1. Introducción
La exocentricidad es comúnmente explicada a partir de una definición negativa (Bauer, 2010: 167), es decir, los compuestos exocéntricos son un residuo; lo que resta después de identificar y clasificar los compuestos endocéntricos que son, a su vez, estructuras en las cuales puede identificarse un elemento nuclear interno. El compuesto endocéntrico se considera un hipónimo de su núcleo1 (Bloomfield, 1933: 235), y además obtiene rasgos categoriales y subcategoriales de dicho núcleo, el principal de ellos, la categoría gramatical (Williams, 1981: 248). En un compuesto como hombre rana, el constituyente hombre es el término superior, es decir, hombre rana es un tipo de hombre; además, hombre rana es un sustantivo animado, característica que provienen del núcleo interno, es decir, hombre. Dado el anterior análisis, hombre rana es clasificado como compuesto endocéntrico. Existen, por otro lado, compuestos como mano larga (‘golpeador’ o ‘ladrón’ según el DLE) que no pueden ser analizados de esta manera y por tanto son considerados residuales y, en consecuencia, clasificados como exocéntricos. Según Arcodia (2012: 365), la distinción endocéntrico o exocéntrico está basada en la presencia o ausencia de núcleo interno; desde este punto de vista, mano larga es una palabra exocéntrica porque el núcleo no es ni mano ni larga, sino que debe buscarse fuera del compuesto. En este caso se considera que el núcleo es una entidad externa. Si mano larga es un sustantivo animado identificado con un ser humano, entonces estos rasgos deben provenir del núcleo externo (Contreras, 1985: 17). Para este tipo de compuestos se suele sugerir como núcleo externo el sustantivo animado genérico persona. Del razonamiento anterior se interpreta que mano larga es exocéntrico.
El problema principal de los análisis exocéntricos es que no son explicativos, simplemente se limitan a dejar de lado compuestos difíciles de analizar. Se supone que cualquier cosa puede ser el núcleo externo, lo que vuelve a la categoría un “cajón de sastre” sin motivación conceptual. No se analizan sus limitaciones ni se restringe el tipo de entidad externa, la cual, incluso, puede ser vacía, como propone Contreras (1985: 18), pero al mismo tiempo poseedora de rasgos categoriales (sustantivo, adjetivo, verbo, etc.) y subcategoriales (animacidad, agentividad, género, número, etc.). Esta indefinición del concepto “exocentricidad” es el motivo de que, por un lado, un número importante de estructuras compositivas estén escasamente estudiadas y, por otro lado, de que existan clasificaciones contradictorias.
En este artículo presentaremos un análisis basado en predicaciones metonímicas que nos permitirá encontrar una motivación para el fenómeno de la exocentricidad. Se argumentará que la noción de núcleo morfológico externo es la que ha dado lugar a las clasificaciones contradictorias que se proponen para este tipo de compuestos. Asimismo, mostraremos que existe una relación directa entre el tipo de compuesto y la predicación metonímica que aparece preferentemente en el uso de dicho compuesto. Esto nos permitirá proponer una clasificación convincente de las predicaciones externas metonímicas que se presentan en la composición de palabras en español.
En la sección 2 de este artículo se discute la problemática de la exocentricidad y se hace una breve reseña de la polémica que ha suscitado siempre este concepto entre reconocidos especialistas. En la sección 3 se hace un bosquejo del análisis propuesto, basado en una concepción prototípica de la metonimia. Finalmente, en la sección 4 se muestran los resultados obtenidos a partir del análisis de un corpus de compuestos nominales que normalmente son considerados exocéntricos y que nosotros analizamos como compuestos metonímicos. Además, se presentarán las correlaciones que pueden establecerse entre los esquemas compositivos analizados y los tipos de metonimia preferidos en cada caso.
2. Críticas a la noción de exocentricidad
El problema principal de la exocentricidad en morfología es que no es un concepto explicativo en cuanto al tipo de estructuras compuestas que se aglutinan en torno a este. El hecho de que se definan como compuestos no-endocéntricos provoca que la categoría se haya conformado con las estructuras “sobrantes” de las categorizaciones que se realizan a partir de los diversos modelos morfológicos. En otras palabras, no se puede decir qué es exocéntrico; en todo caso, se puede decir lo que no es: no es endocéntrico; no es una estructura con núcleo interno. Cuando se discute acerca de un compuesto exocéntrico, no se argumenta mucho, cuando más, que es difícil de analizar y clasificar. Como consecuencia de lo anterior, los investigadores no se ponen de acuerdo en los criterios para el establecimiento de la categoría, lo que da lugar a clasificaciones opuestas, tal es el caso de los compuestos de verbo y sustantivo V+N (zafarrancho, sacacorchos, matamoscas, limpiavidrios, guardagujas, cuidacoches, etc.). Desde el punto de vista de Varela (1989: 399) y Zacarías Ponce de León (2009: 48), son compuestos endocéntricos e identifican el núcleo interno en el primer componente, que no tratan como un verbo, sino como un nombre agentivo deverbal. Para otros investigadores, como Barcelona (2008: 210) y Moyna (2012: 198), son compuestos exocéntricos porque, desde su punto de vista, el núcleo no puede ser ni el verbo del primer componente ni el sustantivo del segundo componente. Este tipo de clasificaciones contradictorias abundan en la literatura sobre palabras compuestas. Una descripción detallada de estos compuestos y una crítica amplia del concepto de exocentricidad puede encontrarse en un trabajo anterior del autor (Zacarías Ponce de León, 2015).
