Alpha City. How London Was Captured by the SuperRich (en español: Ciudad Alfa. Cómo Londres ha sido capturada por los superricos) se propone investigar un aspecto muy llamativo de la ciudad global, tema que desde hace unas décadas ha sido centro de atención por parte de los estudios urbanos, incluso geográficos (^{Robinson, 2005}). En particular el libro enfoca la atención en la ciudad global por excelencia, Londres, para averiguar de qué manera la ciudad ha sido comprada y vendida por parte de los superricos desde el siglo XIX hasta la actualidad, y lo que significa para el resto de la ciudadanía. La pregunta a la que el autor Rowland Atkinson¹ quiere contestar a través de este esclarecedor manuscrito es tan sencilla y elocuente: ¿quién es el dueño de Londres? La novedad de esta obra incide en este tema poco estudiado o de forma parcial: el entendimiento de cómo la capital inglesa ha evolucionado hasta convertirse en una especie de “La Meca” para los superricos.

Efectivamente, a lo largo del libro, el autor expone cómo, en las últimas décadas, Londres ha caído en manos de los superricos, incluso basándose en algunos trabajos recientemente publicados en forma de artículos (^{Atkinson, 2019}; ^{Atkinson, Parker y Burrows, 2017}; ^{McKenzie y Atkinson, 2019}). Hoy en día, según Atkinson, la “ciudad mundial” es esencial para garantizar un lugar apto para la reproducción espacial de los individuos superricos. Comparada con Nueva York o Tokio, las dos ciudades que más se equiparan como “ciudades globales” (^{Sassen, 1991}), hoy en día tiene el mayor número de personas ricas por habitante, bien explicado en el primer capítulo “Capital’s City”, la “Ciudad del capital”, donde el autor entiende que Londres, en su conjunto, es el epicentro de los mercados financieros del mundo, un centro cultural de élite y un lugar para esconder la riqueza.

La “Ciudad Alfa”, término que Atkinson inventa expresamente por este libro, se caracteriza por un carácter dominante en el panorama internacional, situada en el escalón más alto de la jerarquía mundial de las ciudades. La Ciudad Alfa corresponde, en otras palabras, a la creación de un sistema de soporte vital de los superricos, ciudad adicta al capitalismo financiero y a una economía de la riqueza, construida para atraer y sostener a dicho sector. Les proporciona un mundo de aislamiento, lujo y confort desconectado de lo que verdaderamente representa el resto del territorio.

Atkinson presenta, en suma, una historia de la economía del boom inmobiliario, que se remonta al final del Imperio (al término de la Segunda Guerra Mundial). Cuenta la historia de los promotores ansiosos, la riqueza soberana y los políticos codiciosos, todo ello preparaba el camino para la rica colonización del paisaje urbano. Las consecuencias de esta transformación de la “capital para el capital” son la expulsión brutal de los ciudadanos más pobres, la austeridad, los recortes, las demoliciones de las viviendas públicas y un catálogo de injusticias sociales presentes en dicha ciudad. El pacto fáustico de Londres con el “demonio”, personificado por el capital más atrevido de la ciudad global, ha dado lugar a la venta y destrucción de bienes públicos, mientras que los ricos se hacen la vista gorda ante el blanqueo de dinero criminal para emplumar sus propios nidos.

En lugar de profundizar este libro a detalle, concibo esta lectura como una especie de referencia básica para enfrentar a la ciudad entendida como “ciudad del capital”. El autor lo expresa en el primer capítulo con el término anglosajón “Capital’s City”, o simplemente “Capital City”, igual como lo define Samuel ^{Stein (2019)}. Las obras de Stein y de Atkinson, publicadas por la misma editorial Verso, se enfrentan respectivamente a Nueva York y Londres, ciudades globales donde podemos encontrar una elevadísima concentración de riqueza, injusticia social y, consecuentemente, segregación socio-espacial. Ahora, quizás, esperamos una nueva obra sobre Tokio, la tercera ciudad global por excelencia, según el trabajo de ^{Sassen de 1991}, para actualizar la literatura sobre la ciudad global y sus impactos en el tejido urbano y espacial. Todo eso serviría para actualizar de forma contundente la literatura sobre la ciudad global, específicamente, sobre las tres primordiales. El interés de la disciplina geográfica en este tema es alto, ya que una posible “trilogía” sobre estas urbes permitiría enfocar las pautas de evolución de dichas ciudades y averiguar si aplican por igual en los escalones más bajos de la jerarquía mundial de las ciudades.