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Historia y grafía

versión impresa ISSN 1405-0927

Hist. graf  no.62 México ene./jun. 2024  Epub 26-Ene-2024

https://doi.org/10.48102/hyg.vi62.514 

Reseñas críticas

La Didjazá: el papel de agencia de Juana Catarina en la construcción del Estado-Nación mexicano

The Didjazá: the agency role of Juana Catarina in the construction of the Mexican Nation-State

Álvaro Miguel Canseco Acosta* 
http://orcid.org/0009-0000-7199-3773

*Escuela Nacional de Antropología e Historia-Universidad Iberoamericana. Ciudad de México- México. Correo: amca.ludico@gmail.com

Chassen-López, Francie. Mujer y poder en el siglo XIX. La vida extraordinaria de Juana Catarina Romero, cacica de Tehuantepec. México: Taurus, 2020.


“Muere el sol en los montes

Con la luz que agoniza

Pues la vida en su prisa

Nos conduce a morir”

Macedonio Alcalá, Vals Dios nunca muere

Sobre la plaza central de Tehuantepec reposa incólume la estatua de Juana Catarina Romero.1 Revestida por una aleación de cobre y estaño, la vigorosidad regia de su apariencia recuerda -a todo el que transita bajo el sol abrasador istmeño- la imagen de una pedagoga maternal. Paralizada por el tiempo, la solidez hermética de la escultura parece no hacerle justicia a la vida de una mujer que trascendió la imagen maternal que emula la figura de bronce. Una mujer a la que el discurso oficial simplemente enunció como un personaje accesorio dentro de la vida política masculina. Amante, hechicera erótica o encarnación de la mujer fatal, son algunos de los tropos que han construido la imagen de Juana Catarina Romero. En este sentido, Mujer y poder en el siglo XIX. La vida extraordinaria de Juana Catarina Romero, cacica de Tehuantepec de Francie Chassen-López ofrece al lector una ventana de acceso para complejizar el papel que tuvieron las mujeres decimonónicas a nivel regional dentro del proyecto nacional de modernización.

Sobre la vida de Juana C. Romero se han escrito novelas, artículos periodísticos, así como representaciones en teatro y televisión.2 Sin embargo, su historia había permanecido ofuscada por los mitos. Y es precisamente a la luz de los mitos que pesan sobre la imagen de la cacica de Tehuantepec que la historiadora neoyorquina retoma la vida de Juana Catarina Romero para dotarla de dimensión histórica.

A partir de un ejercicio biográfico la autora entrecruza la importancia de la historia regional de Tehuantepec en el enrevesado camino de México como Estado-Nación, con una historia de las mujeres que busca dotarlas de agencia política ahí donde antes solo se les veía como personajes secundarios. En este sentido, Mujer y poder en el siglo XIX se constituye como una investigación con una mirada amplia que permite comprender a cabalidad este proceso histórico.

En todo momento, Chassen-López le recuerda al lector que la vida atravesada por la vertiginosa construcción del estado nación, el desarrollo de una economía capitalista y la formación de la identidad nacional, fueron elementos que constituyeron el telón de fondo bajo el cual la cacica tehuantepecana comenzó su larga carrera de ascenso dentro de un mundo acaparado por hombres. En una suerte de emulación biológica la obra -estructurada en ocho capítulos- entrelaza la biografía de Juana Catarina Romero dentro de la emergencia, consolidación y decadencia del proyecto nacional modernizador en el Istmo de Tehuantepec.

En los primeros apartados de la obra, Chassen-López entreteje el estudio de la vida de la cacica tehuantepecana con una biografía geográfica del escenario histórico de Tehuantepec (1840-1850) en el que Juana Cata se moverá desde su infancia hasta su muerte. Un espacio marcado por el conflicto istmeño entre Tehuantepec y Juchitán, la pugna entre centralistas y federalistas, así como por el interés económico que esa zona geográfica despertaría al interior y exterior del país. Dentro de ese escenario espacio temporal, se muestra la movilidad que las mujeres tuvieron -particularmente Juana Cata- en las guerras que atravesaron el Istmo de Tehuantepec. Fue precisamente la emergencia de Díaz dentro de la vida militar y política de Oaxaca lo que permitiría establecer lazos fraternales con Juana C. Romero.

Aunque otras mujeres destacaron como propagandistas, soldaderas, vivandiéres o femmes de compagnie por su colaboración con los liberales durante las primeras guerras que asolaron el territorio oaxaqueño, Francie Chassen-López enfatiza en la movilidad política de Juana Cata. La historiadora neoyorkina nos muestra a una mujer que se supo adaptar a las condiciones políticas para favorecer sus proyectos comerciales. Ya fuera como espía liberal, amante de un conservador o artífice del proyecto modernizador, la cacica de Tehuantepec no quedó al margen de la vida política, como muchos estudios sugieren para el caso de la mujer decimonónica. Por el contrario, su visión política le permitió capitalizar sus intereses para suplir su falta de legitimidad parental y restablecer su honor.

