios paisajísticos con el fin de clasificar la geodiversidad. Esto permite posteriormente realizar la evaluación objetiva de todos los valores científicos en cada uno de los LIGm. Según la propuesta metodológica de Serrano y Ruiz (2007) desarrollada en la comarca de Tiermes-Caracena (Soria) la diversidad geológica está compuesta por elementos tectónicos y litológicos (Cuadro 5). Los elementos tectónicos derivan fundamentalmente de la orogenia hercínica (fuerte plegamiento responsable de fracturas, despegues y cabalgamientos) y su reactivación posterior durante la alpina (elevación de las escamas cabalgantes sobre los valles pizarrosos deprimidos y fracturación). Además, se ha realizado la clasificación de la evolución morfológica del relieve tomando como referencia tanto los conjuntos geomorfológicos como las unidades y los elementos. En efecto, se han utilizado para la denominación de las formas o para la explicación de sus características y se han ordenado siguiendo un criterio cronológico, es decir, se han relacionado todas las formas de relieve desde la edad más antigua a la más reciente (Cuadro 6).
1. TECTÓNICA Y ESTRUCTURA | ||
Tectónica | Orogenia hercínica | Estructuras antiguas |
Estructuras | Pliegues y cabalgamientos | Cabalgamientos con eje N-S y flexión conforme al Arco astúrico |
Fracturas | Familia de fallas NO-SE | |
Fracturas tardihercínicas | Fallas O-E | |
Tectónica | Orogenia alpina | Estructuras antiguas |
Estructuras | Levantamiento tectónico | Reactivación cabalgamientos, escarpes |
Fracturas | Reactivación fallas NO-SE y O-E | |
Karstificación | Inicio de conos, depresiones y red de drenaje | |
2. ELEMENTOS LITOESTRATIGRÁFICOS | ||
Cronología y formaciones o grupos | Litología | |
Cámbrico | Formación Oville | Margas, areniscas, pizarras, cuarcitas |
Ordovícico | Formación Barrios | Cuarcitas masivas |
Silúrico | Formación Formigoso | Cuarcitas y pizarras |
Formaciones Furada y San Pedro | Areniscas y niveles pizarrosos | |
Devónico | Grupos Rañeces y La Vid | Dolomías, margas, calizas y pizarras |
Formaciones Moniello y Santa Lucía | Calizas con intercalaciones pizarrosas | |
Formación Naranco | Areniscas y pizarras | |
Formación Ermita | Areniscas, microconglomerados y limolitas | |
Formaciones Candamo-Baleas-Alba | Calizas, margas y pizarras | |
Carbonífero | Formación Barcaliente | Calizas tableadas |
Formación Valdeteja | Calizas masivas | |
Grupo Lena | Lutitas, arensicas, margas y capas de carbón | |
Formación San Emiliano | Lutitas, limolitas, areniscas, calizas y carbón | |
Formación Mieres | Conglomerados, areniscas y capas de carbón | |
Formación Canales | Pizarras, arensicas y calizas | |
Cuaternario | Pleistoceno | Aluviones y coluviones |
Holoceno | Aluviones y coluviones |
Fuente: elaboración propia.
EDAD | FORMAS | CARACTERES | |
Oligoceno | Fluviales | Valles calizos | Generación de una red de drenaje endógena y subaérea primitiva que recibe materiales de áreas más elevadas |
Erosivas | Superficies regularizadas | Erosión y disolución (descubierta y bajo cubierta edáfica) de las calizas en condiciones ambientales más húmedas y cálidas | |
Mioceno | Fluviales | Valles pizarrosos | Erosión diferencial que profundiza en los materiales pizarrosos dejando en resalte los relieves calizos tras la reactivación alpina de las estructuras hercínicas |
Valles calizos | Profundización de la red de drenaje sobre la de fracturación reactivada. Exhumación de formas endógenas. | ||
Mioceno-Plioceno | Erosivas | Superficies regularizadas | Creación de un nivel de laderas erosionadas y regularizadas sobre los nuevos valles |
Pleistoceno | Erosivas | Superficies regularizadas | Gelifracción de los afloramientos rocosos y laderas de erosión preexistentes |
Nichos y pozos nivokársticos | Gelifracción en afloramientos rocosos, dolinas y sumideros | ||
Fluviales | Gargantas fluviales | Encajamiento de los ríos de Las Xanas, Serandi, Riosa y Llamo | |
Valles en V | Encajamiento de los arroyos tributarios de las cuencas de los ríos Morcín, Grandiella y Quirós. | ||
Laderas | Coluvión | Depósitos periglaciares, de movimientos en masa y de canales de aludes | |
Holoceno | Fluviales | Llanuras y abanicos aluviales | Fondos de los valles del Morcín, Riosa y Trubia |
Terrazas aluviales | Terrazas del Trubia | ||
Surcos de arroyada | Sobre los materiales siliciclásticos | ||
Laderas | Coluvión | Depósitos de movimientos en masa, de canales de aludes y gravitatorios |
Fuente: elaboración propia.