Diversas han sido las críticas al concepto de exocentricidad en morfología. En todos los casos, el fundamento de la crítica es lo poco explicativo del concepto y la escasez de restricciones que se aplican al referente externo. Benveniste (1977: 57) considera que el concepto exocéntrico es inexacto y contradictorio porque implica un análisis estructural complejo, con elementos componentes dentro y fuera de la palabra compuesta, sin lograr con este aparato teórico aclarar la naturaleza de dichas palabras ni su predicación compleja. Propone, como análisis alternativo, que este tipo de compuesto perfila dos predicaciones, una de cualidad y una de posesión: la predicación de cualidad corresponde a la estructura formal de compuesto, mientras que la predicación de posesión, externa al compuesto, refiere a un ser animado que posee o tiene lo referido por el compuesto. La importancia del análisis de Benveniste es que sí toma en cuenta, al menos para un tipo de palabras compuestas, una motivación para la predicación externa: la posesión. Por su parte, Coseriu (1978: 263) considera que la exocentricidad proviene de considerar como parte del estudio del significado la designación, lo que provoca que el estudio se vuelva incoherente. Según él, los hechos externos al lenguaje no deben considerarse en un estudio estructuralista formal. Su conclusión es tajante: la exocentricidad no existe cuando el análisis se atiente únicamente a la estructura de las palabras compuestas. Para Coseriu, por lo tanto, en todas las palabras compuestas uno de los componentes puede identificarse como núcleo estructural. Benczes (2006: 15), en su investigación sobre compuestos creativos, presenta un panorama de los estudios existentes, tanto descriptivistas como generativistas, acerca del concepto de exocentricidad en compuestos de dos sustantivos en inglés. Después de discutir sobre las distintas posturas, afirma que los compuestos exocéntricos han sido generalmente excluidos del análisis lingüístico (2006: 38). Finalmente, para Bauer, como ya mencionamos, la exocentricidad es definida negativamente, con base en lo que no es, lo que ha impedido encontrar características comunes y distintivas de las estructuras compuestas clasificadas como exocéntricas. Este investigador considera que hay una visión alternativa que consiste en analizar estos compuestos como estructuras regulares endocéntricas que son interpretadas a partir de figuras del lenguaje como la metáfora y la metonimia (2017: 37).
Como hemos podido constatar en este breve repaso de las posturas más importantes relacionadas con el fenómeno que nos ocupa, la noción de exocentricidad es, hoy en día, muy cuestionada, principalmente porque tiene poco valor explicativo, no toma en cuenta las relaciones que se establecen entre las estructuras léxicas y, por último, por su poca aportación a la teoría de la formación de palabras. En general, con respecto a la noción de exocentricidad, se identifican los siguientes problemas:
Es una noción imprecisa y arbitraria. No se define el concepto y la identificación de los compuestos exocéntricos varía de acuerdo con las distintas clasificaciones.
El núcleo externo no presenta restricciones. Se puede postular como núcleo externo cualquier entidad y no se justifica ni se busca motivación para su existencia.
No puede sistematizarse. Si no puede identificarse una motivación para el núcleo externo es imposible señalar características comunes en distintos compuestos exocéntricos y, por lo tanto, no se pueden realizar agrupaciones ni clasificaciones.
Obstaculiza la homogeneidad en el estudio de las palabras compuestas. La diversidad de criterios para la identificación de compuestos exocéntricos provoca clasificaciones contradictorias y disímbolas.
Desde nuestro punto de vista, en el fondo del asunto se encuentra el hecho de que no ha sido posible identificar una motivación para las predicaciones externas que aparecen en algunos compuestos. En las siguientes secciones se presentará un análisis de la predicación externa a partir del concepto de metonimia, que es, según nuestra propuesta, el fenómeno que explica el comportamiento complejo de este tipo de compuestos.
3. Formación de palabras y metonimia
Nuestra propuesta parte de la noción de metonimia como motivación para la exocentricidad. Nuestro argumento es que la predicación externa no es otra cosa que una metonimia que encuentra su fundamentación en los rasgos semánticos presentes en la estructura compuesta. Desde nuestro punto de vista, no es necesario postular un núcleo externo, que, como ya vimos, tiene consecuencias negativas para la comprensión de la estructura de los compuestos. Partimos de la idea de que los compuestos deben tratarse de una manera homogénea en cuanto a su estructura interna, es decir, todos los compuestos tienen un núcleo interno que le proporciona sus rasgos categoriales y subcategoriales; todos los compuestos son hipónimos de su núcleo. Retomemos nuestro ejemplo de la introducción, mano larga, que habíamos analizado como compuesto exocéntrico. Ahora, en nuestra propuesta, lo tratamos como un compuesto endocéntrico, es decir, la palabra es un hipónimo de su núcleo: mano larga es un tipo de mano, por lo tanto, mano es el núcleo y es responsable de los rasgos categoriales del compuesto; mano larga es sustantivo inanimado porque mano lo es. Ahora bien, este compuesto se utiliza para referirse, no a una mano que es larga, sino a una persona. Es esta predicación de referenciación la que ha dado lugar al concepto de exocentricidad. En el análisis que se propone, esta relación entre el compuesto y la entidad referida no es otra cosa que una metonimia. Más adelante lo estudiaremos a detalle, pero por el momento podemos decir que la metonimia es del tipo “la parte por el todo”, es decir, una parte que se vuelve prominente al adjetivarla (mano larga), se utiliza para referir el todo (persona). La metonimia es la motivación detrás de todos aquellos compuestos usados para referir algo más que lo denotado por los componentes internos. Por otro lado, el tipo de metonimia que aparece en la predicación externa está relacionado con los rasgos semánticos presentes en el compuesto, lo que restringe la predicación metonímica en la que puede participar el compuesto. En el ejemplo, mano larga es una parte inalienable de una persona; la selección de la metonimia parte/todo es casi automática. Algo muy interesante de esta propuesta es que encontramos a la vez motivación y restricción para dicha predicación externa, algo de lo que carecen los análisis exocéntricos.
Salta a la vista que nuestra propuesta debe estar basada en un análisis detallado de la metonimia que nos permita encontrar motivaciones distintas para distintos tipos de compuestos. En la siguiente sección, nos abocaremos a precisar con detalle el concepto de metonimia.