Los capítulos centrales de la obra invitan a reflexionar -a través de la vida de Juana Cata- sobre la construcción del honor y la moral decimonónica en el Istmo de Tehuantepec. En un espacio en el que el capital social de la mujer se construía a través de la maternidad o el trabajo honesto, Juana Cata se decantaría por el comportamiento correcto y honesto en sus tratos económicos y sociales. En este sentido, la cacica zapoteca construyó una red de aliados políticos -entre los que destacan Juan Avendaño, Jaime Echeverría, Mariano Gallegos, Josefina Garfias, Evaristo Piñón y el obispo Eulogio Gillow- y expandió sus empresas en sincronía con las políticas porfirianas en las que se pretendió modernizar al país. En buena medida, la vida de la empresaria se ciñó a los pilares básicos que sostuvieron la política económica porfiriana: construcción de infraestructura, estimular la inversión y alentar la agricultura comercial.

Muestra de ello se puede vislumbrar -apunta la autora- en la construcción del traje de la tehuana. La historia de esta prenda se tiene que comprender dentro del contexto de expansión del mercado mundial, la llegada de la vanguardia capitalista y la difusión de la sociedad de consumo. Una combinación de las tradiciones zapotecas con la moda occidental que revelan la capacidad de agencia de las mujeres mestizas en la modernización del país. Juana Catarina, gran influencia en la consolidación textil del traje, se hizo rica vendiendo esa modernidad constituyéndose como la perfecta mediadora entre la moda y la moralización de la sociedad istmeña. Así pues, el traje se convirtió en un arte-facto demostrativo de riqueza y poder.

La filantropía fue otro de los elementos en donde quedó evidenciada la capacidad de las mujeres para ejercer el poder. Como se mencionó líneas arriba, Juana cata destinó su capital económico para acumular capital social, cultural y político. Para Chassen-López, lo interesante de la actividad filantrópica de Juana Catarina es la movilidad política y social que representó. En el contexto en el que llevó a cabo cada una de sus obras -educación, salud pública, infraestructura- se creía que la filantropía era un ejercicio específicamente para hombres. La vida de Juana Cata demuestra claramente lo endeble que era esa separación entre la caridad femenina y la filantropía masculina. Así pues, la amplificación del capital económico, social y cultural permitieron a Juana Cata alcanzar el mote de cacica para fungir como intermediaria eficaz entre el pueblo tehuantepecano y el proyecto porfirista de modernización.

Finalmente, Francie Chassen-López dedica los últimos capítulos para mostrar el auge y ocaso del proyecto porfirista y su resonancia en el territorio istmeño. La inauguración del reconstruido Ferrocarril Nacional de Tehuantepec (FNT) a cargo de la firma Pearson convirtió al Istmo en un centro de actividad revolucionaria. Prosperaría la actividad industrial y agrícola. Se fortalecería la red urbana y se estrecharía la comunicación de las regiones periféricas con el mercado mundial y a las patrias chicas con el estado nacional. Las exposiciones fuera del país -en donde Juana Cata ganó dos reconocimientos por la calidad de sus productos- elevarían la imagen de México en el extranjero.3 Sin embargo, en la transición de la primera a la segunda década del siglo XX se comenzó a gestar -paralela a este esplendor- una serie de descontentos contra la reelección presidencial y contra los abusos gubernamentales dentro del Istmo de Tehuantepec. El partido de los verdes se iba ganando la simpatía de la población tehuantepecana; Venustiano Carranza se levantaría contra el gobierno bajo la bandera del constitucionalismo; la voz de Alfonso Santivañez comenzaría a tener fuerza, primero a partir de la legalidad y después desde la rebeldía. En este contexto, parece que la vida política y comercial de Juana Cata -propone la autora- no tuvo implicaciones.

En Mujer y poder en el siglo XIX la historiadora Francie Chassen-López muestra -a través de la metodología de la historia regional- la cautela con la que el historiador tiene que proceder para estudiar un tema como el de la construcción de la nación durante el siglo XIX. Pensar que este proyecto se constituyó de manera vertical y hermética impide observar las negociaciones que el gobierno estableció con las élites del centro, inversionistas extranjeros, las instancias locales y la gente de provincia, como fue el caso de Juana Catarina Romero.

Por otra parte, nos parece importante subrayar la reflexión que la autora realiza sobre uno de los elementos torales con el que trabaja todo historiador: las fuentes. De acuerdo con Chassen-López, uno de los componentes fundamentales en la biografía histórica es la recuperación de la voz del personaje biografiado a través de documentos de primera mano. Sin embargo, en la historia de Juana Catarina pesan, no solo los mitos creados alrededor de su persona, sino también la escasez de fuentes que permitieran “escuchar” su propia voz.

Resulta conveniente hacer una digresión para advertir al lector que la investigación que Francie Chassen-López realiza en Mujer y poder en el siglo XIX se inscribe dentro de la biografía moderna. Al seguir el trabajo que Hermione Lee realizó sobre la novelista inglesa Jane Austen o la biografía que Nell Irvin Painter escribió sobre la abolicionista negra Sojourner Truth, en donde los mitos y falsedades eclipsaban la imagen “real” de estos personajes históricos, Chassen-López lleva a cabo esta biografía con la esperanza de depurar los mitos y falsedades que habían construido una imagen distorsionada de Juana C. Romero. De ahí que la biografía que ofrece al lector se constituya como un artefacto imprescindible para la historia moderna de nuestro país.