Selección de LIGm en la Sierra del Aramo
Los Lugares de Interés Geomorfológico han sido seleccionados a partir de los valores reconocidos durante la fase de trabajo de campo, la clasificación geomorfológica del inventario y siguiendo los criterios de representatividad y singularidad (Marino et al. 2017a). Todos los niveles jerárquicos establecidos en la fase de inventario están representados en la selección de LIGm. En concreto, se han distinguido tres lugares representativos, un lugar singular, un elemento representativo y un elemento singular (Cuadro 7).
LIGm | Nombre | Códigos geomorfológicos | Tipo de LIGm | ||
Unidades | Conjuntos | Elementos | |||
1 | Angliru | 1, 2, 3, 4, 5, 6, 10 | I | A, B, C, D, E, G, H, L, N, Ñ |
Lugar representativo |
2 | Gamoniteiro | 2, 3, 4, 5, 7, 9, 10, 15, 16, 17 |
I | A, B, G, H, I, J, N, Ñ, W, Y, Z |
Elemento singular |
3 | Cuesta de Riosa | 8, 9,10, 11, 15, 17 | I, II y IV | A, E, F, G, K, M, O, R, S, U, V, W, X, Y, Z |
Lugar representativo |
4 | Braña Linares | 2, 9, 10, 11, 12, 15 | II y IV | J, K, M, O, R, S, T, W |
Lugar singular |
5 | La Coruxeda-Las Xanas | 1, 2, 6, 8, 9, 10, 11, 13, 14 |
III y IV | D, E, F, H, I, J, K, L, M, P |
Lugar representativo |
6 | Movimiento en masa de Bermiego | 8, 9, 10, 11, 12, 15, 17 |
II y IV | E, G, H, J, K, M, O, S, U, V, W, X, Y, Z |
Elemento representativo |
Fuente: elaboración propia.
Descripción de los principales valores de los Lugares de Interés Geomorfológico ó Geomorfositios
Para cada uno de los LIGm se ha realizado una ficha descriptiva que recoge los aspectos esenciales desde el punto de vista de sus valores geomorfológicos y los relacionados con su posible uso y gestión (véase Beato, 2018). Los LIGm nº 1 y 2 son un lugar representativo y un elemento singular en los que se puede analizar la evolución geomorfológica de los afloramientos calizos elevados. En la plataforma culminante de la Sierra del Aramo por encima de los 1400 m han quedado colgados varios niveles fluviales correspondientes a redes de drenaje antiguas, así como formas asociadas a procesos bajo diferentes ambientes morfoclimáticos. Tanto en el entorno del Angliru como del Gamoniteiro se pueden observar fracturas, escarpes de falla, valles muertos, uvalas, campos de dolinas, rellenos alóctonos, rellenos ferruginosos, conos rocosos, superficies regularizadas, variadas formas de lapiaz, canchales, dolinas nivales, entrada de simas y galerías, abrigos. No obstante, el LIGm nº 2 es un elemento singular, pues contiene, además, un nicho nivokárstico en forma de anfiteatro de grandes dimensiones con un alto interés científico y pedagógico.
Por su parte, el LIGm nº 3 se corresponde con buena parte de la ladera orientada a naciente de la Sierra del Aramo, con fuertes pendientes (más de la mitad se halla por encima de los 30º) en la que se aprecian escarpes de cabalgamiento y otros producidos por el desarrollo de grandes movimientos en masa (cicatrices). Por el contrario, existen superficies regularizadas por acumulación, con derrubios periglaciares en gran parte cementados, surcadas por canales de aludes de nieve alimentadas desde los nichos de la zona superior. En la parte baja de la ladera, en el contacto de las calizas con los materiales pizarrosos impermeables, hay numerosas surgencias que alimentan la abundante cuenca del río Riosa. Por tanto, es un lugar representativo de la dinámica de laderas en la montaña media cantábrica.