3.1 La metonimia como fenómeno cognoscitivo
Para Langacker, la metonimia es una manifestación del fenómeno cognoscitivo de punto de referencia (1999: 173) y a partir de este explica las relaciones en las que existe asimetría entre dos participantes, donde el más prominente se utiliza como referencia para establecer relación con el segundo. La evocación de un punto de referencia es una habilidad cognoscitiva básica de los seres humanos. En una predicación metonímica, que sucede siempre dentro de un dominio cognoscitivo, uno de los participantes tiene mayor prominencia conceptual y por lo tanto se utiliza como punto de referencia para rastrear mentalmente al segundo participante, el cual es identificado como la meta de búsqueda (Langacker, 1999: 199). Los puntos de referencia son entidades de alta prominencia semántica a través de los cuales se puede localizar o establecer contacto mental con otras entidades menos prominentes. Si volvemos con nuestro ejemplo, mano larga, nos percatamos de que el compuesto es el punto de referencia que se utiliza para localizar mentalmente la meta de predicación, en este caso, persona, la poseedora de la mano. La mano de la persona se vuelve prominente por efecto de la adjetivación que se realiza en el compuesto, por lo que podemos afirmar que la contribución del adjetivo es esencial. La entidad prominente referida por el compuesto es la que determina la selección de la metonimia, en este caso, de la parte por el todo: la “parte”, prominente gracias a la adjetivación, se utiliza como punto de referencia para localizar al “todo” al que pertenece y que es la meta de predicación.
Si consideramos que la metonimia es una manifestación del fenómeno de punto de referencia, entonces parece claro que la relación que se da entre una entidad relevante que funciona como punto de referencia y la meta de predicación puede ser de diversa índole. Existen varias propuestas recientes que consideran que las expresiones lingüísticas dependen ampliamente de predicaciones metonímicas. Mencionaremos a continuación algunas de ellas.
Kövecs & Radden (1998: 38) analizan la metonimia a partir de ICMs (Idealized Cognitive Models), basados en las propuestas de Lakoff (1987) y Lakoff & Johnson (1980). Los ICMs son marcos de conceptualización que forman dominios, los cuales, a su vez, motivan metáforas y metonimias conceptuales. Dentro de estos marcos de conceptualización, el fenómeno de la metonimia aparece cuando ciertas entidades prominentes, los vehículos, se utilizan para localizar otras entidades, los targets o metas de la predicación. Según estos investigadores (1998: 63), la selección del vehículo prominente se basa en tres características de la organización conceptual: la experiencia humana, la percepción y las preferencias culturales.
Para Peirsman & Geeraerts (2006), la metonimia es un concepto organizado prototípicamente a partir de la noción de contigüidad. Desde su punto de vista, el prototipo es la relación parte/todo en el dominio espacial (2006: 270). A partir del prototipo, el concepto se amplía para incluir otros tipos de relaciones de contigüidad y otros dominios (temporal, procesos y agrupaciones). Se hará una descripción más amplia de esta propuesta en la siguiente sección.
Según Janda (2011: 359), la formación de palabras puede ser analizada a partir de predicaciones metonímicas que se dan entre las palabras-base y las palabras derivadas. Considera que los afijos son el contexto para dicha relación metonímica. En su trabajo estudia la derivación sufijal en tres lenguas (ruso, checo y noruego) y comprueba que las clasificaciones logradas a partir de predicaciones metonímicas son más intuitivas, cognitivamente hablando, y se consiguen mejores descripciones de la morfología léxica (2011: 388). Desde su punto de vista (2011: 362), partir de una descripción basada en este mecanismo cognitivo permite organizar la categoría a partir de una descripción prototípica de la metonimia.
Por su parte, Barcelona (2012: 126) afirma que la metonimia es un mecanismo del lenguaje que actúa en un dominio conceptual funcional. Dentro de este dominio conceptual surge la proyección de un dominio fuente sobre un dominio meta, conectados ambos mediante una función pragmática. Señala Barcelona que dicha función pragmática o metonímica no ha sido estudiada con detalle. Desde su punto de vista (2012: 132), la noción de prototipicidad puede ser un criterio clasificatorio y propone considerar como metonimias prototípicas las referenciales que tiene como meta una entidad o un conjunto de entidades.
Como puede observarse, hay una gran variedad de propuestas dentro de este marco teórico. Para Benczes (2006: 4), la virtud de la lingüística cognoscitiva ha sido tomar en cuenta la metáfora y la metonimia en el análisis de las palabras compuestas. Sin embargo, puntualiza la autora, no hay una visión uniforme sobre el tratamiento que debe darse a este tipo de palabras, tal como hemos podido observar en esta sucinta presentación. El análisis de las palabras compuestas que se realizará en esta investigación se basa en el artículo de Peirsman & Geeraerts mencionado líneas arriba. Este trabajo tiene la característica relevante de proponer una organización prototípica de la metonimia en distintos dominios y grados de contigüidad, la cual, a mi parecer, permite clasificar de manera adecuada los distintos tipos de compuestos nominales del español. Si bien, este acercamiento a la metonimia ha recibido críticas, por ejemplo, de Barcelona (2011: 28), para quien la definición de metonimia de Peirsman y Geeraerts es poco detallada e incluso contradictoria,2 tiene, por otro lado, la ventaja de analizar convincentemente un gran número de metonimias de distinto tipo y en dominios distintos al espacial, descubriendo incluso, relaciones que no habían sido consideradas anteriormente, como reconoce el propio Barcelona (2011: 26). En la siguiente sección se discute esta propuesta con mayor detenimiento.
3.2 La propuesta de Peirsman y Geeraerts
En esta sección nos abocaremos a presentar con mayor detalle una clasificación de la metonimia presentada en un estudio anterior (Zacarías Ponce de León, 2015), la cual, a su vez, está basada en la propuesta sobre prototipos en metonimia de Peirsman & Geeraerts (2006).
Como ya mencionamos líneas arriba, para Peirsman & Geeraerts la metonimia está organizada prototípicamente, partiendo de la noción de contigüidad. En su opinión, la metonimia prototípica es la relación parte/todo (2006: 270). A partir del prototipo, el concepto se amplía para incluir otros tipos de relaciones de contigüidad. En su estudio, la contigüidad se mueve en tres ejes: dominio (D), grado de contacto (G) y delimitación (Dl).