Ahora bien, ante esta escasez de documentos que permitieran “escuchar” la voz de Juana Cata, en esta obra la historiadora neo- yorkina se convierte en el detective histórico del que hablaba Carlo Ginzburg en su paradigma indiciario, para recopilar huellas que posibilitaran entender más sobre la apasionante vida de la cacica.4 De este modo, para poder comprender la fascinación que la modernidad y la sociedad de consumo despertaron en Juana Catarina Romero, la historiadora se dio a la tarea de descubrir los datos de su vida a partir del análisis de archivos públicos, bibliotecas, hemerotecas, así como de toda la cultura material -sus pertenencias y fotos- que el rastro de la cacica tehuatepecana había dejado tras de sí.5

Además del análisis de documentos que permitieran conocer de manera indirecta la historia de Juana Catarina, la autora echa mano de la especulación imaginativa a través del uso de palabras como parece, acaso o tal vez que Hermione Lee llamó ganchos biográficos.6 Es decir, palabras que advierten al lector que lo que contiene esta obra es parte del rigor de la investigación histórica, pero también de una interpretación o especulación a través de los datos disponibles encontrados en documentos elaborados al margen de la vida de Juana Cata.

Mujer y poder en el siglo XIX. La vida extraordinaria de Juana Catarina Romero, cacica de Tehuantepec, resulta una lectura obligada para poder entender la historia regional, estatal y nacional en la construcción del Estado-Nación mexicano. Una obra que invita al lector a pensar de otro modo la construcción de las feminidades y masculinidades en el intrincado proyecto de modernización nacional. Al mismo tiempo que ofrece una imagen diferente de una mujer sobre la cual pesaban los mitos y falsedades construidos por más de un siglo.

Bibliografía

Chassen-López, Francie, Mujer y poder en el siglo XIX. La vida extraordinaria de Juana Catarina Romero, cacica de Tehuantepec. México: Taurus, 2020. [ Links ]

Ginzburg, Carlo, “Huellas. Raíces de un paradigma indiciario” en Tentativas, México: Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2003. [ Links ]

Tenorio, Mauricio, Artilugio de la nación moderna: México en las exposiciones universales, 1880-1930, México: Fondo de Cultura Económica, 1998. [ Links ]

Zemon Davis, Natalie, El regreso de Mantin Guerre, Madrid: Akal, 2013. [ Links ]

1 En la nota al pie número tres de la introducción, Francie Chassen-López aclara que la familia del personaje biografiado prefiere llamarla Juana C., pero que utilizará Juana Cata por ser el nombre con el que más se le conoce. Sin embargo, a lo largo de la obra se refiere al personaje principal como Juana Cata, Juana C. Romero o Juana Catarina Romero; por lo que para esta reseña utilizaremos estos nombres para hacer alusión al personaje principal.

2Tal como la autora lo refiere, los estudios publicados sobre Juana Catarina Romera son: María de los Ángeles Cacigas Rosaldo, La didjazá, la zapoteca, México: Fotolitográfica Hernández, 1994; Javier Meneses de Gyves, La Sandunga: Canto de amor y guerra, México: IPN, 1995; Antonio Olivera, Juana Cata: La confidente de Porfirio Díaz, México, 2014; Julia Astrid Suárez Reyna y Raciel Rivas, Juana C. Romero: Una mujer extraordinaria en la historia de México, Oaxaca: 2017.

3Para entender la importancia que tuvieron las exposiciones en el desarrollo de una infraestructura nacionalista en el tránsito del siglo XVIII al XIX se puede consultar: Mauricio Tenorio, Artilugio de la nación moderna: México en las exposiciones universales, 1880-1930, México: Fondo de Cultura Económica, 1998.

4 Carlo Ginzburg, “Huellas. Raíces de un paradigma indiciario” en Tentativas, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, México, pp. 93-155.

5Esta escasez documental a la que Francie Chassen-López se enfrentó en la historia de Juana C. Romero, encuentra resonancias con lo que Natalie Zemon Davis escribió en el Postfacio “Los silencios de los archivos, la celebridad de una historia” de la obra El regreso de Martin Guerre. Ahí, la historiadora estadounidense reflexionaba sobre los silencios que había en torno a la imagen de Martin Guerre, y los límites y posibilidades que esto significó en su investigación. Véase: Natalie Zemon Davis, El regreso de Mantin Guerre, Madrid: Akal, 2013, pp. 157-178.

6 Francie Chassen-López, Mujer y poder en el siglo XIX. La vida extraordinaria de Juana Catarina Romero, cacica de Tehuantepec, México: Taurus, 2020: p. 11.

Recibido: 23 de Mayo de 2023; Aprobado: 07 de Agosto de 2023

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