El LIGm nº 4 es un lugar singular pues la Braña de Linares presenta en un pequeño espacio varios niveles de acumulación localizados al pie de los resaltes calizos, donde se encuentran escarpes, superficies de erosión, abrigos, pedreras y campos de bloques. Los depósitos presentan diferentes características en función del contexto climático en el que se han generado, con importantes acopios periglaciares que, en algunos niveles, se encuentran cementados en forma de brechas calcáreas (Cuadro 8).
Fuente: elaboración propia.
En las áreas elevadas de la Sierra de La Coruxeda, por encima de los 800 m, ha quedado colgado un nivel de erosión correspondiente a una red de drenaje antigua, así como formas resultantes de procesos en diferentes condiciones morfodinámicas: escarpes de falla, un valle muerto, una uvala, dolinas, rellenos alóctonos, rellenos ferruginosos, conos rocosos, superficies regularizadas, variadas formas de lapiaz, canchales, entrada de simas y galerías, abrigos. La incisión fluvial ha generado un profundo angosto (Las Xanas) con desniveles de más de 400 m, donde se pueden observar conductos endokársticos exhumados (con materiales alóctonos colmatándolos), marmitas de gigante colgadas, espejos de falla, pedreras periglaciares, etc. La salida del desfiladero se produce sobre la vega del Trubia, en el que se ha desarrollado una llanura aluvial y existen varios niveles de terrazas, así como abanicos aluviales. Todo ello configura un LIGm, el nº 5, caracterizado como lugar representativo.
Finalmente, el LIGm nº 6 es un elemento representativo de los movimientos en masa que salpican todas las laderas de la Sierra del Aramo. El depósito masivo sobre el que se asienta el pueblo de Bermiego presenta varias cicatrices de despegue con escarpes pronunciados bajo los picos Champaza y Pelitrón, en el que se han labrado canales de aludes y pequeños nichos de nivación. La base de los afloramientos calizos verticalizados se halla completamente tapizada por taludes y conos de derrubios, así como por caos de bloques calizos. Además, varios movimientos en masa han descendido canalizados por el valle inferior, recorriendo en conjunto más de 2 km de distancia (hasta los 500 m de altitud). Como resultado han generado formas convexas escarpadas y otras más tendidas, en las que afloran grandes bloques o permanecen bajo cubiertas de finos y, en ocasiones, se encuentran cementados por carbonatos.
Evaluación de los Lugares de Interés Geomorfológico
Una vez definido el listado de Lugares de Interés Geomorfológico y descrito cada uno de ellos se ha procedido a su evaluación a través de una ficha dividida en tres bloques correspondientes a los valores intrínsecos, añadidos y de uso y gestión (véase Beato, 2018). En cuanto a los valores científicos, todos los LIGm presentan un valor medio-alto por el dominio y variedad de las formas estructurales y los afloramientos rocosos. La ausencia de huellas de origen glaciar u otros procesos y formas actuales o heredadas de condiciones morfoclimáticas diferentes impiden que alcancen una calificación mayor. Además, las morfologías producidas por acumulación son muy homogéneas y las sedimentarias escasas. El LIGm nº 6 (movimiento en masa de Bermiego) ha obtenido una calificación más baja dado que tiene una única forma de modelado principal, mientras que el del Gamoniteiro (LIGm nº 2) presenta la más alta por la coincidencia en un espacio pequeño de muchos elementos geomorfológicos.
Por otro lado, los valores culturales o añadidos también presentan calificaciones medias y del rango medio-alto principalmente por su contenido paisajístico y utilidad pedagógica. Es lo propio en estos ambientes rurales de media montaña donde, sin embargo, la infraestructura turística es escasa. Los elementos patrimoniales, culturales e históricos son representativos paisajísticamente de otras áreas de características similares, tanto de Asturias como de zonas más lejanas de relieve abrupto. Destaca el LIGm nº 5 de Braña Linares, por su valor paisajístico-estético, cultural y educativo, así como el de La Coruxeda-Las Xanas (nº 4) que acoge una figura de protección oficial, servicios y equipamientos propios. Este último factor beneficia igualmente al LIGm nº 6 (movimiento en masa de Bermiego), también con valoración alta, toda vez que el pueblo posee algunos recursos hosteleros (Figura 4).
Los valores de uso y gestión de los LIGm analizados son elevados, máxime si tenemos en cuenta el despoblamiento del medio rural y montano: la falta de interés actual sobre estos espacios explica una intensidad de uso muy moderada. Además, la utilización básicamente ganadera y para el ocio y disfrute en la naturaleza (por ejemplo, para el senderismo y el excursionismo) justifican el escaso impacto de las actividades humanas actuales y unos límites de cambio aceptables elevados.