El primer eje, el dominio (D), se refiere al ámbito dentro del cual se establece la metonimia. Esta se extiende desde el dominio espacial hacia el dominio temporal; continúa en el dominio de las acciones, los eventos y los procesos y, finalmente, se extiende hacia las agrupaciones o colecciones de entidades. Reconocer la presencia de la metonimia en otros dominios más abstractos es una parte fundamental del trabajo de Peirsman & Geeraerts.
espacial: Se refiere a las relaciones de contigüidad que existen prototípicamente en predicaciones que incluyen relaciones de espacialidad en un ámbito físico y material.
temporal: La contigüidad se da entre intervalos temporales. Conceptualizar el tiempo como un locativo, es una extensión muy productiva en la lengua y ha sido utilizada continuamente en los estudios lingüísticos.
procesos: Las acciones, los eventos y los procesos también pueden estar compuestos de partes, es decir, sub-eventos. Asimismo, los eventos son vistos como entidades que contienen o incluyen a sus participantes.
agrupaciones: Se refiere a agrupaciones y colecciones de características. No se consideran ya relaciones espaciales o temporales, sino funcionales. Son los casos en los que una parte característica de un conglomerado funcional (organismo, organización, conjunto) proporciona el nombre de la totalidad. La relación entre dos entidades depende de una contigüidad taxonómica.
El segundo eje, grado de contacto (G), se refiere a la cercanía entre las entidades. La contigüidad entre las entidades puede considerar distintos grados de contacto.
parte-todo: Una de las entidades involucrada en la relación metonímica, el punto de referencia, con alta prominencia en la predicación, es una parte componente de la otra entidad, la meta de predicación.
contenedor: Una de las entidades se encuentra contenida dentro de la otra, pero no es parte de ésta. Esta relación es muy productiva.
contacto: En la relación, las dos entidades mantienen contacto entre sí, pero en ningún momento se establece una relación de inclusión ni de pertenencia.
adyacencia: Las dos entidades establecen la relación metonímica debido a su cercanía, pero nunca llegan a tener contacto entre sí.
El último eje, delimitación (Dl), toma en cuenta si las entidades relacionadas están delimitadas o no; se considera que las entidades delimitadas forman parte de entidades no delimitadas. Dado el carácter denominativo de los compuestos que estamos estudiando, el análisis propuesto no será sensible a este eje. En todo caso, consideramos que esta distinción está implícita en el eje de dominios.
Puede observarse que, a partir de la relación prototípica parte/todo en el dominio espacial, la metonimia amplía su alcance, lo que permite incluir distintas relaciones entre palabras compuestas y elaborar una clasificación sistemática. El siguiente cuadro está tomado de Zacarías Ponce de León (2015: 72).
Grado de Contacto | ||||||
Dominio | ||||||
parte/todo | contenedor | contacto | proximidad | |||
Espacial | parte&todo todo&parte material&objeto |
contenedor&contenido contenido&contenedor |
ubicación&ubicado | vestido&persona entidad&entidad adyacente |
||
Temporal | parte&todo | tiempo&entidad | antecedente&consecuente | |||
Procesos | subevento&evento complejo | acción&estado acción&participante participante&acción |
causa&efecto efecto&causa |
participante&participante productor&producto poseedor&poseído |
||
Agrupaciones | factor central&entidad factor&institución característa&entidad |
individuo&grupo hiperónimo&hipónimo |
El cuadro anterior presenta un resumen de todos los tipos de metonimia propuestas y clasificados según Peirsman & Geeraerts.3 La gran cantidad de ejemplos, y la familiaridad con que se usan, permiten a los autores proponer que la metonimia espacial parte&todo (mano larga) es la metonimia prototípica. A partir de aquí, las extensiones aparecen hacia la derecha y hacia abajo, según cambie el grado de contacto o el dominio. Así, si nos ubicamos en el dominio espacial, nos desplazamos hacia la derecha para variar el grado de contacto: En primer lugar, como ya dijimos, parte&todo (mano larga), después, encontramos la metonimia del tipo contenedor&contenido (Le encanta “la botella”); posteriormente hacia la metonimia ubicación&ubicado (sobrecama); y finalmente, tenemos vestido&persona (cascos azules). De igual forma, los tipos de metonimia varían según el dominio; en el temporal podemos ejemplificar con parte&todo (Nos vemos “mañana”); en el dominio de los procesos y grado de contacto, contenedor, tenemos acción&participante (correveidile); finalmente, en el dominio de las agrupaciones podemos ejemplificar con la metonimia hiperónimo&hipónimo: utilizar la píldora para referirse a la píldora anticonceptiva.
La propuesta de prototipicidad es ideal en un campo como el de las estructuras léxicas complejas, donde las relaciones entre componentes son muy diversas. Esta propuesta es adecuada porque no propone una conceptualización unidimensional de la metonimia a partir del concepto de adyacencia, sino que considera diversos factores y grados de contacto. Estas metonimias serán la base para nuestro análisis, si bien, de ser necesario se precisará con mayor especificidad el tipo de metonimia, por ejemplo, en los casos de la metonimia acción&participante, encontraremos ejemplos en los que dicho participante puede aparecer como agente o instrumento como en los compuestos de verbo y nombre.
4. Correlaciones entre el tipo de compuesto y las metonimias seleccionadas
Como ya dijimos, diversos tipos de compuestos han sido clasificados como compuestos exocéntricos, sin ir más lejos ni explicar el tipo de relación que se establece entre la estructura compleja y el referente externo. A continuación, presentamos un breve panorama de los esquemas compositivos que típicamente son considerados exocéntricos.
Los compuestos de verbo y nombre (V+N) son comúnmente utilizados para ejemplificar la exocentricidad, ya que, según estas posturas, ninguno de los componentes puede ser el núcleo: en el caso de sacacorchos, el primer componente es un verbo (saca) y el segundo es un sustantivo plural inanimado (corchos); el referente del compuesto es un sustantivo singular inanimado instrumental (utensilio). En otros casos, como en el de guardabosques, el referente es animado (persona). Aclaramos en la sección 2., que existe un análisis alternativo que trata estas palabras como estructuras endocéntricas cuyo primer componente es un nombre deverbal. Se decidió, sin embargo, incluir este tipo de compuestos en esta investigación con el objeto de comprobar el alcance del análisis metonímico.
Los compuestos de dos sustantivos (N+N) constituyen un tipo de estructura en la que se han identificado abundantes ejemplos de exocentricidad, a causa de las, aparentemente, innumerables relaciones que se establecen entre ambos componentes. Ejemplos de compuestos de este tipo son: puntapié (acción), baloncesto (deporte), madreperla (molusco).
