Introducción
El espacio geográfico donde una especie interactúa con el ecosistema se le conoce como área de distribución (Zunino y Palestrini 1991). La distribución puede ser continua o discontinua, esta última es la que se observa con más frecuencia en la naturaleza, ya que la mayoría de las especies están constituidas por una serie de poblaciones discontinuas con gradientes de interconexión, que va desde poblaciones completamente aisladas hasta poblaciones panmícticas, donde todos los individuos tienen la capacidad de entrecruzarse dentro y entre poblaciones (Maciel-Mata et al. 2015).
Los cambios taxonómicos han influido en la nomenclatura de las especies, ya sea que se descubren especies nuevas o se amplía el rango de distribución (Flores-Villela y Canseco-Márquez 2004). La presencia o ausencia de las especies y la forma en que se distribuyen en un espacio geográfico se definen por factores históricos, ecológicos y fisiológicos que varían a lo largo de la distribución, lo cual somete a las especies a diferentes condiciones bióticas y abióticas (Maciel- Mata et al. 2015). Las áreas de distribución en las aves, con pequeños rangos geográficos, están asociadas con islas, así como con cadenas montañosas en los trópicos y subtrópicos. Lo anterior sugiere que las áreas de distribución pueden estar limitadas por disponibilidad de alimento, pérdida de hábitat o variaciones climáticas ade cuadas en las zonas a las que se adaptan mejor las especies (Orme et al. 2006).
La matraca nuca canela (Campylorhynchus rufinucha rufinucha) es una subespecie que pertenece a la familia Troglodytidae (Chesser et al. 2019). Varios autores recono cen esta subespecie dentro del complejo de especie de Campylorhynchus rufinucha que engloba a otras como C. r. humilis y C. r. capistratus (Howell y Web 1995, Chesser et al. 2019). No obstante, Vázquez-Miranda et al. (2009), Navarro-Sigüenza et al. (2018) y BirdLife International (2020) consideran a C. r. rufinucha como una especie.
La matraca nuca canela es un ave considerada endémica de la región central costera de Veracruz en la vertiente del Atlántico mexicano (Howell y Web 1995), y está catalogada como amenazada por la NOM-059-SEMARNAT-2010 (Semarnat 2010). Su hábitat son bosques y matorrales tropicales secos (Howell y Web 1995). Esta subespecie es de tamaño medio, presenta una corona negra, nuca rojiza, partes inferiores grisáceas claras y cubiertas por pequeñas manchas, bigote bien marcado y cobertoras y rectrices subcaudales barradas (Selander 1964, Figura 1)
Observación
Para documentar la composición y riqueza de la avifauna de la región sur del istmo de Tehuantepec, Oaxaca, realizamos nueve visitas de campo entre los meses de diciembre de 2017 a noviembre de 2018, en cinco localidades en los municipios de Reforma de Pineda, San Francisco Ixhuatán, Zanatepec y San Francisco del Mar. Los lugares presentaron diferentes tipos de vegetación: selva mediana caducifolia, bosqueripario, acahual-pastizal, zona de marismas y la zona urbana, el rango altitudinal varió entre los 0 y 150 msnm. Para los muestreos empleamos el método de conteo por puntos, con el que establecimos cinco puntos de conteo en cada localidad, con una duración de 15 minutos de registro en cada punto (Ralph et al. 1996). Identificamos a las especies con binoculares 8 x 40 mm y guías de campo (Peterson y Chalif 1989, Howell y Webb 1995, Sibley 2000) y para los registros fotográficos utilizamos una cámara Canon Eos Rebel t6 con un objetivo de 75-300 mm de distancia focal.
El avistamiento de la matraca nuca canela lo hicimos a las 9:00 h del 8 de abril de 2018, sobre el bosque ripario, al margen del río Ostuta, donde registramos una pareja de individuos adultos, en la localidad conocida como Paso Mico en el municipio de San Francisco Ixhuatán, Oaxaca (16°17’57.18” latitud N y 94°31’44.25” longitud O; 5 msnm) (Figura 2). Durante 15 minutos observamos que los dos individuos se mostraban alerta ante nuestra presencia, ya que vocalizaban para proteger el nido en el que se ubicaban, pues se encontraban en reproducción. El nido que resguardaba la pareja de C. r. rufinucha estaba en una palmera del género Sabal, la cual presentaba una altura de 3 m y el nido se localizó a una altura de 2 m, entre las pencas de la palmera, en la vegetación ribereña rodeado de campos de cultivo y ganadero.
Esta pareja de matracas interactuaba con varias especies de aves en un radio de 25 m. Los ejemplares de urraca-hermosa carablanca (Calocitta formosa) que también anidaba en el sitio, y el mosquero-cabezón degollado (Pachyram-phus aglaiae), alertaron a las matracas. Esta situación permitió que las observáramos. Al salir de su nido percharon aproximadamente 5 minutos sobre las pencas de la palmera.
Posteriormente, uno de los ejemplares regresó al nido y sólo permaneció fuera el que fotografiamos. Además de la urraca-hermosa carablanca y del mosquero-cabezón degollado, otras especies de aves se encontraban en el área como el carpintero lineado (Dryocopus lineatus), el centzontle norteño (Mimus poliglottos), el chipe amarillo (Setophaga petechia), el colibrí canela (Amazilia rutila), y momoto corona café (Momotus mexicanus).
Discusión
La importancia de un nuevo registro de distribución no sólo consiste en su documentación, ya que tiene implicaciones frecuentemente poco reconocidas. Así, entre las repercusiones destaca, por su importancia, el descubrimiento de poblaciones nuevas (Sánchez-González 2013). De acuerdo con nuestro registro, la matraca nuca canela ocurre sobre la cuenca del río Ostuta, en el sur del istmo de Tehuantepec en el estado de Oaxaca, en la vertiente del Pacífico mexicano. Nuestro registro indica que se trata de organismos con poblaciones residentes, pues la pareja que reportamos se encontraba en reproducción.
El área de registro de la matraca nuca canela se loca liza en el Área de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA), istmo de Tehuantepec-Mar Muerto (Arizmendi y Márquez 2000), entre los límites del oeste del estado de Chiapas y el sur del istmo de Tehuantepec, Oaxaca (Berlanga et al. 2008). Una posible razón de la ausencia previa de registros de esta subespecie en la vertiente del Pacífico, puede ser la falta de estudios en la región. Recientemente en el área de estudio se registró también por primera vez una población de Campylorhynchus chiapensis sobre la cuenca del río Ostuta, en localidades muy cercanas a este registro (Cruz-Vázquez y Velázquez-Velázquez 2020). Por lo que es importante continuar realizando estudios en la región.
El estudio filogeográfico de la especie C. rufinucha que presenta Vázquez-Miranda et al. (2009) muestran que las subespecies C. r. humilis y C. r. capistratus se sobreponen en la zona del istmo de Tehuantepec, y donde se han regis trado híbridos en las colindancias de Chiapas y Oaxaca. Se sugiere realizar estudios filogeográficos que incluyan individuos de los registros de C. r. rufinucha, encontrados para la vertiente del Pacífico. Dada la importancia de contar con poblaciones de esta subespecie que no se había registrado con anterioridad, es de gran relevancia tener un panorama más amplio y preciso del grado de interconexión de las poblaciones de ambas vertientes (Maciel-Mata et al. 2015). Por lo tanto, la región del istmo de Tehuantepec, al ser la franja terrestre más estrecha que separa el Golfo de México y el océano Pacífico (McAndrews y Montejo 2010), funciona como corredor para el contacto entre las aves reproductoras de las tierras bajas de ambas vertientes (Binford 1989).