Diagnóstico y valoración de los LIGm a partir de la puntuación obtenida
Los LIGm seleccionados presentan una calificación global media-alta. Dos LIGm alcanzan una valoración de 7,5 (alta), concretamente, los de la Cuesta de Riosa y La Coruxeda-Las Xanas (números 3 y 5). En ambos casos se trata de lugares representativos con valores intrínsecos y añadidos medio-altos y de uso y gestión muy elevados (Cuadros 9 y 10). El resto de LIGm rozan el 7 (calificación de 6.9 pero, por tanto, media) debido a la falta de regularidad de sus puntuaciones en todos los campos (Cuadro 11).
LIGm | Nombre | Tipo | Valoración | |||
Intrínseca | Añadida | De uso y gestión | Global | |||
1 | Angliru | LR | 6,4 | 5,2 | 9 | 6,9 |
2 | Gamoniteiro | ES | 6,8 | 5,1 | 9 | 6,9 |
3 | Cuesta de Riosa | LR | 6,4 | 6,4 | 9,5 | 7,5 |
4 | Braña Linares | LS | 6,4 | 6,9 | 7,5 | 6,9 |
5 | La Coruxeda-Las Xanas | LR | 6,2 | 7,3 | 9 | 7,5 |
6 | Movimiento en masa de Bermiego | ER | 4,4 | 6,7 | 9,5 | 6,9 |
Fuente: elaboración propia.
Valoración | LIGm | Valoración global |
Sobresalientes | 1º) Nº 3. Cuesta de Riosa | 7.5 |
2º) Nº 5. La Coruxeda-Las Xanas | 7.5 | |
Medios | 3º) Nº 1. Angliru | 6.9 |
4º) Nº 2. Gamoniteiro | 6.9 | |
5º) Nº 4. Braña Linares | 6.6 | |
6º) Nº 6. Movimiento en masa de Bermiego | 6.9 |
Fuente: elaboración propia.
Valores | Máxima puntuación posible | Puntuación media | Puntuación máxima | Puntuación mínima | |
VALOR INTRÍNSECO | |||||
Génesis | 5 | 3.5 | 5 | 2 | |
Morfología | Morfoestructuras | 5 | 3.5 | 5 | 1 |
Formas de erosión | 5 | 2.5 | 4 | 2 | |
Formas de acumulación | 5 | 2.6 | 5 | 1 | |
Dinámica | Heredada | 5 | 3.2 | 4 | 3 |
Funcional | 5 | 2.5 | 3 | 2 | |
Cronología | 5 | 4.2 | 5 | 2 | |
Litología | 5 | 3.8 | 5 | 2 | |
Estructura | Geológicas | 5 | 3.6 | 5 | 2 |
Sedimentarias | 5 | 1 | 2 | 0 | |
Valor intrínseco ponderado | 10 | 6.1 | 8.6 | 3.4 | |
VALOR AÑADIDO | |||||
Paisajístico y estético | 10 | 8 | 10 | 6 | |
Elementos culturales | Valores patrimoniales | 10 | 5.6 | 8 | 5 |
Contenidos culturales | 10 | 4.3 | 6 | 2 | |
Contenidos históricos | 10 | 4.3 | 5 | 3 | |
Elementos didácticos | Recursos pedagógicos | 5 | 4 | 5 | 3 |
Niveles pedagógicos | 5 | 4.3 | 5 | 3 | |
Elementos científicos | Áreas científicas | 5 | 3 | 3 | 3 |
Representatividad científica | 5 | 4.3 | 5 | 3 | |
Elementos turísticos | Contenidos turísticos | 5 | 3 | 4 | 1 |
Potencial turístico | 5 | 4.3 | 5 | 4 | |
Valor añadido ponderado | 10 | 6.3 | 8.3 | 5 | |
VALOR DE USO Y GESTIÓN | |||||
Accesibilidad | 2 | 2 | 2 | 2 | |
Fragilidad | 2 | 1.8 | 2 | 1 | |
Vulnerabilidad | 2 | 1.8 | 2 | 1 | |
Intensidad de uso | 2 | 1.7 | 2 | 1 | |
Riesgo de degradación | 2 | 2 | 2 | 2 | |
Impactos | 2 | 1.8 | 2 | 1 | |
Condiciones de observación | 2 | 1.8 | 2 | 1 | |
Límites de cambio aceptables | 2 | 1.7 | 2 | 1 | |
Servicios y equipamientos | 2 | 1.8 | 2 | 1 | |
Potencial económico | 2 | 1.3 | 2 | 1 | |
Valor de uso y gestión ponderado | 10 | 8.9 | 10 | 6 | |
Puntuación media | 10 | 7.1 | 8.9 | 4.8 |
Fuente: elaboración propia.