Los compuestos de nombre y adjetivo (N+A) es un grupo complejo ya que son compuestos considerados sintagmáticos, es decir, a medio camino entre morfología y sintaxis. Muchas de los compuestos de este tipo son considerados exocéntricos a partir de la adjetivación que se produce en la estructura interna, como el caso ya analizado de mano larga. Otros ejemplos similares son: piel roja (persona), caradura (persona), altavoz (aparato), aguafuerte (grabado).
Un grupo similar al anterior es el de (N+de+N) ya que el elemento encabezado por la preposición funciona como un modificador. Muchos compuestos de este tipo son considerados exocéntricos: manos de lumbre (persona), patas de cabra (diablo), ojo de agua (manantial). Debido a la preposición, estos compuestos no sufren procesos de fusión (Zacarías Ponce de León, 2014).
Los compuestos coordinados de dos adjetivos (A+A), especifican una adjetivación compleja relevante que se utiliza para denominar una entidad. Ejemplos de este tipo de compuestos considerados exocéntricos son los siguientes: claroscuro (pintura), rojinegro (equipo de fútbol), sordomudo (persona). Otras estructuras consideradas exocéntricas son las siguientes. Prep+N: trastienda (habitación); V+V: viene-viene (persona).
En esta investigación se propone que los compuestos discutido en los párrafos anteriores son estructuralmente endocéntricos. Como se observa, las relaciones entre las palabras componentes que concurren en la estructura formal del compuesto son muy variadas. Sin embargo, en un análisis más detallado, el comportamiento de estos compuestos es más complejo ya que adicionalmente perfilan una segunda predicación metonímica que permite referirse a una segunda entidad a partir del fenómeno cognoscitivo de punto de referencia (ver sección 3.1).
Para el análisis de esta investigación tomaremos como base palabras compuestas neológicas, con el objetivo de observar las tendencias actuales en la selección de las predicaciones metonímicas para cada tipo de compuestos. Recurriremos al corpus morfológico Morfolex4. Este corpus recoge neologismos formales del español de México y cuenta con un acumulado de más de 12000 neologismos analizados y etiquetados morfológicamente. La etiquetación permite identificar las palabras complejas de acuerdo con el esquema formativo y con su estructura interna (Zacarías Ponce de León, 2016). En este corpus es posible identificar y hacer extracciones de acuerdo con el tipo de palabra compuesta, algo que no es posible en otras fuentes de datos. En el siguiente cuadro se presentan los totales de palabras compuestas extraídos de este corpus.
Tipo de compuesto | Palabras |
N+N (puntapié) | 438 |
V+N (sacacorchos) | 297 |
N+A (cabeza hueca) | 60 |
N+de+N (boca de lobo) | 34 |
Prep+N (bajopuente) | 8 |
V+V (viene-viene) | 3 |
A+A (rojinegro) | 29 |
Los totales en el cuadro se refieren al total de palabras por esquema compositivo. Para esta investigación, del total de palabras compuestas se consideraron únicamente las que, de acuerdo con análisis previos, serían consideradas exocéntricas.
Se analizarán las palabras seleccionados para determinar el tipo de relación metonímica entre los compuestos y sus referentes. El objetivo es encontrar implicaciones y tendencias de cada tipo de compuesto y las relaciones metonímicas preferentes. Primero, se estudiará individualmente cada tipo de composición y, posteriormente, considerando globalmente los resultados de todos los tipos de composición, se discutirá la pertinencia de integrar la metonimia como una característica importante de la composición. En el Anexo 1, pueden consultarse las palabras ejemplificadas en el análisis, junto con su contexto de aparición.
4.1 Compuestos V+N
Para el caso del esquema V+N, existe una relación unívoca entre los dos componentes del compuesto, el verbo y el nombre, que determina el significado iterativo del compuesto. En este tipo de compuestos, la acción verbal se utiliza para designar metonímicamente al participante. Por ejemplo, en sacacorchos, la predicación verbal sacar corchos designa metonímicamente el instrumento, mientras que en guardabosques designa al agente de guardar bosques. Con respecto a los neologismos encontrados en Morfolex con este tipo de estructura, se procedió, a partir del contexto de uso, a identificar su referente. En el Cuadro 3, se presentan los totales para los 297 compuestos de acuerdo con el participante referido.
Como podemos observar en el cuadro anterior, la mayoría de los compuestos tienen una interpretación agentivo o instrumental. Ejemplos de neologismos con interpretación de agente son los siguientes: acomodacoches, buscachambas, cargabultos, guardafaro, lamebotas, prestanombres, robacasas, romperredes, vendepatrias, etc. Con interpretación de instrumento tenemos: abatelenguas, atrapapelusa, cazahuracanes, cortatubos, cubrecabello, inflaglobos, ponchallantas, quemagrasa, tapaorejas, trabapuertas, etc. Para el caso de locativos, el número es mucho menor: cuelgarropa, guardapaquetes, portabebidas, etc. Finalmente, para acciones: quitarrisas, tornafiesta, etc.
Lo que nos interesa en esta investigación es el tipo de metonimia. Nuestra propuesta es que este tipo de compuestos, encabezados por un verbo, se localizan en el dominio de los procesos, de acuerdo con la clasificación del Cuadro 1. Dentro de este dominio, el grado de contacto es “contenedor” ya que una acción es un “contenedor funcional” que contiene a sus participantes, según Peirsman & Geeraerts (2006: 292). Por lo tanto, la metonimia elegida es acción&participante, donde la actividad se codifica en el compuesto y se refiere al participante de dicha acción por contigüidad. Así, la palabra cubreteclado designa un instrumento a partir del uso para el que fue fabricado. Particularizando, la metonimia expresada en cubreteclado es acción&instrumento. De manera similar, cuidaperros se refiere metonímicamente a la persona que realiza dicha acción, es decir, al agente. La metonimia es acción&agente.
Los 297 casos encontrados en la base Morfolex corresponden al tipo de metonimia acción&participante, con sus particularizaciones según el participante que interviene en la acción. Puesto que esta metonimia es recurrente podemos considerarle una característica fundamental de este tipo de compuestos.
Como lo vimos anteriormente, estos compuestos también pueden ser considerados endocéntricos. En estas posturas, el primer componente representa una nominalización del verbo a partir de un reanálisis de la vocal temática. Este análisis endocéntrico de la composición V+N se prefiere en fechas recientes. Estos dos análisis, el endocéntrico y el metonímico, en rigor, no se oponen entre sí; por el contrario, demuestran que el análisis es consistente, ya que podemos considerar la metonimia como la motivación de estas nominalizaciones. La metonimia acción&participante es muy recurrente en la lengua y por tal motivo, podemos rastrearla en distintas nominalizaciones. En español existen nominalizadores deverbales de agente como el codificado por el sufijo -dor y por los posverbales -a (caza, guía, busca), -e (corte, saque). Ambos análisis son dos formas diferentes de demostrar la misma relación. Para abundar sobre el análisis de la derivación como proceso metonímico, se refiere al lector al trabajo de Gutiérrez Rubio (2014: 51).
4.2 Compuestos N+N
A diferencia del esquema anterior, donde la interpretación de la estructura interna del compuesto es la que ha permitido identificar los compuestos de este tipo como exocéntricos, en el resto de los esquemas de palabras compuestas, la interpretación de la exocentricidad aparece en el análisis individual de cada compuesto (de Bustos, 1986: 96 y Moyna 2012: 55). Esto implica una heterogeneidad evidente tanto en los análisis como en las clasificaciones. Este tema fue discutido en la sección 2 de este artículo, pero lo retomamos porque tiene consecuencias en nuestro análisis. Consideramos que algunos compuestos presentan predicaciones metonímicas dadas las necesidades denominativas de los hablantes, pero no es una situación generalizada. Nos dimos a la tarea de analizar el total de compuestos de cada tipo e identificar aquellos que presentaban una predicación metonímica.
En este tipo de composición son comunes las coordinaciones, donde el núcleo es compartido por ambos componentes (buquetanque, cena-baile, sala-comedor), y los casos donde el segundo elemento modifica al primero, el cual es el núcleo de la construcción (torero charro, tablarroca, cineminuto). Abundan también los casos donde se forman series de palabras a partir de la adjetivación del segundo elemento, con palabras como clave, pico, chatarra, estrella y fantasma en compuestos como (año clave, día clave, comida chatarra, abogado estrella, agencia fantasma). En todos estos casos, el núcleo está claramente definido, por lo que se descartaron en esta investigación. En el caso de N+N, del total de 438 compuestos, encontramos solo 17 que presentan predicación metonímica. Esto nos permite ver que, al menos para este tipo de compuesto, la exocentricidad no es tan común como se suponía. En el siguiente cuadro se presentan los totales por tipo de metonimia.
Dominio | Grado | Metonimia | Total | Palabras |
Espacial | parte/todo | parte&todo | 2 | palo fierro, pietierra. |
Temporal | contacto | adyacentes&entidad | 1 | tarde-noche. |
Proceso | parte/todo | subevento/evento complejo | 1 | pechotierra. |
Proceso | contenedor | factores&producto | 2 | horas-hombre, horas-niño. |
Proceso | contacto | efecto&causa | 1 | boligoma. |
Proceso | proximidad | producto&lugar | 1 | café-internet. |
rol&participante | 1 | mediapunta. | ||
Agrupación | parte/todo | factores&entidad | 8 |
centroderecha, centroizquierda, amor-odio, futbol-cancha, idea fuerza, marca-país, noche-habitación, perroflauta. |
El esquema N+N es el que establece un mayor número de relaciones metonímicas distintas. La metonimia más común en este tipo de compuestos es factores&entidad, donde ciertos factores relevantes en la constitución de una entidad se utilizan para denominarla, como en el caso de centroderecha, donde la localización en un espectro político es la que se usa para denominar a la institución; o bien, noche-habitación, que se refiere a un índice de ocupación hotelera a partir del número de habitaciones y el total de pernoctaciones efectivas. Otro caso interesante es el de la metonimia parte&todo en el dominio espacial, la cual se utiliza para denominar una entidad a partir una parte física. Es el caso de palo fierro, donde la madera se utiliza para denominar al árbol; y el de pietierra donde la situación de una parte del cuerpo, el pie en tierra, refiere a una agrupación de policías. Finalmente, la relación factores&producto se utiliza dos veces, mientras que el resto de las metonimias se utilizan una vez. Esto es debido a que en la composición N+N no existe una asimetría definida estructuralmente entre los componentes y, por lo tanto, la aposición de sustantivos puede dar lugar a distintas relaciones internas como coordinación, subordinación y atributo. Estas distintas formas de asociación de los componentes provocan diversas posibilidades en cuanto a la relación metonímica. A pesar de la libre asociación que puede darse entre sustantivos en aposición, el análisis metonímico arroja más luz sobre su comportamiento y sus alcances que el análisis exocéntrico.
4.3 Compuestos P+N
Estos compuestos pueden considerarse sintagmáticos y probablemente provengan de estructuras sintácticas. No es muy productivo y es difícil saber, dado los pocos casos atestiguados, si el esquema es relevante cognoscitivamente para los hablantes.
Dominio | Grado | Metonimia | Total | Palabras |
Espacial | contacto | ubicación&ubicado | 3 | bajocama, bajoescalera, bajopuente |
Agrupación | parte/todo | características&entidad | 5 | sin amigos, sin partido, sindientes, sin miedo, sinpapeles |
Para el caso de P+N, encontramos que los 8 compuestos desarrollan predicación metonímica. En tres de ellos es el perfil locativo de la preposición bajo la que dispara la metonimia ubicación&ubicado, donde el compuesto se refiere al objeto designado a partir de su ubicación. En el resto de estos compuestos, el perfil de la preposición es la carencia de algo, característica relevante que se utiliza para denominar la entidad con una metonimia característica&entidad.