La Sierra del Aramo es, en definitiva, un puerto de montaña ganadero con brañas centenarias (conjuntos etnográficos) y cumbres como la Gamonal, el Moncuevu o el Gamoniteiro, muy visitado por senderistas, excursionistas, esquiadores de montaña y ciclistas. El Angliru es, además, un alto ciclista reconocido internacionalmente y un otero excepcional para obtener una vista panorámica del área central asturiana y los valles interiores, mientras que el sector meridional lo es de la alta montaña de la divisoria. Por su parte, el desfiladero de Las Xanas (monumento natural) tiene una senda labrada en la roca utilizada antaño para transportar materiales extraídos en una pequeña explotación minera inactiva sita en la parte alta de la garganta, así como para el uso de los ganaderos. En la parte baja se encuentra una de las áreas recreativas de la zona y transcurre la Senda del Oso. Al pie de la Sierra de La Coruxeda se halla el castro “El Collaín” y cerca La Casa de la Torre o de la Yedra en Dosango (Santo Adriano), declarada BIC. Son algunos de los atractivos culturales como las decenas de yacimientos arqueológicos (prehistóricos y medievales). Se trata en todo caso de lugares con una calidad estética-paisajística excepcional, como La Braña de Linares, con raíces históricas muy antiguas que justifican la existencia en este paraje de la Ermita de La Merced. Además, la accesibilidad a los 6 LIGm es en general muy buena, gracias a la red de carreteras regionales y locales (AS-228, MO-5, QU-6, RA-1, RI-5), pistas hormigonadas y sendas, algunas de ellas catalogadas (PR-143, GR-106, GR-109, GR-207). Estas permiten el desarrollo de las actividades económicas actuales, básicamente dos, las ganaderas (fundamentalmente de vacas para carne) y las de ocio al aire libre (senderismo, excursionismo, esquí de montaña) con escasos impactos.
En definitiva, el potencial de uso y gestión es elevadísimo por el excelente estado de conservación del paisaje tradicional y el alto grado de interés tanto científico-didáctico como paisajístico-estético. Buena parte del área analizada forma parte de los Montes de Utilidad Pública (nº 260, nº 309), lo que permitiría actuaciones dirigidas por parte de las administraciones públicas. Así pues, se trata de lugares idóneos para la puesta en marcha de proyectos de interpretación del patrimonio geomorfológico orientados a su aprovechamiento didáctico y geoturístico. No obstante, para evitar una posible pérdida de los altos valores patrimoniales de la Sierra del Aramo debe gestionarse adecuadamente el flujo de visitantes y la intensidad de uso, amparándola dentro de una figura oficial de conservación del patrimonio natural.
Conclusiones
La metodología de los LIGm estructura las tareas necesarias para la organización de la información geomorfológica y para la valoración del geopatrimonio, que en el caso de la Sierra del Aramo es de un valor patrimonial excepcional. En efecto, presenta seis tipos de componentes tectónicoestructurales originados en dos orogenias distintas y los consiguientes periodos interestadiales, así como 17 elementos litoestratigráficos de los cuales han sido establecidas sus formaciones cronológicamente. Estos constituyen el armazón de un relieve definido a partir de 4 conjuntos geomorfológicos, configurados por 17 unidades y 27 elementos.
Su carácter acentuadamente morfoestructural es evidente por el predominio de las formas de disolución kárstica (más de la mitad de las morfologías inventariadas) guiadas por la red de fracturas. A esta excelente muestra del karst se suman las interferencias nivoperiglaciares y fenómenos de ladera de gran magnitud componiendo un variado elenco geomorfológico, así como un potencial riesgo natural a tener en cuenta en la planificación territorial.
Se trata, por tanto, de un rico patrimonio y de unas riquezas territoriales y paisajísticas desaprovechadas, carentes hasta el momento de una gestión que vele y garantice su sostenibilidad. La definición de los LIGm de la Sierra del Aramo ha de servir, por tanto, a su valorización y protección oficial, a la divulgación de la importancia geomorfológica de la media montaña (minusvalorada frente a los espacios de alta montaña, protegidos y turísticos) y al conocimiento del patrimonio geomorfológico del Macizo Asturiano, hasta la fecha sin evaluar.