4.4 Compuestos A+A
En este caso, del total del total de compuestos, analizamos 15 como metonímicos. La única relación metonímica encontrada es característica&entidad (agrupación, parte-todo). En todos los casos, se trata de una coordinación de adjetivos que se refieren a características agrupadas relevantes que se utilizan para denominar la entidad (rojinegro). No son muy productivos, probablemente porque el requisito de coordinar dos adjetivos restringe ampliamente la creación de nuevas unidades con este esquema.
4.5 Compuestos N+A
Para el esquema N+A, se consideraron 17 compuestos metonímicos. Aunque hay una clara asimetría entre los dos componentes, y siempre es el sustantivo el núcleo de la construcción, las relaciones metonímicas son variadas.
Dominio | Grado | Metonimia | Total | Palabras |
Espacial | parte/todo | parte&todo | 5 | brazo loco, cejagüera, panza verde, pelosnecios, pieajeno. |
contenedor | contenedor&contenido | 1 | carro completo. | |
contacto | ubicación&ubicado | 1 | círculo rojo. | |
proximidad | vestido&persona | 2 | bata blanca, boina negra. | |
entidad&entidad adyacente | 1 | caja idiota. | ||
Temporal | contenedor | tiempo&entidad | 1 | primavera árabe. |
Proceso | contenedor | acción&participante | 1 | milusos |
contacto | efecto&causa | 3 | malviaje, foco rojo, humo blanco. | |
Agrupación | parte/todo | característica&entidad | 2 | buenacopa, malacopa. |
La metonimia parte&todo es la más productiva; vestimenta&persona también es muy recurrente; finalmente también hay casos de característica&entidad. La relación N+A, es unívoca a nivel gramatical, sin embargo, en cuanto a nivel referencial, pueden establecerse distintas relaciones entre la característica relevante adjetivada y la meta de la predicación. Un caso interesante es el de carro completo, compuesto utilizado en el español mexicano para referirse a una victoria electoral amplia, en la cual todos los candidatos de un partido han resultado ganadores tras el conteo de los votos. La metonimia seleccionada, contenedor&contenido, se refiere al uso de un contenedor, en este caso, carro, para referirse al contenido, personas triunfadoras. Notamos, además, una metaforización, en la cual, el triunfo es referido como un carro de la victoria que se lleva a los ganadores. La coincidencia de metáfora y metonimia no es algo excepcional, por el contrario, es común que una extensión metafórica se lleve a cabo únicamente considerando ciertos aspectos del referente. Existe, además, la posibilidad de que los componentes del compuesto pertenezcan a campos conceptuales distintos, hecho que puede dar lugar a una predicación metafórica.5 Barcelona sugiere que existe una motivación metonímica en muchas metáforas conceptuales (2012: 134). Esto es justamente lo que sucede con el compuesto analizado. Otro caso que conviene aclarar es el de caja idiota, utilizado para referirse a lo poco inteligentes y absurdos que son los programas de televisión hoy en día. En este caso, el programa trasmitido no forma parte del televisor, pero sí es una entidad siempre adyacente al aparato que se utiliza para nombrarlo. Finalmente, el caso de foco rojo es un caso donde el efecto, dar una señal de advertencia, el foco rojo, es usado para referirse a la causa, un problema en general o una situación intempestiva.
4.6 Compuestos N+de+N
Este tipo de compuesto es muy similar al anterior, porque el segundo componente es una frase preposicional que funciona como un adjetivo. Ambos esquemas compositivos pueden ser considerados como variantes de un mismo tipo, conclusión que se ve reforzada por el análisis metonímico. En este caso, los compuestos analizados fueron 11 de los 34 totales.
Dominio | Grado | Metonimia | Total | Palabras |
Espacial | parte/todo | parte&todo | 5 | boca de tormenta, cuerno de chivo, nariz de botella, pata de lana, pelo en pecho. |
Proceso | contacto | causa&efecto | 2 | manita de puerco, pico de gallo. |
Agrupación | parte/todo | factor&entidad | 4 | baño de pueblo, cuarto de guerra, golpe de timón, paso de tortuga. |
Al igual que el caso anterior, la metonimia parte&todo en el dominio espacial es la más común. En segundo lugar, aparece también la metonimia parte&todo, pero en el domino de las agrupaciones. Encontramos, de igual manera, casos de compuestos en los que la metonimia motiva una metáfora. Es el caso de cuerno de chivo, palabra compuesta en la que una parte de un arma de fuego, su cargador, se utiliza para referir al todo, el fusil. Por otro lado, es únicamente el aspecto relevante del cargador, su forma, el que se utiliza para elaborar la metáfora.
4.7 Compuestos V+V
Estos compuestos no son muy comunes. Las tres ocurrencias en el corpus se analizan como compuestos metonímicos. La unión y repetición de dos verbos forman compuestos coordinados que se utiliza en los tres casos para referirse a un sustantivo. Llama la atención que, en los tres casos, las predicaciones metonímicas son distintas. En el caso de viene-viene, es una palabra muy frecuente en el corpus, dado que el referente es un personaje cotidiano en México.
4.8 Distribución de las predicaciones metonímicas en la composición
Basados en el Cuadro 1, donde se clasifican las metonimias según los ejes Dominio y Grado de contacto, en el siguiente cuadro se muestran los totales de compuestos por tipo de metonimia según los datos analizados en las secciones anteriores:
Espacial | Temporal | Procesos | Agrupaciones | Totales | |
Parte-todo | 12 | 1 | 2 | 34 | 47 (12.8%) |
Contenedor | 5 | 1 | 301 | 307 (83.4%) | |
Contacto | 3 | 7 | 12 (3.3%) | ||
Proximidad | 2 | 2 (0.5%) | |||
Totales | 20 (5.4 %) | 2 (0.5%) | 312 (84.8%) | 34 (9.2%) | 368 |
Puede observarse que el cuadro está dominado ampliamente por la metonimia acción&participante que se localiza en el dominio de los procesos y con un grado de contacto, contenedor. Esto se debe a que todos los compuestos V+N se han considerado metonímicos. Ya se mencionó anteriormente que la composición V+N puede analizarse también partiendo de una nominalización por reanálisis de la vocal temática (ver sección 4.1). Desde nuestro punto de vista, estos dos análisis no se oponen entre sí, sino que se complementan; consideramos que las nominalizaciones de este tipo están motivadas por la metonimia, como lo propone Gutiérrez Rubio (2014: 73).
Ahora bien, si omitimos la composición V+N, dejando de considerar los compuestos de este tipo como metonímicos, entonces el Cuadro 10 se puede reconfigurar de la manera siguiente.
Espacial | Temporal | Procesos | Agrupaciones | Totales | |
Parte-todo | 12 | 1 | 2 | 34 | 47 (66.2%) |
Contenedor | 5 | 1 | 4 | 10 (14.1%) | |
Contacto | 3 | 7 | 12 (16.9%) | ||
Proximidad | 2 | 2 (2.8%) | |||
Totales | 20 (28.2%) | 2 (2.8%) | 15 (21.1%) | 34 (47.8%) | 71 |
Como podemos ver ahora, la metonimia más común es la correspondiente a parte-todo, lo que coincide con las observaciones de Peirsman y Geeraerts, aunque en nuestro caso, aparecen con mayor frecuencia en el dominio de las agrupaciones de características. Si bien, los patrones de palabras compuestas se relacionan con más de un tipo de metonimia, resalta, el hecho de que haya metonimia preferidas para cada esquema compositivo, lo que nos proporciona indicios de su comportamiento y nos permite, por tanto, realizar una descripción más detallada de cada esquema.
Finalmente, el siguiente cuadro presenta de manera gráfica las correlaciones que se establecen entre los distintos esquemas compositivos y las predicaciones metonímicas preferidas.
Espacial | Temporal | Proceso | Agrupación | |
Parte-todo | N+N N+A N+de+N |
N+N | N+N V+V |
N+N P+N A+A N+de+N N+A |
Contenedor | N+A | N+A | V+N N+N N+A V+V |
|
Contacto | P+N | N+N N+A N+de+N V+V |
||
Proximidad | N+N |
El Cuadro 12 presenta, de manera gráfica, las correlaciones entre el tipo de compuesto y la predicación metonímica. Se han utilizado diferentes tamaños de letra para representar cualitativamente la preferencia variable de cada esquema compositivo por los distintos tipos de metonimia. Una letra más grande representa una preferencia alta por un tipo particular de metonimia; una letra pequeña representa una preferencia mucho menor. Esta representación resalta las correlaciones entre el tipo de compuesto y la predicación metonímica con más presencia en los casos analizados. Es claro que las relaciones parte/todo son las más comunes, pero no en el dominio espacial, sino en el dominio de las agrupaciones de características, lo cual nos indica que son muy importantes los componentes no físicos de un todo para denominarlo, tales como las características abstractas o los factores de constitución de una entidad.
5. Conclusiones
El análisis metonímico nos ha permitido establecer correspondencias aproximadas entre cada esquema compositivo y el tipo de metonimias que desarrollan. Esta relación nos permite describir con precisión cada tipo de compuesto, lo cual no era posible con el análisis exocéntrico. Gracias al análisis metonímico puede afirmarse que estos compuestos no pertenecen a una categoría arbitraria, ni son residuos ni excepciones; por el contrario, son estructuras que establecen relaciones cognoscitivamente relevantes entre la predicación interna del compuesto y la predicación metonímica referencial. Con el análisis metonímico es posible encontrar una motivación para la predicación externa: el fenómeno de punto de referencia. Este fenómeno es muy importante desde el punto de vista cognoscitivo ya que permite utilizar entidades relevantes para referirnos a otras entidades relacionadas. Mediante este análisis es posible encontrar una explicación para un fenómeno lingüístico (la predicación externa) a partir de una habilidad cognoscitiva básica del ser humano (metonimia).
A partir de la noción de metonimia, se propone un análisis unificado para todos los compuestos que presentan una segunda predicación, algo que no era posible con el análisis exocéntrico. De esta forma, es posible sistematizar dicha predicación. Asimismo, aplicando este análisis, hemos podido establecer correlaciones entre cada esquema compositivo y los tipos de metonimia que se asocian. En general, este análisis nos permite alcanzar una mayor comprensión de la composición de palabras y una organización coherente del espacio semántico que ocupa dentro de la morfología léxica.
Hay un gran número de patrones metonímicos involucrados en la composición metonímica del español. Parece claro, sin embargo, que la metonimia parte/todo es la más común. Por otro lado, con excepción del esquema V+N, todos los demás patrones se relacionan con más de un tipo de metonimia. Esto puede indicarnos que el patrón V+N es el más homogéneo debido a que sus componentes se encuentran una relación asimétrica constante: verbo y complemento; dado lo cual, muchos investigadores no los consideran exocéntricos. Por otro lado, el esquema compositivo N+N es más abierto. Esto se debe a que la relación que establecen entre sí los sustantivos componentes no es asimétrica, sino que están en aposición y pueden relacionarse de distintos modos. Caso similar, en cuanto a las diferentes predicaciones metonímicas que pueden encontrarse, es el de N+A, debido a la variedad de características relevantes de la entidad que se utilizan, ya adjetivadas, para referirla.
Hemos encontrado también que, contrario a lo que se afirma normalmente, en el corpus analizado, la exocentricidad no es tan común. Se detectaron 71 palabras compuestas que desarrollan predicación metonímica, esto, sin tomar en cuenta el esquema de verbo y nombre, que como dijimos, es analizado de mejor manera, como una nominalización agentiva. En el corpus se contaron 572 palabras compuestas de los tipos seleccionados, por lo que el total de compuestos metonímicos representa solamente un 12%. Si bien estos resultados solo comprenden el español mexicano, es de esperarse un comportamiento similar para otras variedades, al menos en cuanto a la baja frecuencia de este tipo de palabras.
Aunque los análisis exocéntricos siguen vigentes hoy en día (Kornfeld, 2009: 448), es común encontrar análisis alternativos que, partiendo de una perspectiva cognoscitiva, buscan una motivación para la predicación externa y una organización más homogénea de esta categoría. Desde mi punto de vista, la noción de compuesto metonímico es mucho más adecuada y explicativa que la noción de exocentricidad. Es más intuitiva, encuentra su motivación en un concepto básico de la cognición humana y puede sistematizarse.